Entre
el siglo II y III de la era cristiana cuando comenzaba a crecer el cristianismo
en el Imperio romano muchos de los paganos de la época comenzaron a atacarlo
con un sin número de acusaciones entre las cuales estaban las populares que por
mal interpretar algunas cosas pensaban que los cristianos hacían practicas
abominables. Por ejemplo ellos decían de las “fiestas de amor” eran orgias
practicadas entre todos los cristianos y que la práctica de la Cena del Señor
era eran realidad una práctica caníbal donde se comían a niños en el pan y se
guardaban el secreto. Pero también había acusaciones más “serias” o “cultas”
las cuales decían que los cristianos en realidad eran personas ignorantes que
solo tenían doctrinas contradictorias al sentido común y por tanto debían
ignorarse. Debido a esto surgen un grupo de cristianos que defenderían el
cristianismo enviando cartas y explicando que es lo que en realidad creían los
cristianos. Este grupo de creyentes se conoce como los “apologistas cristianos”
o “los padres apologistas[1]”
Uno
de ellos llamado Arístides del cual no se sabe mucho acerca de su vida escribió
una carta dirigida al emperador romano para mostrar la superioridad moral del
cristianismo en comparación los paganos y judíos (llamada Carta o Apología de
Arístides[2]). Después de mostrar el
error de las prácticas paganas y judías muestra cómo era la vida de los
cristianos y escribe:
“No adulteran, no fornican, no levantan
falso testimonio, no codician los bienes ajenos, honran al padre y a la madre,
aman a su prójimo y juzgan con justicia. Los que no quieran se les haga a ellos
no lo hacen a otros. A los que los agravian, los exhortan y tratan de
hacérselos amigos, ponen empeño en hacer bien a sus enemigos, son mansos y
modestos... Se contienen de toda unión ilegítima y de toda impureza... No
desprecian a la viuda, no contristan al huérfano; el que tiene, le suministra
abundantemente al que no tiene. Si ven a un forastero, le acogen bajo su techo
y se alegran con él como con un verdadero hermano. Porque no se llaman hermanos
según la carne, sino según el alma... Están dispuestos a dar sus vidas por
Cristo, pues guardan con firmeza sus mandamientos, viviendo santa y justamente
según se lo ordenó el Señor Dios, dándole gracias en todo momento por toda
comida y bebida y por los demás bienes... Este es, pues, verdaderamente el
camino al reino eterno, prometido por Cristo en la vida venidera”
Los
cristianos de aquella época se caracterizaron esforzarse en obedecer la palabra
de Dios y como consecuencia de eso ellos eran cristianos ejemplares en una
cultura altamente malvada y pecaminosa como la romana. Así también Pablo quiere retomar este tema en
esos pasajes y llamar a los Filipenses a ver la importancia del obedecer el evangelio
y así ser luz del mundo.
V12-13 Obediencia en el evangelio
Pablo
había comenzado hablando acerca de la obediencia de Cristo en versos anteriores
(Fil 2:8 “Se hizo obediente hasta la muerte”) y como eso se manifestó en la
humillación y exaltación de Cristo (Fil 2:5-11) Pablo conecta estas ideas con
los versos que ahora va desarrollar por eso usa el “Por tanto, amados míos”
(RV60; RVC) “Así que, mis queridos hermanos” (NVI) “Queridos amigos” (NTV) Por
tanto Pablo quiere hablarles en el verso 12 a los Filipenses sobre dos cosas
importantes respecto a la obediencia en el evangelio. En primer lugar los cristianos se caracterizan
por la obediencia. Jesús ya había dicho en Juan 15:10
“Si obedecen mis mandamientos,
permanecen en mi amor; así como yo he obedecido los mandamientos de mi Padre, y
permanezco en su amor”
Y en
la carta de 1 Juan 5:2-3 se reafirmaba
“En esto sabemos que amamos a los hijos
de Dios: en que amamos a Dios y obedecemos sus mandamientos. Pues éste es el
amor a Dios: que obedezcamos sus mandamientos. Pues éste es el amor a Dios: Que
obedezcamos sus mandamientos. Y sus mandamientos no son difíciles de cumplir”
Una
de los frutos del Espíritu Santo en el corazón de un cristiano es el deseo
intenso de obedecer la palabra de Dios. Vamos a tener muchas luchas contra
nuestro pecado, el mundo y Satanás (1 Juan 2:16) pero finalmente nuestro anhelo
de una verdadera naturaleza es obedecer a Dios y deleitarnos en eso. Y
observemos que Pablo está diciendo que los Filipenses han obedecido a lo que él
ha dicho no solamente en su presencia sino también en su ausencia, lo cual
demuestra una madurez espiritual. Esta misma idea de seguir las ordenanzas que
dejo en su ausencia es repetida en otras ocasiones en las cartas de Pablo (1
Cor 4:14-21; Fil 8-9)
En
segundo lugar los cristianos se preocupan por su vida espiritual. Esta frase ha
llevado a hermanos a creer que la salvación se pierde pero ¿Enseña realmente
eso el pasaje? Pues si esto enseña este pasaje esto iría contra las mismas
enseñanzas de Pablo en otros pasajes donde muestra que la salvación es un
regalo de Dios (Rom 4:5; 11:6) y por tanto las Escrituras se contradecirían. El
verbo griego de “ocupaos” significa trabajar en algo sin interrupción hasta
terminarlo por completo.[3] Por tanto debido a que no
puede contradecir las Escrituras y que el sentido de la palabra no alude a
ocuparse de un trabajo que el origino, no se puede asumir que este pasaje
enseña que la salvación depende nosotros. Pues esa sería la lógica de quien
cree que la salvación se pierde. Además la palabra “salvación” se usa en varios
sentidos en las cartas de Pablo. Esta la salvación pasada (justificación Rom
8:24; Efe 2:5; 2 Tim 1:9; Tito 3:5) la salvación presente del poder del pecado
(1 Tim 2:15) y la salvación futura (Rom 13:11, 1 Cor 5:5; 3:15; 1 Ts 5:9) Por
tanto lo que Pablo está diciendo es que se preocupen por su salvación presente,
en otras palabras; que se preocupen por su vida espiritual. Las palabras “temor
y temblor” aluden a un temor reverente al Señor.[4] Por tanto Pablo está
llamando a los cristianos a preocuparse con temor y temblor de su vida
espiritual. Esto lo confirman claramente otras versiones bíblicas al traducir
esta frase:
“Lleven
a cabo su salvación con temor y temblor” (NVI) “Hagan efectiva su propia
salvación con profunda reverencia” (DHH) “Esfuércense por demostrar los
resultados de su salvación obedeciendo a Dios con profunda reverencia y temor”
(NTV) El Apóstol Pedro lo dice de la siguiente manera en 2 Pedro 1:10
“Por eso, hermanos, procuren fortalecer
su llamado y elección. Si hacen esto, no caerán jamás”.
Por
tanto esto significa que aunque el creyente no tiene participación en la
salvación, pues es obra soberana de Dios, si tiene una clara participación en
el proceso de la santificación progresiva. En el versículo 13 nos encontramos
sobre quién es el originador de toda esta santificación progresiva. El texto
nos dice que Dios es quien pone el “querer” como el “hacer” en el creyente. “Dios
es quien produce en ustedes tanto el querer como el hacer” (NVI) “Pues Dios
trabaja en ustedes y les da el deseo y el poder para que hagan lo que a él le
agrada”. Jesucristo afirmo en Juan 15:5
“Yo soy la vid y ustedes los pámpanos;
el que permanece en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto; porque separados de
mí ustedes nada pueden hacer”
Además
es sabido que muchas de las cosas que realizamos están mezcladas con motivos
pecaminosos por tanto es el Espíritu Santo el que obra en nosotros para que
podamos hacer la voluntad de Dios de forma correcta. Romanos 8:26
“De igual manera, el Espíritu nos ayuda
en nuestra debilidad, pues no sabemos que conviene pedir, pero el Espíritu
mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles”
Si
nuestra vida espiritual dependiera solamente de los que nosotros hacemos seria
esto realmente un desastre. Pero esto ha producido que los cristianos se
confundan pues se han preguntado si la salud de la vida espiritual depende de
mí o depende de Dios. Se narra que en cierta ocasión John Wesley y George
Whitefield habían estado predicando juntos y luego de un largo día de trabajo
se fueron a dormir y ambos estaban en la misma habitación. Entonces ambos se
pusieron de rodillas para orar antes de dormir. Whitefield oro de forma rápida
por el día y se fue acostar. Wesley quien recién estaba comenzando a orar lo
miro y le dijo “Señor Whitefield, ¿Es este el lugar hacía donde lo conduce su
calvinismo? Y siguió orando. Whitefield se durmió y al cabo de dos horas
despertó vio que Wesley aun seguía orando al lado de su cama. Entonces se
acerco a él y vio que se había quedado dormido orando. Por tanto lo despertó y
le dijo “Señor Wesley ¿Es este el lugar hacia donde lo conduce su Arminianismo[5]? Incluso grandes líderes
cristianos han sido confundidos respecto a si nuestra espiritual depende de
nosotros o de Dios.
Es
sabido por nosotros que el calvinismo ha crecido entre el mundo evangélico,
pero siempre hay que tener cuidado con las dos tendencias que existen. Una de
ellas son los cristianos que van a decir que debido a que todo es decretado y
que todo lo que nos pasa es conforme al plan de Dios no hay que poner tanto de
nuestra parte pues ¿Acaso Dios no va a cumplir su plan? Por tanto son personas
que no se esfuerzan en la gracia de Dios y cualquiera que les sugiera un método
de cómo leer la Biblia u orar lo pueden acusar de ser “legalista”. Sin duda el
legalismo puede ser un problema pero ¿Acaso no estamos preocupados por nuestra
vida espiritual? ¿No deberíamos esforzarnos en la gracia para mortificar el
pecado confiando en el evangelio? Por el otro lado están quienes creen que la
mayoría de las cosas que hago dependen de mí, soy una persona metódica y
ordenada y por tanto me mantengo orando y creciendo en la gracia de Dios. Pero
sin darme cuenta eso hace que me sienta “mejor que los demás”. Yo hago esto
mientras los demás no lo hacen. ¿Acaso no sabes que el poder del Espíritu Santo
es quien obra en ti? ¿No sabes que lo que haces es porque el poder de Dios obra
en ti? Las Escrituras nos enseñan que ambas cosas son ciertas, la
responsabilidad del hombre y la soberanía de Dios van de la mano, debemos
preocuparnos de nuestra vida espiritual, pero poniendo como foco central el
evangelio para crecer en nuestra vida espiritual. ¿Tenemos un deseo por crecer
espiritualmente?
V14-16 Obedeciendo para ser
luz
Pablo
vuelve en estos versículos a un tema que anteriormente había tocado (Fil 2:3-4)
que es el obedecer sin “murmuraciones ni peleas (contiendas)” (RV60; RVC) “Sin
quejas ni contiendas” (NVI) “sin quejarse ni discutir” (NTV) “murmuraciones ni
discusiones” (LBLA) La palabra “murmuraciones” alude a musitar, gruñir o decir algo en tono bajo.[6] Las murmuraciones van a
producir como fruto “peleas” así que las dos ideas van de la mano. El punto de
estos pasajes es que se puede obedecer de dos maneras. Se puede obedecer con
verdadero sentido de obedecer o se puede obedecer a regañadientes y por tanto
murmurando o peleando. Varias comentaristas debido al uso del griego que hace
en estas frases ven una conexión con las “murmuraciones y peleas” que el pueblo
de Israel tuvo contra Dios en el desierto[7]. Podemos recordar algunas
de esas murmuraciones y quejas contra Moisés y contra el Señor Éxodo 16:2-3 y Números 11:1
“Allí en el desierto, todos ellos
murmuraron contra Moisés y Aarón, y les reclamaron: “Mejor nos hubiéramos
muerto en la tierra de Egipto a manos del Señor. Allá no sentábamos junto a las
ollas de carne, y comíamos pan hasta saciarnos. Ustedes no han sacado a este
desierto para matarnos de hambre a todos nosotros”
“Y sucedió que todo el pueblo se quejo a
oídos del Señor, y el Señor oyó sus quejas y ardió en ira, y un fuego del Señor
se encendió en medio de ellos y consumió uno de los extremos del campamento”
Podemos
ver que el Señor no se agrado en las murmuraciones y quejas del pueblo contra
sus líderes (Moisés y Aarón) como contra él. Debido a esto algunos han sugerido
un paralelismo que los Filipenses también podrías haber estado murmurando y
quejándose de los oficiales de la iglesia que son los ancianos y diáconos (Fil
1:1) o puede también que haya sido una murmuración o queja contra algún
hermano, pero cualquiera sea la situación hacer esto es pecar contra el Señor.
Por
tanto lo que Pablo espera de los Filipenses es que ellos sean “Irreprensibles,
sencillos e intachables como hijos de Dios” (RV60, RVC) “intachables y puros”
(NVI) “limpia e inocente” (NTV) La palabra “irreprensible” significa que no
puede ser llamado a rendir cuentas, o sea que no tiene acusación alguna como
resultado de una investigación pública[8]. La palabra “sencillo” es
literalmente sin mezcla, exento de materiales extraños, sin doblez, sincero[9]. Por tanto la idea aquí es
que los Filipenses sean totalmente sinceros y transparentes en su forma de
vivir. ¿Por qué debemos vivir de esta manera en este mundo? Porque vivimos en
una cultura “maligna y perversa” (RV60; RVC) “torcida y depravada” (NVI)
“perversa y corrupta” (NTV) esto quiere decir que el mundo siempre ha sido
pecaminoso y NO solamente donde nosotros
pensamos que es algo más evidentemente malvado. Deuteronomio 32:5
“La corrupción no es suya, sino de sus
hijos, que son gente torcida y perversa”
“Pero él les dijo: La generación mala y
adultera demanda una señal, pero no tendrán más señal que la del profeta Jonás”
Mateo 12:39
“Y con muchas otras palabras les hablaba
y los animaba. Les decía: Pónganse a salvo de esta generación perversa”. Hechos
2:30
La
generación mala y perversa comenzó desde la caída en el Jardín del Edén y va a
existir hasta el regreso de nuestro Señor Jesucristo. ¿Qué debemos hacer
mientras estamos aquí? Pablo afirma que nosotros debemos vivir como “luminares
en el mundo”(RV60; RVC) “ustedes brillaran como estrellas en el firmamento”
(NVI) “brillen como luces radiantes” (NTV) en medio de un mundo oscuro y
pecaminoso. La metáfora es un contraste entre la luz y las tinieblas que se
repite de muchas maneras en las Escrituras. Israel estaba llamado a ser luz de
las naciones. Isaías 42:6; 49:6
“Yo soy el Señor. Yo te he llamado en el
momento justo, y te sostendré por la
mano; yo te protegeré, y tú serás mi pacto con el pueblo y una luz para las
naciones”
“Y le ha dicho: Muy poca cosa es para mí
que tú seas mi siervo, y que levantes las tribus de Jacob y restaures al
remanente de Israel. Te he puesto también como luz de las naciones, para que
seas mi salvación hasta los confines de la tierra”
Tanto
Jesús en Mateo 5:14 como el Apóstol Pablo en Efesios 5:8 hicieron eco de esta
misma metáfora de ser luz en el mundo:
“Ustedes son la luz del mundo. Una
ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.
“En otro tiempo, ustedes eran oscuridad;
pero ahora son luz en el Señor. Por tanto, vivan como hijos de luz”
Para
ser esos hijos de Dios que el Señor desea no solamente debemos rechazar el
pecado que nos nombra aquí (murmuraciones y peleas) sino que además debemos
estar “aferrados a la palabra de vida” (RVC) “asidos a la palabra de vida”
(RV60) “manteniendo en alto la palabra de vida” (NVI) “aférrense a la palabra
de vida” (NTV) “sosteniendo firmemente la palabra de vida” (LBLA) “manteniendo
firme el mensaje de vida” (DHH) La idea de esta frase es que nos mantengamos
apegados a las Escrituras, apegados al evangelio, apegados a Cristo para poder
brillar como una luz verdadera en el mundo. Pablo dice que los Filipenses deben
seguir perseverando en obedecer al Señor, rechazando al pecado y profundizando
en las Escrituras para honrar al Señor. De esta manera el apóstol Pablo podrá
ver que todo el esfuerzo que él hizo en esta iglesia no fue en vano.
Estos
versos nos muestran un patrón de cómo
debemos obedecer al Señor. En primer
lugar debemos rechazar todo pecado. ¿Estás practicando un pecado
actualmente? Debes rechazarlo inmediatamente, debes humillarte ahora mismo y
buscar la gracia de Cristo. Si estas pasando por diversas pruebas vas a tener
la tentación de murmurar o quejarte contra Dios pero eso pecado. Puede que no
estés reclamando evidentemente pero en tu corazón obedeces a regañadientes. Por
tanto no hay un corazón sincero delante de Dios. ¿Nunca te ha pasado que
obedeces al Señor pero en tu interior no hay gozo?
En segundo lugar para ser luminares del evangelio y resplandecer en
esta generación maligna y perversa debemos estar aferrados a la palabra de
Dios. Esto significa que debemos conocerla y practicarla. Esto se puede
aplicar en las diversas esferas de la vida. Por ejemplo en una cultura de
maridos egoístas, los maridos cristianos deben resplandecer con su amor
sacrificial a su esposa. En una cultura de esposas empoderadas que rechazan los
hijos, las esposas cristianas deben resplandecer adornando el evangelio
sometiéndose a su esposo y amando a sus hijos (Tito 2:4) en una cultura donde
la mayoría de las personas busca el ascender sin servir, prosperar sin
trabajar, comodidad sin sacrificarse debemos mostrar que el evangelio se trata
de ser siervos, trabajadores, que probablemente nunca estemos cómodos en este
mundo porque nuestros anhelos son más trascendentales que las cosas de este
mundo pasajero. Nosotros anhelamos ver personas que son salvadas por el poder
del evangelio, cristianos llenos de frutos de justicia por medio de Cristo (Fil
1:11) cristianos que dicen que para ellos el vivir es Cristo y el morir es
ganancia. Cristianos apasionados, sufridos y gozosos por el evangelio, ya que
sabemos que nuestro trabajo no es en vano (1 Cor 15:58)
V17-18 La vida derramada de
Pablo
En
estos últimos versos Pablo toma una imagen de la época que se usaba en los
sacrificios y la aplica a su propia vida. El habla acerca de la “libación” que
era la costumbre de derramar un líquido que podía ser agua, vino, aceite, miel
o leche sobre el sacrificio hecho y ese líquido se evaporaba. El vapor
simbolizaba la elevación de la ofrenda a la deidad a la cual se le daba el sacrificio.
Esto se practicaba en los sacrificios que Dios había mandado como en las otras
culturas. Éxodo 29:40
“Con cada cordero ofrecerás dos libros
de flor de harina, amasada con un libro de aceite de olivas machacadas. Para la
libación, ofrecerás un libro de vino”
Por
tanto lo que Pablo está diciendo es que él se va a derramar sobre el sacrificio
que los Filipenses han hecho como por ejemplo al enviarles ayuda al Apóstol
cuando no tenia necesidades (Fil 4:18) como también han mostrado el servicio a pesar
de la oposición que han enfrentado (Fil 1:28-29) Hay comentaristas que apoyan
que el Apóstol Pablo aquí está hablando del derramamiento de su sangre como la libación[10] y otros apoyan que se
trata del ministerio sacrificado del Apóstol Pablo.[11] Pero por el contexto de
toda la carta parece más probable que Pablo este pensando en su futura muerte
como sacrificio agradable a Dios.
Pablo
nos muestra que si la muerte llega sobre él su respuesta es “Me gozo y regocijo
con todos ustedes” (RVC; RV60) “Me alegro y comparto con todos ustedes mi
alegría” (NVI) “Y quiero que todos ustedes participen de esta alegría” (NTV)
Pablo se alegra en poder entregar su vida por causa de los hermanos Filipenses
y llama a que no solamente se alegre él, sino que todos ellos se alegren junto
a él. ¿Qué es lo produce en Pablo esa entrega, ese sacrificio, ese gozo por la
obra de Dios? ¿Cómo es que alguien pueda llegar a sentir ese gozo impresionante
que Pablo manifestaba? Pablo podía vivir así porque en realidad había
comprendido y vivido el evangelio.
Es cierto que la
mayoría de los que estamos aquí decimos que conocemos el evangelio y sabemos
del gran sacrificio de Cristo, pero ¿Por qué entregamos tan poco para la obra
de Dios? ¿Por qué no estamos dispuestos a sacrificar más de nuestras vidas por
el evangelio? ¿Por qué parece que la vida nos inmoviliza de vez en cuanto y
nuestra fe esta fría? Es porque aún no hemos comprendido que para preocuparse
más por nuestra vida espiritual no debemos simplemente crear un rutina. Para
alejarnos del pecado no debemos simplemente ponernos reglas que seguir. Para
vivir como hijos de luz no es simplemente que debemos aferrarnos a su palabra,
sino que lo necesitamos es sorprendernos, asombrarnos y maravillarnos
constantemente con la obra de Cristo y entonces el gozo de estar en su
presencia será tan impresionante que la única opción que tendrás entregar su
vida en sacrificio gozoso por la obra del Señor.
[1]
Justo L. González. Historia del Cristianismo. Páginas 68-72
[2] http://www.mercaba.org/TESORO/427-9.htm
[3]
Diccionario Vine. Página 600.
[4]
Diccionario Vine. Página 878.
[5]
John Macarthur. A Solas con Dios. Página 78.
[6]
Diccionario Vine. Página 577
[7]
Craig Keener. Comentario cultural de la Biblia. Página 556. Frank Thielman.
Comentario NVI. Filipenses. Página 237. Comentario Mundo Hispano. Filipenses.
Página 171
[8]
Diccionario Vine. Página 468
[9]
Diccionario Vine. Página 827
[10]
William Hendriksen. Filipenses. Página 93. Frank Thielman. Comentario NVI.
Filipenses. Página 240.
[11]
John MacArthur. Biblia de Estudio. Su argumento es que el verbo griego esta en
presente. Página 1675
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