Pensar el mundo a través de las Escrituras...

miércoles, 26 de diciembre de 2018

Filipenses 2.19-30 Compañeros en el evangelio.



La amistad es un tema que parece tan simple y practico, pero también ha sido parte de la reflexión de diversos pensadores a través de la historia de la humanidad. Por ejemplo Aristóteles solía decir que existen 3 clases amistad, las que se basan en la utilidad, las que se basan en el placer y las que se basan en la virtud. Considerando la tercera amistad como “la amistad perfecta”[1]. Un conocido orador romano llamado Marco Tulio Cicerón escribió un dialogo llamado “Sobre la amistad[2]” en el cual valora la importancia de la amistad y describe sus dificultades

“Por último, cada uno de cuantos objetivos los humanos nos trazamos son útiles casi para una sola cosa: las riquezas, para usarlas; el poder, para cultivarlo; los cargos políticos, para alabarlos; los caprichos, para disfrutarlos; la salud, para evitar dolor y cumplir con los rigores del cuerpo... En cambio, la amistad tiene muchísimas aplicaciones; donde te gires, la verás a mano, de ningún lugar queda excluida, nunca llega a deshoras ni resulta irritante: como dice el refrán, ni el agua ni el fuego se usan en más sitios que la amistad”

“Ciertamente Escipión decía que, sin embargo, no había nada más difícil que mantener una amistad hasta el último día de la vida, ya que sucede muchas veces que no siguen un mismo curso o que dejan de sentir lo mismo sobre la política; además, afirmaba que las costumbres de los hombres cambian a menudo, a veces por las desgracias, a veces por el peso de la edad. Y a partir de una comparación con el paso del tiempo ejemplificaba sus afirmaciones, ya que él pensaba que con gran frecuencia las amistades infantiles más estrechas caían en cuanto los jóvenes vestían la toga pretexta”

Las amistades son un hermoso regalo de Dios pero también son probadas mediante las dificultades de la vida donde vemos realmente quienes son nuestros verdaderos amigos. El apóstol Pablo había tratado diversos temas en esta carta a los Filipenses como la comunión, el gozo, el sufrimiento, el sentido por el cual vivía, la humillación y el llamado ser lumbreras en este mundo. Pero ahora quiere tratar algo que a primera vista parecería “mundano” que es la amistad. Sin embargo para el Apóstol Pablo fue fundamental para su vida, ministerio tener a dos “compañeros en el evangelio”. Cuando alguien se hace miembro de una iglesia local él o ella se hace parte de un grupo de creyentes los cuales van profundizar sus relaciones y lo más seguro es que terminen siendo amigos. Por tanto los hermanos que están contigo en el evangelio son quienes se van a convertir en tus “compañeros en el evangelio”. Las Escrituras nos hablan de lo profundo que puede llegar a ser una amistad bíblica. Proverbios 17:17

“El amigo ama en todo tiempo; en tiempos de angustia es como un hermano”

“Hay amigos que no son amigos, y hay amigos que son más que hermanos” Proverbios 18:24

“El bálsamo y el perfume alegran el corazón; los consejos del amigo alegran el alma”. Proverbios 27: 9

Un amigo bíblicamente es aquel que te acompaña en todo momento de la vida y aquel que se convierte en verdaderamente tu hermano como Pablo considera a los dos hermanos que nombra aquí.

V19-24 El pronto envió de Timoteo

Pablo expresa su anhelo de enviar pronto a Timoteo para alegrarse con las noticias de los Filipenses. “Para que yo pueda regocijarme al saber cómo se encuentran ustedes” (RVC) “Para yo también este de buen ánimo al saber de vuestro estado” (RV60) “Para que también yo cobre animo al recibir noticias de ustedes” (NVI) “Para que los visite. Así él puede animarme al noticias de cómo están”. Pablo tenía varias razones para estar preocupados por ellos. Los Filipenses estaban enfrentando persecuciones (Fil 1:28-30) divisiones internas (Fil 2:3-4) falsas maestros (Fil 3:2) Por tanto quería enviar a Timoteo para saber cómo estaba la situación de Filipos y así recibir buenas noticias que le trajeran alegría. Pablo estaba siempre estaba preocupado por todas las iglesias que él había plantado, de tal manera que expresaba tener dolores de parto por ellos. Colosenses 2:1-2

“Quiero que sepan que es grande la lucha que sostengo por ustedes y por los que están en Laodicea, lo mismo que por todos los que nunca han visto personalmente…

 “Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en ustedes… Gálatas 4:19

El apóstol Pablo se sentía solo teniendo estos sentimientos por sus hermanos. Pero al conocer a Timoteo pudo encontrar a un compañero del evangelio que tuviera la misma preocupación que él tenía por la iglesia. “Pues a ninguno tengo del mismo ánimo, y que tan sinceramente se interese por vosotros” (RV60) “Nadie como él se preocupa de veras por el bienestar de ustedes” (NVI) “Porque no tengo a otro que comparta tanto mis propios sentimientos  que de veras se preocupe por el bien de todos ustedes” (NTV) Pablo no está diciendo que Timoteo es superior a  los demás hermanos colaboradores que lo acompañan (Fil 4:21) sino que está destacando el carácter de Timoteo a diferencia de otras personas[3]. Esto lo reafirma diciendo que la naturaleza humana es preocuparse por los asuntos propios y ser egoísta no preocupándose de otros asuntos. Pablo afirma que debido al carácter de Timoteo al fin había encontrado a alguien que tuviera la misma preocupación que él.

Por lo que Pablo presenta a Timoteo dando a entender que los que leían sabían cuáles eran los “méritos de él” (RVC; RV60) “conocen bien la entereza y carácter de Timoteo” (NVI) “Ya saben del buen comportamiento de Timoteo” (NTV) Timoteo era hijo de una mujer creyente y de un padre griego y conoce al Apóstol Pablo mediante su segundo viaje misionero en Derbe y Listra en donde los hermanos daban buen testimonio de él. Por tanto Pablo lo toma consigo a Timoteo para que sea su compañero después que se había separado de Bernabé (Hechos 16:1-4) Por lo que vemos en las Escrituras Timoteo tuvo un padre ausente y fue enseñado en el camino del Señor por su madre Eunice y su abuela Loida (2 Tim 1:5) ellas fueron quienes lo instruyeron en las Sagradas Escrituras (2 Tim 3:14-15) Timoteo iba a ser uno de sus más fieles acompañantes durante los viajes misioneros de Pablo (Hechos 18:5; 19:22; 20:4) también durante él escribía las cartas apostólicas (Rom 16:21; 2 Cor 1:1; Col 1:1) y durante los sufrimientos que el enfrentaría en sus ministerios (1 Cor 4:17; 1 Tes 3:2) Por tanto para Pablo Timoteo era más que un simple colaborador él era un hijo en la fe. 1 Timoteo 1:2

“a Timoteo, verdadero hijo en la fe: recibe gracia, misericordia y paz de Dios nuestro Padre, de Cristo Jesús nuestro Señor”

Podemos decir que Timoteo le hacía justicia a su nombre pues significa “Uno que honra a Dios”. Él se caracterizaba por ser alguien que se había dispuesto a servir en el evangelio junto con Pablo ya que cumple con 3 cosas que se habían destacado anteriormente en la carta. 1) Timoteo estaba en el “mismo espíritu… luchando unánime por la fe del evangelio” (Fil 1:27) el entendía la importancia de estar unidos en esta lucha espiritual. 2) Timoteo se destacaba por poner los intereses de Jesucristo antes que los suyos (Fil 2:4) Por tanto ellos no se preocupaban tanto de sus propios problemas (estar en la cárcel) sino por el avance del evangelio (Fil 1:12) 3) El carácter de Timoteo había sido probado debido al constante servicio que él le había brindado a Pablo como si fuera su hijo. Podríamos decir que cualquier ministro del evangelio quisiera tener a un compañero como Timoteo en la batalla de la fe. Pero más de allá de esto la relación filial entre ambos era muy profunda, era una verdadera adopción de parte de Pablo para con Timoteo al considerarlo su hijo.

La esperanza de Pablo es enviar a Timoteo después de ver “mis asuntos” (RVC; RV60) “Enviárselos tan pronto como se aclaren mis asuntos” (NVI) “enviárselos a ustedes en cuanto sepa lo que me sucederá a mi” (NTV) O sea Pablo quiere decir que espera ir pronto a verlos pero primero debe ver que va suceder con él mientras está encarcelado. Pero aunque tiene esa incertidumbre se encomienda al Señor con la esperanza de por volver a verlos. “Y confió en el Señor que yo también iré pronto a verlos” (RVC; RV60) “Y confió en el Señor que yo mismo iré pronto” (NVI) “Y el Señor me ha dado la confianza que yo mismo iré pronto a verlos” (NTV).

Estos versículos nos debe llevar a pensar en la importancia de las relaciones entre los creyentes y aunque el Apóstol Pablo se preocupó por los creyentes considerándolos compañeros del evangelio no siempre pudo mantener una “amistad en paz” debido que él tenía que confrontar los pecados en los cuales están incurriendo. 2 Corintios 10:10-11

“Hay quienes dicen que mis cartas son duras y fuertes, pero que mi presencia física es débil y que mis palabras no valen nada. Quienes eso dicen deben tener en cuenta que, así como somos con palabras y por carta, cuando estamos lejos, así también lo seremos en los hechos cuando estemos entre ustedes”

Una verdadera amistad también tiene que confrontar en ocasiones los pecados que se están practicando y debemos aprender a recibir de nuestros amigos estas exhortaciones. En ocasiones también pueden haber relaciones que se quiebren por un profundo desacuerdo y esto es lo que lamentablemente también enfrento el apóstol Pablo cuando discutió con Bernabé la actitud de Juan Marcos. Hechos 15:39-40

“Tan grande fue el desacuerdo entre ellos, que terminaron por separarse; Bernabé tomo a Marcos y se embarcó a Chipre, pero Pablo escogió a Silas”

Hay que tener claro que estas situaciones pueden suceder porque vivimos en mundo caído donde todo tipo de relaciones son afectadas por causa del pecado, así que no pensemos que Pablo siempre mantuvo buenas relaciones de hermandad con todos. Además de eso él fue traicionado en un sin número de veces por falsos hermanos que lo abandonaron. 2 Timoteo 4:9-10

“Procura venir pronto a verme, porque Demas me ha desamparado. Prefirió este mundo, y se fue a Tesalónica.

Por tanto debido al pecado de este mundo es posible que nosotros defraudemos a amigos como también es posible que otros por su pecado nos defrauden a nosotros. Pero si el Señor en su providencia nos permite tener una relación de amistad con nuestros hermanos deberíamos tener en primer lugar “preocupación por ellos”. ¿Qué tanto te preocupas por tus hermanos? ¿Están ellos en tus oraciones? ¿Buscas relacionarte con ellos intencionalmente? ¿Estas atento a sus intereses antes que a los tuyos? ¿Escuchas cosas que no son de tu interés? ¿Has determinado amarlos? No hay que confundirse pensando que amar al hermano tiene que ver con juntarse y hablar de teología solamente, sino que es interesarse en todo lo que el hermano es, sus tentaciones, sus dificultades, sus luchas diarias, sus esperanzas, sus inseguridades, escuchar las cosas que no son de mi interés. El amar realmente es aceptar al hermano en cosas que no son cómodas para mí, pero que estoy dispuesto hacerlo por amor al hermano. ¿Qué tan preocupado estas de amar de esta manera?

La idea del padre ausente no es solo una característica de este siglo sino que ha estado en la humanidad en diversas culturas  pero tal vez en la nuestra es donde se manifiesta más fuertemente. Lamentablemente Chile tiene el triste record de los niños nacidos fuera del matrimonio y por ende de los padres ausentes.[4] No es sorprendente, por tanto que la adopción de Pablo a Timoteo haya sido un vínculo fuerte ni será sorpresa que varios de los cuales hemos enfrentado la ausencia de nuestros padres encontremos referentes entre los hermanos a “padres, madres, hijos o hermanos”.

V25-30 Él envió de Epafrodito

Pablo había dicho que enviaría pronto a Timoteo y si Dios lo permitía el también quería ir a verlos. Pero por mientras envió a Epafrodito porque él tenía deseo de verlos. De Epafrodito no se sabe más de lo que este pasaje describe acerca de él. El nombre “Epafrodito” era un nombre común griego de la época y significaba “favorito de Afrodita” pero con el tiempo llego a significa “primoroso o amoroso”. Pablo describe a Epafrodito con varios adjetivos que destacaban sobre él: “colaborador, compañero, mensajero, proveedor” (RCV) “ministrador” (RV60) “atenderme de mis necesidades” (NVI) “Fue el mensajero de ustedes para ayudarme a mí” (NTV) En primer lugar vemos que Epafrodito es un “hermano”. Este es un término que Pablo usa en forma general (Fil 1:12; 3:1 13, 17; 4:1, 8) e incluso para aquellos que se oponen a él (Fil 1:14-15) pero sin duda el uso aquí es de alguien cercano en el Señor. En segundo lugar vemos que Epafrodito es un “colaborador y compañero”. Estos términos de “colaborador y compañero” se van combinando a través de las Escrituras de varias formas (1 Tim 3:2; 1 Cor 4:7; Col 4:7). Por ejemplo aquí mismo en Filipenses 4:3 tenemos el uso.

“También a ti, mi compañero fiel, te ruego que ayudes a estas que lucharon conmigo en el evangelio, junto con Clemente y mis otros colaboradores, cuyos nombres están en el libro de la vida”

Aunque la metáfora de “compañero de lucha” (RVC) “compañero de milicia” (RV60) “Compañero de lucha” (NVI; NTV) alude a un lucha espiritual en la cual Pablo sabe bien que está envuelto (Efe 6:10-12) y las armas de estas lucha no son carnales sino espirituales (2 Cor 10: 4-5) En tercer lugar vemos que Epafrodito es “mensajero y proveedor.” Él había sido enviado por los mismos Filipenses para entregar la ofrenda que ellos le habían enviado. Filipenses 4:18

“Pero todo lo he recibido, y tengo abundancia. Estoy lleno, y he recibido de Epafrodito lo que ustedes me enviaron; sacrificio aceptable, de olor fragante y agradable a Dios”

La palabra “enviado” aquí es “apóstol” y en las Escrituras se usa en un sentido estricto para los 12 apóstoles (Mt 10:2-3; Luc 6:12-16) como en un sentido amplio de alguien que es enviado (Mt 28: 20) En Epafrodito se usaba en ese sentido de comisionado a cumplir una tarea. Además dice que Epafrodito es “proveedor de mis necesidades” o “ministrador de mis necesidades”. Algunos comentaristas ven aquí una metáfora del sistema sacrificial[5]. Por lo que estaría diciendo que Epafrodito realizo una labor sacerdotal a suplir las necesidades del Apóstol. Pero cualquiera sea el sentido el ciertamente fue una tremenda ayuda para las carencias que Pablo iba a enfrentar debido la predicación del evangelio.

Sin duda para Pablo Epafrodito había sido de gran ayuda y ahora Pablo quiere explicar la razón de porque Epafrodito fue a Filipos antes que Timoteo y que él. Las razones eran dos. La primera es que él tenía muchos deseos de verlos. Hay mucha especulación de porque tenía deseos de verlos pero lo más obvio es porque simplemente los extrañaba[6]. La segunda razón era porque Epafrodito se había enfermado de tal manera que estuvo a punto de morir y los hermanos de Filipos se habían enterado. En el mundo antiguo donde las enfermedades eran mortales y las comunicaciones lentas era extremadamente preocupante cuando te enterabas que alguien estaba enfermo porque no ibas a saber si estaba con vida hasta semanas o meses después.

Pablo comenta que si él hubiera muerto habría sido una tristeza más para él a todas las demás que enfrentaba día a día, pero el Señor había tenido misericordia de Epafrodito y no había dejado que muera. Por tanto Pablo con suma urgencia los envió a los Filipenses para que ellos ya no estuvieran angustiados sino alegres así como Pablo también lo estaría al ver que todos los estaban alegre por esta buena noticia.

Pablo llama a los Filipenses a recibir a Epafrodito con “gozo” y a tenerlo en “alta estima” (RVC; RV60) “con toda alegría” y “honren a los que son como él” (NVI) “recíbanlo en el amor del Señor y mucha alegría y denle el honor de una persona como el merece” (NTV) debido todo el trabajo que Epafrodito en la obra del Señor y también debido a que él había arriesgado su vida por el Apóstol Pablo sirviéndole en todo.  1 Tesalonicenses 5:12-13

“Hermanos, les rogamos que sean considerados con lo que trabajan entre ustedes, y los que instruyen y dirigen en el Señor. Ténganlos en alta estima y amelos por causa de su obra. Y ustedes vivan en paz.”

Entonces cuando nos preguntamos ¿Qué significa ser compañeros del evangelio? ¿Cómo vivimos como compañeros del evangelio? El ejemplo de Epafrodito nos deja un estándar por el cual vivir.

En primer lugar los compañeros en el evangelio son hermanos, que colaboran y luchan mutuamente para alcanzar el mismo fin que es la gloria de Dios. Como cuerpo de Cristo nos apoyamos en todo lo necesario. Eso incluye el apoyo espiritual, emocional y físico. En otras palabras ayudar a los hermanos en necesidad, apoyarlos en momentos de debilidad y escucharlos cuando quieran hablar es tan espiritual como orar, leer la Biblia y venir a los cultos porque estás buscando acompañarlo en las alegrías y dificultades de la vida. Fíjense en lo espiritual que es Pablo y de Epafrodito ¡Ellos extrañan a los hermanos! ¡Quieren verlos! ¡Saber cómo están!

En segundo lugar todos debemos arriesgar en algún grado nuestras vidas y pertenencias por nuestros hermanos. En las filosofías mundanas siempre hay algo que impide que pongamos en riesgo nuestra vida o nuestras pertenencias. Por ejemplo hay filosofías que exaltan la “libertad” de la persona la libertad es tan preciosa, tan santa, tan intocable ¡Que finalmente jamás dejaría su libertad para amar al prójimo! Hay otras que hablen de ayudar a los pobres, preocuparse de ellos ¡Pero jamás con los bienes propios sino con los ajenos! Bueno el cristianismo trata exactamente de arriesgar nuestras vidas y nuestras pertenecías como el buen samaritano (Lucas 10: 25-37) para ayudar a nuestro prójimo y mostrar el amor de Dios, tal como lo hizo Epafrodito en esta ocasión.

Estimados hermanos ¿Qué tan colaboradores somos con los demás? ¿Qué tanto acompañamos a nuestros hermanos en las dificultades? ¿Qué tanto arriesgamos de nuestras vidas, de nuestro tiempo de nuestras pertenencias por el evangelio?  ¿Has entregado todo lo que eres al Señor? ¿Te has entregado tú mismo a Cristo? ¿No es más bien que somos egoístas, que pensamos solo en nosotros, que no nos importa los hermanos, que simplemente queremos llevar a cabo nuestros propósitos y no hacer las cosas para la gloria de Dios? ¿No es cierto que buscamos lo que más nos guste o acomode para no incomodarnos con nada?

Jesús el verdadero amigo fiel.

Pablo, Timoteo y Epafrodito son modelo a seguir para nosotros, así como todo anciano y diacono especialmente, pero también cada hermano o hermana debe serlo en la comunidad de creyentes. Todos debemos esforzarnos en cultivar las relaciones de amistad y filiales entre nosotros pero no podemos caer en el extremo de pensar que por el pecado jamás podremos cultivar una relación como que debido que hemos sido salvados todas las relaciones serán perfectas y armoniosas en todo momento. Vivimos entre la primera y segunda venida de Cristo entre el “ya y el todavía no” el cual es un término que alude a que el reino está presente ahora en la iglesia pero no de forma plena. Hemos sido salvados pero aún tenemos pecados y por eso anhelamos la redención plena de nuestros cuerpos.  Por tanto al final de cada mala experiencia de amistad que tenemos pensemos “Hay un amigo verdadero que es Cristo” o al final de cada buena experiencia de amistad que tengamos pensemos “Hay algo más glorioso que esta buena amistad y es Cristo. Porque Cristo mismo nos dijo en Juan 15:15

“Ya no los llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor, yo los he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, se las he dado a conocer”.


[1] Aristóteles. Ética a Nicómaco. Libro VIII y IX. http://mastor.cl/blog/wp-content/uploads/2017/12/Etica-a-Nicomaco-Aristoteles-PDF.pdf
[2] https://es.wikisource.org/wiki/Sobre_la_amistad
[3] Aquí sigo la interpretación de Gordon Fee. Comentario a la Epístola de Filipenses. Página 345
[4] https://www.df.cl/noticias/opinion/columnistas/padre-hugo-tagle/padre-ausente/2016-06-05/213110.html
[5] Gordon Fee. Comentario a los Filipenses. Página 355.
[6] Gordon Fee nombra algunas de estas especulaciones. Comentario a Filipenses. Página 357

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