William Lane Craig es un teólogo y filósofo cristiano
que últimamente se ha hecho reconocido en Latinoamérica. El escribió un libro
llamado “Fe razonable” que tiene el nombre del mismo sitio web en donde responde
a preguntas y expone sus enseñanzas y debates que ha tenido por el mundo en
universidades con gente no creyente[1]. En su libro “Fe
razonable” escribe[2]:
“Los
cristianos a menudo caen en los extremos del fideísmo o el racionalismo
teológico. Pero la visión que acabamos de exponer nos permite aferrarnos a una
fe racional que se apoya en argumentos y pruebas sin que este argumento y
nuestra evidencia sean la base de nuestra fe”
Lo que estaba discutiendo William Lane Craig en este
capítulo era la relación entre la fe y la razón. Algunos creyentes han caído en
la creencia de que creer por fe las cosas es no usar la razón o de manera
contraria hay llegado a creer que lo razonable se opone a la fe. Pero en
realidad las Escrituras presuponen el uso de la razón de muchas maneras. Si uno
solo recuerda como en esta carta de 1 de Corintios que hemos estado estudiando
Pablo muchas veces hace preguntas para que razonen o presenta argumentos para
defenderse de las acusaciones que los Corintios tienen contra él. Esto muestra
que nuestra fe es una fe razonable. Ahora Pablo ha comenzado este capítulo 15
recordándoles a los Corintios cual es el mensaje que él les había trasmitido a
ellos (1 Cor 15:1-2) Luego les explica el contenido de este mensaje (1 Cor
15:3-4) y luego la presentación de los testigos que son los doce apóstoles,
Cefas, 500 personas, Jacobo y el apóstol Pablo (1 Cor 15:5-10) Es muy
interesante que la forma que Pablo presenta aquí toda la evidencia es como la
de un caso que se está investigando y va presentando argumentos y evidencia
paso a paso. Ahora lo que pretende hacer Pablo es usar la misma lógica de los
Corintios que niegan la resurrección y llevarla a su consecuencia lógica. Por tanto, lo que varios comentaristas dicen
aquí es que Pablo lo que está haciendo es “reducir al absurdo” sus argumentos
para mostrarle su contradicción.
Si
Cristo no resucito nuestra predicación y nuestra fe es vana. 1 Corintios
15:12-14
Pablo comienza en el versículo 12 planteando el problema que había en la iglesia de
Corinto.
“Pero,
si se predica que Cristo ha resucitado de entre los muertos; ¿Cómo es que
algunos de ustedes dicen que los muertos no resucitan? (RVC) “Ahora bien, si se
predica que Cristo ha sido levantado de entre los muertos, ¿Cómo dicen algunos
de ustedes que no hay predicación? (NVI) Ahora bien, si se predica que Cristo
ha resucitado de entre los muertos, ¿Cómo dicen algunos entre vosotros que no
hay resurrección de muertos? (LBLA)
Había algunos que estaban negando la resurrección de
entre los muertos en el sentido general. La mayoría de los judíos creía en una
resurrección de muertes porque lo veía en las Escrituras (Dan 12:2) y solo una
minoría de los judíos negaban que hubiera resurrección como los saduceos (Mt
22:23) Pero la mayoría de las personas que componían la iglesia de Corinto no
eran judías sino gentiles. Por tanto, ellos debían tener una razón de porque
negaban la resurrección y la explicación más probable parece ser la influencia
de la filosofía griega la cual creía que todo lo corporal era malo y lo
espiritual bueno[3].
Hemos visto a través de la carta que ya se había argumentado algunos temas, así
como el templo del Espíritu Santo (1 Cor 6:15-20) en el cual tuvo que aclarar
que el cuerpo es importante. Es por eso que al estar impregnado de esta
filosofía griega algunos llegaron a conclusión de que la resurrección no podía
ser posible (Hechos 17:32) Es probable que los que estaban negando la
resurrección sean los mismos que se jactaban y cuestionaban el ministerio
apostólico de Pablo (1 Cor 9:3)
Entonces lo que Pablo hace en los versículos 13 y 14 es mostrar la consecuencia lógica que viene si
alguien niega la resurrección.
“Porque,
si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucito. Y si Cristo no resucito,
nuestra predicación no tiene sentido, y tampoco tiene sentido la fe de ustedes”
(RVC) “Si no hay resurrección, entonces ni siquiera Cristo ha resucitado. Y, si
Cristo no ha resucitado, nuestra predicación no sirve para nada, como tampoco
la fe de ustedes” (NVI) “Y si no hay resurrección de muertos, entonces ni
siquiera Cristo ha resucitado; y si Cristo no ha resucitado, vana es entonces
nuestra predicación, y vana también vuestra fe” (LBLA)
La lógica detrás de quien afirma que la resurrección
de los muertos no es posible o que es una resurrección “espiritual” es que
finalmente no hay ninguna resurrección en realidad. Y si no hay en realidad
ninguna resurrección entonces podemos afirmar que Cristo no resucito. Por
tanto, podemos ver que dos cosas suceden si llegamos a admitir que Cristo no
resucito. En primer lugar, si Cristo no
resucito nuestra “predicación no tiene sentido” (RVC), “no sirve para nada”
(RVC), “vana es entonces nuestra predicación”. Si pensamos por un momento nos
daremos cuenta que el cristianismo es fundado en la predicación del evangelio
pues lo primero que hacia Jesús y los discípulos era predicar. Mateo 3:1-2;
4:17: 1 Cor 1:17
“En
aquellos días Juan el Bautista se presentó predicando en el desierto de
Judea, y decía: «Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos se ha
acercado”
“Desde
entonces Jesús comenzó a predicar, y decía: «Arrepiéntanse, porque el reino de
los cielos se ha acercado.»
“pues
Cristo no me envió a bautizar, sino a predicar el evangelio, y esto, no con
palabras elocuentes, para que la cruz de Cristo no perdiera su valor”
Todos los mensajes de Jesús, todos los sermones de los
apóstoles, todos los viajes de Pablo predicando no tienen ningún sentido sin la
resurrección. Además, cuando Pablo llego a Corinto y les predico el evangelio
en verdad eso no tenían ningún sentido sin la resurrección de entre los muertos
(Hechos 18)
En
segundo lugar, si Cristo no resucito la fe de ustedes no tiene sentido. Los creyentes habían llegado a creer por medio de la
predicación del evangelio, pero si la predicación del evangelio estaba basada
en la resurrección de entre los muertos ¿Cómo ellos podían fundamentar su fe?
Ellos se habían mostrado como personas que tenían mucha madurez espiritual, que
los llevaba a tener contiendas entre ellos. Se jactaban de los dones y lo
espirituales que eran llegando a cuestionar al mismo apóstol Pablo (1 Cor 9:3)
Sin embargo al no creer en la resurrección de entre los muertos nada de eso
tenía sentido. Su fe era simplemente una ilusión.
Entonces Pablo les estaría diciendo a los Corintios ya
que ustedes niegan la resurrección ¿Realmente ustedes están dispuestos a
aceptar que la predicación no tuvo ningún impacto en su vida? ¿Realmente van a
aceptar que su es algo falso? Es interesante que los teólogos liberales que no
aceptan la doctrina de la resurrección como un hecho histórico intentan darle
un sentido espiritual como que Cristo simplemente había resucitado “en los
corazones de los creyentes” pero esto no es lo que nos dice la Escritura. Nos
dice que si no admites el hecho de que Cristo resucito simplemente está
sentenciado a que la predicación no tenga sentido y mucho menos nuestra fe.
¿Acaso no deberá a eso la decadencia de la iglesia? ¿Al abandono de la creencia
fundamental de la resurrección?
Si
Cristo no resucito todos nosotros somos falsos testigos. 1 Corintios 15:15
Después que Pablo mostrara lo que provoca el no creer
en la resurrección de los muertos y como eso afectaría a la predicación y a la
fe de ellos ahora pasa a hablar de cómo afectaría al testimonio de ellos.
Entonces resultaríamos
testigos falsos de Dios por haber testificado que Dios resucitó a Cristo, lo
cual no habría sucedido... ¡si es que en verdad los muertos no resucitan! (RVC) Aún más, resultaríamos falsos testigos de Dios
por haber testificado que Dios resucitó a Cristo, lo cual no habría sucedido si
en verdad los muertos no resucitan (NVI) Aún más, somos
hallados testigos falsos de Dios, porque hemos testificado contra[f] Dios que Él
resucitó a Cristo[g], a quien no resucitó, si
en verdad los muertos no resucitan (LBLA)
El ser cristiano es ser un testigo de Jesucristo. Los
apóstoles fueron encomendados a ser testigos del Señor y ellos mismos daban
testimonios de ser fieles testigos de la obra de Cristo. Hechos 1:8; 2:32;
3:15.
“Pero
cuando venga sobre ustedes el Espíritu Santo recibirán poder, y serán mis
testigos en Jerusalén, en Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.»
“Pues
a este Jesús Dios lo resucitó, y de eso todos nosotros somos testigos”
“Fue
así como mataron al Autor de la vida, a quien Dios resucitó de los muertos. De
eso nosotros somos testigos”
Se sabe que muchos de estos testigos sellaron lo que
creían con su sangre como Esteban (Hechos 7) o Jacobo (Hechos 12) y según la
tradición de la iglesia todos los apóstoles murieron de la misma manera excepto
el apóstol Juan. También el apóstol Pablo recientemente en el contexto había
traído a todo un grupo de testigos de la resurrección de Cristo para argumentar
su veracidad. Sin embargo, si negamos que Cristo resucito ¿Acaso no nos
convertiríamos en falsos testigos? Lo paradójico aquí seria que las mismas
Escrituras condenan constantemente a los falsos testigos (Exo 20:16; 23:1-2; Dt
5:20) y los Corintios si no creen que Cristo no resucito entonces sería unos
falsos testigos por estar anunciando eso. Por tanto, eso sería terrible ya que decimos
hablar la verdad, pero anunciamos la mentira. Aún más terrible hablamos esa
verdad diciendo que viene de Dios cuando es una mentira. A todo esto, se añade
que el mismo Cristo es presentando en la Biblia como el testigo fiel y
verdadero. Apocalipsis 1:5; 3:14.
y de
Jesucristo, el testigo fiel, primogénito de entre los muertos y soberano de los
reyes de la tierra. Él nos amó; con su sangre nos lavó de nuestros
pecados,
Escribe
al ángel de la iglesia en Laodicea: Así dice el Amén, el testigo fiel y
verdadero, el principio de la creación de Dios:
Por tanto, Pablo deja a los Corintios en un tremendo
dilema del que no pueden escapar pues si niegan la resurrección son falsos
testigos y son falsos testigos están condenados por las Escrituras. C.S Lewis
en su famoso “trilema de Jesús” el cual es un argumento con el cual se busca
presionar a las personas que admita que Jesús era realmente quien decía ser
(Dios) o entonces habría que pensar que Jesús era un lunático o que Jesús era
un mentiroso. Él dice que una persona puede perfectamente morir creyendo en una
mentira, pero es muy poco probable que una persona esté dispuesto al
sufrimiento y a la muerte sabiendo que por lo que muere en realidad no es
verdad.
Si
Cristo no resucito estamos muertos en delitos y pecados. 1 Corintios 15: 16-18
Pablo prosigue con su argumento y ahora se extiende a
que si alguien niega la resurrección de entre los muertos seguiríamos esclavo
del pecado.
“Porque,
si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó; y si Cristo no
resucitó, la fe de ustedes no tiene sentido, y ustedes todavía están en sus
pecados. En tal caso, también los que murieron en Cristo están perdidos.” (RVC)
“Porque, si los muertos no resucitan, tampoco Cristo ha resucitado. Y, si
Cristo no ha resucitado, la fe de ustedes es ilusoria y todavía están en sus
pecados. En este caso, también están perdidos los que murieron en Cristo” (NVI)
“Pues si los muertos no resucitan, entonces ni siquiera Cristo ha
resucitado; y si Cristo no ha resucitado, vuestra fe es falsa; todavía
estáis en vuestros pecados. Entonces también los que han dormido en Cristo han
perecido.” (LBLA)
Este versículo nos dice tres cosas. Primero que si Cristo no resucito nuestra
fe no tiene sentido. Esto ya es algo que había abordado anteriormente
mostrando que nuestra fe es solo algo ilusorio o irracional sin la resurrección
de entre los muertos de Jesús. Y en
segundo lugar que si Cristo no resucito nosotros aún estamos en nuestros
pecados. Las Escrituras son bastante claras respecto a que todos los seres
humanos nacimos en pecado y que por tanto somos esclavos, ciegos y muertos
espiritualmente delante de Dios (Juan 8; 2 Cor 4:4; Efesios 2) Pero también las
Escrituras nos dicen que cuando Dios viene los libera, nos da la vista y nos da
vida espiritual por medio de la obra de Cristo. Por tanto, al no poder vencer
el pecado por el poder de la resurrección todos nosotros seriamos esclavos del
pecado y seriamos fornicarios, idolatra, adulterios, afeminados, homosexuales,
ladrones, avaros, borrachos, malhablados, estafadores que jamás han sido
redimidos de sus pecados (1 Cor 6:9-10) ¿Están dispuesto a admitir que eso son
sin la resurrección de entre los muertos? Romanos 4:24-25; Romanos 6:12-14
“sino
también con respecto a nosotros, pues Dios tomará en cuenta nuestra fe, si
creemos en el que levantó de los muertos a Jesús, nuestro Señor, el cual
fue entregado por nuestros pecados, y resucitó para nuestra justificación”
“Por
lo tanto, no permitan ustedes que el pecado reine en su cuerpo mortal, ni lo
obedezcan en sus malos deseos. Tampoco presenten sus miembros al pecado
como instrumentos de iniquidad, sino preséntense ustedes mismos a Dios como
vivos de entre los muertos, y presenten sus miembros a Dios como instrumentos
de justicia. El pecado ya no tendrá poder sobre ustedes, pues ya no están bajo
la ley sino bajo la gracia”
Como esclavos del pecado no estaríamos justificados
por Dios y la muerte seria quien finalmente nos vencería pues Cristo al no
resucitar no vence al pecado y a la muerte.
Y en
tercer lugar que si Cristo no resucito los que murieron en Cristo están
perdidos. Si la resurrección de
entre los muertos no es cierta y Jesús no resucito no solo se afecta nuestra
vida presente sino también la vida de aquellos que han muerto en el Señor.
Pensemos en esa gran nube de testigos que han muerto en el Señor como Noé,
Moisés, Abraham, Isaac, Jacob, David, Pedro, Juan, Lucas y el mismo Pablo todos
ellos simplemente murieron por algo que no es cierto y están completamente
perdido. Hebreos 11:36-38
“Otros
sufrieron burlas y azotes, y hasta cadenas y cárceles. Fueron
apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada;
anduvieron de un lado a otro cubiertos de pieles de oveja y de cabra, pobres,
angustiados y maltratados. Estos hombres, de los que el mundo no era
digno, anduvieron errantes por los desiertos, por los montes, por las cuevas y
por las cavernas de la tierra”
Todos estos hermanos sufrieron y murieron por nada si
es que la resurrección no es cierta. Además, piensa por un momento en todos los
misioneros que han existido en la historia cristiana y que han sacrificado sus
vidas por la gloria de Dios y la salvación de las personas. Pensemos por
ejemplo en el misionero John Gibson Paton él fue a predicar a las islas del
pacifico y se le advirtió que probablemente sería comido por los caníbales de
la zona a lo que él respondió[4]:
“Le
confieso que, si puedo vivir y morir sirviendo y honrando al Señor Jesús, no me
importara si me comen los caníbales o los gusanos, y en el Gran día mi cuerpo
de resurrección se levantara tan justo como el suyo a la semejanza de nuestro
redentor resucitado”
Además de Paton hay muchos otros misioneros que
predicaron el evangelio dando sus propias vidas y si no afirmamos la
resurrección entonces estamos diciendo que ellos murieron en vano.
Si
Cristo no resucito nuestra esperanza es triste y falsa. 1 Corintios 15:19
Pablo llega al final de su aplicación a la lógica de
aquellos que niegan la resurrección de entre los muertos en este versículo.
“Si
nuestra esperanza en Cristo fuera únicamente para esta vida, seríamos los más
desdichados de todos los hombres; (RVC) Si la esperanza que tenemos en Cristo
fuera solo para esta vida, seríamos los más desdichados de todos los mortales.
(NVI) Si hemos esperado en Cristo para[i] esta vida solamente, somos, de todos los
hombres, los más dignos de lástima” (LBLA)
El cristianismo siempre ha sostenido que la
resurrección no solo impacta a en nuestra vida actual, sino que trasciende esta
vida más allá de la muerte y por tanto nos provee esperanza. Pero si negamos la
resurrección nuestra esperanza es en realdad algo falso y por tanto somos “los
más desdichados de todos los hombres” porque hemos puesto nuestra confianza en
algo que no es cierto. La creencia en la resurrección de los muertos provee la
esperanza para los cristianos y les da el fundamento a dos cosas esenciales
para nosotros. Primero que cuando Cristo
regrese seremos levantados de la muerte con un cuerpo glorificado. 2
Corintios 4:14; 1 Juan 3:2
“Sabemos
que el que resucitó al Señor Jesús también a nosotros nos resucitará con él, y
nos llevará a su presencia juntamente con ustedes”
“Amados,
ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser. Pero
sabemos que, cuando él se manifieste, seremos semejantes a él porque lo veremos
tal como él es”
Una de las esperanzas cristianas es que como Cristo
resucito y ascendió y volverá por segunda vez es que cuando el regrese nosotros
seremos resucitados de forma similar a el en cuerpo. Sin embargo, sino creemos
en la resurrección toda esperanza no es más que una falsa esperanza.
Segundo
cuando Cristo regrese la tierra será trasformada o redimida de todo el pecado. 2 Pedro 3:10; Apocalipsis 20
“Pero
el día del Señor llegará como un ladrón en la noche. Ese día los cielos
desaparecerán en medio de un gran estruendo, y los elementos arderán y serán
reducidos a cenizas, y la tierra y todo lo que en ella se ha hecho será
quemado”
“Vi
entonces un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la
primera tierra habían dejado de existir, y el mar tampoco existía ya”
No entraremos en mucho detalle acerca de estos
pasajes, pero solamente diremos que como Cristo resucito y volverá por segunda
vez cuando él lo haga toda la tierra trasformada o redimida de todo el pecado.
Sin embargo, si Cristo no resucito nada de estos puede pasar porque el pecado
es el victorioso y la tierra seguirá bajo maldición del pecado por siempre.
Por tanto, Pablo hace todo esto para mostrarles que la
consecuencia lógica de rechazar la resurrección de este los muertos destruye
toda la esperanza que nosotros tenemos en Cristo. ¿Estarían dispuestos a
admitir hacia donde los lleva su negación de la resurrección de entre los
muertos?
Pero
Cristo si resucito 1 Corintios 15:20
Si el argumento de Pablo terminara allí sería
terrible, pero gracias al Señor sabemos que continua para decirnos que en
realidad Cristo si resucito.
“Pero
el hecho es que Cristo ha resucitado de entre los muertos” (RVC) Lo cierto es
que Cristo ha sido levantado de entre los muertos (NVI) Mas ahora Cristo ha
resucitado de entre los muertos (LBLA)
Debido a que la resurrección si ocurrió podemos sacar
varias aplicaciones de todo el argumento que Pablo ha formulado en estos
pasajes. La primera aplicación es
para los “Corintios actuales” o sea para aquellas personas que son liberales
teológicos, escépticos, en términos generales incrédulos. Si no crees en las
Escrituras, en Cristo y mucho menos en la resurrección la pregunta que surge es
¿Cuál es la esperanza que tienes? Para aquellos que no creen en la resurrección
no tienen ninguna esperanza de que seamos librados de la maldad de este mundo
ya que nadie puede vencer esta maldad de ninguna manera. Tampoco tienen ninguna
esperanza de poder vencer algún día el envejecimiento, la enfermedad y la
muerte. Pueden trabajar en toda la tecnología que quieran, pero jamás podrán
vencer a ese enemigo. Un ejemplo de ese pesimismo lo vemos en unos de los
filósofos ateos más importantes del siglo XX llamado Bertrand Russell escribió[5]:
“que
ningún fuego, ningún heroísmo, ninguna intensidad de pensamiento o de
sentimiento, pueden preservar la vida individual más allá de la tumba; que
todos los trabajos de todas las épocas, toda la devoción, toda la inspiración,
todo el brillo meridiano del genio humano, están destinados a la extinción en
la vasta muerte del sistema solar y que el templo entero de la conquista del
hombre habrá de quedar inevitablemente soterrado bajo los escombros de un
universo en ruinas”
¡Que terrible consecuencia de la incredulidad es la
vida sin esperanza! La segunda
aplicación es que como Cristo si resucito nuestra predicación y nuestra fe si
tienen sentido. Una de las cosas que Pablo decía en esta carta es que
mensaje de la cruz es locura para los que se pierden, pero para nosotros es
poder de Dios (1 Cor 1:18) y eso lo creía realmente porque sabía que la
predicación del evangelio es poderosa para transformar los corazones. El
mensaje del evangelio sigue siendo poderoso porque él está basado en hecho
poderoso de Dios resucitando de entre los muertos. ¿Por qué entonces no
predicamos con tanta pasión el evangelio? ¿Realmente crees que Cristo resucito?
¿Realmente crees que el venció a la muerte? ¿Realmente crees que este mensaje
te ira transformado cada día? ¿Realmente crees que este mensaje salva a las
personas del infierno? Tus actos revelan si realmente crees en este mensaje del
evangelio.
La
tercera aplicación es que como Cristo si resucito somos verdaderos testigos
pues hemos sido salvados de nuestros pecados como lo han sido muchos cristianos
a través de los siglos. La
verdad es que los cristianos somos verdaderos testigos del verdadero Dios
trino. Anunciamos algo que está en la Escritura y también algo que ha pasado en
nuestra vida que es la salvación de nuestros pecados. Le decimos a las personas
que antes de conocer al Señor estábamos esclavos de la maldad, disfrutábamos
del pecado ¡Y nos jactábamos del! Pero no veíamos como estábamos envuelto en el
barro, en el vómito, en las cloacas más bajas de maldad sino fuera por la
gracia de Dios. ¿Eres un verdadero testigo de esto? ¿Se lo cuenta a los tus
amigos? ¿Le hablas de lo malvado que es el pecado y como Cristo te libero de
ello?
La
cuarta aplicación es que como Cristo si resucito es viva y verdadera. En 1 Pedro 1:3 dice:
“Bendito
sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que por su gran misericordia y
mediante la resurrección de Cristo nos ha hecho nacer de nuevo a una esperanza
viva, para que recibamos una herencia incorruptible, incontaminada e
imperecedera”
Todas las personas tienen sus esperanzas en diversas
cosas, pero sabemos que todas estas esperanzas van a perecer porque no están
basadas en la verdad que es el evangelio. Solamente la resurrección de entre
los muertos nos provee la base para tener una esperanza viva porque está basada
en alguien que murió, pero resucito venciendo a la muerte y al pecado ¿Tu ya
tienes puesta tu fe en él?
[1] https://es.reasonablefaith.org/
[2] https://publicacioneskerigma.org/tienda/producto/fe-razonable-apologetica-y-veracidad-cristiana-2/
[3] William Hendriksen. 1 de Corintios.
Página 471.
[4] https://biteproject.com/john-paton/
[5] https://es.reasonablefaith.org/question-answer/P90/es-el-ateismo-una-filosofia-sin-esperanza/
0 comentarios:
Publicar un comentario