Para el Señor el matrimonio es algo muy importante, es
por eso que desde el principio de la humanidad el creo el matrimonio para el
esposo amará a su esposa y su esposa sea la ayuda idónea de su esposo (Gen
2:21-25) de allí es que proviene la famosa frase del puritano Matthew Henry:
“La
mujer fue hecha de una costilla del costado de Adán: no fue hecha de su cabeza
para gobernar sobre él, ni de sus pies para ser pisoteada por él; sino de su
costado para ser igual a él, bajo su brazo para ser protegida y cerca de su
corazón para ser amada[1]”
Cuando estaban ambos estaban en el jardín del Edén la relación
matrimonial no tenia ningún problema porque no había pecado en sus vidas. Pero
después del pecado los problemas en el matrimonio han estado presentes siempre
en la humanidad. Esto lo podemos ver en todas las Escrituras cuando Lamec toma
dos mujeres (Gen 4:19) Abram tiene dos mujeres y peca desconfiando de Dios (Gen
16:1-3) Jacob tiene dos mujeres (Gen 29:15-30) Judá fornica con Tamar (Gen 38)
David fornica (2 Sam 11) Salomón se desvía por las muchas mujeres (1 Rey 11).
Por tanto cuando llegamos al matrimonio nos vamos a ver enfrentados con
diversos problemas que para poder solucionarlos vamos a tener que admitir dos
cosas esenciales: Somos pecadores (Y lo veremos con claridad en el matrimonio)
y la Biblia es la palabra de Dios y nos provee la solución.
El principal problema que tenemos los seres humanos es
que somos pecadores y uno de los pecados evidentes en el matrimonio es el
egoísmo. Un ejemplo de esto lo vemos en la época de Jesús donde se estaba
discutiendo respecto al matrimonio (Marcos 10:1-12)
“Levantándose de allí,
vino a la región de Judea y al otro lado del Jordán; y volvió el pueblo a
juntarse a él, y de nuevo les enseñaba como solía. Y se acercaron los fariseos
y le preguntaron, para tentarle, si era lícito al marido repudiar a su mujer.
El, respondiendo, les dijo: ¿Qué os mandó Moisés? Ellos dijeron: Moisés
permitió dar carta de divorcio, y repudiarla. Y respondiendo Jesús, les dijo:
Por la dureza de vuestro corazón os escribió este mandamiento; pero al
principio de la creación, varón y hembra los hizo Dios. Por esto dejará el
hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola
carne; así que no son ya más dos, sino uno. Por tanto, lo que Dios juntó, no lo
separe el hombre. En casa volvieron los discípulos a preguntarle de lo mismo, y
les dijo: Cualquiera que repudia a su mujer y se casa con otra, comete
adulterio contra ella; y si la mujer repudia a su marido y se casa con otro,
comete adulterio”.
Fijémonos que el fondo de la discusión era el egoísmo
pecaminoso de los fariseos por separarse, pero Jesús aclaró que lo que Dios ha
juntado el hombre no debe separarlo. El año pasado en nuestro país se registro
que en la última década el número de divorcios ha crecido considerablemente. Incluso
hubo 10 casos matrimoniales los cuales se separaron después de solo un año de
estar casados. Cuando se les pregunto a
los “expertos” sobre las razones ellos dijeron lo siguiente:
“Hoy las parejas se
organizan de una manera bastante más superficial y los valores que a veces las
juntan son transitorios y no permanentes y, cambiando el valor, puede cambiar
la posibilidad de estar juntos. Sienten afinidad y a veces se casan con cierta
precipitación, en la fase de delirio, donde está muy metida la fantasía, la
pasión, la impulsividad, y después se dan cuenta que era una locura, y como
está la posibilidad de sincerar esto, con este dispositivo del divorcio, se
pueden separar al año siguiente. Y se ve un poco raro, pero no terrible"
"En el
imaginario de la juventud actual, la gente se puede separar y tener una
oportunidad con otra pareja, y los hijos no se ven tan afectados si la pareja
se separa bien. Hay mucha más claridad y transparencia en el tema de la
pareja"
Lo que el “experto” nos dice que estas prácticas son
normales. El nos está diciendo que la razón de la separación de los matrimonios
jóvenes es que “los valores que tienen
son superficiales” y luego de dejarse llevar por la locura: o sea lo que se
llama “amor” se dan cuenta de su error. Pero según el “experto” dice que esto
no afecta a nadie si la pareja se “separa bien”. Esto por supuesto es absurdo
ante la realidad de lo que provoca que los matrimonios se separen y los daños
que los niños reciben por esto. Pero por un momento vamos a suponer que la
“separación no hace daño” y que los “niños no salen dañados” ¿Cuál sería el
problema? El problema sería que esto seguiría siendo un pecado aborrecible para
Dios. El divorcio es tan terrible porque ofende a Dios. Porque Dios creó al
matrimonio para que viviera toda la vida juntos.
La iglesia y el matrimonio
En la iglesia cristiana evangélica los matrimonios se han
visto enfrentados a las tentaciones del mundo y por tanto a abandonar la
convicción bíblica respecto al matrimonio. Es lamentable pero cierto que dentro
de las congregaciones cristianas hay casi la misma cantidad de divorcios que en
el mundo. ¿Por qué sucede esto? Puede haber diversos factores, pero el
principal es que los matrimonios cristianos no han tomado en serio las
disciplinas espirituales ni la obediencia a los mandamientos del Señor. ¿Cuáles
esas disciplinas y esos mandatos? Pablo nos ha estado mostrando estas
disciplina y mandato explicándonos que es ser lleno del Espíritu (Efe 5:18-21) vimos
que nos dice esencialmente 3 cosas. Hablar y cantar canticos espirituales. Dar
gracias al Señor y someternos unos a otros. Por tanto la pregunta es ¿Cuánto
tiempo dedicamos a practicar esto como matrimonio? Generalmente me encuentro
que con los matrimonios cristianos se puede conversar de todas las cosas,
hablan de su trabajo, problemas, vacaciones, entretenciones, etc. Lo cual está
bien, pero muy pocas veces están pensando en sus prácticas espirituales como
matrimonio. ¿Cuánto tiempo dedican a estudiar la Escritura juntos? ¿Cuánto
tiempo dedican a la oración juntos? ¿Cuánto tiempo dedican a agradecer al Señor
juntos? ¿Cuánto tiempo dedican a pensar en temas espirituales juntos? ¿Cuánto
tiempo conversan de cómo están sus vidas espirituales? Todas estas cosas son
esenciales para que el matrimonio este nutrido de la gracia del Señor en sus
vidas. Al no estar enfocado en esto, los matrimonios cristianos sin darse
cuenta, funcionan igual que los matrimonios del mundo, ya que no tienen ninguna
practica espiritual. Este es el mejor tiempo que pueden tener como matrimonio.
Cristo el centro del
matrimonio (Efe 5:22-27)
Gran parte de las ideologías modernas se han
caracterizado por poner al hombre y sus necesidades en el centro de todo, es
común escuchar protestas por “mis derechos”. En el caso del matrimonio ha sido
lo mismo, pues cuando se discuten los problema de matrimonio generalmente ambos
apuntan hacia sus necesidades “es que el no me escucha” “es que ella no es me
respeta”, ambos están centrados en sí mismo y no pueden ver ni reconocer su
corazón pecaminoso. El principal problema en el matrimonio va a ser tu pecado,
nuestra tendencia pecaminosa al egoísmo, a pensar en mí mismo y en mis
necesidades. Pablo escribe cual debe ser nuestra actitud en el matrimonio
“El marido cumpla con
la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido. La mujer no
tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el
marido potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer” 1 Cor 7:3-4
La lógica aquí es que el deber conyugal debe cumplirse
porque la mujer ya no es dueña de su cuerpo, así como tampoco el hombre es
dueño de su cuerpo, ya no son individuos separados que se preocupan solamente
de sus necesidades egoístas, sino que son siervos el uno del otro para
preocuparse de las necesidades del otro. Por supuesto las necesidades que
tienen no son solamente sexuales, sino que tienen que ver con toda la
integralidad de la persona que Dios ha creado ambos tienen necesidades físicas,
emocionales y espirituales. Y ambos deben estar preocupados por el otro.
Ahora si nos fijamos en los mandatos que Pablo dio a las
esposas y esposos veremos que tiene que ver exactamente con esto. A las esposas
se les dice que deben “someterse a sus maridos” (Efe 5:22) y que deben
“respetar a su marido” (Efe 5:33) si una esposa ve que su marido no es lo
suficientemente amoroso con ella va simplemente razonar ¿Por qué debo someterme
a un hombre así? ¿Por qué debo respetar a un hombre así? Más aun la filosofía
feminista que ronda nuestras iglesias le estará diciendo constantemente que
ella debe ser independiente que no tiene porque someterse a su marido. Pero
¿Cuál debe ser la motivación para que la mujer se sujete y respete a su marido?
La razón fundamental debe ser Cristo, pues fíjense que Pablo argumenta que debe
sujetarse a su marido como al Señor (Efe 5:22)
Si realmente quieres ser una mujer que agrade al Señor
debes sujetarse y respetar a tu marido ¿Por qué? Porque Cristo el centro de tu
vida, porque Cristo lo es todo para ti. Cuando una esposa no puede sujetarse a
su marido es porque en realidad no se está deleitando en Cristo como el centro
de su vida. Ella se queja constantemente y reclama por todas sus necesidades
siempre sean satisfechas por su marido. Pero el problema es que no todas las
necesidades serán satisfechas por el marido por el simple hecho de que el
marido es el guía espiritual, pero no es Dios. Solamente en Cristo podemos
encontrar nuestra plena y total satisfacción de todas las cosas.
En el caso del hombre Pablo nos dice que debe “amar a su
esposa y entregarse por ella” (Efe 5:25) Si una esposa no se somete a él ni lo
respeta el hombre va a razonar ¿Por qué voy a amar a una mujer así? Va a
intentar que la esposa se someta por medio de decir que él es la cabeza y que
debe someterse, probablemente no sea sensible ni sabio a la hora de decir esas
palabras. La filosofía del machismo le dirá que debe pasar más tiempos con
amigos antes de estar con su esposa y que necesita momentos de “relajo” para
liberarse de la tensión que le provoca su esposa. Pensará ¿Cómo puedo amar a
una mujer así? Pero Pablo dice que debe amar a su esposa como Cristo amo a la
iglesia. Esto no significa que va a ser fácil, la iglesia del Señor en muchas
ocasiones no hace la voluntad de Dios, es rebelde y se aleja del Señor sin
embargo Cristo la sigue amando. La razón de porque no amamos a nuestra esposa
es porque somos egoístas pensando en que ella debe satisfacer todas nuestras
necesidades, pero ellas no son Dios, ellas no van a lograr eso, solo Cristo es
quien nos da la plenitud de vida en su presencia. ¿Por qué debemos amarla?
Porque Cristo es el centro de nuestra vida y nos manda hacerlo. Lo hacemos para
la gloria de Dios.
Además Pablo nos muestra que el estándar del hombre es
mucho más amplio porque se le manda a “santificar a su esposa” por medio de la
palabra de Dios para presentarla sin mancha ni arruga. Los esposos debemos ser
los guías espirituales de nuestra esposa.
La unidad en el matrimonio (Efe
5:28-31)
Estos versos que siguen son dados para el esposo y nos
ponen tres ejemplos que aluden a cómo debe cuidar a su esposa. En primer lugar, nos dice que los esposos
deben amar a sus esposas como a sus propios cuerpos. Este principio es
simple, Jesús dijo “ama a tu prójimo como a ti mismo” (Mt 22.39) todos los
seres humanos por naturaleza nos amamos a nosotros mismos. Todos nosotros nos
sustentamos y cuidamos en lo más básico. Pablo usa la palabra “sustentar” (Gr.
Ektrefo) que proviene del verbo “trefo” que significa “criar, alimentar,
nutrir.[2]”
Por tanto esto diría que el esposo alimenta y nutre a su esposa. Esto nos
muestra que el hombre es el sustentador de la mujer y no al revés. Cuando el
hombre pecó fue a él y no a Eva que se le dijo:
“Y al hombre dijo: Por
cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé
diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor
comerás de ella todos los días de tu vida. Espinos y cardos te producirá, y comerás
plantas del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el
pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo
eres, y al polvo volverás” Génesis 3:17-19
Con esto la Biblia no está diciendo que las esposas no puedan
trabajar fuera del hogar, pero si nos dice que la principal trabajo de la
esposa esta dentro del hogar con sus hijos. La mujer virtuosa dedicaba la
mayoría de su energía en la crianza de los hijos y en el hogar (Proverbios
31:10-31) Pero el hombre no solamente trae el sustento material, sino que el
también debe traer el sustento espiritual para su familia. El es la cabeza que
debe velar por cada día alimentar a su familia con el maná celestial en el
desierto de este mundo. Dios da llamado al hombre a ser el sustentador integral
del hogar.
La otra palabra que usa Pablo para el esposo es que el
debe “cuidar” a su esposa. La palabra “cuidar” viene del verbo “Thalpo” que
significa calentar, suavizar por calor, mantenerse caliente como las aves
cubriendo a sus pollelos[3].
Esta es una imagen muy tierna que alude que el esposo debe cuidar con ternura a
su esposa. Un esposo bíblico no es un hombre áspero con su esposa, sino que
alguien cariñoso que provee el cuidado amoroso constante para su esposa. Por
tanto nosotros como esposos debemos sustentar y cuidar a nuestras esposas como
a nosotros mismos. Pero si en realidad vamos hacerlo como Cristo debemos
hacerlo mucho mejor si fuéramos nosotros mismos.
“Haya, pues, en vosotros
este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el
ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se
despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;
y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo,
haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz” Filipenses 2:5-8
En
segundo lugar, nos dice que el esposo debe amar a su esposa porque ella es
miembro del cuerpo de Cristo. Todo creyente al conocer al
Señor es parte del cuerpo universal de Cristo y Cristo es la cabeza de la
iglesia (Efe 1:22-23; 4:14-15) eso hace que cada creyente sea miembro del
cuerpo de Cristo y por tanto dañar a un miembro del cuerpo es dañar a Cristo
mismo. Por eso Jesús advirtió sobre quien haga tropezar a algunos de los
pequeños:
“Y cualquiera que haga
tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le
colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo
del mar.!!Ay del mundo por los tropiezos! porque es necesario que vengan
tropiezos, pero !!ay de aquel hombre por quien viene el tropiezo!” Mateo 18:6-7
Esta es una dura advertencia de cómo los esposos debemos a tratar
a nuestras esposas, porque hacerle daños a ellas es hacerle daño a Cristo y el
Señor va a juzgar a aquel que ponga tropiezo para ellas.
En tercer lugar, nos
muestra la unidad del matrimonio que existe entre esposo y esposa. Pablo
refuerza todo lo que ha venido desarrollando citando Génesis 2:24 en donde se
expresa la unidad que debe existir en el matrimonio. Hay 3 palabras claves en
este pasaje. La primera palabra es
“dejar” (Heb “Azab) significa básicamente salir de algo o dejar en el
sentido de abandonar[4]. Por tanto esto significa que el hombre deja o
abandona a sus padres para ahora unirse a una relación mucho más profunda con
su esposa. Las Escrituras nos dice que debemos honrar siempre a nuestros padres
(Éxodo 20:12) pero cuando nos casamos nuestra principal responsabilidad es
nuestro cónyuge. Lo ideal dentro de las Escrituras es que nosotros al casarnos
ya no dependamos de nuestros padres en ningún sentido económico para que esto
no cree problemas de relaciones.
La segunda palabra es
“unirá” (Heb Dabac) significa asirse, adherirse, apegarse.[5]Esta es una palabra que se
emplea para expresar la fusión de dos sustancias con pegamento o cemento, o
cual indica el carácter permanente de la unión.
Cuando un hombre se une en matrimonio con una mujer es para toda la vida
porque ese es el propósito de Dios para el matrimonio. Esto significa que la
mayor intimidad que un hombre puede tener es con su esposa. Una esposa es una
compañera, una amiga, una consejera, una ayuda para el hombre. ¿Consideras de
esa manera a tu esposa?
La tercera palabra es “carne”
(Heb Basar) se usa en muchos sentidos en la Biblia[6] pero en este contexto
habla de la total unidad de partes que constituyen un todo. Esto quiere decir
que dos personas se han unido de una forma tan profunda e intima que son vistas
como una sola persona. Por tanto la unidad entre ambos es física, emocional y
espiritual. Es por eso que cuando se daña a uno de los cónyuges duele tanto
porque son en realidad una sola carne.
El
misterio del matrimonio (Efe 5:32)
Cuando uno observa esta
unidad entre el esposo y la esposa en el
matrimonio no puede dejar de asombrarse por el plan soberano y sabio del Señor.
Pero Pablo quiere apuntar a algo mucho más profundo. El quiere hablarnos del
misterio respecto a Cristo y la iglesia. La palabra “misterio” (Gr mustérion)
significa algo que no puede ser conocido por los medios naturales. En su
sentido ordinario, un misterio significa un conocimiento retenido; su
significado bíblico es verdad revelada[7].
Pablo usa 6 veces esta palabra en la carta de Efesios (Efe 1:9; 3:3, 4, 5, 9;
5:32; 6:19)
Desde el Antiguo
testamento vemos este lenguaje matrimonial entre Dios y su pueblo:
“Porque tu marido es tu Hacedor; Jehová de los
ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de Israel; Dios de toda la
tierra será llamado” Isaías 54:5
“No como el pacto que hice con sus padres el día
que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron
mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová” Jeremías 31:32
Pero en el Nuevo testamento es donde nos explica con mayor claridad que
Cristo es el esposo de la esposa; la iglesia. Por tanto la iglesia siendo la
esposa anhela su venida.
“Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las
bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado. Y a ella
se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque
el lino fino es las acciones justas de los santos” Apocalipsis 19:7-8
“Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que
oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la
vida gratuitamente” Apocalipsis 22:17
Todo esto nos responde una pregunta bastante esencial y profunda ¿Qué
representa el matrimonio para los cristianos? El matrimonio para los cristianos
representa el misterio de la unión que existe entre Cristo y la iglesia. Los
matrimonios cristianos no somos el fin en mismo, sino que nosotros representamos esta
maravillosa unión entre Cristo y la iglesia.
El gran matrimonio entre
Cristo la redención total.
Cuando Dios creó el mundo había un matrimonio perfecto
entre él y su creación, pero la caída produjo un gran divorcio, un divorcio que
iba fracturar toda la creación. Un divorcio que como todo divorcio iba a estar
lleno de dramas, dolores, lágrimas y sufrimiento, pero este gran divorcio tenía
un gran final. Ese gran final tiene que ver con el gran matrimonio que existirá
cuando Cristo regrese. Toda la creación se encuentra en la angustia de la
separación, pero solo Dios puede sanarla con el matrimonio final de la
redención. El libro de Apocalipsis nos relata de este gran matrimonio mundial
donde el Señor redime todo para su gloria.
“Vi un cielo nuevo y una
tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar
ya no existía más. Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén,
descender del cielo, de Dios, dispuesta
como una esposa ataviada para su marido. Y oí una gran voz del cielo que
decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y
ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios.
Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá
más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron”
Apocalipsis 21:1-4
[1]
https://gustadadios.com/2013/03/08/hecha-de-su-costado/
[2]
Diccionario Vine pagina 871.
[3]
Diccionario Vine. Página 224.
[4]
Diccionario Vine Pagina 1.
[5]
Concordancia Strong Pagina 28.
[6]
Diccionario Vine. Página 48.
[7]
Diccionario Vine. Página 561.