Una de las cosas que
generalmente se repite en nuestra sociedad es que los políticos son unas
ladronas de cuello y corbata que solo se preocupan por sus propios intereses. Han
existido varios casos en donde es sabido que los políticos llegan a acuerdos
con empresarios y luego tienen conflictos de interés a la hora de apoyar o no
apoyar ciertas leyes. Es por eso que las personas los ven como corruptos. Incluso después del llamado “estallido
social” del 18 de Octubre esta idea de las personas aumento más por medio de
todas las protestas. Los políticos según las encuestas se han transformado en
las personas más desaprobadas y odiadas de la sociedad.[1]
“Un cuestionamiento ético y moral principalmente
establecido a las autoridades políticas desde la óptica de las decisiones que
toman y también las remuneraciones que tienen”
“Era algo que se venía acumulando por muchos
años. Después del gobierno de Patricio Aylwin, la clase política empezó a caer
en desgracia y fue incrementando en medida que las autoridades empezaron a
mostrar un trasfondo poco profesional”
“El ultimo índice del termómetro social mostraba
altos números de desconfianza en las instituciones y la clase política. Hay una
debilidad en las instituciones y es algo que se debía atender. La clase
política debe tomar decisiones con miras a la ciudadanía, con una mayor sensibilidad
hacia lo social y a las demandas”
Esto nos muestra que
las personas no sienten ninguna o muy poca simpatía por los políticos y los ven
como unos aprovechadores más del sistema que tenemos. De esta misma manera en
el primer siglo se veía a las personas que trabajaban para el Imperio Romano
como personas que se aprovechaban del sistema para obtener beneficios propios
de todas las cosas. Una persona así era exactamente Mateo o Levi en quien se
describe en estos versículos que acabo y leer y nos muestra como el Señor le
llamo a servirle y a convertirse en el futuro en unos de sus discípulos.
Un gran pecador: Mateo o Levi Mateo 9:9
Desde el principio el
evangelio de Mateo ha mostrado que Cristo ha venido a anunciar el evangelio a
los pecadores. En la genealogía ya pone a personas que la sociedad judía
religiosa de la época eran muy pecadores (Mt 1:3 Tamar; 1:5 Rajab; Rut; Mt 1:6
“mujer de Urias) además el hijo de Dios nace y se manifiesta en una familia
humilde (Mt 1:18-24) Jesús anuncia que el reino de Dios había llegado y por
tanto había que arrepentirse (Mt 4:17) Además Jesús se acerca a los más
pecadores de la sociedad de aquella época como a los leprosos (Mt 8:1-4) paganos
(Mt 8:5-13) endemoniados (Mt 8:28-34) paralíticos (Mt 9:1-8) Ahora una vez más
se iba acercar a una de las personas más pecadoras y odiadas de la época.
El evangelio de Mateo
y Lucas nos dice que después de la sanidad del Paralitico Jesús siguió su
camino y vio en ese camino un hombre llamado Mateo. En este caso el Evangelio
de Marcos nos un detalle más. Marcos 2:13-14
“Después Jesús volvió a la orilla del lago. Y
toda la gente se le acercaba y él les enseñaba. De paso vio a Levi hijo de
Alfeo, que estaba sentado donde se cobraban los impuestos, y le dijo: Sígueme.
Y Levi se levantó y le siguió.”
Marcos nos dice que
después de Jesús sano al Paralitico la gente se acercaba a él y él les estaba
enseñando. Durante ese momento de enseñanza de paso vio a “Levi, hijo de Alfeo”
como lo describe Marcos. Lucas solo lo llama “Levi” (Luc 5:27) ¿Quién era este
Levi o Mateo? Este Levi o Mateo tenía dos nombres lo cual no era extraño pues
sabemos que en las Escrituras tenemos varios cambios de nombres o dos nombres
que tienen los personajes como Tomas llamado Dídimo (Jn 11:16) Pedro llamado
Simón (Mt 4:18) Pablo llamado Saulo de Tarso (Hch 13:9) Por su nombre “Levi”
sabemos que se trataba de un judío que probablemente tenía una línea de
descendencia de los levitas y por tanto era alguien que conocía respecto a las
leyes levíticas. Pero su otro nombre “Mateo” significa “regalo o don del Señor”
que equivale al nombre “Jonatán” en hebreo.
Este Mateo o Levi
estaba “sentado donde se cobraban los impuestos” (Mt 9:9; Mc 2:14) aunque Lucas
es más explícito que nos dice que “vio a un cobrador de impuestos” (Lc 5:27)
Este Mateo o Levi era un cobrador de impuestos. El imperio romano siempre
estaba conquistando nuevos lugares y por ello necesitaba crear un sistema en el
cual pudiera ser fácil y eficaz cobrar impuestos a los pueblos conquistados. Es
por esto que la forma más sencilla de hacer esto fue contratando a personas que
pudieran cobrar impuestos de Roma y a la vez poder sacar beneficios de ello.
Esto quiere decir que los “cobradores de impuestos” eran personas que iban a
buscar los impuestos de las personas pero además le añadían un poco más para
beneficiarse ellos mismos. No había nadie que los supervisara, así que muchos
de ellos se enriquecían de esta forma. Un ejemplo de ello podemos verlo en
Zaqueo. Lucas 19:2
“Mientras caminaba, un hombre rico llamado
Zaqueo, que era jefe de los cobradores de impuestos”
En esta época habían
3 impuestos legales. El primer impuesto
legal era el impuesto a la tierra. Este exigía la décima parte de los cereales
y un quinto de las frutas y vino que se daba en dinero o especies. El segundo
impuesto legal era el impuesto a la renta el cual equivalía el 1% de todos los
ingresos. El tercer impuesto legal el impuesto personal que todo hombre de 14
años hasta 65 años debía pagar y toda mujer desde los 12 años hasta los 65 años
debía pagar. Aparte de estos impuestos habían muchos otros impuestos que
exigían pagos por las mercancías, las carreteras, a los animales etc.[2]
Mateo o Levi tuvo que haber sido un cobrador de impuestos que trabajaba para
Herodes; con una oficina en Capernaum, es más probable que fuera un funcionario
de aduanas que cobraba derechos de importación sobre los bienes que eran
transportados a través de la ciudad por las importantes rutas comerciales.[3]
Debido a que Mateo o
Levi era judío y trabajaba como cobrador de impuestos para el Imperio Romano
eso hacía que el fuera visto como uno de los peores pecadores dentro de los
religiosos de la época porque no solamente robando por medio de los impuestos
sino que además estaba trabajando para un pueblo pagano y sacando el dinero de
su propio pueblo ¡El pueblo de Dios! ¿Quién podría ser tan malvado para hacer
este trabajo contra Dios y su pueblo? Por tanto para los fariseos los
cobradores de impuestos eran unos de los peores pecadores de la sociedad y por
tanto tenían bien merecido el juicio de Dios sobre sus vidas. Por tanto Mateo o
Levi era uno de los peores pecadores de aquella época y Jesús al verlo lo llama
y le dice que lo siga y el inmediatamente lo siguió (Mt 9:9; Mc 2:14) Lucas
5:28
“Levi se levantó y, dejándolo todo, lo siguió”
Es muy interesante
ver como el Señor llamo a Mateo y como el respondió inmediatamente. Es probable
que Mateo haya escuchado respecto a las sanidades que Jesús había realizado o
también es posible que el haya oído algunas de las enseñanzas de Jesús que hacia
al aire libre y muchos escuchaban. Por tanto cuando Jesús llega donde estaba el
sentado y el supiera quien es Jesús o estuviera reflexionando sobre quién era
el. Pero que Jesús haya hablado y que Mateo haya reaccionado de esa manera hace
pensar sobre lo cautivante y poderoso que es Jesús cuando él llama a uno de sus
escogidos. 1 Corintios 1:22-24
“Los judíos piden señales, y los griegos van
tras la sabiduría, pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, que para los
judíos es ciertamente tropezadero, y para los no judíos una locura, pero para
los llamados, tanto judíos como griegos, Cristo es poder de Dios, y sabiduría
de Dios”
Que Mateo o Levi lo
dejara todo significaba un alto costo para él. El siendo un “cobrador de
impuestos” se enriquecía fácilmente y tenía una posición cómoda respecto a las
demás personas pero él puso su confianza en Jesucristo y no le importo lo que
ello significaba. Todos estos detalles sobre Mateo y su llamado nos enseñan
varias cosas.
En primer lugar nos enseña que Dios tiene misericordia
de los grandes pecadores. Si revisamos a las personas que Dios uso para
llevar a cabo su planes a través de la historia bíblica nos encontraremos con
personas muy malvadas de las cuales Dios tuvo misericordia cuando se
arrepentían. Veremos un Sansón que peco sexualmente y lo llevo al desastre,
veremos a un David que fue destruido por ser un adultero y asesino, veremos a
un Pablo que perseguía a los cristianos y todos ellos fueron salvados por la
misericordia de Dios a pesar de su pecado. ¿No es algo impresionante? Y si
revisamos la historia de la iglesia nos encontraremos con el mismo patrón de
personas que aunque pecaron abiertamente contra Dios, el Señor tuvo
misericordia de ellos. Grandes pecadores salvados por un gran Dios. ¿Acaso no
consideramos a los políticos grandes pecadores? ¿Acaso no consideramos a los
homosexuales grandes pecadores? ¿Acaso no consideramos a los saqueadores
grandes pecadores? ¿Acaso no consideramos a los violadores grandes pecadores? Pero
ante todo esto ¿Cómo te consideras tú? ¿Crees que eres mejor que un político,
homosexual, saqueador o violador? Pues la Biblia nos muestra que eras igual
(Rom 3:9-10) y que la salvación comienza cuando uno admite que es tan pecador
como todas estas personas. ¿Te ves realmente como alguien necesitado de Dios?
¿Cómo alguien tan pecador como ellos? Esto siempre incomoda a la gente cuando
se pregunta “¿Y si Hitler, Stalin, Mussolini o cualquier gran asesino de la
humanidad se hubiera arrepentido seria salvo? La respuesta es sí.
En segundo lugar nos enseña que Dios usa para su
gloria a los grandes pecadores. El Señor no solo salva a grandes pecadores sino
que además los usa para sus propósitos. 1 Corintios 1:27-29
“Sino que Dios eligió lo necio del mundo, para
avergonzar a los sabios, y lo débil del mundo, para avergonzar a lo fuerte.
También Dios escogió lo vil mundo y lo menospreciado, y lo que no es, para
deshacer lo que es, a fin de que nadie pueda jactarse en su presencia”
Por ejemplo podemos
pensar en un gran pecador como John Newton (1725-1807) fue hijo de un capitán
de barco el cual perdió a su padre muy pequeño y su madre lo educo desde niño
en la fe cristiana. Pero pronto se desvió del camino que su madre le había
inculcado. Práctico el pecado sexual, la hechicería, la embriaguez, etc. Muchos
años después el mismo confesaría[4]:
“No contento con correr el camino ancho para mí
mismo, yo era incansable en tentar a otros; y, si mi influencia hubiese sido
tan gran cómo mis deseos, hubiese traído a toda la humanidad conmigo. Tuve la
ambición de un Cesar o Alejandro, y quería estar entre los más malvados de toda
la raza humana”
En sus pecados entro
a otro pecado que sea el traficar esclavos africanos por medio de los barcos.
Se había convertido en un traficante de esclavos que luego su propio amigo
William Wilberforce iba a ayudar a abolir. Podemos decir que John Newton era
sin duda el peor de los pecadores de la época. Pero luego de su conversión el
Señor lo iba a usar en libros, predicaciones, cartas pastorales y sus himnos. Él
es conocido mundialmente hasta hoy por su famoso himno sublime gracia el cual
fue escrito preparando un sermón y pensando en la depresión que un amigo
experimentaba. ¿No es increíble ver como el Señor usa al peor de los pecadores
para su gloria? ¿No es maravilloso saber que si somos los peores de todos aún
tenemos esperanza en el Evangelio?
En tercer lugar nos enseña que seguir a Jesús
implica dejar todo. Como vimos Jesús fue bastante claro es lo que
significa seguirlo. Mateo 10:37-39
“El que ama a su padre, o a su madre más que a
mí, no es digno de mí. El que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es
digno de mí. El que no toma su cruz y me sigue, no es digno de mí. El que halla
su vida la perderá; y el que pierde su vida por causa de mi la hallara”
Este llamado de Jesús
a dejarlo todo fue más ofensivo para el primer siglo que lo es para nosotros
porque en el medio oriente a los parientes se le debía una lealtad absoluta y
por tanto cuando Jesús afirmaba estas cosas era muy sorpresivo para ellos. El
seguir a Jesús incluye el ponerlo a él en primer lugar, el someter mis sueños,
mis deseos, mis anhelos, mis proyectos en las manos de Jesús y que el use mi
vida como el crea que es más sabio. Dietrich Bonhoeffer en su libro “El precio
de la gracia” dice:
“Se produce la llamada, y sin otro
intermediario, sigue el acto de obediencia por parte del que ha sido llamado.
La respuesta del discípulo no consisten en una confesión de fe en Jesús, sino
en un acto de obediencia”[5]
El banquete de los pecadores y la reacción de
los fariseos Mateo 9:10-11
Después que Levi o
Mateo sigue a Jesús el evangelio de Mateo 9:10 nos dice que se hizo una comida
en su casa en donde asistieron muchos otros cobradores de impuestos y otros
pecadores (Mc 2:15) Lucas 5:29
“Más tarde, Levi ofreció un gran banquete en su
casa, en honor de Jesús. Sentados a la mesa con ellos estaban muchos cobradores
de impuestos y otras personas”
La gente en general
consideraba algo honorable que una persona de dinero invitara a un maestro
religioso a comer. El compartir juntos a la mesa era una señal social de la
época que indicaba que había una relación cercana con las personas que
compartían en la mesa[6].
Pero en esta mesa había algunos de los peores pecadores. El Talmud[7]
hacia una distinción entre dos clases de publicanos. El primero era el cobrador
de impuestos en general llamado “Gabbai” que era el que cobraba los impuestos
regulares de tierra sueldos y capitación. El segundo era el cobrador de
impuestos de modo especial que era el aduanero llamado “Mohes o “Mokhsa” y se
dedicaba a cobrar transporte, carros, puentes, caminos, muelles, etc[8].
Y en este gran banquete es muy probable que estuvieran ambos. Entonces Jesús y
sus discípulos se sentaron a la mesa con ellos para compartir este gran
banquete.
Los fariseos y
escribas reaccionaron de inmediato y le preguntaron a los discípulos que “¿Por
qué come su maestro con cobradores de impuestos y pecadores” (Mt 9:11) Marcos
2:16; Lucas 5:30
“Pero los escribas y los fariseos murmuraban
contra los discípulos de Jesús, y les dijeron: ¿Por qué ustedes comen y beben
con cobradores de impuestos y pecadores?”
Para los Escribas y
Fariseos era incomprensible como Jesús podía relacionarse con los pecadores y
es por eso que más delante de los evangelios Jesús es acusado ser un comedor y
bebedor como glotón y borracho por los fariseos (Mt 11:19) ¿Por qué ellos
pensaban así? Ellos pensaban así porque habían interpretado los pasajes
bíblicos del Antiguo testamento acerca de la pureza y la separación de los impíos
de una forma estricta y sectaria. Salmos 1:1; Proverbios 13:20
“Quien se junta con sabios se vuelve sabio;
quien se junta con necios, acaba mal”
Estos versículos
hablan de relacionarse con los malvados o necios que practican el mal y que tú
participas con ello en ese mal. Pero ¿Estaba Jesús haciendo esto? Claro que no.
Ahora podemos preguntarnos ¿Podemos relacionarnos con quienes hacen el mal? La
respuesta común es blanco y negro o sea sí o no. No debemos relacionarnos con
no creyentes o si debemos relacionarnos con no creyentes sin considerar los
matices que requieren discernimiento y sabiduría.
En primer lugar si nos podemos relacionar con no
creyentes. Creo que este texto da la base suficiente para creer
eso pero además pensar de forma contraria resultaría absurdo con la realidad de
relacionarnos con vecinos, compañeros de estudio, trabajo, amigos etc. Algunos
argumentan que solo deberíamos relacionarnos solo para predicar pero ¿Qué pasa
si no les predicas inmediatamente? ¿O si ya le predicaste y no te ignoro ya no
debería relacionarse? Creo que una postura estricta sobre no relacionarse con
personas no creyentes es absurda. Lo que si requerimos es discernimiento y
sabiduría para relacionarnos. Yo tuve dos amigos uno era un férreo ateo y el
otro creía en algo pero no nada seguro. Me relacionaba con ambos y a ambos les
predique el evangelio en distintos momentos. Del Ateo me alejaba cuando
“blasfemaba” contra nuestro Señor Jesucristo y no insistía en predicarles en
algunos momentos porque era lanzar perlas a los cerdos (Mt 7:6) del otro me
alejaba cuando me invitaba a prácticas pecaminosas pues no debía vivir como
hijo de la luz (Efe 5:8) Con ambos me relacionaba y les predique pero sabía
distinguir cuando alejarme de ellos. Pero entonces como Jesús debemos
relacionarnos con los no creyentes y hablarles del Señor y mostrarle como el
Señor ha tenido misericordia de nosotros. No es que nos creamos superiores sino
que simplemente vemos reconocemos que somos pecadores redimidos por Dios. Por
ejemplo en las fiestas que se acercan ¿A cuántos les predicaremos el evangelio?
¿A cuántos les explicaremos Quien es Jesús? ¿A cuántos le manifestaremos el
amor de Cristo?
En segundo lugar si debemos separarnos de
ciertas personas. Esta enseñanza de Jesús nos lleva a pensar que
si hay una separación que las Escrituras avalan y se refiere a que si debemos
separarnos de quienes afirman ser cristianos pero practican abiertamente el
pecado y no quieren arrepentirse de ello. 1 Corintios 5:9-11
Pablo aquí viene
hablando del hermano que estaba practicando un pecado que ni los paganos iban a
tolerar y Pablo llama a que lo expulsen de la iglesia y después dice estas
palabras que se refieren a referirse de aquel hombre que estaba viviendo en
pecado abiertamente. ¿Cómo entonces nos acercamos a alguien que está viviendo
abiertamente en pecado lo ignoramos y ya? No, sino que en las ocasiones que lo
vemos siempre le hablamos del evangelio y le llamamos al arrepentimiento hasta
que reconozca que su práctica es algo contrario de lo que dice creer. Por
supuesto para esto también se requiere sabiduría de Dios.
El llamado a los pecadores. Mateo 9:12-13
Los fariseos al ver a
Jesús comiendo con todos esos pecadores comenzaron a preguntarle a los
discípulos porque Jesús hacia eso y fue entonces cuando escucho el
cuestionamiento que los Fariseos y Escribas estaban haciéndole a sus discípulos
(Mt 9:12) y les responde:
“No son los sanos lo que necesitan de un médico
sino los enfermos”
El primer argumento de Jesús toma la relación de
médico-enfermo y les dice que el medico va donde están los enfermos y no los
sano. Los fariseos y escribas se consideraban gente sana que no necesitan la
ayuda de un doctor pero en cambio las otras personas si se consideraban
enfermas que necesitaban un doctor. Los fariseos se niegan a admitir que todos
estamos enfermos por el pecado. Isaías 1:5-6
“¿Por qué quieren ustedes ser castigados
todavía? ¿Van a seguir siendo rebeldes? Tienen toda la cabeza enferma, y todo
el corazón adolorido. De la punta del pie a la cabeza no tienen nada sano. Todo
son heridas, hinchazones y llagas abiertas, que nadie ha curado ni vendado ni
limpiado con ungüento.
Los seres humanos
siempre hacen un diagnostico errado respecto a la enfermedad dicen que estamos
enfermos por lo que necesitamos más educación, mejor economía, mejores
políticos, mejor constitución, pero el verdadero problema es el pecado y la
única solución es venir a Cristo el doctor que tratara la enfermedad matándola.
¿Por qué creerse sanos cuando realmente estamos enfermos? Solamente porque
creemos que nos podemos justificar a nosotros mismos.
El segundo argumento de Jesús es citar la
Escritura y aplicarla a esa situación en particular. Jesús cita Oseas 6:6
“Lo que yo quiero es misericordia y no
sacrificio; ¡Conocimiento de Dios, más que holocaustos!
El libro de Oseas
trata en general acerca del amor de Dios incondicional sobre un pueblo pecador
de Israel que rechaza su amor pecando constantemente. Los líderes y el pueblo
de Dios habían hecho de la religión algo totalmente formal, vacío y sin
verdadera misericordia por el prójimo. Es por eso que Dios reprende al pueblo y
le dice que él prefiere la misericordia genuina que los sacrificios con hipocresía
que el pueblo presentaba. De forma paralela Jesús les está diciendo a los
Fariseos y Escribas que vayan a estudiar para entender que es lo que ese pasaje
significa pues ellos mismos están actuando con una religión externa, hipócrita
y vacía y no están comprendiendo el verdadero sentido de la misión de Jesús
como mesías. ¿Cuántas veces podemos caer
en la religiosidad vacía y no poner nuestro corazón en la adoración al Señor?
En tercer argumento de Jesús es que él llama a
los pecadores y no a los justos. Esta frase es claramente una ironía sobre la
actitud que los fariseos habían tomado, la actitud de “justos”. Ellos creían
que estaban justificado delante de Dios porque cumplían los mandamientos. Ellos
creían que eran automáticamente parte del pueblo escogido de Dios. Pero la
verdad es que no era así, ellos están más perdidos que los mismos publicanos
que estaban en esa mesa porque al menos ellos admitían ser pecadores
necesitados de Cristo. ¿Cómo te ves tú a ti mismo? ¿Cómo te percibes tú a ti
mismo como un justo o un pecador? ¿Cómo te sientes cuando muestras al otro como
un vil pecador? Si es te sientes justo estas tan perdido como los fariseos pero
si te consideras pecador tienes esperanza en Cristo. Dios llama a los pecadores
al arrepentimiento. Mateo 22: 8-10
“Entonces dijo a sus siervos: “La fiesta de
bodas ya está preparada, pero los que fueron invitados no están dignos de
asistir. Por tanto vayan a las encrucijadas de los caminos, e inviten a la
fiesta de bodas a todos los que encuentren. Los siervos salieron por los
caminos y juntaron a todos los que encontraron, lo mismo malos que buenos, y la
fiesta de bodas se llenó de invitados”
[1] https://www.diarioconcepcion.cl/politica/2019/11/24/la-alta-desaprobacion-que-sufre-la-clase-politica-tras-crisis-social.html
[2] William Barclay. Comentario a Mateo.
Página 175
[3] Craig Keener. Comentario Cultural al
Nuevo testamento. Página 63
[4] https://www.coalicionporelevangelio.org/articulo/john-newton-asombrado-por-la-gracia-de-dios/
[5] Dietrich Bonhoeffer. El precio de la
gracia. Página 27.
[6] Craig Keener. Comentario Cultural
del Nuevo testamento. Página 63.
[7] El Talmud es el libro judío que
recopila todas las discusiones, debates e interpretaciones de las diversas
escuelas judías de la época respecto a la Biblia.
[8] Alfred Andershein. La vida y los
tiempos de Jesús. Página 570.