Redención- Consumación[1]
Hemos
visto que la creación responde a la pregunta ¿Quién creo todo el mundo? ¿Por
qué existen todas las cosas? ¿Cuál es el propósito de que vivíamos en este
mundo? Luego vimos la caída que responde a las preguntas ¿Por qué existe mal en
el mundo? ¿Cuál la razón del sufrimiento y las injusticias en este mundo? ¿Por
qué nuestra naturaleza es pecaminosa? Pero si nos quedamos solamente en este
mundo nos quedamos sin esperanza. La “Redención” responde a la pregunta ¿Y cuál
es el remedio para el mal, el sufrimiento y el pecado en el mundo?
Teología bíblica de la
redención- consumación.
La
palabra “redención” significa básicamente la liberación de algún mal mediante
el pago de un precio. Por ejemplo los prisioneros de guerra pueden ser
liberados mediante el pago de un precio que se llama “rescate[2]”. La redención se podía
aplicar en varios sentidos en la Biblia. Podemos ver la redención de una
persona que había tenido un buey que mataba a una persona, pero si se sabe que
no fue algo premeditado e intencional entonces podía pagarse el “rescate” por
la persona (Exo 21:28-39) se podía “rescatar” a una persona que había
empobrecido de tal manera que había tenido que venderse como esclavo (Lev
25:45-49) también podemos ver que se habla del rescate nacional de Israel de la
esclavitud en Egipto (Dt 7:8; 13:5) Los profetas también usan la idea de
rescate cuando vuelven de la cautividad de Babilonia (Isa 35:10; 43:1; 44:22-23)
En el nuevo testamento tanto Jesús (Mt 20:28; Jn 8:34) como los apóstoles usan
esta idea de “rescate” (Rom 3:24; 6:18; 23; 7:14; 1 Cor 6:20; 7:22-23; 1 Pe
1:18-19)
“Las implicaciones prácticas de esta
intención son numerosísimas. EL matrimonio no debe ser evitado por los
cristianos, sino santificado. Las emociones no se deben reprimir, sino
purificar. La sexualidad no simplemente se ha rehuir sino redimir. La política
no se ha de excomulgar, sino reformar. El arte no se ha de declarar mundano,
sino se ha reclamar para Cristo. Los negocios no se han de relegar más al mundo
“secular”, sino que se ha de buscar conformarlos otra vez a los estándares que
glorifican a Dios. Cada sector de la vida humana ofrece tales ejemplos[3]”
La redención del Dios trino restaura la
relación con hombre. Después de la caída y todas consecuencias que
ellos trajo (Gen 3:8-24) Dios da una promesa de que la cabeza de la serpiente
será pisoteada por la descendencia de la mujer (Gen 3:15) Esto ha llegado a conocerse
como el “protoevangelio”. El hombre que era un enemigo de Dios necesitaba
reconciliarse con Dios pero no podía hacerlo por sus propias obras porque no
cumplían la ley de Dios (Rom 3:20; Gal 3:10-11; Efe 2:8-9) Por tanto necesitaba
a alguien perfecto para que pudiera traer reconciliación entre Dios y los
hombres (Hechos 4:12; 1 Tim
2:5) Cristo es el único que ha cumplido
la ley porque vivió sin pecado (2 Cor 5:21; Heb 4:15; 1 Pe 2:22) murió
crucificado y resucito para nuestra justificación (Rom 4:25) Esto hace que
nazcamos de nuevo (Jn 3:3) tengamos el Espíritu Santo con garantía (Efe 1:13-14)
antes de la redención total de nuestros cuerpos (1 Cor 15:51-58) Esto quiere
decir que aunque somos redimimos por la obra de Cristo
(Justificación-Santificación) esta redención será consumada en la
glorificación.
El Dios trino restaura el propósito del
hombre en el mundo. Dios le había dado un mandato al hombre (Gen
1:26-28) que por causa del pecado se distorsiono. Pero por medio de la obra de
Cristo es restaurado. La imagen de Dios de hombres y mujeres es restaurada (Stgo
3:9; Col 3:10; Efe 4:22-24) por tanto el trabajo de la mujer en el hogar con la
administración y los hijos (1 Tim 2:15; Tito 2:3-5) y la labor del hombre de
traer el sustento al hogar (2 Tes 3:10-12; Col 3:23-24; 1 Tim 5:8) En otras
palabras el mandato cultural es restaurado, ahora el hombre vive por un
propósito y comprende que ese propósito es la gloria de Dios en todas las áreas
de su vida (1 Cor 10:31) Pero debido al pecado no siempre hacemos todas las
cosas para la gloria de Dios sino que esto será posible en la consumación de
todas las cosas (1 Jn 1:8-9)
El Dios trino restaura la relación con el
hombre por medio de Jesucristo. Debido al pecado nuestras
relaciones se han vuelto difíciles, tensas, conflictivas y dañinas. Como
pecadores tendemos a hacerle daño a prójimo sin importar su situación. Pero el
evangelio restaura la relación con los hombres (Gal 3:28; Efe 2:11-16; Fil
15-16) Y ahora podemos amarnos (Jn 13:34-35; 1 Juan 3:11-12) ser sinceros (Rom
12: 9-10) perdonarnos (Efe 4:32; Col
3:13) buscar la unidad (Jn 17:21-23; Efe 4:1-3) ayudándonos y siendo
hospitalarios (Rom 12:13; Heb 13:2; 1 Pedro 4:9) Además por la gracia de Dios podemos
no solo amar a nuestros hermanos sino que podemos amar a nuestros enemigos (Mt
5:43-48; Rom 12:17-21) Sin embargo en este mundo nuestras relaciones siempre se
verán envueltos en divisiones, problemas pecados (1 Cor 1:10; 3:1-2; 5:1) solamente
en la segunda venida amados de forma perfecta a nuestro prójimo y seremos
juzgados según la forma que lo tratamos (Mt 25:31-46; 1 Jn 2:28)
El Dios trino restaura la relación con la
creación. El pecado había dejado a la tierra maldecida (Gen 3:17) pero
cuando Dios escogía una tierra para su descendencia la bendecía haciendo eco a
la prosperidad del Jardín del Edén (Gen 12:1-3; Dt 8:7-10) pero la verdadera
tierra que esperaba era la del Señor (Hebreos 11:9-10) El profeta Isaías ya
hablaba de una restauración de la creación por medio de los “cielos nuevos y
tierra nueva” (Isa 65:17-25; 66:22) El ministerio de Jesús mostraba la llegada
del reino de Dios (Mt 12:28) lo cual significa la restauración de los cuerpos y
la tierra maldecida por Dios (Mt 11:4-5; Luc 12:13-16; Hec 10:38) Jesucristo no
solamente vino a redimir a las personas sino que vino a reconciliar todas las
cosas (Efe 1:10; Col 1:20) Pablo escribió que la creación anhela ser redimida
(Rom 8:19-22) Pedro que la creación va a ser purificada por el fuego (2 Pedro
3:10-13) y Juan nos habla del cielo nuevos y la tierra nueva en donde la
Jerusalen celestial desciende y no hay más sufrimiento (Apo 21:1-4) Todo esto nos habla de una restauración plena
donde todos estaremos con cuerpo glorificado donde el sol que ilumina todo ya
no es el Sol sino Jesucristo (Apo 22:5)
La doctrina de la redención responde a las
preguntas. ¿Cómo encuentro reconciliación por Dios? ¿Cuál es el
sentido por el cual hago todo? ¿Cómo terminar con el sufrimiento en el mundo?
¿Hay alguna manera de llevar relaciones sinceras, honestas y profundas? ¿Qué
esperanza hay para este mundo?
[1] Herman Bavinck. Dogmática Reformada.
Volumen 1. Albert Wolters y Michael Goheen. La creación recuperada. Capítulo 4.
La Redención. Brian J. Wash. J. Richard Middeton. La visión transformadora.
Capítulo 5 La transformación por la redención. John Macarthur. Principios para
una cosmovisión bíblica.
[2]
Nuevo Diccionario bíblico certeza. Página 1137.
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