Dentro
del pueblo de Dios siempre han existido personas que el Señor ha prosperado
para sus propósitos. Por ejemplo Abraham (Gen 13:2; 24:35) Job (Job 1:3-4) y
Salomón (1 Rey 10:23) fueron personas con muchas riquezas materiales para su
época. Por tanto según las Escrituras las riquezas no son algo malo en sí
mismo, pero si tenemos en las Escrituras muchas advertencias contra el engaño que
pueden producir las riquezas y como ello nos lleva a la arrogancia u orgullo Deuteronomio 8:11-14
“Cuídate de no olvidarte de Jehová tu
Dios, para cumplir sus mandamientos, sus decretos y estatutos que yo te mando
hoy; no suceda que cuando comas, y te sacies, y edifiques buenas casas en que
habites y tus vacas y tus ovejas aumenten, y la plata y el oro se multipliquen,
y todo lo que tuvieres aumente; y se enorgullezca tu corazón, y te olvides de
Jehová tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto, de casa de servidumbre;”
“Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda
avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes
que posee” Lucas 12:15
“Fíate de Jehová con todo tu corazón y
no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos y el
enderezada tus veredas. No seas sabio en tu propia opinión; Teme a Jehová y
apártate del mal” Proverbios 3:5-7
Es
muy común de la naturaleza humana que cuando alguien posee riquezas sea
orgulloso o confié mucho en su propia capacidad de hacer riquezas. Y aunque
muchos de nosotros no podamos que ver que Chile es un buen lugar estable,
seguro y bueno para hacer negocios es la realidad que todos los indicadores
siguen mostrando[1].
Sin embargo la actitud chilena es de “orgullo” “arrogancia” y “confianza en sí
mismo”. Aun recuerdo en unas de esas conversaciones en la cuales predico el
evangelio hablar con personas extranjeras que al poco tiempo de estar en
nuestro país darse cuenta que la actitud “orgullosa” y “arrogante” es común en
Chile. ¿No será acaso que estamos cegados con la estabilidad económica de
nuestro país? ¿No será acaso que estamos cegados ante la prosperidad económica
de nuestro país?
Los que planifican sin Dios
Santiago 4:13-17
El
Apóstol Santiago se dirige ahora a otro grupo de personas que tienen en mente
hacer negocios. La frase de reina Valera ¡Vamos
ahora! Es mejor entenderla como las otras versiones traducen como ¡Ahora escuchen! (NVI) Presten atención
(NTV) ya que era la forma común que proceder cuando se iba a comenzar a
argumentar.[2]
Este era un grupo de hermanos emprendedores que pensaban ganar a través de sus
negocios, ellos decían “estaremos un año allá” “traficaremos” y “ganaremos”. En
el mundo antiguo los principales mercados para los productos eran las ciudades
y los pueblos, por tanto el proyectar compromisos (“iré tal día”) para asegurar
ganancias era común.
En
las Escrituras no hay ningún problema con hacer negocios ya que desde el
principio de la creación el Señor no llamo a administrar la creación (“sojuzgad y señoread” Gen 1:27-28) Es Dios
quien da el talento y las habilidades para realizar cualquier oficio (Exo
35:35) e incluso es Dios quien nos llama a negociar
“Y llamando a los diez siervos suyos,
les dio diez minas, y les dijo: Negociad entre tanto vengo” (Luc 19:10)
Debemos
usar todo lo que Dios nos ha dado para su gloria, pues Dios no se agrada de los
perezosos (Prov 10:4) ni de los que hacer negocios engañando a los demás (Prov
11:4) Pero un pecado peor que este es aquellos que hacen planean negocios sin
considerar a Dios dentro de sus planes. La actitud de estos creyentes era
realizar estos negocios sin ninguna referencia a Dios en el camino, era lo que
se conoce como “creyentes intelectuales” o “ateos prácticos”. Ellos tenían el
plan listo, tenían el presupuesto, habían averiguado sobre el mercado y cuáles
eran sus factores de riesgo pero en ninguna parte de su plan maestro de negocio
estaba el Señor.
Por
tanto el Apóstol Santiago nos da dos
razones del porque es insensato hacer planes sin considerar a Dios. En primer lugar es insensato porque
ninguno de nosotros sabe que va a suceder el día de mañana. Santiago esta
parafraseando Proverbios 27:1 que dice:
“No te jactes del día de mañana; porque
no sabes que dará de sí el día”
Está
en una realidad que solemos olvidar con mucha facilidad debido a lo cotidiano
de la vida, pero la verdad es que solo Dios conoce el día de mañana porque solo
él conoce el futuro (Isa 46:9-10) La actitud necia de hacer planes sin
considerar al Señor es actuar como el rico insensato el cual creía que podía
seguir multiplicando sus riquezas cuando en verdad ha había llegado su hora de
morir
“También les refirió una parábola
diciendo: la heredad de un hombre rico había producido mucho. Y él pensaba
dentro de sí diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo donde guardar mis frutos? Y
dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí
guardaré todos mis frutos y bienes; y diré a mi alma: alma muchos bienes tienes
guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate. Pero Dios le
dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de
quién será? Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios
(Luc 12:16-21)
En segundo lugar es
insensato hacer planes sin el Señor porque nuestra vida es pasajera. Esto se
refiere al humo o aliento humano que aparece por un momento en el aire frío. O
también podemos compararlo al humo que sale de nuestra taza de té o café,
simplemente aparece en un momento y luego se va. Todo en esta vida es
transitorio, solamente la palabra de Dios va a permanecer. Entonces ¿Es sabio
dedicarse exclusivamente a las cosas que perecen?
“Secase la hierba, marchitase la flor;
mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre” Isaías 40:8
Entonces
Santiago les dice que en vez de hacer planes sin el Señor lo que deben es poner
sus planes bajo la autoridad de Cristo. Esto no es simplemente expresar en
palabras “Si Dios quiere” (Hechos 18:21; 21:14) Sino que es asumir que si hay
algo que planeo hacer pero no sale como yo he planeado o querido simplemente ha
sido parte del plan soberano y providencial de Dios. Es estar dispuesto a decir
en todo momento y circunstancia ¡Señor hágase tu voluntad! De lo contrario lo
único que van sembrar es pecado de jactancia y arrogancia. Aquellos que tienen
negocios y presumen de que les va bien simplemente pecan no reconociendo ese
éxito a partir del Señor.
Ahora
preguntémonos hermanos ¿Cuáles son tus planes, proyectos, negocios de sus
próximos años? ¿Qué es lo que buscas o anhelas por medio de esos planes? ¿Cuál
es el fin o el propósito de esos proyectos? Si las respuestas son “ganar
dinero” “obtener éxito” “ser feliz” “ser prospero” “encontrar satisfacción”
“ser alguien” “ser reconocido” entonces tu motivación es pecaminosa. Porque ¿Es
sabio preocuparse exclusivamente por las cosas que perecen? ¿Por qué es sabio
enfocarse en las cosas materiales y nada más que eso? ¿Es sabio jactarse de
cosas en las cuales no tenemos control? El primer y esencial propósito de todo
proyecto, plan o negocio debe ser glorificar a Dios, pero ¿cómo hacemos eso?
Hay tres formas básicas y prácticas para
hacerlo[3].
La primera manera es usar los dones que
Dios te dio para servir a otros. Por ejemplo un bautista
llamado Truett Cathy fue el fundador de la cadena de comidas llamada “Chick
Fil-A” especializada en pollo y se debido a eso se hizo millonario, pero una de
las cosas que hacia (aparte de dar a la iglesia) era muchas becas y programas
para ayudar a los jóvenes que no tuvieran dinero para estudiar. ¿No es acaso
una forma de amar al prójimo? Probablemente no todos vamos a ser millonarios
como este hermano, pero ¿No creen que habrá formas efectivas de usas los dones
que Dios nos ha dado para servir al prójimo?
La segunda manera es expandir el evangelio
por medio de tus negocios. Había un cristiano (que no recuerdo su
nombre) el cual era un gran negociante y siempre que escuchaba a las personas
hablar de que había que expandir el evangelio él pensaba que tenía que hacerse
pastor así que se fue al seminario para hacerse pastor y “servir a Dios”. Pero
estando allí se dio cuenta que el servir a Dios era mucho más amplio que solo
ser pastor. Así que aprovecho su habilidad de hacer negocios para entrar a
países donde el cristianismo no podía entrar es desde su propio negocio poder
usarlo para regalar biblias y predicar de forma cotidiana. ¿No es acaso eso
predicar el evangelio?
La tercera manera dar a la iglesia. Por
ejemplo el famoso bautista John Rockefeller se destaco por ser uno de los
empresarios e inversionista industrial más poderosos del mundo con su industria
petrolera. El fue un devoto cristiano que aplico la frase de Wesley en todos
sus negocios “Gana todo lo que puedas, ahorra todo lo que puedas y da todo lo
que puedas”. El siempre dio a su iglesia a un sin número de proyectos de
iglesias en el mundo.
La opresión de los ricos
Santiago 5:1-6
El
apóstol Santiago ahora vuelve al tema de las riquezas pero con un tono mucho
más duro contra aquellos que explotan a sus hermanos. Este es un tono que trae
a la memoria los profetas del Antiguo testamento los cuales declaraban juicio
contra aquellos que explotaban al pobre, a la viuda y al extranjero (Dt
10:17-18; 26:12-13; Zac 7:10; ) Santiago había hablado de los creyentes ricos
de la iglesia los cuales debían “gloriarse en su humillación” (Stgo 1:9-10) no
ser partícipe del pecado de favoritismo (Stgo 2:2-6) y ayudar a sus hermanos en
necesidades (Stgo 2:14-15) La exhortación comienza de la misma forma que en
Santiago 4:13 ¡Vamos ahora! (RV60) Ahora
escuchen (NVI) Presten atención (NTV) y luego continua de forma muy dura
para los ricos “Llorad y aullad por las
miserias que os vendrán” (RV60) ¡Lloren a gritos por las calamidades que se les
vienen encima! (NVI) “Lloren y giman con angustia por todas las calamidades que
les esperan” (NTV) Pero ¿Por qué es tan duro? ¿Por qué el juicio es tan
severo contra los ricos?
La
respuesta la encontramos en los versículos 3 al 5. Estos ricos habían obtenido
parte de su riqueza debido a que habían oprimido y defraudado al jornal que
trabajaba para ellos y lo único que le quedaba hacer a este hombre pobre era
clamar a Dios. Esto estaba advertido y condenado en el Antiguo testamento
“No oprimirás a tu prójimo, ni le
robaras. No retendrás el salario del jornalero en tu casa hasta mañana”
Levítico 19:13
“No oprimirás al jornalero pobre y
menesteroso, ya sea de tus hermanos o de los extranjeros que habitan en tu
tierra dentro de tus ciudades. En su día le darás su jornal, y no se podrá el
sol sin dárselo; pues es pobre, y con el sustenta su vida; para que no clamen
contra ti a Jehová, y sea en ti pecado” Deuteronomio 24:14-15
Pero
además de explotar a los hermanos pobres jornales que trabajaban para ellos,
los ricos disfrutaban de los “deleites
sobre la tierra” (RV60) “Una vida de lujo y placer desenfrenado” (NVI) “Con
lujos, satisfaciendo todos y cada uno de sus deseos” (NTV) La idea de
“deleites o lujos” aquí es la idea una vida extravagante que conducen al vicio
pecaminoso de la carne. Esto quiere decir que con el dinero que ellos tenían
que haberle pagado a los jornaleros lo hicieron para sus propios deleites
pecaminosos. Estos ricos se han enriquecido tanto en base a la sangre de los
pobres jornales que han sido explotados que están listos para como animal
engordado ser llevado a la “matanza” al juicio de Dios. El verso final (6) es
simplemente la conclusión a todo el mal que el rico había hecho.
“Habéis condenado y dado muerte al
justo, y el no os hace resistencia” (RV60)
“Han condenado y matado al justo sin que
él le ofreciera resistencia” (NVI)
“Han condenado y matado a personas
inocentes que no ponían resistencia” (NTV)
En
estos tiempos puede ser terrible para nosotros que no nos paguen por nuestro
trabajo, pero en el mundo entero si no te pagaban ¡podías morir literalmente de
hambre! ¡De ello dependía su vida! Por tanto ellos clamaban a Dios contra los
ricos explotadores y Dios decía que los iba juzgar por ello. Los ricos explotadores estaban matando
literalmente a los jornales que trabajan para ellos ¡Era un terrible pecado!. Por
tanto el juicio de Dios llegaría sobre ellos y Santiago escribe de forma
profetice y escatológica en cómo serán destruidos por Dios.
Ahora
volvemos a retomar el verso 1 donde decía que ellos debían llorar y gemir por
el juicio que Dios haría sobre ellos debido al terrible pecado que estaban
llevando a cabo contra sus hermanos. Las formas de mostrar la riqueza en el
mundo antiguo eran por medio de la ropa ostentosa o anillos de oro o plata. Por
eso Pablo escribió a las mujeres en 1 Timoteo 2:9
“No con peinado ostentoso, oro, ni
perlas, ni vestidos costosos”
Por
tanto Santiago recrimina sobre los ricos su acumulación pecaminosa de la
riqueza. Ellos habían acumulado riquezas que ahora se estaban pudriendo, la
referencia es probable que se refiera víveres o comida que ellos tenían
guardado. Ellos habían acumulado la ropa que ahora se la estaban comiendo las
polillas, por otro lado los pobres no tenían esa preocupación porque ellos solo
tenían una prenda. Ellos habían acumulado oro y plata que ahora se estaba
oxidando. Por supuesto el oro y la plata no se oxidan fácilmente, pero pueden
llegar a oxidarse. Por tanto lo pecaminoso de los ricos era ¿Para que habían
acumulado tantos bienes si al final todo eso va a ser pasajero? Santiago nos
dice que en el día del juicio sus riquezas van a “testificar contra ellos”. En
el día del gran juicio cuando el Señor venga y alguno de estos ricos diga no
ser culpable contra nada todas sus riquezas serán expuestas ante sus ojos y
mostraran el profundo egoísmo pecaminoso que había en sus corazones contra sus
hermanos. Esto quiere decir que estos
ricos están viviendo como si Jesús nunca fuera a regresar, tiene todos sus ojos
puestos solo en este mundo.
Es
probable que ninguno de nosotros crea que es un hombre rico que está explotando
al otro debido a su riqueza. Pero nunca hay que olvidar que los conceptos ricos
y pobres varían de acuerdo a la situación cultural de cada época. Por ejemplo,
como dijimos al principio, Chile sigue siendo un lugar estable y seguro donde
se pueden hacer negocios y obtener riquezas. Además si comparamos nuestra época
con otras épocas pasadas sin duda somos ricos, si comparamos nuestro país con
otros países sin duda somos ricos. La riqueza pueden ser ahorros, bienes
raíces, buen sueldo, por tanto la pregunta es ¿Qué estamos haciendo con nuestras
riquezas? Pero aparte de todo esto podemos ver dos principios importantes que
podemos extraer de aquí.
En primer lugar
el peligro de la riqueza. Pablo escribió a Timoteo 6:9-10
“Porque los que quieren enriquecerse
caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a
los hombres en destrucción y perdición; porque raíz de todos los males es el
amor al dinero, la cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron
traspasados de muchos dolores”
La
riqueza no es mala en sí misma, pero un deseo insistente por solamente
enriquecerte por poder, éxito, fama, o bienes materiales puede llevar a
desviarse de la voluntad de Dios.
En segundo lugar la acumulación
pecaminosa. La cultura en la cual vivimos vive bajo de
“los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida” (1
Juan 2:16) y eso se refleja en su deseo constante de consumir sin sentido. Buscan
tener mejor profesión para tener mejor estatus social, buscan tener más dinero
para satisfacer sus deseos pecaminosos. Esto se refleja en como compran,
teléfono tras teléfono, computador tras computador, ropa tras ropa ¡El fin es
solo tener lo mejor! Esta es una acumulación motivada en el pecado, por tanto
si miramos alrededor nuestro y tenemos acumulada muchas cosas que no usamos ¿No
somos acaso culpables de acumulación pecaminosa? Esto no significa que no
podamos comprarnos cosas, sino que es que compremos cosas que no son necesarias
en realidad. ¿Estás seguro que en lo que buscas esta como esencia Cristo? ¿Buscas
la voluntad de Dios como el tesoro más grande? ¿Es Cristo tu mayor tesoro y
anhelo?
Jesús siendo rico se hizo
pobre
En
algún momento de nuestra vida todos hemos anhelado cosas o hechos planes en
donde Dios no aparece por ningún lado. Simplemente creemos que nosotros podemos
controlar nuestras vidas. En otros momentos nosotros hemos tenido recursos y en
vez de ayudar a los hermanos en necesidad hemos cerrado nuestro corazón y mano
para ayudarles. Eso es porque nuestro corazón es pecaminoso y piensa que le
pertenecen las cosas que tenemos, pero Cristo siendo Dios encarnado y teniendo
todas las riquezas celestiales y eternas vino a este mundo. 2 Corintios 8:9
“Porque ya
conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo
pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos”
[1] https://www.biobiochile.cl/noticias/nacional/chile/2017/10/20/chile-el-mejor-pais-de-latinoamerica-para-vivir-y-hacer-negocios-pero-no-para-vacacionar.shtml
[2]
Craig Keener. Comentario Cultural del Nuevo testamento. Página 694.
[3]
Los ejemplos son sacados de esta página. http://www.mannaexpressonline.com/10-famous-inspiring-christian-business-owners/
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