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lunes, 20 de mayo de 2019

La disciplina de la Evangelización



George Barna es un cristiano que fundo una empresa la cual hace investigaciones respecto a las actitudes de los cristianos en la cultura de Estados Unidos[1]. El hizo una investigación de porque los cristianos no compartían su fe y escribió[2]:

“El motivo dominante detrás de la creciente renuencia de los cristianos a compartir su  fe con los no creyentes concierne a la experiencia misma de compartir la fe. Al preguntarles a los cristianos acerca de sus actividades de testimonio, descubrimos que nueve de cada diez individuos intentan explicar sus creencias y teología y otros salen de esas experiencias con la sensación de haber fracasado… La realidad del comportamiento humano es que la mayoría de personas evitan aquellas actividades en las que se perciben a sí mismos como fracasos. Como criaturas en búsqueda del placer y la comodidad, ponemos énfasis en aquellas dimensiones y actividades en las que nos sentimos más capaces y seguros. Así, a pesar del mandato divino de compartir la Palabra, muchos cristianos redirigen sus energías a áreas de actividad espiritual que son más satisfactorias y en las que tienen mayores probabilidades de alcanzar éxito”

Esta sensación que experimentan los cristianos de Estados Unidos es una experiencia que como cristianos también compartimos cuando intentamos compartir nuestra fe con otras personas. Muchos cristianos con los cuales he conversado generalmente dicen que no comparten la fe porque les da miedo ser rechazados, no saben que decir, no saben cómo explicarla las cosas o se sienten hipócrita porque lo que están predicando no lo viven ellos. Esto es algo muy interesante porque la mayoría de los cristianos luchamos con lo mismo a la hora de evangelizar y gran parte del problema es porque no estamos aplicando el evangelio a nosotros mismos en esta área. ¿No deberíamos poner nuestros temores al rechazo y al ridículo en manos de Dios? ¿No deberíamos nuestras inseguridades e hipocresía en manos del Señor? Pues este es un proceso que dura toda nuestra vida cristiana.

¿Qué es la evangelización?

Para comenzar a hablar de la disciplina de la evangelización hay que definir que entendemos por evangelización. Según Donald S. Whitney[3]:

“La evangelización es presentarles a Jesús mediante el poder del Espíritu Santo a los pecadores para que ellos logren confiar en Dios a través de él, recibirlo como su Salvador y servirle como a su Rey en la comunión de la iglesia”

Joel Beeke comenta lo que para los puritanos significaba la evangelización[4].

“La evangelización puritana implica declarar toda la economía de la redención, centrándose en la obra salvífica de las tres personas de la trinidad y, simultáneamente, llamar a los pecadores a una vida de fe y compromiso, advirtiendo que el evangelio condenará para siempre a quienes persisten en la incredulidad e impenitencia”

Como podemos observar la evangelización tiene que ver con la obra del evangelio realizada por Cristo durante su ministerio y por tanto debe ser explicada y aplicada a los pecadores para que comprendan las implicancias del mensaje.

La evangelización en la Biblia

En las Escrituras podemos encontrar los siguientes pasajes que son mandatos para nosotros como para todos los creyentes en la historia de la humanidad. Mateo 28:19-20; Marcos 16:15; Lucas 24:46-47; Juan 20:21; Hechos 1:8

“Por tanto, vayan y hagan discípulos en todas las naciones y bautícenlos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Enséñenles a cumplir todas las cosas que les he mandado. Y yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo. Amen”

“Y les dijo: Vayan por todo el mundo y predique el evangelio a toda criatura”

“Y les dijo: Así está escrito, y así era necesario, que el Cristo padeciera y resucitara de los muertos al tercer día, y que en su nombre se predicara el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando por Jerusalén.

“Entonces Jesús les dijo una vez más: La paz sea con ustedes. Así como el Padre me envió, también yo los envió a ustedes”

“Pero cuando venga sobre ustedes el Espíritu Santo recibirán poder, y serán mis testigos en Jerusalén, en Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra”

En las Escrituras podemos ver que la iglesia primitiva predicaba constantemente incluso bajo persecución. Los apóstoles predicaron Hechos 2:14-42; 3:11-26; Los cristianos en general predicaron Hechos 7; Hechos 8:4; 28-32; 9:20; 11:19-21.

“Mientras tanto, los que se habían dispersado iban por todas partes anunciando el evangelio” Hechos 8:4

“Mientras tanto, los que habían sido dispersados por la persecución que se desato por causa de Esteban, llegaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquia, y hablaban de las buenas noticias solamente a los judíos” Hechos 11:19

Como podemos ver cuando el cristianismo comenzó el evangelizar fue una práctica natural del cristianismo. El apóstol Pedro escribió en su primera carta 2:19  que nosotros somos real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios para que anuncien los hechos maravillosos de aquel que los llamo de las tinieblas a su luz admirable. Por tanto para nosotros como cristianos el anunciar el evangelio debe ser algo prioritario en nuestra vida. Pero ¿Lo es realmente? ¿Cuándo fue la última vez que le predicaste a alguien el evangelio? Hay que aclarar que nosotros como cristianos cumplimos la tarea del Señor cuando predicamos el evangelio pero los resultados no son nuestra responsabilidad pues es el Espíritu Santo el que convence al mundo de pecado, justicia y de juicio (Jn 16:9) Pero si el predicar el evangelio debe convertirse en algo habitual, en una disciplina la cual debemos desarrollar para anunciarles a otros el mensaje de salvación.

Los métodos de evangelización en la Biblia

Hay personas que creen que solamente existe una forma de predicar el evangelio, pero cuando uno revisa las Escrituras se encuentra a Jesús y los apóstoles compartiendo el mensaje de las más diversas maneras. Para resumir podemos decir que Jesucristo predico yendo por diversos lugares, relacionándose con los pecadores (lo cual incluía comer y sanarlos) y corrigiendo las doctrinas erradas de los fariseos y saduceos. Mateo 4:23; 9:35

“Jesús recorría toda Galilea. Enseñaba en las sinagogas de ellos, predicaba el evangelio del reino, y sanaba toda enfermedad y toda dolencia del pueblo”

“Jesús recorría todas las ciudades y las aldeas, y enseñaba en las sinagogas de ellos, predicaba el evangelio del reino y sanaba toda enfermedad y toda dolencia del pueblo”

Por tanto de forma breve podemos decir que el método de Jesús fue el ir evangelizando públicamente por todo lugar (grupos o personas, especialmente en las sinagogas) el evangelizar por medio de la sanidades (mostrar misericordia Mateo 9:1-8), evangelizar por medio de las relaciones (comer con pecadores Mateo 9:9-13) corregir las falsas enseñanzas de los fariseos (Mt 15:3-9)

Los apóstoles no siguieron un método muy diferente ya que predicaron públicamente el evangelio (Hechos 2; 14-42 a grupos o personas)  y usaron las sanidades para predicar (Hechos 3:11-12) Pablo y Bernabé en sus viajes misioneros comenzaban siempre anunciando el mensaje en las sinagogas. Hechos 13:5, 14

“Al llegar a Salamina, comenzaron a predicar la palabra de Dios en las sinagogas de los judíos. Juan con ellos y les ayudaba”

“De Perge, siguieron a Antioquia de Pisidia, y un día de reposo entraron en la sinagoga del lugar y se sentaron”

Esto se repite muchas veces en los viajes misioneros de Pablo pero además de eso Pablo predico en las plazas (Hechos 17:17) en el areópago (Hechos 17:19) en una escuela (Hechos 19:9) defendiéndose públicamente (Apología Hechos 26:9) y en la cárcel (Hechos 28:30-31) Por tanto podemos ver que en las Escrituras existen diversos métodos para evangelizar y que toda circunstancia o lugar se puede convertir en una oportunidad para predicar.

Los métodos de evangelización en la actualidad.

Debido que existe esta diversidad de métodos en las Escrituras en el cristianismo existen diversas formas de predicar el evangelio. Algunas de las maneras de predicar que siguen el ejemplo de Jesús y los apóstoles son:

1) La predicación publica del evangelio. Esta es la manera más conocida que es salir a la calle y predicar con megáfonos, entregar tratados o persona a persona.

2) Predicación por medio de la misericordia. Esta manera es hacer un bien físico a la persona para luego explicarse la razón de porque hacemos ese bien. Por ejemplo es por medio de comedores de comida, tecitos, visitas al hospital o cualquier ayuda social.

3) Predicación por medio de la relación con “pecadores”. Esta manera consiste en relacionarnos con amigos y vecinos para poder mostrarle nuestro interés por sus vidas y predicarles el evangelio. También se manifiesta en los ministerios que se relación con personas de la cárcel o personas de zonas peligrosas de la ciudad. Hay ministerios que se dedican a las relaciones con prostitutas, homosexuales y transexuales para predicarles el evangelio.

4) Predicación por medio de corregir falsas enseñanzas. Esta manera es relacionarnos con personas que pertenecen a grupos religiosos y los cuales sinceramente buscan la verdad por tanto podemos mostrarles los errores de esas doctrinas y cuál es el verdadero evangelio.

5) Predicación por medio de instituciones. Esta manera es predicar en las escuelas, liceos o universidades ya sea de forma informal o formal. Hay ministerios que se dedican a predicar de esta manera.

6) Predicación por medio de la educación. Esta manera de predicar no solo ir a escuelas y liceos o universidades sino que es fundar ellos con la visión de enseñar el evangelio o que el evangelio sea la raíz de esa educación.

7) Predicación por medio de grupos de lectura o debates. Esta manera es predicar por medio de grupos de lecturas y debates. Esta manera es más lenta pero puedo ser más profunda llevando a comprender las implicancias del evangelio.

Consejos sobre evangelización.

Para predicar evangelio hay que confiar en el evangelio. Muchos de nosotros luchamos con temores, dudas, hipocresía, inseguridad cuando vamos a predicar el evangelio y pensamos que jamás podremos predicarle a otra persona. La verdad es que ciertamente si fuera por nuestras fuerzas no podríamos por eso debemos aplicarnos el evangelio a nosotros cuando vamos a predicar y descansar solo en la obra soberana de Dios y en su Espíritu a la hora de predicar.

Predicar el evangelio te lleva a profundizar más.  Al predicar el evangelio te darás cuenta que hay preguntas que no te has hecho y quizás objeciones que nunca te habías dado cuenta que existían. Eso te llevara a estudiar más y profundizar más en el evangelio.

Debemos esperar resultados pero recordar que los resultados no dependen de nosotros.  En las Escrituras (y en la historia de la iglesia) tenemos personas que predicaron y vieron resultados inmediatamente como otros predicaron y no vieron nada por años. Por tanto aunque debemos esperar que la palabra de Dios obre en algún momento, debemos recordar que los resultados no podemos controlarlos nosotros.


[1] http://www.georgebarna.com/about
[2] Donald S. Whitney. Disciplinas espirituales para la vida cristiana. Página 134.
[3] Donald S. Whitney. Disciplinas espirituales para la vida cristiana. Página 134.
[4] Joel Beeke. La Espiritualidad Puritana y Reformada. Evangelización arraigada en la Escritura. El ejemplo puritano. Página 118.

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