Desde
el primer momento en que Jesucristo resucito de los muertos se comenzó a buscar
formas de poder explicar de manera diferente la resurrección de los muertos
para afirmar que en verdad Cristo no había resucitado. Uno puede leer esto en Mateo
28:11-15 en donde se nos cuenta las principales autoridades de los judíos al
enterarse de la resurrección de los muertos le dieron dinero a los guardias
para que mintieran diciendo que los discípulos robaron el cuerpo mientras ellos
dormían. Por supuesto esta mentira es totalmente absurda cuando se piensa en lo
difícil que tenía que haber sido mover la piedra sin que los guardias
despertaran y después proclamar la resurrección de Cristo sabiendo que era una
mentira e incluso morir por ello. Pero las teorías de explicar la resurrección de
una manera diferente no termino solamente en el primer siglo, sino que a través
de los siglos hemos tenido un sin número de explicaciones que tratan de evitar
que Jesucristo resucito.
Por
ejemplo, en 1828 un teólogo alemán llamado H.E.G Paulus afirmo que Jesucristo
en realidad no había muerto, sino que más bien se había desvanecido o desmayado
en la cruz debido al dolor y la pérdida de sangre. Jesús habría entrado en
shock y eso hizo pensar a los guardias y a los discípulos que Jesús había
muerto. Sin embargo, esto complica más las cosas porque si creemos en esta
versión de la muerte de Cristo quedamos ante varias preguntas respecto a la
manera que Jesus sufrió y más aún respecto a ¿Cómo un Jesus débil por 3 días
desmayados corrió la piedra, evito a los soldados y luego se presentó de forma
triunfante frente a los discípulos? Esto es simplemente absurdo. Otras de las
explicaciones que hay para decir que Jesús no resucito es la que dice que los discípulos
alucinaron que Jesucristo había resucitado y de allí empezaron a proclamar que
había resucitado. El problema principal con esta teoría es que las alucinaciones
ocurren generalmente una vez y si ocurren otras veces no son iguales unas a
otras, son privadas ¡Y no les ocurren a 500 personas a la vez[1]! (1 Cor 15:6) Por tanto
todas explicaciones intentan evitar lo que las Escrituras nos dicen respecto a
que Jesús si resucito de los muertos. Ahora debido a las influencias paganas
que había en la iglesia de Corinto algunos estaban cuestionando la resurrección
de Jesucristo (1 Cor 15:12) Es por eso que Pablo tiene que abordar el tema de
la resurrección en este capítulo el cual es una amplia explicación de lo que la
resurrección es y de cuál es su significado e importancia para el cristianismo.
Recordando
y reteniendo el evangelio 1 Corintios 15:1-2
Pablo
comienza dirigiéndose a sus “hermanos” Corintios poniendo como base algo en lo
cual ellos iban a estar de acuerdo y que era que él les había predicado el
evangelio a ellos.
“Además, hermanos, les anuncio
el evangelio que les predique, que es el mismo que ustedes recibieron y en cual
siguen firmes” (RVC) “Ahora, hermanos, quiero recordarles el evangelio que les
predique, el mismo que recibieron y en el cual se mantienen firmes” (NVI) “Ahora
os hago saber, hermanos, el evangelio que os predique, el cual también
recibisteis, en el cual también estáis firmes” (LBLA)
Sabemos
que Pablo comienza su segundo viaje misionero con Silas y luego conoce a
Timoteo su futuro fiel compañero. Después de pasar por varias ciudades
predicando como Filipos, Tesalónica y Atenas finalmente llega a Corinto (Hechos
18:1) Pablo estuvo predicando en Corinto 1 año y medio (Hechos 18:11) y allí conoció
a varios hermanos que serían sus colaboradores en el ministerio y como en todo
lugar algunos creyeron y otros no. Por tanto, la fundación de la iglesia de
Pablo es sin duda la predicación que el llevo a cabo en esa ciudad. Esto es
algo que ninguno de ellos podía desconocer y Pablo uso en algunos de sus
argumentos (1 Cor 4:15) Entonces Pablo les está diciendo en este versículo que él
les predico el evangelio y ellos “recibieron” (RVC; NVI) “recibisteis” (LBLA) El
lenguaje que Pablo está usando aquí cuando habla de recordarles el evangelio y
recibir el evangelio es la idea traspasar la tradición oral[2]. O sea, en el mundo
antiguo no tenían las Escrituras en sus manos de forma completa así que los
apóstoles eran quienes trasmitían el evangelio oralmente y esto es algo que
olvidamos regularmente. Por tanto, Pablo les está diciendo ¿Recuerdan las
enseñanzas orales que yo les enseñe? ¿Recuerdan que ustedes la recibieron?
¡Pues deben perseverar en ellas! ¡Deben estar firmes en ellas! El versículo 2 habla del peligro de
abandonar estas enseñanzas.
“Por medio de este evangelio
serán salvados, siempre y cuando retengan la palabra que les he predicado. De
no ser así, habrán creído en vano” (RVC) “Mediante este evangelio son salvos,
si se aferran a la palabra que les predique. De otro modo, habrán creído en
vano” (NVI) “Por lo cual también sois salvos, si retenéis la palabra que os
predique, a no ser que hayáis creído en vano” (LBLA)
Pablo
declara que por medio de este evangelio es que los Corintios han sido salvados
¡Por eso es importante retener y aferrarse al evangelio! Porque no perseverar
no retener el evangelio evidencia de que realidad “habían creído en vano”.
Ahora si miramos con atención las palabras de Jesús y los apóstoles veremos que
siempre hay un llamado a perseverar hasta el fin o perseverar en la doctrina de
los apóstoles o pelear por la fe una vez dada a los santos. Mateo 24:13; 2
Tesalonicenses 2:15; 2 Timoteo 1:13
“Pero el que resista hasta el
fin, será salvo”
“Por lo tanto, hermanos,
manténganse firmes y retengan la doctrina que personalmente y por carta les
hemos enseñado”
“Reten la forma de las sanas
palabras que oíste de mí, en la fe y en el amor que es en Cristo Jesús”
Pablo
está haciendo un llamado a los hermanos en Corintios que deben perseverar en el
evangelio que se les predico y seguir cualquier otro evangelio porque eso sería
caer bajo la maldición de Dios (Gal 1:8) Lo cual revelaría que finalmente no
has sido salvado de la perdición. Pablo les está diciendo que ¿Si ustedes no
perseveran en el evangelio acaso eso no revela que no son salvos? ¿Qué
solamente creyeron en vano? Ahora esta advertencia no era solamente para los
hermanos en Corinto sino también es para nosotros. En primer lugar ¿Te mantienes firme en el evangelio perseverando en
tu vida de oración y lectura bíblica? Me imagino que te sientes culpable porque
no has orado y leído la Biblia y dices “Bien ahora si esta semana podre orar más
y leer la Biblia más, ya tengo mi calendario de oración y lectura bíblica”
Luego llega el primer día y lo logras, luego el segundo más o menos y el
tercero y cuarto muy poco hasta finalmente volver al mismo ciclo. ¿Qué es lo
que falla en ese discurso? ¡El aplicarte el evangelio! Tú crees que por tus
fuerzas vas a poder orar y leer la Palabra solamente pero no clamas al Señor
para que él te de las fuerzas para serlo y te humillas ante tu incapacidad de
hacerlo confiando en la obra de Cristo.
En segundo lugar
¿Te mantiene aplicando el evangelio a tu vida matrimonial perdonando los
pecados de tu esposo (a) y buscando la reconciliación? Cuando nos enojamos en
el matrimonio porque otra vez hizo eso que nos desagrada ¿No lo perdonas por
eso? ¿Pero cuantas veces has pecado contra Dios no obedeciéndole? ¿Acaso él no
te concede de su gracia y perdón? ¿Acaso no deberías tu aplicar lo mismo? Lo
mismo puede suceder en la comunidad de los creyentes ¿Aplicas el evangelio
cuando un hermano peca contra ti? ¿O simplemente lo condenas y le dices “jamás
perdonare a esa persona” Si es así ¿Dónde está el evangelio en ti?
En tercer lugar
¿Te mantienes aplicando el evangelio a tu vida estudiantil o laboral? Cuando en
los estudios nos va bien ¿Qué nos decimos a nosotros mismos? Es que yo estudié
mucho por eso obtuve esos resultados ¿Acaso no fue la gracia de Dios? Cuando
hacemos bien nuestro trabajo y en nuestra mente condenamos a los que la hace
mal ¿Qué nos decimos a nosotros mismos? Yo soy mejor trabajador que el mientras
que los demás no lo son. Pero ¿Acaso no todo proviene de la gracia de Dios? ¿Acaso
es la sabiduría de Dios actuando en ti? En todas las circunstancias de la vida
debemos recordar y aplicarnos en el evangelio, así como Pablo les decía a los
hermanos en Corinto.
El
contenido del evangelio. 1 Corintios 15:3-4
Después
que Pablo les habla de que deben recordar, seguir firmes y retener el evangelio
ahora pasa a hablarnos acerca del contenido de ese evangelio. La mayoría de
comentaristas opina que lo que Pablo nos dice en los versículos 4 y 5 era algún
credo primitivo que la iglesia tenia debido a la forma en la cual está
configurado.[3]
Hay también otras partes del Nuevo testamento que se cree que eran un especie
de credo en la iglesia primitiva (Fil 2:5-11; 1 Timoteo 3:16)
“En primer lugar, les he
enseñado lo mismo que yo recibí; que, conforme a las Escrituras, Cristo murió
por nuestros pecados” (RVC) “Porque ante todo les trasmití a ustedes lo que yo
mismo recibí: que Cristo murió por nuestros pecados según las Escrituras” (NVI)
“Porque yo os entregué en primer lugar lo mismo que recibí: que Cristo murió
por nuestros pecados conforme a las Escrituras; (LBLA)
Pablo
afirma dos cosas en este versículo. En
primer lugar, Pablo dice que ha enseñado lo mismo que recibió ¿Qué es lo
que recibió? El mensaje del evangelio. A diferencia de los 12 apóstoles los
cuales fueron comisionados personalmente por Jesucristo (Mt 28:16-20; Mc
16:14-18; Luc 24: 36-49; Jn 20: 19-23) el apóstol Pablo recibió el mensaje del
evangelio por revelación de Dios. Gálatas 1:11-12
“Pero les hago saber,
hermanos, que el evangelio anunciado por mí no sigue criterios humanos, pues yo
no lo recibí ni lo aprendí de nadie, sino que Jesucristo me lo revelo”
Por
tanto, el mensaje que Pablo había recibido por revelación era el mismo que les
había predicado a los hermanos en la iglesia en Corinto y el mismo el cual le
estaban diciendo que perseveren en él porque era la verdad. En segundo lugar, Pablo habla acerca
del contenido del evangelio el cual es que “conforme a las Escrituras, Cristo
murió por nuestros pecados”. La frase “conforme a las Escrituras” no alude a ningún
pasaje en particular así que varios comentaristas creen que se refiere a todo
el Antiguo testamento como un todo. Sabemos que todo el Antiguo testamento
apuntaba a Jesucristo porque el mismo Señor lo dijo cuando estuvo en el camino
de Emaús con los discípulos. Lucas 24:27; 44
“Y partiendo de Moisés, y
siguiendo por todos los profetas, comenzó a explicarles todos los pasajes de
las Escrituras que hablaban de el”
“Luego les dijo: Lo que ha
pasado conmigo es lo mismo que les anuncie cuando aún estaba con ustedes: que
era necesario que se cumpliera todo lo que está escrito acerca de mí en la ley
de Moisés, en los profetas y en los salmos”
Pero
también es perfectamente posible que Pablo estuviera pensando en un texto en
particular que es Isaías 53:4-6, 11-12 que nos habla acerca del mesías
sufriente.
“Con todo, el llevará sobre si
nuestros males, y sufrirá nuestros dolores, y mientras nosotros creeremos que
Dios lo ha azotado, lo ha herido y humillado. Pero el será herido por nuestros
pecados; ¡molido por nuestras rebeliones! Sobre el vendrá el castigo de nuestra
paz, y por su llaga seremos sanados. Todos perderemos el rumbo, como ovejas, y
cada uno tomara su propio camino; pero el Señor descargara sobre el todo el
peso de nuestros pecados”
“Vera el fruto de su propia
aflicción, y se dará por satisfecho. Mi siervo justo justificara a muchos por
medio de su conocimiento, y el mismo llevara las iniquidades de ellos. Pero eso
yo le daré parte con los grandes, y el repartirá despojos con los fuertes. Por
el derramara su vida hasta la muerte y será contado entre los pecadores;
llevara sobre sí mismo el pecado de muchos, y orara en favor de los pecadores”
Este
pasaje es citado varias veces en el Nuevo testamento por los apóstoles en sus
cartas (Mt 8:16-17; Hechos 8:32-33; Heb 9:28; 1 Pedro 2:22) lo cual hace
perfectamente posible que Pablo estuviera pensando en este versículo cuando
escribe esto. Esta pequeña frase “Cristo murió por nuestros pecados” está lleno
de rica teología cristiana que podemos resumir brevemente aquí. Primero de aquí
podemos extraer que Jesús era el mesías prometido en las Escrituras. Segundo de
aquí podemos extraer que nosotros somos pecadores por eso necesitamos que Cristo
muriera por nuestros pecados (Rom 3:10-20) Tercero de aquí podemos extraer que
Cristo solo podía morir en la Cruz porque es verdaderamente hombre y
verdaderamente Dios por tanto solo podía en la cruz por ser alguien sin pecado
y a la vez Dios para soportar que la ira de Dios cayera sobre el (Hebreos 4:15;
Jn 1:1; 8:58) Cuarto de aquí podemos extraer la sustitución de Jesús. 2
Corintios 5:21
“Al que no cometió ningún pecado,
por nosotros Dios lo hizo pecado, para que en el nosotros fuéramos hechos
justicia de Dios”
Para
explicarle aún más claro lo que llamamos sustitución debemos entender dos
palabras que la Biblia usa que son “expiación” y “propiciación”. Primero expiación en el Antiguo
testamento se usaba cuando se quitaba el pecado del pueblo. O sea, cuando se
hacía “expiación por los pecados del pueblo”. La expiación tenía que ver con
quitar la culpa mediante el pago de una sanción. El libro de hebreos hace el
contrate entre la expiación que hacían cada año con la expiación perfecta de
Jesucristo (Hebreos 10:3-9) Segundo propiciación,
esta con la idea de apaciguar o satisfacer la ira de Dios. Cristo murió
para aplacar la ira de Dios y satisfacer las demandas de la ley (Rom 3:25; 26;
5:9-10) como nuestro abogado llevo a cabo la reconciliación con el Padre (2 Cor
5:21; 1 Juan 2:1,2) como nuestro mediador estableció un Nuevo pacto y nos aceptó
como sus hijos (Lc 22:20; 1 Cor 11:25) Como Salvador nos concede vida eternal a
través del (Jn 3:16) Por tanto, ahora como creyentes podemos ser reconciliados
por Dios. Esto es algo impresionante ya que nos está diciendo que todos somos
pecadores llenos de maldad y sin embargo nuestro Señor que es puro, santo y sin
mancha ocupo el lugar que nosotros merecíamos y pago el precio del pecado y por
tanto apaciguo la ira de Dios que estaba sobre nosotros (Gal 3:13) Pero Pablo
no se queda solo en esta riqueza que nos habla de otras riquezas teológicas que
están en el versículo 4.
“Que también, conforme a las Escrituras,
fue sepultado y resucito al tercer día” (RVC) “Que fue sepultado, que resucito
al tercer día según las Escrituras” (NVI) “Que fue sepultado y que resucito al
tercer día, conforme a las Escrituras” (LBLA)
Pablo
aquí al igual que en el versículo anterior no está pensando en determinados
pasajes del Antiguo testamento, sino que está hablando de la Escritura como un
todo. Sin embargo, es bastante probable que Pablo está pensando en una mezcla
de pasajes bíblicos que hablaban de la muerte y resurrección de Cristo (Salmos 16:8-11, Salmos
110:1, 118, Joel 2:32; 2 Samuel 7:13-14, Isaías 8.14) El más claro parece ser
el salmo 16:8-11 especialmente porque es citado por Pedro en su primer sermón
en donde cita el pasaje de Salmos 16 y explica lo que significa. Hechos 2:25-28,
31-32
“De él dice David: Siempre
veía al Señor ante mí. Él está a mi derecha, y nada me perturbara. Por eso mi
corazón se alegró, y mi lengua canto llena de gozo. Mi cuerpo descansara en la
esperanza, porque no dejaras mi alma en el Hades, ni permitirás que tu Santo se
corrompa. Me hiciste conocer los caminos de la vida y me llenaras de gozo con
tu presencia”
“Esto lo vio antes de que
sucediera, y hablo de la resurrección de Cristo y de que su alma no se quedaría
en el Hades, un su cuerpo se corrompería. Pues a este Jesús Dios lo resucito, y
de eso todos nosotros somos testigos”
Como
podemos ver en este sermón de Pedro se anuncia lo mismo que Pablo estaba
anunciando a los hermanos en Corinto que Jesús conforme a las Escrituras fue
sepultado y resucitado al tercer día. En
primer lugar, vemos que se refiere a la sepultura de Jesús y para nosotros
en la actualidad esto no tiene mucho sentido, pero para el primer siglo era
bastante importante porque como vimos al principio había personas que estaban
murmurando que en verdad Jesús nunca murió y por tanto nunca fue sepultado. Por
eso era importante mostrar que realmente y si fue sepultado. En segundo lugar, vemos que se refiere
a la resurrección. La creencia en la resurrección de los muertos era una
creencia que los judíos tenían pero algunos negaban (Oseas 6:2; Jonás 1:7; Mateo
22:23) y Jesús mismo había enseñado en reiteradas ocasiones que él iba a
resucitar (Jn 2:19-22; Mc 14:28;
15:19; Mateo 26:61; 27:40) Por tanto al igual que la muerte de Jesús, la
sepultura y resurrección de Cristo es rico en teología pues supone varias
cosas. En primer lugar, supone que la muerte existe y que es el enemigo de la
humanidad y que todos vamos a experimentarla incluso Jesucristo pues fue hombre
(Rom 5:12; 6:23) En segundo lugar, que el plan de Dios era que por medio del Mesías
Jesucristo el pecado y la muerte fueran vencidas (Col 2:15) En tercer lugar que
debido a que Cristo vence a la muerte tenemos esperanza de que muerte no es el
fin de todas las cosas. En cuarto lugar, la resurrección provee una esperanza
para vivir en este presente. Para los Corintios estas verdades expuestas por
Pablo les decía que si alguien estaba negando la resurrección estaba negando el
evangelio y por tanto no podía ser salvo. Para ellos como también para nosotros
estos pasajes tiene muchas enseñanzas que darnos. En primer lugar, podemos ver la fidelidad de las Escrituras y el
llamado a creer y vivir conforme a ellas. Una de las cosas que vemos en las
Escrituras es la asombrosa precisión que tienen en los eventos de la vida de
Jesucristo. Tanto en su vida, muerte y resurrección podemos confirmar que todas
las cosas se hicieron conforme a como está escrito. Sin embargo, los líderes de
la época no comprendieron eso y nos da una lección importante de lo confiado
que debemos estar respecto a las Escrituras. Ellas son siempre, fieles y
verdaderas en todo lo que dicen jamás debemos dudar de ellas porque todo lo que
ellas dicen se cumplirá. Ahora debemos estar seguro que nuestras
interpretaciones de ellas sean correctas porque cuando afirmo que ellas son
verdaderas no digo que asi mismo nuestras interpretaciones de ellas no sean por
tanto debemos asegurarnos constantemente de no estar equivocados. Pero Jesús
nos llamó no solo a creer solamente en las Escrituras sino también a vivir de
acuerdo a ellas. Les dijo a los discípulos que si lo amaban guardarían sus
mandamientos (Juan 14:21). El apóstol Santiago afirmo que no solo debemos ser
oidores sino hacedores de la palabra (Stgo 1:22) Por tanto no sirve de nada
delante de Dios afirmar la doctrina correcta si nuestra vida es contraria a la
voluntad de Dios. Quiero ejemplificar esto con un terrible ejemplo que esta
semana está por todos lados y se trata del famoso apologista Ravi Zacharias el
cual fue conocido por predicar por todo el mundo el evangelio en muchos lugares
y después de su fuerte se investigó su vida y se revelo que cometió muchos
abusos sexuales por años usando el dinero que las personas le donaban al
ministerio[4]. ¿No es acaso algo
terrible y seria advertencia a nuestra vida de que podemos predicar de las
Escrituras sin embargo vivir contra ellas en nuestra vida privada?
En
segundo lugar, el sacrificio de Cristo nos debe llevar a vivir agradecidos y
entregándonos por su obra. Cuando
uno se pone a meditar en lo que Cristo hizo por nosotros en la cruz experimentamos
muchas cosas como asombro, agradecimiento, gozo, alegría etc. porque nos
preguntamos ¿cómo un Dios Santo puso enviar a su hijo a morir por este pobre
pecador? Y entonces comenzamos pensar ¿Cómo podría yo mostrar el agradecimiento
por Dios en mi vida? ¿Cómo puedo yo servir al reino de Dios de mejor manera? Pablo
nos dice que nos entreguemos nosotros mismos. Romanos 12:1
“Así
que, hermanos, yo les ruego, que, por las misericordias de Dios, que se
presenten ustedes mismos como un sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. ¡Así
es como se debe adorar a Dios!
Al observar el gran sacrificio del Señor ¿Realmente
podríamos decir que hay algo que no podemos hacer por Dios y su reino?
¿Realmente encontramos que es un gran sacrificio entregarse a él cuándo él se entregó
por nosotros? ¿Es mucho dedicar tiempo a Dios? ¿Es mucho negarte a ti mismo
para amarlo a el? ¿Es mucho orar “venga tu reino y se haga tu voluntad en la
tierra como en el cielo?
En
tercer lugar, la resurrección nos provee de una esperanza para todas las cosas
que enfrentamos. En el mundo tenemos diversas filosofías algunas nos
dan ciertas esperanzas que finalmente son falsas u otras son totalmente
pesimistas y no nos dan ninguna esperanza. Pero como cristianos tenemos una
esperanza imperecedera e incontaminada (1 Pedro 1:4) que está basada en la
resurrección. Por ejemplo, piensa en cualquier problema que estás viviendo hoy
¿Problemas con el pecado? ¿Problemas con alguna relación? ¿Problemas con alguna
relación? ¿Problemas financieros? ¿Frustraciones en la vida? ¿Ansiedad? ¿Depresión?
Y la lista puede seguir. La resurrección nos dice eso no durara para siempre,
eso va desaparecer porque tenemos la esperanza de que Cristo venga y todos
nosotros seamos resucitados con cuerpos glorificados para deleitarnos en el
para siempre ¿No es acaso esto algo glorioso?
Testigos
de la resurrección 1 Corintios 15:5
Finalmente,
Pablo para darle más fuerza a su argumento presenta testigos de la resurrección.
Recordemos que los testigos en el mundo antiguo eran muy valorados de tal forma
que por medio de dos o tres testigos se le podía condenar a una persona (Dt
19:15; Mt 18:16; 2 Cor 13:1) Por tanto el primer testigo que pone Pablo es
Cefas (1 Cor 1:12) Sabemos que se refiere a Pedro el cual uno de los
importantes fundamentos de la iglesia. Entonces les está diciendo “miren Pedro
mismo es testigo de la resurrección” ¿Cómo ustedes pueden negar que Jesús haya
resucitado si en cambio Cefas lo afirma? El segundo testigo son los “doce” la
cual es sin duda una referencia a los doce discípulos del Señor (Jn 21:19) y
les está diciendo a los hermanos en Corinto “Si los doce discípulos fueron
testigos de la resurrección” ¿Cómo ustedes pueden negar que Jesus haya resucitado?
Sin duda lo que Pablo intenta hacer es mostrarle que hay testigos de esta
resurrección por tanto no podemos ponerla en duda. Ahora, aunque estos testigos
experimentaron de primera mano la resurrección estando con el Señor y comiendo
con él en ocasiones nosotros también somos testigos de la resurrección. Nosotros
somos testigos de la resurrección de Cristo por la fe porque las Escrituras nos
dice eso, pero además de eso lo somos porque hemos experimentado el poder de la
resurrección en nosotros mismos. Si nos has experimentado este poder de la
resurrección en tu ser y no has sido transformado por Espíritu Santo es
perfectamente posible que no creas en la resurrección ya que estas muerto en
delitos y pecados y necesitas ser regenerado para ser salvo. Necesitas nacer de
nuevo y poner tu confianza en este glorioso de mensaje de vida, muerte,
resurrección, ascensión y segunda venida de nuestro Dios.
[1] https://espanol.josh.org/teorias-de-la-resurreccion-desmentidas-cristo-resucita/
[2] Craig
Keener. Comentario cultural al Nuevo testamento. Pagina.
[3] Gordon Fee.
La primera epistola a los Corintios. Página 682. William Hendriksen. 1 de
Corintios. Página 460. Craig Keener. Comentario cultural al Nuevo testamento.
Pagina . Gary Shogren. 1 de Corintios. Pagina.
[4] https://semperreformandaperu.org/2021/02/12/informe-ravi-zacharias-cometio-abusos-sexuales/?fbclid=IwAR23dQDMZhrB-1F02Kl3eA7jauSiqxIye2B_HU5hbZKahpe4wQcAyhiTSdw