Pensar el mundo a través de las Escrituras...

lunes, 26 de noviembre de 2018

Viviendo por el evangelio (Fil 1.19-30)




Cuando en nuestro país ocurrió un violento ataque a un carabinero en el suelo en el liceo de Aplicación en Santiago[1] muchas personas comentaron respecto a la ya conocida “crisis de la autoridad”             que enfrenta nuestra cultura, pero un comentarista[2] quiso ir más allá y reflexionar en torno a este tema como un problema del sin sentido de nuestra generación. El escribió:

“Pero lo más notable de lo que ha venido ocurriendo (especialmente en los liceos) es que se trata de explosiones que no reivindican para sí ningún significado, ninguna agenda o sentido o meta que los justifique. El hecho de que este tipo de actos, que amenazan con repetirse, carezcan de cualquier tipo de agenda, programa o planteamiento que busque ser promovido (más que las quejas genéricas contra las instituciones) es lo que reclama algún tipo de interpretación. En una frase: ¿cuál es el significado de esa total falta de significado”?

“En ellos no hay mayores demandas de bienestar (si bien tienen carencias, ellos son hijos del momento de mayor bienestar material que nunca vivió la sociedad chilena), tampoco les falta, por decirlo así, libertad en el sentido liberal de la expresión (la juventud de hoy goza de mayor disponibilidad de su tiempo y de su cuerpo que la de cualquier otra época). Motivos para reclamar y ejercer violencia hubo muchísimos más hace tres décadas, donde estos actos, sin embargo, no se producían. Los jóvenes hoy viven mejor y tienen cada vez menos injerencia por parte de otros en sus vidas: ¿cuál es, entonces, el motivo de esa conducta explosiva, de esa violencia vacía”?

“Es probable que esa conducta sea la prueba de que la sociedad contemporánea, con sus rutinas de consumo, su debilitamiento de los grupos primarios (desde la familia, el barrio y la iglesia) y la vacuidad de sus ideologías políticas (es cosa de mirar el parlamento y el tipo de cosas que allí se discuten), esté privando a los jóvenes de un lugar donde situarse, por decirlo así, cognitivamente. Y es que hay algo peor que la discriminación: la falta de coordenadas de significado para definirse siquiera como excluido. 

Una de las características de la cultura postmoderna es lo que varios filósofos[3] han descrito como una “era del vacío” “la era de la superficialidad” “la era del sin sentido” pues culturalmente se inculca a que nada tiene sentido y que por tanto debemos vivir por esa nada. Siglos atrás nuestra cultura occidental tenía discursos que intentaban por lo menos proveer un sentido a la vida, ciertamente todos estos relatos eran falsos o limitados pero la sociedad en general tenía un sentido por el cual vivía, luchaba o combatía, pero hoy en día el discurso es a vivir sin sentido sin ninguna justificación de por medio.

Esta es una de las maneras en la cuales podemos evangelizar también cuando les preguntamos a las personas ¿Cuál es el sentido de esta vida? ¿Por qué es lo que vives? ¿No es acaso por lo que vives algo simplemente superficial? Recuerdo en algunas veces en las cuales he estado evangelizando encontrarme con un joven que ya no asistía a la iglesia el cual decía que había abandonado el cristianismo, pero la pregunta de fondo era ¿Y porque lo reemplazaste? ¿Qué es lo que sustenta tu vida ahora? ¿Qué es lo que te mueve ahora? Y estas mismas preguntas como cristianos podemos realizarnos ahora ¿Qué es lo que mueve tu vida? ¿Qué es lo que deseas en la vida? ¿Cuál es la motivación por la cual existes? Porque podemos asistir a la templo cada domingo a escuchar la palabra de Dios y reunirnos con los hermanos pero la pregunta verdadera es ¿Es realmente el evangelio mueve tu vida? ¿Es realmente por lo que vives? Si es así ¿Esta en tus oraciones ¿Esta en tu matrimonio? ¿Está entre tus hijos? ¿Está en tus estudios? ¿Está en tu trabajo? ¿Está entre tus amigos? ¿Está en tu recreación? Un antiguo catecismo cristiano decía lo siguiente en su primera pregunta[4].

1) Pregunta: ¿Cuál es el único consuelo tanto en la vida como en la muerte? Respuesta: Que yo, con cuerpo y alma, tanto en la vida como en la muerte, no me pertenezco a mi mismo sino a mi fiel salvador Jesucristo, que me libró del poder del diablo, satisfaciendo enteramente con su preciosa sangre por todos mis pecados, y que me guarda de tal manera que sin la voluntad de mi Padre celestial ni un solo cabello de mi cabeza puede caer, antes es necesario que todas las cosas sirvan para mi salvación. Por eso también me asegura, por su Espíritu Santo, la vida eterna y me hace pronto y dispuesto para vivir en adelante según su santa voluntad.

Viviendo y muriendo para la gloria de Dios (Fil 1:19-21)

El sentido de vivir que tenemos los cristianos es que anhelamos y deseamos glorificar al Señor con todas nuestras fuerzas y esto lo que Pablo nos va a estar diciendo en estos versículos siguientes. Recordemos que Pablo se encontraba encarcelado en Roma (Fil 1:7; 13) y por tanto había aprovechado esa ocasión para predicar el evangelio a todos allí. En el versículo 19 nos habla que hay dos cosas que lo estaban ayudando en este momento en la cárcel. El primero era las “oración de ustedes” (RVC) “gracias a las oraciones de ustedes” (NVI) “gracias a las oraciones de ustedes” (DHH) Pablo sabe que como él estaba orando por los Filipenses (Fil 1:3-5) ellos estaban orando por él y eso le traía consuelo porque el sabia que Dios usaba la oración forma poderosa para llevar a cabo sus propósitos.

“La oración de justo es muy poderosa y efectiva” Santiago 5:16

Lo segundo era “el apoyo de Espíritu de Jesucristo” (RVC) “La ayuda que me da el Espíritu de Jesucristo” (NVI) “La ayuda del Espíritu de Jesucristo” (NTV) Aquí con el Espíritu de Jesucristo se refiere al Espíritu Santo pues en las Escrituras encontramos en ocasiones que se usa de la misma manera (Rom 8:9; Gal 4:6) Antes que Jesucristo se muriera, resucitará y ascendiera había prometido que enviaría al Espíritu Santo (Paracletos) el cual “consolaría, enseñaría, recordaría” al creyente (Jn 14:26). Esto nos dice Romanos 8: 26-27

“De igual manera, el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad, pues no sabemos qué nos conviene pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Pero el que examina los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque intercede por los santos conforme a la voluntad de Dios

Por tanto Dios usa las oraciones de los creyentes y al Espíritu Santo para mantener a Pablo firme en cumplir el propósito por el cual Dios le ha llamado. Pablo creía que “esto redundará en mi liberación” (RVC) “todo esto resultará en mi liberación” (NVI) “darán como resultado mi libertad” (NTV) “Yo sé que todo esto será para mi salvación” (DHH) Hay división entre los comentaristas a que “liberación” debido a que el sentido básico de la palabra “liberación” es “salvación”.  Pablo se puede estar refiriendo aquí  a) la liberación del encarcelamiento presente B) la liberación (o salvación) que final de todo el sufrimiento de la vida. Por el contexto me inclino a pensar que probablemente se refiera más a la liberación presente del encarcelamiento[5] que a una visión de salvación futura. Pero cualquiera sea la interpretación de esta palabra en el verso 20 Pablo nos dice que tenía un “anhelo y esperanza de que no sería avergonzado” (RVC) “Mi ardiente anhelo y esperanza es que en nada seré avergonzado” (NVI) “Tengo la plena seguridad y la esperanza que jamás seré avergonzado” (NTV) La idea de “anhelo ardiente” aparece también en Romanos 8:19 donde Reina Valera 1960 traduce:

“Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios”

Por tanto el “anhelo ardiente” significa “inquirir ansiosamente con la cabeza levantada[6]” o “la intensidad con que se aguarda algo que va a ocurrir sin lugar a dudas[7]” ¿Cuál es entonces la idea del versículo 20? Es Pablo tiene una confianza absoluta y plena que Dios no iba a dejar que sea avergonzado. Por supuesto esta idea que expresaba el Apóstol Pablo venia del Antiguo testamento en donde Dios prometía que su pueblo no sería avergonzado frente a sus enemigos cuando vive en la voluntad de Dios (Sal 40:15.16; 119:80; Isa 49:23) Salmos 25:2-3

“Eres mi Dios, y en ti confió; ¡no permitas que mis enemigos me avergüencen y se burlen de mí! No permitas que sean avergonzados los que en ti ponen su esperanza, más bien, que sean puestos en vergüenza los que sin razón se rebelan contra ti”

Pablo está seguro que con el Señor de su lado no será avergonzado sino que Cristo “será magnificado en mi cuerpo ya sea por vida o por muerte” (RVC) “Ya sea que yo viva o muera, ahora como siempre, Cristo será exaltado en mi cuerpo” (NVI) “Y confió en que mi vida dará honor a Cristo, sea que yo viva o muera” (NTV) “Cristo será exaltado en mi cuerpo, ya sea por vida o por muerte” (LBLA) La idea aquí es que Pablo está preparado para vivir como para morir por Cristo en la sentencia que el Imperio romano le dé. La pregunta aquí es ¿Cómo es que Pablo no se sentiría avergonzado si era asesinado cruelmente por el Imperio romano? ¿Cómo eso no podría ser vergonzoso? Esto es porque Pablo ve la vergüenza no como si morir fuera vergonzoso sino si el sintiera temor por el juicio a la muerte, intimidación por sus enemigos o si él no fuera capaz de defender el evangelio de una forma honorable. A Pablo le importaba exponer el evangelio claramente a sus enemigos y vivir o morir para la gloria de Dios. Es por eso que el expresa en el verso 21 “Para mí el vivir es Cristo y el vivir ganancia” (RVC; NVI dice lo mismo) “Pues, para mí, vivir significa vivir para Cristo y morir es aun mejor” (NTV) “Porque para mí, seguir viviendo es Cristo, y el morir, una ganancia” (DHH)  El sentido de la vida de los cristianos esta en el evangelio, está en Jesucristo, en esta en él. Esta semana fue asesinado un joven Americano llamado John Allen Chau el cual quería predicarles el evangelio a una tribu en la Isla Sentinel del norte de India[8]. La última carta a su familia decía lo siguiente:

“Ustedes quizás piensen que estoy loco por hacer todo esto pero yo creo que vale la pena proclamar a Jesús a esta gente…No es en vano. Las vidas eternas de esta tribu están al alcance de la mano y estoy impaciente por verlos adorar a Dios en su propio lenguaje”

El deseo de estar joven misionero era vivir y morir (si era necesario) para la gloria de Dios con tal de predicar el evangelio a las personas perdidas de esa tribu. ¿Es realmente este el sentido de vida que nosotros tenemos también? Vemos que nuestra vida se trata de vivir para la gloria de Dios. Uno de los cambios que ha tenido el cristianismo actual al cristianismo histórico es su amor por esta vida. En el pasado las personas podían morir con mucha facilidad (comenzando desde el embarazo) por cualquier enfermedad. Por eso un profesor decía que nosotros no podemos comprender a Martin Lutero porque estamos muy sanos y saludables ya que en el mundo antiguo uno se iba a dormir y no sabía si iba a despertar vivo al otro día. Por tanto la vida como algo pasajero era algo que realmente se creía. Pero ahora en nuestra época estamos acostumbrados a que si nos enfermamos o nos sentimos mal existe la medicina por tanto se ha creado una “costumbre por vivir”. Y ¿Creemos realmente que morir en Cristo es ganancia? ¿O en verdad amamos tanto esta vida y las cosas de esta vida que vemos el morir en Cristo como algo negativo? ¿Nos hemos detenido a pensar que morir en Cristo es vida? ¿Consideramos a Cristo tan valioso que si Dios nos llevará en su presencia lo veríamos como  algo “bueno”? Esto por supuesto no es creer que Pablo anhelaba suicidarse o algo así, sino lo que él deseaba era glorificar a Dios incluso si eso significaba la muerte. Pues para nosotros como cristianos morir en Cristo es bueno porque ya no habrá más lucha con el pecado y estaremos inmediatamente en la presencia de Dios (Lucas 23:43) además después del final de todas las cosas seremos transformados en cuerpos sin pecado (1 Cor 15:53-54) por tanto estaremos deleitándonos para siempre en el Señor. ¿Acaso nunca has tenido un día en la vida que te has deleitado tanto en el Señor que lo único que deseas es estar con él? Pues así será cuando muramos y estemos para siempre con el Señor. ¡Cómo no anhelar ese deleite! Pablo era alguien que realmente vivía y moría para el Señor (Rom 14:8-10)

Viviendo para la obra de Dios (Fil 1:22-26)

Aunque Pablo anhela estar en la presencia del Señor, los versos que siguen expresa el dilema que el enfrenta ante este deseo. “Ahora bien, si seguir viviendo en este mundo representa para mí un trabajo fructífero ¿Qué escogeré? ¡No lo sé! (NVI) “Pero si vivo, puedo realizar más labor fructífera para Cristo. Así que realmente no sé que es mejor (NTV) Pablo era como aquel de la parábola del sembrador que había estado gran parte de su vida saliendo sembrar y la semilla había caído en diversas tierras (o sea algunos respondían y otros no) como también el tenia claro que aunque uno sembrará el crecimiento lo da el Señor (1 Cor 3:7-8) pero de todo ese trabajo había obtenido fruto. El deseaba que los creyentes este “llenos de los frutos de justicia” en Cristo Jesús (Fil 1:11) y que “abunde el fruto en la cuenta de ustedes” (Fil 4:17) Por tanto si él se quedaba vivo el quería seguir trabajando para la obra del Señor y obteniendo frutos en los creyentes para la gloria de Dios. Pablo estaba totalmente alejando de la idea moderna que muchos cristianos tienen de que es lo “beneficioso para mi” sino que más bien estaba pensando que es lo beneficioso para la obra de Dios. Por eso el dice en Filipenses 2:4

“No busque cada uno su propio interés, sino cada cual también el de los demás”

Por tanto Pablo está en un dilema respecto a que si el muere estará para siempre disfrutando en la presencia de Dios pero si vive podrá ser de “beneficio de la obra”, pero ¿Quiénes son esa obra? ¿Es acaso algo abstracto? No la obra son según el verso 24 los mismos filipenses “Por causa de ustedes” (RVC) “Por el bien de ustedes” (NVI; NTV) “a causa de ustedes es más necesario que siga viviendo” (DHH) Por tanto el sentido de la vida de Pablo al quedarse con vida era la edificación de la vida y en los versos 25 y 26 expresan la convicción y las razones por la que Pablo se quedara. La primera razón es que Pablo se quedará vivo para el “provecho y gozo de la fe” (RVC) “para contribuir a su jubiloso avance de la fe” (NVI) “para continuar ayudándolos a ustedes a crecer y experimentar la alegría de su fe” (NTV) Pablo no solamente era alguien que le había enseñado a los Filipenses sino que él era un ejemplo y que podía decir (Filipenses 3:17)

“Hermanos, sean ustedes imitadores de mí, y fíjense en los que así se conducen, según el ejemplo que ustedes tienen de nosotros”

En segundo lugar Pablo se quedará vivo para que “abunde su vanagloria por mí en Cristo Jesús” (RVC) “Su satisfacción en Cristo Jesús abundará por causa mía” (NVI) Y cuando vuelva, tendrán más razones todavía para sentirse orgullosos en Cristo Jesús de lo que él está haciendo por medio de mí” (NTV) Creo que la traducción RVC es confusa y es mejor quedarse con la clásica (“abunde vuestra gloria en mi” RV60) pues lo que nos dice el pasaje es que los Filipenses podrían adorar al Señor debido a que si Pablo queda con vida ellos van a poder disfrutar más de su enseñanzas y relaciones con el apóstol. Pablo estaba convencido que cualquiera sea la voluntad de Dios era para la edificación de la iglesia de Cristo.

Esto hace que nos preguntemos si ¿Estamos viviendo para la obra de Dios? O quizás nos preguntemos ¿Qué significa para nosotros el vivir para la obra de Dios?  En estos 11 años de cristianos he observado que muchas personas  limitan el entendimiento de lo que significa vivir para la obra de Dios a la oración, la lectura bíblica, el evangelio y los domingos en el templo y en base a eso basan su espiritualidad. Por supuesto que todas estas prácticas son ejercicios espirituales fundamentales para un cristiano, pero debemos evitar la tentación de pensar que solamente estos son todos los ejercicios espirituales. Por ejemplo si pensamos en ser llenos del Espíritu inmediatamente podemos pensar que estas prácticas (oración, lectura, evangelizar) pero si revisamos el pasaje de Efesios 5-6 en su contexto nos encontraremos con que lo aplica al matrimonio, a la crianza de los hijos y al trabajo. Por tanto esto nos dice que la espiritualidad no solamente se prueba en estas áreas, sino que la espiritualidad comienza en el hogar, si eres soltero sometiéndote a tus padres y colaborando en el hogar, si eres casado amando a tu esposa o sometiendo de tu esposo. Si son un matrimonio que tiene hijos criando a los hijos en el temor del Señor. ¿No es acaso esto trabajar para la obra de Dios? También existe el contexto del trabajo donde como creyentes se nos está ordenado realizar aquel trabajo para la gloria de Dios respetando a nuestros jefes (aunque no sean agradables) ¿No es acaso esto trabajar para la obra de Dios. Debemos quitar de nuestras mentes esos dualismos no bíblicos cuando pensamos en lo que significa trabajar para la obra del Señor. Ahora la pregunta es ¿Vives porque anhelas trabajar para la obra del Señor?

Luchando en el evangelio (Fil 1:27-30)

Ahora que sabe que Pablo los va a volver a ver les recuerda que ellos deben “comportarse como es digno del evangelio de Cristo” (RVC) “compórtense de una manera digna del evangelio de Cristo” (NVI) “comportándose de un modo digno de la Buena Noticia acerca de Cristo” (NTV) Para varios comentaristas la palabra “compórtense” es más que simplemente eso sino que alude al lenguaje griego de un ciudadano libre.[9] Los filipenses sabían que tenían ciudadanía romana y esto podía hacerles creer que esto los hacía importantes (Fil 3:20) Pero Pablo les dice que deben vivir en realidad como ciudadanos del cielo siguiendo los mandatos del evangelio y no los de la ciudadanía romana. La metáfora que usa el apóstol Pablo es la de un soldado que se mantiene “firme” y “luchando en el evangelio” contra las adversidades que se enfrentaran como cristiano. Esta idea de estar firme se usa en varias maneras a través de las cartas de Pablo (Rom 14:4; Gal 5:1; 1 Ts 3:8; 2 Tes 2:15) 1 Corintios 16:13

“Manténganse atentos y firmes en la fe, sean fuertes y valientes” (RVC)

La iglesia de Filipos se había formado tras la persecución que Pablo y Silas habían sufrido (Hechos 16:12-40) y por algún tiempo se había mantenido sin persecución la iglesia mientras crecía pero ahora cuando Pablo escribió se había iniciado nuevamente la persecución por lo que Pablo animaba a los Filipenses a mantenerse firme frente a la persecución. En el verso 28 Pablo les dice a los Filipenses que “en nada les intimiden los que se oponen” (RVC) “Sin temor alguno a sus adversarios” (NVI) “No se dejen intimidar en ninguna manera”. La palabra “intimidar” significa “causar o infundir miedo o empezar a sentir miedo.[10]” Por tanto Pablo quiere animar a los cristianos a no sentir miedo por los adversarios sino a mantenerse unidos (unánimes) en esta persecución que están sufriendo. Como un ejército del Dios vivo deben levantar sus espada (la palabra de Dios) levantar sus escudos (La fe) y pelear esta buena batalla de la fe (1 Tim 6:12) Las razones por la cual no debemos tener temor es porque esta persecución es “indicio de perdición” (RVC) “Señal de destrucción” (NVI) “Esto le será por señal a ellos que serán destruidos” (NTV) Esto significa según algunos comentaristas que la iglesia es probada por Dios por medio de la persecución[11]. Dios usa incluso a sus enemigos que van a la eterna perdición para probar la fidelidad de los creyentes en momentos difíciles. Pero a la vez esta prueba revela quienes son los verdaderos salvos, en medio de la aflicción podemos ver quiénes son realmente creyentes y quiénes no. Por eso es que nos dice que todo esto viene de Dios. “Y esto de parte de Dios” (RVC) “Y esto proviene de Dios” (NVI) “Y esto de Dios” (LBLA) “Y esto procede de Dios” (DHH) Pablo termina diciendo que Dios nos ha dado el privilegio de no solo creer en él sino también padecer por él y por tanto experimentar el mismo conflicto que Pablo enfrentó y que los hermanos de Filipos habían presenciado cuando él fue perseguido junto a Silas (Hechos 16:22-24) Es muy interesante que el verbo griego que se traduce “concedido” se deriva del sustantivo que significada “gracia[12]”. Por lo que podemos pensar que el sufrimiento que Dios nos ha dado es un regalo, es un don para nosotros, es un beneficio para nuestra vida espiritual. Podemos afirmar que todos los que han recibido el don de la fe, también han recibido del don del sufrimiento para que Jesucristo sea glorificado en ellos. La mentalidad del mundo ¿Tienes problema? Evítalo. ¿Estás sufriendo? Evítalo. ¿Alguien te hirió? Evítalo. Pero las Escrituras no nos enseñan eso, nos dice que si tienes problemas, sufres y te hieren, enfrentadlos con el evangelio.  1 Pedro 4:1-2, 12-13

“Puesto que Cristo sufrió por nosotros en su cuerpo, también ustedes deben adoptar esa misma actitud, porque quien sufre en su cuerpo pone fin al pecado, para que al tiempo que le queda de vida en este mundo lo viva conforme a la voluntad de Dios y no conforme a los deseos humanos”

“Amados hermanos, no se sorprendan de la prueba de fuego a que se ven sometidos, como si les estuviera sucediendo algo extraño. Al contrario, alégrense de ser participes de los sufrimientos de Cristo, para que también se alegren grandemente cuando la gloria de Cristo se revele”








[1] http://www.ahoranoticias.cl/noticias/nacional/236029-video-carabinero-que-resulto-herido-en-incidente-en-liceo-de-aplicacion-relata-el-tenso-momento.html
[2] http://www.elmercurio.com/blogs/2018/10/14/64031/Violencia-en-el-liceo.aspx
[3] Por ejemplo el filosofo francés Gilles Lipovetsky o el filosofo surcoreano Byung-Chul Han. Ambos han escrito sobre la pérdida del significado en nuestra sociedad contemporánea.
[4] http://www.heidelberg-catechism.com/es/lords-days/1.html
[5] Aquí sigo Craig Keener. Comentario cultural del Nuevo testamento. Página 554.
[6] William Hendriksen. Comentario a Filipenses. Página 56.
[7] Frank Thielman. Comentario NVI de Filipenses. Página 127.
[8] https://elcomercio.pe/mundo/asia/john-allen-chau-grito-jesus-ama-asesinado-flechazos-tribu-india-isla-sentinel-norte-noticia-580147#!#utm_source=facebook&utm_medium=organic&utm_campaign=john-allen-chau-tribu
[9] Los 3 comentarios que uso siguen esta interpretación. Craig Keener. Comentario cultural del Nuevo testamento. Página 554. William Hendriksen. Comentario a Filipenses. Página 60. Frank Thielman. Comentario NVI de Filipenses. Página 155
[10] http://dle.rae.es/srv/search?m=30&w=intimidar
[11] William Hendriksen. Comentario a Filipenses. Página 67.
[12] John MacArthur. Biblia de Estudio. Página 1673.

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