Problemas de apocalipsis.
Apocalipsis siempre ha sido un libro difícil, y esto ha sido
desde el principio del cristianismo, porque algunos no estaban tan convencidos
que debiera estar incluido en el canon bíblico o que Juan haya escrito el libro
(aun hoy es así).
El canon
La adopción del libro de Apocalipsis tiene estrecha relación
con su autoría. Dos factores que agudizaron las sospechas sobre
Apocalipsis son: que es el libro que
menos testigos de manuscritos tiene y que al principio circulo como un libro
independiente de los demás libro del Nuevo testamento. Marción
(el hereje) rechazo el libro de
Apocalipsis. Eusebio menciona
que el libro fue rechazado por muchas personas (no se sabe quiénes) y en
particular por un tal “Gayo” que era oficial romano. El concilio de Laodicea no lo
reconoció como canónico. Lutero dijo sobre él “mi espíritu no se siente cómodo
con este libro. La razón esencial es la poca estima en que lo tengo es que, en
él, no se enseña ni se reconoce a Cristo”
Aunque estos argumentos parecen fuertes, la verdad es que no
lo son mucho Donald Carson responde
diciendo a estos argumentos que es posible que “San Ignacio”, Bernabé y el
Pastor de Hermas aludan en sus escritos al libro de Apocalipsis. Que el
libro de Apocalipsis tenga poco manuscritos y haya circulado de forma
independiente (todos en algún momento lo hicieron probablemente) no son pruebas
que lo desacreditan necesariamente. No es novedad que Marcion haya rechazado
porque el rechazo la mayoría del Nuevo testamento. El personaje que menciona
Eusebio llamado “Gayo” parece haber rechazado el libro porque el uso lo usaban
los montanistas (secta hereje) que exaltaban la profecía. La
situación del concilio de Laodicea no está clara porque fue rechazado, aunque
algunos aluden a una confusión. Y la opinión de Lutero solo hace pensar ¿Estaba
leyendo Lutero el mismo apocalipsis que conocemos nosotros?
La autoría
A mitad del siglo segundo el libro de Apocalipsis Justino le
atribuyo el libro a Juan. El apocalipsis de Melitón (documento perdido nombrado
por Eusebio), obispo de Sardis. Ireneo y el canon Muratori también. Sobre un
fragmento de Papias no hay acuerdo si apoyaba o no que el Juan a quien él se refería
era el apóstol Juan u otro Juan. Estos argumentos son importantes porque el
obispo Melitón era de una de las ciudades aludidas en Apocalipsis (Sardis). De
igual manera Ireneo, el cual era de Esmirna, el cual afirma a ver conocido a
Policarpo y hablado con el propio apóstol Juan. Los padres de la iglesia
(Tertuliano, Hipólito, Orígenes) que siguieron confirmaron esta tradición de
que el Apóstol Juan es quien escribió Apocalipsis. Se dice que no hay tradición
más solida que la que dice que El apóstol Juan escribió Apocalipsis.
No obstante, esta tradición fue cuestionada por Marcion, el
cual rechazo que este libro. Un grupo del siglo II llamado “Alogoi” también
rechazo esta tradición sugiriendo que lo escribió un tal Cerinto. Dionisio, un
obispo de Alejandría rechazo esta tradición por 3 razones. 1) el autor de
apocalipsis no afirma ser un apóstol o testigo ocular y no habla de sí mismo,
como “discípulo amado”. 2) las concepciones y lenguajes del libro de
Apocalipsis difieren radicalmente con el evangelio de Juan y las cartas de
Juan. 3) el griego de Apocalipsis es muy diferente al evangelio de Juan y las
cartas de Juan. La mayoría de los
eruditos en la actualidad usan estos argumentos para decir que Juan el Apóstol
no escribió el Apocalipsis.
¿Cómo responder a estos argumentos? Hay que recordar siempre
que Marcion rechazo no solo Apocalipsis sino la mayoría del NT. El grupo
“Alegoi” no se sabe porque lo rechaza a Juan y lo atribuye a ese Cerinto. Las 3
razones que presenta Dionisio son las mismas razones que usan los eruditos hoy
para rechazar Apocalipsis (No sabemos si es Juan, diferencias teológicas,
diferencias de estilo, diferencias de Genero) Primeramente el libro de
apocalipsis se presenta escrito por “Juan”(1:1,4,9; 22:8) la pregunta aquí es
¿Qué otro Juan sería mejor conocido en las iglesias del Asia menor a finales
del siglo primero que el Apóstol Juan? ¿Qué otro Juan escribía con palabras
autoritativas para la iglesia? ¿No es más bien el silencio prueba de que se da
por sentado que sea el Apóstol Juan? Las
teorías alternativas a que no sea Juan son que sea otro Juan, o que sea alguien anónimo.
Procedencia
El lugar desde donde se escribe el Apocalipsis quizás es lo
más seguro en la discusión. Juan escribe desde Patmos (Apo 1:9), una isla
rocosa y solitaria. Las autoridades usaban ese lugar como exilio.
Fecha
La fecha depende bajo que emperador se coloque el libro de Apocalipsis. Tenemos a Claudio
(41-54), Nerón (54-68), Domiciano (81-96), Trajano (98-117) las fechas de
Claudio y Trajano son demasiado tempranas o demasiado tardes, por tanto están
casi completamente descartadas. El debate a girado en torno a si debe fecharse
en Nerón o en Domiciano. La mayoría de los testimonios de la iglesia primitiva
lo ubican bajo Domiciano y los eruditos han seguido esa fecha. Los criterios
para poder determinar la fecha tienen que ver con la persecución de la iglesia,
la adoración del emperador, la condición de las iglesias, la existencia del
mito de Nerón, la existencia del templo en Jerusalén.
El género apocalíptico
El debate sobre el género también es amplio debido a que
nadie ha respondido con satisfacción ¿Qué género es Apocalipsis? ¿Es profecía?
¿Es escatología? ¿Es epístola?. Los escritos apocalípticos comenzaron aparecen
en el siglo II como respuesta a la opresión y persecución. Existen varios
textos “Apocalípticos”, de allí que se le llame a esto la literatura
apocalíptica. Donald Carson describe a
los autores de los apocalipsis de la siguiente manera:
Los autores de los
apocalipsis pretenden transmitir misterios celestiales que fueron revelados por
un ángel o algún otro ser espiritual. Los apocalipsis son generalmente obras
seudónimas (pj Adán, Moisés, Enoc) Al proyectarse de este modo en el pasado,
los autores de los apocalipsis pueden expresar ciertos resúmenes históricos del
trato de Dios con su pueblo y con el mundo en forma profética. Estos compendios
históricos, que aparecen en los muchos apocalipsis (aunque no en todos),
culminan con la irrupción del reino de Dios, lo cual se espera en el futuro
inmediato. Los autores de los apocalipsis hacen, por regla general, una extensa
utilización del simbolismo en sus estudios históricos. A esta clase de
escatología la encontramos en estos libros (aunque no se limita exclusivamente
a ellos) se le llama apocalíptica, y se caracteriza por una concepción dualista
de la historia: el mundo presente, con su pecado, rebeldía contra Dios, y
persecución de su pueblo, se sitúa en marcado contraste con el mundo venidero,
que se manifestará cuando Dios intervenga para establecer su reino.
Precisamente en este punto la “apocalíptica” se contrasta a menudo con “la
profecía” que, se argumenta, espera la manifestación de la salvación de Dios
mediante los procesos de este mundo más que por medio de la irrupción de un
nuevo mundo. Al profeta se le contrasta también en ocasiones con el autor
apocalíptico por su pretensión de hablar directamente de parte del Señor.
Como podemos ver en el comentario de Donald Carson, estas son
las características de la literatura apocalíptica. Aunque el libro de Apocalipsis tiende a
colocarse en la literatura apocalíptica, el libro tiene características
distintas que los otros apocalipsis. Tenemos la distinción de que el libro de
Apocalipsis no es seudónimo (para los que adhieren a ese punto de vista). El
libro de Apocalipsis también podría considerarse “Epístola” ya que comienza
enviando cartas a las diferentes cartas en Asia menor. La conclusión a todo esto, es que el libro de Apocalipsis es único porque
lo que hace es combinar, profecía, epístola y escatología.
Métodos de
interpretación
El libro de Apocalipsis ha estado expuesto a muchas
interpretaciones, pero los cuatro principales métodos que se han usado para
interpretar Apocalipsis son: el método preterista, histórico, futurista e
idealista. Analizaremos brevemente cada uno y veremos sus fortalezas y las
críticas que le han hecho.
Método preterista
Comenzaremos con el preterismo. ¿Qué es el preterismo? Simon
Kistemaker en su comentario de Apocalipsis los define así:
El nombre preterista
es una combinación de dos palabras latinas praeter (pasado) y ire
(ir) y quiere decir lo que ya es pasado, es decir, que pertenece al pasado.
Según este punto de vista, todo lo que se menciona en Apocalipsis se cumplió en
el siglo primero, en la época en que Juan escribió este libro. Los preteristas
enseñan que el simbolismo en Apocalipsis describe eventos históricos que
ocurrieron durante la segunda mitad del siglo primero; el libro de Apocalipsis
se refiere a lo que ocurrió en el pasado sin ninguna referencia al presente y
al futuro.
Kistemaker habla también de dos tipos de preteristas los del
ala derecha e izquierda. Los del ala derecha tienen en alta estima las
escrituras mientras que para los de la izquierda la Biblia es como un libro más.
Ellos mismos se definen así igual:
El Preterismo considera las profecías del intenso mal y el inminente
desastre como cumplido en el primer siglo, enfocándose en los eventos que
sucedieron durante la persecución nerónica de cuarenta y dos meses, la guerra
de los Judíos con Roma por cuarenta y dos meses, y la destrucción del Templo.
La palabra "preterismo" está basada en el Latín "praeteritus,"
que significa "pasado". El diccionario Wordnet de la Universidad de
Princeton define "Preterista" como: un teólogo que cree que las
profecías del Apocalipsis de las Escrituras han sido cumplidas.Al Preterismo también se le llama usualmente como Escatología de
Pacto o Profecía Cumplida.
¿Quién invento el preterismo? Según ellos, Jesús mismo lo
hizo:
“La
respuesta simple es: Jesucristo mismo; Jesús (seguido por todos sus discípulos)
fue el que enseñó acerca de una "segunda venida" durante el primer
siglo. La respuesta detallada es que el Preterismo siempre ha sido una voz
menor a través de toda la historia de la Iglesia. Patristas como Eusebio de Cesarea, San Juan Crisóstomo, San
Basilio el Grande, y muchos otros eran Preteristas o mostraron fuertes
tendencias Preteristas. En la historia reciente, James Stuart Russell (sin
relación alguna con el fundador de los Testigos de Jehová, Charles Taze
Russell) fue una gran influencia cuando publicó su libro La Parusía (título
original, The Parousia). Max King fue otra influencia mayor en el
desarrollo del Preterismo a través de sus libros El Espíritu de la
Profecía (título original, The Spirit of Prophecy) y La
Cruz y la Parusía (título original, The Cross and the Parousia).
El Dr. R.C. Sproul, el Dr. Kenneth L. Gentry y Gary deMar, a pesar de que,
estos últimos, no se suscriben a la escatología Preterista plena, también
muestran fuertes tendencias Preteristas en sus escritos”.
Algunos afirman que el
preterismo tuvo origen en la iglesia católica con el jesuita Luis de Alcazar. Ellos
mismos admiten que han sido la minoría dentro de la historia del cristianismo
pero creen firmemente que todas las profecías fueron cumplidas en el primer
siglo. Pienso que una de las cosas buenas que tiene el preterismo es que
intenso esfuerzo por interpretar los pasajes en su contexto. ¡Pero claro que es
un problema pensar que toda profecía era solo para esa época!
Criticas
Creo que la primera crítica que se gana este sistema es que
no es ortodoxo. O sea ningún credo en la historia del cristianismo apoya su
particular visión de que toda profecía fue cumplida en el primer siglo.
Lo segundo que se puede decir es que su visión trae
particulares problemas a doctrinas esenciales del cristianismo como la
resurrección de los muertos (1 Cor 15:12 ellos creen que ya paso 2 Timoteo
2:17-18) y la segunda venida de Cristo (Hechos 1:8). Si todo esto ya paso ¿Cuál
sería nuestra esperanza? Las consecuencias de la teología preterista son
bastante graves.
La tercera crítica es sobre el libro de apocalipsis. Al
pensar que apocalipsis fue escrito solo para la primera generación se ignoran
varias cosas. Primero que las cartas escrita a las iglesias no muestra que se
dirijan a la primera generación sino a la segunda o tercera (Ej Efeso Apo 2:5).
Lo segundo es que no se valora la progresión del libro, claro que podemos decir
que eventos pasaron, como la muerte de Cristo, pero ciertamente hay cosas que
aun no pasan (Apo 1:19): como nos muestran los 7 sellos, las trompetas, etc. Lo
tercero es que la idea de el 666 es una referencia a Nerón sigue siendo muy
cuestionable.
Método historicista
Este método de interpretación sostiene que de las profecías
del Apocalipsis abarcan acontecimientos que tienen que ver con la historia del
pueblo de Dios desde los días en que fue escrito el libro hasta la consumación
del plan de Dios en la historia. Esto quiere decir que hay cosas particulares
en la historia de la humanidad que el libro de Apocalipsis relata con detalle
sobre lo que va a pasar. Simon Kistemaker nos da ejemplos de cómo se ha usado
este método en la historia:
Henry Barclay Swete
enumera unos cuantos ejemplos de épocas pasadas en las que hubo escritores que
trataron de encontrar una correspondencia entre Apocalipsis y eventos de sus
propios días. Así, al fin del siglo doce, Joaquín de Fiore, quien murió en
1202, consideró que la bestia que salía del mar (13:1) era el Islam, que había
sido herido por las Cruzadas. Para él, Babilonia era la Roma mundana, e
identificó algunas de las siete cabezas de la bestia (17:3, 9–10) con
gobernantes de su época. Más de un siglo después, Franciscanos de París vieron
al Anticristo como un pseudopapa. Los reformadores del siglo dieciséis
identificaron al papa y al papado con el Anticristo. Tanto Martín Lutero como
su colega reformador Juan Calvino no vacilaron en llamar al papa el Anticristo.
Todavía otros ven en Apocalipsis un calendario de eventos que comienzan con la
época de Juan en la isla de Patmos en el 96. Asignan los siete sellos y seis
trompetas a la iglesia primitiva y a la Edad Media, entienden que Apocalipsis
10 y 11 habla de la época de la Reforma, y aplican el mensaje de la sétima
trompeta a la verdadera iglesia. Las dos bestias en el capítulo 13 son el papa
y el poder papal, las siete plagas se cumplieron en la revolución francesa y en
las revoluciones modernos, y la destrucción de Babilonia es la caída del papado.
Como vemos el problema con este método es que es demasiado
subjetivo en sus criterios históricos de Apocalipsis. Sin duda se puede valorar
su intención de ver la providencia de Dios a través de toda la historia, pero
no se puede asignar con total seguridad a un evento histórico que “sale en
apocalipsis”.
Criticas
La primera crítica es que el libro de Apocalipsis no pretende
mostrarse como una historia continua desde que se escribió hasta la consumación
de los tiempos. La segunda es que si hubiera sido un libro de historia
continua, no podría ser aplicable a toda época, sino solamente a aquel evento
en particular. Y la tercera es que los criterios para interpretar Apocalipsis y
asociarlo a un evento histórico en particular son demasiados subjetivos (por
ejemplo el “papa” como el Anticristo) por lo que es peligroso.
Método futurista
Este método de interpretación consiste en entender el
capitulo 1-3 como para los contemporáneos y del 4:1 hacia adelante como los
eventos futuros. Los que proponen este
método afirman que estos eventos futuros se cumplirán justo antes que venga el
Señor. Generalmente este método es usado por los dispensacionalistas (Charles
Ryle, John Macarthur) Nuevamente Simón Kistemaker comenta:
El futurista compara
la redacción de Apocalipsis 1:1 y 19 con la de 4:1. En los dos primeros pasajes
(1:1, 19), Juan subraya las cosas que deben ocurrir pronto y anota lo que ha
visto de las cosas que son y que ocurrirán más adelante. En el último pasaje se
le dice a Juan: «Ven acá, y te mostraré lo que debe suceder después de estas
cosas» (4:1). La división, según el futurista, es en dos categorías: primera,
las cosas que pertenecen a la época en que Juan vivió; luego, todas las cosas
que pertenecen al futuro. El futurista interpreta Apocalipsis de manera literal
y considera que la segunda parte del libro es un testimonio de «aquellos
tiempos al final, cuando están en juego los asuntos cósmicos y cuando se
liberarán las fuerzas sobrenaturales». Este enfoque a Apocalipsis es
escatológico y enfatiza el día del retorno de Cristo.
Gran
parte del mundo evangélico (al igual que el dispensacionalismo) sigue este
método de interpretación.
Criticas
El
problema fundamental con el método futurista es que solamente 3 capítulos de
Apocalipsis tiene algo que decirnos para hoy y lo demás es para el futuro.
¿Pero acaso el Apóstol Juan no escribió esta carta para sus contemporáneos?
¿Sino es así cual es el sentido? El pensar en el libro de esa forma ignora que
Apocalipsis (como todos los apocalipsis) fue escrito para el consuelo del
pueblo de Dios, para mostrar como cósmicamente Dios ha vencido al pecado o lo
está venciendo. El otro problema es que una brecha de dos mil años en la
actividad divina de la historia por medio de la palabra “profética” resulta
inaceptable. Resulta poco convincente pensar que apocalipsis solo ha sido
relevante por capitulo 1 al 3 y ahora con la llegada de la interpretación
futurista podamos entender los demás capítulos. ¿El Espíritu Santo ha mantenido
ciegos a los demás intérpretes a través de la historia?
Método idealista o espiritualista
El
método idealista lo interpreta como un libro que se contrapone entre el Cristo
victorioso y su pueblo y Satanás rebelado y sus alternos. O sea una lucha entre
“bien y el mal”. Este método dice que “Juan esboza este contraste desde el
principio hasta el fin del libro, desde Jesús que posee las llaves de la muerte
y el Hades en el capítulo 1 hasta que el diablo, la muerte y el hades son
arrojados al lago de fuego en el capítulo 20” Este método tiene el
beneficio de generalizar en el libro de Apocalipsis la historia bíblica entre
el reino de Dios y el reino de las tinieblas. Ellos no creen que el mensaje de
apocalipsis se limite al pasado (preteristas) ni a la historia (historicistas)
ni al futuro (futuristas) sino que el mensaje de Apocalipsis es siempre
relevante. Teólogos como John Stott y Juan Stam adhieren a este tipo de
interpretación. La defensa que hacen ellos es que al ser apocalipsis un libro
simbólico, debe interpretarse simbólicamente.
Criticas
Las
críticas a este método provienen generalmente de los futuristas los cuales son
literales en cuanto a la interpretación, la acusación que ellos reciben es que
ellos alegorizan el texto, dando a cada cual la interpretación antojadiza de
los textos. Incluso el mismo Simon Kistemaker (siendo idealista) admite esta
acusación:
Debe decirse una
última palabra respecto a la posición idealista contemporánea. No todos los
intérpretes tienen en alta estima las Escrituras, y algunos utilizan
Apocalipsis como un documento para causas concretas. Para estos intérpretes, Apocalipsis
es un libro lleno de principios éticos que ayudan a sus lectores en las luchas
cotidianas en las esferas de la economía, la raza y el género. Utilizan
Apocalipsis como una fuente para enseñar teología de la liberación para ayudar
a los pobres en su lucha contra la opresión económica. Encuentran en este libro
información útil para combatir la discriminación racial y la supresión de
minorías. Algunos interpretan Apocalipsis como base para construir una teología
feminista. Así, ven los capítulos 10 hasta 15 como una descripción de una
comunidad y sus opresores, de profetas que reciben un mandato, para descubrir
enemigos que surgen en la comunidad, y de una liberación que aparece en el
tiempo de la cosecha escatológica.
Por
tanto podemos pensar que el método idealista puede ser de gran ayuda o de gran
condenación, dependiendo como se use.
Thomas
D.Lea pregunta en su libro “El Nuevo testamento su trasfondo y su mensaje:
¿Cuál
de estos enfoques es correcto? Cada uno de ellos contiene elementos de verdad.
El interprete preterista enfatiza la importancia de apocalipsis para los
primeros oyentes del mensaje. El futurista y el historicista hacen hincapié en
la acción de Dios en la historia. El idealista enfatiza los grandes principios
por los cuales Dios ha operado en la historia. No es posible, a través de todo
el libro, mantener un acercamiento interpretativo que sea consistente. Es más
sabio usar el enfoque que demande el texto específico de Apocalipsis. Es
importante por ejemplo leer el mensaje de los capítulos 2 y 3 desde una
perspectiva de los lectores originales; es también importante captar la
esperanza del regreso futuro de Cristo mencionado en Apocalipsis 19:11-21.
Esta
opinión de Thomas D. Lea se ha entendido como el método ecléctico. O sea que
toma lo “mejor” de cada método interpretativo de Apocalipsis.