Ya
hemos visto que si alguien quiere celebrar Navidad o no es algo que está
enmarcado dentro de la libertad de conciencia que cada cristiano puede ejercer.
Pero la pregunta posterior que viene después de esto es ¿Los cristianos
deberíamos celebrar Navidad en el culto? O en otras palabras seria ¿Deberíamos
los cristianos hacer cultos de Navidad? Para resolver esta pregunta debemos
volver a un debate antiguo aún vigente entre los cristianos respecto al principio
normativo del culto cristiano y el principio regulador del culto cristiano[1].
1) El principio normativo
del culto cristiano
La
confesión de Augsburgo escrita en el año 1530 es la confesión representativa
del Luteranismo y ella enseña en el punto 15 llamados “De los Ritos
eclesiásticos” lo siguiente:
“De los ritos eclesiásticos de origen
humano se enseña que se observen los que puedan realizarse sin pecado y sirvan
para mantener la paz y el buen orden en la iglesia, como ciertas celebraciones,
fiestas] y
cosas semejantes[2]”
Los
39 artículos de la religión escrita en 1571 es la confesión representativa de
los Anglicanos y ella enseña en el punto 20 llamado “De la autoridad de la
iglesia” lo siguiente:
“La Iglesia tiene poder para decretar
Ritos o Ceremonias y autoridad en las controversias de Fe; Sin embargo, no es
lícito a la Iglesia ordenar cosa alguna contraria a la Palabra Divina escrita,
ni puede exponer un lugar de la Escritura de modo que contradiga a otro[3]”
Estas
dos tradiciones cristianas (Luteranismo y Anglicanismo) defienden el principio
normativo del culto cristiano el cual afirma que en el culto se deben practicar
todos los elementos que las Escrituras enseñan, pero además se puede añadir
cosas donde la palabra de Dios no habla. Por ejemplo entre los que siguen este
principio existe el calendario litúrgico lo cual significa que por cada mes van
celebrando algo como la Cuaresma, Adviento, Navidad, Epifanía, etc. También
incluyen dentro de los cultos los avisos o pueden celebrar días especiales
referentes a algún cristiano ejemplar o días como la mamá, papá, cantar
cumpleaños, etc. A esta práctica se le llama el “principio normativo” o sea
norma el culto con algunos elementos, pero deja abierta la posibilidad para
agregar otros.
La
mayoría de las iglesias contemporáneas practican este principio. Un pastor
Bautista cuenta una experiencia como le fue con este principio en una iglesia:
“Hace unos años estuve en un culto
dominical por la tarde en una de las iglesias más grandes y más prestigiosas
del sur de California. Debido a que la asistencia de los cultos vespertinos
había empezado a disminuir en los últimos años, se estaba probando un enfoque
más informal. Un pastor universitario dirigía el culto. Después de los
preliminares, nos hizo levantar, girarnos 90 grados, y darle a la persona a
nuestro lado un masaje en la espalda. Fue un poco desorientador estar dando
masajes en la espalda en este gran santuario, en medio mismo de los bancos.
Pero había más. Entonces el pastor nos pidió que nos girásemos hacia las
personas que teníamos a ambos lados, mirarlas directamente a los ojos, y
decirles: te amo. Esto fue incluso más embarazoso que los frotamientos en la
espalda[4]”
El principio regulador del
culto cristiano[5]
La
primera confesión Bautista de Londres de 1644 ya esbozaba el principio
regulador del culto cristiano ya que en su punto 7 dice:
“La regla de este conocimiento, fe y
obediencia, concerniente a la adoración y servicio a Dios, y todos los demás
deberes cristianos, no es de invención humana, opiniones, dispositivos, leyes,
constituciones o tradiciones no escritas, cualquiera estas sean, sino sólo la
palabra de Dios contenida En las Escrituras canónicas[6]”
La
confesión de Westminster escrita en 1646 en el punto 21 llamado “De la
adoración religiosa y del día de reposo” dice:
“Pero el modo aceptable de adorar al
verdadero Dios es instituido por EL mismo, y está tan limitado por su propia
voluntad revelada, que no se debe adorar a Dios conforme a las imaginaciones e
invenciones de los hombres o a las sugerencias de Satanás, bajo ninguna
representación visible o en ningún otro modo no prescrito en las Santas Escrituras[7]”
La
segunda confesión Bautista de Londres de 1689 en el punto 22 llamado “De la
adoración religiosa y del día de reposo” dice:
“Pero el modo aceptable de adorar al
verdadero Dios fue instituido por él mismo, y está de tal manera limitado por
su propia voluntad revelada que no se debe adorar a Dios conforme a las
imaginaciones e invenciones de los hombres o a las sugerencias de Satanás, ni
bajo ninguna representación visible ni en ningún otro modo no prescrito en las
Sagradas Escrituras[8]”
Estas
dos tradiciones cristianas (Bautista y Presbiteriana) defienden el principio
regulador del culto cristiano el cual afirma que en el culto solo pueden
practicarse los elementos que las Escrituras enseñan claramente. No debe
practicarse en el culto nada de lo que las Escrituras no señalen. Por ejemplo
en el culto del principio regulador no se celebra ninguna fiesta como día de la
mama, papa, navidad o cantar cumpleaños, etc.
Estas cosas pueden celebrarse si los hermanos quieren pero debe
realizarse antes o después del culto y no en el culto mismo. Si se dan cuenta
en nuestras reuniones dominicales tenemos estudio antes del culto y los avisos
a finalizar el culto, pues no queremos incluir ningún elemento que Dios no
manda a realizar en un culto. Por lo tanto para poder responder la pregunta si
es que los cristianos deberíamos hacer cultos de Navidad, depende de qué
principio siguen.
El fundamento bíblico del
principio regulador del culto cristiano.
El
principio regulador del culto cristiano tiene un sólido fundamento en la
palabra de Dios, comenzando con Éxodo 20:4-6
“No te harás imagen, ni semejanza alguna
de lo que está arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni las aguas debajo
de la tierra. No te inclinarás ante ellas, ni las honraras porque yo soy el
Señor tu Dios, fuerte y celoso. Yo visito en los hijos la maldad de los padres
que me aborrecen, hasta la tercera y cuarta generación, pero trato con
misericordia infinita a los que me aman y cumplen mis mandamientos”
45. P. ¿Qué requiere el segundo
mandamiento? R. El segundo mandamiento requiere que recibamos, guardemos
(Deuteronomio 32:46; Mateo 28:20) y mantengamos la pureza y totalidad de toda
la adoración religiosa y las ordenanzas que Dios ha mandado en su Palabra (Deuteronomio
12:32).
46. P. ¿Qué prohíbe el segundo
mandamiento? R. El segundo mandamiento prohíbe la adoración a Dios por medio de
imágenes (Deuteronomio 4:15-16) o cualquier otra forma que no decreta en su
Palabra. (Colosenses 2:18).
Esto
quiere decir que creemos que debemos adorar a Dios solamente con los elementos
que él nos ha revelado en su palabra y no podemos agregar nada que él no haya
mandado. Por ejemplo Dios había revelado todos los detalles de cómo debía ser
construido el tabernáculo y como debía ser adorado por el pueblo (Exo
25:40) Éxodo 26:30; 30:33
“Y levantarás el tabernáculo según el
modelo que te fue mostrado en el monte”
“Cualquiera que componga un aceite
semejante, y que se derrame sobre algún extraño, será expulsado del pueblo”
La
condenación del becerro de oro fue por “celebrar fiesta a un dios extraño” de
la manera que Dios no había establecido en su palabra (Éxodo 32:1-8) La muerte
de Nadab y Abiú fue por presentar un fuego extraño al Señor (Lev 10:1-3) y así
la mayoría del pueblo de Israel con sus reyes siguieron la adoración de dioses
falsos (2 Rey 16:10-18) Dios reprendió a los sacerdotes por presentar un
sacrificio como ellos querían y no como Dios había mandado (Malaquías 1:6-10)
En el Nuevo testamento Jesús nos enseña que debemos adorar en Espíritu y en
Verdad (Jn 4:22-24) y que no podemos poner tradiciones de hombres al mismo
nivel de la palabra de Dios (Mt 15:3, 8-9) toda adoración congregacional debe
hacerse “decentemente y con orden” (1 Cor 14:40)
Por tanto ¿Cuáles son los
elementos que Dios ha mandado a que se practiquen en los cultos cristianos? En
Hechos 2:42 nos dice que había cuatro cosas. 1) Enseñanza 2) compañerismo 3)
partimiento del pan. 4) oraciones. Los elementos del culto cristiano son: lectura
de la palabra (Hechos 13:15) predicación (Hechos 20:7), oraciones, canticos
(Efe 5:19; Col 3:16), Cena del Señor y todo esto se hace para exaltar la obra
de Cristo.
Por
tanto nosotros como iglesia confesional nos adherimos al principio regulador y por ende no creemos que los cristianos deberían celebrar "cultos de Navidad" en el día del Señor, porque el culto no es para celebrar cosas que Dios no ha mandado en su palabra.
[1] El
libro de Mark Dever “La iglesia Deliberante” en las páginas 49 y 50 nos explica
un poco del contexto histórico de esta controversia y nos da fuentes en las
cuales podemos profundizar más.
[2] http://www.iglesialuterana.cl/doctrina-luterana/libro-de-concordia/confesion-de-augsburgo-i-xxi/
[3] http://www.iglesiareformada.com/39_Articulos.html
[4] http://es.9marks.org/articulo/que-es-lo-que-el-principio-regulador-exige-de-los-miembros-de-la-iglesia/
[5]
Hay un leve debate sobre cuando apareció por primera vez el principio regulador
del culto cristiano. Algunos argumentan que apareció con Tertuliano y después
fue descubierto por un Anabautista. https://www.luisjovel.com/wp-content/uploads/2017/05/Origenprincipioregulador.pdf
[6] http://imagenbautista.cl/historiabautista/confesionbautistadelondresde1644/
[7] http://www.iglesiareformada.com/Confesion_Westminster.html#anchor_35
[9] https://www.chapellibrary.org/files/archive/pdf-spanish/scats.pdf
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