Arrio (256-336) fue un obispo que vivió durante los
primeros años de la expansión del cristianismo en el Imperio Romano. Arrio era originario
de Libia y recibió su educación teológica en la ciudad de Antioquia en la
escuela de un tal Luciano. Antes de ser un obispo fue diacono como era común en
la iglesia antigua para llegar a ser obispo de la iglesia de San Baucalis. En
el año 318 el comenzó a provocar muchas discusiones al interior de la iglesia
debido a que había tomado una posición diferente respecto a la naturaleza de
Cristo que la iglesia había sostenido oralmente hasta ese momento. Arrio
sostenía que la divinidad no podía ser creada y como Jesucristo fue creado en
su naturaleza humana no podía por tanto ser verdaderamente Dios o de la misma
naturaleza de Dios Padre. Es por eso mismo que Arrio entendía que “Hijo de
Dios” era una descripción correcta para Jesucristo pues él no era realmente
Dios, sino el Hijo de Dios.
Debido a que el obispo Arrio adopto esta posición
respecto a la naturaleza de Cristo muchos obispos se le opusieron pero el que
más firmemente fue el obispo de Alejandría llamado Alejandro el cual se reunió
en un concilio en el 318 para expulsarlo de su posición de obispo. Pero en vez
de Arrio aceptar esta expulsión el comenzó a persuadir a otros con su falsa
doctrina haciendo que finalmente el emperador Constantino convocara el concilio
de Nicea en el año 325 para poder tratar este asunto y otros que estaban
trayendo problemas al cristianismo de la época. Finalmente en el concilio de
Nicea Arrio y sus seguidores son excomulgados como falso maestro y desterrado
como alguien que enseña doctrina herética. Arrio no se rindió ante esta condena
y siguió influenciando con su doctrina con la cual logra que en el año 328
vuelvan a llamarlo para reintegrarse que luego de un concilio en Jerusalén del
año 335 volvieran a aceptar su admisión al obispado. Pero antes de que el
volviera a ser obispo repentinamente muere[1]. Algunos creen que esta muerte se debió a la
oración que su más férreo opositor llamado Atanasio había realizado contra él.[2]
La doctrina de Arrio se ha convertido en una de las
enseñanzas heréticas más conocidas del cristianismo llamadas “arrianismo”. Esta
historia nos recuerda que desde el principio del cristianismo han surgido
falsos profetas, maestros o pastores que han intentado distorsionar las
doctrinas esenciales del cristianismo. Y si recordamos el contexto de donde se
encuentra esta enseñanza de Jesucristo veremos que Cristo nos había enseñado
que debemos juzgar de forma correcta a nuestros hermanos y no de forma
hipócrita (Mt 7:1-5) además nos había mostrado debemos ir ante el trono de su
gracia para pedir, buscar y llamar para encontrar sabiduría (Mt 7:7-12) y luego
nos ha mostrado que existen dos puertas, dos caminos y dos destinos. Uno de
ellos nos lleva a la vida eterna y el otro nos lleva a la muerte eterna (Mt
7:13-14) En este momento crucial cuando las personas nos encontramos a la
entrada de estas dos puertas de las cuales debemos decidir por cual entrar
aparecen los falsos profetas para persuadirnos que tomemos la puerta ancha y
caminemos por el camino espacioso para que encontremos finalmente la
condenación eterna. Sospecho que muchas personas que estuvieron por entrar en
la puerta estrecha terminaran en el infierno al haber sido engañados por los
falsos profetas a seguir la puerta ancha y a caminar por el camino especioso
que satisfacía sus deseos pecaminosos antes que caminar por el camino estrecho
que confrontaba sus pecados.
Los
falsos profetas y su disfraces Mateo 7:15
“Guardaos
de los falsos profetas” (RV60; Textual) “Cuídense de los falsos profetas” (RVC;
NVI) “Ten cuidado de los falsos profetas” (NTV) El mandato de Cristo para los discípulos era claro y
directo debemos tener cuidado con los falsos profetas. Por supuesto esta
mandato no era algo nuevo para los judíos los cuales sabían que había que
cuidarse de los falsos profetas pero de todos muchas veces fueron engañados y
seducidos por ellos. Deuteronomio 13:1-5; Jeremías 23:25-28
“Cuando
en medio de ti surja algún profeta o soñador visionario, y te anuncie señales o
prodigios, si acaso se cumple la señal o el prodigio anunciado y él te dice:
Vayamos en pos de dioses ajenos, que tu no conoces y sirvámosles”, no prestes
oído a las palabras del tal profeta o soñador visionario. Seguramente el Señor
su Dios los está poniendo a prueba para ver si ustedes aman al Señor su Dios
con todo su corazón y con toda su alma. Ustedes deben ir en pos del Señor su
Dios, y temerlo solo a él. Deben cumplir sus mandamientos y atender su voz.
Solo a él deben servir; solo a él deben seguir. En cuanto a ese profeta o
soñador visionario, será condenado a muerte por haberlos aconsejado a rebelarse
contra el Señor su Dios. Porque el Señor te saco de Egipto, te rescato del país
donde eras esclavo; en cambio, aquel habrá intentado apartarte del camino que
el Señor tu Dios te mando a seguir. Así acabaras con el mal que haya en medio
de ti”
“Yo sé
bien que esos profetas mienten cuando profetizan en mi nombre y aseguran que
han tenido un sueño. ¿Hasta cuándo albergaran esos profetas tales mentiras en
su corazón? ¡Lo que anuncian solo existe en su mente! ¿Acaso creen que esos
sueños que se cuentan harán que mi pueblo se olvide de mí? ¿Acaso creen que los
harán olvidarme, como antes sus padres me olvidaron por seguir a Baal? Si algún
profeta tiene un sueño, que cuente su sueño. Pero si yo envió mi palabra a
alguno de ellos, tiene que anunciar mi palabra verdadera. Una cosa es la paja y
otra cosa es el trigo”
En el pueblo de Israel hubo falsos maestros que
intentaron desviar al pueblo de Dios de la sana doctrina como en el Israel
espiritual que es la iglesia Jesús y los apóstoles nos advirtieron que
existirían falsos maestros. 2 Pedro 2:1;
Judas 4
“Entre
el pueblo hubo también falsos profetas, como también habrá entre ustedes falsos
maestros que con disimulo introducirán herejías destructivas, y hasta llegaran
a negar al Señor que los rescato, con lo que atraerán sobre si mismos súbita
destrucción”
“Pues
por medio de engaños se han infiltrado entre ustedes algunos malvados. Estos,
que desde antes había sido destinados a la condenación, convierten la gracia de
nuestro Dios en libertinaje, y niegan a Jesucristo, nuestro único Soberano y
Señor”
Jesucristo nos advierte algo muy importante sobre los
falsos profetas y es que vienen a nosotros “disfrazados
de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces” (RVC; NVI) “disfrazados de ovejas
inofensivas pero en realidad son lobos feroces” (NTV) La metáfora que usa
Jesucristo era algo cotidiano para los judíos que escuchaban y se trababa del
pastor protegiendo a las ovejas de los lobos. En el mundo antiguo cuando el
pastor estaba vigilando a sus rebaños por las colinas él iba vestido de pieles
de ovejas con la piel por fuera y el pelo por dentro. Por tanto cualquier
persona podía llevar puesta un atuendo de oveja y no podía ser necesariamente
pastor[3]. El lobo es descrito como
alguien “rapaz”. Esta palabra indica alguien que es inclinado al robo o hurto
de forma inteligente[4]. Un pastor iba a intentar
proteger siempre a sus ovejas pero un falso pastor no importa que sus ovejas
sean atacadas por los lobos rapaces. Juan 10:11-13
“Yo
soy el buen pastor, el buen pastor da su vida por las ovejas. Pero el
asalariado, el que no es el pastor ni el dueño de las ovejas huye y abandona
las ovejas cuando ve venir al lobo, y el lobo las arrebata y las dispersa. Al
que es asalariado, no le importan las ovejas”
Los falsos profetas o maestros van a venir ante
nosotros y nos dirán que son falsos sino que van a intentar aparentar los mas
que puedan quienes son realmente y cuáles son sus verdaderas intenciones. Es
por eso que ya desde la iglesia primitiva que los cristianos trataron de ser
cuidadoso en establecer algunos criterios para poder reconocer a estos falsos
maestros que vienen disfrazados donde ellos. Hay un documento del siglo I
conocido como la “didache” o “enseñanza de los doce” la cual contiene 16
capítulos que tratan sobre la vida cristiana practica.[5]. En el capítulo 12 de tal
documento dice[6].
“A
todo el que viniere en nombre del Señor, recíbanle. Luego, con el
discernimiento que tienen, examínenlo para conocer por su derecha y por su
izquierda. Al que pasa de camino ayúdenlo en lo que puedan; pero no se quedara
con ustedes sino dos o tres días, si fuere necesario. Si quiere quedarse entre
ustedes, teniendo oficio, que trabaje para su sustento. Si no tiene oficio, que
provean según la prudencia, de modo que no viva entre ustedes cristiana alguno
ocioso. Si no quiere aceptar esto, se trata de un traficante de Cristo: tengan
cuidado con tales personas.
O sea desde siempre como cristianos se nos ha llamado
a discernir hacer acerca de los falsos maestros que hay a nuestro alrededor. Martin
Llord Jones describe muy bien a los falsos maestros[7]:
“El
falso profeta es un hombre que no tiene “puerta estrecha” “ni camino angosto”
en su evangelio. No hay en el nada que ofenda al hombre natural; agrada a
todos. Va con “vestidos de ovejas”, es atractivo, agradable a la vista.
Presenta un mensaje tan bonito, confortable y consolador. Agrada todo el mundo
y todo el mundo habla bien de él. Nunca lo persiguen por su enseñanza, nunca lo
critican con rigor. Tanto los liberales como los modernistas lo alaban, lo
alaban los evangélicos, todo el mundo lo alaba. Se hace todos a todos, en este
sentido; en sus palabras y acciones no se encuentra “la puerta estrecha”, en su
mensaje no está el “camino angosto, no hay nada del “tropiezo de la cruz”
¿Cuáles son algunos de los disfraces que algunos de
estos falsos profetas o maestros actuales se ponen para engañarnos? Podríamos
identificar a tres de ellos.
El
falso maestro religioso. En el
contexto inmediato del evangelio podemos saber que Jesús se está refiriendo a
los fariseos (Mt 6:1-18) en donde habla de la hipocresía de los fariseos y
donde luego va a tratarlos de “sepulcros blanqueados” y muchas otras cosas más.
(Mt 23) el fariseísmo es tan peligroso porque termina distorsionando el
evangelio y poniendo Cristo más mis obras para ser aceptados por Dios (Hechos
15:1) Hay formas obvias de esta distorsión del evangelio como debes darle
dinero a Dios para ser bendecido o debes seguir esta lista de cosas para ser
amado por Dios. Pero hay formas muchos más sutiles como el activismo de hacer
cosas para Dios para sentirte amado o esforzarte en saber más cosas para
sentirte acepto por Dios. Pero ninguna de esas cosas es cierta. Es solamente por
la obra perfecta de Cristo que somos amados y aceptados por él.
El
falso maestro adulador-optimista. Este
es el pastor que habla siempre de cosas positivas. Dice que cree en el pecado,
en el infierno, en la ira, en la condenación pero nunca habla de esas cosas
sino que siempre habla del amor, la felicidad, la alegría, etc. Este es falso
profeta que dice “paz, paz y no hay paz” (Jer 6:14) En esta lista podemos poner
a todos esos falsos pastores que son aduladores, zalameros y que le hablan a
las personas solamente de las cosas que le gustan. Aquí podemos incluir a la
falsa iglesia universal del reino de Dios[8] como a los falsos
predicadores de la prosperidad. La referencia actual de este estilo de falso
maestro lo podemos encontrar falso maestro Joel Osteen el cual es pastor de la
mega iglesia Lakewood en Estados Unidos. El cual escribió un libro “tu mejor
vida ahora.[9]”
El
falso maestro preocupado por los necesitados. Este es el pastor que dice estar preocupado por los
necesitados y se muestran interesados por las personas que son excluidas de la
sociedad. Tal como Judas decía estar preocupados de los pobres pero en verdad
robaba del dinero que tenían los discípulos (Jn 12:6) Lo que amaba realmente
judas era el dinero. Era como esos falsos maestros que solamente hacen negocios
con las personas para obtener su dinero (2 Ped 2:3) o para obtener prestigios y
reconocimiento del mundo. En los años 50 hubo un caso conocido en Estados
Unidos de un pastor llamado James Warren más conocido como “Jim Jones” el cual
fundo una secta llamado templo del pueblo en donde muchas personas lo siguieron
e incluso muchos políticos lo reconocieron como un pastor ejemplar debido a su
interés por los necesitados. Pero el tenía muchas acusaciones de explotación
contra las personas pero aun así se escapó lejos con sus fieles los cuales
finalmente murieron bebiendo veneno en un “suicidio revolucionario” como él lo
llamo. Ese día murieron 918 personas envenenadas con cianuro. ¡El suicidio
colectivo más grande de la historia[10]!
Has pensado ¿Porque los mensajes los falsos mensajes
de méritos religiosos, de tu “mejor vida ahora”, de ser alguien preocupado por
los necesitados tiene tanta fuerza en el corazones de los seres humanos? ¿Por
qué los mensajes motivacionales parecen ser tan atractivos? Es porque son
falsos y los seres humanos nos sentimos atraídos por lo falso. ¿Por qué? Porque
en nuestros corazones pecaminosos también hay falsedad, porque hay pecado. No
podemos simplemente culpar a los falsos maestros sin pensar que la razón de que
sigamos falsos maestros es porque alguna vez deseamos lo que ellos ofrecían
antes de desear a Dios con todo nuestro corazón.
Como reconocer
a los falsos profetas o maestros Mateo 7:16-18, 20
Jesús nos ha llamado a tener cuidado sobre estos falsos
maestros. Pero la pregunta que sigue a esto es ¿Y cómo reconocemos a estos
falsos maestros? Para explicarlo Jesús usa una metáfora conocida del buen árbol
y mal árbol que da sus frutos. Esta misma idea se usó en el Antiguo testamento
cuando Judá es descrito como una viña infructuosa. Isaías 5:3-6
“Y
ahora habitantes de Jerusalén, hombre de Judá: juzguen entre mi viña y yo ¿Qué
más podría hacerse a mi viña que yo no le haya hecho? ¿Cómo es que uvas
silvestres cuando yo esperaba que dieras buenas uvas? Pues voy a mostrarles lo
que hare con mi viña: Le quitare la cerca, para que sea consumida; abriré la
brecha en su muralla, para que sea pisoteada. Hare que se quede desierta. Nadie
la podara ni la cultivara. Crecerán en ellas cardos y espinos, y ordenare a las
nubes que no derramen lluvia sobre ella”
La ilustración es clara, aquella viña que no da fruto
es destruida. Todo árbol que no da fruto debe ser destruido y consumido por el
Señor. Juan el Bautista había usado esta misma idea cuando les predico a los
Fariseos a que se arrepintieran de sus pecados. Mateo 3:7-9
“Cuando
él vio que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les
decía ¡Generación de víboras! ¿Quién les enseño a huir de la ira venidera?
Produzcan frutos dignos de arrepentimiento, y no crean que pueden decir:
“tenemos a Abraham por padre, porque les digo que aun de estas piedras Dios
puede levantar hijos de Abraham”
El fruto en las Escrituras se usa de diversas formas
como evidencia de la salvación (Mt 13:23; Luc 8:15) o como evidencia de que el
carácter de una persona va creciendo espiritualmente (Gal 5:22-23) Pero lo que
Jesús nos está diciendo aquí es que el fruto que da la persona va a revelar la
persona que realmente es. En mi vida cristiana he conocido varias personas que
han hecho una profesión de fe y se muestran entusiasmadas e interesadas en
aprender de las Escrituras pero con el tiempo ese entusiasmo va apagándose
hasta finalmente desaparecer. El tiempo, las pruebas y los frutos revelan
realmente quien es la persona en realidad. Si es una árbol bueno (verdadero
creyente, verdadero maestro) o árbol malo (falso creyente, falso maestro). En
todas las versiones (menos en la mía) el verso 16 es una pregunta retórica de
Jesús en donde la respuesta obvia es no.
¿Acaso
se recogen uvas de los espinos o higos de los abrojos? (RV60; Textual) ¿Acaso
se recogen uvas de los espinos o higos de los cardos? (NVI) ¿Acaso puedes
recoger uvas de los espinos o higos de los cardos? (NTV)
Por tanto para reconocer a tiempo a un falso profeta,
maestro o pastor es importante ver los frutos que ese maestro o pastor muestra.
Y hay 3 formas de verlos. En primer
lugar el carácter de la persona. Con carácter me refiero a lo que la
persona en sí mismo, no lo que predica, enseña, aconseja sino lo que la persona
hace realmente. Esto lo vemos con claridad cuando se piden los requisitos para
ser un pastor en las cartas pastorales (1 Tim 3:1-7; Tito 1:6-9) ¿El pastor ama
a su esposa? ¿Guía a su familia a Cristo constantemente? ¿Es hospedador con los
hermanos? ¿Tiene un buen testimonio con los de afuera? ¿Les ha predicado a
ellos? ¿Mantiene una vida de oración evidente? Cuando nos acercamos lo
suficiente a las personas a los falsos maestros o pastores veremos que estas
cosas son muy escasas o ni siquiera existen entonces no darán una luz de alarma
sobre aquella persona. En mi vida
cristiana he conocido a muchas personas que saben mucho, evangelizan mucho,
aconsejan mucho, leen mucho la Biblia, otros hablan en lenguas o que enseñan y
son fervorosos en enseñar u orar. Pero cuando me he acercado a sus vidas he
visto una total ausencia de amar a su esposa, criar a sus hijos, tener buenas
relaciones con los hermanos, mantener una vida de oración, etc. Hay una total
inconsistencia en su enseñanza con su vida.
En
segundo lugar la doctrina que enseña. Pablo le escribía al joven pastor Timoteo: “Ten
cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello. Si haces esto, te
salvaras a ti mismo y a los que te escuchen” (1 Timoteo 3:16) Una de las cosas
fundamentales a evaluar en una persona que enseña es su doctrina. Pablo
advierte en varias ocasiones que los falsos maestros lo que hacen es desviarse
de la sana doctrina para predicar cosas que son agradables a las personas y así
pueden manipularles (2 Timoteo 4:3) Por tanto para poder distinguir a un
maestro falso de un verdadero es fundamental evaluar sus enseñanzas y ver si
enseña lo que las Escrituras dicen. ¿Es realmente que pone a Dios en primer
lugar en sus predicaciones? ¿Es alguien que constantemente esta recordándonos
el evangelio? ¿Es alguien que habla del pecado, la ira de Dios, la
justificación, la resurrección? ¿Es alguien nos llama a renunciar al pecado, a vivir
en el gozo de Cristo y a confiar plenamente en la obra perfecta de Cristo? Una
vez escuche la historia de un hermano que era muy preparado en teología y muy
estudioso pero un día comenzó a deslizarse lentamente hasta llegar a enseñar
que la doctrina de la trinidad era algo contrario a las Escrituras. Termino
siendo un falso maestro al alejarse de la sana doctrina.
En
tercer lugar la influencia de la persona. La vida y la enseñanza de un maestro inevitablemente
van a dar frutos. Si es un maestro ejemplar (o sea verdadero) que enseña las
Escrituras va a tener buenos frutos del espíritu, pero si es un maestro que no
vive lo que enseña y distorsiona enseñanzas de las Escrituras (o sea un falso
maestro) va a tener frutos de la carne. La razón obvia es lo que sembramos
cosechamos (Gal 6:7) Por tanto aquellos que enseñan la verdadera doctrina y
viven de forma correcta delante de Dios van a tener una influencia positiva
sobre los creyentes. ¿Ves en aquel maestro un ejemplo de piedad? ¿Te inspira a
vivir más para la gloria de Dios? ¿Anhelas creer en tu vida de oración y
estudio de la palabra cuando lo ves? O al contrario no ves nada de piedad, no
ves que viva para la gloria de Dios. No ves una vida de oración y estudio. 2
Pedro 2:2
“Muchos
imitan su camino indecente, y por causa de ellos se hablara mal del camino de
la verdad”
Finalmente nos encontramos en el verso 19 que nos dice
que todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego. El destino
de los falsos maestros la condenación eterna. Judas 4
“Pues
por medio de engaños se han infiltrado entre ustedes algunos malvados. Estos,
que desde antes habían sido destinados a la condenación, convierten la gracia
de nuestro Dios en libertinaje y niegan a Jesucristo, nuestro Soberano y Señor”
Pero no solamente los falsos maestros sino que además
todos lo que son seguidores de estos falsos maestros serán condenados para
siempre en el infierno.
Jesús
es el único verdadero maestro.
Los cristianos siempre hemos reconocido a pastores que
han sido de edificación para el pueblo de Dios. Sin duda podemos recordar a
grandes siervos de Dios como Policarpo, Atanasio, Agustín, Calvino, Edwards,
Owen, Spurgeon entre otros que han servido a la iglesia. Pero si pones a todos
ellos bajo el estándar de las Escrituras en los cuales un verdadero maestro
debe tener siempre el fruto de la sana doctrina ya sea en lo que enseña como en
lo que vive ninguno de ellos pasa la prueba. Nunca ellos perfecto en toda su
vida respecto a la enseñanza ni a su vida de acuerdo al evangelio. Además
nosotros mismos podemos mirarnos a la luz de la Escritura y podemos sentirnos
tan falsos como Judas. ¿Nunca se han sorprendido por saber que son cristianos?
¿Nunca han pensado como es que yo realmente soy cristiano? Y es que la verdad
ha existido solamente un maestro que ha hablado de forma perfecta y ha
mantenido siempre la sana doctrina, ha existido solamente un maestro que ha
sido siempre coherencia con su vida y enseñanza y ese es Jesucristo. Y es por
eso que por medio de él es que podemos encontrar la salvación de la perdición.
Es porque Jesús es perfecto y el siendo perfecto fue crucificado en nuestro
lugar y muerto en nuestro lugar y resucitado en nuestro lugar para que nosotros
nos arrepintamos de nuestra maldad y confiemos solamente en su obra perfecta.
[1] J. Quasten. Patrología. Volumen 2.
Páginas 1-13.
[2] https://www.challies.com/articles/the-false-teachers-arius/
[3] William Barclay. Comentario de
Mateo. Página 149.
[4] https://dirae.es/palabras/rapaz
[5] J. Quasten. Patrología. Volumen 1.
Páginas 23-32
[6] https://es.aleteia.org/2016/07/07/texto-completo-de-la-didache/
[7]
Martin Lord Jones. El sermón del monte. Volumen 2. Página 157.
[8] https://www.iglesiauniversal.cl/
[9] https://www.amazon.com/Mejor-Vida-Ahora-Camimos-Potencial/dp/1594831238
[10] https://www.infobae.com/america/historia-america/2018/04/08/jim-jones-locura-y-muerte-40-anos-del-mayor-suicidio-colectivo-de-la-historia/