San Agustín de Hipona es conocido como uno de los teólogos cristianos más importante del cristianismo, pero además de eso muchos admiten que es un deber de cultura cristiana y humanística leerlo[1]. Escribió innurables obras cristianas[2] entre las cuales se encuentran dos de sus más conocidas que son “Confesiones” y la “Ciudad de Dios”. Aunque muchos conocen a San Agustín muy pocos conocen la historia de su madre Mónica la cual fue alabada por su hijo como un ejemplo de piedad. Esto dice San Agustín de ella en sus confesiones[3]:
“Era además, sierva de tus siervos, y
cualesquiera de ellos que la conocía le alababa, honraba y amaba mucho en ella,
porque advertía tu presencia en su corazón por los frutos de su santa
conversación. Había sido mujer de un
solo varón, había cumplido con sus padres, había gobernado su casa
piadosamente y tenía el testimonio
de las buenas obras, y había
nutrido a sus hijos, pariéndoles tantas veces cuantas les veía apartarse de ti”
Mónica
de Hipona nació el año 331 en Tagaste, pequeña ciudad al norte de África, sus
padres que eran creyentes encomendaron desde muy pequeña su crianza a una
anciana empleada de la casa. Mónica fue educada en las buenas costumbres y se
destaco en ella la compasión por los pobres. En aquella época los padres eran
quienes arreglaban los matrimonios y Mónica fue casada con un hombre de escasos
recursos llamado Patricio. Patricio no era un cristiano sino que adoraba a las
divinidades de Roma como Júpiter, además era un hombre muy cariñoso, colérico e
infiel. Mónica tuvo 3 hijos con Patricio llamados: Agustín, Navigio y Perpetua. A los tres con mucho esfuerzo Mónica se
preocupo por educarlos en la fe, pero el más problemático de los tres fue San
Agustín.
San
Agustín se mostro desde niño muy inteligente y hábil para el estudio y debido a
esto su padre Patricio lo envió a estudiar a Madaura una pequeña ciudad
universitaria. En esta ciudad universitaria Agustín leería a todos los
filósofos de época y comenzaría a experimentar el pecado sexual en el cual
estaría atrapado varios años. Su Madre Mónica viviría siempre preocupada por la
vida de esposo Patricio el cual no era creyente y también por la vida de su
hijo Agustín que tampoco lo era Agustín pasaría por varias filosofías y
procesos en medio de su búsqueda espiritual hasta que finalmente se convertiría
al cristianismo. Cuando Agustín esta reflexionado respecto a su vida espiritual
y su perseverancia de oración de su madre[4] él escribe lo siguiente[5]:
“Entre tanto, mi madre, fiel sierva
tuya, lloraba ante ti mucho más que
las demás madres suelen llorar la muerte corporal de sus hijos, porque veía
ella mi muerte con la fe y espíritu que había recibido de ti. Y tú la
escuchaste, Señor; tú la escuchaste y no despreciaste sus lágrimas, que,
corriendo abundantes, regaban el suelo debajo de sus ojos allí donde hacía
oración; sí, tú la escuchaste, Señor”.
En
otra ocasión ella le pidió a un Obispo de la iglesia que le ayudará a corregir
las enseñanzas de Agustín, pero él se negó a disputar con él, sin embargo ella
insistió muchas veces y esto paso[6]:
“Mas como dicho esto no se aquietara, sino
que instase con mayores ruegos y más
abundantes lágrimas a que se viera conmigo y disputase sobre dicho asunto, él,
cansado ya de su importunidad, le dijo: «Vete en paz, mujer; ¡así Dios te dé
vida!, que no es posible que perezca el
hijo de tantas lágrimas.» Respuesta que ella recibió, según me recordaba muchas
veces en sus coloquios conmigo, como venida del cielo”
Mónica de Hipona fue una madre que nunca se
rindió en la oración delante del Señor. Ella nunca dio a su hijo por perdido
sino que estuvo constantemente orando y regando sus lagrimas delante de Dios
para que él lo convirtiera. ¿Cuántos de nosotros insistimos con el mismo vigor
delante del Señor? ¿Cuántos de nosotros somos insistentes en la oración?
Lucas 11:5-8 La parábola de
la insistencia
Jesús
les enseño a sus discípulos a como orar y también nos ha enseñado a nosotros a
cómo debemos hacerlo, pero no basta con orar solamente una vez por una petición
sino que debemos orar insistentemente por ello. Esta es una parábola que
nuestro Señor conto después de habernos enseñado a orar para ejemplicarnos como
debe ser nuestra insistencia al orar. Jesús cuenta esa parábola en un contexto
del medio oriente donde el sentido de habría entendido claramente pero que para
nosotros es más oscuro. Por tanto para entenderla debemos explicar un poco el
contexto[7].
V5-8 La estructura de
esta oración presenta un problema para todas las traducciones de la Biblia es
por eso que Reina Valera comienza con una pregunta, mientras que en las otras
versiones comienza más bien con un “supongamos que” y omiten la pregunta[8]. En mi caso seguiré la
versión de Reina Valera. Jesús comienza esta enseñanza con una larga pregunta
de los versos 5 al 7 ¿Quién de vosotros
que tenga un amigo va a él a medianoche y le dice: Amigo, préstame tres panes
porque un amigo mío ha venido a mí de viaje y no tengo que ponerle delante; y
aquél, respondiendo desde adentro, le dice; no me molestes; la puerta está
cerrada y mis niños están conmigo en la cama; no puedo levantarme y dártelos?
Esta
pregunta presupone todo lo que era importante para la cultura del medio
oriente. Una de las cosas más importantes para ellos era la hospitalidad. El no
mostrar hospitalidad era muy ofensivo para las personas. El ser hospitalario
era marcas de ser piadoso y lo es aun en las Escrituras para nosotros.
“No os olvidéis de la hospitalidad,
porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles” Hebreos 13:2
También
Jesús reprendió a Simón el fariseo por no ser hospitalario en comparación con
la mujer pecadora que si lo hizo con su actos en Lucas 7:44-46. Pero cuando una
persona no era hospitalaria no era solamente que la persona no lo era sino que
se consideraba que la comunidad completa no lo era. Kenneth Bailey que es experto
en el medio oriente nos dice:
“El elemento crucial de esta parte
inicial de la parábola es el que el invitado es un invitado a la comunidad, no
solo de una persona. Esto queda reflejado, incluso en el lenguaje positivo con
el que hay que dirigirse a él. Así, la comunidad es la responsable de cuidar y
atender al visitante. El invitado se
tiene que ir de la aldea con una buena impresión de la hospitalidad de esa
comunidad”
Y
uno de los conceptos del medio oriente que tiene bastante fuerza es el honor y
la vergüenza. Cuando una persona hacia algo que era honorable toda la comunidad
es honrada por ese acto. De igual manera cuando una persona hacia algo
vergonzoso toda la comunidad recibe la vergüenza por ese acto. Por tanto en el
mundo antiguo cuando una persona llegaba a una ciudad se esperaba que ella
proveyera hospitalidad para la persona. Es probable que esta persona haya
llegado de noche porque se sabe que algunos casos los viajes eran de noche por
el intenso calor. Por tanto no era impensable que una persona llegue de noche a
una ciudad buscando hospitalidad. Debido a que esto era probable, en general
las comunidades del medio oriente estaban siempre preparadas para recibir a
algún visitante que apareciera repentinamente y los dueños de casa debían alimentar
al viajero que había honrado su casa con su visita quedándose la noche en su
hogar[9]. Esto es bastante extraño para nuestra cultura
individualista donde unos a otros no se molestan a mitad de la noche para
atender a un extraño. Pero este era el contexto del medio oriente.
Entonces
cuando llega este visitante la persona que lo recibe no tiene nada que
ofrecerle. Por tanto va donde su vecino a pedirle que le preste tres panes para
mostrar la hospitalidad al huésped inesperado que ha llegado. El alimento común
de la época era el pan e incluso era tan necesario que se usaba como cuchara,
tenedor y cuchillo:
“El pan no es solo comida. El pan hacia
las veces de cuchillo, tenedor y cuchara. La comida se pone sobre un plato para
todos y a cada persona se le da una pieza de pan. Hay que cortar un trozo del
tamaño de un bocado, usarlo para coger comida del plato comunitario e
introducírselo todo en la boca.
Por
tanto el propósito de la pregunta de Jesús era hacerles reflexionar a quienes
escuchaban algo como: ¿Te imaginas que alguien necesita pan para proveerle a un
extraño y tu vas en busca de ayuda en tu comunidad pero resulta que tu vecino
te comienza a dar excusas como “no me molestas la puerta está cerrada” “los
niños están durmiendo” “no puedo levantarme”? Es cierto que los niños dormían
en una especie de colchón en el suelo en una habitación y que sería realmente
ruidoso y molesto correr la barra pesada que se ponía entre los anillos de la
puerta.[10] Pero lo que estaba en
juego no era solamente la honra de la persona que tenía que mostrar
hospitalidad sino que era la honra de toda la comunidad. Por tanto las personas
que escucharon esta parábola sabían que ninguna persona que protegiera la
reputación de su comunidad se atrevería a poner excusas para ofrecer
hospitalidad.
El
verso 8 nos da la conclusión de esta parábola donde dice que la persona se va a
levantar no necesariamente por ser su amigo sino por su “importunidad”. Varios
comentaristas admiten que la palabra griega “anaideian” es difícil de traducir
al español y puede combinar las palabras: audacia, desfachatez, descaro.[11] La Reina Valera traduce como “inoportuno”. La idea de ser
importuno es ser molestoso en su petición.[12] La NTV traduce como
“audaz insistencia” y la NVI como “impertinencia” que alude a hacer algo dicho
o hecho fuera de propósito.[13] Por tanto el vecino se
levanta por la insistencia audaz de esta persona, pero no solamente por eso
sino también porque él no ser hospitalario con una persona ponía traer
vergüenza a toda la comunidad.
Entonces
¿Qué les estaba enseñando Jesús a sus discípulos sobre Dios? En primer lugar les estaba enseñando
que cuando vas a un vecino como este lo tienes todo en contra, es media noche.
Tu vecino esta en cama durmiendo. La puerta ya está cerrada. Los niños ya están
durmiendo. Los que vas no le hace ninguna gracia. Y sin embargo vas a recibir
más de lo que vas a pedir. Eso es porque tu vecino es un hombre integro y no va
a violar la virtud. El Dios al que oras
también es integro y jamás va a pecar porque no puede negarse a sí mismo
(2 Tim 2:13) En segundo lugar si tú puedes
estar seguro de que si vas a tu vecino a media noche el te dará lo que necesitas
¡Cuánto más Dios te dará lo que necesita pues él te ama!
Ya
habiendo repasado como debe ser el orden de las oraciones ¿Cuántas veces a la
presencia de tu Padre celestial a ser amado como su hijo? ¿Cuántas veces te
presentas ante su santa presencia para admirar su santidad? ¿Cuántas veces
deseas que venga su reino por medio de las conversiones de personas que
conoces? ¿Cuántas veces anhelas en tu corazón que sea haga su voluntad en tu
vida y no la tuya? ¿Cuánto dependes de Dios en el pan cotidiano y no en tus
fuerzas? ¿Cuántas veces realmente estas dispuesto a perdonar a quienes te han
hecho daño? ¿Cuántas veces clamas en tu corazón para no ser tentado por Satanás
y tu propia maldad? Seguramente alguna vez en tu vida cristiana has hecho estas
peticiones pero ¿Insistes en ello, perseveras en ello, luchas por ello? ¿Por
qué te detienes? ¿Por qué piensas que ya
termino la buena batalla de la fe? ¿Por qué vives de los recuerdos de tus
“éxitos espirituales pasados”? debemos insistir en nuestras oraciones como lo
hacía Mónica de Hipona por su hijo.
Lucas 11: 9-13 La invitación
a insistir en las peticiones
V9-10 En estos versos
Jesucristo aplica la enseñanza de la parábola por medio de tres claras
exhortaciones que son: Pedir, buscar y llamar. Las tres peticiones terminan con
tres promesas que son: recibir, hallar, abrir. La primera petición es pedir. La palabra para pedir sugiere la
actitud de un suplicante, la actitud de alguien inferior que le pide a un
superior[14],
es la actitud de un mendigo que está pidiendo algo. Por tanto esto supone una
actitud de humildad delante de Dios en la cual se ruega por insistentemente por
una petición. Una oración así la vemos en Ana la madre de Samuel (1 Sam
1:10-11)
“Ella con amargura de alma oro a Jehová,
y lloro abundantemente. E hizo voto diciendo, si dignares mirar a la aflicción
de tu sierva, y te acordares de mí, y no
te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva hijo varón, yo lo
dedicaré a Jehová todos los días de su vida, y no pasará navaja sobre su
cabeza”
Los
que conocemos la historia sabemos que Ana recibió lo que pidió humildemente
delante del Señor. ¿Por qué? Porque al que pide según la voluntad de Dios se le
dará. La segunda petición es buscar.
La palabra buscar alude a ir en pos de algo.[15] Uno debe buscar con todo
el corazón la voluntad de Dios (Mt 6:33) y “buscar las cosas de arriba” (Col
3:2) Uno de los hombres que busco con todo su corazón al Señor fue George
Muller. El fue un cristiano que construyó varios hogares para huérfanos
solamente por la continua y constante oración. El escribió[16]:
"No es suficiente el solo comenzar
a orar, ni el mero orar correctamente; ni tampoco es suficiente orar de
continuo sólo por un tiempo no más; más bien, debemos continuar pacientemente,
creyendo y orando, hasta que se obtenga la respuesta. Y aun más, no solamente
debemos orar hasta se realice lo que pedimos, sino que también tenemos que
creer que Dios nos oye, y que contestará nuestras oraciones. A menudo fallamos
en el no continuar en oración hasta que se obtenga la bendición, y en no
esperar la bendición. Cada vez que todos estos aspectos se cumplan en una persona,
seguramente que se cumplirán las respuestas a sus peticiones".
George
Muller busco y hallo ¿Por qué? Porque el que busca halla.
La tercera petición es llamar. La palabra llamar se usa
literalmente para llamar a la puerta (Luc 12:26) pero también se usa
metafóricamente[17]
(Apo 3:20) Los cristianos que van al trono de Dios y oran de forma incesante la
puerta se les “abrirá”. ¿Recuerdan cuando Pedro quedo encarcelado y la iglesia
oraba sin cesar delante de Dios (Hechos 12:5)? ¿Qué es lo que sucedió? Dios
libero a Pedro. Los que llamaron a la puerta se les abrió la puerta ¿Por qué?
Porque al que se llama se le abrirá. ¿No es una maravillosa noticia saber que
nuestro Dios nos promete que nos dará respuesta? ¿No es una maravillosa noticia
saber que nuestro Dios nos promete que si buscamos hallaremos lo que buscamos?
¿No es una maravillosa noticia saber que nuestro Dios nos promete que si
llamamos a su puerta el nos abrirá? ¿Entonces que estamos esperando para ir al
trono de gracia?
V11-12 Después
de que el Señor les enseñará por medio de una parábola y los llamará a pedir,
buscar y llamar ahora los hace pensar por medio de una preguntas que hablan de
la vida diaria como padres. La pregunta es simple ¿Quién de ustedes como padres
si su hijo le pide el alimento diario (pan, pescado o huevo parece ser el
alimento principal de la época) le va a dar a cambio de eso una piedra, una
serpiente o un escorpión? ¡Obviamente nadie! ¿Por qué? Porque por naturaleza tú
quieres el bien para tu hijo y te preocuparas en alimentarlo adecuadamente. ¿Cuándo
más Dios siendo un Padre celestial amoroso y compasivo? El siempre ha
alimentado de forma adecuada a su hijo Israel. Estando en el desierto le
proveyó de pan del cielo y agua de la roca para que pudiera vivir (Éxodo 16-17)
y aun hoy en día el provee para su pueblo cada día. ¿Acaso el te ha abandonado?
¿Acaso el no te ha sustentado hasta el día de hoy? El testimonio del salmista
sigue siendo tan vigente el día de hoy.
Joven fui, y he envejecido, Y no he
visto justo desamparado, Ni su descendencia que mendigue pan. Salmos 37:25
V13 Finalmente en este
verso esta la reflexión final en la cual nos dice que ¿Si nosotros siendo malos
le damos buenas dadivas (NVI cosas; NTV regalos) a nuestros hijos, cuánto más
un Padre celestial amoroso, fiel y bueno? La respuesta es mucho más porque Dios
nos da el bien de una forma precisa y perfecta para nuestras vidas. Entonces
¿Por qué no confiamos con todo nuestro corazón en él? ¿Por qué no nos acercamos
más al Padre amoroso? La ultima parte de este verso es interesante ya que dice ¿Cuánto más vuestro Padre celestial dará el
Espíritu Santo a los que se le pidan? Pero ¿Qué es lo que quiere decir esa
frase? La mayoría de la gente de la epoca creía que el Espíritu Santo se había
retirado o solo está para la disposición de algunos (como en el AT) o
pertenecía a alguna comunidad exclusiva[18]. Lo que Jesús les estaba
diciendo proféticamente es que ellos como sus discípulos (e hijos) iban a
recibir el Espíritu Santo cuando llegará el momento (en el pentecostés). Ellos
no comprendían mucho de esto (como no comprendieron cuando les hablaba de la
muerte y resurrección) pero lo cierto es que esta promesa se iba a cumplir. Así
mismo como los discípulos no comprendían estas cosas que luego comprendieron,
nosotros muchas no entendemos a profundidad el poder que tiene realmente la
oración. Llegamos a creer que es un trámite en donde repetimos mecánicamente un
par de palabras pero la verdad ¡es que es poderosa!. La oración es poderosa
porque el evangelio es poderoso, porque el sacrificio de Cristo en la cruz fue
poderoso, porque la resurrección fue poderosa. El orar con perseverancia nos
llevará a descubrir lo maravilloso y poderoso de la oración. Pablo había orado
y visto la respuesta de Dios muchas veces y él en Efesios termina una oración
de la siguiente manera:
“Y a Aquel que es poderoso para hacer
todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según
el poder que actúa en nosotros, a él sea la gloria en la iglesia de Cristo
Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén”. Efesios
3:20-21
[1]
Biblioteca de autores cristianos. Obras de San Agustín. Introducción general y
primeros escritos.
[2]
Ver Biblioteca de Autores cristianos. Obras de San Agustín en 40 tomos.
[3]
Biblioteca de autores cristianos. Obras de San Agustín. Tomo II Confesiones. Página
370
[4] P.
Angel Peña. Santa Mónica, madre de San Agustín. Páginas 6-15. Para una
biografía más profunda Monseñor Bougaud. Historia de Santa Mónica.
[5]
Biblioteca de autores cristianos. Obras de San Agustín. Tomo II Confesiones.
Página 150.
[6]
Biblioteca de autores cristianos. Obras de San Agustín. Tomo II Confesiones.
Páginas 152-153.
[7]
Kenneth E. Bailey. Las parábolas de Lucas. Capitulo 11. Un amigo a medianoche.
[8]
Wiliam Hendriksen. Comentario a Lucas. Página 434
[9]
Craig Keener. Comentario cultural del Nuevo testamento. Página 216.
[10]
Craig Keener. Contexto cultural del Nuevo testamento. Página 216
[11]
Ver Craig Keener. Contexto cultural del Nuevo testamento. Página 216. Darrel.
L. Bock. Comentario NVI de Lucas. Página 268. Kenneth Bailey. Las parábolas de
Lucas. Bailey no está de acuerdo con esta interpretación tradicional y
argumenta en su contra. Páginas 273-280.
[12] http://dle.rae.es/?id=L5dsxWd
[13] http://dle.rae.es/?id=L3kzBJs
[14]
Diccionario Vine. Página 643.
[15]
Diccionario Vine. Página 129.
[16] http://www.elcristianismoprimitivo.com/jorgemuller.htm
[17]
Diccionario Vine. Página 503
[18]
Craig Keener. Comentario cultural del Nuevo testamento. Página 216.
0 comentarios:
Publicar un comentario