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lunes, 1 de julio de 2019

Cosmovisión cristiana: Redención- Consumación



Redención- Consumación[1]

Hemos visto que la creación responde a la pregunta ¿Quién creo todo el mundo? ¿Por qué existen todas las cosas? ¿Cuál es el propósito de que vivíamos en este mundo? Luego vimos la caída que responde a las preguntas ¿Por qué existe mal en el mundo? ¿Cuál la razón del sufrimiento y las injusticias en este mundo? ¿Por qué nuestra naturaleza es pecaminosa? Pero si nos quedamos solamente en este mundo nos quedamos sin esperanza. La “Redención” responde a la pregunta ¿Y cuál es el remedio para el mal, el sufrimiento y el pecado en el mundo?

Teología bíblica de la redención- consumación.

La palabra “redención” significa básicamente la liberación de algún mal mediante el pago de un precio. Por ejemplo los prisioneros de guerra pueden ser liberados mediante el pago de un precio que se llama “rescate[2]”. La redención se podía aplicar en varios sentidos en la Biblia. Podemos ver la redención de una persona que había tenido un buey que mataba a una persona, pero si se sabe que no fue algo premeditado e intencional entonces podía pagarse el “rescate” por la persona (Exo 21:28-39) se podía “rescatar” a una persona que había empobrecido de tal manera que había tenido que venderse como esclavo (Lev 25:45-49) también podemos ver que se habla del rescate nacional de Israel de la esclavitud en Egipto (Dt 7:8; 13:5) Los profetas también usan la idea de rescate cuando vuelven de la cautividad de Babilonia (Isa 35:10; 43:1; 44:22-23) En el nuevo testamento tanto Jesús (Mt 20:28; Jn 8:34) como los apóstoles usan esta idea de “rescate” (Rom 3:24; 6:18; 23; 7:14; 1 Cor 6:20; 7:22-23; 1 Pe 1:18-19)

“Las implicaciones prácticas de esta intención son numerosísimas. EL matrimonio no debe ser evitado por los cristianos, sino santificado. Las emociones no se deben reprimir, sino purificar. La sexualidad no simplemente se ha rehuir sino redimir. La política no se ha de excomulgar, sino reformar. El arte no se ha de declarar mundano, sino se ha reclamar para Cristo. Los negocios no se han de relegar más al mundo “secular”, sino que se ha de buscar conformarlos otra vez a los estándares que glorifican a Dios. Cada sector de la vida humana ofrece tales ejemplos[3] 

La redención del Dios trino restaura la relación con hombre. Después de la caída y todas consecuencias que ellos trajo (Gen 3:8-24) Dios da una promesa de que la cabeza de la serpiente será pisoteada por la descendencia de la mujer (Gen 3:15) Esto ha llegado a conocerse como el “protoevangelio”. El hombre que era un enemigo de Dios necesitaba reconciliarse con Dios pero no podía hacerlo por sus propias obras porque no cumplían la ley de Dios (Rom 3:20; Gal 3:10-11; Efe 2:8-9) Por tanto necesitaba a alguien perfecto para que pudiera traer reconciliación entre Dios y los hombres (Hechos 4:12; 1 Tim 2:5)  Cristo es el único que ha cumplido la ley porque vivió sin pecado (2 Cor 5:21; Heb 4:15; 1 Pe 2:22) murió crucificado y resucito para nuestra justificación (Rom 4:25) Esto hace que nazcamos de nuevo (Jn 3:3) tengamos el Espíritu Santo con garantía (Efe 1:13-14) antes de la redención total de nuestros cuerpos (1 Cor 15:51-58) Esto quiere decir que aunque somos redimimos por la obra de Cristo (Justificación-Santificación) esta redención será consumada en la glorificación.

El Dios trino restaura el propósito del hombre en el mundo. Dios le había dado un mandato al hombre (Gen 1:26-28) que por causa del pecado se distorsiono. Pero por medio de la obra de Cristo es restaurado. La imagen de Dios de hombres y mujeres es restaurada (Stgo 3:9; Col 3:10; Efe 4:22-24) por tanto el trabajo de la mujer en el hogar con la administración y los hijos (1 Tim 2:15; Tito 2:3-5) y la labor del hombre de traer el sustento al hogar (2 Tes 3:10-12; Col 3:23-24; 1 Tim 5:8) En otras palabras el mandato cultural es restaurado, ahora el hombre vive por un propósito y comprende que ese propósito es la gloria de Dios en todas las áreas de su vida (1 Cor 10:31) Pero debido al pecado no siempre hacemos todas las cosas para la gloria de Dios sino que esto será posible en la consumación de todas las cosas (1 Jn 1:8-9)

El Dios trino restaura la relación con el hombre por medio de Jesucristo. Debido al pecado nuestras relaciones se han vuelto difíciles, tensas, conflictivas y dañinas. Como pecadores tendemos a hacerle daño a prójimo sin importar su situación. Pero el evangelio restaura la relación con los hombres (Gal 3:28; Efe 2:11-16; Fil 15-16) Y ahora podemos amarnos (Jn 13:34-35; 1 Juan 3:11-12) ser sinceros (Rom 12: 9-10) perdonarnos  (Efe 4:32; Col 3:13) buscar la unidad (Jn 17:21-23; Efe 4:1-3) ayudándonos y siendo hospitalarios (Rom 12:13; Heb 13:2; 1 Pedro 4:9) Además por la gracia de Dios podemos no solo amar a nuestros hermanos sino que podemos amar a nuestros enemigos (Mt 5:43-48; Rom 12:17-21) Sin embargo en este mundo nuestras relaciones siempre se verán envueltos en divisiones, problemas pecados (1 Cor 1:10; 3:1-2; 5:1) solamente en la segunda venida amados de forma perfecta a nuestro prójimo y seremos juzgados según la forma que lo tratamos (Mt 25:31-46; 1 Jn 2:28)

El Dios trino restaura la relación con la creación. El pecado había dejado a la tierra maldecida (Gen 3:17) pero cuando Dios escogía una tierra para su descendencia la bendecía haciendo eco a la prosperidad del Jardín del Edén (Gen 12:1-3; Dt 8:7-10) pero la verdadera tierra que esperaba era la del Señor (Hebreos 11:9-10) El profeta Isaías ya hablaba de una restauración de la creación por medio de los “cielos nuevos y tierra nueva” (Isa 65:17-25; 66:22) El ministerio de Jesús mostraba la llegada del reino de Dios (Mt 12:28) lo cual significa la restauración de los cuerpos y la tierra maldecida por Dios (Mt 11:4-5; Luc 12:13-16; Hec 10:38) Jesucristo no solamente vino a redimir a las personas sino que vino a reconciliar todas las cosas (Efe 1:10; Col 1:20) Pablo escribió que la creación anhela ser redimida (Rom 8:19-22) Pedro que la creación va a ser purificada por el fuego (2 Pedro 3:10-13) y Juan nos habla del cielo nuevos y la tierra nueva en donde la Jerusalen celestial desciende y no hay más sufrimiento (Apo 21:1-4)  Todo esto nos habla de una restauración plena donde todos estaremos con cuerpo glorificado donde el sol que ilumina todo ya no es el Sol sino Jesucristo (Apo 22:5)

La doctrina de la redención responde a las preguntas. ¿Cómo encuentro reconciliación por Dios? ¿Cuál es el sentido por el cual hago todo? ¿Cómo terminar con el sufrimiento en el mundo? ¿Hay alguna manera de llevar relaciones sinceras, honestas y profundas? ¿Qué esperanza hay para este mundo?



[1] Herman Bavinck. Dogmática Reformada. Volumen 1. Albert Wolters y Michael Goheen. La creación recuperada. Capítulo 4. La Redención. Brian J. Wash. J. Richard Middeton. La visión transformadora. Capítulo 5 La transformación por la redención. John Macarthur. Principios para una cosmovisión bíblica.
[2] Nuevo Diccionario bíblico certeza. Página 1137.
[3] Albert Wolters y Michael Goheen. La creación recuperada. Páginas 122-123.

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