Los grandes sistemas de
interpretación bíblica.
Dentro
del mundo protestante- evangélico conservador[1] existe dos grandes
sistemas de interpretación bíblica. La primera es la teología del pacto y la
segunda es teología dispensacional. Cuando entendemos los fundamentos de estos
dos sistemas interpretativos, entonces nos será más fácil comprender algunos
debates teológicos. Sobre estos sistemas veremos 3 cosas: El origen, el sistema
y los representantes.
La teología del pacto: El
origen
Como
todo sistema teológico, se tiende a pensar que la teología del pacto existió
desde la iglesia primitiva. Los defensores de la teología del pacto argumentan de
esta forma en ocasiones para desprestigiar al sistema dispensacional. El
teólogo dispensacional llamado Charles Ryle escribió un libro “Dispensacionalismo
hoy” donde declara:
“La
teología del pacto sistematizado es reciente. Esa no era la doctrina expresa de
la Iglesia primitiva. Dicha doctrina nunca fue enseñada por los líderes de la
Iglesia durante la Edad Media. Ni aun fue mencionada por los principales
líderes de la reforma. En verdad, la teología del pacto como sistema no es más
antigua que el dispensacionalismo. Esto no quiere decir que no es bíblica, pero
sí disipa la noción de que ésta ha sido, a través de la historia de la Iglesia,
el guardián antiguo de la verdad que solamente en tiempos recientes ha sido
atacada por el dispensacionalismo. No se hizo ninguna referencia a la teología
del pacto en ninguna de las grandes declaraciones doctrinales hasta la
Confesión de Westminster en 1647, y aun así en dicha Confesión la teología del
pacto no había sido tan plenamente desarrollada como lo fue más tarde por
teólogos reformados”[2].
Lo
que nos dice aquí Ryle es que la teología del pacto, es un sistema que fue
producido desde la reforma y no algo que viene desde la iglesia primitiva como
se ha querido mostrar en ocasiones. Algunos argumentan que los “Padres de la
iglesia” (especialmente Agustín de Hipona) uso la teología del pacto. Pero el
problema con estas ideas es no hay ninguna obra que sistematice esta creencia.
La
confesión de Westminster es la confesión central de los presbiterianos y ella
tiene el primer esbozo de la “teología del pacto”. Por supuesto que había
nociones y lenguaje de pacto en los Padres de la iglesia, ya que después de
todo son conceptos bíblicos.
Ryle
continúa diciendo:
“La teoría del pacto (o federal) surgió esporádica y aparentemente
de manera independiente en el siglo XVI. Los primeros promotores del punto de
vista del pacto fueron los reformadores que se opusieron al estricto
predestinarianismo de los reformadores de Suiza y Francia. La teología del
pacto no aparece en los escritos de Lutero, Zuinglio, Calvino o Melanchtón, aun
cuando discutieron profusamente las doctrinas afines del pecado, la
depravación, la redención, etc. Ellos tuvieron toda oportunidad de incorporar
la idea del pacto, pero no lo hicieron. Es verdad que Calvino, por ejemplo,
habló acerca de la continuidad de la revelación redentiva y de la idea de un
pacto entre Dios y Su pueblo, pero eso no era la teología del pacto. De la
única forma en que puede descubrirse dicho sistema en los escritos de los
principales reformadores es haciendo lo que ha hecho uno de los teólogos del
pacto al no limitar la expresión «teología del pacto» a «la más completamente
desarrollada teología del pacto del siglo XVI[3]».
Ryle nos está diciendo que en ninguna de las obras de Martin
Lutero, Ulrico Zuinglio, Juan Calvino o Philipp Melanchton había algo que
sistematizará la teología del pacto[4]. Lo cual
es muy importante tener en mente cuando uno se sumerge a leer tales obras. Ryle
nos dice que quienes fueron poco a poco sistematizando la teología del pacto
fueron reformadores segundarios
“Las primeras señales de la idea del pacto o federal se encuentran
en los reformadores secundarios como Andrés Hyperius (1511-1564), Kaspar
Olevianus (1536-1587) y Rafael Eglinus (1559-1622). William Ames (1576-1633),
quien sirvió en Inglaterra y en Holanda y fue uno de los maestros de Cocceius,
enseñó el pacto de las obras. Hasta la época de Johannes Cocceius (1603-1669)
ninguna enseñanza de la teología del pacto se había extendido y sus exponentes
eran hombres cuya influencia era definidamente secundaria a la de los grandes
reformadores de la época y quienes estaban protestando el estricto
predestinarianismo de aquellos reformadores[5]”.
De
los 5 personajes que nombra Ryle aquí (Andres Hyperius, Kaspar Olevianus,
Rafael Eglinus, William Ames y Johannes Cocceius) Lo más conocido son Kaspar
Olevianus quien fue coautor del catecismo de Heidebelg. William Ames por su
famoso libro la “medula de la teología”[6] y Johannes Cocceius por su
trabajo teológico en el tema de la teología del pacto. Luego la teología del
pacto vino a EE.UU por medio de los escritos de teólogos como Francis turrutín
y Herman Witsius[7].
En conclusión podemos decir que la
teología del pacto fue un sistema que fue desarrollándose después de la reforma
y que quedo expresado así en la confesión de Westminster (capitulo 7):
“La distancia entre Dios y la criatura es tan grande, que aun cuando las
criaturas racionales le deben obediencia como a su Creador, sin embargo, ellas
no podrán nunca tener plenitud con El cómo su bienaventuranza o galardón, si no
es por alguna condescendencia voluntaria por parte de Dios, habiéndole placido
a Este expresarla por medio de su pacto.
II. El primer pacto hecho con el hombre fue un pacto de obras, en el que
se prometía la vida a Adán, y en éste a su posteridad, bajo la condición de una
obediencia personal perfecta.
III. El hombre, por su caída, se hizo incapaz para la vida que tenía
mediante aquel pacto, por lo que agrado a Dios hacer un segundo pacto, llamado comúnmente el Pacto de gracia, según
el cual Dios ofrece libremente a los pecadores vida y salvación por Cristo,
exigiéndoles la fe en EL para que puedan ser salvos, y prometiendo dar su
Espíritu Santo a todos aquellos que ha ordenado para vida, dándoles así
voluntad y capacidad para creer.
IV. Este pacto de gracia se propone con frecuencia en las Escrituras con
el nombre de un testamento, con referencia a la muerte de Jesucristo el
testador, y a la herencia eterna con todas las cosas que a ésta pertenecen y
están legadas en este pacto.
V. Este pacto era ministrado de un modo diferente en el tiempo de la ley
y en el del Evangelio. Bajo la ley se
ministraba por promesas, profecías, sacrificios, la circuncisión, el cordero
pascal y otros tipos y ordenanzas entregados al pueblo judío; y todos señalaban
al Cristo que había de venir, y eran suficientes y eficaces en aquel tiempo por
la operación del Espíritu Santo, para instruir y edificar a los elegidos en fe
en el Mesías prometido, por quien tenían plena remisión de pecado y salvación
eterna. A este pacto se le llama el Antiguo Testamento.
VI. Bajo el Evangelio, cuando Cristo la sustancia fue manifestado, las
ordenanzas por las cuales se ministra este pacto son: la predicación de la
Palabra, la administración de los sacramentos del Bautismo y de la Cena del
Señor; y aun cuando son menos en número y ministradas con más sencillez y menos
gloria exterior, sin embargo, en ellas el pacto se muestra a todas las
naciones, así a los judíos como a los gentiles, con más plenitud, evidencia y
eficacia espiritual, y se le llama el
Nuevo Testamento. Con todo, no hay dos pactos de gracia diferentes en
sustancia, sino uno y el mismo bajo diversas dispensaciones[8].
La
confesión nos describe los elementos claves de la teología del pacto. El hombre
es incapaz de ser salvo por sí mismo, sino que necesita un pacto de gracia. El
primer pacto fue un pacto de obras. Después de no poder cumplir ese pacto se formuló
un segundo pacto, el pacto de gracia. Este pacto de gracia tiene frecuentemente
el nombre de testamento. Este pacto es ministrado de diferentes modos a través
de las Escrituras. En el evangelio fue plenamente revelado este pacto.
La teología del pacto: el
sistema
Después
de haber visto brevemente el origen ahora explicaremos el sistema de la
teología del pacto. Como vimos anteriormente la teología del pacto se fue
formando a través de los años y el trabajo teológico de algunos teólogos
después de la reforma. Por eso aunque la teología del pacto tiene un sistema
claro, hay algunos detalles en los cuales a veces se difiere[9]. Por ejemplo, algunos
describen que existe el pacto de
redención, el cual fue formulado desde la eternidad por la trinidad, otros
señalan que entonces son tres pactos, pero en general se han considerado 2
pactos[10].
La
teología sistemática de Luis Berhkof es la obra clásica en español para
explicar lo que es la teología del pacto[11]. La teología del pacto
sostiene que hay solamente dos pactos. El pacto de “obras” y el pacto de
“gracia”. El pacto de obras significa que Dios hizo un pacto de obras con Adán,
el cual no cumplió. Y el pacto de gracia
que significa que Dios hizo un pacto de Gracia con Cristo para salvarnos, el
cual si cumplió.
¿Es
el pacto de obras algo bíblico? Desde algunos sectores se le ha atacado a esta
idea porque no se considera que el mandato dado a Adán y Eva sea un pacto. La
defensa de la teología del pacto ha sido que al igual que como no se usa
“trinidad” en la Biblia, el pacto hecho con Adán está implícito en el texto. Berhkof
enumera y describe los elementos del pacto en el texto:
“En el
caso que tenemos a nuestra consideración se nombran dos partes, se pone una
condición, se implica claramente una promesa de recompensa a la obediencia, y
se advierte una pena por la transgresión. Todavía se objetará que nada leemos
acerca de que las dos partes hayan llegado a un acuerdo, ni de que Adán haya
aceptado los términos propuestos; pero esto no es una objeción insuperable. En
los casos de Noé y de Abraham tampoco leemos de un explícito acuerdo y
aceptación de parte del hombre. Dios y el hombre no aparecen como iguales en
ninguno de estos pactos. Todos los pactos de Dios son de la naturaleza de las
disposiciones soberanas impuestas al hombre. Dios es absolutamente soberano en
sus tratos con el hombre, y tiene perfecto derecho de imponerle las condiciones
con que tendrá que encontrarse para disfrutar del favor divino. Además Adán
estaba, en virtud de su relación natural, obligado a obedecer a Dios; y cuando
se estableció con él la, relación del pacto, esta obediencia se convirtió para
él en asunto de interés propio. Cuando Dios entra en relaciones de pacto con
los hombres, Él es el que pone las condiciones que son siempre muy bondadosas,
de tal manera que desde este punto de vista, Él tiene perfecto derecho a
esperar que el hombre convenga en ellas. En el caso que estamos considerando,
Dios ni siquiera tuvo que anunciar el pacto, ya que el estado perfecto en el
que Adán vivía era garantía suficiente para su aceptación[12]”.
Berhkof razona que al exigir Dios al hombre una
recompensa a la obediencia está estableciendo un pacto con él. Además añade que
al haber una promesa de vida eterna (El árbol de la vida Gen 2:16-17) y una consecuencia de muerte, muestra con
claridad cuáles son las consecuencias de obedecer o desobedecer (Igual a las
advertencias de las bendiciones o maldiciones de quebrantar el pacto mosaico
Deut 28) también se usa el pasaje de Oseas 6:7 que dice:
La
teología reformada siempre ha argumentado desde toda la Biblia y para mostrar
que su punto tiene razón usan Romanos 5:12- 20; 10:5; Gálatas 3:10; 12. Adán
era el representante legal del pacto de obras y como el pecó todos nosotros
nacemos en el pecado de Adán. Tal como nos dicen estos pasajes, el hombre está
obligado a cumplir los mandatos de Dios, pero para él es imposible tratar de
obedecerlos de forma perfecta ¿Qué hacer?
Allí es cuando aparece el pacto de Gracia, Jesús cumple los mandatos. Jesús
toma el pecado. Jesús es maldito por nosotros. Jesús cumple el pacto de obras y
nos da la vida eterna. Este pacto de gracia se ha manifestado en distintas
formas a través de las Escrituras. El pacto con Noé y la señal fue el arcoíris.
(Gen 9: 9-17) Abraham y la señal fue circuncisión (Gen 12:1-3; 15:8-18) Moisés y la señal fue el derramamiento de
sangre (la pascua Ex 24:4-8) David (Sal
89: 3-4) y el nuevo pacto (Jer 31:31,33) pero todos estos pactos eran un solo pacto
y apuntaban a Jesús. Esto es importante recordarlo como veremos que en esto se
diferencia esencialmente con la teología dispensacional.
Las
principales implicaciones de la teología del pacto son: que ven que Dios está extendiendo su reino en
la tierra.. Dios tiene un propósito con su Pueblo. El pueblo de Dios es la
iglesia, la cual es el Israel espiritual de Dios. El antiguo testamento sigue
vigente al menos que se muestra abrogado por el Nuevo. En escatología
generalmente son amileniales o posmileniales. La mayor fortaleza de la teología
del pacto es mantener la unidad de las Escrituras.
¿Es
la teología del pacto algo bíblico? El teólogo Ligon Duncan responde:
“Cuando
Jesús quiso explicarles a Sus discípulos el significado de Su muerte, recurrió
a la doctrina de los pactos (vea Mateo 26, Marcos 14, Lucas 22, 1 Corintios
11). Cuando Dios quiso asegurarle a Abraham la certeza de Su palabra de
promesa, recurrió al pacto (Génesis 12, 15, y 17). Cuando Dios quiso apartar a
Su pueblo, engranar Su obra en sus mentes, revelarse tangiblemente en amor y
misericordia, y confirmar su herencia futura, proveyó las señales pactales
(Génesis 17, Éxodo 12, 17, y 31, Mateo 28, Hechos 2, Lucas 22). Cuando Lucas
quiso mostrarles a los primeros Cristianos que la vida y ministerio de Jesús
fueron el cumplimiento de los antiguos propósitos de Dios para Su pueblo
escogido, apeló a los pactos y citó la profecía de Zacarías que muestra que los
creyentes en los mismos primeros días del ‘movimiento de Jesús’ entendieron a
Jesús y Su obra mesiánica como un cumplimiento (no como un ‘Plan B’) del pacto
de Dios con Abraham (Lucas 1:72-73). Cuando el Salmista y el autor de Hebreos
quieren mostrar como el plan redentor de Dios es un plan ordenado y sobre qué
base se desarrolla en la historia, recurrieron a los pactos (ver Salmo 78, 89,
Hebreos 6-10)[13].
Algunas
cosas más que podrían ser interesantes es saber que la teología del pacto ayuda
bastante a los que creen en el bautismo de infantes. El argumento es así,
cuando Dios hace un pacto, establece una señal (El árbol con Adán, el arcoíris
con Noé, La circuncisión con Abraham) ¿Cuál es la señal del nuevo pacto? El
bautismo y como en la señal del AT se circuncidaba a los niños. En el nuevo
testamento se debe bautizar a los niños. Ciertamente los bautistas reformados
rechazan tal argumento. Otro tema interesante el debate de la ley civil. Los
reformados hablan de ley moral, ceremonial, civil. La ceremonial ceso para
todos. La moral sigue vigente. Pero sobre la civil no hay acuerdo. Algunos
dicen que ceso y otros que no.
Las
críticas a la teología del pacto tienen que ver con la alegorización de los
textos. Por ejemplo algunos entienden el milenio como simbólico y la mayoría de
Apocalipsis también. Cuando el Antiguo testamento habla de las promesas o
bendiciones a Israel, ellos la aplican a la iglesia, por lo que espiritualizan
los textos para eso.
La teología del pacto: los
representantes
Los
principales representantes de la teología del pacto son las iglesias llamadas
“históricas”. Tanto los anglicanos, presbiterianos, luteranos y bautistas
reformados son partidarios de la teología del pacto. Pero a la vez, dentro de
esas mismas iglesias “históricas” se encuentran personas se adhieren a la
teología dispensacional. Por tanto, no necesariamente ser parte de una iglesia
histórica es uno de teología del pacto, pero si mayoritariamente. El caso de
los bautistas reformados igual tiene una teología del pacto particular, porque
toman distancia del argumento de que la señal del nuevo pacto en el nuevo testamento es el
bautismo, porque ellos saben que ese es el argumento para fundamentar el
bautismo de infantes. Aunque en su principio hubo arminianos (como cuenta la
historia) en su gran mayoría han sido reformados. Teólogos como Charles Hodge,
Alexander Hogde, Benjamin Warfield, Luis Berhkof, R.C Sproul, John Stott, John
Piper, J.I Packer son de la teología del pacto.
[1]
Con esto quiero decir quienes creemos en la Escrituras como fuente confiable e
inspirada de Dios. Más allá de términos como infabilidad o inerrancia los
cuales siempre son debatibles.
[2]
Charles Ryle Dispensacionalismo Hoy. Pág. 103.
[3] Charles Ryle Dispensacionalismo Hoy. Pág.
103.
[4]
Otra perspectiva es esta http://caesararevalo.blogspot.cl/2012/07/una-breve-historia-de-la-teologia-del.html
[5] Ibíd.
[6] http://www.amazon.com/La-Medula-De-Sagrada-Teologia/dp/1516838874
[7]
Charles Ryle Dispensacionalismo Hoy. Pág. 104.
[8]
Confesión de Westminster. Capítulo 7.
[9] http://www.iglesiareformada.com/Lopez_Breve_Intro_Teologia_Pacto_.pdf. Pág. 16.
[10] https://www.youtube.com/watch?v=SeIiTZ_7T9E
[11] Luis
Berhkof, teología sistemática. Pág. 256-266.
[12]
Luis Berhkof, teología sistemática. Pág. 259.
[13] http://www.contra-mundum.org/castellano/duncan/Teo_Pacto.pdf
Estimado Daniel, es Charles Ryrie, no Charles Ryle.
ResponderBorrarBuen artículo.
Un poco tarde, pero gracias Mauricio. jaja. Saludos
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