El
verdadero problema con el Estado Bienestar es que atenta directamente con la
libertad de las personas para escoger vivir sus vidas como ellos realmente
quieren. Algunos seguramente se preguntaran ¿Un cristiano diciendo eso? ¿Qué las
personas vivan sus vidas como ellos “quieran”? ¡Por supuesto! El cristianismo
siempre ha sido quien ha promovido la “libertad de conciencia” de las personas,
cada una de ellas serán juzgadas por sus hechos ante Dios. Los cristianos
estamos llamados predicar, a dar razones sobre nuestra fe y demostrarle a los incrédulos
lo ilógico de su cosmovisión, pero ciertamente no “podemos convertirlo”(El espíritu
Santo hace ese trabajo) ¿Por qué? Porque ellos en su libre conciencia pueden
rechazar a Dios y serán condenados por eso. Muy diferente es el Estado de
bienestar que cuando se impone como sistema en una sociedad, no te deja elegir
vivir tu vida, sino que simplemente te impone su visión en la salud, en la educación,
en la elección de casas, etc. Lo hace especialmente cobrando altos impuestos
por todo, o sea robando tu dinero de forma “legal”.
El Estado y el libre
comercio[1]
La
primera libertad con la que atenta el sistema estatal es con el libre
intercambio de bienes. En la Biblia nunca se ve que Abraham o Job (los cuales
fueran muy ricos) estuvieran regulados por algún estado. Es más no vemos en la
Biblia ni un solo ejemplo de un gobierno que regula para el “bien común”. En cambio
si vemos que los impuestos, el robo de tierra y propiedades, llega cuando
Israel pide un Rey a Dios (1 Sam 8) y de allí de adelante tenemos muchas “regulaciones”
que son simples robos y atentado contra la libertad de la personas. Podemos decir
que el Estado existe solamente como un elemento de juicio de Dios (en su
voluntad permisiva) y que la mayoría de cosas que hace son negativas. Por tanto
las regulaciones que exige el Estado solo deben respetarse por razones pragmáticas
(para no ofender ni causar tropiezo al evangelio) y no teológicas (como un
mandato directo de Dios) por ejemplo si yo tengo un negocio que me va muy bien
y el Estado me regula mi negocio exigiéndome altos impuestos que yo sé que son
para los privilegiados del Estado y para
contribuir con su agenda pagana, estoy en mi libertad de conciencia de
desobedecer tales regulaciones. No hay nada en las Escrituras que me obligue a
pagarlas. Ahora, si alguno está pensando en los pasajes que hablan de “impuestos”
debería considerar seriamente a que “impuestos” se está refiriendo y no aplicar de forma acrítica eso a este
tiempo. Eso es lo que logra el Estado bienestar, restringir la libertad a
comerciar y obtener ganancias con eso, por eso crea “desigualdad”. Toda esta filosofía
es simplemente anti bíblica.
El Estado y la Educación[2].
La segunda
libertad con la que atenta el Estado de bienestar, es la libertad de enseñanza.
Los cristianos que se adhieren a la idea de que la “educación es un derecho”, desconocen
su biblia y la historia de la iglesia. No hay ninguna parte en las Escrituras
donde la educación se presente como un derecho. Es más, la educación dada por
un sistema estatal es algo moderno y ajeno a la mayoría de las culturas de la antigüedad.
Lo común en las culturas antiguas era que los padres les daban educación a sus
hijos. El hijo generalmente aprendía el oficio del padre y a eso se dedicaba,
como Jesús por ejemplo. También existía la educación por medio “rabies” o “ayos”
como el ejemplo de Aristóteles con Alejandro Magno o Pablo a los pies de
Gamaliel. ¿Producía problemas eso en la sociedad? Para nada, era lo mejor para
las personas porque los padres son los mejores educadores de sus hijos, ya que
ellos van conociendo sus gustos y
necedades mejor que cualquier otra persona. Es increíble como los cristianos se
han tragado el cuento de que necesitan “estudiar pedagogía” para poder
enseñarle a sus hijos, como si ese curriculum universitario tuviera algo mágico
que otros no pueden obtener. El sistema Estatal ignora lo particular de cada
niño y les impone a todos un curriculum igual y normativo para todos. Cuando el niño no se adapta a ese curriculum,
es un niño “atrasado” o con algún “problema”. Lo más grave para los padres
cristianos debe ser que el curriculum estatal es francamente secular, pagano, incrédulo,
satánico. Hace todo lo posible por ignorar a Dios en todas las asignaturas que
se le imparte. Usted solo puede escoger o “ética” o “religión” (donde le
contaran lindas historias o pintar dibujos). Además de eso, debemos recordar
nuevamente que la famosa “educación gratuita” será hecha con fondos robados
(con altos impuestos, como trate en mi entrada anterior) Como cristianos
necesitamos recuperar nuestra responsabilidad sobre la educación de nuestros
hijos. Homeschool es sin duda la mejor opción para guiar a nuestros hijos (y
sin duda la más bíblica) pero en el caso que no se pueda llevar a cabo, la
segunda opción sería enviarlo a una escuela privada donde le provean una cosmovisión
cristiana de todas las cosas. Jamás deberíamos pensar enviar a nuestros hijo a
la escuela estatal donde solo lo van adoctrinar por 12 años y luego nos
preguntaremos ¿Cómo perdió la fe si iba conmigo todos los domingos a la Escuela
dominical?
Estado y subsidios (hogar,
Salud)
La
tercera libertad que atenta el Estado de
bienestar, es el hogar y la salud. Sobre este punto he leído muy poco así que
es probable que tenga errores en ideas que tengo. Pero la esencia de mi
argumento sigue siendo que todo lo que uno recibe del Estado es robo, porque
viene de dinero de otras personas. Por tanto en este sentido si yo recibo un “subsidio
de vivienda” estoy recibiendo plata
robada. El caso de Fonasa en Chile quizás es un poco más discutible porque yo
mismo pago cierta cantidad de plata por cada atención, pero igual si voy una
letra de indigente recibo el pago por todo, o sea robo plata de otra persona. Aun
así es mejor buscar las manera de adherirse a un plan de salud privado para no
pecar en este sentido, así como para adquirir un hogar debo ser un cristiano
disciplina para ahorrar.
¿Entonces como comercio, me
educo, y tengo hogar y salud?
La
respuesta a esta pregunta es primeramente confiando en la providencia de Dios. En
segundo lugar, debo ser alguien que trabaja muy duro para la gloria de Dios.
Dentro del cristianismo existen personas, especialmente jóvenes que creen que
la han venido a pasar bien a esta tierra, así que pasan mucho perdiendo el tiempo.
Es triste ver que antiguamente los jóvenes empezaban muy temprano a trabajar y
ahorrar para sus vidas, pero hoy los jóvenes no sienten esa necesidad porque
los padres los mantienen y les compran muchas cosas para que no se aburran. En
las iglesias tenemos grupos de jóvenes, donde la mayoría solo existe para
divertirse y no considerar seriamente estas cosas. La biblia se enseña de una
forma tan superficial que hasta condorito es más profundo. ¿Y después nos
sorprendemos que los jóvenes sean tan superficiales? La única forma de obtener
dinero para solventar todas las cosas en esta vida es trabajar mucho,
aprovechar la fuerza joven para ahorrar, siendo sabio con lo que Dios te dio. La
tercera manera, aunque ya la dijimos de alguna u otra manera es ahorrar. Ese es
un impresionante problema también entre los cristianos de hoy, es muy escasa
las personas que ahorran. Incluso quien ahorra es considerado como “mano de
guagua” porque está pensando en el futuro. Entonces la única forma de que
podamos glorificar a Cristo con una educación “gratuita” y de calidad es que
nosotros mismos eduquemos a nuestros hijos en el hogar. Que para obtener una
casa, nos dediquemos a trabajar duro y ahorrar disciplinalmente hasta que podamos
comprar alguna casa por allí y que también podamos pagarnos un plan de salud
privada dentro de lo posible. Sé que algunos lo verán esto como una locura o
algo imposible, pero déjenme recordarles que los cristianos sobrevivieron o
murieron en el intento con mucha menos comodidad que la nuestra y vivieron para
la gloria de Dios. ¿No deseas tú lo mismo?
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