El 31 de octubre de 1517 un monje agustino llamado Martin
Lutero clavo en la puerta de la iglesia del castillo de Wittenberg 95 tesis
sobre las indulgencias. La intención que el tenia era llevar a cabo una
discusión académica sobre las tesis que el proponía, lo cual era común de la
época. Pero, en vez de eso, estas tesis fueron interpretadas como un desafío a
la jerarquía católica romana de la época.
Esta interpretación de las tesis de Lutero, llegaron a
verse como una clara amenaza para la iglesia Católica, por lo que Lutero tuvo
que enfrentarse en muchas ocasiones a debates y discusiones. Las posiciones
teológicas comenzaron a cambiar de una moderada crítica hasta ridiculizar
completamente a la iglesia católica o a considerarla como la “gran ramera”. Esto
llevo a Lutero a ser excomulgado y por tanto a ser llamado a compadecer frente
a la “dieta de Worms”. Esta dieta era una asamblea de príncipes y religiosos
que se reunían para analizar situaciones complejas, en esta ocasión el caso de
Lutero. Allí se le acusaba de herejía y estaba en riesgo de ser quemado como
hereje. Lutero allí hace expresa su famosa respuesta:
“Hela aquí: A menos
que se me persuada por testimonio de las Escrituras o por razonamientos
evidentes, porque no me bastan únicamente las afirmaciones de los papas y los
concilios, puesto que han errado y se han contradicho a menudo. Me siento
vinculado con los textos escrituristicos que he citado y mi conciencia continua
cautiva de las palabras de Dios. Ni puedo ni quiero retractarme de nada, porque
no es ni seguro ni honrado actuar en contra de la propia conciencia[1]”
Esta declaración de Lutero sería tomada como el principio
de lo que llegaría a conocerse como la “reforma protestante”. Este 31 de
octubre se celebran 500 años de la reforma protestante. Las implicancias de la
reforma protestante, no fueron solamente teológicas, sino que también fueron
políticas, sociales y económicas. Hasta el día de hoy se estudian sus
implicancias. Las personas a veces creen que esta idea de “reforma” solo viene del
siglo 16, pero la verdad es que la idea de “Reforma” procede de las Escrituras.
Muchos siglos antes que Martin Lutero hubo un rey que iba a traer una reforma:
su nombre era el rey Ezequías: un rey reformador.
El Padre de Ezequías: El rey
Acaz
El nombre de Ezequías significa “Jehová fortalece” o
“Jehová es fortaleza” Él era el rey número 13 del reino de Judá. La mayoría de
los reyes de Judá habían pecado delante de Dios: Roboam (1 Rey 14:21-24) Abiam
(1 Rey 15:3) Asa (hizo lo bueno pero no suficiente 1 Rey 15:9-15) Josafat (hizo
lo bueno pero no suficiente 1 Rey 22:43) Joran (2 Rey 8:18) Ocozias (2 Rey
8:27) Atalia usurpa el trono (2 Rey 11) Joás (hizo lo bueno pero no suficiente
2 Rey 12: 2-3) Amasias (hizo lo bueno pero no suficiente 2 Rey 14:4-5) Amazias
(hizo lo bueno pero no suficiente 2 Rey 15:4) Jotam (hizo lo bueno pero no
suficiente 2 Rey 15:34-35). En los reyes que habían hecho lo bueno ante los
ojos de Jehová se repite la siguiente frase:
“Con todo, los
lugares altos no fueron quitados, porque el pueblo sacrificaba aún, y quemaba
incienso en los lugares altos” 2 Rey 15:35
Esto quiere decir que aunque ellos obedecían a Dios, sin
embargo como reyes no pudieron eliminar del todo la adoración pagana del
pueblo. Por otro lado, el padre de Ezequías llamado Acaz no había hecho lo
recto delante de Dios (2 Rey 16:2) El implemento practicas terribles de tal
forma que se le compara con los “reyes de Israel” (los cuales los 20 reyes
fueron malvados e idolatras). El practico la ceremonia de quemar infantes con
ofrenda en sacrificio a los dioses. Esta práctica venia del dios de moloc.
“Y no des hijo tuyo
para ofrecerlo por fuego a Moloc; no contamines así el nombre de tu Dios. Yo
Jehová”. Levítico 18:21
Esto estaba claramente condenado por la ley de Dios, pues
eran prácticas paganas que para ellos eran comunes.
“No sea hallado en ti
quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique
adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero” Deuteronomio 18:10
Además el rey Acaz practicaba “el sacrificio y la quema
de inciensos en lugares altos” (2 Rey 16:4) Esto probablemente alude a ritos de
la fertilidad de dioses cananeos lo cuales eran acompañados con orgias
sexuales.
En medio de todas estas prácticas pecaminosas Sira e
Israel tenían una sociedad política y deciden atacar Jerusalén para tomarla
pero no pudieron hacerlo. Isaías que estaba profetizando en esta época le
alentó a creer en Dios y no temer de estos ataques (Isaías 7) Pero Acaz en vez de confiar en Dios pidió
ayuda al rey de Asiria para que lo protegiera de estos ataques y le tuvo que
tesoros para que lo protegiera (2 Rey 16:6-9) Debido al mezclarse en alianza
con este rey pagano quiso imitar el altar que vio en Damasco para presentar
sacrificios y ofrecer holocaustos (2 Rey 16:10-13) y mezclo este altar con los
altares del templo de Dios (2 Rey 16:14-20) ¡Que sacrilegio y blasfemia más
grande practicaba este rey!
Después de las tinieblas la
luz[2].
Cuando vemos la época del reinado de Acaz sin duda
podemos llegar a la conclusión de que era una época de mucha oscuridad
espiritual. En el siglo 16 antes de la Reforma la situación espiritual de la
época era crítica. En primer lugar teníamos la evidente corrupción y nepotismo
dentro del “papado”. El estilo de la vida de los papas, el interés económico
que tenia la iglesia de Roma y la constante lucha de poderes entre ellos dejaba
a la luz la condición espirituales de tales “representantes de Cristo”. En
segundo lugar la ignorancia de las Escrituras era enorme. Esto no solamente se
daba entre el pueblo sino también entre los sacerdotes, los cuales no conocían
bien las Escrituras. Esto llevaba a que las personas creyeran cualquier
superstición. La idea de las indulgencias eran tan aceptadas por la ignorancia
de las personas.
Hoy en día tenemos la misma crisis espiritual dentro del
cristianismo del siglo XXI. Los ataques son tantos internos como externos. Los
ataques internos proviene de “pastores” que engañan a las personas con la
teología de la prosperidad o con el “reclámalo, recíbelo”. Entre el pueblo de
Dios tenemos un analfabetismo bíblico impresionante, que en una era de
comunicación como la nuestra es realmente algo sorprendente. Dentro de los
seminarios tenemos profesores que en vez de enseñar las Escrituras se dedican a
cuestionar si la Biblia es o no la palabra de Dios. Como también tenemos a esos
cristianos que dicen creer en la palabra de Dios, pero que al verse presionado
con las verdades bíblicas simplemente dicen que no creen que ese pasaje signifique
eso.
Los ataques de afuera del cristianismo siempre son
filosofías ajenas que el mundo usa para tratar de explicar el mundo sin
considerar a Dios. La filosofía que rodea nuestro mundo hoy es la filosofía
postmoderna donde todo es relativo y cada cual tiene su opinión sobre las
cosas, pero ningún punto de vista es correcto o superior al otro. Esto ha sido
llevado al ámbito religioso, donde mezclan todas las religiones y al final
ninguno de ellas es la correcta o el camino a Dios sino simplemente la que me
hace sentir mejor a mí. Las típicas falsas promesas de Satanás que invaden
nuestra cultura como el poder, el dinero, la fama, el sexo son ídolos opuestos
a nuestro Dios soberano. ¿Qué nos hace pensar todo esto? Nos hace pensar que
necesitamos una reforma, una reforma no del siglo XVI sino una reforma a partir
de las Escrituras y de nuestra vida sometida a ella. Pero ¿Cómo comienza una
Reforma? El rey de Judá Ezequías nos ayuda en esto.
El rey Ezequías hace lo
recto ante los ojos de Jehová (18:3)
Las Escrituras nos dicen que otros reyes como Asa,
Josafat, Joás, Amasias y Jotam habían hecho lo recto ante los ojos de Dios. Sin
embargo la “reforma de Ezequías” fue mucho más profunda porque fue al corazón
del problema que era restaurar la verdadera adoración a Dios. Su padre Aza había
cerrado las puertas de la casa de Jehová.
“Además de eso recogió Acaz los utensilios de la casa de
Dios, y los quebró, y cerró las puertas de la casa de Jehová, y se hizo altares
en Jerusalén en todos los rincones” 2 Crónicas 28:24
Por tanto lo primero que
hizo Ezequías en su primer año del reinado fue abrir las puertas de la casa de
Jehová, reparándolas y llamándoles a los levitas que cumplan su deber como
ministros de Dios.
En el primer año de su
reinado, en el mes primero, abrió las puertas de la casa de Jehová, y las
reparó. E hizo
venir a los sacerdotes y levitas, y los reunió en la plaza oriental. Y les dijo: !!Oídme, levitas! Santificaos ahora, y santificad la
casa de Jehová el Dios de vuestros padres, y sacad del santuario la inmundicia. Porque nuestros padres se han rebelado, y han hecho lo malo ante
los ojos de Jehová nuestro Dios; porque le dejaron, y apartaron sus rostros del
tabernáculo de Jehová, y le volvieron las espaldas. Y aun cerraron las puertas del pórtico, y
apagaron las lámparas; no quemaron incienso, ni sacrificaron holocausto en el
santuario al Dios de Israel. Por tanto, la ira de
Jehová ha venido sobre Judá y Jerusalén, y los ha entregado a turbación, a
execración y a escarnio, como veis vosotros con vuestros ojos. Y he aquí nuestros padres han caído a espada, y nuestros hijos,
nuestras hijas y nuestras mujeres fueron llevados cautivos por esto. Ahora, pues, yo he determinado hacer pacto con Jehová el Dios de
Israel, para que aparte de nosotros el ardor de su ira. (2 Cro
29:3-10)
Lo que hizo Ezequías fue simplemente recordarles al pueblo lo que Dios
había mandado respecto a la adoración y quienes debían administrar las cosas
del templo (Números 3) También les recordó que por esto había venido el juicio
de Dios sobre el “Judá y Jerusalén”, pues habían abandonado el pacto de Dios
(Dt 28:15-68) Los levitas escucharon y se santificaron (2 Cro 29:11-15) y
limpiaron la casa de Dios (2 Cro 29:16-36) y hasta la pascua celebraron (2 Cro
30)
Este es un tema que recorre toda la historia de Israel cuando el pueblo
de Dios adora a Dios como él lo estableció y lo hace con un profundo de deseo
de rectitud al Señor, entonces el Señor bendice a su pueblo haciendo que
realmente impacte en el mundo poderosamente. En primer lugar el culto al Señor
debe hacerse como “el lo ha mandado” porque hacerlo de otra manera es
simplemente como cerrar las puertas del cielo y abrir las puertas del infierno
a nuestros propios gustos. En segundo lugar, aquellos que están encargados de
administrar las cosas santas deben santificarse constantemente. Los ancianos de
la iglesia deben ser personas santas. En tercer lugar la reforma no tiene que
ver con simplemente con hermanos Lutero, Calvino o Zwinglio, quienes aportaron
a la fe, sino que la Reforma tiene que ver con corregir, enmendar, reparar
nuestros caminos para volver al verdadero camino de las Escrituras. Por tanto
debemos preguntarnos ¿Vemos al pueblo de Dios hoy adorando conforme a la
voluntad de Dios? ¿Vemos a los ministros del evangelio santificándose cada día
más? ¿Vemos el anhelo del pueblo de Dios con reformar sus corazones
conforme a la voluntad de Dios? ¿Deseas
tu con todo su hacer lo recto delante de Dios? Esto nos dirá que anhelamos en
realidad una reforma.
El rey Ezequías quita la
idolatría del pueblo (18:4)
Judá al igual que Israel se había entregado profundamente
a la idolatría. Como vimos anteriormente el padre de Ezequías, Acaz había
llevado al pueblo de adorar de la forma más blasfema y terrible contra el
Señor. Por lo que alguien como Ezequías
que anhelaba en su corazón servir a Dios no podía tolerar toda la idolatría que
había en el pueblo. Fíjense en los verbos que se utilizan, el “quito” “quebró”
“cortó” “hizo pedazos” quemó” esto sin duda estaba motivado por el celo que el
tenia al Señor (2 Cro 31:1)
Ezequías comenzó por exterminar aquellos lugares altos
que eran los lugares donde las personas subían a rendir adoración a los dioses
paganos. Generalmente se piensa que era un templo donde se entraba a rendir
culto a su dios. Luego paso a destruir las imágenes de los dioses paganos, ya
que estaba prohibido hacer imágenes de Dios (Éxodo 20:4-5) y corto lo símbolos
de Asera. Asera era el nombre la principal deidad femenina adorada en Canaán. Con esto podemos ver hasta donde había llegado
la adoración pagana en el pueblo de Dios. Una cosa interesante es la serpiente
de Bronce que Dios había mandado hacer a Moisés para salvar al pueblo de la
muerte debido a su pecado. Cuando las personas del pueblo eran mordidos por la
serpiente pero miraban a ella eran salvos de la muerte (Números 21:4-9) Esta
misma reliquia que había quedado en el pueblo de Dios para recordar la
misericordia de Dios. Pero debido a que la idolatría había llegado a tales
extremos que esta misma reliquia que Dios había dejado entre el pueblo se había
transformado en objeto de adoración. Por lo que Ezequías tuvo que hacerla
pedazos y llamarla “Nahustan” (cosa de Bronce) pues al parecer el pueblo ya le
había dado un nombre (adoración a la deidad serpiente).
Ezequías fue uno de los reyes que tuvo un tremendo celo
por Dios por lo que destruyó todo los lugares de adoración pagana que los otros
reyes no habían hecho. Juan Calvino decía que el corazón del hombre es una
fábrica de ídolos[3].
Esto es realmente evidente cuando ve la historia del Antiguo testamento, ya que
la idolatría es un pecado constante en el pueblo de Dios. Esto no cambiado el
día de hoy, ya que la idolatría consiste en pensar o imaginar a Dios de una
manera que el realmente no es. Por ejemplo las personas que piensan en Dios en
términos de solamente amor y no de santidad son simplemente idolatras porque no
adoran al Dios de las Escrituras. Las personas que piensan que Dios es “malo”
por mandar al infierno son porque no conocen al verdadero Dios. Además de eso
la idolatría es algo muy sutil pues cualquier cosa que Dios haya creado como
bueno puede convertirse en idolatría. Por ejemplo la creación es algo
asombroso, pero debido al pecado que había en el ser humano se tiende a
“divinizar” a la creación como lo hacia el panteísmo o como lo hace hoy grupos
radicales que “cuidan el planeta” porque la “madre tierra” es sagrada. Dios ha
creado al ser humano de una manera asombrosa, pero debido a la caída el hombre
puede creerse llegar a divinizarse creyendo ser “como dios” y volverse un
ególatra como se ha promovido hoy en día. O por ejemplo Dios ha creado la
belleza, la comida y el sexo, pero estas tres cosas pueden volverse en
idolatría de las personas porque nuestro corazón es una fábrica de ídolos. Es
por eso es para llevar una verdadera reforma en nuestras vidas debemos morir a
toda clase de idolatría y estar atento a que nuestro corazón nos tiende a
engañar sutilmente para poner algo antes que Dios y simplemente volvernos
idolatras.
Ezequías pone su esperanza
en Dios (18:5)
Uno de los pecados que el pueblo y los reyes del pueblo
habían cometido anteriormente era poner su confianza en el poder militar que un
rey podía proveerle y no en Dios. Por ejemplo el padre de Ezequías (Acaz) cuando fue
atacado por el rey de Siria (Rezín) y el rey de Israel (Peka) para hacerle
guerra y sitiarla (2 Rey 16:5) el busco inmediatamente ayuda en el rey de
Asiria y no en Dios (2 Rey 16:7) Este mismo imperio Asirio es quien años
después tomaría el reino del Norte (Samaria)
y llevaría cautivo a Israel y trayendo personas de Babilonia al lugar por
lo que quedarían mezclados para siempre y conocido como los samaritanos (2 Rey
17; 18:9-12) Acaz había puesto su esperanza en un dios pagano que el único Dios
verdadero usaría como juicio para con su pueblo.
A los 14 años de su reinado Ezequías iba a enfrentar una
prueba muy similar a la enfrento su Padre. ¿En quién iba a confiar? El imperio
Asirio había crecido mucho y había tomado el reino del norte. Por tanto ellos
querían tomar Judá y conquistarla (2 Cro 32:1) pero Ezequías tuvo confianza en
el Señor y se preparó para enfrentar esta guerra levantando los muros caídos y
edificando torres, espadas y escudos (2 Cro 32:5) Y animaba al pueblo con sus
palabras:
“Y puso capitanes de
guerra sobre el pueblo, y los hizo reunir en la plaza de la puerta de la
ciudad, y habló al corazón de ellos, diciendo: Esforzaos y animaos; no temáis,
ni tengáis miedo del rey de Asiria, ni de toda la multitud que con él viene;
porque más hay con nosotros que con él. Con él está el brazo de carne, mas con nosotros está Jehová nuestro
Dios para ayudarnos y pelear nuestras batallas. Y el pueblo tuvo confianza en
las palabras de Ezequías rey de Judá” 2 Crónicas 32:6-8
El realmente tenía una confianza plena en el Señor. Pero el rey
Ezequías y el pueblo tuvieron que enfrentarse a las palabras que el Rey de los
Asirios (Senaquerib) les decía por medio de sus siervos:
“Así ha dicho Senaquerib
rey de los asirios: ¿En quién confiáis vosotros, al resistir el sitio en
Jerusalén? ¿No os
engaña Ezequías para entregaros a muerte, a hambre y a sed, al decir: Jehová
nuestro Dios nos librará de la mano del rey de Asiria? ¿No
es Ezequías el mismo que ha quitado sus lugares altos y sus altares, y ha dicho
a Judá y a Jerusalén: Delante de este solo altar adoraréis, y sobre él
quemaréis incienso? ¿No habéis sabido lo que yo y mis
padres hemos hecho a todos los pueblos de la tierra? ¿Pudieron los dioses de
las naciones de esas tierras librar su tierra de mi mano? ¿Qué dios hubo de entre todos los dioses de aquellas naciones que
destruyeron mis padres, que pudiese salvar a su pueblo de mis manos? ¿Cómo
podrá vuestro Dios libraros de mi mano? Ahora, pues, no os engañe Ezequías, ni os persuada de ese modo, ni
le creáis; que si ningún dios de todas aquellas naciones y reinos pudo librar a
su pueblo de mis manos, y de las manos de mis padres, ¿cuánto menos vuestro
Dios os podrá librar de mi mano? Y otras cosas más
hablaron sus siervos contra Jehová Dios, y contra su siervo Ezequías”
Ezequías tenía que tener una convicción solida en Dios porque
algunas cosas de las que decía el rey de Siria eran ciertas. El Rey de Asiria
si los conquistaba y se resistieran los iba hacer sufrir de hambre y sed. El
Rey de Asiria había dominado todo el mundo conocido de la época. El rey de
Asiria había llevado cautivo a Israel ¿Y donde estuvo Dios allí? ¿Y porque no
los libro? Sino fue así ¿Cómo es posible que ese Dios lo haga ahora? Su
discurso tenía bastante sentido a los oídos del pueblo que habían visto caer a
Israel en la cautividad. Además de eso el rey comenzó a blasfemar el nombre de
Dios por medio de cartas (2 Cro 32:17) Por lo que después de oír todo esto
Ezequías fue a la presencia de Dios a orar, clamar y lamentarse por lo que oía
(2 Rey 19:1) entonces él junto al profeta Isaías oraron y clamaron juntos y
Dios respondió por medio del profeta.
“E Isaías les respondió:
Así dice el Señor: No temas porque las palabras que has oído, con las cuales me
han blasfemado los siervos del rey de Siria. He aquí pondré yo en él un
espíritu, y oirá rumor, y volverá a su tierra; y haré que en su tierra caiga
espada” 2 Reyes 19: 6-7
Por tanto cuando ellos se preparaban para atacar la noche anterior
el Señor envió un ángel que mató a muchos de su ejército y finalmente este
arrogante rey cuando entraba adorar a su dios en su templo fue asesinado por
uno de sus propios hijos (2 Cro 32:20-21)
¿Qué nos enseña esto? Dos cosas. En primer lugar el poner la
confianza en el poder militar de este mundo es absurdo porque Dios puede
extinguirlo en su segundo. Esto se aplica a todo en general, poner la esperanza
en las cosas de este mundo es lo más ilógico que puede existir porque el “mundo
y sus deseos pasaran, mas la palabra de Dios no pasará”. Si tienes puesta tu
confianza en tu fuerzas, en lo que haces estas simplemente ciego a la realidad
espiritual de que es Dios quien esta guiado cada acometimiento de este mundo y
de tu vida. En ocasiones vas a mirar alrededor como Ezequías y dirás “es verdad
lo que el mundo dice, mira el mundo, mira mi vida, mira mi sufrimiento ¿Dónde
estás Dios? ¿Por qué no actúas inmediatamente? Parece lógico pensar que Dios no
actúa en mi vida. Pero esa no es la verdad, es una mentira de su corazón
engañoso. En segundo lugar poner la esperanza en Dios es algo que nunca va
defraudar. Mira como Ezequías fue a clamar donde Dios, lloro, se angustio y
sufrió delante de su presencia. Y Dios actuó no por eso, sino por su
misericordia y porque ha dicho que va a cuidar a su pueblo. Su pueblo no va a
perecer, tú no vas a ser destruido porque está en las manos de un Dios
misericordioso. Las circunstancias a veces son terribles, pero vuelve a mirar y
a poner la esperanza en las promesas maravillosa del evangelio.
Ezequías sigue a Jehová y
Dios no se aparta de él (18:6-8)
Debido a que Ezequías había puesto su esperanza en Dios y
seguía sus caminos guardando sus mandamientos Dios estaba con él. La frase del
verso 7 me hace acordar bastante a la historia de José “porque Jehová estaba con
José, y lo que él hacía, Jehová lo prosperaba” (Gen 39:23) Ezequías no solamente había hecho lo recto
delante de Dios quitando la idolatría del pueblo, restaurando la verdadera
adoración y poniendo su esperanza en Dios; sino que además el estaba
perseverando en sus caminos. Esto es lo mismo que nosotros debemos hacer.
Ezequías pasaría a la historia como un gran reformador del pueblo de Israel
Pero el héroe de la historia
no es Ezequías, porque él después de un
tiempo cayó en orgullo, pues él era un pecador como todos nosotros lo somos. Al
igual que si uno revisa la vida de los reformadores del siglo XVI se pueden
encontrar con practicas pecaminosas que para nosotros serian escandalosas en el
Siglo XXI y probablemente en el futuro, así mismo verán algunas prácticas que
nosotros tenemos en esta época. ¿Quién es el verdadero reformador del corazón?
¿Quién es aquel que no solo hizo lo recto sino que fue perfectamente recto?
¿Quién es aquel que guardo toda la ley de forma perfecta? El es Jesucristo el
único verdadero Dios que viendo que nuestros pecados nos destruyen llevándonos
al infierno vino a salvar a pecadores y darnos una transformación total en
nuestro corazón.
[1]
Cesar Vidal. El caso Lutero. Páginas 174-175
[2]
Del libro Cesar vidal. El Caso Lutero. Páginas 25-39 extraigo el contexto del
siglo 16.
[3]
https://evangelio.blog/2013/08/30/es-su-corazn-una-fbrica-de-dolos/
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