El
favoritismo en nuestra lengua española se define como “la preferencia dada al favor sobre el merito o la equidad,
especialmente cuando aquella es habitual o predominante[1]”.
Esta definición nos dice
que el favoritismo es algo malo porque le concede mayor valor a algo o alguien
sin considerar la virtud del merito o el esfuerzo ni la justicia. Desde que el
mundo cayó en pecado el favoritismo ha corrido por las venas de los seres
humanos en todas las áreas de la existencia humana. Por ejemplo ¿Recuerda el
favoritismo que tuvo Isaac por Esaú y Rebeca por Jacob (Gen 25:28)? ¿No es
acaso un claro ejemplo de favoritismo que termino mal? Pero este favoritismo no
se limita al pecaminoso favoritismo por los hijos sino que se extiende por
todos los lugares. Dios tuvo que desde el principio establecer leyes para que el
favoritismo por nadie, sino que debería juzgarse con imparcialidad:
“No
harás injusticia en el juicio, ni favoreciendo al pobre ni complaciendo al
grande; con justicia juzgarás a tu prójimo” Levítico 19:15
“Porque Jehová nuestro Dios es Dios de
dioses y Señor de señores, Dios grande, poderosos y temible. Que no hace
acepción de personas ni toma cohecho; que hace justicia al huérfano a la viuda;
que ama también al extranjero dándole pan y vestido” Deuteronomio 10:17-18
Una
de las tentaciones que tiene un juez es ser comprado por alguien que tenga
dinero para llevar a cabo todas malvadas prácticas. ¿No es acaso el mismo problema
el día de hoy con los famosos “pitutos” o “fraudes” que se descubren entre
empresarios y políticos? En realidad no hay mucha diferencia porque el problema
pecaminoso del favoritismo seguirá en este mundo mientras el mundo caído
exista. El favoritismo más fuerte que
los judíos tuvieron fue el favoritismo étnico o racial. Ellos consideraban que
los gentiles eran “perros” y que solamente ellos eran los elegidos del pueblo
de Dios[2]. Por tanto cuando Jesús
llego tuvo que mostrarles que el plan de Dios incluía a todas las naciones.
Seguramente recordarán cuando al apóstol Pedro se le envió una visión tres
veces para que comprendiera cual era el propósito de Dios con los gentiles a lo
que finalmente Pedro y los judíos comprendieron:
“Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo:
En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas” Hechos 10:34
“Entonces, oídas estas cosas, callaron,
y glorificaron a Dios diciendo: ¡De manera que también a los gentiles ha dado
Dios arrepentimiento para vida! Hechos 11:18
Los judíos
fueron poco a poco comprendiendo y aceptando que el propósito que tenia Dios
era redimir a personas de “todo linaje, lengua, pueblo y nación” (Apo 5:9) para
su gloria. Por supuesto el favoritismo no ha sido exclusivo del pueblo de Dios
sino que se ha manifestado en diversas formas a través de la humanidad[3]. Por ejemplo para los
griegos los paganos eran inferiores a ellos por tanto tuvieron favoritismo por
la gente de su raza y se favoreció la esclavitud de los paganos. Dentro de los
cristianos se argumento a partir de algunos pasajes mal interpretados la
esclavitud y así poder justificar la inferioridad de la raza negra para poder
esclavizarlos (Gen 9:18-23) Entre los españoles que quisieron “convertir a los
infieles judíos” llegaron a ser perseguidos y expulsados por tener un
favoritismo por los “fieles y verdaderos cristianos”. Cuando se comenzó a
conocer el “nuevo mundo” (América) también entre algunos colonizadores se tuvo
la mentalidad de ser “superiores a estos salvajes”. En la segunda guerra mundial
es conocido para nosotros lo terrible del Holocausto judío debido a la
mentalidad de Adolf Hitler de ser una “raza superior”. El favoritismo puede
expresarse de las maneras más diversas y terribles en la humanidad. Sin
embargo, aunque a veces se acusa al cristianismo se promover algunos de estas
ideas hay que tener claro dos cosas. 1) Quienes defendieron en el pasado eso
representan el cristianismo bíblico y 2) Los mismos cristianos fueron los
pioneros en la luchas sobre este tipo de favoritismo que atacaba a los humanos.
Si pensamos en la esclavitud pensamos en William Wilberforce, si pensamos en el
racismo pensamos en Martin Luther King. En esta época de relativismo moral solo
el cristianismo tiene un fundamento firme para oponerse a todas estas prácticas.
La fe en el glorioso Señor
(Santiago 2:1)
Como
en toda la carta de Santiago el apóstol escribe con un tono pastoral para
exhortar a los hermanos (Stgo 1:2; 2:1;
14; 3:1; 5:7,10). En el capítulo 1 de carta vimos que el Apóstol Santiago toco
3 temas. El primer tema era respecto a que como los cristianos vamos a
enfrentar diversas pruebas y que en ese contexto debemos buscar la sabiduría de
Dios (Stgo 1:2-11) el segundo tema tenía que ver como los cristianos vamos a
enfrentar las tentaciones que nacen de nuestro propio corazón (Stgo 1:12-18) y
el tercer tema tiene que ver con poner en práctica la palabra de Dios en
nuestras vidas (Stgo 1:19-27) Ahora el apóstol se propone a profundizar el tema
del favoritismo. La primera afirmación es que “nuestra fe en el glorioso Señor Jesucristo debe ser sin acepción de
persona” (RV60) “La fe que tienen en
nuestro glorioso Señor Jesucristo no debe dar lugar a favoritismos” (NVI) “¿Cómo pueden afirmar que tienen fe en
nuestro Señor Jesucristo si favorecen más a algunas personas que a otras?
(NTV) La última interpretación parece bastante dinámica como para considerarla.
Hay una leve discusión sobre si la frase de “nuestra fe en el glorioso Señor
Jesucristo” es una alusión a la “Shekina” del Antiguo testamento[4]. A mí me parece bastante
probable que Santiago este haciendo algún eco al Antiguo testamento debido a
que la carta tiene el sabor judío por todos lados. Pablo usa este termino de
“El Señor de la gloria” (1 Cor 2:8) y Esteban usa el término “Dios de la
gloria” en su discurso antes de morir (Hch 7:2) esto trae a la mente la gloria
del Señor que se manifestaba en el tabernáculo morando con el pueblo en el
desierto (Exo 40:35) como también en el
templo del Señor (2 Cro 5:11-13) y que finalmente se ha revelado morando entre
nosotros en Cristo (Jn 1:14). Lo que está diciendo que ustedes que dicen tener
fe en ese glorioso Señor ¿Cómo pueden aun practicar el favoritismo entre
personas cuando el mismo se ha revelado para redimir a personas de toda tribu,
lengua y nación? ¿Qué coherencia hay entre ser cristiano y tener favoritismos
pecaminosos?
Un ejemplo de favoritismo en
la iglesia (Santiago 2:2-4)
El
apóstol Santiago pone un ejemplo práctico de cómo este favoritismo entre
cristianos pobres y ricos se puede llevar a cabo en la congregación. Pero antes
de abordar este ejemplo en particular debemos un detalle importante. En el
cristianismo siempre han convivido juntos pobres y ricos[5]. Por ejemplo sabemos que
José de Arimatea era un hombre con recursos debido a que puso a Jesús en un
sepulcro nuevo (Mt 27:57-61) sabemos que Bernabé era un hombre de recursos que
vendió uno de sus terrenos y los dio a los apóstoles (Hechos 4:36-37) sabemos
que Lidia tenia recursos pues vendía purpura (Hechos 16:14) Para el
cristianismo el problema no es las riquezas, ya que no somos marxistas, sino
que el problema es el amor pecaminoso por las riquezas (1 Tim 6:10) también
tenemos en nuestras filas personas sumamente pobres como viudas, extranjeros y
huérfanos por los cuales la iglesia debe hacerse cargo según el caso (Stgo
1:27; 1 Tim 5) Por tanto pobres como ricos siempre han sido parte de la
comunidad cristiana.
El
favoritismo que aborda el apóstol Santiago aquí es el favoritismo entre
creyentes ricos y creyentes pobres. La palabra “congregación” es literalmente
“sinagoga[6]” que era el lugar donde se
reunían los judíos. Como sabemos el contexto es muy judío así que es probable
que a la iglesia se le llame aun sinagoga (Stgo 5:14) Lo cierto es que está
hablando del lugar donde los creyentes se reunían. También ha existido una
discusión sobre si la reunión a la cual se reunían los judíos era una reunión
de tipo legal judicial o un culto, aquí vamos seguir que se trata del tiempo de
reunirse al culto del Señor.
La
ilustración se trata de dos hombres. El primero es un hombre “con anillo de oro y ropa esplendida”
(Rv60) “Anillo de oro y ropa elegante“
(NVI) “Ropa elegante y joyas costosas”
(NTV) En Roma las personas que tenían alguna posición importante o riquezas
eran quienes usaban anillos de oros o vestidos muy ostentosos. Incluso la
palabra “candidato” ilustra esto con claridad pues aquel que está postulando al
cargo político se vestía de “cándido” (blanco) para que todos supieran de su
postulación[7].
El segundo hombre es “un pobre con
vestido andrajoso” (RV60) “un pobre
desharrapado” (NVI) “una persona
pobre con ropa sucia” (NTV) como era común en el mundo antiguo un hombre
pobre solo tenía una ropa de vestir y generalmente estaba sucia, era solo de
ricos tener variedad de ropa. Entonces si ambos entraban a la congregación y se
le da un trato preferencial al rico ofreciéndole “un buen lugar” (RV60) “en
este lugar cómodo” (NVI) “o buen
asiento” (NTV) mientras que al pobre le dicen “estate tu aquí de pie o siéntate aquí bajo mi estrado” (RV60) “Quédate allí de pie” o “Siéntate allí en el suelo” (NVI) “Tu puedes quedarte de pie allá o bien
sentarte en el piso” (NTV) es obviamente un favoritismo pecaminoso. Es
probable que esta práctica viniera de algunos casos donde cuando se estaba
juzgando a dos personas (una rica y la otra pobre) se permitía que el rico se
sentará y que el pobre estuviera de pie[8]. En las sinagogas y
salones para asambleas del primer siglo tenían bancas alrededor de la pared
exterior y unas cuantas justo al frente. La mayoría de la congregación se
sentaba con piernas cruzadas en el suelo o se quedaba de pie. Había un número
limitado de buenos asientos y los fariseos eran quienes siempre las ocupaban[9]. Jesús hablo sobre esto
cuando advirtió sobre la actitud de los fariseos:
“Y les decía de su doctrina: Guardaos de
los escribas, que gustan andar con largas ropas y aman las salutaciones en las
plazas y las primeras sillas en las sinagogas y los primeros asientos en las
cenas” Marcos 18:38-39
Por
tanto el problema que Jesús y el apóstol Santiago están condenando no es
necesariamente usar buena ropa o sentarse en los primeros asientos sino que es
el tener favoritismo con las personas por razones superficiales como la
posición social, el éxito, los estudios, el reconocimiento o la fama. Por
ejemplo si conocemos a un cristiano que tiene una buena posición social o
muchos estudios no podríamos considerarlo superior a otro hermano que no
hermano pobre o que no posee estudios académicos ¿Por qué? Porque hacer eso
sería hacer una distinción pecaminosa que Dios aborrece. El apóstol Santiago
pregunta en el verso 4 ¿No hacéis
distinciones entre vosotros mismos, y venís a ser jueces con malos pensamientos?
(RV60) ¿Acaso no hacen discriminación
entre ustedes, juzgando con malas intenciones? (NVI) ¿Acaso esta discriminación no demuestra que sus juicios son guiados por
malas intenciones? (NTV) El favoritismo o la discriminación nacen de nuestros corazones pecaminosos y es de allí
de donde surgen los guerras, pleitos, celos etc (Stgo 4:1) La paradoja de
nuestra sociedad es que aunque hable mucho de “no discriminar” siempre
terminará haciéndolo porque su relativismo moral no le permite tener una fundamento
firme para sostener tal afirmación. En cambio los cristianos tenemos razones
mucho más poderosas que la declaración universal de los derechos humanos. Ellos
pueden decirnos que “los seres humanos
nacen libres, iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben
comportarse fraternalmente los unos con los otros[10]”
Pero no pueden decirnos el porqué los seres humanos son libres e iguales en
dignidad y derechos. Nosotros como cristianos podemos afirmar que es así porque
Dios ha creado al hombre a imagen y semejanza (Gen 1:26-28) esto significa que
el es un reflejo o representación de Dios en la tierra y que por tanto atentar
contra la “dignidad de las personas” es atentar contra Dios. Además todos los
cristianos somos iguales delante de Dios porque éramos pecadores que íbamos
camino a la condenación y el Señor nos libro de esa condenación. Es por eso que
Pablo dice en Gálatas 3:28
“Ya no hay judío ni griego, no hay
esclavo ni libre, no hay varón un mujer, porque todos sois uno en Cristo Jesús”
Esto
también se puede aplicar a que “no hay rico ni pobre” porque todos somos uno en
Cristo Jesús. Dios había prohibido la parcialidad en los jueces de Israel a la
hora de hacer juicios, pues eso mismo aplica para nosotros en el Israel
espiritual que es la iglesia. Nuestros juicios con los hermanos a la hora de un
caso de un pecado no deben basarse en el favoritismo de la amistad, antigüedad,
simpatía, posición social sino que solamente en la recta palabra de Dios. Cualquier
favoritismo, especialmente el por condición social es pecaminoso para Dios.
Dios y los pobres (Santiago
2:5-7)
El
apóstol Santiago con el tono pastoral que lo caracteriza hace una serie de
preguntas para hacer reflexionar a los receptores de esta carta. La primera pregunta es si acaso Dios no
había elegido a los pobres de este mundo para ser ricos en la fe (V5) Varios
comentaristas opinan que Santiago aquí está haciendo eco a las enseñanzas de
Jesús en los evangelios[11] (Mt 5:3; Luc 6:20) Pero
¿Qué está queriendo decir? Lo que está queriendo decir es que Dios siempre ha
tenido una especial preocupación por los pobres.
“Y no rebuscarás tu viña ni recogerás el
fruto caído de tu viña, para el pobre y para el extranjero lo dejarás. Yo
Jehová vuestro Dios” Levítico 19:10
“Cuando haya en medio de ti menesteroso
de alguno de tus hermanos en alguna de tus ciudades, en la tierra que Jehová tu
Dios te da, no endurecerás tu corazón, ni cerraras tu mano contra tu hermano
pobre, sino que abrirás a él tu mano liberalmente, y en efecto le prestaras lo
que necesite” Deuteronomio 15:7-8
Esto
no significa que para Dios los pobres sean la única preocupación sino que él se
preocupa por ellos no tienen nada más que a Dios y son vulnerables en la
sociedad. Por tanto Dios ha hecho que ellos sean ricos en la fe y pongan toda
su esperanza no en este mundo sino en el venidero. La segunda pregunta es si acaso no son los ricos quienes los oprimen y
lo llevan a los tribunales (V6) Las leyes romanas explícitamente favorecían
a los ricos. Por ejemplo los ricos podían iniciar demandas contra los pobres
mientras que los pobres no podían iniciar demanda contra los ricos. Los ricos
recibían castigos menos severos que los pobres quienes recibían castigos más
severos[12]. ¿Les suena conocido
esto? Los ricos que oprimen a los pobres de esta manera van a ser juzgados
duramente por el Señor (Stgo 5:1-6) Esa es la esperanza que el pobre tiene,
Dios es un juez justo que va juzgar su
causa. Por tanto los ricos eran quienes estaban oprimiendo constantemente a los
pobres. ¿Cuál era su esperanza? Dios. Y
la tercera pregunta era si acaso no eran blasfemos los ricos que llevaban a
cabo esta práctica. El rico puede profesar que Dios es su Señor pero si
oprime a su hermano por medio de prácticas pecaminosas lo único que hace en
realidad es blasfemar contra el Señor. ¡Qué terrible es pensar que le sirves a
Dios y sin embargo eres blasfemo!
Pero
muchos de nosotros podemos preguntarnos ¿Y qué tengo que ver yo con esto, acaso
oprimo a mi hermano, acaso llevo a los tribunales y les cometo injusticia? He
escuchado de casos que sí, pero suponiendo que no haya ningún caso de esto
aquí, una forma de oprimir al hermano pobre no es preocuparse por la pobreza
pues es una preocupación de Dios. La sociedad y la iglesia ha dejado de
preocuparse por ello y aunque como dijo Cristo los “pobres siempre están con nosotros” (Mt 26:11) eso no significa una
excusa para no preocuparnos por ello. Un libro salido el 2016 llamado “los
invisibles” aludía reflexionaba sobre la realidad de Chile[13]:
“El proceso de modernización llevado a
cabo en el país ha sido ambivalente. Si bien los niveles de crecimiento fueron
notables durante las últimas tres décadas, no todos se vieron beneficiados de
él. Al otro lado de la moneda nos encontramos con que, en el mejor de los
casos, el 14,4% de la población continúa en la pobreza y el 4,5%, en la
indigencia. Que 4 de cada 10 familias se encuentran en situación de
vulnerabilidad. Y que quienes más se ven afectados son las mujeres, los niños,
aquellos que pertenecen a algún pueblo originario y quienes viven en zonas
rurales: ese es el rostro de los excluidos en el Chile de hoy”
Las
categorías de rico y pobre son muy diferentes a las que fueron en Israel del
siglo I pero ciertamente muchos de nosotros no caemos en la categoría de ricos
y quizás alguno en la de “pobres”. Pero aquellos Dios les ha bendecido
materialmente deben apoyar y bendecir a los hermanos más pobres porque esa es
la preocupación de Dios también.
El cumplimiento de la ley y
la misericordia (Santiago 2:8-11)
Como
la mayoría de las personas a las cuales Santiago se dirige eran judías quiere
que hagan un breve repaso por la ley de Dios que ellos conocen. Santiago les
habla de la “ley real” (RV60) “ley suprema” (NVI) “ley suprema”. Este término
venia de los edictos imperiales que los romanos conocían como leyes reales[14]. Por tanto los cristianos
sabían bien que él se estaba refiriendo al gran mandamiento que Dios había dado
en el Antiguo testamento (Lev 19:18) y que había sido ratificado por Cristo (Mt
22:36-40) y ese mandato se resumía simplemente amando a tu prójimo como a ti
mismo. La explicación es sencilla es que
aquel que hace favoritismo contra su prójimo esta pecando porque no está amando
a su prójimo como a sí mismo. De la misma manera como tú te preocupas por tus
propias necesidades debes preocuparte por las necesidades de tu prójimo eso es
realmente amar a tu prójimo a ti mismo.
Los
judíos a los cuales se refiere Santiago creían que estaban obedeciendo la ley
de Dios por estar obedeciendo algunos mandatos de la ley. Seguramente ellos al
igual que los fariseos decían “nosotros no adulteramos” pero Jesús había dicho
que el adulterio empieza en el corazón (Mt 5:28) Otros podrían decir “nosotros
no asesinamos” sin embargo odiaban a sus hermanos en su corazón (Mt 5:22) Esta
era la tendencia típica de los fariseos que ponían énfasis en cumplir ciertos
mandatos pero descuidar otros. Mateo 23:23
“¡Ay de vosotros, escribas y fariseos,
hipócritas! Porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más
importante de la ley; la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario
hacer sin dejar de hacer aquello”
Todos
por nuestra naturaleza pecaminosa solemos darle mayor prioridad a cumplir
ciertas cosas y a descuidar otras que no nos parecen tan importantes. Por
ejemplo algunas personas pueden enfatizar mucho el tema de los ídolos, siempre
están alertas que los hermanos no sean idolatras sin embargo el puede estar
descuidando el no dar falso testimonio de su prójimo hablando mal contra él.
Otros pueden darle gran valor al día de reposo y ver con malos ojos a quienes
son descuidado en eso pero sin embargo estar cayendo en la codicia y en el
adulterio del corazón. Otros pueden poner gran énfasis en no robar en ningún
sentido sin embargo estar tomando el nombre de Dios en vano al usarlo
ligeramente. El punto de Santiago es simplemente este si alguien afirma cumplir
la ley de Dios pero falla en una de ellas entonces es culpable de todas.
¿Has
conocido a cristianos que se sientes superiores por su posición social
(teología de la prosperidad)? ¿Has conocido cristianos que se sienten
superiores por su raza? ¿Has conocido cristianos que se sientes superiores por
sus estudios? ¿Has conocido cristianos que se creen superiores a otros por ser
“hijos del rey”? ¿Has conocido cristiano que se creen superiores al otro por su
inteligencia? ¿Has conocido cristianos que se creen superiores a otros por ser
más santo? ¿Has conocido cristianos que se creen superiores por ser cristianos?
¿Cuál de ellos eres tú, donde está tu favoritismo pecaminoso?
En
los últimos dos versos Santiago nos dice que debemos hablar y actuar como
aquellos que van a ser juzgados por la ley de la libertad. En una ocasión
anterior uso esta misma idea (Stgo 1:25) y con esto se refiere a la ley de
Cristo que nos ha liberado del pecado. La ley de la libertad es el evangelio el
cual nos ha liberado del pecado y la muerte eterna que merecíamos. Por tanto
quien actúa sin misericordia con el hermano será juzgado sin misericordia por
el Señor porque Dios es un Dios de misericordia. Siempre ha sorprendido la poca
misericordia que tenemos con los hermanos y como nos apresuramos a hacer
juicios sobre ellos, pero es olvidar el evangelio. El practicar el favoritismo
y el juzgar sin misericordia es de aquellos que no han conocido la maravillosa
gracia que Dios nos da dado a terribles pecadores como nosotros.
[1] http://dle.rae.es/srv/search?m=30&w=favoritismo
[2] https://www.coalicionporelevangelio.org/articulo/salvacion-para-los-perros/
[3] https://lanaveva.wordpress.com/2009/11/08/origenes-del-racismo-y-discriminacion/
[4] William Hendriksen. Santiago.
Página 65. David P. Nystrom. Página 138.
[5]
Rodney Stark. La expansión del cristianismo. Capítulo de la Base social del
cristianismo.
[6]
David P. Nystrom. Comentario a Santiago. Página 139. Comentario Mundo hispano
de Santiago. Página 160.
[7] http://blogs.molinodeideas.com/cometario/el-origen-de-la-palabra-candidato/
[8]
Craig Keener. Comentario del contexto cultural de la Biblia. Página 688
[9] John Macarthur. Biblia Macarthur.
Pagina 1782
[10]
http://www.un.org/es/universal-declaration-human-rights/
[11] William Hendriksen. Santiago.
Página 70. David P. Nystrom. Página 141. Comentario Mundo hispano de Santiago.
[12]
Craig Keener. Comentario Cultural del Nuevo testamento. Pagina 688.
[13] http://www.ieschile.cl/wp-content/uploads/2015/10/Los-invisibles.prologo.pdf.
pagina 21
[14]
Craig Keener. Comentario Cultural del Nuevo testamento. Pagina 689.