Pablo hasta ahora había abordado el tema de
la sabiduría humana contra la sabiduría divina y cuáles eran los frutos que
ello producían como por ejemplo divisiones, contiendas, celos y finalmente
partidismos dentro de la comunidad de Corinto. Todo esto lo fue desarrollando
progresivamente desde el capítulo 1 hasta el 4. 1 Corintios 1:18
El
mensaje de la cruz es ciertamente locura para los que se pierden, pero para los
que se salvan, es decir, para nosotros, es poder de Dios.
Pero ahora desde el capítulo 5 hacia adelante
Pablo comienza a abordar otros problemas que existían dentro de la iglesia de
Corinto. El primero de ellos lo encontramos en este capítulo 5 el cual tiene
que ver mostrarnos el caso de inmoralidad sexual dentro de la iglesia. Hay
personas que al ver este abrupto cambio de tema de Pablo piensan que estos
pasajes no se relacionan en nada con lo que Pablo ha venido diciéndonos
anteriormente pero esto está basado en una lectura superficial del texto porque
podemos ver que siguen los mismos temas que venía hablando en estos nuevos
problemas que el apóstol aborda. Por ejemplo vimos que el Pablo hablo durante
todos los capítulos anteriores sobre la “jactancia” de los Corintios en la
sabiduría humana (1 Cor 4:7) y esa sabiduría humana también está en este
problema que vemos aquí (1 Cor 5:2 “Ustedes están engreídos”) también podemos
ver que Pablo termino el capítulo 4 diciéndoles a los Corintios que si querían
que los visitara con vara o con espíritu apacible (1 Cor 4:21) y podríamos
decir que ahora en este capítulo los va a visitar con vara.
La vara en la Biblia se refiere a la
disciplina que se ejerce sobre los hijos (Prov 10:13; 13:24; 22:15; 23:13-14;
26:3; 29:15; Heb 12:5-11) pero en este caso particular se está refiriendo a la
disciplina en la iglesia. Esto suena bastante extraño a la generación de
cristianos actuales debido a que muchas iglesias contemporáneas no tienen
membresía y si la tienen la recepción es superficial. Otras que tienen
membresía no practican la disciplina eclesial o si la practican la práctica de
forma equivocada sin seguir los parámetros bíblicos. Debemos recordar siempre que la disciplina no
es algo contra el amor, la disciplina es una expresión de amor que se preocupa
por la vida y bienestar espiritual de la persona. Por tanto lo que tenemos aquí
es un caso tipo que nos ilustra cómo manejar un caso de inmoralidad sexual en
la iglesia.
La situación
pecaminosa 1 Corintios 5:1-2
Pablo comienza en el versículo 1 relatando de
forma ambigua que se ha “sabido de un
caso de inmoralidad sexual entre ustedes” (RVC) “Es ya de dominio público que
hay entre ustedes un caso de inmoralidad sexual” (NVI) “Me cuesta creer lo que
me informan acerca de la inmoralidad sexual entre ustedes” (NTV) No sabemos
con claridad si Pablo se había enterado de este caso por medio de los de “Cloe”
(1 Cor 1:11) o debido a que era un escándalo tan evidente Pablo se enteró de
otra manera. Pero el tema es que el pecado era algo tan escandaloso porque se
trataba de un hombre que se acostaba con “la
esposa de su padre” (RVC; NVI) “vive en pecado con su madrastra” (NTV) “alguno
tiene la mujer de su padre” (LBLA) La palabra sexual allí viene del griego
“porneia” que alude a la prostitución pero también se aplica a toda práctica
sexual pecaminosa condenada por Dios[1].
Esta práctica en particular estaba claramente condenado por Dios en las
Escrituras y merecía su lapidación en el Antiguo testamento. Levítico 20:11;
Deuteronomio 22:30
“El que
se acueste con la mujer se su padre ha descubierto la desnudez de su padre. Por
tanto los dos serán condenados a muerte y serán los responsables de su muerte”
“Nadie
debe profanar el lecho de su padre ni tomar por mujer a la esposa de su padre”
Para los judíos era un pecado bastante claro.
El historiador Flavio Josefo comenta sobre esto:[2]
“Moisés
también repudio el incesto de los hombres con sus madres como uno de los
crímenes más grandes; del mismo modo, acostarse con la esposa del padre y con
las tías, hermanas y nueras lo señalo como ejemplo de abominable vileza”
Este pecado era tan grave porque “ni siquiera los paganos tolerarían” (RVC;
NVI) “algo que ni siquiera los paganos hacen” (NTV) “una inmoralidad tal como
no existe ni siquiera entre los gentiles” (LBLA) Con esto Pablo refiere a
que ni siquiera el Imperio romano permitía esta práctica pues algo ilegal entre
ellos.[3]
Por tanto a Pablo le parecía sorprendente que incluso los paganos fueran más
rectos que ellos como cristianos. Ahora ¿Cómo alguien que podía decirse
cristiano podría llegar a practicar tal pecado? La respuesta a esa pregunta se
puede responder en parte recordando que la ciudad de Corinto era una ciudad muy
sexualmente promiscua. En ella existía la “prostitución sagrada” en la cual el
sexo era un medio para adorar a los dioses paganos y las personas presentaban
sus relaciones sexuales como ofrendas a sus dioses. Los hombres en general
tenían amantes para el placer, concubinas para el cuidado diario del cuerpo y
esposas para que den y críen hijos legítimos.[4]
Esta forma de pensar y actuar pagana es una actitud con la cual Pablo tuvo que
escribir varias veces en esta carta y en otras (1 Cor 6:12-16; 7:1-5)
En el versículo 2 nos dice algo impresionante
y es que a pesar del evidente pecado en la iglesia ellos estaban “engreídos” (RVC) “orgullosos” (NVI; NTV)
“arrogantes” (LBLA) consigo mismos. ¿Por qué ellos se comportaban de esa
manera? Pues hemos visto que este es un problema que ellos tenían debido al
orgullo espiritual o la creencia de tener muchos dones y que por tanto se
comportaban de forma arrogante (1 Cor 1:31; 3; 4; 4:6-8) El peligro de ser
engreídos, orgullosos o arrogantes es no poder ver sus propios errores y ser
tan ciegos a la realidad espiritual. El orgullo nos destruye y nos aleja de la
gracia de Dios tal como lo estaba haciendo en la iglesia de Corinto. Proverbios
16:18-19; Santiago 4:6
“La
soberbia precede al fracaso; la arrogancia anticipa la caída. Es mejor ser
humilde entre los humildes que compartir despojos con los soberbios”
“Pero la
gracia que él nos da es mayor. Por eso dice: Dios se opone a los soberbios, y
da gracia a los humildes”
La ceguera espiritual que había en la iglesia
de Corinto los había cegado tanto que no podían hacer dos cosas que se debe
hacer cuando hay pecado. La primera es lamentarse por el pecado que estaba
destruyendo la vida del hermano y el testimonio de la iglesia. La idea aquí es
“hacer duelo por el pecado” cuando un hermano pecado no nos alegramos ni
celebramos que el haya pasado eso porque se lo merecía sino que lamentamos que
el pecado lo haya dominado y le esté destruyendo su vida. Daniel y Esdras son
dos ejemplos de cómo ellos oraron con dolor y se lamentaron por el pecado del
pueblo de Dios. Daniel 9:3-5
“Volví
entonces mi rostro a mi Dios y Señor, para pedir su ayuda con oración y ruego.
Me puse ayunar, y me cubrí de cilicio y de ceniza. Y esta fue mi oración al
Señor mi Dios; esta fue mi confesión: Señor, Dios grande y digno de ser temido,
que cumples tu pacto y tu misericordia con lo que te aman y cumplen tus
mandamientos: hemos pecado, hemos hecho lo malo, hemos sido impíos y rebeldes;
¡Nos hemos apartado de tus leyes y mandamientos!
La segunda es tomar una acción concreta
contra aquel que afirma ser cristiano pero vive de forma abiertamente
pecaminosa. Ellos estaban siendo orgullosos y arrogantes sin tomar ninguna
acción concreta a lo que sucedía. Pablo entonces dice que esta persona debe ser
expulsada de la iglesia. Ahora para que todo esto tenga sentido debemos
recordar varias cosas. Primero que la disciplina es expresión de amor así como
cuando los padres disciplinan a sus hijos. Segundo esta persona era miembro
oficial de una iglesia local. Esto es lo que en la actualidad conocemos como
“miembro de la iglesia”. Esta persona era miembro de la iglesia mientras que
como la mujer no es nombrada para expulsarla se supone que ella no es miembro
de la iglesia y por tanto no debe ser cristiana. Tercero, cuando una persona se
une a la membresía de la iglesia como en nuestro caso es por una evidencia
clara de ser cristiano y de adherir a lo que creemos como iglesia ella también
debe someterse a los pastores que enseñan en la iglesia (Hebreos 13:17) y por
tanto a la disciplina de la iglesia la cual fue dada por Cristo para saber cómo
realizarla (Mateo 18:15-20) Solo cuando entendemos estos principios entonces la
disciplina de la iglesia puede aplicarse sin problemas. De lo contrario las
objeciones vendrán diciendo “Esa es una iglesia no amorosa porque disciplina a
sus miembros” “¿Qué autoridad tiene un pastor o una iglesia para hacer esto?”
“¿No debería haberse hecho de forma más privada esto?” La expulsión inmediata
viene en este caso porque es un pecado público de una persona que abiertamente
vive en pecado sin arrepentimiento y por tanto debe públicamente ser expulsado
de la iglesia por no arrepentirse de su pecado. La expulsión de la comunidad no
era algo nuevo para los que tenían un trasfondo judío pues por vivir en pecado
a un miembro se le podía dar azotes o se le expulsaba hasta que se
arrepintiera.[5]
Todos estos versículos nos hacen reflexionar
sobre tres cosas. Lo primero es que no
existe iglesia perfecta donde no haya pecado. La iglesia de Corinto es un
ejemplo tan claro sobre esto que es muy difícil creer que haya personas que
creen que en la iglesia no habrá casos de pecados como estos. Uno podría ir
incluso más allá y revisar las amonestaciones que Jesucristo hace a las 7
iglesias de Apocalipsis y ver que la mayoría de ellas tenia pecados
escandalosos. La iglesia de Éfeso había perdido su primer amor (Apo 2:4) la
iglesia de Pergamo tenía falsos profetas e inmoralidades sexuales (Apo 2:14-15)
La iglesia en Tiatira tenía una falsa profetiza e inmoralidades sexuales (Apo
2:20-22) La iglesia en Sardis había dejado de estar vigilante contra el pecado
(Apo 3:1-3) La iglesia de Laodicea era un iglesia tibia espiritualmente (Apo
3:14-17) ¿Con esto estamos diciendo que deberíamos ser como estas iglesias y no
esforzarnos espiritualmente? ¡Al contrario! Estamos reconociendo la realidad
que el pecado puede tener en nuestras vidas si no las cuidamos espiritualmente.
El ideal de una iglesia perfecta sin pecado en donde las relaciones con los
hermanos sean todas buenas, los pastores no tengan errores y no haya cosas a
mejorar es simplemente utópica y no basada en las Escrituras.
Esto nos lleva a lo segundo que es que debemos lamentarnos por
la situación actual de la iglesia. La iglesia
Americana en donde se suele medir todo nos dice que nos cuenta que hasta el 60%
de profesantes cristianos se divorcian[6],
que el 68% de los hombres que van a la iglesia ven pornografía incluyendo
pastores[7]
a eso se suma el problema del analfabetismo bíblico (la ignorancia bíblica de
los miembros de las iglesias) y los muchos supuestos pastores falsos que hay
engañando a las personas. En Latinoamérica no tenemos datos tan certeros pero
hasta donde sé es evidente que tenemos divorcios, pecados sexuales, pastores
falsos y cristianos que viven de forma muy superficial su fe. ¿No deberíamos
lamentarnos por eso? ¿No deberíamos llorar y ayunar en este tiempo en donde la
iglesia parece tan débil debido al pecado? A veces hay personas llamando a un
avivamiento pero ¿Cómo podría ser posible un avivamiento con tanto pecado
dentro de la iglesia? La iglesia contemporánea no es muy diferente a los
Corintios la cual está toda cómoda con su vida mientras el mundo se va al infierno.
No parece haber, dolor, lamento ni tristeza por la condición nuestra y de la
iglesia. ¿Te sientes frio espiritualmente, sientes que no te afectado en nada
esta cuarentena, porque entonces no te derramas en ayuno y oración delante de
Dios?
La tercera es que deberíamos tomar una acción concreta contra el
pecado en la iglesia que es la disciplina eclesiástica. Cuando hay un verdadero
lamento por el pecado hay entonces acciones concretas que se toman respecto al
pecado. En este caso la acción concreta contra el pecado era tomar la medida de
expulsar a la persona de la membresía. Como dijimos muchas iglesias no tienen
idea de esto porque no tienen membresía o tienen una membresía muy superficial
en donde no se rinde cuentas por nada y cada uno vive la vida cristiana como
quiere. En otro lugares debido a la ignorancia bíblica se repite como un mantra
un versículo más interpretado de “no juzguen” y nadie puede juzgar nada de los
hermanos aunque este en pecado. Pero ninguna de estas cosas es correcta lo que
debemos entender es que la disciplina bíblica es algo que Señor nos manda hacer
en las Escrituras. En circunstancias en que veas a un hermano en pecado el
Señor nos da principios para exhortar al hermano. Mateo 18:15-16
“Por
tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndelo cuando él y tu estén
solos. Si te hace caso, habrás ganado a tu hermano. Pero si no te hace caso,
haz que te acompañen uno o dos más, para que todo lo que se diga conste en
labios de dos o tres testigos”
Esto es lo común en la disciplina en la
iglesia pero el caso de 1 Corintios 5 es más escandaloso por tanto debe tener
una actuación más inmediata y publica de este caso. Pero el principio es
simplemente que si nosotros practicáramos la disciplina eclesiástica muchos
pecados mayores serian frenados con anterioridad.
La aplicación de
la disciplina 1 Corintios 5:3-5
Pablo había llamado a hacer algo respecto a
esta persona que está viviendo en pecado así que el estando a la distancia de
ellos les dice que aunque él no este físicamente el en espíritu juzga a aquel
que ha pecado de esa manera. ¿A qué se refiere con esto? Uno inmediatamente
podría pensar que Pablo está diciendo algo como “Yo no estoy entre ustedes pero
imagínense que yo estoy allí y hacemos juntos este juicio” Pero lo que Pablo
está diciendo es algo mucho más profundo. Él está diciendo “Debido a que todos
hemos sido unidos a Cristo en su Espíritu, todos nosotros estamos unidos en él
y cuando se debe expulsar a alguien de la membresía por estar en pecado estamos
unidos espiritualmente en esto[8]”.
Esta es la unidad espiritual por la cual Jesús oro en Juan 17:20
“Pero no
ruego solamente por estos, sino también por lo que han de creer en mi por la
palabra de ellos, para que todos sean uno; como tu oh Padre, en mí, y yo en ti,
que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me
enviaste”
Por tanto Pablo dice que cuando se “reúnan” y
el este con ellos en Espíritu con el nombre de Jesús y en su poder ejecute la
disciplina. Para entender esto hay que regresar a Mateo 18:17-20
“Si
tampoco a ellos les hace caso, hazlo saber a la iglesia; y si tampoco a la
iglesia le hace caso, ténganlo entonces por gentil y cobrador de impuestos. De
cierto les digo que todo lo que aten en la tierra, será atado en el cielo; y
todo lo que desaten en la tierra, será desatado en el cielo. Una vez más les
digo, que si en este mundo dos de ustedes se ponen de acuerdo en lo que piden,
mi Padre que está en los cielos se los concederá. Porque donde dos o tres se
reúnen en mi nombre, allí estoy yo, en medio de ellos”
Lo que Pablo nos está diciendo aquí es lo que
ya Jesucristo había enseñando respecto a la disciplina. En un caso donde un
hermano peca y otro hermano sabe que peca entonces debe decirle en persona y
cara a cara cuál es su pecado para que se arrepienta (Mt 18:15) en el caso que
el hermano no se arrepienta de su pecado debe llevar dos o tres testigos (Mt
18:16) en el caso que el hermano no se arrepienta debe hacerlo saber a la
iglesia. Esto es a los miembros de la iglesia local en la cual se congrega (Mt
18:17) y entonces la iglesia debe llamar al hermano al arrepentimiento y en el
caso que el hermano no se arrepienta entonces debe ser expulsado y considerado
como si no fuera cristiano (Mt 18:17) ¿Con que autoridad podemos hacer esas
cosas? El versículo 18 dice que hemos recibido la autoridad de Cristo para
“atar” (permitir) o “desatar” (no permitir) como iglesia para reconocer a
quienes son cristianos y quienes no lo son. En el verso 20 Jesús nos dice que
está de acuerdo con lo que decidimos como iglesia cuando lo hacemos conforme a
su palabra.
¿Qué tiene que ver todo esto con lo que nos
dice 1 Corintios 5:1-5? Tiene mucho que ver pues en este versículo lo que vemos
es que el proceso de disciplina está en su última etapa debido al pecado
escandaloso en el cual este hombre está involucrado él debe ser expulsado de la
membresía de la iglesia. Ahora si nos fijamos en el versículo 5 vemos cual es
el propósito de la expulsión.
“Entreguen
a ese hombre a Satanás para que lo destruya, a fin de que su espíritu sea
salvado en el día del Señor Jesús” (RVC; LBLA)
Pablo usa en otra ocasión esta idea de
“entregar a Satanás” en 1 Timoteo 1:20
“Entre
ellos Himeneo y Alejandro a quienes entregue a Satanás para que aprendan a no
blasfemar”
El entregar a Satanás se refiere a entregar a
la persona al área de dominio de Satanás el cual es el mundo (2 Cor 4:4; Efe
2:2-3) Ahora hay que recordar que lo que Satanás haga en este mundo está bajo
la soberanía de Dios. Por tanto la pregunta que muchos estudiosos de la Biblia
se hacen es ¿Cómo se debe interpretar “para
que lo destruya, a fin de que su espíritu sea salvado en el día del Señor
Jesús”? Algunos interpretan esto como que Dios va matar a esta persona para
que finalmente el día en que muera pueda ser salvado así como nos relata más
adelante en esta carta que pasa con aquellos creyentes que toman la cena de una
forma superficial (1 Cor 11:30) Esto es posible de hacer por Dios pero sin
embargo el contexto no parece indicar eso pues se puede inferir que seguirá con
vida es por eso que los cristianos “no deben juntarse con gente que afirme ser
creyente y viva como incrédulo” (1 Cor 5:10) también si esta persona es la
misma que en 2 Corintios es restaurada entonces obviamente no se refiere a la
muerte física (2 Cor 2:5-11) a eso podemos sumarle que en la experiencia
cristiana hemos visto persona que han sido expulsadas y no han muerto
inmediatamente.
Otros interpretan este pasaje como un
sufrimiento físico que Dios permitirá que Satanás le envié como en el caso de
Job (Job 1) o en el aguijón de la carne de Pablo (2 Cor 12:7-10) Esto también
es posible si Dios así lo determina pero no tenemos evidencia bíblica que
señale que se trate necesariamente de eso. Por lo que la mejor opción me parece
entender la “destrucción de la carne” como la idea de permitir que sea alejado
de la comunión de los creyentes para que su naturaleza pecaminosa sea destruida
con el fin de que cuando sea restaurado se “salve lo espiritual[9]”.
Este contraste de carne contra el Espíritu esta varias veces en las Escrituras
y alude la naturaleza pecaminosa contra la naturaleza redimida. Gálatas 5:24
“Y los
que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos”
Cuando alguien que es cristiano que ha pecado
públicamente se da cuenta de la maldad que ha hecho y vuelve en si entonces se
lamenta profundamente por el pecado y su naturaleza pecaminosa es azotada por
el Espíritu Santo que está en el con el deseo de volver a la comunión con los
hermanos. Esta interpretación es seguida por las versiones bíblicas NVI y NTV
que traducen de estos versículos de esa manera.
“Entreguen
a ese hombre a Satanás para destrucción de su naturaleza pecaminosa a fin de
que su espíritu sea salvo en el día del Señor” (NVI)
“Entonces
deben expulsar a ese hombre y entregárselo a Satanás, para que su naturaleza
pecaminosa sea destruida y el mismo sea salvo el día que el Señor vuelva” (NTV)
Lo que la iglesia aspira a que cuando una
persona es expulsa pueda ser restaurada. El propósito que tiene la disciplina
bíblica es restaurativa. Busca que el hermano que ha pecado vuelva a los brazos
de su salvador y pueda volver a tener comunión con los hermanos. Ese siempre
fue el Espíritu del Señor en este tema. Gálatas 6:1
“Hermanos,
si alguno es sorprendido en alguna falta, ustedes, que deben ser espirituales,
restáurenlo con espíritu de mansedumbre. Piensa en ti mismo, no sea que también
tú seas tentado”
De estos versículos podemos aprender en primer lugar que la iglesia de Cristo
reunida y conformada bíblicamente tiene la autoridad para recibir y expulsar
miembros que no vivan conforme a la palabra de Dios. Dios le ha dado las
llaves del reino a su iglesia para que acepte o rechace a las personas viendo
si su confesión de fe es coherente con su vida y en base a eso aceptamos a
quienes quieran ser parte su iglesia. Pero esos mismos miembros están llamados
a someterse unos a otros en las enseñanzas de Cristo y cuando uno de ellos peca
debe ser ejercita la disciplina unos con otros. Ahora esto siempre ha sido
difícil de practicar porque la naturaleza pecaminosa se resiste a lo que sea
disciplina pero particularmente hoy las palabras como “autoridad, sometimiento
y disciplina” tienen una connotación negativa en nuestro época. He visto
personas que han cuando han pecado han pensado “esto es de mi vida privada no
tiene nada que ver con la iglesia” pero esto no es así pues al comprometerte
con una iglesia “tu vida privada” es parte de la iglesia. La iglesia tiene
autoridad delegada por Cristo para ejecutar la disciplina en los casos que sean
de personas que viven de forma contraria al evangelio que dicen profesar. Para
esto se requiere un entendimiento claro del evangelio que cuando aplicamos la
disciplina no lo hacemos porque queramos, nos guste o nos acomode sino porque
es ser obediente a la palabra de Dios y porque anhelamos que su nombre sea
glorificado.
En segundo lugar que una iglesia de Cristo bíblicamente busca
que la disciplina sea un proceso para restaurar al hermano que ha caído en
pecado. La disciplina bíblica jamás ha buscado
destruir la vida de las personas sino buscar que las personas que pecan sean
reconciliadas con Cristo y participantes de la comunión con los hermanos. Sé
que algunos hemos experimentados métodos de disciplina bastante pecaminosos ya
sea en casa o en iglesias que no han llevado a cabo una buena práctica eclesial
de la disciplina como exponer los pecados de las personas sin seguir pasos lineados
por las Escrituras. Por tanto ¿Queremos ser una iglesia que practique la
disciplina bíblicamente? ¿Anhelas que los hermanos que se enfrenten a la
disciplina puedan ser restaurados en el Señor? ¿Esperas que Dios obre en los
corazones de aquellos que caen en pecado para que encuentre perdón y gozo
nuevamente en el Señor? ¿Es esa tu actitud al considerarte también a ti mismo?
La realidad es que en la iglesia todos somos
pecadores y todos en algún momento vamos a experimentar la disciplina debido a
nuestros pecados pero esto es bueno porque nos va a llevar profundizar más en
nuestra vida espiritual y a confiar en Cristo. Cristo es el único puro, santo y
bueno.
[1]
Gordon Fee. La primera
epístola a los Corintios. Página 179
[2]
Gary Shogren. 1 de Corintios.
Página 138
[3]
Craig Keener. Comentario del
contexto cultural del Nuevo testamento. Página 460.
[4]
Gordon Fee. La primera
epístola a los Corintios. Página 176
[5]
Craig Keener. Comentario del
contexto cultural del Nuevo testamento. Página 461.
[6]
https://www.focusonthefamily.com/marriage/divorce-rate-in-the-church-as-high-as-the-world/
[7]
https://conquerseries.com/15-mind-blowing-statistics-about-pornography-and-the-church/
[9]
Gordon Fee. La primera
epístola a los Corintios. Páginas 189-190. Gary Shogren. 1 de Corintios. Página
142
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