Hay
una encuesta que se llama Índice de Bienestar la cual mide la satisfacción de
las personas en Chile. Esta encuesta se basa en tres variables. La salud, las
finanzas y el estilo de vida. En el año 2016 el 75% de los chilenos se
declaraba satisfecho con su vida[1]. En el año 2017 el 16% de
los chilenos se declaraba satisfecho con su vida[2] En el año 2018 el 32% de
los chilenos se declara “feliz”[3]. Como podemos observar los
índices de la “felicidad” o “satisfacción” de los chilenos es variable cada año
y eso es explica porque los seres humanos somos variables y basamos nuestra
“felicidad” o “satisfacción” en los elementos externos que obtenemos como la
salud, las finanzas y la comodidad. Jeremias Burroughs fue un puritano
independiente[4],
fiel pastor y predicador escribió un libro llamado “El contentamiento
cristiano, una joya rara” en el cual escribe[5]:
“Todos quisiéramos ser felices, pero no
nos es fácil lograrlo. El problema es que creemos que solo obteniendo más de lo
que este mundo nos ofrece, podemos tener la felicidad… Dios es la única fuente
de la felicidad verdadera. Dios no necesita a nada ni a nadie para hacerte
feliz; aún antes de que el mundo fuese, las tres personas de la Trinidad
estaban en completa felicidad. Dios hace que los creyentes sean felices, tal
como Él lo está. Esto es necesario porque los creyentes no son lo
suficientemente fuertes y buenos para hacerse felices a sí mismos… Entonces los
creyentes pueden estar siempre felices, porque aun cuando tengan muy poco de lo
que este mundo ofrece, tienen las bendiciones espirituales de parte de Dios. En
Cristo tienen todas las cosas que necesitan”
Lo
que nos hace recordar Jeremias Burroughs es que la felicidad no depende de las
cosas externas del mundo sino que la felicidad procede de confiar en la obra de
Cristo, descansar en ella y saborear cada una de sus promesas.
Quien está satisfecho en
Cristo esta contento cualquiera sea su situación. Fil 4:10-13
Pablo
comienza esta carta a los Filipenses como lo hace generalmente en toda la carta
manifestando su gozo en el Señor (Fil 1:4; 18; 2:2; 17-18; 3:1; 4:4) de que los
Filipenses hayan reanudado su “cuidado por él”
(RVC) “interesarse en mi” (NVI) “preocuparse por mi” (NTV) ya que aunque
tenían el interés de “cuidarlo, interesarse o preocuparse” por el no habían
tenido la oportunidad de hacerlo. Esto no significa que los Filipenses no se
había preocupado por el Apóstol Pablo jamás sino que la ayuda había sido entre
largo periodo de tiempos. Por ejemplo los Filipenses habían apoyado el
ministerio del apóstol Pablo acompañándole, guiándole y siendo hospitalarios
con él cuando salió de Filipos a predicar a las ciudades de Tesalónica, Berea,
Atenas y Corinto[6]
(Hechos 17:1-18:18) pero después por alguna razón que desconocemos no habían
podido seguir apoyando el ministerio del Apóstol Pablo. Sin embargo ahora
habían retomado su “cuidado” por el debido a que providencialmente Epafrodito
había venido de Filipos a Roma para traer una ofrenda para él. Esta ayuda
llegaba en un buen momento muy difícil de la vida de Pablo ya que él se
encontraba en la cárcel (Hch 28:30) y probablemente sin muchos recursos para
subsistir.
Sabemos
que el ministerio del Apóstol Pablo había sido bastante difícil ya que había
sufrido persecuciones por el evangelio pero además de eso había tenido que
luchar contra los falsos maestros que lo acusaban de aprovecharse de los
hermanos al decir que las iglesias tienen la responsabilidad de sostener
económicamente su ministerio. 1 Corintios 9:3-6
“Mi defensa contra los que me acusan es
la siguiente: ¿Acaso nosotros no tenemos derecho de comer y beber? ¿Y acaso no
tenemos derecho a traer con nosotros una esposa creyente como lo hacen los
demás apóstoles, y Cefas y los hermanos del Señor? ¿O es que solo Bernabé y yo
estamos obligados a trabajar?
Y
aunque Pablo enseño que es bíblicamente correcto sustentar a los ministros del
evangelio en ocasiones el trabajo con sus manos para que los hermanos vean que
él no busca ganar dinero predicando el evangelio sino solo tener lo básico para
poder estar libremente anunciando el evangelio (Hch 18:3; 1 Cor 9:15) Sin
embargo todas “penurias del evangelio” no fueron para Pablo motivo de no estar
satisfecho en el evangelio.
Pero
a pesar de todo lo que Pablo había experimentado en el ministerio él no quiere
que los Filipenses malinterpreten que él no está agradecido con todo en lo que
lo han ayudado o que él se encuentre actualmente en escasez y esta “reclamando”
sino que el afirma en el verso 11 “He
aprendido a estar contento cualquier situación” (RVC) “He aprendido a estar
satisfecho en cualquier situación en que me encuentre” (NVI) “He aprendido a
estar contento con lo que tengo” (NTV) y agrega más en el verso 12 sabe
(dos veces “Sé”) vivir en escasez como en abundancia. La palabra “contentarme”
o “satisfecho” era un palabra griega que usaban los estoicos y como saben la
filosofía estoica buscaba no reaccionar frente a las dificultades de la vida y
por tanto a estar “contentos o satisfechos” sobre cualquier situación. Pero
aunque Pablo usa ese lenguaje la fuente de esa satisfacción difiere totalmente
de ellos pues el contentamiento o satisfacción para Pablo es Cristo y no uno
mismo[7].
Por
tanto sabemos que el apóstol Pablo sufrió “escasez”. “limitaciones”, “hambre”,
“pobreza”. Con estas palabras se refiere a toda limitación o persecución que
sufrió por causa del evangelio. Después de convertirse los judíos ya querían
matarlo en Damasco (Hch 9:23-25) luego en Listra lo apedrearon y lo lanzaron
fuera de la ciudad pensando que estaba muerto (Hch 14:19) En el mismo Filipos
fueron encarcelados junto a Silas (Hch 16:22-24) y la persecución siguió por
todos lados hasta llegar a Roma (Hch 17:5-10; 13; 18.34; 20:3; 21:26-30;
21:31-35; 28) El mismo apóstol Pablo describía sus sufrimientos en 2 Corintios
11:23-28
“Mis trabajos son más abundantes, mis
azotes innumerable; mis encarcelamientos, muchos más; muchas veces he estado en
peligro de muerte. Cinco veces he recibido de los judíos treinta y nueve
azotes; tres veces he sido azotado con varas; una vez he sido apedreado: tres
veces he padecido naufragio; una noche y un día he estado como naufrago en alta
mar. Son muchas las veces que he estado de viaje corriendo peligros de ríos,
peligros de ladrones, peligros de mi propia gente, peligros de lo no judíos,
peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el alta mar,
peligros entre falsos hermanos. He pasado por muchos trabajos y fatigas; muchas
veces me he quedado sin dormir, he sufrido de hambre y sed; muchas no he
comido, y he pasado frio y desnudez. Además de todo esto, lo que cada día pesa
sobre mí es la preocupación por todas las iglesias”
Es
indudable que Pablo había padecido escasez en su ministerio pero lo que
sorprende es que él diga que había tenido “abundancia”. ¿Dónde tenemos
evidencias en las cartas de Pablo que él había tenido abundancia? A primera no
hay evidencias. Por tanto algunos hay sugeridos varias opciones como que Pablo
se refiere a su vida pasada cuando como Fariseo tenia abundancia o que la
abundancia era espiritual, pero es mejor entender esta frase como que Pablo en
algunas ocasiones tuvo abundancia entre la hospitalidad de los hermanos[8] (Hch 16:15; 40) o
probablemente en las ofrendas de los hermanos. El vivir en la abundancia nunca
ha sido fácil para el corazón humano ya que puede fácilmente desviarse. Prov
30:8-9.
“Aparta de mí la vanidad y la mentira y
no me des pobreza ni riquezas. Dame solo el pan necesario, no sea que, una vez
satisfecho, te niegue y diga ¿Y quién es el Señor? O que pobre, llegue yo a
robar y ofenda el nombre del Señor”
Pablo
afirma que las diversas situaciones que ha enfrentado como la escasez o la
abundancia las ha podido enfrentar en Cristo debido a que él lo ha fortalecido
siempre. Por tanto él nos dice que la fuente de la satisfacción o
contentamiento cristiano es Cristo y nada más. ¿Es para nosotros como iglesia
Cristo y nada más? ¿Es realmente para ti Cristo y nada más? ¿En cualquier
circunstancia en la cual estés estas satisfecho o contento en Cristo?
Una
de las características de nuestra sociedad es que somos una sociedad consumista[9] lo cual quiere decir que
buscamos incansablemente consumir cosas simplemente porque creemos que
necesitamos más cosas para estar satisfecho. Es por eso que el mercado busca
formas de fomentar la idea de que estamos necesitando diversas cosas
contantemente y se crean nuevas necesidades. Por tanto cada día parecemos menos
satisfechos con lo que tenemos mientras que otras personas de otras partes del
mundo se sorprenden que tengamos tanto. Por supuesto esta mentalidad esta en
los creyentes también cuando buscan “una iglesia al gusto del cliente” o “una
iglesia que satisfaga mis necesidades”. Con esto no decimos que el evangelio no
se refiere a las necesidades humanas pero no se trata principalmente de mis
necesidades humanas sino de la gloria de Cristo y entender que la verdadera
necesidad que tenemos es Cristo.
Los
cristianos, al igual que el mundo, pueden quedarse atrapados en los deseos de
este mundo de que “si tuviera un mejor trabajo” “si tuviera una mejor casa”, si
tuviera más de esto o aquello estaría más satisfecho y feliz. Las Escrituras
tienen muchas exhortaciones a estar satisfechos o contentos con lo que tenemos.
Por ejemplo cuando los soldados le preguntan a Juan el Bautista como demostrar
su verdadero arrepentimiento él les dice: “No
extorsionen, ni calumnien a nadie, y confórmense con su salario” (Luc 3:14)
Pablo le escribió a Timoteo “Así que, si
tenemos sustento y abrigo, contentémonos con eso” (1 Tim 6:8) y el autor de
hebreos escribe: “Vivan sin ambicionar el
dinero. Más bien, confórmense con lo que ahora tienen, porque Dios ha dicho:
“No te desampararé ni te abandonaré”. Hebreos 13:5
Jeremias
Burroughs en su libro “El contentamiento cristiano, una joya rara” nos da
aplicaciones de como encontramos realmente satisfacción o contentamiento en
Cristo.
“La felicidad cristiana es un enigma al
no creyente porque proviene no del hecho de obtener más, sino de desear menos.
El no creyente piensa que entre más tenga para disfrutar, tendrá más felicidad.
Los cristianos saben que esto solo les hará felices momentáneamente. La gente
más rica no es necesariamente la más feliz. Los creyentes encuentran que lo que
les hace realmente felices es cuando desean solamente las cosas que Dios ha
escogido para ellos. Su felicidad no surge del tamaño de su saldo en el banco,
sino más bien de su voluntad de estar satisfechos con lo que Dios les da. Una
persona que posee muchas cosas pero que desea más, siempre será miserable. Una
persona que posee pocas cosas pero ya no desea más, siempre será feliz[10].
“La manera para ser felices no es
dejando de preocuparse, sino más bien preocuparse acerca de algo diferente.
Supongamos que estamos infelices acerca de un problema que nos afecta. Nos
estamos engañando a nosotros mismos si pensamos que todo lo que nos hace falta
para ser felices es que el problema sea quitado. La cosa que realmente nos hace
infelices es el pecado. Si fuéramos a preocuparnos más acerca de eso, nuestros
otros problemas ya no parecerían tan grandes. Un pecado en particular que los
cristianos son propensos a cometer es olvidarse de todo lo que tienen viene de
Dios. Entonces, se olvidan de agradecerle y comienzan a echarle la culpa por
las cosas que están sufriendo. Si se acordarán de que Dios siempre les trata
mejor de lo que merecen, entonces sería más sencillo ser felices, aun en
tiempos de dificultad[11].
“Otro enigma sobre la felicidad
cristiana es que la felicidad no se logra por desear más u obtener más, sino
por hacer más. EL creyente se dice a sí mismo: “Dios está detrás de lo que me
acontece, y es debido a El que ya no estoy tan feliz como lo estuve antes. Pero
no debo quejarme, sino que debo buscar nuevas maneras de servir y encontrar
felicidad en obedecerle. Los creyentes siempre serán más felices sirviendo a
Dios en la situación en que se encuentren, y no afanándose por las cosas que no
tienen[12]”
“Otro enigma acerca de la felicidad
cristiana es que los creyentes llegan a ser felices aprendiendo a aceptar la
voluntad de Dios, como lo mejor para ellos. Cuando aprenden a eso, ya no les
preocupar el no obtener exactamente lo que quieren. Ahora son felices con lo
que Dios quiere, amando lo que el ama, y aborreciendo lo que El aborrece. Ahora
dicen “Dios me ha hecho sabio espiritualmente, me ha hecho santo, me ha
enseñado a aceptar su voluntad como lo mejor. Porque Él está satisfecho y es
glorificado por ello, estoy feliz[13].
Quien está satisfecho en
Cristo ayuda a los demás. Fil 4:14-20
En
estos versos el apóstol Pablo va a comenzar a agradecer explícitamente a los
Filipenses por su ayuda. A varios comentaristas le ha parecido que el
agradecimiento de Pablo es como frio y superficial pero eso es porque
desconocen que eso era parte de la forma de agradecer en el siglo I[14] Pablo les dice que le
hicieron bien al participar con él en la tribulación. Eso recuerda lo que les
dijo al comenzar la carta que “todos
ustedes participan conmigo en la gracia” (Fil 1:8) y les trae a la memoria
como ellos han sido quienes desde el principio de la predicación del evangelio
participaron con él cuestiones de dar y recibir. El lenguaje utilizado aquí por
Pablo es comercial y podría significar “crédito” y “debito” ¿Por qué Pablo hace
esto? Porque en la amistad del mundo grecorromano se utilizaban estos términos
de “dar” y “recibir” en el sentido de reciprocidad. Por ejemplo este principio
lo vemos usado por Pablo en 1 Cor 9:11
“Si nosotros sembramos entre ustedes lo
espiritual, ¿será mucho pedir que cosechemos de ustedes lo material?
Por
tanto lo que Pablo está diciendo que solo ellos participaron con él en la
amistad de “dar y recibir”. También les trae a la memoria como ellos lo habían
sustentado cuando estuvo en Tesalónica y otros lugares. 2 Corintios 11:8-9
“He despojado a otras iglesias, al
recibir un salario para servirle a ustedes. Y cuando estaba entre ustedes y
tuve necesidad, no fui una carga para nadie, pues lo que me faltaba lo
suplieron los hermanos que vinieron de Macedonia. Procuré entonces no ser una
carga para ustedes y seguiré haciéndolo así”
Pablo
usando el lenguaje de la amistad del mundo grecorromano dice que él no busca
“dadivas” (RVC) “ofrendas” (NVI) “ofrenda” (NTV) sino lo que busca es que
abunde en la cuenta de ellos (RVC) “crédito a su cuenta” (NVI) En otras
palabras lo que el apóstol Pablo está diciendo es que la amistad que ellos
tienen no solo busca recibir ofrendas de ellos sino que también busca ellos
tengan recompensas en los cielos por lo que han dado para el reino de los
cielos. Este es un principio que repite constantemente en las Escrituras. Proverbios
11:24-25
“Den, y se les dará, incluso apretada,
remecida, y desbordante. Por con la misma medida con que ustedes midan, serán medidos”
Lucas 6:38
“Pero recuerden esto: El que poco
siembra, poco cosecha; y el que mucho siembra, mucho cosecha” 2 Corintios 9:6
Pablo
sigue usando los términos comerciales y dice que el ya todo lo ha recibido
(RVC) “he recibido todo lo que necesito y aún más” (NVI) y por tanto se siente
con el “pago completo” y está rebosando en bendiciones según lo que le enviaron
por medio de Epafrodito. Por tanto lo que él recibió de ellos fue un
“sacrificio aceptable” (RVC) “ofrenda fragante” (NVI) “Son un sacrificio de
olor fragante” (NTV) Pablo aquí toma dos formas de adorar al Señor y las aplica
a su situación actual. Estaba el “sacrificio aceptable” (Lv 19:5; 22:29)
Estaban las ofrendas al Señor que si eran conforme a su voluntad era de olor
fragante para Dios (Gen 8:20-21; Ex 29:18) presentando estas ofrendas conforme
a la voluntad de Dios eran agradables a Dios. Los Filipenses había servido al
apóstol Pablo con una motivación correcta (la gloria del reino de Dios) con un
sacrificio correcto (apoyo económico) y esto sería agradable y aceptable
delante de la presencia de Dios.
Así
que como en su amistad recíproca, ellos habían dado lo mejor para Pablo que era
aceptado por Dios y Pablo expresaría en el versículo 19 que Dios iba a suplir
todas las necesidades que ellos tendrían con las riquezas de gloria que
provenían de Cristo. Sabemos que de Cristo proviene “toda la bendición
espiritual” (Efe 1:4) y sabemos que en Cristo están escondidos “todos los
tesoros del conocimiento y la sabiduría” (Col 2:3) Por tanto él nos puede
suplir en todo lo que necesitemos. Después de este ejemplo de entrega de ambos
(Pablo y los Filipenses) ¿Cómo no se podía alabar a Dios por su gran gracia,
bondad y misericordia? Pablo termina alabándolo en el verso 20.
La
iglesia de Filipos era una iglesia que tenía amor, ciencia, conocimiento y
frutos de justicia y el Apóstol Pablo había orado para que todo esto “abundará
más y más” (Fil 1:9-11) Desde su fundación había sido la única iglesia que
verdaderamente había apoyado económicamente al apóstol Pablo en su ministerio. Esto
se daba porque la iglesia de Filipos estaba “satisfecha o contenta” en Cristo y
cuando alguien está satisfecho o contento en Cristo el amor abunda más y más. Esto parte de la naturaleza de Dios ya
que ¿Te has preguntado porque Dios creo al mundo? Obviamente él no lo creo
porque estaba solo pues es un Dios trino. Tampoco lo creo porque tenía
necesidad de algo pues sino no sería Dios. Él lo creo porque el amor perfecto
del Dios trino es tan abundante y lleno de amor que por naturaleza solo puede
dar. Dios esta tan pleno, satisfecho y pleno en sí mismo que del brota el amor,
la bondad, la justicia, el dar. Por
tanto una de las cosas sorprendentes es que quien está satisfecho o contento en
Cristo siempre va a dar.
Cuando
uno lee el libro de Hechos y ve la vida de los primeros cristianos ¿Acaso no se
sorprende de la forma en que vivían? Hechos 2:43-45
“Al ver las muchas maravillas y señales
que los apóstoles hacían, todos se llenaba de temor, y todos los que habían creído
se mantenían unidos y lo compartían todo; vendían sus propiedades y posesiones,
y todo lo compartían entre todos, según las necesidades de cada uno”
Todo
esto nacía de un corazón totalmente agradecido de Dios por su salvación
gloriosa y que debido a que estaba tan satisfecho y contento en el Señor lo
único que podían hacer por naturaleza es dar. Cuando el profeta Agabo hablaba
mediante el Espíritu para anunciar la hambruna que los hermanos iban enfrentar
los hermanos enviaron ayuda. Hechos 11:29-30
“Entonces los discípulos acordaron
socorrer a los hermanos que vivían en Judea, según lo que cada uno tuviera, y
por medio de Bernabé y de Saulo enviaron ayuda a los ancianos”
Parece
sorprendente que con la limitación de recursos que tenían los hermanos en el
primer siglo fueran capaces de ayudar a los pobres y viudas de aquella época (1
Tim 5:3) Esto es porque una verdadera hermandad y amistad cristiana requiere
sacrificios. Los Filipenses no eran gente rica económicamente pero habían
comprendido que eran ricos en Cristo Jesús. Yo sé que a nuestras mentes
económicas modernas siempre se nos viene la idea de querer controlar todo y
decir “es que eso pasaba en el pasado” “es que eso no es pensar racionalmente”
“es que hacer eso no es sensato” Pero el conocido George Muller no actúo nunca
sensatamente (como solemos entenderlo nosotros) sino siempre por fe. Charles
Spurgeon decía de él[15].
“La gente dice que el señor Müller de
Bristol es entusiasta, porque reúne a setecientos niños y cree que Dios dará la
provisión para ellos; aunque no haya nada en la bolsa, a menudo, él cree que la
provisión vendrá. Mis queridos hermanos, él no es un entusiasta; él sólo hace
lo que debería ser la acción común de cada cristiano. No actúa conforme al
sentido común, sino conforme a algo más elevado que el sentido común: la fe
poco común”
Los
Filipenses no eran personas de dinero sin embargo dieron para la obra del
Apóstol Pablo porque comprendían que él estaba pasando necesidades y ellos
decidieron entregarse, darse, por eso mismo es que es un “sacrificio aceptable
al Señor” ¿Estas tu corazón en Cristo tan lleno de su gracia y amor que no
tienes problemas con compartir con los hermanos en necesidad? ¿Está tu corazón
tan lleno de gracia y amor que no tienes problemas con dar al reino de Dios?
¿Está tu lleno tan lleno de gracia y amor que simplemente quieres entregarte al
servicio del reino de Dios? ¿Es tu entrega de corazón sincera que será olor
fragante a Dios?
Saludos en Cristo Fil
4:21-23
Como
en la mayoría de las cartas del mundo antiguo y de las cartas de Pablo el
termina enviando saludos a los hermanos y con una bendición[16]. En primer lugar Pablo
saluda a todos los santos. Los santos en las Escrituras son todos los que han
sido salvador por el Señor en la mayoría de las cartas de Pablo el comienza
saludando a los santos (Fil 1:1 “A todos los santos en Cristo Jesús que están en
Filipos”).
En
segundo lugar Pablo saluda a los de la casa del Cesar. Cuando Pablo habla de los “especialmente los de la
casa de Cesar” se refiere a los hermanos de la guardia pretoriana romana que se
habían convertido al Señor (Fil 1:13). Esto quiere decir que algunos de los
mismos que los perseguían ¡Eran convertidos al Señor!
[1] https://www.latercera.com/noticia/indice-de-bienestar-el-75-de-los-chilenos-se-declara-satisfecho-con-su-vida/
[2] http://noticias.universia.cl/cultura/noticia/2017/06/02/1153019/solo-16-chilenos-declara-satisfecho-actual-estilo-vida.html
[3] https://www.clinicauandes.cl/shortcuts/novedades/indice-de-bienestar-2018-calidad-de-vida-de-los-chilenos-
[4] https://evangelio.blog/2013/07/21/los-puritanos-jeremas-burroughs/
[5] http://cimientoestable.org/files/El_contentamiento_cristiano_una_joya_rara.pdf
[6]
Esto se nota en la participación de los hermanos en los relatos como “los
hermanos enviaron a Pablo” (Hch 17:10,14-15)
[7]
Gordon Fee. Comentario a Filipenses. Página 539.
[8]
William Hendriksen. Comentario a Filipenses. Página 146.
[9]
Zygmunt Bauman. Vida de consumo. https://construcciondeidentidades.files.wordpress.com/2017/11/bauman-vida-de-consumo.pdf
[10]
Jeremias Burroughs. El contentamiento cristiano. Una joya rara. Página 4.
[11]
Jeremias Burroughs. El contentamiento cristiano. Una joya rara. Página 4.
[12] Jeremias
Burroughs. El contentamiento cristiano. Una joya rara. Página 5.
[13]
Jeremias Burroughs. El contentamiento cristiano. Una joya rara. Página 5.
[14]
Gordon Fee. Comentario a los Filipenses. Página 544.
[15] http://www.spurgeon.com.mx/sermon328.html
[16]
Craig Keener. Comentario cultural del Nuevo testamento. Página 562. Gordon Fee.
Comentario a los Filipenses. Página 567
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