Roger Williams fue un Bautista que nació en Londres en
1603 y desde niño tuvo una habilidad muy natural para aprender idiomas. El
aprendió latín, holandés, griego y francés. Debido a su habilidad con el
estudio fue ordenado en la iglesia anglicana, pero se convirtió en puritano y en
un firme opositor de la iglesia anglicana pues pensaba que era una iglesia
corrupta y falsa. El se caso con Mary Bernard (1609-1676) y tuvieron 6 hijos.
Williams al igual que muchos puritanos emigró al “nuevo mundo” (Estados
Unidos). El comenzó siendo maestro en diversas iglesias hasta que finalmente en
1638 fundo la primera iglesia Bautista
en Estados unidos. En general sus enseñanzas fueron bien aprobadas como sana
doctrina, pero las autoridades vieron en él un peligro porque tenía una
enseñanza basada en los 10 mandamientos que llego a ser conocida como “la
doctrina de las dos tablas”. Con esto quería decir que el gobierno no tenía la
responsabilidad de fiscalizar los primeros 4 mandamientos (No adorar a otros
dioses, No hacerse imagen, no tomar el nombre de Dios en vano, guardar el día
de reposo) pues cada cual tenía libertad de conciencia a quien adorar.
Solamente el gobierno debía fiscalizar los 6 mandamientos que tenían relación
del hombre con el hombre (Honrar a padre y madre, no matar, no cometer
adulterio, no hurtar, no decir falso testimonio, no codiciar nada del prójimo).
Estas enseñanzas iban a traer algunas implicancias
radicales para la época. Por ejemplo en aquella época cuando llegaba una
iglesia a una cierta zona, automáticamente toda la zona era de ese credo.
Además se les quitaba las tierras a los indígenas sin ninguna compensación. A Williams no le parecía que esto tenía
sentido con las Escrituras por lo que cuestiono en reiteras ocasiones la
autoridad que el gobierno tenía sobre las creencias de las personas. Debido a
sus ideas él fue expulsado de Salem y se fue a Rhode Island donde compro las
tierras a los indígenas de allí y fundó la colonia de “Providence”[1]. Esta
colonia se iba a convertir en la colonia de la libertad donde Bautistas,
cuáqueros, católicos y judíos ponían convivir sin problemas. Williams escribió:
“Todo lo que quiero
decir cuando afirmo la libertad de conciencia es que ninguno de los
protestantes, turcos, papistas o judíos sean impedidos a asistir al culto…o sea
molestado en realizar su propio culto, si es que lo practica”
Lo que Williams argumenta es que cada persona es libre de
adorar según su conciencia y que el gobierno no tiene la autoridad para impedir
eso. A veces esta principio bautista ha sido interpretado como si los Bautistas
fueran “anti- estado”[2]
pero la verdad es que no lo son, pero si son “Anti-estatista”. Esto quiere
decir que el estado o gobierno viole la libertad de conciencia y credo de las
personas tienen. Muchos Bautistas, al igual que Williams, han argumentado la
separación de la iglesia y el Estado porque cuando se unen generalmente
producen persecuciones.
Hemos visto que Pablo desde el capitulo 12 nos viene
diciendo que “no debemos vivir conforme a
este siglo, sino que debemos ser transformados por medio de la renovación de
nuestro entendimiento” y vimos diversas marcas sobre eso. Por ejemplo un
cristiano debe amar a su prójimo, ser diligente, ser ferviente en el servicio
cristiano, debe ser gozoso en la esperanza y sufrido en la tribulación, debe
compartir las necesidades con los santos y practicar la hospitalidad. No debe
maldecir sino bendecir a quienes les persiguen. No debe pagar el mal por el mal
y debe dejar la venganza al Señor. Pablo comienza este capítulo 13 mostrándonos
una nueva “marca cristiana”, el sometimiento a la autoridad establecida por
Dios.
El cristiano se somete a la
autoridad porque viene de Dios (v1)
Una de las cosas que leemos en las Escrituras es que Dios
le da dado autoridad al hombre para “Sojuzgue y señoree” la creación, en otras
palabras que administre la creación. El hombre es el administrador de la
creación de Dios no para hacer lo que se le antoje sino la voluntad de Dios.
Por ejemplo, los padres han recibido la autoridad de Dios para criar a los
hijos en “disciplina y amonestación del
Señor” (Efe 6:4) ¿Pueden ellos disciplinarlos como se le ocurra? Claro que
no, porque ellos están bajo la autoridad de Dios. Y es bajo autoridad que Dios
ha establecido es que los hijos deben estar sometidos a los padres.
“Hijos, obedeced en
el Señor a vuestros padres, por esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre,
que es el primer mandamiento con promesa” (Efe 6:1-2)
En el caso de la iglesia es lo mismo, los ancianos (o
pastores) han sido llamados a
“apacentar
la grey de Dios, cuidando de ella, no por fuerza sino voluntariamente; no por
ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto” (1 Pedro 5:2)
Por tanto ¿Pueden
los pastores apacentar la grey del Señor como ellos quieran? Claro que no,
porque ellos también están bajo autoridad y deben hacerlo con la palabra de
Dios y con el ejemplo frente a los demás creyentes. Es en ese sentido que los
miembros de la iglesia local deben estar sujetos y sometidos a sus pastores.
“Obedeced a vuestros
pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como
quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose,
porque esto no os es provechoso” (Hebreos 13.17)
Los padres son la autoridad superior que Dios ha
establecido para los hijos, los pastores son la autoridad superior que Dios ha
establecido para los miembros de una iglesia local, pero cuál es el rol del
gobierno. ¿Cuál es su autoridad, como debemos responder ante él, cual es su
función y cual la relación con los creyentes? En primer lugar los cristianos debemos “someternos a la autoridad
superior”. Por tanto, al igual que como las otras autoridades establecidas
por Dios, los cristianos debemos someternos al gobierno que Dios ha
establecido. En las Escrituras vemos diversas “autoridades superiores” a los
cuales el pueblo de Dios debió someterse. Las primeras autoridades que Dios
muestra son los patriarcas como Abraham, Isaac y Jacob los cuales guían a sus
hijos al propósito de Dios. Luego que el pueblo de Israel es esclavizado en
Egipto Dios manda Moisés y Aarón y luego a Josué a ser sus autoridades, las
cuales les guiaran para la liberación y conquista de la tierra prometida. Con
la muerte de Josué el pueblo cae apostasía y en un periodo de abandonar la ley
de Dios. Por tanto Dios envía jueces[3]
para liberarlos de los pueblos que lo oprimen por su apostasía. El ultimo
profeta y juez de Israel fue Samuel el cual estuvo guiando a Israel hasta que
el pueblo de Israel pidió tener rey sobre ellos como las otras naciones. Dios
les concedió la petición pero les advirtió que es lo que iba a sucederles.
“Ahora, pues, oye su voz;
mas protesta solemnemente contra ellos, y muéstrales cómo les tratará el rey
que reinará sobre ellos. Y
refirió Samuel todas las palabras de Jehová al pueblo que le había pedido rey.
Dijo, pues: Así hará el rey que reinará sobre vosotros: tomará
vuestros hijos, y los pondrá en sus carros y en su gente de a caballo, para que
corran delante de su carro; y nombrará para sí jefes de
miles y jefes de cincuentenas; los pondrá asimismo a que aren sus campos y
sieguen sus mieses, y a que hagan sus armas de guerra y los pertrechos de sus
carros. Tomará también a vuestras hijas para que sean perfumadoras,
cocineras y amasadoras. Asimismo
tomará lo mejor de vuestras tierras, de vuestras viñas y de vuestros olivares,
y los dará a sus siervos. Diezmará vuestro grano y
vuestras viñas, para dar a sus oficiales y a sus siervos. Tomará vuestros siervos y vuestras siervas, vuestros mejores
jóvenes, y vuestros asnos, y con ellos hará sus obras. Diezmará también vuestros rebaños, y seréis sus
siervos. Y clamaréis aquel día a causa de vuestro rey
que os habréis elegido, mas Jehová no os responderá en aquel día. Pero el pueblo no quiso oír la voz de Samuel, y dijo: No, sino que
habrá rey sobre nosotros; y nosotros seremos también
como todas las naciones, y nuestro rey nos gobernará, y saldrá delante de
nosotros, y hará nuestras guerras. Y oyó Samuel todas
las palabras del pueblo, y las refirió en oídos de Jehová. Y Jehová dijo a Samuel: Oye su voz, y pon rey sobre ellos. Entonces
dijo Samuel a los varones de Israel: Idos cada uno a vuestra ciudad” (1 Samuel
8:9-21)
Aquí Israel hace su pecaminosa petición de querer ser como las
otras naciones y por tanto Dios les concede la petición advirtiéndoles cuales
van a ser las consecuencias de haber abandonado al Señor. Lo interesante de
este pasaje que dice que los reyes van a usar a las personas, sus bienes y sus
tierras para sus propios intereses. Esto es como si fuera la fundación del
Estado moderno. De aquí en adelante el reinado unido de Israel (Saúl, David,
Salomón) como el reino dividido (Norte Israel, Sur Judá) iba a revelar que los
reyes hacen más mal que bien, sin embargo el pueblo debía someterse a ellos. Y
no solo esto, sino que Israel iban a ser gobernado por reinos paganos como
Asiria, Babilonia, Grecia y Roma a los cuales debían someterse. La palabra
“someterse” se usa con frecuencia para aludir a la obediencia absoluta que un
soldado debe a sus superiores. Por tanto como creyentes, cualquiera sea la
“autoridad superior” debemos sometemos a ellos.
En
segundo lugar, los cristianos debemos reconocer toda autoridad ha sido
establecida por Dios. Esto
parece una locura cuando lo analizamos ¿Hasta Hitler, Stalin, Castro, Maduro,
Mussolini han sido establecida por Dios? Pero si pensamos en la situación en
que Pablo está escribiendo esta carta es que están bajo el malvado emperador
Nerón[4].
Nerón fue emperador que acuso a los cristianos de quemar la ciudad de Roma y
debido a eso y otras razones los cristianos fueron cruelmente perseguidos. Es
probable que cuando Pablo está escribiendo esta carta aun no se desataba la
persecución, pero de todas maneras resulta impresionante que Pablo llame a los
cristianos simplemente a reconocer que toda autoridad viene de Dios. ¿De dónde
procede esa idea? Esa idea procede de dos convicciones profundas que las
Escrituras enseñan. La primera idea es que Dios es absolutamente soberano sobre
los reyes que el pone como autoridad.
“Y Daniel habló y
dijo: Sea bendito el nombre de Dios de siglos en siglos, porque suyos son el
poder y la sabiduría. El muda los tiempos y las edades; quita reyes, y pone
reyes; da la sabiduría a los sabios, y la ciencia a los entendidos” Daniel
2:20-21
La segunda idea es que Dios incluso usa a los reyes paganos
para llevar a cabo sus propósitos, tanto de bendición como de juicio sobre su
pueblo. Esto lo podemos ver en el caso del imperio babilónico el cual es usado
por Dios para juzgar al pueblo (2 Cro 36:17-21) y luego al rey de Persia Ciro
para edificar la casa de Jerusalén (2 Cro 36:22-23)
Por lo tanto Pablo nos está enseñando que los cristianos
debemos someternos a la autoridad establecida por Dios en cualquier contexto en
el cual nosotros vivamos. Reconociendo que Dios soberanamente tiene el control final
de todas las cosas. Pero ¿Debe ser este sometimiento de forma absoluta al
extremo de que si la autoridad que nos dirige nos dice que no debemos reunirnos
o no debemos predicar las Escrituras? Claro que no. Porque al igual que las
otras autoridades que Dios ha establecido (familia, iglesia) ellos tienen
autoridad hasta que no manden algo contrario a las Escrituras. Recordemos el
ejemplo del Faraón mandando a las parteras hebreas a que mataran a todos los
niños hebreos ¿Qué nos dice la Escritura que ellas hicieron?
“Pero las parteras
temieron a Dios y no hicieron como les mando el rey de Egipto, sino que
preservaron la vida a los niños” (Exo 1:17)
Recordemos el ejemplo de Daniel y sus amigos no quisieron
postrarse a adorar la estatua que el rey Nabucodonosor había mandado que
adoren. ¿Qué respondieron ellos?
“Sadrac, Mesac y
Abed-nego respondieron al rey Nabucodonosor, diciendo: No es necesario que te
respondamos sobre este asunto. He aquí nuestro Dios a quien servimos puede
librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará. Y si
no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la
estatua que has levantado” Daniel 3:16-18
Recordemos la respuesta de Pedro y de Juan cuando les
dijeron que no deberían enseñar en el nombre de Jesús. ¿Qué respondieron ellos?
“Respondiendo Pedro y
los apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres” Hechos
5:29
Entonces como cristianos nos sometemos a las autoridades
superiores en todo lo que ellos nos manden siempre y cuando no sean cosas que
transgredan la ley de Dios como asesinar inocentes (niños hebreos o el aborto)
como adorar a otros dioses (como una estatua o adorar al estado como salvador)
o prohibir la libertad para la predicación y divulgación del evangelio
(prohibiendo la libertad de expresión o de culto) un ejemplo moderno de un
cristiano que obedeció a las autoridades superiores, pero entendió que la
autoridad de la época había sobrepasado sus límites fue un teólogo alemán
llamado Dietrich Bonhoeffer. Adolf Hitler era el gobernante en Alemania y había
establecido una iglesia “oficial” gobernada por el estado en la cual las
enseñanzas estaban reguladas. Bonhoeffer junto a otros teólogos resistieron a
esa política y crearon la “iglesia confesante” que se oponía a la iglesia
oficial. El dirigió un seminario “ilegal” en donde escribió a partir de las
experiencias con sus alumnos dos de sus conocidos libros llamados “vida en
comunidad” y “El precio de la gracia”. Finalmente fue acusado de conspiración y
traición y fue ahorcado. Tal como Bonhoeffer debe ser nuestro sometimiento a la
autoridad superior en la cual nosotros estemos.
El cristiano no se resiste a
la autoridad establecida por Dios (V2)
Si las autoridades superiores han sido establecidas por
Dios y si hay una resistencia legitima cuando la autoridad o el gobierno
sobrepasan su autoridad. ¿A qué se refiere Pablo aquí? ¿En qué resistencia está
pensando? Pablo está pensando en una resistencia pecaminosa. Un ejemplo de esta
rebelión abierta contra la autoridad establecida por Dios es la rebelión de
Coré.
“Y se levantaron
contra Moisés con doscientos cincuenta varones de los hijos de Israel,
príncipes de la congregación, de los del consejo, varones de renombre. Y se
juntaron contra Moisés y Aarón y les dijeron: !!Basta ya de vosotros! Porque
toda la congregación, todos ellos son santos, y en medio de ellos está Jehová;
¿por qué, pues, os levantáis vosotros sobre la congregación de Jehová?” Números
16:2-3
El argumento de Coré para rebelarse era que toda la
congregación era santa así que Dios estaba en medio de ellos y no necesitaban a
nadie que lo representarán. Esto sería como las populares ideas de que “El
pueblo puede gobernarse solo” sin la necesidad de nadie. Pero la verdad es que
tarde o temprano esto termina en tiranía. Como sabemos Coré y todos sus
seguidores son destruidos por Dios por rebelarse ante la autoridad establecida
por el (Num 16:28-35). Dentro del judaísmo siempre existió un “espíritu de
rebelión” pues podemos recordar a los zelotes los cuales eran un partido
nacionalista que llamaba a la rebelión contra la autoridad establecida con tal
de no de derrocarla. O tal vez diversos personajes que habían dirigidos
revuelvas contra el imperio romano (Hechos 5:36-37) también hay grupos que
llamaron a la rebelión en nombre del cristianismo. Por ejemplo en la época de
la reforma Thomas Muntzer (1489-1525) quien fue un predicador anabautista dirigió
lo que se conoce como la “rebelión de los campesiones”. El predico un sermón
llamado “el sermón ante los príncipes[5]”
en donde afirmo que los laicos y campesinos veían con más claridad que los
gobernantes corruptos por falsos sacerdotes. El hizo un llamado a matarlos:
“según las enseñanzas
de toda la Ley divina, yo digo que hay que matar a los gobernantes impíos,
sobre todo a los frailes y monjes que denostan al Evangelio como una herejía y,
sin embargo, pretenden ser los mejores cristianos[6]”
El fundo una liga clandestina revolucionaria llamada la
“liga de los escogidos” y se unió a la rebelión de los campesinos. Pero ante
esta rebelión el fue finalmente capturado y decapitado. A esto es lo que se
refiere el pasaje con que “acarrean juicio sobre sí mismo” aquellos que se
resisten a la autoridad establecida por Dios simplemente van a sufrir el juicio
del castigo.
¿Qué conclusiones podemos sacar como cristianos de todo
esto? Podemos ver que los cristianos no somos “anarquistas[7]”.
Los anarquistas promueven la idea de la eliminación total del Estado y por
tanto cualquier resistencia contra él es algo legitimo porque atenta con la
libertad individual de las personas. Pero los cristianos tampoco somos
“estatistas[8]”.
Esto quiere decir quienes ponen la autoridad del Estado por sobre las demás
entidades sociales como la libertad individual, la familia o las asociaciones
libres. Ambas ideas están erradas porque provienen de un ídolo ya sea la
divinización de la libertad personal de la persona o de la divinización del
estado como salvador. Por tanto como creyentes debemos someternos a la
autoridad establecida por el Señor en todo lo que sea de según su voluntad y
evitar conflictos innecesarios con las autoridades al menos que sea algo que
atente directamente con el evangelio.
Las autoridades existen para
castigar al malo (V3-4)
Después de que Pablo nos aclara cual debe ser nuestra
relación con las “autoridades superiores” ahora pasa a explicarnos cuál es el
propósito que tiene esta autoridad. El
primer propósito es para infundir temor al que hace el mal. Debido a que
vivimos en un mundo caído el pecado esta por todos lados. En las culturas
siempre ha existido el robo, la mentira y el asesinato. Por tanto se ha buscado
que por medio de los castigos se infunda temor a aquellos que hacen el mal.
“Si alguno tuviere un
hijo contumaz y rebelde, que no obedeciere a la voz de su padre ni a la voz de
su madre, y habiéndole castigado, no les obedeciere; entonces lo tomarán su
padre y su madre, y lo sacarán ante los ancianos de su ciudad, y a la puerta
del lugar donde viva; y dirán a los ancianos de la ciudad: Este nuestro hijo es
contumaz y rebelde, no obedece a nuestra voz; es glotón y borracho. Entonces
todos los hombres de su ciudad lo apedrearán, y morirá; así quitarás el mal de
en medio de ti, y todo Israel oirá, y
temerá. Deuteronomio 21:18.21
“A los que persisten
en pecar, repréndelos delante de todos, para que los demás también teman” 1
Timoteo 5:20
Dios ha establecido estos castigos para que el pueblo
miré y tenga temor sabiendo que aquellos practican tales pecados deben ser
castigados delante de todos. Pero quienes practican el “bien” obviamente no
deben tener temor de los castigos porque
sino cometes ningún tipo de delito simplemente no tendrás ningún problema con
la autoridad. Esta es la lógica cuando se hace control de identidad por parte
de la autoridad en Chile. A mí me ha pasado que voy caminando por la calle y me
han solicitado el carnet y preguntado “que hago por aquí” para mí no hay
problema, pero he visto personas que se sienten “discriminadas” por eso.
Pero no solo se trata de “infundir temor” sino que en
verdad se debe castigar al malo. Por
tanto el segundo propósito es castigar al malo. Los gobernantes de una
nación son servidores de Dios (la palabra aquí usado es diáconos de Dios) para
el bien. ¿Cuál es el castigo para el malo? El castigo para el malo es el uso de
la espada. Los oficiales romanos por lo general llevaban la espada al frente
para indicar su autoridad sobre la vida y la muerte.[9] El
método común para castigar el malo era la decapitación por medio de la espada. Las
autoridades debían proteger la vida de las personas pues aquel que mataba debía
morir:
“El que hiriere a
alguno, haciéndole así morir, él morirá” Éxodo 21:12
“El que derrame
sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque a imagen de
Dios es hecho el hombre” Génesis 9:6
El castigar con la pena capital fue algo que solamente ha
cambiando hace muy poco,[10]
pues en el mundo se practico ampliamente.[11]
La razón para llevarla a cabo es que asesinar era algo tan terrible porque
atentaba contra la imagen de Dios que el creo. Pero como nuestra cultura se ha
alejado del fundamento judeo cristiano de la imagen de Dios que fundamentaba la
“dignidad de la persona”, ahora ya no se argumenta de esa manera. Sin embargo
siempre el deseo de hacer justicia brota como en el caso del terrible asesinato
de Sofía, la niña de 1 año y 11 meses que fue brutalmente golpeada y abusada[12].
¿No es acaso lo más justo que aquel que hizo ese mal muera? Se armo el debate,
pero aunque luego pase todo este tema debemos sostener con la total claridad
que las Escrituras si enseñan la pena capital como un acto de justicia y no de
venganza.
Esto es tan claro en las Escrituras que existía pena
capital por homicidio premeditado (Éxodo 21:12-14,22-23; Levítico
24:17; Números 35:16-21) por secuestro (Éxodo 21:16; Deuteronomio 24:7) Por
maldecir a los padres (Éxodo 21:15-17; Levítico 20:9) por rebeldía incorregible (Deuteronomio
17:12) por sacrificar a otros dioses (Éxodo 22:20). Por violación del día de reposo (Éxodo
35:2; Números 15:32-36). Por blasfemia o maldición de Dios (Levítico
24:10-16,23). Por falso profeta (Deuteronomio 13:1-11) o persuadir a otros adorar otros dioses (Deuteronomio
13:12-18). Por sacrificio humano (Levítico 20:2). Por adivinación o
la práctica de artes mágicas (Éxodo 22:18; Levítico 19:26,31; 20:27;
Deuteronomio 18:9-14). Por adulterio (Levítico 20:10-21; Deuteronomio 22:22). Por
bestialismo (Éxodo 22:19; Levítico 20:15-16) Por incesto (Levítico 18:6-17;
20:11-12,14). Por homosexualidad (Levítico 18:22; 20:13). Por sexo
prematrimonial (Levítico 21:9; Deuteronomio 22:20-21). Por
violación (Deuteronomio 22:25-27).
Obviamente no todas estas aplicaciones se dan hoy en día
porque el gobierno teocrático civil de Israel cesó, pero vemos como la pena
capital es algo muy común en las Escrituras.
Sujetos a la autoridad por
causa de la conciencia (5)
Debemos someternos a las autoridades porque Dios ha
establecido que así sea, debemos obedecerle en todo para mostrar un ejemplo a
la sociedad. Pedro lo dice de la siguiente manera:
“Por causa del Señor
someteos a toda institución humana, ya sea el rey, como a superior, ya a los
gobernantes, como por él enviados para castigos de los malhechores y alabanza
de los que hacen bien. Porque esta es la voluntad de Dios; que haciendo bien, hagáis
callar la ignorancia de los hombres insensatos; como libres, pero no como los
que tienen la libertad como pretexto de hacer lo malo, sino como siervos de
Dios. Honrad a todos, amad a los hermanos. Temed a Dios. Honrad al rey” 1 Pedro
2:13-17
Debemos someternos a las autoridades principalmente
porque lo hacemos por causa del Señor y no solamente por causa del castigo,
sino por libre conciencia al Señor. Lo hacemos porque nuestro propio Señor
Jesucristo se sometió a las autoridades judías y romanas y fue llevado delante
de los reyes los cuales se burlaron de él, los juzgaron injustamente y
finalmente fue ejecutado por la pena de muerte. El fue como cordero al
matarero, resucitando al tercer día y dándonos esperanza en él.
[1]
Justo Anderson. Historia de los Bautistas. Página 69.
[2]
Como algunos Anabautistas decían que el Estado es la encarnación de Satanás.
[3]
Los jueces son: Tola; Otoniel, Aod, Samgar, Jabin, Debora y Barac, Gedeon,
Abimelec, Tola, Jair, Jefte, Ibzan, Elón, Abdon.
[4]
Comentario del contexto cultural del Nuevo testamento. Craig Keener. Página 440.
[5] John Yoder. Textos escogidos
de la reforma radical.
[6]
Ibíd. Página 112.
[7]
http://dle.rae.es/?id=2WV0XUM
[8]
http://dle.rae.es/?id=Gnjt5H8
[9]
Comentario del contexto cultural del Nuevo testamento. Craig Keener. Página
440.
[10]
Finalmente, y luego de varios intentos legislativos, el 28 de mayo de 2001 se
promulgó el decreto para la abolición de la pena, quedando como sanción máxima
de los tribunales ordinarios el presidio perpetuo calificado. http://www.memoriachilena.cl/archivos2/pdfs/MC0018238.pdf
[11]
http://repositorio.uchile.cl/bitstream/handle/2250/107262/de-ossandon_o.pdf?sequence=3
[12]
http://www.24horas.cl/nacional/caso-sofia-instala-el-debate-sobre-el-regreso-de-la-pena-de-muerte-en-chile-2630062
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