Pensar el mundo a través de las Escrituras...

lunes, 25 de noviembre de 2019

Cosmovisión cristiana y trabajo


Cosmovisión cristiana y trabajo[1]´

Lo primero que hay que hacer para comenzar a ver el trabajo es definir que es el trabajo. Según la Rae el trabajo es[2] “acción y afecto de trabajar. Ocupación retribuida. Obra, resultado de la actividad humana. Operación de la máquina, pieza, herramienta o utensilio que se emplea para algún fin. Esfuerzo humano aplicado a la producción de riqueza, en contraposición a capital.  Lugar donde se trabaja”.  Podemos ver que el trabajo involucra cosas como “esfuerzo, retribución, actividad humana” etc. Muchos cristianos tienen una visión negativa del trabajo y por tanto usan frases como “trabajar es consecuencia de la maldición” o “hay que trabajar para alimentar a la familia” u otros piensan que el trabajo es algo que hay que hacer pero que no tiene ninguna relación con la fe cristiana sino que es simplemente algo “secular”. Las personas que realmente están trabajando son los pastores porque ellos están trabajando por la obra de Dios, los demás simplemente están en los trabajos “seculares” alimentando a sus familias y dando dinero a la iglesia para que el reino de Dios avance. ¿Es esa la visión cristiana del trabajo?

La creación del trabajo

Dios creo todas las cosas en 7 días y finalmente concluyo diciendo que todo lo que había hecho era bueno en gran manera (Gen 1:31) Luego Dios creo al hombre y le dio el mandato del polvo de la tierra y lo puso en el jardín para que lo cultivara y guardara (Gen 2:15) Tom Nelson en su libro Trabajo y redención escribe sobre lo que significaba esto[3]:

“En Génesis 2:15 el lenguaje de trabajo como cultivo y creación está contenido en la palabra hebrea avodah. Esta palabra es traducida de varias formas en el Antiguo testamento. Muchas veces traduce “trabajo”, “servicio” o “artesanía”, pero otras veces traduce “adoracion”. Avodah se utiliza para describir el trabajo arduo y doloroso del pueblo de Dios durante el tiempo de esclavitud en Egipto, cuando tenían que hacer ladrillos (Ex 1:14) El servicio laboral de los artesanos construyendo el tabernáculo (Ex 35:24) y la gran artesanía de los que trabajan el lino (1 Cro 4:21) Avodah también es utilizada en el texto que narra la dedicación del templo. Salomón utiliza la palabra cuando instruye a los sacerdotes y levitas con respecto a su servicio como líderes de adoración colectiva al único Dios verdadero (2 Cro 8:14)”

Estos mandatos significan que Dios puso al hombre en el jardín para que trabajara. Juan Calvino comenta este mandato lo siguiente[4]

“Moisés añade ahora que el hombre recibirá la tierra con esa condición, que se ocupara de su cultivo. De ahí se sigue que el hombre fue creado para ocuparse en alguna labor; y no para reclinarse en la inactividad y pereza. Esta labor, ciertamente, es placentera y llena de deleite, eximida de todo problema y cansancio; dado que Dios ordeno que el hombre se ocupara en el cultivo de la tierra, condeno en su persona todo reposo indolente. De allí que nada se opone más al orden de la naturaleza que consumir la vida comiendo, bebiendo y durmiendo sin proponernos nada. Moisés añade que al hombre se le encargo la custodia del huerto, para mostrarnos que poseemos aquello que Dios ha puesto en nuestras manos, bajo esta condición, que contentos con el uso frugal y moderado que hagamos de ello, cuidemos de todo lo que quede. Que aquel que posee un campo, participe de sus frutos cada año de tal manera que no dañe la tierra por su negligencia; pero que se esfuerce por pasarlo a las generaciones siguientes tal y como lo recibió o incluso mejor cultivado. Que se alimente de sus frutos de tal manera que no los disipe por el lujo ni permite que se dañen o se arruinen por descuido. Más aun, que esta economía y esta diligencia, con respecto a lo bueno que Dios nos ha dado para disfrutar, florezca entre nosotros; que cada uno se considere mayordomo de Dios en todo lo que posee. Entonces no se conducirá disolutamente ni se corromperá por el abuso de lo que Dios quiere que preserve”

John Gill comenta[5]:

“De modo que parece que el hombre no debía vivir una vida ociosa en su estado de inocencia; pero esto no debe ser entendido como trabajo, fatiga, problemas, pena y sudor como después de la caída, sino más bien para su recreación y placer”

Desde el principio de la Biblia vemos que el trabajo es algo bueno creado por Dios para que el hombre trabajara en el jardín en el cual no iba a ver ningún tipo de inconveniente cuando el cuidara y cultivara el jardín del Edén. Además Adán trabajo poniéndole nombre a los animales que Dios le traía a él para que se diera cuenta que no había ayuda idónea para el (Gen 2:19-20) El Señor creo a Eva para que sea su ayuda idónea en el trabajo de cuidar y cultivar el jardín (Gen 2:23) Esto significa que ambos trabajan para cumplir el propósito de Dios en la creación, es decir trabajan para la gloria de Dios. Sin embargo el mundo occidental ha tendido a ver el trabajo eclesial como el trabajo que se hace para Dios pero cualquier otro trabajo como “secular” que se hace solo para subsistir. Darrow Miller escribe:[6]

“En el mundo occidental, muchos adultos pasan la mitad de sus horas de vigilia trabajando. En muchos países en desarrollo, el número de horas dedicas al trabajo es aún mayor. Y, pese a tanto tiempo consumido, rara vez se reflexiona en estas cuestiones. ¿Qué es el trabajo? ¿Por qué trabajamos? Arrastramos mayormente vidas irreflexivas; hacemos las cosas que nuestros padres y madres hicieron, en algunos países por generaciones, sin ninguna explicación. El solo hecho de tener cuenta estos asuntos podría originar un reordenamiento radical en la vida”

“La Biblia no divide la existencia en una esfera natural y otra sobrenatural, o material o espiritual. La separación que el mundo moderno tiende hacer es completamente extraña a la cosmovisión bíblica. Es dudoso que los personajes bíblicos hubieran podido comprender la manera en que tendemos a concebir la vida y el mundo de hoy. La biblia revela que Dios es el Creador de los cielos y la tierra. No solo es el trascedente y eterno, también es el Dios de la historia, en todos sus detalles. Es rey de los cielos y también Señor de toda la vida”

Esto lo podemos con claridad cuando vemos los trabajos que la Biblia describe de quienes fueron usados por Dios. Vemos por ejemplo que Caín y Abel trabajaron como pastor de ovejas y agricultores (Gen 4:2) que Abraham (Gen 13:1-7) Isaac-Rebeca (Gen 26:12-13) y Jacob-Raquel (Gen 29:9; 30:31-32) trabajaron como pastores de ovejas que José trabajo siendo encargado de Egipto (Gen 41:42-43) que Moisés fue formado en Egipto pero trabajo como pastor de ovejas (Exo 1-3:1). Ya en la época de Moisés hubo ancianos que trabajaron junto a él en impartir justicia (Exo 18;13-27) como también los sacerdotes que trabajaron en el templo (Exo 28-29) Dios le dio sabiduría a hombres para trabajaran en la construcción del tabernáculo (Exo 35:30-35) Josué trabajo siendo un sucesor de Moisés y guerrero (Josué 4:14) En el libro de los jueces vemos que Dios levanto a 14 guerreros (contando a Débora) que trabajaron para liberar al pueblo de Israel por causa de su pecado. Samuel seria el ultimo juez de Israel (1 Sam 7:15-17) para luego comenzar la época de los reyes. Saúl. David y Salomón trabajaron como reyes del reino unido y luego de la división del reino, los reyes del norte y del sur trabajaron en sus reinos. Ester trabajo en el reino de Dios siendo reina (Est 2:16-18) y Nehemías trabajo siendo copero (Neh 1:11) y Daniel fue un importante político del reino de Babilonia (Dan 2:48) La mujer virtuosa trabajaba dentro del hogar (Prov 30:15-18)

En el Nuevo testamento nos encontramos que Jesús era un carpintero (Mt 13:55; Mc 6:3) Simón y Andrés eran pescadores y Santiago y Juan trabajan con padre (Mt 4:18-22) Levi recolector de impuestos (Mt 9:9-11; Luc 5: 27-29) de los demás apóstoles no sabemos mucho sobre sus oficios. Pablo que era un estudioso de las Escrituras pero también un constructor de carpas (Hechos 18:1-3) Los ancianos trabajan en las iglesias (1 Tim 3:1; 5; 17)

Todos estos datos nos muestran que Dios usa a las personas en distintos trabajos y que todos ellos sirven glorificando a Dios. Por tanto bíblicamente podemos decir que no existe un “trabajo secular” para los cristianos sino que todos los trabajos (remunerado o no) lo hacemos para la gloria de Dios. La tradición reformada, desde los reformados a los puritanos ha entendido exactamente esto.  Martin Lutero escribe[7]

“Cuando una sirvienta cocina y limpia y hace otras tareas domésticas es porque el mandato de Dios está allí, incluso un trabajo tan pequeño debe ser alabado como un servicio a Dios que supera con creces la santidad y el ascetismo de todos los monjes y monjas”

“El trabajo doméstico no tiene apariencia de santidad; y, sin embargo, estas mismas obras en relación con el hogar son más deseables que todas las obras de todos los monjes y monjas… las obras aparentemente seculares son una adoración a Dios y una obediencia que agrada a Dios”

Juan Calvino escribe[8]:

“Es un error que aquellos que huyen de los asuntos mundanos y se dedican a la contemplación lleven una vida angelical… Sabemos que los hombres fueron creados para ocuparse en el trabajo y que ninguna sacrificio es más agradable para Dios que cuando uno atiende su llama y estudia para vivir bien por el bien común”

William Perkins escribe[9]

“La acción de un pastor de cuidar ovejas…es una obra tan buena ante Dios como la acción de un juez al dictar sentencia, o un magistrado al gobernar, o un ministro al predicar”

Thomas Gataker escribe[10]

Un hombre no debe imaginar que cuando es llamado a ser cristiano debe abandonar todos los empleos mundanos y aplicarse por completo a la oración y la contemplación, pues debe retener el llamado tan bien como el otro, siguiendo el uno con el otro”

Abraham Kuyper escribe[11]

“No hay esfera de la vida humana concebible sin que la religión no mantenga su exigencia de que Dios debe ser alabado, que sus ordenanzas deben ser observadas y que todo trabajo (labora) debe ser empapado con su oración en actitud ferviente e incesante. Donde quiera que el hombre se situé, cualquiera cosa que haga o a cualquiera cosa que aplique su mano, ya sea en la agricultura el comercio y la industria, o su mente en el mundo del arte y la ciencia, esta, en todo lo que sea, delante, continuamente delante del rostro de Dios; esta empleado al servicio de su Dios, tiene que obedecer estrictamente a su Dios, y, por encima de todo tiene que apuntar a la gloria de su Dios”

En la teología reformada ha existido el concepto de “la vocación” el cual se refiere a que cada creyente está llamado a realizar algo específico a lo cual Dios lo llamo[12]. Un cristiano puede ser un pastor, científico, agricultor, medico, artista, cineasta, poeta, escritor, cocinero, electricista, filosofo, profesor, enfermero, y estar sirviendo al reino de Dios en su lugar de trabajo. ¿Cómo saber que trabajo escoger para servir al reino de Dios? Los dones dados por Dios y la providencia de Dios te llevan a ello.

La caída del trabajo.

Pero aunque no hay ningún trabajo malo en sí mismo porque Dios creo el trabajo bueno debido al pecado ahora el trabajo es difícil. Después de la caída vemos que inmediatamente para la mujer el trabajo de la maternidad será difícil (Gen 3:16) y para el hombre el trabajar la tierra será difícil (Gen 3:17-19) Juan Cavino escribe[13]

“Por lo tanto, el Señor lo había colocado en el huerto el cual debía ser cultivado. Pero, mientras en aquella labor había un dulce deleite, ahora se le impone un trabajo servil, como si hubiera sido condenado a trabajar en las minas. Y aun así, la aspereza de este castigo también es mitigada por la clemencia de Dios, porque queda mezclado con las labores del hombre cierto disfrute, para que no sean del todo malagradecidos, como mencionare de nuevo en el siguiente versículo”

“Ahora trata más profundamente aquellos que ya había mencionado, a saber, el trabajo y el dolor para la participación de los frutos de la tierra. Y como razón menciona que la tierra no será la misma, que antes fue, cuando producía frutos perfectos; pues declara que la tierra perderá su fertilidad y producirá zarzas y plantas nocivas. Por tanto podemos saber que cualquier producto malsano no es fruto natural de la tierra, sino corrupciones que se originan del pecado. Aun así no nos corresponde protestar contra la tierra por no saciar nuestros deseos, ni contra el trabajo de quienes la cultivan como si maliciosamente estuvieran frustrando nuestros propósitos: sino que en su esterilidad notemos la ira de Dios y lamentémonos por nuestro propio pecado”

Debido a que el mundo ha caído en pecado el trabajo en ocasiones será infructuosa y frustrante. En ocasiones vas a trabajar duro pero el trabajo no te dará los frutos que tu esperas y eso te va a llevar a la frustración. El dramaturgo Peter Shaffer ilustro esta frustración del trabajo en su obra “Amadeus” en donde relata el conflicto entre Antonio Salieri y Wolfgang Amadeur Mozart. Antonio Salieri aunque era un excelente compositor y tenía todo el poder y la riqueza por su música pero no estaba satisfecho con ello sino que deseaba poseer el talento de Mozart. Salieri como católico no podía creer que Mozart haya sido elegido por Dios para poseer ese don de la música.[14]

“Señor, ¡hazme un gran compositor! Permíteme celebrar tu gloria con música, y que también me celebren a mí. ¡Hazme famoso a través del mundo, Dios mío! ¡Hazme inmortal! Después de mi muerte ¡Que pronuncien mi nombre con amor por lo que escribí[15]!

Cuando el trabajo no se hace para la gloria de Dios el trabajo se vuelve absurdo, o sea sin sentido. Eclesiastés 2:17-23

“Por eso aborrecí la vida, porque lo que se hace bajo el sol me resultaba chocante, pues todo es vanidad y aflicción de espíritu. Aborrecí también el haber trabajado tanto bajo el sol, pues todo lo que hice tendré que dejárselo a otro que vendrá después de mí. ¿Y cómo saber si será sabio o necio el que se quedará con todos mis trabajos y afanes, a los que tanto trabajo y sabiduría dediqué bajo el sol? ¡También esto es vanidad! El desánimo volvió a dominar mi corazón al ver todos mis afanes y trabajos, a los que tanta sabiduría dediqué bajo el sol. ¿Tiene uno que dedicar sabiduría, conocimientos y rectitud, para luego dejarle el fruto de su trabajo a quien nunca se lo ganó? ¡Eso también es vanidad, y un mal muy grande! ¿Qué saca uno de tanto trabajar y fatigarse y afanarse bajo el sol? ¡Todo el tiempo es de dolores, trabajos y molestias! ¡Ni siquiera de noche encuentra uno reposo! ¡Y esto es también vanidad!”


Debido al pecado que habita en nuestros corazones le trabajo que realicemos lo haremos de manera egoísta e idolatra. Génesis 11:3-4

“Y se dijeron unos a otros: Vamos a hacer ladrillos y a cocerlos en el fuego. Y los ladrillos les sirvieron como piedras y el asfalto les sirvió de mezcla, y dijeron: vamos a edificar una ciudad, y una torre cuya cúspide llegue hasta el cielo. Hagámonos de renombre, por si llegamos a esparcirnos por toda la tierra”

El éxito y el poder son ídolos muy poderosos que se manifiestan en el trabajo que realizamos día tras día. Podemos realizar cualquier trabajo sin considerar a Dios  (Gen 4:19-22) Se puede trabajar como artista para crear idolatría (Exo 32:1-6) se puede trabajar como juez sin impartir la justicia de Dios (Amos 2:6-7; Miq 3:1-4) Se puede trabajar como rey sin llevar al pueblo a Dios (1 Sam 15:26-29; 1 Rey 11:1-2) se puede trabajar como sacerdote sin vivir piadosamente (Lev 10:1-3; Eze 22:26; Mal 1:6-8) incluso los apóstoles en ocasiones se desviaron de su propósito (Gal 1:11-16) otra forma de distorsionar el trabajo es siendo perezosos lo cual el Señor condena (Prov 6:6-11; 10:4-5; 14:23; 18:9; 19:15) todo esto indica que el trabajo se ha visto contaminado con el pecado y por tanto es fácil perder el propósito del trabajo que es glorificar a Dios.

Como pecadores tendemos a reducir el trabajo generalmente a 3 cosas. 1) Para cubrir mis necesidades. Por supuesto esto no es algo malo en sí mismo porque el trabajo ayuda a cubrir nuestras necesidades y es el medio que Dios usa para eso. Pero nunca debemos reducirlo solamente a eso pues el trabajo es algo que hacemos porque es la voluntad de Dios que lo hagamos para glorificar su nombre. 2) Para adquirir bienes materiales. El adquirir cosas materiales no es malo pero para algunos el trabajo es solamente un medio para adquirir éxito y dinero y lograr la “estabilidad” deseada (Luc 12:15; 1 Tim 6:8-10) Transformándolo finalmente en un ídolo que domina toda su vida porque ese es el fin por el cual trabaja. 3) Para realizarme como persona. Vivimos en una época en donde las personas buscan reafirmar su autoestima por tanto para algunas persona el trabajo se transforma en su identidad y por tanto ver el trabajo como una realización de la persona.

La redención del trabajo

Jesucristo cuando vino al mundo manifestó que venía a trabajar en la obra de su Padre (Jn 5:17) y por tanto mostro que el trabajo es bueno si se realiza de forma correcta y con la motivación correcta. Generalmente no consideramos el trabajo de esposos y padres porque no son trabajos remunerados pero bíblicamente también caerían en la categoría de trabajar en la sumisión mutua y sus roles (Efe 5:21-33; Col 3:18-19) como también trabajar en la crianzas de sus hijos (Efe 6:1-4; Col 3:20-21) Los esclavos debían trabajan para sus amos como si fuera para el Señor (Efe 5:5-8; Col 3:22-25) Pablo nos muestra tres principios para hacer bien el trabajo el cuales serían “obedecer con temor y temblor, actuar de corazón y servir de buena gana”. Martin Llord Jones escribe:[16]

“Resumiendo el asunto podemos expresarlo de esta manera. Demostramos ser gobernados por estos tres principios a través de la forma de hacer nuestro trabajo. Es eso lo que el apóstol está diciendo. Así demostramos que nuestra principal ambición en la vida es hacer la voluntad de Dios, demostrar que somos esclavos de Cristo, comprados por su preciosa sangre. Y eso se manifestara en la forma de realizar nuestro trabajo diario”

“Deje ya de pensar que debe estar predicando y enseñando explícitamente para evangelizar a otros. Puede evangelizar en el sitio donde está, siendo tal como es. Lo hace principalmente por su forma de vivir, por la forma de cumplir con su trabajo diario. De esa manera demuestra ser cristiano, porque solamente un cristiano puede hacer así”

Los amos debían tratar a sus esclavos con cuidado como el Señor lo haría (Efe 5:9; Col 4:1) Pablo muestra que los amos no debe amenazar a sus esclavos y pensar que ellos también tiene un Amo (O Señor) en los cielos. Martin Llord Jones escribe:[17]

“El hombre que está en la posición de ser amo corre diferentes peligros, pero el mayor de todos ellos es el de ser culpable de amenazar a su subalterno. No hace falta decir que el amo cristiano no de ser áspero en su trato de los siervos, no debe ser cruel, no debe azotarlos ni golpearlos ni pisotearlos. Es algo que dicta la simple decencia humana. Pero el cristianismo trasciende en mucho esos límites. Pablo dice que no solo no debe hacer esas cosas, sino que ni siquiera debe amenazarlos; nunca debe mostrarles un espíritu equivocado, nunca debe aplastarlos deliberamente, nunca debe insistir en recordarles que ellos son esclavos y el amo, porque eso es una forma de amenaza. Es posible amenazar a la gente sin decirle una palabra, sin hacerle absolutamente nada”

Tanto los esclavos como los amos deben saber que van a compadecer frente al gran Señor soberano algún día y por tanto todo lo que hacemos en nuestro trabajo debe hacerse para la gloria de Dios. Los puritanos tenían esta perspectiva sobre el trabajo. William Perkins escribe[18]:

“El fin principal de nuestras vidas es servir a Dios al servicio de los hombres en las obras de nuestros llamamientos. Algún hombre por casualidad preguntara ¿Qué, no debemos trabajar en nuestros llamamientos para mantener a nuestra familia? Respondo: Esto debe hacerse: pero este no es el alcance y el final de nuestras vidas. El verdadero fin de nuestras vidas es hacer un servicio a Dios al servir al hombre”

“Profanan sus vidas y llamamientos aquellos que los emplean para obtener honores, placeres, ganancias o bienes mundanos, etc., porque así vivimos por un fin diferente al que Dios nos ha asignado, y así nos servimos a nosotros mismos, y, en consecuencia, ni a Dios ni a los hombres”

Como cristianos la motivación que tenemos para trabajar es la gloria de Dios y el servicio al prójimo (Efe 4:28) el éxito y las riquezas no es algo que obtenemos solamente por nuestro esfuerzo sino que esto es parte de la providencia de Dios en nuestras vidas. Algunos ejemplos de cristianos que realizaron trabajos y con eso contribuyeron al mundo son John Milton (1608-1674) el cual fue conocido poeta inglés el cual escribió libros como el “paraíso perdido” o “paraíso reconquistado” e influencio en gran manera en Inglaterra con su poesía[19]. Otro ejemplo puede ser Isaac Newton (1643-1727) fue un físico, matemático, astrónomo y teólogo cristiano[20].

“La gravedad explica los movimientos de los planetas, pero no puede explicar quién estableció a los planetas en movimiento. Dios gobierna todas las cosas y sabe todo lo que es y todo lo que puede ser hecho”

La consumación del trabajo

Siempre tenemos muchas preguntas respecto a cómo será todo al final de los tiempos y una de esas preguntas que brota de este tema es ¿Vamos a trabajar en la eternidad? Si pensamos que Dios creo que el trabajo bueno pues lo glorifica a el (Gen 2:15) pero que por causa del pecado se ha distorsionado (Gen 3:16-120) entonces podemos pensar que el trabajo no es malo en sí mismo. Por tanto como en Cristo el trabajo es redimido (Efe 6:5-9; Col 3:18-25) y si creemos que todas las cosas van a ser finalmente redimidas en el nuevo cielo y nueva tierra entonces podemos pensar que sin duda habrá trabajo en la Jerusalén celestial (Apo 21:1-4)



[1] Darrow Miller. Vida, vocación y trabajo. Michael R. Baer. La empresa como misión. Mark Green. Por fin es lunes. David Ortega Ibañez. Y tú de mayor qué quieres ser. Paul Valler. Esto es vida. Ian Cofffey. Dios, tú y tu trabajo.
[2] http://lema.rae.es/drae2001/srv/search?id=lpUyJOhYWDXX20yTxB4W
[3] Tom Nelson. Trabajo y Redención. Paginas 22-23
[4] Juan Calvino. Comentario sobre Génesis. Tomo 1. Editorial Clir. Páginas 83.84
[5] https://www.studylight.org/commentaries/geb/genesis-2.html
[6] Darrow Miller y Marit Newton. Vida, Vocación y trabajo. Editorial Jucum. Página 3 y 17.
[7] Leland Ryken. Worldly Saints. Página 209.
[8] Leland Ryken. Worldly Saints. Página 209.
[9] Leland Ryken. Worldly Saints. Página 33.
[10]  Leland Ryken. Worldly Saints. Página 34.
[11]  Darrow Miller. Vida, trabajo y vocación. Página 72
[12] Leland Ryken. Worldly Saints. Página 34.
[13] Juan Calvino. Comentario sobre Génesis. Tomo 1. Editorial Clir. Páginas 138-139
[14] Tim Keller. Toda buena obra. Conectando tú trabajo con Dios. Página 77
[15] Tim Keller. Toda buena obra. Conectando tú trabajo con Dios. Página 86.
[16] http://www.iglesiareformada.com/Lloyd_Jones_Trabajo_2.html
[17] http://www.iglesiareformada.com/Lloyd_Jones_Trabajo_2.html
[18] Leland Ryken. Worldly Saints. Páginas 38-39
[19] A.S Rodriguez y Garcia. Efiguies Bautistas. Páginas 55- 62
[20] http://creyentesintelectuales.blogspot.com/2012/06/isaac-newton.html 

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