Jesús afirma claramente que él es el “buen pastor” en
contraste con los falsos pastores que habían estado pastoreando al pueblo de
Israel. Estos ladrones y salteadores llevan al pueblo por otro camino que no
era el verdadero camino que Dios había establecido para llegar a él. Estos
ladrones y salteadores eran obviamente los religiosos de la época, los cuales
les encantaba mostrar su justicia delante de los hombres (Mt 6:1) orando de pie
en las sinagogas y en las esquinas de las calles (Mt 6:5) o mostrando por medio
de sus rostros que estaban ayunando (Mt 6:16) se jactaban de no quebrantar el día
de reposo (Mt 12:2) y de seguir la
“tradición de los ancianos” (Mt 15:2) decían al pueblo que tenían que hacer
ciertas cosas pero ellos no lo hacían (Mt 23:3) por lo que simplemente ataban
cargas pesadas el pueblo (Mt 23:4) les encantaba el reconocimiento de los
hombres (Mt 23:8-9) habían llegado a tal punto de “orgullo espiritual” que
consideraban a los pecadores no solo como gente ignorante que no sabe la ley,
sino que es maldita.
“Mas esta gente que no sabe la ley, maldita
es” (Jn 7:49)
Por tanto el pueblo estaba siendo guiado por un camino
falso, los ladrones y salteadores no estaban entrando por la puerta de las
ovejas, sino que estaban rechazando este camino para seguir uno propio. Es por
eso que Jesús reafirma que las ovejas no lo siguieron y que no encontraron
salvación. Lo que las personas encuentran siguiendo estos falsos mensajes es
hurto, muerte y destrucción. La diferencia entre el evangelio y todas las
religiones del mundo es ellas promueven una salvación por obras y el evangelio
ofrece una salvación por la obra de Cristo. Las personas cambian cosas
externas, como dejar el alcohol, dejar de fumar, dejar de bailar, etc., y aun
hay cristianos que piensan que ser salvo tiene que ver con esa limitadas cosas.
¿Has conversado alguna vez sobre la oración con una persona que basa su
salvación en las obras? ¿Has notado lo muerto y seco que esta? ¿Le has hablado
de cómo tú experimentas tu comunión con Dios a través de las Escrituras?
Notaras que no hay vida, sino que solamente hay muerte. La respuesta es clara,
solamente en Cristo puede haber vida en abundancia (Jn 10:10)
El asalariado (Jn 10:12-13)
El ejemplo que Jesús había usado en el comienzo de este
capítulo era totalmente familiar para las personas que escuchaban. Sabían que
un pastor guarda sus ovejas en un lugar donde estuvieran seguras y contrataba a
un portero para que las cuidara durante la noche. Entonces cuando el llegaba el
portero inmediatamente le abría la puerta y las ovejas lo seguían porque lo
conocían. Ahora a este ejemplo se une un
nuevo personaje que era el “asalariado”
¿Quién era el asalariado? El asalariado era aquel que era contratado por dinero
para cuidar a las ovejas y que por tanto solamente realiza su trabajo por esa
razón. Por lo tanto el no se hace responsable por los ataques de los lobos
salvajes o por lo menos no se arriesga a enfrentarse a ellos para proteger a
una oveja. La representación nuevamente alude a los líderes religiosos, los
cuales se movían por el dinero y no por el cuidado genuino de las ovejas. Esto
no era algo nuevo, sino que ya había sucedido desde el Antiguo testamento.
“Anduvieron perdidas mis ovejas por todos los montes, y en
todo collado alto; y en toda la faz de la tierra fueron esparcidas mis ovejas,
y no hubo quien las buscase, ni quien preguntase por ellas” Ezequiel 34:6
!!Ay de los pastores que
destruyen y dispersan las ovejas de mi rebaño! dice Jehová. Por tanto, así ha
dicho Jehová Dios de Israel a los pastores que apacientan mi pueblo: Vosotros
dispersasteis mis ovejas, y las espantasteis, y no las habéis cuidado. He aquí
que yo castigo la maldad de vuestras obras, dice Jehová” Jeremías 23:1-2
Jesús sin duda está haciendo eco a estas Escrituras que el pueblo
conoce. Pero no solamente queda aquí sino que cuando la iglesia comienza
también hay muchos “lobos rapaces” o “asalariados” que van a querer destruir el
rebaño. Pablo dice en su discurso de despedida de Éfeso las siguientes palabras
de advertencia:
“Por tanto, mirad por
vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por
obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia
sangre. Porque
yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces,
que no perdonarán al rebaño. Y de vosotros mismos se
levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los
discípulos” Hechos 20:28-30.
“y por avaricia harán mercadería de vosotros con
palabras fingidas. Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se
tarda, y su perdición no se duerme” 2 Pedro 2:3
Estas advertencias siguen tan vigentes desde el día en el cual se
escribieron inspiradas por el Espíritu Santo. Desde el principio de la iglesia
vemos a personas como “Simón el mago” (Hechos 8) el cual pensó que por dinero
podía obtener el poder del Espíritu santo o pensemos en el famoso predicador de
indulgencias del siglo 16 llamado Juan Tetzel el cual proclamaba “Tan pronto
caiga la moneda a la cajuela. El alma del difunto al alma vuelta”. Todo este
tipo de engaños con palabras fingidas y manipulaciones proceden de
“asalariados” que solo buscan apacentarse a sí mismo. Los vemos hoy en día en
un sinfín de engaños para sacar el dinero de las personas con el falso
evangelio de la prosperidad. También podemos verlo más sutilmente en los
“pastores” que manipulan con técnicas psicológicas los sentimientos de las
personas, o aun más sutilmente en aquellos que temen en predicar las Escrituras
tal cual se revelan y prefieren llenar al pueblo con historias superficiales de
sus vidas.
“Yo soy el buen pastor” (Jn 10: 11, 14)
En contraste con todos estos ladrones, salteadores y asalariados Jesús
se presenta como el buen pastor. Fíjense que Jesús no solamente es un pastor,
sino que él es “el BUEN pastor”. En griego hay muchas palabras para bueno,[1] pero dos
palabras se usan en el evangelio de Juan para bueno. La primera es “Agadsós”
que es un sustantivo y se usa en tres ocasiones (Jn 1:46; 5:29; 7:12) y la
segunda es “Kalos” que es un adjetivo y se usa 5 ocasiones (Jn 2:10; 10:11,14;
32; 33) y este es el uso por el cual se le llama “Buen” pastor a Jesús. Lo que
indica que la calificación de Jesús es que él es “virtuoso, valioso,
distinguido” pastor o “intrínsecamente buen” Pastor.
Ahora con esto no estamos diciendo que todos los pastores llamados por
Dios son malos, pues Dios ha dado buenos pastores a su pueblo a través de la
historia como “Moisés, Josué, David, Salomón, Pedro, Pablo” etc. Pedro escribió
lo siguiente a los pastores
“Ruego a los ancianos que
están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de los
padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que será
revelada: Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de
ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con
ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado,
sino siendo ejemplos de la grey. Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores,
vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria” 1 Pedro 5:1-4
Pastores del pasado y actuales podrán defraudarte en ocasiones,
pero hay un buen Pastor, el cual es
intrínsecamente bueno, y es el Príncipe
de todos los pastores, el cual jamás va a defraudarte. Por eso el autor de hebreos
después de haber mostrado el ejemplo de los “héroes de la fe” termina diciendo:
“Por tanto, nosotros
también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos
de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera
que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la
fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el
oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios” Hebreos 12:1-2
¡Qué maravilloso es tener a este buen pastor que nos pastorea cada
día! Pero ¿Por qué es él es Buen Pastor? Porque el da su vida por las ovejas.
Los pastores comúnmente defendían a sus ovejas (1 Sam 17:34) pero podríamos
decir que pocos pastores estarían dispuestos a dar su vida por sus ovejas. Sin
embargo Jesucristo siendo Dios, se encarno y vino a dar la vida por sus ovejas.
Es por eso que pensamos que Cristo solamente pago efectivamente la salvación
por sus escogidos; o más bien dicho la expiación se aplica solamente a sus
ovejas. Por tanto ora por sus escogidos (Jn 17:6-17) porque solamente da la
vida por ellas.
“Y dará a luz un hijo, y
llamarás su nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados” Mateo
1:21
“Como el Hijo del hombre
no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate de
muchos” Mt 20:28
¿Te has puesto a pensar en esta maravilla de ser una oveja de su
rebaño? ¿Cómo te libro de salteadores, ladrones y asalariados? ¿Cómo él te
guarda de lobos rapaces que quieren destruirte? ¿Cómo el pago por ti en la cruz
del calvario dándote vida eterna? ¿Te asombras como ese buen pastor te pastorea
cada día a través de sus verdes pastos que su palabra?
El buen Pastor conoce a sus ovejas (Jn 10:14-15)
El pastorear
en occidente es diferente a como se pastoreaba en Oriente. En el occidente
estamos acostumbrados a que el pastor va detrás de las ovejas con sus perros
ovejeros, pero en Oriente el pastor iba delante de ellas guiándolas por un
sonido especial que hacía con su voz. En este pasaje vemos dos cosas
interesantes. En primer lugar “El pastor
conoce a sus ovejas”. ¿Desde cuándo el Pastor conoce a sus ovejas? Desde la
eternidad. Estas son las ovejas que Dios ha determinado salvar desde la
eternidad. El evangelio de Juan afirma en 3 ocasiones que vienen las ovejas que
el Padre determino que vinieran.
“Todo lo
que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera” Juan
6:37
“Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me
envió lo trajere; y yo le resucitaré en el día postrero” Juan 6:44
“Y dijo: Por eso os he dicho que ninguno puede
venir a mí, si no le fuere dado por el Padre” Juan 6:65
Estas son las ovejas que Dios conoce de antemano y que determinado
salvar desde la eternidad, mientras que les dice a los judíos que no creían porque
no eran de sus ovejas, simplemente no podía oír su voz ni seguirle porque no
eran parte de estas ovejas que Dios había determinado salvar (Jn 10:26-27).
En segundo lugar “Las ovejas conocen al pastor”. Es por
eso que las ovejas “oyen su voz” y lo “siguen porque conocen su voz” (Jn
10:3-4) Esta es la característica de todo hijo de Dios, escuchar la voz del
buen Pastor. Por su puesto una oveja puede perderse por un tiempo en el
desierto, puede confundirse por aparentes pastos verdes, puede ser engañada por
diversas voces que reclamen que lo sigan, pero jamás puede pasar toda la vida
sin escuchar la voz de su buen pastor. Sin duda hay una relación intima y
profunda entre el Buen Pastor y sus ovejas.
En tercer lugar la relación intima entre el Buen
Pastor y sus ovejas se sustenta en la relación de Padre e Hijo en la eternidad.
Jesús afirmo en varias ocasiones esta unidad y relación
profunda entre el Padre y el Hijo (El padre entrego todo en su mano Jn 3:35;
hace la voluntad del que le envió Jn 4:34; El padre trabaja y el trabaja Jn
5:17; la autoridad del hijo viene del Padre Jn 5:19-23; 26-27; descendió para
hacer la voluntad del Padre Jn 6:38-39; 44; 8:49; 10:15; 10:30; 10:39; 12:19;
14:10; 14:28; 14:31; 15:10; 16:28; 17:3) Una de las más significativas en el
sentido de relación es “Yo y el Padre somos uno” (Jn 10:30) El Padre y el Hijo
vienen en el creyente y hacen morada en él.
“En aquel día vosotros
conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros. El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama;
y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él”
Juan 14:20-21
“Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi
palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con
él” Juan 14:23.
Estas palabras por el contexto, incluyen obviamente al Espíritu Santo.
Esto quiere decir que el Dios trino habitará en nosotros y nosotros en el Dios
trino. ¿Cómo entender este maravilloso misterio? Es simplemente para
asombrarnos, callar y adorar. Como ovejas del Buen pastor, nosotros estamos en
él y él en nosotros. El Espíritu Santo nos conduce a Cristo y Cristo es el
mediador en el Padre y por tanto nosotros estamos en él.
El buen pastor y las ovejas de otro redil (Jn 10:16)
Jesús nos
revela aquí algo que aun no se había mostrado con claridad. No puedo evitar
pensar la interpretación que un amigo mormón me dio cuando me hablo de este
pasaje diciendo que Jesús se estaba refiriendo a si mismo viniendo a las
Américas[2]. Pero si no significa eso
¿Qué significa? Los judíos esperaban y sabían de la venida del mesías (Jn 4:25)
las personas que eran consideran como “pecadores” eran quienes reconocieron su
venida (Luc 1:28-38 María y José; Luc 2:25 Simeón; Luc 2:36 Ana) mientras que los
que se creían pastores o maestros del Pueblo lo rechazaron. Pero algo que no
habían podido comprender en aquella época los judíos, era que Jesucristo había
venido no solamente por ellos, sino también por los gentiles. Por supuesto
Jesús dio algunas señales en algunas cosas que él hizo. Por ejemplo la fe de la
mujer cananea
“El respondiendo,
dijo: No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Entonces ella
vino y se postró ante él, diciendo: ¡Señor, socórreme! Respondiendo él,
dijo: No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos. Y ella
dijo: Sí, Señor; pero aun los perrillos comen de las migajas que caen de la
mesa de sus amos. Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe;
hágase contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora” Mateo
15:24-28
La fe de la mujer sirio fenicia
Levantándose de allí, se
fue a la región de Tiro y de Sidón; y entrando en una casa, no quiso que nadie
lo supiese; pero no pudo esconderse. Porque una mujer, cuya hija tenía un espíritu inmundo, luego que oyó
de él, vino y se postró a sus pies. La mujer era
griega, y sirofenicia de nación; y le rogaba que echase fuera de su hija al
demonio. Pero Jesús le dijo: Deja primero que se sacien
los hijos, porque no está bien tomar el pan de los hijos y echarlo a los
perrillos. Respondió ella y le dijo: Sí, Señor; pero
aun los perrillos, debajo de la mesa, comen de las migajas de los hijos.
Entonces le dijo: Por esta palabra, ve; el demonio ha salido
de tu hija. Y cuando llegó ella a su casa, halló que el
demonio había salido, y a la hija acostada en la cama. Marcos 7:24-30
También en otras ocasiones donde puso por ejemplos a la viuda de
Sarepta y al leproso Naaman el sirio
(Luc 4:24-28) Pero quienes recibieron revelaciones plenas sobre este misterio
fueron los apóstoles. En el caso de Pedro fue por medio de la explicación del a
visión y el derramamiento del Espíritu Santo sobre los gentiles.
“Y cuando comencé a
hablar, cayó el Espíritu Santo sobre ellos también, como sobre nosotros al
principio. Entonces
me acordé de lo dicho por el Señor, cuando dijo: Juan ciertamente bautizó en
agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo. Si Dios, pues, les concedió también el mismo don que a nosotros que
hemos creído en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo que pudiese estorbar a Dios?
Entonces, oídas estas cosas, callaron, y glorificaron a Dios,
diciendo: !!De manera que también a los gentiles ha dado Dios arrepentimiento
para vida” Hechos 11:15-18
Pablo fue quien explica más claramente este misterio en muchas
partes de sus epístolas (Romanos 11:11-24) pero creo que lo expresa más
claramente es en la epístola de los Efesios. Lo expresa de manera larga en
Efesios 2:11-6 y luego de forma más breve explica el misterio en Efesios 3:5-7.
“misterio que en otras
generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora es
revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu: que los gentiles son coherederos y miembros del
mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del
evangelio, del cual yo fui hecho ministro por el don de la gracia de Dios que
me ha sido dado según la operación de su poder”
Aunque para nosotros ya no es tan impactante, este mensaje de la
inclusión de gentiles en el plan de Dios ¡era algo revolucionario para la
época! El pueblo escogido por Dios no solamente era de judíos sino también de
gentiles. Esto es lo que Jesús estaba revelando en este pequeño verso. Las
otras ovejas y el otro redil era una clara referencia a las ovejas que estaban
repartidas por todo el mundo pro las diversas culturas. Jesús incluso oro por ellos (Jn 17:20-21) Es
maravilloso saber que lo multicultural y multirracial que son las ovejas de
Cristo a través del mundo.
El buen pastor da su vida y la toma de vuelta (Jn 10:17-18)
Jesús
reafirma nuevamente ser el buen pastor porque el voluntariamente da su vida por
sus ovejas. Jesús viene a este mundo a hacer la voluntad del Padre (Luc 22:43).
Esto es impresionante ¿Tu irías a un lugar donde sabes que después donde
después de hacer bien tu trabajo, te rechazaran, humillaran, golpeara,
escupieran y finalmente humillaran? Sin embargo el Señor vino sabiendo eso (Jn
3:14; 12:32) El fue simplemente humillado, tal como Pablo en la carta de
Filipenses
“Haya, pues, en vosotros
este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el
ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se
despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;
y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo,
haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz” Filipenses 2:5-8
El afirma que por eso lo “ama” el Padre, porque el mismo ha dado
su vida voluntariamente por sus ovejas. Jesús afirma que no solamente tiene el
“poder” para entregar su vida, sino que tiene también el “poder” para volverla
a tomar. Esto en griego quiere decir que Jesús tiene el derecho, libertad,
potestad o autoridad para entregar su vida como para volver a tomarla. Por
tanto el buen Pastor Jesús no solo les provee seguridad a su rebaño, sino que
además de la plena y total seguridad en su muerte y resurrección. Porque no
solamente fue humillado sino que además fue exaltado
“Por lo cual Dios también
le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda
rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra;
y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para
gloria de Dios Padre” Filipenses 2:9-11
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