Durante
todas estas semanas hemos estado estudiando juntos la carta de Santiago en una
serie llamada “cristianismo practico”. Esto es porque esta carta es muy
practica en muchos asuntos del cristianismo y la principal razón es debido a
que fue escrita para los judíos quienes enfatizaban el aspecto práctico de la
fe. Si hacemos una mirada general de la carta podremos recordar los elementos
prácticos que esta carta contiene como por ejemplo como la fe cristiana es
puesta prueba (Stgo 1:1-11) como la fe cristiana se enfrente a las tentaciones
(Stgo 1:12-18) como la fe cristiana se opone al favoritismo (Stgo 2:1-18)
cuales son las señales de la verdadera fe o una “fe viva” (Stgo 2:14-26) como
nuestra lengua puede ser usada para destruir o edificar entre los hermanos
(Stgo 3:1-12) cual es la verdadera sabiduría que Dios da (Stgo 3:13-18) cual es
el origen de los conflictos comunitarios en una iglesia (Stgo 4:1-12) como se
manifiesta nuestra confianza en Dios (Stgo 4:13-5:6) como debemos manifestar
nuestra paciencia (Stgo 5:7-11)
La
carta de Santiago nos ayuda a ver que no es suficiente afirmar intelectualmente
las doctrinas del cristianismo sino que debemos experimentarlas en nuestra vida
diaria. Además algo muy importante que debemos tener en mente es que el
cristianismo practico está basado profundamente arraigado en las enseñanzas
doctrinales de las Escrituras como que Dios es bueno (Stgo 1:17) todo somos
iguales espiritualmente delante del Señor (Stgo 2:1) el no hacer daño al
prójimo (Stgo 3:1) apartarnos de la practicas mundanas (Stgo 4:4) Por tanto no
debemos confundir el cristianismo practico con el pragmatismo que muchas
iglesias practican en donde todo lo que “funciona es válido” y es visto como
correcto[1]. Las doctrinas bíblicas y
la práctica de estas doctrinas deben ir siempre unidas, pues lo que Dios junto no lo separe el hombre” (Mt
19:6) Por tanto para terminar el apóstol esta carta nos da algunos “consejos
prácticos” respecto a los juramentos (Stgo 5:12) a las oraciones (Stgo 5:13-18)
y a la restauración de algún hermano que desvía del camino cristiano (Stgo
5:19-20)
Los juramentos (Stgo 5:12)
Como
hemos visto la semana pasada, el apóstol Santiago está hablando de la paciencia
(Stgo 5:12) y derrepente comienza a hablar de los juramentos. Esto ha traído
problemas para saber cómo delimitar el texto ya que algunos comentaristas lo
ponen como parte del anterior tema[2] y otros lo ponen como un
nuevo tema[3]. Yo he seguido a los
comentaristas que optan por pensar que aunque se mantiene en la idea de la
paciencia es un nuevo tema que aborda. Lo que quiere decir es que la paciencia
requiere también un uso adecuado de nuestras palabras. El apóstol Santiago ya
había abordado el tema del uso adecuado de las palabras en versos anteriores
(Stgo 1:26; 2:12; 3:2-11; 4:11) pero ahora parece poner un énfasis especial en
el uso de juramentos ya que nos dice “Por
sobre todo” (RV60) “Sobre todo” (NVI) “Pero sobre todo” (NTV). La mayoría
cree que Santiago esta citando las palabras de Jesús en donde enseño sobre el
juramento (Mt 5:33-37)
“Además habéis oído que fue dicho a los
antiguos: No perjurarás, sino cumplirás al Señor tus juramentos. Pero yo os
digo: No juréis en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios;
ni por la tierra porque es el estrado de sus pies, ni por Jerusalén, porque es
la ciudad del gran Rey. Ni por tu cabeza jurarás, porque no puedes hacer blanco
o negro un solo cabello. Pero sea vuestro hablar: Sí, sí, no, no; porque lo que
es más de esto, del mal procede”
Pero
¿Qué significa este pasaje? Algunos grupos Anabaptistas interpretaron este
pasaje como la prohibición absoluta de
todo juramento[4] y de allí varios grupos
siguieron esa interpretación[5] pero esto no es lo que el
pasaje significa. Si recordamos el contexto del sermón del monte donde Cristo
dio estas enseñanzas, el no estaba anulando ninguno de esos mandatos como la
ira y el adulterio sino que está dando el verdadero sentido del corazón. En
este caso los religiosos de la época habían tomado el juramento de una forma
tan superficial que ya había perdido todo su sentido. Las personas juraban por
toda clase de cosas aparte de Dios a fin de garantizar que su palabra sea
veraz. Razonaban que si quebrantaban su juramento sobre la base de cualquiera
de estas cosas menores, al menos no estaban denigrando el nombre de Dios. Con
el tiempo los rabinos tuvieron que decidir cuales juramentos eran absolutamente
inquebrantables y cuales si lo eran. Por tanto Jesús tiene que enseñar que no
se debe jurar de forma superficial por nada, sino que debe cumplir la palabra
que uno da.[6] Por supuesto esta advertencia no es nueva
sino que viene desde el Antiguo testamento (Dt 23:23)
“Pero lo que hubiese salido de tus
labios, lo guardarás y lo cumplirás, conforme lo prometiste a Jehová tu Dios,
pagando la ofrenda voluntaria que prometiste con tu boca”
Sin
embargo esta advertencia no invalidaba el jurar (Lv 19:12; 10:20) en ocasiones
por cosas importantes (Éxodo 22:10-11; 2 Rey 19:23) Tanto el Antiguo como el
Nuevo testamento tenemos este ejemplo (Hebreos 6:13-14; Rom 1:9)
“A Jehová tu Dios temerás, y a él solo
servirás, y por su nombre juraras” Dt 6:13.
“Mas Jesús callaba. Entonces el sumo
sacerdote le dijo: Te conjuro por el Dios viviente, que nos digas si eres tu el
Cristo, el hijo de Dios. Jesús le dijo: Tu lo has dicho. Además os digo, que
desde ahora veréis al Hijo del hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y
viniendo en las nubes del cielo” Mateo 26: 63-64
“Mas yo invoco a Dios por testigo sobre
mi alma, que por ser indulgente con vosotros no he pasado todavía a Corinto. 1
Corintios 1:23
El
juramento es la afirmación o negación de algo poniendo por testigo a Dios o en
sí mismo o en sus criaturas.[7] Por tanto hay contextos es
necesario jurar como en las fuerzas armadas, el ser llamado a declarar a un
juicio, el matrimonio (votos) o el adherir a una confesión (entre los
presbíteros) o al unirse de una iglesia. Pero el punto de esta enseñanza de
Jesús repetida por Santiago es que el juramento solo debe usarse en ocasiones
extraordinarias y que en lo cotidiano de nuestras vidas nuestra palabra debe
ser suficiente para cumplir lo que hemos prometido.
Es
sabido que en nuestra cultura actual la palabra no vale nada es por eso que
existen tanto papeles que aseguren que lo que afirmamos se va cumplir. Especialmente
en Chile (y quizás Latinoamérica) las personas toman muy ligeramente lo que
afirman y luego no lo cumplen. Esto es exactamente lo que el Apóstol Santiago y
también Jesús nos ponen aquí como pecado. El comprometerse a hacer algo y no
realizarlo es mentir. No estamos hablando de quien se propone hacer algo y
después por problemas de cualquier índole no lo puede realizar, sino de aquel
que tiene como costumbre afirmar cosas y no llevarlas a cabo. ¿Afirmas vas
hacer cosas y no las haces? Esto es algo tan normalizado en nuestra cultura que
incluso desde niños se practica y por tanto no nos damos cuenta que mentimos.
Por ejemplo cuando niño alguien venia a buscarme a mi casa (o a buscar a
alguien de mi familia) y simplemente no queríamos salir le decíamos “dile que
no estoy” y mentíamos sin problemas. He conocido un sin número de creyentes que
sin ser conscientes del peso de sus palabras llevan a cabo prácticas similares.
Por ejemplo he estado presente cuando creyentes sin ningún grado vergüenza
afirman por teléfono estar en otro lugar de donde están. Otros tienen la
pecaminosa practica de afirmar que llegan en 5 minutos o decir que vienen en
camino cuando ni empiezan su recorrido ¿no es acaso eso mentir? Hay personas
que dicen que esto es exagerado pero ¿Qué dicen las Escrituras sobre los
mentirosos? Apocalipsis 21:8
“Pero los cobardes e incrédulos, los
abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idolatras y todos
los MENTIROSOS tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es
la muerte segunda”
Cuando
nuestro sí no es sí en realidad y afirmamos cosas de forma ligera sin considerar
lo que las Escrituras nos dicen estamos pecando delante del Señor. ¿Estamos
considerando la importancia de esto en nuestras vidas? ¿Reconocemos que hemos
ofendido al Señor de esta manera?
Las oración y las diversas circunstancias
(Stgo 5:13-15)
Después
que el apóstol habla del uso adecuado de las palabras ahora pasa a hablar de la
oración y las diversas circunstancias que como cristianos enfrentamos: la
aflicción, la alegría y la enfermedad. “Esta
afligido alguno entre ustedes? Que ore. ¿Está alguno de buen ánimo? Que cante
alabanzas ¿Está enfermo alguno de ustedes? Haga llamar a los ancianos de la
iglesia para que oren por él y lo unjan con aceite en el nombre del Señor”
(NVI) “Alguno de ustedes está pasando por dificultades? Que ore. ¿Alguno está
feliz? Que cante alabanzas. ¿Alguno está enfermo? Que llame a los ancianos de
la iglesia, para que vengan y oren por él y lo unjan con aceite en el nombre
del Señor (NTV)
La primera circunstancia es la aflicción. El
termino griego de aflicción significa “sufrir infortunio[8]” esto quiere decir
experimentar alguna desgracia que produzca dolor en mi. En las Escrituras
tenemos varios ejemplos de esta aflicción en donde quien sufre expresa su
dolor. Salmos 13:1-2; Salmos 22:1-2
“¿Hasta cuándo, Jehová? ¿Me olvidarás
para siempre? ¿Hasta cuándo esconderás tu rostro de mí? ¿Hasta cuándo pondré
consejos en mi alma con tristezas en mi corazón cada día?
“Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? ¿Por qué estas tan lejos
de mi salvación, y de las palabras de mi clamor? Dios mío, clamo de día y no
respondes; Y de noche y no hay para mi reposo”
En
estos salmos se puede escuchar la angustia y el dolor que el salmista está
experimentando, pero si observamos con cuidado estos salmos nos daremos cuenta
de dos cosas. 1) Que el salmista a pesar del dolor esta ORANDO a Dios. 2) Que
aunque los salmos expresan un dolor profundo terminan alabando al Señor (Sal
13:6; 22:30-31) Esto quiere decir que aunque podemos ir delante del Señor
llorando y sufriendo por lo que experimentamos (incluso diciéndole lo que
sentimos) la aflicción debe llevarnos ante al Señor en oración.
La segunda circunstancia es la alegría. El
termino griego sobre “alegría” (RV60) “buen ánimo” (NVI) “feliz” (NTV) trasmite
algo mucho más profunda que una alegría superficial, alude a una felicidad
profundamente arraigada, un contentamiento de corazón. El apóstol se está
refiriendo al creyente que a través de la oración puede estar alegre a pesar
que las circunstancias que enfrenta no son fáciles.[9] Esto tiene paralelo con lo
que Jesucristo dijo que nuestra tristeza se convertirá en gozo” (Jn 16:16-24) o
como el mismo Apóstol nos dijo al principio de esta carta. Santiago 1:2
“Hermanos tened sumo gozo cuando os
halléis en diversas pruebas”
El vocablo
traducido “cante alabanzas” significa originalmente “tocar el arpa” y se emplea
con frecuencia en los Salmos (Sal 33: 2; 98: 4-5; 149:3) Por tanto nos está
diciendo que quien esté realmente alegre en el Señor “tome su arpa y adórelo”
(O tome su guitarra en la actualidad)
La tercera circunstancia es la
enfermedad. El término griego para “enfermedad” tiene una
diversidad de significados pero todos se relacionan con la debilidad de
cualquier tipo. Algunos comentaristas debido a la distorsión que se ha hecho de
este pasaje como la idea del sacramento católica romana de la “extremaunción”
limitan el significado del pasaje a solo una enfermedad física, pero por el
contexto podemos saber deducir que se refiere a algo más que una enfermedad
física[10] (“Y si hubiere cometido
pecados, le serán perdonados”). El apóstol nos dice que si alguien está enfermo
se debe llamar a los ancianos de la iglesia para oren y lo unjan con aceite en
el nombre del Señor. Los ancianos son
los guías espirituales de la iglesia a los cuales se les llama a través de las
Escrituras de diversas maneras como pastores, presbíteros, obispos (Hechos 20:
17; 1 Tim 3:1; 4:4) ¿Esto significa que ante toda enfermedad deben ir los
ancianos? No, sino que ante una enfermedad grave los ancianos deben ir a orar
por el enfermo. Lo primero que deben hacer los ancianos es orar por el
enfermo. Orar para que una persona se
sane es algo conocido entre los judíos (Sal 35:14; 41:4) en segundo lugar ellos
deben ungirlo con aceite. Hay varias cosas que debemos observar con cuidado
para entender este pasaje. En primer lugar el énfasis está en la oración y no
en el aceite. En segundo lugar el aceite tenía un uso medicinal conocido en la
época (Mt 6:13; Lc 10:34) En tercer lugar el aceite es usado de forma literal y
simbólico en las Escrituras (1 Sam 16:13; 1 Juan 2:20) En cuarto lugar hubo
muchas oraciones en donde las personas se sanaron sin usar aceite (Hechos 3:6;
5:15-16; 9:34; 14:8-10) ¿Cómo debemos entenderlo entonces? Los hermanos
cesacionistas argumentan que este símbolo no debe usarse porque era parte de
las prácticas apostólicas del primer siglo que no siguen vigente para nosotros.
A mí me parece una explicación arbitraria e insuficiente a partir del texto por
tanto lo que yo creo que es no debemos pensar que el “aceite” tiene un poder
especial cuando se ungir al enfermo pero podemos usarlo simbólicamente si
queremos porque así parecen haberlo usado en este texto.
Finalmente
si observamos el verso 15 nos dice lo que produce la oración “La oración de fe salvará al enfermo” (RV60)
“La oración de fe sanará al enfermo” (NVI) “Sanará al enfermo” (NTV). La
diferentes interpretaciones sobre “salvar” o “sanar” al enfermo se deben a que
la palabra en griego puede incluir ambas cosas. La oración puede salvar (del
pecado) y sanar (de su enfermedad física) al enfermo. Esto quiere decir que una
enfermedad puede tener razones físicas como razones espirituales, pero debemos
ser cuidadosos en especular al respecto de eso. Por tanto cuando alguien está
enfermo gravemente es una oportunidad reflexionar sobre su vida espiritual y
confesar sus pecados con la guía de los ancianos.
Estos
versos nos muestran que como cristianos vamos a enfrentar diversas
circunstancias como la aflicción, la alegría y la enfermedad pero todas estas
circunstancias deben llevarnos al Señor. Recuerdo que cuando tuve stress hace
un poco tiempo atrás me llevo a reflexionar sobre muchas cosas en mi vida
espiritual, comencé preguntándome porque me sucedía esto y termine adorando al Señor por lo que él es.
O sea como el texto nos muestra pase de la aflicción a la alegría. Pero además
de esto ninguna de estas circunstancias se deben enfrentar solos, me da mucha
tristeza cuando escucho de hermanos que se sienten solos debido a que su
iglesia no los apoya ¡Dios nos libre de eso! ¿Pueden ver el apoyo de los
ancianos en el momento de la enfermedad? ¡Ellos van a ver un enfermo grave para
orar por el! Que maravillosa vida en comunidad es a la que somos llamados.
La confesión comunitaria y
el poder de la oración (Stgo 5:16-17)
El
apóstol Santiago toma el ejemplo del hermano enfermo que ha sido sanado de su
enfermedad física y espiritual por medio de la oración para introducirnos en la
práctica de la confesión comunitaria de pecados. Debido a que los protestantes
rechazamos la confesión auricular de los católicos romanos nos parece bastante
extraña la práctica de la confesión de pecados entre hermanos pero esto lo
vemos en este pasaje. “vuestras ofensas”
(RV60) “sus pecados” (NVI) “Los pecados” (NVI) Este es un llamado a
compartir nuestras tendencias, tentaciones
y luchas espirituales como hermanos. Por supuesto esto no significa que
nos parecemos al frente de todo a compartir nuestros pecados, pero si significa
que cuando una estrecha relación con algún hermano una parte de su relación es
compartir sus pecados. El término griego de “sereis sanados” (RV60) “para que
sean sanados” (NVI) “Para que sean sanados” (NTV) acentúa el sentido de la
curación del alma de una comunidad enferma espiritualmente[11]. Por tanto la confesión
comunitaria es un ejercicio espiritual que Dios usa para traer sanidad
espiritual en nuestras luchas espirituales.
Por
ejemplo una de las más comunes tentaciones que tenemos los hombres es la ira (o
enojo continuo) que se manifiesta en frustración, estrés, mal humor, etc., y el deseo sexual desenfrenado que se
manifiesta en pensamientos sexuales, masturbación, pornografía, fornicación, y
una de las formas de combatir esto no es solo orar solo al Señor y luchar
contra tu carne en el evangelio, sino que es además es tener un hermano con el
cual podemos compartir tus luchas y que te pueda acompañar y ayudar en la
oración.
Por
otro lado uno de las tentaciones más comunes que tienen las mujeres es el no
sentirse amadas por su familia y por tanto buscar en ídolos falsos el amor. Por
tanto para poder enfrentar estos temas es importante tener hermanas con las
cuales confesar sus pecados y sus luchas espirituales. Dietrich Bonhoeffer en
su libro vida en comunidad escribió lo siguiente[12]:
¿A quién debemos confesarnos? De acuerdo
con la promesa de Jesús, todo cristiano puede convertirse en confesor de sus
hermanos. Pero, ¿nos comprenderá? Puede ser que el hermano que escucha nuestra
confesión posea una vida cristiana muy superior a la nuestra. ¿No le
incapacitaría precisamente mi pecado personal para comprenderme, y le apartaría
de mí? Para el creyente que vive bajo la cruz de Jesús y que ha reconocido en
ella el abismo de impiedad del corazón humano y del propio corazón, ningún
pecado puede serIe ya extraño; quien se haya horrorizado una sola vez del
propio pecado que crucificó a Jesús, ya no puede espantarse ante los pecados de
los otros por muy graves que sean. Por medio de la cruz de Jesús ha llegado a
conocer el corazón humano. Conoce la inmensidad de su perdición, envenenada por
el vicio y la debilidad, y su extravío por caminos malditos, pero sabe también
el precio de la gracia y la misericordia que le ha devuelto a Dios, y también
que sólo el creyente que permanece bajo la cruz puede recibir mi confesión.
El
verso nos dice que “La oración eficaz del
justo puede mucho” (RV60) “La oración del justo es poderosa y eficaz” (NVI) “La
oración ferviente de una persona justa tiene mucho poder y da resultados
maravillosos” (NTV) Esto quiere decirnos que las oraciones son muy
poderosas y efectivas. Pero algunos de nosotros podría pensar “pero yo soy
pecador” ¿Cómo Dios va escuchar mis oraciones? Pues para ilustrar esto el
apóstol Santiago usa el ejemplo de un hombre “sujeto a pasiones semejantes a las nuestras” (RV60) “debilidades como las nuestras” (NVI) “tan humano como
cualquiera de nosotros” (NTV) Su nombre es Elías. Para los recordamos la
historia de Elías el aparece en el reinado de Acab (1 Rey 17) y es usado por
Dios para varias cosas como confortar al rey y a los profetas de Baal (1 Rey
18) pero en ocasiones también teme por su vida (1 Rey 19) Pero este hombre que
fue usado por Dios para orar fervientemente a Dios para que no lloviera 3 años
y 6 meses y luego orara de nuevo para que volviera a llorar era un pecador, un
hombre pasiones similares a las nuestras.
Por
tanto esto nos muestra que nuestra comunión cristiana no debe estar basada en
una máscara de quienes somos, aquí todos pecadores, todos estamos luchando con
algún pecado, todos tenemos tendencias pecaminosas, nosotros no somos
superiores a la persona del mundo, sino que somos escogidos por el Señor porque
el escogió a lo más “vil y menospreciado” (1 Cor 1:28) porque Dios quiere
mostrarnos que el poder no proviene de nosotros ni de nuestra inteligencia sino
solamente de su gracia. El no quiere que nosotros pensemos que vamos hacer una
iglesia fabulosa sino que simplemente somos una iglesia de salvados por la
gracia de Dios, humillados ante su presencia y solamente él es el sabio. Nosotros
no somos personas “muy espirituales” sino que muchas veces somos “muy carnales”
por eso debemos vivir constantemente en comunión con el Señor y en comunión
como iglesia.
La restauración (Stgo
5:19-20)
El apóstol
Santiago en los últimos dos versos sigue con el tema de la vida comunitaria y
se dirige con su tono pastoral de toda la carta “hermanos” (Stgo 1:2; 2:1; 14;
3:1; 4:11; 5:7; 10, 19) el término “extraviado” puede significar “llevar por
mal camino” o “divagar[13]” esto implicaría que este
extraviado andaba divagando por caminos pecaminosos. Esta persona se ha
extraviado de la “verdad”, o sea de las
doctrinas bíblicas que son Cristo mismo (Jn 1:1; 14:6) Por tanto la
responsabilidad de la comunidad cristiana es ir a buscarlo y llamarlo al
arrepentimiento. Esta idea de hacerlo volver proviene de Ezequiel 18:24
“Más si el justo se apartare de su
justicia y cometiere maldad, e hiciere conforme a todas las abominaciones que
el impío hizo, ¿vivirá él? Ninguna de las justicias que hizo le serán tenidas
en su cuenta; por su rebelión con que prevaricó, y por el pecado que cometió,
por ello morirá”
Por
tanto se le llama al cristiano a preocuparse del hermano si anda en ese camino
de muerte y llamarlo al arrepentimiento. Siguiendo la ilustración de Ezequiel 3:17-18
“Hijo de hombre, yo te he puesto por
atalaya a la casa de Israel; oirás, pues, tú la palabra de mi boca, y los
amonestaras de mi parte. Cuando dijere al impío; De cierto morirás; y tu no le
amonestares, ni le hablares, para que el impío sea apercibido de su mal camino
a fin de que viva, el impío morirá por su maldad, pero su sangre demandaré de
tu mano”
El
último pasaje es bastante difícil de interpretar y hay varias opiniones entre
los comentaristas al respecto. Santiago toma la última frase “cubrirá multitud
de pecados” probablemente de Proverbios
10:12 “Pero el amor cubrirá todas las faltas” para ilustrar metafóricamente
que la acción realizada por el hermano ha cubierto la multitud de pecado que el
extraviado había realizado. Por tanto
las preguntas son ¿Estas preocupado de la vida espiritual de nuestros hermanos?
¿Estás dispuesto a buscar un hermano como la oveja perdida que deja las 99 para
ir en pos de aquel que se extravía? ¿Amamos realmente a nuestros hermanos como
para decirles la verdad cuando se están desviando?
Todos
estos consejos prácticos que Santiago nos da es para que practiquemos más y más
nuestra vida espiritual, pero nuestras fallas son evidentes en cada ocasión que
no las practicamos por tanto hay uno solo que es perfecto y que puede “cubrir”
realmente nuestra maldad e iniquidad es ¡El cordero de Dios que quita el pecado
del mundo! (Jn 1:29) Es aquel Dios perfecto al cual cuando pecamos podemos
ponernos de rodilla y manifestar nuestro pecado y el es fiel y justo para
perdonarlo de toda maldad (1 Jn 1:9) Es Cristo el Salvador.
[1] http://dle.rae.es/srv/search?m=30&w=pragmatismo
[2]
Ver William Hendriksen. Comentario de Santiago. Páginas 147-148
[3]
Ver David P. Nystrom. Comentario bíblico con aplicación Santiago. Páginas
367-368.
[4] https://web.archive.org/web/20080803014802/http://www.gameo.org/encyclopedia/contents/S345.html#ART7.
Punto VII
[5] http://www.anabaptists.org/spanish/confesion.html.
Punto 17.
[6]
Craig Keener. Comentario cultural del Nuevo testamento. Página 52.
[7] http://lema.rae.es/drae2001/srv/search?id=XUjTcJpr7DXX2uNs48NQ
[8]
David P. Nystrom. Comentario bíblico con aplicación Santiago. Página 371.
[9]
David P. Nystrom. Comentario bíblico con aplicación Santiago. Página 372
[10]
Aquí me alejo de los comentarios de William Hendriksen y David P. Nystrom y
sigo el comentario de Mundo Hispano sobre Santiago el cual reconoce que aunque
el griego es difícil parece más aceptable incluir la enfermedad física y
espiritual. Página 214-215
[11]
Comentario mundo hispano. Santiago. Página 219.
[12]
Dietrich Bonhoeffer. Vida en Comunidad. Páginas 113-114.
[13]
David P. Nystrom. Comentario bíblico con aplicación Santiago. Página 390.
0 comentarios:
Publicar un comentario