Las relaciones sexuales siempre ha sido un
tema controversial dentro de las culturas humanas ya que algunas han tratado de
normalizar casi todo mientras que otras han prohibido varias prácticas que
saben que serían perjudiciales y opresivas contra el prójimo. Cuando Dios
escogió al pueblo de Israel le dio varios mandatos específicos sobre las
prácticas sexuales que estaban condenadas como las relaciones sexuales fuera
del matrimonio, el adulterio, la homosexualidad, la zoofilia todo esto porque
los pueblo de alrededor practicaban estas cosas (Lev 18;14; 20, 22, 23) Cuando
el cristianismo nació con los apóstoles ellos se vieron enfrentados a la misma
controversia que la cultura en la cual vivía era muy inmoral sexualmente pero
Jesús y los apóstoles dejaron claro en las Escrituras que todas estas prácticas
eran pecaminosas (Mt 19:1-12; Rom 1:26-27) O sea el cristianismo influyo tanto que
“cristianizo” las prácticas paganas de inmoralidad sexual que había. Esto no es
algo que pensamos a menudo pero la “fidelidad matrimonial” “el respeto entre el
matrimonio” “la crianza de hijos” que toda nuestra cultura da por sentado son
principios cristianos.
Pero como el cristianismo comenzó a perder
influencia en la sociedad después de la ilustración la moralidad cristiana
comenzó hacer atacada por varios frentes. Algunos la acusaban de opresiva que
reprimía los impulsos primitivos humanos, otros la venían como una moralidad
imperialista traída de otros lugares para conquistarlos. Entonces en 1960 se
dio comienzo a lo que se conoce como la “revolución sexual”. Esta revolución
sexual tuvo múltiples factores como los avances médicos que permitieron frenar
las enfermedades de trasmisión sexual y la pastilla anticonceptiva que permitió
tener relaciones sexuales sin que las mujeres tuvieran que quedar embarazadas. Además
empezaron a surgir “expertos” como Alfred Kinsey el cual hizo varios estudios
sobre la sexualidad humana del hombre y la mujer en el cual argumentaría que la
mayoría de las personas eran potencialmente homosexuales. Todos estos estudios
resultaría un total fraude[1].
Otra “experta” fue enfermera Margaret Sanger la cual fue una activista por el
control de natalidad y fundadora de la federación americana de planificación
familiar. Ella creía en la necesidad de la planificación sexual porque la mujer
necesitaba liberarse de la opresión sexual de los hombres y de los hijos no
deseados para poder tener libertad verdadera[2].
Todas estas ideas con el tiempo fueron transformándose en la normalización de
la homosexualidad y el aborto y por tanto en el cuestionamiento sobre la
“heterosexualidad” que llevaría finalmente a permitir todas las prácticas
sexuales como normales. Este cambio en la “moralidad sexual del occidente” lo
que ha hecho es “paganizar la sexualidad” una vez más pues así era como
pensaban en la época de la iglesia de Corinto.
El mandato: Huir
de la fornicación. 1 Corintios 6:18
La iglesia de Corinto tenía muchos problemas
con este pensamiento pagano acerca de la sexualidad pues como hemos visto en el
capítulo 5 habían permitido que un hombre tuviera como mujer a la esposa de su
padre ¡Y nadie hacia nada! (1 Cor 5:1-13) también Pablo condena los pecados de
fornicación, adulterio y homosexualidad advirtiendo que quienes practican estas
cosas no van heredar el reino de los cielos. Esta advertencia está allí porque
habían personas que estaban practicando estos pecados y pensaban no había
ningún problema. Esto lo vemos con claridad en personas que se estaban
acostando con prostitutas argumentando que no había problema con ello porque
había que cuidar el espíritu y con el cuerpo podíamos hacer lo que queramos.
Pero Pablo les dice que Dios condena la inmoralidad sexual porque a él no
solamente le importa el alma sino que también le importa el cuerpo pues fue
creado por Dios y también será el cuerpo el cual el Señor transformara en la
resurrección de los muertos (1 Cor 6:12-14) Luego le hace algunas preguntas a
los hermanos en Corinto para que reflexionen al respecto de este pecado y se
den cuenta que al estar en Cristo son miembros de él y están unidos a él por
tanto si pecamos de esta manera estamos tratando de involucrar en nuestro
pecado al Dios santo ¿Qué cosa más aborrecible puede existir? (1 Cor 6:14-17)
Ahora Pablo después de explicar todo esto da un mandato en la primera parte de
este versículo 18 acerca de la inmoralidad sexual.
“Huyan de
la inmoralidad sexual” (RVC; NVI) “Huid de la fornicación (LBLA) ¡Huyan del
pecado sexual! (NTV)
La palabra griega de inmoralidad sexual se
refiere a cualquier práctica sexual pecaminosa como la fornicación, adulterio,
homosexualidad es por eso que algunas versiones traducen “como inmoralidad
sexual” (RVC) o “fornicación” (LBLA) Este es un mandato que Pablo da al igual
como lo haría contra la idolatría llamándoles a huir de la inmoralidad sexual
(1 Cor 10:14) Pablo usa el verbo huir en tiempo presente lo que apunta a una
acción continua. O sea le está diciendo “Huyan constantemente” o “Huyan todo el
tiempo” de la inmoralidad sexual[3]
El ejemplo más claro a huir de la inmoralidad sexual la encontramos en José
cuando huye de la mujer de Potifar. Génesis 39:11-12
“Pero un día
entro en la casa para cumplir con sus obligaciones, y como allí no había nadie,
ella lo agarro de la ropa y le dijo: Acuéstate conmigo. Pero el dejo su ropa en
las manos de ella, y salió corriendo de allí”
El ejemplo de José frente a la tentación
sexual es un ejemplo para nosotros ya que no tenemos que quedarnos allí mirando
la tentación sexual o pensando si deberíamos razonar con la tentación sexual
sino que debemos huir de ella lo más rápido que podamos sino caeremos en ella.
Tenemos en la Biblia otro ejemplo de como un rey que era “conforme al corazón
de Dios” cayo en el pecado sexual por no huir de ella. 2 Samuel 11:2-4
“Y un día
por la tarde, mientras se paseaba por la azotea de su palacio después de la
siesta, vio desde allí a una mujer hermosa, que se estaba bañando. Al preguntar
quién era ella, le dijeron que se llamaba Betsabe, y que era hija de Elián y
esposa de Urías el hitita. Entonces David ordeno que la llevara a su presencia,
y ella se presentó ante él, y el la tomo y se acostó con ella. Después de tener
relaciones, ella se purifico y regreso a su casa”
En el caso de David podemos ver que actuó de
forma diferente a José. El vio a una mujer bañándose y por tanto la deseo en el
corazón. Allí el podría haber rechazado ese pensamiento y no pecar pero hizo lo
contrario. El pregunto quién era esa mujer y le dieron la información de quien
era y el cómo rey sabía que era un pecado que merecía la muerte acostarse con
una mujer casada. Allí el podría haber rechazado el usar su poder para cometer
adulterio pero hizo lo contrario. Entonces mando a llamar a esa mujer y se
acostó con ella dando a luz el pecado. ¿Ven como el pecado entra sutilmente en
el corazón y si no le pones freno con arrepentimiento simplemente te lleva al
pecado y finalmente a la muerte? Es por eso que el mandato de Pablo es huir de
la inmoralidad sexual. 2 Timoteo 2:22
“Huye
también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la
paz, junto con aquellos que con un corazón limpio invocan al Señor”
Pablo da la razón del porque deberíamos huir
de la inmoralidad sexual en la segunda parte del versículo 18 al decir que:
“Cualquier
otro pecado que el hombre cometa, ocurre fuera del cuerpo; pero el que comete
inmoralidad sexual peca contra su propio cuerpo” (RVC) “Todos los demás pecados
que una persona comete quedan fuera de su cuerpo; pero el que comete
inmoralidades sexuales peca contra su propio cuerpo” (NVI) Todos los demás
pecados que un hombre comete están fuera del cuerpo, pero el fornicario peca
contra su propio cuerpo” (LBLA) Ningún otro pecado afecta tanto el cuerpo como
este, porque la inmoralidad sexual es un pecado contra el propio cuerpo” (NTV)
Si leemos lo que dice este versículo de forma
rápida lo que entendemos es que todos los demás pecados que hombre comete con
excepción de la inmoralidad sexual se hacen fuera del cuerpo, pero la
inmoralidad sexual se hace dentro del cuerpo o en el cuerpo y es por eso es más
destructivo para el cuerpo. ¿Significa esto? Los comentaristas señalan que ha
existido mucha discusión para tratar de explicar esta frase pero que las
soluciones se han reducidos a dos opciones[4].
La primera es la que dice que Pablo
se estaba refiriendo como en los pasajes anteriores a un lema de Corintio al
cual Pablo estaba respondiendo. El lema sería algo así: “Cualquier pecado que
el hombre comete ocurre fuera del cuerpo, así que no importa” Pero Pablo
responde “Es cierto, pero el que comete inmoralidad sexual peca contra su
propio cuerpo así que si importa”.
La segunda posición es la que
considera que el Apóstol Pablo está diciendo literalmente lo que entendemos
pero no está diciendo que el pecado sexual sea el único pecado que ataca el cuerpo
sino que se está refiriendo a la intimidad que hay en la relación sexual y que
por tanto quien la realiza este pecado lo está haciendo contra su propio
cuerpo.
En este versículo igual tomo la segunda
opción porque no parece haber evidencia sobre la primera posición (que sea un
lema) y por tanto hay que entender este pasaje sabiendo que pueden haber otros
pecados que afectan al cuerpo como las drogas, el alcohol y la glotonería pero
no hay otros pecado como el sexual el cual afecte tanto al cuerpo. Por tanto
Pablo está diciendo en este versículo que debemos huir contantemente de toda
inmoralidad sexual porque la inmoralidad sexual afecta al cuerpo de forma
espiritual y física que otros pecados no lo hacen. Ahora ¿Cómo sabemos que
realmente estamos huyendo del pecado sexual y no nos estamos manchando con el
este pecado?
Huimos del pecado sexual cuando desechamos pensamientos o
imágenes sexuales de nuestra mente. Debido a que
somos pecadores y nuestros impulsos sexuales fueron creados por Dios pero son estimulados
por nuestro pecado los pensamientos pecaminosos que tenemos respecto a ellos
pueden variar mucho. Recuerdo conversar esto por hermanos durante mis años de
cristiano y hablar respecto a que a veces sin ninguna razón aparente vienen
pensamientos sexuales pecaminosos a nosotros simplemente por el hecho de ser
pecadores. Porque nuestro corazones son malvados. Y si alguien pudiera ver lo
que pensamos seriamos realmente avergonzados por la maldad que habita en
nuestros corazones. Pero también debido a la revolución sexual comenzada en
1960 muchas familias han sido permisivas respecto a la sexualidad de sus hijos
y hoy en día las escuelas como la televisión tratan con normalidad cualquier
pecado sexual. El proceso de normalización del pecado sexual ya comenzó hace
mucho tiempo y por tanto muchas personas van a ser destruidas por este pecado
sexual. La pregunta es ¿Qué haremos al respecto? Debemos comenzar con nosotros
mismos y es que debemos mortificar el pecado que habita en nuestros
pensamientos y en la exposición de imágenes sexuales que cada día abundan en
nuestra sociedad. Nada puede ser más importante que desecharlas de nuestro
corazón. John Owen lo dice en su libro “La mortificación del pecado en el
creyente[5]”
“¡Mortifica
tu pecado! ¡Hazlo tu dedicación diaria! Mantente en ella mientras vivas y no
omitas esta obra ni un día”
“El
pecado no solo estará esforzándose, actuando, rebelándose, atribulando e
intranquilizando, sino que, si se le deja en paz, sino se mortifica
continuamente, producirá pecados enormes, malditos y escandalosos que
destruirán el alma”
Luego que desechemos estos pensamientos e
imágenes pecaminosas de nuestra mente debemos llenar nuestra mente y corazón
con la palabra de Dios. Esto no se trata solo de rechazar el pecado sino que
encontrar deleite en Cristo. ¿Desechas todos estos pensamientos e imágenes
pecaminosas de tu mente? ¿Mortificas tu pecado buscando intensamente a Cristo?
Huimos del pecado sexual cuando evitamos mirar con codicia al prójimo.
Jesús enseño que el pecado sexual empieza en el corazón (Mateo
5:27-30) Y que todo lo que me llevara al pecado sexual debo evitarlo. El caso
de hombres es bien conocido porque tendemos a mirar y hacer un objeto de deseo
a las mujeres con miradas o comentarios pecaminosos en nuestras mentes o en
nuestras bocas por lo que la mayoría de la pornografía alimenta ese deseo
pecaminoso. La ley humana puede condenar por acoso sexual algunas cosas que los
hombres hacen pero solo Dios puede condenar el pecado profundo que habita en el
corazón de los hombres. Por otro lado este pecado no deja fuera a las mujeres
pero es mucho más sutil en ellas pues se puede disfrazar deseando a hombres
ideales de las novelas, películas o series y anhelando tener hombres de esa
manera y siendo adulteras y fornicarias de corazón. ¿Rechazamos el mirar de
forma codiciosa o lasciva a nuestro prójimo? ¿Ponemos la mirada en Cristo?
Huimos del pecado sexual evitamos relacionarnos con alguien de
forma pecaminosa. Podemos relacionarnos con
personas del mismo sexo o del sexo opuesto de forma sana y edificante pero hay
personas con las cuales no podemos relacionarnos porque nos daremos cuenta que
buscan practicar el pecado y las Escrituras nos ponen un ejemplo con la “mujer
extraña” en Proverbios. Proverbios 5:3-12; 6:24-29.
“Los
labios de la mujer ajena destilan miel; su paladar es más suave que el aceite,
pero termina siendo amargo como el ajenjo, y tajante como una espada de dos
filos. Sus pies descienden a la muerte; sus pasos se dirigen al sepulcro. No
tomes en cuenta sus caminos inestables, porque no conocerás el camino de la
vida. Hijos, escúchenme bien ahora: No se aparten de las razones de mi boca.
Aleja a esa mujer de tu camino. No te acerques a la puerta de su casa. Así no
entregaras tu vida y tu honor a gente extraña y cruel. Así gente extraña no se
saciara con tu fuerza, ni se quedaran tus trabajos en casa ajena. Así no
tendrás que llorar al final, cuando tu carne y tu cuerpo se consuman, ni digas
“¡Como pude rechazar los consejos! ¡Cómo pudo mi corazón despreciar la
reprensión!
“Te
libraran de la mujer malvada, de la lengua sutil de la mujer ajena. No codicies
su hermosura, ni dejes que ella te atrape con sus miradas. Una ramera te cuesta
un bocado de pan, pero la mujer ajena te puede costar la vida. ¿Quién se echa
fuego en el pecho sin que se queme su ropa? ¿Quién puede andar sobre brasas sin
que se quemen sus pies? ¡Pues tampoco puede clamar inocencia el que se acuesta
con la mujer de su prójimo!
Los proverbios ponen con mucha claridad la
forma de seductora de hablar y actuar para engañar y así caer en pecado. Por
tanto siempre debemos cuidarnos de como hablamos y actuamos en nuestras
relaciones con los demás. En la actualidad las relaciones pecaminosas no solo
se dan de forma física sino que también se dan de forma virtual. Por tanto real
como físicamente puedes pecar ¿Estas relacionando pecaminosamente con alguien?
¿Estas siendo infiel al Señor y a tu cónyuge practicando estas cosas?
Somos templo del
Espíritu Santo 1 Corintios 6:19
Pablo después de dar el mandato a huir de la
inmoralidad sexual ahora les hace una pregunta para que ellos reflexionen en
torno a ella. La pregunta está en el versículo 19 y es si acaso ellos ignoran
que el cuerpo es templo del Espíritu Santo.
“¿Acaso
ignoran que el cuerpo de ustedes es templo del Espíritu Santo, y que está en
ustedes, y que recibieron de parte de Dios y que ustedes no son dueños de sí
mismos? (RVC) ¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien
está en ustedes y al que han recibido de parte de Dios? (NVI) ¿O no sabéis que
vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que está en vosotros, el cual
tenéis de Dios, y que no sois vuestros? (LBLA) ¿No se dan cuenta de que su
cuerpo es el templo del Espíritu Santo, quien vive en ustedes y les fue dado
por Dios? (NTV)
Pablo comienza pregunta si acaso ignoran
estas cosas mostrando una vez más que los Corintios creían entender cosas que
en verdad no entendían (1 Cor 6:2-3; 9; 15-16) además Pablo va había usado esta
imagen del templo del Espíritu Santo pero de forma diferentes. Había hablado
del cuerpo como templo en el sentido comunitario de ser parte del edificio que
es la iglesia (1 Cor 3:16) Pero ahora se estaba refiriendo más individualmente
a que cada cristiano es templo del Espíritu Santo. Los judíos tenían un
entendimiento claro acerca del templo. Ellos sabían que en templo de Dios habitaba
la presencia de Dios (Exo 40:34-35; 1 Rey 8:10-11) Por tanto esta afirmación
era algo extraordinario que decía que ¡la presencia de Dios habitaba no solo
entre ellos sino en ellos! ¿Qué cosa más maravillosa que esta? Por supuesto
Jesús había anticipado que esto pasaría (Jn 14:22-23; 15:4) Y Pablo les dice
que ellos había “recibido de parte de Dios” (Efe 1:13-14) Por tanto al habitar
el Espíritu Santo en ellos, ellos podían entristecerlo o apagarlo con sus
pecados. Efesios 4:30; 1 Tesalonicenses 5:19
“No
entristezcan al Espíritu Santo de Dios, con lo cual ustedes fueron sellados
para el día de la redención”
“No
apaguen el Espíritu”
Pablo les está diciendo a los Corintios que
al templo donde Dios habitaba no podían usarlo para la inmoralidad sexual. En
el Antiguo pacto como el Señor habitaba en el templo su templo era asociado con
la santidad. Salmos 93:5
“Tus
testimonios Señor, permanecen firmes; la santidad es el adorno de tu templo,
por siempre y para siempre”
Por tanto jamás podría haber pecado en su
templo. Incluso esto fue lo que enojo a Cristo de los fariseos que el templo de
Dios se había hecho una cueva de ladrones, o sea un lugar donde se estaba
pecado (Mt 21:12-13) ¿Cuánto más juicio nos llegara por usar el templo de Dios
de una forma totalmente pecaminosa? Como cristianos solemos pensar que este
argumento del dualismo platónico que la iglesia de Corinto ha desaparecido pero
la verdad es que sigue muy vigente en nuestra cultura. La escritora cristiana
Nancy Pearcey ha escrito un libro llamado “Ama tu cuerpo” en donde ofrece
respuestas cristianas a las preguntas difíciles acerca de la vida y la
sexualidad. En este libro ella enumera muchos ejemplos que muestran como este
dualismo sigue totalmente vigente en nuestra sociedad. En el caso de la
fornicación hay una tendencia muy popular entre los jóvenes de tratar el sexo
como algo desligado de lo emocional. Una autora ex lesbiana llamada Melinda
Selmys escribe[6]:
“Debajo
de toda la pompa del sexo libre y el amor a ti mismo se alza la creencia
fundamental de que el cuerpo no importa nada, que es insignificante en un
sentido literal: no significa nada”
Selmys es certera en mostrarnos que detrás de
la idea de tener sexo sin relacionarnos emocionalmente hay un dualismo que
separa a la personas de sus emociones y eso es el antiguo dualismo platónico
para fundamentar la fornicación.
En el caso de sexo transexual el argumento es
el mismo. Un actor transexual que se hace llamar Jessica Savano hizo un
documental que se llama “Yo no soy mi cuerpo. Sé que no soy mi cuerpo soy un
ser espiritual[7]”. Por tanto el sexo que se
promueve en la actualidad está sustentando en un dualismo platónico. Mientras
que en las Escrituras el sexo está basado en la integralidad de la persona.
Cuando alguien se une a su esposa se une físicamente, emocionalmente y
espiritualmente. Por tanto cuando alguien se arrepiente de sus pecados le
pertenece por completo al Señor. Tiene un compromiso con todo su ser con Dios y
transgredir el cuerpo es trasgredir ese compromiso con el Señor.
Estamos
comprando por Cristo 1 Corintios 6:20
Pablo uso la metáfora del templo y ahora
usara la metáfora de la compra en el mercado. En el primer siglo era muy común
la comercialización de los esclavos que se compraban en el mercado y este
lenguaje que usa en este versículo tenía toda esta idea de fondo.
“Porque
ustedes han sido comprados; el precio de ustedes ya ha sido pagado. Por lo
tanto, den gloria a Dios en su cuerpo y en su espíritu, los cuales son de Dios”
(RVC) “Ustedes no son sus propios dueños; fueron comprados por un precio. Por
tanto honren con su cuerpo a Dios” (NVI) “Pues por precio habéis sido
comprados; por tanto, glorificad a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro
espíritu, los cuales son de Dios” (LBLA) “Ustedes no se pertenecen a sí mismos,
porque Dios los compro a un alto precio. Por lo tanto honren a Dios con su
cuerpo” (NTV)
Los ciudadanos romanos libres acudían al
mercado para comprar esclavos y ellos sabían bien que se debía pagar un buen
precio por el esclavo. Para el cristianismo no fue problema el tema de la
esclavitud pues no importaba la condición en la cual uno estaba sino que
importaba estar en el Señor. 1 Corintios 7:22-23
“Porque
el que era esclavo cuando el Señor lo llamo, es libre en el Señor. Del mismo
modo, el que era libre cuando el Señor lo llamo, es esclavo de Cristo. Ustedes
han sido comprados por un precio; Por lo tanto, no se hagan esclavos de los
hombres”
Pablo incluso uso se presentaba como un
“esclavo de Jesucristo” en sus cartas. Él no se consideraba como alguien que le
pertenecía su vida o su propiedad sino que buscaba usar todo eso para la gloria
de Dios. Por tanto podemos decir que ambas metáforas coinciden en algunas
verdades espirituales que se aplican a nosotros.
Primero debido a que somos templo del Espíritu debemos desechar toda
práctica sexual explícita o implícita para cuidar nuestra vida espiritual. Creo
que no solemos imaginar cuantos cristianos luchan con las mentiras satánicas
respecto al sexo los cuales se ven constantemente tentados a pecar. Sabemos de
muchos casos de cristianos piadosos que han caído en el pecado sexual y
destruido sus vidas. ¿Qué nos hace pensar que no debemos cuidarnos de esto? Una
frase interesante que escuchado sobre esto es:
Sansón
siendo el hombre más fuerte cayo, David siendo él tenía el corazón conforme a
Dios cayo y Salomón siendo el hombre más sabio cayo. ¿Qué te hace pensar que tú
no puedes caer?
Segundo tu cuerpo tiene un dueño y eres su propiedad. Las dos metáforas usadas por Pablo nos muestran que el cuerpo
como templo tienen un dueño que es Dios y la idea da haber sido comprados nos
muestra lo mismo por tanto no podemos usarlo como nosotros quedamos. Romanos 6:12-13;
12:1
“Por lo
tanto, no permitan ustedes que el pecado reine en su cuerpo mortal, ni
obedezcan sus malos deseos. Tampoco presenten sus miembros al pecado como
instrumentos de iniquidad, sino preséntense ustedes mismos a Dios como vivos
entre los muertos, y presenten sus miembros a Dios como instrumentos de
justicia”
“Así que,
hermanos, yo les ruego, por las misericordias de Dios, que se presenten ustedes
mismos como un sacrificio vivo, santo y agradable a Dios ¡Así es como se debe
adorar a Dios!
Tercero debes amar a Dios con todo tu ser. Cuando a Jesús se le pregunto cuál era el gran mandamiento el
respondió que el gran mandamiento era amar a Dios por sobre todas la cosas y a
tu prójimo como a ti mismo (Mt 22:34-40) Debido a que pertenecemos al Señor eso
lo que debemos hacer con todo nuestro ser. No deben existir partes que amamos a
Dios y partes que no amamos a Dios. A Dios se ama con todo nuestro ser o estas
pecando contra él.
[1]
https://imagenbautista.cl/cosmovision/el-marchitamiento-del-vicio-y-la-revolucion-sexual-parte-4-albert-mohler/
[2]
http://10birthcontrol.blogspot.com/search/label/01%20Margaret%20Sanger
[3]William
Hendriksen. 1 Corintios. Página 180.
[4]
Gordon Fee. La primera
epístola a los Corintios. Páginas 232-233. William Hendriksen. 1 de Corintios.
Páginas 180-181
[5]
John Owen. Victoria sobre el
pecado y la tentación. Editado por Jaime Caballero. Página 66 y 70.
[6]
Nancy Pearcey. Ama tu cuerpo.
Página 122.
[7]
Nancy Pearcey. Ama a tu
cuerpo. Páginas 27-28