George
Barna es un cristiano que fundo una empresa la cual hace investigaciones
respecto a las actitudes de los cristianos en la cultura de Estados Unidos[1]. El hizo una investigación
de porque los cristianos no compartían su fe y escribió[2]:
“El motivo dominante detrás de la
creciente renuencia de los cristianos a compartir su fe con los no creyentes concierne a la
experiencia misma de compartir la fe. Al preguntarles a los cristianos acerca
de sus actividades de testimonio, descubrimos que nueve de cada diez individuos
intentan explicar sus creencias y teología y otros salen de esas experiencias
con la sensación de haber fracasado… La realidad del comportamiento humano es
que la mayoría de personas evitan aquellas actividades en las que se perciben a
sí mismos como fracasos. Como criaturas en búsqueda del placer y la comodidad,
ponemos énfasis en aquellas dimensiones y actividades en las que nos sentimos
más capaces y seguros. Así, a pesar del mandato divino de compartir la Palabra,
muchos cristianos redirigen sus energías a áreas de actividad espiritual que
son más satisfactorias y en las que tienen mayores probabilidades de alcanzar
éxito”
Esta
sensación que experimentan los cristianos de Estados Unidos es una experiencia
que como cristianos también compartimos cuando intentamos compartir nuestra fe
con otras personas. Muchos cristianos con los cuales he conversado generalmente
dicen que no comparten la fe porque les da miedo ser rechazados, no saben que
decir, no saben cómo explicarla las cosas o se sienten hipócrita porque lo que
están predicando no lo viven ellos. Esto es algo muy interesante porque la
mayoría de los cristianos luchamos con lo mismo a la hora de evangelizar y gran
parte del problema es porque no estamos aplicando el evangelio a nosotros
mismos en esta área. ¿No deberíamos poner nuestros temores al rechazo y al
ridículo en manos de Dios? ¿No deberíamos nuestras inseguridades e hipocresía
en manos del Señor? Pues este es un proceso que dura toda nuestra vida
cristiana.
¿Qué es la evangelización?
Para
comenzar a hablar de la disciplina de la evangelización hay que definir que
entendemos por evangelización. Según Donald S. Whitney[3]:
“La evangelización es presentarles a Jesús
mediante el poder del Espíritu Santo a los pecadores para que ellos logren
confiar en Dios a través de él, recibirlo como su Salvador y servirle como a su
Rey en la comunión de la iglesia”
Joel
Beeke comenta lo que para los puritanos significaba la evangelización[4].
“La evangelización puritana implica
declarar toda la economía de la redención, centrándose en la obra salvífica de
las tres personas de la trinidad y, simultáneamente, llamar a los pecadores a
una vida de fe y compromiso, advirtiendo que el evangelio condenará para
siempre a quienes persisten en la incredulidad e impenitencia”
Como
podemos observar la evangelización tiene que ver con la obra del evangelio
realizada por Cristo durante su ministerio y por tanto debe ser explicada y
aplicada a los pecadores para que comprendan las implicancias del mensaje.
La
evangelización en la Biblia
En las
Escrituras podemos encontrar los siguientes pasajes que son mandatos para
nosotros como para todos los creyentes en la historia de la humanidad. Mateo
28:19-20; Marcos 16:15; Lucas 24:46-47; Juan 20:21; Hechos 1:8
“Por tanto, vayan y hagan discípulos en
todas las naciones y bautícenlos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del
Espíritu Santo. Enséñenles a cumplir todas las cosas que les he mandado. Y yo
estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo. Amen”
“Y les dijo: Vayan por todo el mundo y
predique el evangelio a toda criatura”
“Y les dijo: Así está escrito, y así era
necesario, que el Cristo padeciera y resucitara de los muertos al tercer día, y
que en su nombre se predicara el arrepentimiento y el perdón de pecados en
todas las naciones, comenzando por Jerusalén.
“Entonces Jesús les dijo una vez más: La
paz sea con ustedes. Así como el Padre me envió, también yo los envió a
ustedes”
“Pero cuando venga sobre ustedes el
Espíritu Santo recibirán poder, y serán mis testigos en Jerusalén, en Judea, en
Samaria y hasta lo último de la tierra”
En las
Escrituras podemos ver que la iglesia primitiva predicaba constantemente
incluso bajo persecución. Los apóstoles predicaron Hechos 2:14-42; 3:11-26; Los
cristianos en general predicaron Hechos 7; Hechos 8:4; 28-32; 9:20; 11:19-21.
“Mientras tanto, los que se habían
dispersado iban por todas partes anunciando el evangelio” Hechos 8:4
“Mientras tanto, los que habían sido
dispersados por la persecución que se desato por causa de Esteban, llegaron
hasta Fenicia, Chipre y Antioquia, y hablaban de las buenas noticias solamente
a los judíos” Hechos 11:19
Como
podemos ver cuando el cristianismo comenzó el evangelizar fue una práctica
natural del cristianismo. El apóstol Pedro escribió en su primera carta 2:19 que nosotros somos real sacerdocio, nación
santa, pueblo adquirido por Dios para que anuncien los hechos maravillosos de
aquel que los llamo de las tinieblas a su luz admirable. Por tanto para
nosotros como cristianos el anunciar el evangelio debe ser algo prioritario en
nuestra vida. Pero ¿Lo es realmente? ¿Cuándo fue la última vez que le
predicaste a alguien el evangelio? Hay que aclarar que nosotros como cristianos
cumplimos la tarea del Señor cuando predicamos el evangelio pero los resultados
no son nuestra responsabilidad pues es el Espíritu Santo el que convence al
mundo de pecado, justicia y de juicio (Jn 16:9) Pero si el predicar el
evangelio debe convertirse en algo habitual, en una disciplina la cual debemos
desarrollar para anunciarles a otros el mensaje de salvación.
Los
métodos de evangelización en la Biblia
Hay
personas que creen que solamente existe una forma de predicar el evangelio,
pero cuando uno revisa las Escrituras se encuentra a Jesús y los apóstoles
compartiendo el mensaje de las más diversas maneras. Para resumir podemos decir
que Jesucristo predico yendo por diversos lugares, relacionándose con los
pecadores (lo cual incluía comer y sanarlos) y corrigiendo las doctrinas
erradas de los fariseos y saduceos. Mateo 4:23; 9:35
“Jesús recorría toda Galilea. Enseñaba en
las sinagogas de ellos, predicaba el evangelio del reino, y sanaba toda
enfermedad y toda dolencia del pueblo”
“Jesús recorría todas las ciudades y las
aldeas, y enseñaba en las sinagogas de ellos, predicaba el evangelio del reino
y sanaba toda enfermedad y toda dolencia del pueblo”
Por
tanto de forma breve podemos decir que el método de Jesús fue el ir
evangelizando públicamente por todo lugar (grupos o personas, especialmente en
las sinagogas) el evangelizar por medio de la sanidades (mostrar misericordia
Mateo 9:1-8), evangelizar por medio de las relaciones (comer con pecadores
Mateo 9:9-13) corregir las falsas enseñanzas de los fariseos (Mt 15:3-9)
Los
apóstoles no siguieron un método muy diferente ya que predicaron públicamente
el evangelio (Hechos 2; 14-42 a grupos o personas) y usaron las sanidades para predicar (Hechos
3:11-12) Pablo y Bernabé en sus viajes misioneros comenzaban siempre anunciando
el mensaje en las sinagogas. Hechos 13:5, 14
“Al llegar a Salamina, comenzaron a
predicar la palabra de Dios en las sinagogas de los judíos. Juan con ellos y
les ayudaba”
“De Perge, siguieron a Antioquia de
Pisidia, y un día de reposo entraron en la sinagoga del lugar y se sentaron”
Esto
se repite muchas veces en los viajes misioneros de Pablo pero además de eso
Pablo predico en las plazas (Hechos 17:17) en el areópago (Hechos 17:19) en una
escuela (Hechos 19:9) defendiéndose públicamente (Apología Hechos 26:9) y en la
cárcel (Hechos 28:30-31) Por tanto podemos ver que en las Escrituras existen
diversos métodos para evangelizar y que toda circunstancia o lugar se puede
convertir en una oportunidad para predicar.
Los
métodos de evangelización en la actualidad.
Debido
que existe esta diversidad de métodos en las Escrituras en el cristianismo
existen diversas formas de predicar el evangelio. Algunas de las maneras de
predicar que siguen el ejemplo de Jesús y los apóstoles son:
1) La predicación publica del evangelio. Esta
es la manera más conocida que es salir a la calle y predicar con megáfonos,
entregar tratados o persona a persona.
2) Predicación por medio de la
misericordia. Esta manera es hacer un bien físico a la
persona para luego explicarse la razón de porque hacemos ese bien. Por ejemplo
es por medio de comedores de comida, tecitos, visitas al hospital o cualquier
ayuda social.
3) Predicación por medio de la relación
con “pecadores”. Esta manera consiste en relacionarnos con
amigos y vecinos para poder mostrarle nuestro interés por sus vidas y
predicarles el evangelio. También se manifiesta en los ministerios que se
relación con personas de la cárcel o personas de zonas peligrosas de la ciudad.
Hay ministerios que se dedican a las relaciones con prostitutas, homosexuales y
transexuales para predicarles el evangelio.
4) Predicación por medio de corregir
falsas enseñanzas. Esta manera es relacionarnos con personas que
pertenecen a grupos religiosos y los cuales sinceramente buscan la verdad por
tanto podemos mostrarles los errores de esas doctrinas y cuál es el verdadero
evangelio.
5) Predicación por medio de instituciones. Esta
manera es predicar en las escuelas, liceos o universidades ya sea de forma
informal o formal. Hay ministerios que se dedican a predicar de esta manera.
6) Predicación por medio de la educación. Esta
manera de predicar no solo ir a escuelas y liceos o universidades sino que es
fundar ellos con la visión de enseñar el evangelio o que el evangelio sea la
raíz de esa educación.
7) Predicación por medio de grupos de
lectura o debates. Esta manera es predicar por medio de grupos de
lecturas y debates. Esta manera es más lenta pero puedo ser más profunda
llevando a comprender las implicancias del evangelio.
Consejos
sobre evangelización.
Para predicar evangelio hay que confiar en
el evangelio. Muchos de nosotros luchamos con temores,
dudas, hipocresía, inseguridad cuando vamos a predicar el evangelio y pensamos
que jamás podremos predicarle a otra persona. La verdad es que ciertamente si
fuera por nuestras fuerzas no podríamos por eso debemos aplicarnos el evangelio
a nosotros cuando vamos a predicar y descansar solo en la obra soberana de Dios
y en su Espíritu a la hora de predicar.
Predicar el evangelio te lleva a
profundizar más. Al
predicar el evangelio te darás cuenta que hay preguntas que no te has hecho y
quizás objeciones que nunca te habías dado cuenta que existían. Eso te llevara
a estudiar más y profundizar más en el evangelio.
Debemos esperar resultados pero recordar
que los resultados no dependen de nosotros. En las Escrituras (y en la historia de la
iglesia) tenemos personas que predicaron y vieron resultados inmediatamente
como otros predicaron y no vieron nada por años. Por tanto aunque debemos
esperar que la palabra de Dios obre en algún momento, debemos recordar que los
resultados no podemos controlarlos nosotros.
[1] http://www.georgebarna.com/about
[2]
Donald S. Whitney. Disciplinas espirituales para la vida cristiana. Página 134.
[3]
Donald S. Whitney. Disciplinas espirituales para la vida cristiana. Página 134.
[4]
Joel Beeke. La Espiritualidad Puritana y Reformada. Evangelización arraigada en
la Escritura. El ejemplo puritano. Página 118.
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