V
6:60-71 Jesús acaba de terminar su discurso acerca de que él es
el “Pan de vida” en la sinagoga de Capernaum (Jn 6:59) y la reacción a esta
enseñanza fue que era una enseñanza “dura”. Jesús inmediatamente les dice que
si esto les ofende, cuanto más le va a ofender cuando vean al hijo del hombre
subir donde él estaba primero (6:62). Dentro de los que escucharon el discurso
de Jesús se pueden identificar dos grupos, los discípulos falsos que no siguen
a Jesús (6:66) y los verdaderos que seguirían a Jesús, pues sabían que solo en él
había vida eterna. Incluso dentro de los que son verdadero creyentes Jesús
sabía que había un falso. (Jn 6:67-71). Al igual que hoy en día las palabras de
Jesús pueden sonar fuertes para algunas personas y solo los escogidos de Dios
van a seguir a Jesús porque saben que en él está a vida eterna e incluso dentro
del grupo de los verdaderos creyentes, Cristo sabe quién es falso.
V 7:1-9 Después
de estas cosas Jesús continúa en la región de Galilea. No se sabe con claridad
cuanto es el tiempo que transcurrió entre el capitulo 6 y 7, pues el evangelio
de Juan no tiene el propósito de presentar el ministerio de Jesús de forma
cronológica. Pero como varios comentaristas han dicho se pueden calcular seis o
siete meses desde el capitulo seis debido al cálculo respecto a las fiestas
judías.[1] Jesús
quiso permanecer en Galilea y no en Judea porque sabía que los judíos
pretendían matarle. Esto es evidente cuando recordamos que su visita en Judea fue
donde pensaron en matarle (Jn 5:16) y así mismo sucedería cuando subiera a
Judea nuevamente (Jn 7:10). Jesús siendo Dios encarnado sabía exactamente como
se iban a desarrollar los hechos por tanto el calculaba cada movimiento. Jesús
había dado su discurso de “Pan de vida” en una fiesta judía que probablemente
era la Pascua (Jn 5:1) y ahora Jesús iba dar nuevas revelaciones acerca de su
persona en la fiesta de los tabernáculos. Como dijimos la semana pasada las
fiestas judías más importantes para los judíos eran la fiesta de la pascua o
panes sin levadura (o Pesaj) que conmemora la liberación de Egipto (Exo 23:15;
Lv 23:5) La fiesta de las semanas, siegas, primicias o pentecostés donde
recibían los primicias de los frutos de a tierra (Exo 23:16; 34:22; Num 28:26) y
la fiesta de los tabernáculos o cabañas (Exo 23:16; 34:22; Lv 23:34; Dt 16:13)
en esta fiesta se celebraba durante ocho días en Jerusalén. Esta fiesta reunía
a peregrinos de todas partes del Imperio Romano. Según el historiador Flavio
Josefo, esta era la más popular de las fiestas judías. Las personas se
construían cabañas provisionales con ramas y hojas para vivir dentro de ellas
durante la semana de festividades. La idea era conmemorar la fidelidad de Dios
con su pueblo cuando vivieron en cabañas en el desierto. La fiesta se
caracterizaba por diversos ritos como el acopio de agua potable y el uso de
lámparas encendidas. Los hermanos de Jesús “Jacobo, José, Simón y Judas” (Mt
13:55) le animan a que suba a Judea para la fiesta de las tabernáculos y así dé
a conocer su ministerio. Es probable que ellos simplemente dijeran esto para
ver sus milagros o deseaban convertirlo a él en un mesías político y social.
Pero Jesús les responde que aun no había llegado su hora y que subieran ellos
porque no serán aborrecidos como lo es él. Por tanto se quedo Galilea.
En el principio y mitad de
la fiesta de los Tabernáculos
V10-36
Sin
embargo después Jesús subió en secreto a la fiesta y los judíos lo buscaban
preguntándose donde esta Jesús. Algunos pensaban que Jesús era bueno y otros
que simplemente engañaba al pueblo pero ninguno de ellos comentaba esto
abiertamente por miedo a los judíos (Jn 7:10-13) Luego, en la mitad de la
fiesta Jesús comenzó a enseñar y los judíos se sentían sorprendido por esto. Ahora
que Jesús enseñará no es algo nuevo y tampoco era algo raro que se enseñara en
la fiesta de los tabernáculos, pues los maestros se ponían en especies de mesas
a enseñar las historias de Dios en el pueblo de Israel, o sea las historia del
Antiguo Testamento. Era como una especie de feria con varios stands donde las
personas podían escuchar y aprender. Como Jesús era el centro de atención
muchos se sintieron interesados en escucharlo y los judíos se preguntaban ¿Cómo
sabe este de letras sin haber estudiado? (Jn 7:14-15) Jesús responde que su
doctrina es de aquel que lo envió y que por lo tanto el no habla por su propia
cuenta (Jn 7:16-18) Jesús los confronta diciéndoles que Moisés le dio la ley
sin embargo ninguno la cumple (Jn 7:19-24) las personas se sienten confundidas porque
Jesús habla públicamente y nadie lo detiene (Jn 7:25-31) por lo que los
fariseos mandan alguaciles para detenerlo (Jn 7:32-36) y ni aun lo alguaciles
pudieron detenerlo porque quedaron sorprendido diciendo ¡Jamás hombre alguno ha
hablado así! (Jn 7:45-46).
Al igual que en el primer discurso que dio sobre el “Pan
de vida” en esta ocasión las personas se sienten dividas respecto a la persona
de Jesús. Hay dos cosas que podemos destacar respecto a Jesús.
En primer lugar Jesús trae confusión entre
los pecadores. Esto no es porque Jesús sea confusión, sino porque los
pecadores se niegan a aceptar lo que Jesús dice sobre sí mismo. Por ejemplo,
Jesús viene a dar la “paz” con Dios al mundo (Rom 8:6) Sin embargo, la recepción inmediata del
evangelio es guerra y división. (Leer
Mateo 10:34-39) Todos sabemos que
el autor de las guerras y de las divisiones es el hombre y no Dios. Así como
los fariseos, el hombre está en rebelión contra Dios. Odia su mensaje, odia su
persona, odia su palabra por tanto no está en paz con Dios. Esta es la sencilla
razón hay diferentes opiniones sobre quién es Jesús. ¿Tu estas en paz con Dios?
¿Amas su mensaje, amas su palabra, amas su persona?
En segundo lugar no puede explicar la sabiduría de Jesús. Los
judíos no sabían como Jesús sabia todas estas cosas sin haber estudiado. ¿No es
acaso la misma acusación que años después reciben los discípulos al predicar el
evangelio (Hechos 4:13)? Y no solo esto ¿No es la misma acusación que recibimos
los cristianos hoy en día? Por supuesto han existido personas “capaces” (como
el Apóstol Pablo) dentro de las filas cristianas, pero no es algo común. Lo
común para el cristianismo es que las personas que son partes de sus filas sean
vistas como personas “insensatas e ignorantes”. Los hombres no saben ¿Cómo esa
persona hace esto o aquello sin no “estudio nada”? Pues no son nuestros
estudios, capacidades lo que hace que hagamos lo que haces es simplemente el
poder de Dios, es el Espíritu Santo obrando por medio de nosotros. Creo es
urgente que los cristianos doblemos nuestras rodillas más seguido y dejemos de
lado nuestra sabiduría mundana para tratar las cosas del reino de Dios.
En el
ultimo día de la fiesta de los tabernáculos
V37-53 Después
de que Jesús había sido el protagonista los otros días en la fiesta enseñando
acerca de su “doctrina”, Jesús ahora en el último día, alza la voz para
enseñarles a todos sobre quién es él. Este día, era el gran día, donde se
realizaban siete peregrinaciones alrededor del Altar, donde se pararía el
último día habitando en los “tabernáculos” o “cabañas”. Durante la fiesta se
tenía agua potable como señal de la provisión de Dios, pero en este ultimo día
se llenaba un recibiendo de oro con agua del estanque de Siloé, la cual era
llevaba por el sumo sacerdote al templo y la gente iba gritando y cantando en
el camino. Al llevar al templo la multitud observaba y los sacerdotes marchaban
alrededor del altar y el pueblo cantaba “Aleluya” (Sal 113-118) y recitaba
Isaías 12:3
“Sacareis con gozo aguas de las fuentes de la salvación”
Hasta que el Sumo sacerdote
derramaba el agua como símbolo de un sacrificio especial a Dios en el
sacrificio matutino. Se utilizaba el agua como símbolo de la bendición divina
de lluvia en abundancia para las cosechas. Entonces Jesús en este gran día,
utilizo esta misma lección grafica para afirmar una verdad sobre su persona. ¿Pueden
imaginarse a las personas realizando este simbolismo y de repente todas las
personas ponen los ojos en Jesús? Cuando él dice “Si alguno tiene sed, venga a
mí y beba”. Jesús está tomando el símbolo de la provisión de agua y esta
afirmación que es el agua que Dios Padre a enviado para el pueblo, el es la
bendición que Dios ha enviado. Si las personas tienen “Sed” de salvación
entonces en el encontrar la salvación esperada. Esto es muy similar a lo que le
dijo a la mujer en el pozo (Jn 4:13-14) o lo que Isaías 55:1 dice “A todos los
sedientos; Venid a las aguas”. La invitación el evangelio es clara aquí
“vengan, beban y crean”. ¿Por qué? Porque el que creen en Cristo, de él
brotaran “Ríos de agua viva” Esto era parte de la esperanza que los judíos
conocían acerca de las Escrituras (Ezequiel 47:1-9)
“En aquel tiempo habrá un manantial abierto para la casa de
David y para los habitantes de Jerusalén, para la purificación del pecado y de
la inmundicia” (Zac 13:1)
Entonces lo que Jesús les
está diciendo es “ustedes están celebrando estos símbolos mesiánicos del agua
como provisión” “Ustedes están confiando en la bendición de Dios por medio de
estos símbolos” Sin embargo Yo soy la verdadera agua que da vida, yo soy el
agua eterna enviada por el Padre, yo soy el agua que sacia la sed. Nosotros
como creyentes deberíamos estar sedientos de Cristo, sedientos de su verdad, de
su evangelio, de su poder ¿Cuánta sed tiene por Cristo? ¿Decimos como David en
el Salmo 42:1?
Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, Así clama por ti, oh Dios, el alma mía. Mi alma
tiene sed de Dios, del Dios vivo; ¿Cuándo vendré, y me
presentaré delante de Dios?
Esto lo decía Jesús sabiendo
quienes iban a creer porque él conocía a sus escogidos. Al igual que el
discurso anterior, las personas se dividen respecto a Cristo. Algunas afirman
que Jesús era el profeta, el Cristo, pero otros dudaban de esto y hasta querían
detenerlo. (Jn 7:40-43)
Juan 8:12 “Yo soy la luz del
mundo”
Saltamos a este versículo porque aquí Jesús continúa
declarando quien él es en el último día de la fiesta de los tabernáculos. La
historia de la mujer adultera no fue parte del evangelio de Juan originalmente,
ya que, es sabido que no se hizo comentarios de esta historia hasta el siglo
12. Tenemos a Jesús en el ultimo día de la fiesta donde el afirma por segunda
vez “Yo soy” (el primero fue en Juan 6:35 “Yo soy el pan de vida”) y sabemos
que la alusión es al Dios eterno (Exo 3:14; 13:21; 14:19-25) En esta ocasión
Jesús afirma ser “La luz del mundo”. ¿A qué se refiere?
En
primer lugar supone que NO HAY LUZ EN ESTE MUNDO SIN CRISTO. Cuando uno estudia la historia de la humanidad
se puede sorprender con la genialidad humana con la arquitectura de las
ciudades, el desarrollo de las leyes y las matemáticas, los problemas
filosóficos y hoy en día de la “tecnología”. Sin embargo todas estas cosas
están bajo la oscuridad espiritual. Incluso los judíos que tenían “los pactos
de la promesa, la esperanza y la revelación de Dios” no podían ver sin Cristo. Las
Escrituras nos dice que los hombres están ciegos espiritualmente y necesitan la
luz del evangelio (2 Cor 4:4) Las promesas mesiánicas hablan de esto:
“Yo Jehová te he llamado en justicia, y te sostendré por la
mano; te guardaré y te pondré por pacto al pueblo, por luz de las naciones”
Isaías 42:6
“Poco es para mí que tú seas mi siervo para levantar las
tribus de Jacob, y para que restaures el remanente de Israel; también te di por
luz de las naciones, para que seas mi salvación hasta lo postrero de la
tierra” Isaías 49:6
Cristo era la luz del Padre enviada al mundo para alumbra
a las naciones en su oscuridad. Tal como Simeón lo declararía Jesús “era la luz
de la revelación a los gentiles y la gloria del pueblo Israel” (Luc 2:32)
En
segundo lugar, la luz del mundo nos hace ver la realidad del mundo.
Cuando Jesús vio a un hombre ciego de nacimiento los discípulos le preguntaron
quien había pecado para que el naciera ciego, pero Jesús respondió que él
estaba ciego para que las obras se manifiesten en él porque:
“Me es necesario hacer las
obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando
nadie puede trabajar. Entre
tanto que estoy en el mundo, luz soy del mundo” Juan 9:4-5
Mientras el Señor esta en el mundo él es luz del mundo, por tanto
el nos ilumina y nos muestra la realidad sobre la existencia. El nos muestra la
realidad sobre Dios. Dios es un Dios santo que
esta airado contra el pecador debido a que el peca todos los días contra
su santidad. El nos revela la realidad sobre el naturaleza humana, pues el
hombre es un depravado que ama el pecado y esta enemistado con Dios. El nos
revela la necesidad de nuestra condición, pues no podemos ser salvos sino por
medio de nuestras pecaminosas obras sino por medio de la obra perfecta de
alguien. Jamás he podido olvidar la sensación cuando me convertí, era como si
todo lo que me habían dicho en la vida eran “mentiras y falsedades” ahora si
todo “tenía sentido” ¡Por fin podía ver en realidad! Por eso se nos dice que la
Biblia es “Lámpara es a mis pies tu palabra, Y
lumbrera a mi camino” Salmos
119:105 porque ella realmente ilumina nuestro caminar. Es increíble como la
palabra de Dios abre nuestros ojos a la realidad de todas las cosas.
En
tercer lugar, Jesús siendo luz del mundo nos manda a vivir como luz del mundo. Jesús es claro que al ser él la “luz
del mundo” todo aquel que proclama ser su seguidor no andará en tinieblas sino
que tendrá la luz de la vida, por tanto andará en luz. La metáfora es clara en
el Evangelio de Juan. Jesús es la luz de los hombres (Jn 1:4) la luz
resplandece en las tinieblas (Jn 1:5) y alumbra a todo hombre (Jn 1:9) La luz
vino al mundo, pero los hombres aman más las tinieblas que la luz porque sus
obras son malas (Jn 3:19-20) pero el que anda en tinieblas tropieza y no sabe
hacia dónde va, por tanto hay creer en la luz y ser “hijos de luz” (Jn 12:35)
aquel que cree en la luz no permanece en tinieblas (Jn 12:46) ¿No es acaso esta
la realidad de este mundo? ¿No acaso anda de tropiezo en tropiezo porque vive
bajo las tinieblas? ¿Cuántas veces hemos escuchado que la solución es la
economía, los políticos, la educación, la igualdad, etc. para que este mundo
mejore? ¿Cuántas veces las propuestas del mundo han prometido mejorar la
situación? ¿Cuántas filosofías hemos creído que son simplemente más de las
mismas tinieblas y no la luz desbordante del evangelio? ¿Estás tú en luz o en
tinieblas? ¿Han impactado los rayos santos del Señor en tu alma? ¿Han
contemplado la maravillosa verdad de la cruz? ¿Puedes asombrarte en la
resurrección y en cómo ha vencido a la muerte? Esto es luz. Si somos hijos de
luz, debemos vivir como “la luz del mundo”. Jesús dijo:
“Vosotros sois la luz del
mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el
candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean
vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos” Mt
5:14-16
Por tanto nosotros como creyentes debemos manifestar por medio de
nuestras obras que somos “hijos de la luz”. Pablo escribió respecto a esto en
Efesios 5:8-20. En donde nos enumera algunas características de hijos de la luz
como no participar en las obras de las tinieblas sino reprenderlas (Efe 5:8-14)
andar como sabios y no como necios (Efe 5:15) aprovechando bien el tiempo (Efe
5:16) siendo entendidos en la voluntad de Dios (Efe 5:17) no embriagarse sino
ser lleno del Espíritu (Efe 5:18-20)
En
cuarto lugar, Jesús es la antorcha de la fiesta de los Tabernáculos. Otro rito simbólico que se usaba en la fiesta
de los tabernáculos era encender lámparas que alumbraban en la noche recordando
la columna de fuego que los guiaba por el desierto.
“Y Jehová iba delante de ellos de día en una
columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego
para alumbrarles, a fin de que anduviesen de día y de noche” Éxodo 13:21
Jesús estaba diciendo que ese símbolo que ellos tenían ahora lo tenían
en persona, era el mesías prometido, la luz verdadera, el único puedes guiarnos
no solamente por el desierto, sino guiarlos al Padre, a ser salvos de la
condenación eterna. ¿Has confiado en esa luz? ¿Sigues andando en esa luz? ¿Te
aferras a la obra de luz verdadera que es Cristo?
[1]
William Hendriksen. Comentario de Juan. Página 217. Comentario mundo hispano.
Página 119. Comentario bíblico con aplicación NVI. Página 267.
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