Pensar el mundo a través de las Escrituras...

viernes, 29 de junio de 2018

Critica a algunos “principios Bautistas” de Justo Anderson





Critica a algunos “principios Bautistas” de Justo Anderson[1]

El fallecido profesor Justo Anderson[2] escribió un libro llamado “Historia de los Bautistas” el cual es una referencia en español a la hora de estudiar la historia de los Bautistas. Este libro nos introduce en los debates de los orígenes Bautistas y nos explica como los Bautistas se expandieron por el mundo. Es un libro altamente recomendable para quien quiere comenzar a estudiar la compleja y fascinante historia de los Bautistas. Sin embargo, cuando elabora los principios bautistas no es recomendable seguir sus ideas, pues parecen muy sesgadas a los datos que uno puede encontrar en otros libros que relatan la historia Bautista.[3]

He visto a muchos Bautistas copiar y pegar estos principios sin el más leve ejercicio de crítica para ver si realmente se ajustan a la rica historia de los bautistas. Este es un breve ejercicio para evidenciar que no todo lo que sostiene el profesor Anderson es correcto.

Anderson llama al primer principio, como el principio cristológico. Según él, de este principio emanan todos los demás.[4] Es interesante que Anderson abandone como principio principal las Escrituras, pues esta era la forma que los Bautistas presentaban sus creencias históricamente.[5] Este cambio se debe a la influencia en la formación de Anderson respecto a la neo-ortodoxia y el giro barthiano de las Escrituras en el cual se pone a “Jesucristo como el estándar para interpretar la Biblia”. Esto suena piadoso, pero el propósito final es crear un dualismo entre las palabras de Jesús y los apóstoles. Los bautistas del sur comprendieron esto, por eso mismo fue sacado de la declaración de Fe y mensaje Bautista.[6] Sin duda aquí  el profesor Anderson abandono la visión ortodoxa que los Bautistas a través de la historia tuvieron respecto a las Escrituras. Esta misma idea anda rondando en muchos Bautistas actuales que no piensan bíblicamente sobre su implicancia.

El segundo principio lo llama “La autoridad del Nuevo testamento”. Anderson explica que los Bautistas consideran a la Biblia como la fuente de la autoridad, especialmente el Nuevo testamento porque seguimos los mandatos y ejemplo de Jesús. Advierte sobre tener cuidado en convertir a la Biblia en un “fetiche” y caer en la bibliolatria.[7] La forma en que Anderson presenta este principio es errada. En primer lugar, porque el termino debería ser la “hermenéutica de los Bautistas”. En segundo lugar, no explica satisfactoriamente el porqué los Bautistas consideramos especialmente el Nuevo testamento como la autoridad. Se puede observar que desconoce completamente la teología del pacto Bautista[8]. Aunque podemos decir que no solamente él, sino que la mayoría de los bautistas de América del Norte o del Sur desconoce la teología del pacto bautista. En tercer lugar, es evidente su influencia neo-ortodoxa en la cual advierte en convertir la Biblia en un fetiche o caer en bibliolatria[9].

El tercer principio lo llama el principio eclesiástico. Anderson cita a otro historiador bautista que argumentaba que la doctrina de la iglesia es el rasgo distintivo de los bautistas. También nos dice que los bautistas hacen una distinción entre la iglesia y las iglesias[10]. Es extraño pero tal parece que Anderson desconoce que no todos los bautistas comparten esa distinción[11]. Hay tres elementos que tienen relación con este principio eclesiástico de la membrecía regenerada que son: mantener la pureza, el bautismo y la cena.  En primer lugar, la pureza de la iglesia se mantiene aceptando como miembros solamente a  personas que han manifestado públicamente con el bautismo y la trasformación de su vida ser creyentes. Además se usa la disciplina de la iglesia para mantener pura la iglesia. En segundo lugar, se practica la cena del Señor solamente entre creyentes. En este punto han existido diversos debates entre bautistas[12]. Algunos de ellos son ¿Qué significa la cena? Algunos han dicho que solo es algo simbólico (posición Zwingliana) y otros que hay una presencia mística en la cena (posición Calvinista) pero el debate sigue abierto. Otro debate es ¿Pueden los cristianos no bautizados por inmersión participar en la cena? Desde muy temprano en la historia bautista esto se debatió[13] y debido a la diversidad entre los bautistas es probable que estas dos posiciones sigan vigentes. Otro debate es ¿Debe la cena ser abierta, cerrada o semi cerrada? Esto tiene relación con el debate anterior, pero también se discute por sí sola[14]. Otro debate más es ¿Se les debe llamar ordenanzas o sacramentos? Hay algunos bautistas que abogan por usar el término “sacramento”, pero la mayoría sigue obstando por ordenanzas[15]. 

El cuarto principio lo llama el principio sociológico. En este principio Anderson dice que una congregación bautista es una “democracia pura” debido a que cada congregación se gobierna a sí misma[16]. El problema con la definición de Anderson es que no es una buena definición, pues la “democracia pura” significa que no hay ninguna mediación de representantes, [17] en cambio en la iglesia bautista si hay mediación entre los representantes escogidos por la congregación que son los Ancianos y los Diáconos. Es probable que a más de un bautista esto se parezca sorpresivo pues generalmente los bautistas actuales que no conocen mucho de historia piensan que el congregacionalismo es equivalente a la “democracia pura” cuando en realidad no es así. Lo primero que hay que aclarar es que el sacerdocio de todos los creyentes no significa “democracia pura”. El sacerdocio de todos los creyentes significa que todos los creyentes no necesitan de ningún mediador  más que Jesucristo para llegar a Dios[18], pero esto no anula la existencia de “oficiales de la iglesia” que son los ancianos y los diáconos. A los bautistas actuales les cuesta mucho entender esta dinámica entre los oficiales (ancianos y diáconos) y la congregación debido a que no usan confesiones de fe. En la historia de las iglesias bautistas siempre han existido confesiones bautista de fe.[19]. Por tanto los oficiales como las congregación se adhieren a ella de modo que ni los oficiales ni los miembros pueden hacer lo quiera sino deben someterse a los creen en esa iglesia. Y luego cualquier otra decisión que tomen debe toda la iglesia votar y escuchar el consejo de los ancianos. Creo que como Anderson no considera todos estos factores la forma de proponer este principio resulta muy confusa.

El quinto principio lo llama el principio de la libertad religiosa. Anderson comienza diciendo que la contribución más valiosa de los bautistas ha sido la libertad religiosa. El cita en este principios grandes obras bautistas que defendieron esta libertad religiosa como “el misterio de la iniquidad” de Thomas Helywys o “el dogma sangriento de la persecución” de Roger Williams[20]. Quizás falto citar la lucha que dio en Estados Unidos el pastor John Leland por la libertad religiosa.[21] Pero en general este principio está bien fundamentado en la riqueza de la histórica de los Bautistas. Mi única preocupación es saber si los Bautistas actuales podrán saber cómo contextualizar este principio frente a una creciente intolerancia que va avanzando en nuestra época postmoderna.

El sexto principio lo llama el principio de la separación de la iglesia y el estado. Anderson nos dice que el fundamento bíblico para este principio es el señorío de Cristo (Mt 28:18) la naturaleza del reino de Cristo (Jn 18:36) el estado pecaminoso del hombre (Rom 3:23) el sacerdocio de todo creyente (Efe 2:5-1) la iglesia espiritual (Mt 16:18) y la doble ciudadanía del creyente (Mt 22:21) el ideal de este principio bautista es el de una iglesia libre en una estado libre. Anderson nos recuerda los bautistas que lucharon por esta causa como Roger Williams, Isaac Backus y John Leland en los Estados Unidos[22]. Los bautistas lucharon por la separación de la iglesia y el Estado cuando la iglesia católica y las iglesias protestantes usaban el Estado para “promover la religión” que finalmente terminaba en persecución. Es sorprendente ver como la influencia bautista permeo toda la sociedad y a las demás denominaciones que incluso a ellas ahora les parece lógico este principio. Pero también resulta sorprendente y lamentable ver a los bautistas actuales mendigándole al Estado para financiar  sus “proyectos de iglesia.” Esto hubiera sido irrisorio para los bautistas del pasado.

El séptimo principio lo llama el principio evangelistico. Anderson comienza citando a Robinson el cual dice correctamente que en las reuniones misioneras uno puede sentir la palpitación bautista por extender el reino de Dios[23]. Para los Bautistas la proclamación del evangelio desde la iglesia local ha sido siempre esencial. También las asociaciones bautistas han buscado promover el hacer misiones constantemente. Es fácil recordar a los misioneros Bautistas como William Carrey, Lutero Rice Adorinam Judson entre otros los cuales han entregado todo para llevar el evangelio. Al observar a los bautistas actuales hubo no puede sino asombrarse con la poca comprensión del evangelio y la poca pasión que hay por expandir el evangelio. Este es un principio del cual tenemos mucho que aprender nuestros padres del pasado.





[1] https://www.amazon.com/Historia-Bautistas-Spanish-Justo-Anderson/dp/0311150500
[2] http://bautistasdebasauri.blogspot.cl/2013/01/ha-fallecido-justo-canderson.html
[3] Por ejemplo libros en ingles como Leo Garrett Baptist Theology. H. Leon MacBeth. The Baptist History. Tom Nettles. The Baptist
[4] Justo Anderson. Historia de los Bautistas. Página 40.
[5] Esto se puede revisar en cada una de las confesiones de Fe Bautistas y en sus teologías sistemáticas.
[6] http://imagenbautista.cl/historiabautista/albert-mohler-1960/
[7] Justo Anderson. Historia de los Bautistas. Página 42.
[8] https://federalismo1689esp.wordpress.com/2018/02/13/grandes-exponentes-bautistas-y-su-teologia-del-pacto/
[9] https://www.coalicionporelevangelio.org/articulo/lo-bueno-y-lo-malo-de-la-teologia-de-karl-barth/
[10] Justo Anderson. Historia de los Bautistas. Páginas 46-51
[11] Por ejemplo https://ibiayestas.files.wordpress.com/2012/09/iglesia-neotestamentaria1.pdf
[12] Esto no es exclusivo de los Bautistas, sino que en todas las otras denominaciones ha sucedido. Ver libro: Cuatro puntos de vista sobre la Santa Cena.
[13] http://artistictheologian.com/journal/artistic-theologian-volume-4-2016/baptism-as-worship-revisiting-the-kiffinbunyan-open-communion-debate/
[14] Por ejemplo https://lavozbautista.wordpress.com/2012/04/06/la-cena-del-senor-debe-ser-cerrada/
[15] http://www.nohayotroevangelio.com/p/bautistas-reformados-arbca.html
[16] Justo Anderson. Historia de los Bautistas. Página 52.
[17] Ver democracia directa http://dle.rae.es/?id=C9NX1Wr
[18] https://www.coalicionporelevangelio.org/entradas/gerson-morey/que-quiere-decir-que-somos-sacerdotes/
[19] http://imagenbautista.cl/wp-content/uploads/2017/06/Confesiones-Bautistas-Franco-Caama%C3%B1o.pdf
[20] Justo Anderson. Historia de los Bautistas. Páginas 57-63
[21] https://steemit.com/policyofliberty/@policyofliberty/pastor-john-leland-libertario-bautista-promulgador-de-la-declaracion-de-derechos
[22] Justo Anderson. Historia de los Bautistas. Página 67
[23] Justo Anderson. Historia de los Bautistas. Página 77

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lunes, 25 de junio de 2018

1 Timoteo 2:1-4 Una oración evangelistica




Uno de los deseos que produce la palabra de Dios cuando uno conoce al Señor es predicarle a otro el evangelio. Toda persona que se convierte al evangelio siente la pasión y el peso de la responsabilidad por anunciar a otros la palabra de Dios. Esta es una de las señales de una verdadera conversión. Recuerdo que una de las cosas que más hice al conocer al Señor fue predicarle a un amigo ateo el cual se burlaba de mi fe, hablarles a mis amigos sobre Cristo, discutir con mi familia respecto al Señor y salir con los hermanos de la iglesia a predicar. Por supuesto no sabía presentar el evangelio con claridad (ni responder todo) pero eso no impedía la pasión que había por predicar. Pero al mismo tiempo no solo estaba dispuesto a predicar el evangelio sino que también había un deseo profundo por orar por la salvación de ellos.

Las oraciones de varios líderes cristianos a través de la historia clamaban por la salvación de los perdidos en sus países. Por ejemplo el conocido reformador John Knox[1] en una de sus oraciones decía “Señor dame a Escocia o muero.” El conocido predicador George Whitefield[2] oraba al Señor “O Señor dame almas o muero”. Charles Spurgeon dio una serie de conferencias a los ministros que terminaron convirtiéndose en el libro de llamado “El ganador de almas” en donde escribió lo siguiente[3]:

“Una cosa más, el ganador de almas debe ser un maestro del arte de la oración. Usted no puede traer almas a Dios si usted mismo no va a Dios. Usted debe obtener su hacha para la batalla y sus armas para la guerra de la armonía de la comunicación sagrada con Cristo. Si usted pasa mucho tiempo a solas con Jesús, se contagiará de Su Espíritu. Usted se encenderá con la llama que ardió en Su pecho y consumió Su vida. Usted llorará con las lágrimas que cayeron sobre Jerusalén cuando Él la vio pereciendo. Y si usted no puede hablar con tanta elocuencia como Él lo hizo, habrá sin embargo en usted algo en lo que diga del mismo poder que en Él emocionó a los corazones y despertó a las conciencias de los hombres. Mis queridos oyentes, especialmente ustedes miembros de la Iglesia, siempre estoy tan ansioso, no sea que alguno de ustedes comience a acostarse sobre sus remos y tome las cosas de manera fácil en los asuntos del Reino de Dios. Hay algunos de ustedes, los bendigo y bendigo a Dios al recordarlos, quienes están a tiempo y fuera de tiempo, con deseo de ganar almas. Ustedes son los que verdaderamente son salvos. Pero temo que hay otros cuyas manos son flojas, que están satisfechos con dejarme predicar pero ellos mismos no predican, quienes se sientan aquí y ocupan estas bancas y esperan que la causa vaya bien. Pero eso es todo lo que hacen” Charles Spurgeon.

En las Escrituras vemos que los siervos del Señor también oraban por la salvación de aquellos que no conocían al Señor o se rebelaban contra ellos. Fíjense como Moisés ora por un pueblo rebelde. Números 14:19

“Perdona ahora la iniquidad de este pueblo según la grandeza de tu misericordia, y como has perdonado a este pueblo desde Egipto hasta aquí”

El profeta Daniel oraba para que Dios perdonara a su pueblo. Daniel 9:19

“Oye, Señor; oh Señor, perdona; presta oído, Señor, y hazlo; no tardes, por amor de ti mismo, Dios mío; porque tu nombre es invocado sobre tu ciudad y sobre tu pueblo”

Pablo en dos ocasiones expresa su dolor y oración por sus hermanos israelitas que no conocen la verdad.

“Verdad digo en Cristo, no miento, y en mi conciencia me da testimonio en el Espíritu Santo que tengo gran tristeza y continuo dolor en mi corazón. Porque deseará yo mismo ser anatema, separado de Cristo, por amor a mis hermanos. Los que son mis parientes según la carne” Romanos 9:1-3

“Hermanos, ciertamente el anhelo de mi corazón y mi oración a Dios por Israel es para salvación” Romanos 10:1

¿Son nuestras oraciones como las de nuestros hermanos?

1 Timoteo 2:1 Los diversos ruegos por salvación de los hombres

Pablo escribió esta primera carta al joven Timoteo el cual había conocido en Listra su primer viaje misionero. Timoteo era un joven piadoso que tenia buen testimonio y su madre era judía y su padre griego (Hechos 16:1-3) Timoteo se iba a convertir en su discípulo, colaborador y amigo durante todo el ministerio del Apóstol Pablo. Lo acompañaría en todos sus viajes (Hechos 17:14-18:5) en su sufrimientos y encarcelamientos (Fil 2:19-23) él es nombrado constantemente en las cartas de Pablo como gran apoyo de su ministerio (Rom 16:21; 2 Cor 1:1; Fil 1:1; Col 1:1; 1 Tim 1:1; 2 Ts 1:1, Flm 1) Después de su primer encarcelamiento en Roma Pablo pasa visitando las iglesias y deja a su discípulo y colaborador Timoteo en Éfeso para que no enseñaran diferente doctrina (1 Tim 1:3) y para que confrontar a los “doctores de la ley” (1 Tim 1:7) Timoteo se había quedado allí para cuidar a la iglesia de las falsas doctrinas que estaban siendo enseñadas en Éfeso.

Debido a que los falsos maestros habían entrado en la iglesia, una de las áreas donde se estaba enseñando falsa doctrina era en la oración. Los grupos judaizantes de carácter esotérico enseñaban que solamente un grupo de selecto de personas eran quienes podían tener acceso a Dios por tanto no tenía sentido orar por todo el mundo.[4] Por tanto Pablo comienza a esta “exhortación” conectando lo que va decir con lo que había advertido respecto de los falsos maestros.[5] Esta conexión se muestra con mayor claridad en las traducciones que nos proporciona NVI “Así que recomiendo” o NTV “En primer lugar”. Es por eso que en estos versos hay un énfasis en “todos los hombres” (V1), “todos los hombres” (V4) Pablo comienza a “exhortar” Timoteo respecto a este asunto como ya lo había comenzado hacer en el primer capítulo (Efe 1:3) Pero esta exhortación tiene el sentido más que mandato de un ruego[6]. Pablo ruega a Timoteo que consideré estas cosas como muy importantes y usa 4 palabras para aludir a las diversos tipos de oraciones que pueden expresarse. La mayoría de los comentaristas están de acuerdo que estas palabras son sinónimas, sin embargo iguales puede tener diversos énfasis cada una de ellas[7].

La primera palabra es “rogativas” (RV60) “plegarias” (NVI) “ores por todos los humanos” (NTV) esta palabra alude a carecer o necesitar. Esta oración está enfocada en la necesidad concreta que una persona tiene. Muchas personas se enfocan en orar por las necesidades físicas de las personas, lo cual no es malo en sí mismo. Pero como sabemos los incrédulos están esclavizados a sus pecados (Jn 8: 34)  y muertos en sus delitos y pecados (Efe 2:1) por tanto están perdidos y muy necesitados de la salvación. Nosotros debemos orar por ellos para que esa necesidad de salvación sea cubierta por la obra perfecta de Cristo.

La segunda palabra es “oraciones” (RV60) “oraciones” (NVI) “pídele a Dios que los ayude” (NTV) esta palabra es la que se usa de forma general para todas las oraciones. Por tanto se puede pensar que se está refiriendo a todas clases de oraciones que se pueden hacer por los incrédulos como misericordia o sanidades. Un ejemplo que puede pensarse el ciego que grita a Jesús ¡Hijo de David ten misericordia de mi! (Luc 18:35-43) y aquel ciego es sanado.

La tercera palabra es “peticiones” (RV60) “suplicas” (NVI) “Intercede a su favor” (NTV) la idea de esta palabra tiene que ver con acercarse hablar con alguien en la intimidad. La intercesión es algo que Jesús hizo por sus escogidos (Jn 17:9) algo que el Espíritu Santo hace por nosotros (Rom 8:26) y algo que nosotros debemos hacer por todos los hombres. 

La cuarta palabra es “acciones de gracias” (RV60) “acciones de gracias por todos” (NVI) “da gracias por ello” (NTV) lo cual alude a ser agradecidos por todo. Esto quiere decir que debemos agradecer a Dios por todos los hombres y mujeres que Dios ponga en nuestro camino porque de esta manera podemos predicarles el evangelio.

Por tanto lo que Pablo le está diciendo a Timoteo es que deben orar por la necesidad de salvación de los perdidos, deben orar no solamente por la salud física sino por sobre todo la salud espiritual, deben orar intercediendo por ellos para que sean salvos, deben orar dando gracias por cada una de las personas que Dios pone en el camino para predicarles el evangelio. Pero la falsa doctrina les había enseñado que no deben hacer eso sino simplemente preocuparse de un grupo selecto de personas y no por lo perdidos ¿No es acaso eso lo que a veces se escucha en algunos grupos calvinistas? ¿No es caso nuestra actitud de indiferencia en ocasiones por los perdidos? Podemos decir que no creemos esto, pero actuamos de la misma manera. Escuchemos lo que dijo un pastor del siglo XVII y analizamos nuestros corazones[8]:

 “Oh, si ustedes tienen los corazones de cristianos, dejen que anhelen la salvación de esos pobres vecinos ignorantes, impíos. ¡Ay! No hay más que un paso entre ellos y la muerte y el infierno. Muchos cientos de enfermedades están esperando para apoderarse de ellos y si mueren no regenerados, ellos están perdidos para siempre. ¿Acaso tienen corazones de roca que no pueden compadecerse de hombres en una situación como esta? Si ustedes no creen en la Palabra de Dios y el peligro de los pecadores ¿por qué son cristianos ustedes?  Y si lo creen, ¿por qué no se motivan a ayudar a otros? ¿No les importa quién está condenado mientras que ustedes son salvos? Si es así, tienen suficiente causa para compadecerse de ustedes mismos, porque es una manera de pensar que es totalmente incoherente con la gracia. ¿Acaso vive cerca de ellos, o se encuentra con ellos en las calles, o trabaja con ellos, o viaja con ellos o se sienta y habla con ellos y no les dice nada de sus almas o de la vida venidera? Si sus casas se estuvieran incendiando, ¿no correría y los ayudaría? ¿Y no ayudará cuando sus almas están casi al borde del fuego del infierno?”
¿Cuál es el deseo de nuestro corazón por conocer más a Dios? ¿No acaso desplegar su gloria por medio de la predicación del evangelio? ¿Dónde está nuestro amor por los perdidos? ¿Dónde están nuestras lágrimas y dolor por aquellos que no conocen el evangelio? ¿Amamos a los hombres en verdad?  ¿No debería comenzar eso por medio de nuestras oraciones?

1 Timoteo 2:2 El ruego por la salvación de los hombres en autoridad.

El ruego que Pablo manda a Timoteo incluye a todos los hombres del mundo y por tanto esto también por “todos los reyes y todos los que están en eminencia” (RV60) “Especialmente por los gobernantes y por todas las autoridades” (NVI) “Ora de este modo por los reyes y por todos los que están en autoridad” (NTV) Al parecer en Éfeso no había disposición para orar por todos hombres y mucho menos a orar por los reyes y autoridades que existían en aquella época.

Como sabemos Pablo estaba escribiendo en el contexto del Imperio Romano y los romanos permitían que cada pueblo adorara a sus propios dioses pero siempre y cuando se respetaran a las autoridades romanas. Pablo (Rom 13:1-4) y Pedro (1 Pedro 2:12-13) habían escrito que debíamos someternos a las autoridades que estaban establecida. En aquella época habían muchas autoridades romanas a las cuales se debían respetar pues estaba el Cesar (Lucas 2:1) los procónsules (Hechos 19:38) asiarcas (Hechos 19:31) Tetrarcas (19:15) escribanos (Hechos 19.35) y a muchos de ellos se les usaba el titulo de reyes. Pero el ruego aquí no es solamente a someterse a ellos sino a orar por ellos.

El propósito de las oraciones por las autoridades es para que  “vivíamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad” (Rv60) para que tengamos paz y tranquilidad, y llevemos una vida piadosa y digna (NVI) para que podamos tener una vida pacífica y tranquila, caracterizada por la devoción a Dios y la dignidad (NTV) La palabra “quieta” alude a la ausencia de perturbaciones externas, mientras que la palabra “reposadamente” alude a la ausencias de conmociones internas. La idea de Pablo no es que nosotros vivíamos de forma quieta y pacífica para vivir cómodamente en el mundo, sino que la idea es que vivamos quieta y pacíficamente para que podamos vivir vidas santas sin persecuciones ni aflicciones. Tenemos que recordar que en el mundo antiguo las guerras y las persecuciones eran pan de cada día y quiénes eran los creadores de los conflictos eran en general las autoridades de turno. Es por eso que debemos orar por ellos para que no suceda eso. Pero además debemos orar por ellos para que exista la libertad y tranquilidad para poder predicar el evangelio libremente. Algo de lo que no tenemos mucha conciencia en estos días es que la libertad de culto o de expresión es algo casi exclusivamente moderno. En el mundo antiguo muchas personas eran perseguidas y asesinadas por predicar sus doctrinas. Es en este contexto que como creyentes debemos vivir de forma “piadosa”. Los ancianos deben tener buen testimonio con los de afuera (1 Tim 3:7) las ancianas deben tener un testimonio de buenas obras (1 Tim 5:10) los esclavos deben tener un buen testimonio (1 Tim 6:1) Nuestra manera de vivir debe hacer que hasta los incrédulos glorifiquen a Dios (1 Pedro 2:12)

Las autoridades de la época persiguieron a los cristianos en muchas ocasiones. Jesús fue condenado por las autoridades romanas y judías de la época (Lucas 23) los apóstoles fueron perseguidos por las autoridades religiosas y civiles de la época (Hechos 4) los cristianos enfrentaron persecuciones de los emperadores de la época[9] fácilmente podríamos decir que los reyes y las autoridades de la época eran nuestros enemigos. Pero nuestro Señor Jesucristo nos había enseñado a orar por nuestros enemigos, a orar por quienes nos persiguen (Mt 5:44) Una carta llamada la “carta a Diogneto” se refleja el espíritu cristiano de aquella época[10]:

“Su existencia es en la tierra, pero su ciudadanía es en el cielo. Obedecen las leyes establecidas, y sobrepasan las leyes en sus propias vidas. Aman a todos los hombres, y son perseguidos por todos. No se hace caso de ellos, y, pese a todo, se les condena. Se les da muerte, y aun así están revestidos de vida. Piden limosna, y, con todo, hacen ricos a muchos. Se les deshonra, y, pese a todo, son glorificados en su deshonor. Se habla mal de ellos, y aún así son reivindicados. Son escarnecidos, y ellos bendicen; son insultados, y ellos respetan. Al hacer lo bueno son castigados como malhechores; siendo castigados se regocijan, como si con ello se les reavivara. Los judíos hacen guerra contra ellos como extraños, y los griegos los persiguen, y, pese a todo, los que los aborrecen no pueden dar la razón de su hostilidad”

En la actualidad las circunstancias en algunas partes del mundo no son muy diferentes al mundo antiguo[11]. Los cristianos son perseguidos por las autoridades de esos países y son asesinados. En nuestro país no hay persecución física, pero poco a poco va aumentando la persecución ideológica de quienes se llaman “tolerantes” contra nosotros que somos (y seremos visto) como intolerantes. Ciertamente muchos cristianos se someten a las autoridades existentes aunque no estén de acuerdo con las ideas que ellos plantean. Pero ¿Tú oras por ello? ¿Cuándo fue la última vez que tú oraste para que este país se mantuviera estable no solo para tu comodidad sino para la expansión del evangelio? ¿Cuándo fue la última vez que oraste para que reconocieran su pecado y buscaran la voluntad de Dios? ¿Cuándo fue la última vez que oraste para que Dios le ponga consejeros sabios para tomar decisiones? ¿Cuándo fue la última vez que oraste para que Dios moviera el corazón de quienes promueven leyes injustas? ¿Cuándo fue la última vez que pediste por la salvación de todos los ministros o del presidente de la republica? ¿Crees que el evangelio es poderoso para cambiar a todos esos malvados? Hay cristianos que se movilizan rápidamente por uno u otro movimiento político, pero ¿no deberíamos movilizarnos más rápidamente orar por todo ello antes?

1 Timoteo 2:3 El ruego es bueno y agradable a Dios

Después que Pablo le da dicho a Timoteo que debe orar por todos los hombres y especialmente por los que están en autoridades nos da las razones del porque hacerlo. En primer lugar nos dice porque es bueno. La palabra bueno alude a algo excelente. Dios es quien establece lo que es bueno y el nos dice que hacer esto es algo bueno y excelente de hacer. Pablo escribió en Filipenses 4:8:

Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.

Por tanto oramos por los perdidos porque es algo bueno. En segundo lugar nos dice que es agradable. La palabra agradable alude a recibir con gusto, aceptar con satisfacción, darle la bienvenida con gusto. Esto quiere decir que Dios se agrada que nosotros oremos por aquellos que no le conocen, es un grato perfume para el Señor. Por tanto esto es bueno y agradable delante de nuestro Dios porque él es Salvador.  Esto expresaba la naturaleza de Dios a través de todas las cartas de Pablo donde se nos dice que Dios es Salvador una y otra vez (1 Tim 1:1; 4:10; 1 Tes 5:9; Tito 1:3, 2:10; 3:4) Estas sencillas ideas que el Apóstol Pablo expresaba a Timoteo contradecían todas las falsas enseñanzas que los falsos maestros habían introducido en la iglesia de Éfeso. Entonces cuando oramos por los perdidos estamos orando de una manera que para Dios que lo hagamos y además es agradable y coherente con su naturaleza salvadora. Jesucristo mismo dijo:

 “Porque el hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido” Lucas 19:10

1 Timoteo 2:4 Dios quiere que todos los hombres sean salvos.

Una de las cosas que podemos ver en las Escrituras es que Dios desea que los hombres sean salvos. Hay dos palabras para querer en las Escrituras. Una tiene relación con el sentimiento de querer y la otra tiene relación con la determinación precisa. La palabra aquí tiene que ver con el primer sentido. Por tanto nos está diciendo que Dios tiene el deseo que las personas sean salvas, por ejemplo en el libro de Ezequiel Dios dice esto:

 “¿Quiero yo la muerte del impío? Dice Jehová el Señor. ¿No vivirá, si se apartare de sus caminos? Ezequiel 18:23

“Diles: Vivo yo dice Jehová el Señor, que no quiero la muerte del impío, sino que se vuelva el impío de su camino, y que viva. Volveos, volveos de vuestros malos caminos; ¿Por qué moriréis, oh casa de Israel? Ezequiel 33:11

Pero la pregunta es ¿las personas por las cuales Dios deseaba que no murieran no murieron? No, ellas murieron por causa de su pecado (Eze 18:4) ¿Por qué? Porque aunque Dios no deseaba que murieran a causa de su propio pecado morían. Por ejemplo Dios tampoco desea que el pecado exista en el mundo (Porque es santo y sus deseos son santos) sin embargo existe. Para poder dar una explicación sobre esta aparente contradicción los teólogos han creado las distinciones entre “voluntad secreta” de Dios y “voluntad revelada de Dios”. La voluntad secreta de Dios es lo que Dios lleva a cabo sin que nosotros se nos informe (Dt 29:29) pero la voluntad revelada es lo que nos dice en la palabra de Dios. Siempre vamos a sentirnos tentados a querer explicar todo, pero las tensiones que existen en la palabra de Dios son para que nos humillemos y maravillemos delante de su presencia. Por tanto Dios ha elegido a personas para ser salvos, pero a la vez desea que no se pierdan, quiere que se arrepientan, las llama a ser se arrepientan.

Los falsos maestros habían metido en la cabeza de los hermanos que Dios no deseaba que los judíos o gentiles que no fueran parte de su grupo selecto de personas no debieran ser salvos. No se pensar en ellos, no se debía orar por ellos, no se debía preocupación por ellos. Pero como vemos Dios desea que tanto judíos como gentiles sean salvos por medio del evangelio.

Debido a que estos grupos de falsos maestros decían poseer solo ellos la verdad, Pablo usa esta frase del “conocimiento de la verdad” (2 Tim 2:25; 3:7; Tito 1:1) para decirles. ¿Crees ustedes conocer la verdad? ¡Pues esto es venir al verdadero conocimiento de la verdad, el deseo de Dios que todos sean salvos! ¿Estamos como Cristo llorando por Jerusalén? ¿Estamos llorando por los lazaros que mueren sin ninguna esperanza? ¿Cuál es nuestra reacción ante el sufrimiento y la práctica del pecado del mundo, no es acaso algo lamentable? ¿Nos unimos al igual que Cristo en deseo de que todos sean salvos?

Nosotros debemos orar constantemente por todos los hombres y por todos aquellos que estén en autoridad para que ellos puedan comprender que la salvación no se encuentra en sus propias obras, en su autoridad, en su sabiduría, en su religiosidad. La salvación solo se encuentra Jesucristo el mediador, el único que siendo completamente hombre y completamente Dios pudo rescatarnos del pecado y la maldad en la cual estábamos sumidos. ¿Eres tú ya salvo? Si no es así confía en el mediador ¿Eres tú ya cristiano y te sientes pecador? Confía en el mediador.  Porque solamente por medio de él que podemos acercarnos a un Dios santo.







[1] https://www.ibrnj.org/john-knox/
[2] http://www.iglesiapueblonuevo.es/index.php?codigo=bio_whitefield
[3] Citado aquí. http://webmedia.gty.org/gracia/pdf/54-12.pdf
[4] Gordon Fee. Comentarios de las epístolas 1 y 2 de Timoteo y Tito. Páginas 91-92
[5] Hay una discusión aquí si esta sección del libro debería conectarse con la sección anterior. En el comentario de William Hendriksen se afirma que no. Mientras que en el comentario de Walter L. Liefeld (NVI) considera que sí. El comentario de Juan Calvino no parece tratar este problema en su época.
[6] Walter L. Liefeld. Comentario NVI de Timoteo. Página 83
[7] Juan Calvino. Comentario a 1 Timoteo. Página 24. William Hendriksen. Comentario a 1 de Timoteo. Página 78. Walter L. Liefeld. Comentario NVI de Timoteo. Página 83. Gordon Fee opina que las diferencias son excesivamente sutiles. Comentarios de las epístolas 1 y 2 de Timoteo y Tito. Página 93.
[8] http://www.gracia.org/Productos.aspx?product=54-11
[9] Ver http://www.ibgrpereira.com/wp-content/uploads/John-Fox-Libro-de-los-m%C3%A1rtires.pdf
[10] http://www.origenescristianos.es/diogneto.pdf
[11] https://www.noticiacristiana.com/sociedad/persecuciones/2017/01/persecucion-cristianos-incrementara-2017.html

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viernes, 22 de junio de 2018

Lucas 18:9-14 Orando con humildad




Para la humanidad el tema de la justicia siempre ha sido un tema de interés para los pensadores o filósofos a través de la historia[1]. Esto se debe a que como los seres humanos hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios (Gen 1:26-28) tenemos el deseo de justicia en el corazón. Pero ese deseo de justicia del corazón está infectado con el pecado por tanto puede convertirse en un engaño del corazón (Jer 17:19) ya que se puede llegar a pensar que nosotros como seres humanos podemos llegar a ser justos por nuestras propias obras.  En el siglo 16 este engaño estaba extendido por todo el mundo occidental pues el catolicismo afirmaba que por medio de las buenas obras uno puede ser justo delante de Dios. Fue en esa época que un monje agustino llamado Martin Lutero iba a redescubrir que la justificación delante de Dios no era por medio de las obras sino por medio de la obra de Cristo[2].

“Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito; Más el justo por la fe vivirá” Romanos 1:17

Esto llego a ser tan importante para la iglesia que se acuño el termino que decía que la justificación por la fe es el articulo por el cual la iglesia se mantiene o cae.[3] Para nosotros como evangélicos ha sido siempre muy importante mantener la doctrina de la justificación por la fe, ya que desviarse seria simplemente pasar a ser un anatema que distorsiona la verdad revelada de Dios (Gal 1:6-10) En estos tiempo la doctrina de la justificación por la fe es atacada directamente por las falsas religiones que ponen su confianza en sus obras (catolicismo, judaísmo, islamismo) o por movimientos teológicos que afirman cosas como “la doctrina no importa sino solo el amor” “debes amarte a ti mismo” “eres hijo del rey” “eres un campeón”, etc. Todas estas enseñanzas son peligrosas porque ponen su confianza en las obras de las personas y no en la obra de perfecta de nuestro Señor Jesucristo.

Lucas 18:9 Confiar en sí mismo y despreciar a otros

Este pequeño comentario es la introducción a lo que Jesucristo va a enseñarnos por medio de una parábola. La expresión confiando en si mismo expresa la idea de una permanente confianza que nunca desvanece[4]. La Biblia nos da advertencias sobre confiar en nosotros mismos:

“Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia” Proverbios 3:5
“El que confía en su propio corazón es necio; mas el que camina en sabiduría será librado” Proverbios 28:26

El confiar en nosotros mismos no solamente es necio sino que además trae orgullo a nuestro corazón y nos desvía de confiar en el único que es digno de confianza que es el Señor. En el mundo actual no hay doctrina más explotada que la idea de la confianza en uno mismo. Miren como lo expresa este autor[5].

“No mires a los demás; mírate a ti mismo. Y deja que salga lo que hay en tu interior, aunque corras riesgos. No existe mayor riesgo que la represión. Si te reprimes, perderás todo entusiasmo, todo apetito por la vida. Perderás toda tu vida si sigues reprimiendo cosas. Es algo tóxico, que envenena al ser”

“LA CONFIANZA solo es posible si primero confías en ti mismo. Lo fundamental ha de ocurrir primero en tu interior. Si confías en ti mismo, podrás confiar en los demás, en la existencia, pero si no es así, no hay posible confianza en nada”

Lamentablemente también tenemos nuestra propia versión evangélica de esta filosofía entre algunas iglesias. Si queremos ver cuáles son los resultados de confiar en ti mismo podemos revisar la historia de la caída donde Adán y Eva quisieron confiar en sí mismos y terminaron cayendo en pecado (Gen 3) La actitud y las oraciones que tengamos delante de Dios también reflejan nuestro corazón para con Dios. No debemos acercarnos al Señor como si él nos debería algo sino que con humildad reconociendo su gran misericordia y bondad. Esto es lo que ilustrará esta parábola.

Lucas 18:10 Dos hombres subieron al templo a orar

La parábola que conto Jesús comienza relatando la historia de dos hombres que suben al templo a orar. Varios comentaristas hablan de que esto se trata de una oración privada en el templo[6], pero es más adecuado debido al contexto judío del medio oriente del primer siglo entenderlo como una oración publica parte de la adoración pública.[7] Parte del problema viene porque el verbo “orar” lo asociamos con la adoración privada y ver el verbo “adorar” lo asociamos con la adoración publica. Pero en el Evangelio de Lucas tenemos dos ejemplos en donde se nos habla de la adoración pública relacionada con la oración.

“Y toda la multitud del pueblo estaba fuera orando a la hora del incienso” Lucas 1:10

“diciéndoles: Escrito está: Mi casa es casa de oración; más vosotros lo habéis hecho casa de ladrones”. Lucas 19:46 (citando Isaías 56:7)

En el libro de los Hechos nos encontramos que las primeras practicas que los cristianos hacían y vemos que ellos practicaban la perseverancia en la doctrina, comunión, partimiento del pan y las oraciones (Hechos 2:42). La palabra “oraciones” es sinónimo de “adoración en comunidad.[8]” Los judíos tenían tres horarios para orar que eran las 9 de la mañana (la hora tercera) el medio día (la hora sexta) y las 3 de la tarde[9] (la hora decima) y los apóstoles siguieron por un tiempo participando de estas oraciones de adoración pública (Hechos 3:1) Un experto en el judaísmo del primer siglo llamado Shmuel Safradi[10] explica:

“Muchos judíos subían al templo cada día para participar en la adoración, para recibir la bendición sacerdotal que se pronunciaba al final del culto, y para orar mientras se quemaba el incienso[11]

Por tanto es claro que estos dos hombres iban a orar durante la adoración comunitaria que se realizaba en el pueblo. Esta adoración comunitaria se realizaba dos veces en el día y consistía en el sacrificio de un cordero por los pecados del pueblo. Luego de eso se quemaba el incienso en durante esa quema los fieles oraban al Señor por sus agradecimientos y peticiones pues ahora podían acercarse al trono del Señor.[12]

La primera persona que oraba era un fariseo. Los fariseos era una secta judía que apareció entre la cautividad babilónica y la revuelta de los Macabeos. Aunque el origen exacto es incierto se cree que un término que los definiría bien es “los separados”, es decir separados de impurezas y contaminación.[13] Ellos poseían un conjunto de interpretaciones y tradiciones de la ley que llevaban a cabo con un estricto rigor. La mayoría de estas leyes se centraban la observancia del Sabat, los lavamientos de manos y el relacionarse con pecadores.[14] Jesús fue acusado de no guardar el día sábado. Lucas 6:1-2

“Aconteció que un día de reposo, que pasando Jesús por los sembrados, sus discípulos arrancaban espigas y comían, restregándolas con las manos. Y algunos de los fariseos le dijeron ¿Por qué hacéis lo que no es lícito hacer en los días de reposo?

Jesús fue acusado de no lavarse las manos en Mateo 15:1-2

“Entonces se acercaron a Jesús ciertos escribas y fariseos de Jerusalén diciendo: ¿Por qué tus discípulos quebrantan la tradición de los ancianos? Porque no se lavan las manos cuando comen pan”

Jesús fue acusado de relacionarse con pecadores en Lucas 5:29-30

“Y Levi le hizo un gran banquete en su casa; y había mucha compañía de publicanos y de otros que estaban en la mesa con ellos. Y los escribas y los fariseos murmuraban contra los discípulos diciendo: ¿Por qué coméis y bebéis con publicanos y pecadores?

Como podemos ver los Fariseos eran personas que se consideraban “fieles interpretes de la ley” y por tanto creían tener la autoridad para decirle a otros que estaban pecando al no practicar la tradiciones.

La segunda persona que oraba era un publicano o recaudador de impuestos (NVI; NTV) este hombre era un empleado del imperio romano el cual recaudaba los impuestos para el mismo Imperio. Sus tareas incluían el cobro de diversos impuestos. Este sistema se prestaba para múltiples abusos, constantes extorciones y  varios robos como bien lo ilustra Zaqueo (Luc 19) Es por eso que los recaudadores de impuestos eran vistos como ladrones por todos. Cicerón consideraba este un trabajo vulgar por el odio que despertaba en las personas. Pero para el judío estricto el odio era mayor porque el judío publicano o recaudador de impuestos era ceremonialmente impuro por su continuo contacto con los gentiles y porque debía trabajar el día de reposo[15]. Además era visto como alguien que había traicionado a su propia patria trabajando para el Imperio romano que oprimía al pueblo romano, por tanto los fariseos consideraban que los publicanos no pueden ser considerados como testigos ni podían recibir algún puesto honorifico.[16] Es por eso que para los fariseos eran tan terrible ver a Jesús comiendo con publicanos y diciendo cosas como:

“De cierto os digo, que los publicanos y las rameras van delante de vosotros al reino de Dios” Mateo 21:30

Para ellos era tan escandaloso pensar que alguien como Jesucristo que se decía maestro pudiera tolerar y enseñar este tipo de cosas. La gracia de Dios es siempre escandalosa para el fariseo y siempre maravillosa para el publicano. Al analizar la descripción de los personajes generalmente nos vemos a nosotros mismos como el publicano, pero ¿qué pasaría si realidad más bien somos como el fariseo? Por ejemplo en mis primeros años de cristiano recuerdo que yo oraba mucho y cuando veía que otros no lo hacían de igual manera que yo me enojaba. Mucho más aun cuando veía que Dios usaba a ese hermano que oro menos. Pero ¿Qué revelaba eso en mi corazón? Revelaba auto justicia. Yo me creía superior a los demás porque oraba más que los otros. Nosotros somos tan pecadores que aun las cosas santas se pueden convertir en pecado. La verdad es que nuestras oraciones puede estar llenar de orgullo en vez de humildad. Estas dos distintas oraciones son un claro ejemplo de esto.

Lucas 18:11-13 Dos diferentes oraciones

Ambas personas se encuentran en el templo en el momento de la adoración comunitaria donde se oían las oraciones de los que oraban. Por tanto el primero  en orar es el fariseo. Las versiones varían en algunos detalles: “Oraba consigo mismo de esta manera” (RV60) “Se puso a orar consigo mismo” (NVI) “De pie, apartado de los demás” (NTV) Si ponen atención hay dos diferentes en las cuales la frase se puede entender como “orando consigo mismo” u “orando apartado de los demás”. El tema surge porque en griego esta frase puede traducirse de ambas maneras. Debido al contexto en el cual se encuentra el fariseo (en el templo orando públicamente) y a la actitud que el tenia (verse puro ceremonialmente) es que sigo a la traducción que opta por “oraba apartado de los demás” Los fariseos como creían cumplir la ley se conocían como los “miembros” (haberim) en cambio los que no cumplían la ley eran conocidos como “la gente de la tierra” (am-haaretz) para ellos eran gente maldecida:

“Mas esta gente que no sabe la ley, maldita es” (Juan 9:49)

Para ellos la pureza ceremonial era tan importante que tan solo el roce, el sentarse o incluso el apoyarse en algo que un pecador tocará (publicano, ramera, leproso, etc) era algo pecaminoso.[17] Es por esto mismo que ellos oraban “apartado de los demás”. Veamos ahora el contenido de la oración del fariseo.

V 11-12 El fariseo comienza dirigiéndose a Dios dando gracias, es probable que esta acción de gracias sea un salmo ya que normalmente las oraciones comenzaban así[18]. Pero además de dar gracias las oraciones comenzaban con una confesión de pecados sin embargo el agradece “por no ser como los otros hombres”. Ya dijimos que allí en el templo había varias personas orando a Dios durante la adoración comunitaria, así que él puede estar diciendo que no es como los hombres que general que estaban en ese lugar o como el publicano que podía ver de lejos que también estaba orando. El fariseo comienza diciendo que el no es “un ladrón, injusto ni adultero” (RV60) “ladrones, malhechos, adúlteros” (NVI) “No engaño, no peco y no cometo adulterio” (NTV) El fariseo se compara según su propio estándar moral (auto justicia) pero ¿Qué tal si lo comparamos con el estándar de Dios? El no robar es claramente un mandamiento del Señor (Exo 20:15; Dt 5:19) Pero aunque los fariseos no robaban directamente habían encontrado formas muy ingeniosas de robar como por ejemplo cuando en vez de honrar a sus padres sosteniéndolos argumentaban que el dinero que tenían lo daban al templo y así quebrantaban el mandamiento de Dios (Mt 15:4-6) o cuando se encargaban de administrar los bienes de la viudas y las convencía de dar lo que tenían al templo para quedarse con algo de ganancia (Mc 12:40) ¿No acaso queda en evidencia que si roban?

También los fariseos se consideraban personas que no adulteraban, pues también era conocido por ellos el mandato de no cometer adulterio (Exo 20:14; Dt 5:18) Pero ¿Qué paso cuando Jesús le mostro el verdadero sentido de la ley en Mateo 5:28? ¡Todos son unos adúlteros! No era solamente el mandamiento externo lo que la ley de Dios condena sino la misma intención del corazón. Es por eso que Jesús en una ocasión les dijo:

“¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque limpiáis lo de fuera del vaso y del plato, pero por dentro estáis llenos de robo y de injusticia” Mateo 23:25

El fariseo en su oración se cree superior a todos los hombres que estaban allí en la adoración comunitaria adorando pero especialmente se siente superior al publicano porque lo ve como un ladrón, injusto y adultero. Ahora, después de decir lo que él no es, comienza a recitar cuales son las obras que el supuestamente realiza para Dios. El fariseo ayunaba dos veces a la semana. El ayuno era algo que Dios había establecido hacer una vez al año en el día de la expiación (Lv 23:27) pero este hombre iba mucho más allá y ayunaba dos veces cada semana. Muchos de los más “piadosos” ayunaban sin agua, a pesar del peligro para la salud, dos días completa por semana (Lunes y Jueves)[19]. Según Safai esta era una práctica reservada solo para algunos círculos fariseos con sus discípulos[20]. Jesús mismo reprende a los fariseos porque ayunaban poniendo caras de sufrimiento y así mostrar su “justicia a los hombres” (Mt 6:16-18)

El fariseo diezmaba de todo lo que ganaba. Dios había ordenado el diezmo. Había 3 clases de diezmos diferentes. El diezmo para los levitas (Num 18:20-30; Lev 27:30) el diezmo de festividades nacionales (Dt 12:10-11; 17-18) y el diezmo para los pobres extranjeros, huérfanos y viudas (Dt 14:29; Lev 19:9-19) Para todos estos diezmos se debía diezmar el grano, el vino y el aceite (Lv 27:30; Num 18:27; Dt 12:17) pero con el tiempo se fue añadiendo que se debía diezmarse hasta lo más pequeño. Por tanto todos pagaban diezmos, pero el fariseo pagaba ¡Todos los diezmos! Es por eso que Jesús los reprende diciéndoles:

“¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas! Porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la  fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello.

La reprensión de Jesús tiene que ver con que ellos se preocupaban de diezmar lo más pequeño y descuidaban lo más importante. En esta oración el fariseo presenta su “justicia propia” delante de Dios. ¿Cuál es la forma en la cual tú oras? ¿Le dices te doy gracias porque no soy como mis hermanos que faltan a las reuniones de oraciones, a evangelismo, a los cultos, a los tiempos de comunión? ¿Te presentas ante Dios comparándote con otros hermanos? ¿Cómo te diriges a Dios, expones lo que has hecho por él? ¿Le dices a Dios diciéndole todo lo obediente que has sido en sus mandatos? Nuestra auto justicia es tan sutil que incluso en afirmaciones como que “soy muy miserable” “soy tan pecador” puede haber orgullo por sentirte más pecador de los otros. O puede haber orgullo cuando decimos que las cosas las hacemos para la gloria de Dios cuando en verdad las hacemos para sentirnos como personas que hicieron algo para ser aceptado por Dios. Piensa en cuando has tenido una semana buena en donde has leído la Biblia y orado con regularidad ¿No es que te sientes más aceptado por Dios por eso? Pero cuando no has leído la Biblia y orado con regularidad ¿No es que te sientes menos aceptado por Dios? Pero ¿Cuál es la raíz de eso? La auto justicia y no el evangelio. Nuestras oraciones deben tener una dosis de arrepentimiento, adoración, y confianza en la obra de Cristo.

V13 El segundo en orar es el publicano. El publicano o recaudador de impuestos estaba a cierta distancia de donde se llevaba a cabo la adoración comunitaria porque era odiado por muchos de sus compatriotas y además como pecador no podía tocar (o rozar) a nadie porque lo dejaría ceremonialmente impuro. Algunas posturas que se usaban en la época eran cruzar las manos sobre el pecho y mantener la mirada agachada o de pie con los ojos y las manos alzadas al cielo.[21] Pero el publicano no mantiene ninguna de estas dos posturas sino que se golpeaba el pecho y no se sentía capaz ni de elevar los ojos al cielo. El golpearse en el pecho con el puño cerrado en el pecho era un gesto que se usaba en tiempos de angustia, rabia o intenso dolor. Se golpeaban en el pecho porque en el pecho esta el corazón el cual era la fuente de todos los pensamientos pecaminosos o de los dolores que se sentían.[22] Esto manifestaba una actitud de profundo arrepentimiento.

Algunas traducciones traducen ¡Oh Dios ten compasión de mi, que soy pecador! (NVI) ¡Oh Dios, ten compasión de mí, porque soy un pecador” (NTV) Aunque la frase tiene algo de suplica por la compasión o misericordia de Dios como comúnmente se entiende es mucho más que eso. Esto tiene que ver con lo que Dios había establecido y se llevaba a cabo en la adoración comunitaria en el templo (Levítico 16) Un autor nos relata cómo es la imagen del momento:

“Ve en primer lugar la matanza del cordero para el sacrificio y luego el sacerdote que entra en el santuario para quemar el incienso (Lc 1:9) En estos dos actos, los israelitas no eran unos meros observadores, porque se realizaban en el nombre del pueblo, al que el sacerdote representaba, para afirmar la relación diaria de Israel con su Dios, según el mandato divino; después los sacerdotes pronunciaban la bendición con las manos extendidas… y ponían el Nombre de Dios sobre los hijos de Israel… el pueblo se arrodillaba para recibir esta bendición… todo esto se hacía con la conciencia de que Dios en su misericordia iba aceptar la ofrenda, aceptando el sacrificio que se había llevado al altar[23]

La expiación había sido hecha (la eliminación de la culpa o el pecado) ahora lo que pedía el publicano era la propiciación por sus pecados (o sea el apaciguamiento de la ira de Dios sobre él y el cambio de relación de enemigo a amigo de Dios) Por tanto allí estaba el publicano, alejado de los demás justos, suplicando al Señor ¡Se propició a mi pecador! ¡Haz una propiciación para mí! ¡Cambia esta enemistad que hay entre tú y yo! ¡No permitas que tu ira caiga sobre mí! ¡Ten compasión de mí! ¡Ten compasión de mi miseria! Este debe ser parte del contenido de una oración humilde al Señor. Nos presentamos quebrantados ante un Dios todopoderoso, nos presentamos humildes ante un Dios Soberano, nos presentamos asombrados ante un Dios lleno de gracia y bondad. ¿Son así nuestras oraciones ante Dios?

Lucas 18:14 Dos diferentes resultados

¿Cuál es el resultado de estas dos oraciones? Uno de ellos es justificado mientras que el otro no lo es. El publicano ha sido justificado mientras que el publicano no. ¿Por qué? “Porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido” (Rv60) “Pues todo el que a sí mismo se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido” (NVI) “Pues los que se exaltan a sí mismos serán humillados, y los que se humillan serán exaltados” (NTV) Este mismo principio se repite varias veces a través de las Escrituras (Mt 18:4; 23:12; Luc 14:11; 1 P 5:6) ¿Y qué significa? Significa que solo los que se humillen son quienes serán justificados y por ende enaltecidos. La justicia de Dios es un regalo otorgado por el sacrificio expiatorio de Cristo en la cruz y solo aquellos que confiesen sus pecados y su total incapacidad de alcanzar su salvación por sus obras son quienes van a recibir ese regalo de Dios. Por eso Pablo escribió:

“Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo” Romanos 5:1

El sacrificio de Cristo no cubre a quien confía en su propia justicia. Por tanto la oración no puede consistir en jactarse en su piedad o en criticar a otros por la falta de esta, sino en dirigirse al Señor de forma humilde, confesando los pecados y exponiendo la necesidad del Señor. Nuestras oraciones deben estar llenas de humildad y alejadas del orgullo. La propia justicia distorsiona la visión de confiar solamente en obras de Cristo. Solo tenemos expiación, redención, salvación por medio de Cristo, solo tenemos acceso a Dios por la obra de Cristo, solo tenemos justificación por su obra. ¿Estás confiando esto? ¿Estás orando confiando en el evangelio?







[1] Un breve resumen de cómo se ha tratado en filosofía http://www.la-razon.com/index.php?_url=/la_gaceta_juridica/justicia-traves-filosofia_0_1823817671.html
[2] Especialmente en sus comentarios a Romanos y Gálatas.
[3] http://www.clir.net/pdf/boletin0502/0502jpreus_ladoctrinadejustificacion.pdf
[4] Darrell L. Bock. Comentario de Lucas. Página 396.
[5] Osho. La intimidad de uno mismo y del otro.
[6] William Hendriksen. Comentario de Lucas. Página 565. Darrell L. Bock. Comentario de Lucas. Página 396.
[7] Kenneth E. Bailey. Las parábolas de Lucas. Página 226.
[8] Kenneth E. Bailey. Las parábolas de Lucas. Página 227.
[9] Craig Keener. Comentario Cultural de la Biblia. Página 328.
[10] https://www.jerusalemperspective.com/author/shmuel-safrai/
[11] Citado por Kenneth Bailey. Las parábolas de Lucas. Página 228.
[12] Kenneth Bailey. Las parábolas de Lucas. Página 229.
[13] http://mb-soft.com/believe/tscm/pharisee.htm
[14] Nuevo Diccionario Bíblico Certeza. Página 496.
[15] Nuevo Diccionario Bíblico Certeza. Página 1124.
[16] Craig Keener. Comentario cultural del Nuevo testamento. Página 235
[17] Kenneth E. Bailey. Las parábolas de Lucas. Páginas 230-231.
[18] Darrell L. Bock. Comentario de Lucas. Página 397.
[19] Craig Keenner. Comentario cultural de la Biblia. Página 236.
[20] Kenneth E. Bailey. Las parábolas de Lucas. Página 236.
[21] Craig Kenner. Comentario cultural del Nuevo testamento. Página 236
[22]  Kenneth E. Bailey. Las parábolas de Lucas. Página 237
[23]  Kenneth E. Bailey. Las parábolas de Lucas. Página 239

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