Hace algunos años la encuesta CEP[1]
(centro de estudios públicos) hizo una encuesta en donde preguntaba cual era la
causa principal de que la pobreza en Chile y el 40% de los entrevistas
respondió que se debe a la “flojera y falta de iniciativa.[2] En
ese mismo año se hizo un estudio donde la mayoría de los chilenos opinaba que
sus colegas son “flojos y discriminadores[3]”. Al
parecer, esta ha sido una percepción constante en nuestra cultura, pero ¿Es
esto cierto? Yo no me dedicaré a responder esa pregunta, pero lo que si debe
interesarnos es que si en realidad seamos o no una cultura perezosa, nosotros
como cristianos no podemos vivir de la misma manera que la cultura.
La semana pasada vimos que Pablo comienza este capítulo
de romanos llamándonos a presentarnos como un sacrificio vivo delante de Dios.
Por tanto toda nuestra vida debe presentarse con “diligencia como obrero que no tiene de que avergonzarse” (2 Tim
2:15). Como creyentes no podemos conformarnos a la filosofía, pensamiento ni
acciones del mundo sino que debemos ser constantemente transformados por medio
de la palabra de Dios. Vimos que la primera y principal marca cristiana es el
amor. Aquel que dice haber conocido a Dios debe amar a su hermano (1 Juan 4:20)
Jesús enseño que el gran mandamiento es amar a Dios y al prójimo (Mt 22: 34-40)
Por tanto el amor a Dios y al prójimo debe motivar todas las demás “marcas
cristianas”. En estos versos que
acabamos de leer se encuentran varias “virtudes cristianas” como la diligencia,
el fervor, el servicio, el gozo, el sufrimiento y la constancia. Hay que tener
claro que aunque el Espíritu Santo es quien trabaja en nosotros, eso no anula
nuestros esfuerzos por ir creciendo en la gracia de Dios (Fil 2:12-13)
Romanos
12:11 Cristianos diligentes
La primera palabra que nos encontramos en este verso es
“diligencia” (Gr Spoude) La diligencia se define como “el celo o en ocasiones
la prisa que acompaña a ello, el cuidado, eficacia, solicitud[4]”. La real academia
española lo define como “cuidado y actividad en ejecutar algo. Prontitud,
agilidad, prisa[5]” Por
tanto podríamos decir que la diligencia es hacer las cosas con esmero[6]. Cuando Herodes quería
matar a Jesús mando a que los magos averiguaran con DILIGENCIA acerca del niño
Jesús (Mt 2:8) Cuando Lucas comienza su evangelio él dice que ha averiguado
todas las cosas con DILIGENCIA para ponerlas en orden (Luc 1:3) Cuando Jesús
cuenta la parábola de la moneda perdida el habla de que la mujer busca con
DILIGENCIA aquella moneda para encontrarla (Luc 15:8) En todos estos ejemplos
podemos ver como se realiza la actividad con esmero, celo, dedicación. El libro de Proverbios nos muestra de una
manera muy clara los frutos que produce la diligencia.
El
indolente ni aun asará lo que ha cazado; Pero haber precioso del hombre es la
diligencia. Proverbios 12:27
Los
pensamientos del diligente ciertamente tienden a la abundancia; Mas todo el que
se apresura alocadamente, de cierto va a la pobreza. Proverbios 21:5
¿Has
visto hombre solícito en su trabajo? Delante de los reyes estará; No estará
delante de los de baja condición. Proverbios 22:29
El
que labra su tierra se saciará de pan; Mas el que sigue a los ociosos se
llenará de pobreza. Proverbios 28:19
Los principios que Proverbios nos muestra es que aquel
que es diligente tiende a la abundancia, tiende a ser bien calificado en su
trabajo, tiende a no caer en la pobreza. Por tanto Dios nos manda a que como
creyentes seamos diligentes en todas las cosas. La segunda palabra que
encontramos en este verso es lo contrario a diligencia, es perezoso (Gr
Nothros). La persona perezosa es la persona “negligente, descuidada y floja en
hacer lo que debe hacer o ejecutar.[7]”
En el libro de Proverbios podemos encontrar muchas exhortaciones contra el perezoso.
“Ve a la hormiga, oh perezoso, Mira sus caminos, y sé sabio; La cual no teniendo capitán, Ni gobernador,
ni señor, Prepara en el verano su comida, Y recoge en el tiempo de la siega su mantenimiento. Perezoso, ¿hasta cuándo has de dormir? ¿Cuándo
te levantarás de tu sueño? Un poco de sueño, un poco de
dormitar, Y cruzar por un poco las manos para reposo;
Así vendrá tu necesidad como caminante, Y tu pobreza como hombre armado” Proverbios 6:6-11
“Dice el perezoso: El león está en el camino; El león está en las calles. Como la puerta gira sobre sus quicios, Así
el perezoso se vuelve en su cama. Mete el perezoso su mano en el plato; Se cansa de llevarla a su boca. En su propia opinión el perezoso es más sabio Que siete que sepan aconsejar” Proverbios 26:13-16
Por tanto
podemos decir con claridad que el perezoso aunque desea muchas cosas no alcanza
nada, sin embargo el diligencia prospera (Prov 13:4) El ser perezoso no
solamente daña a su familia pues debe sustentarla (1 Tim 5:8), también daña al
prójimo porque al ser diligente y prosperar puede ayudar a los hermanos
necesitados y dar a la iglesia del Señor (Efe 4.28) Pero además de todo esto
¿Por qué los creyentes debemos hacer todas las cosas con diligencia? Porque
todo lo que hacemos lo debemos hacer para el Señor. ¿Amas a tu esposa con
diligencia? ¿Te sometes a tu esposo con diligencia? ¿Crías a tus hijos con
diligencia? ¿Haces tu trabajo con diligencia? ¿Ofrendas a la iglesia con
diligencia? ¿Sirves en la iglesia con diligencia? ¿Oras al Señor con
diligencia? ¿Lees la Biblia con diligencia? La vida cristiana debe estar llena
de una vida de diligencia, porque hacer cualquier cosa con pereza es pecar delante
de Dios.
Romanos 12:11 Cristianos fervorosos
La palabra “fervientes” en este pasaje es “estar caliente” “estar
hirviendo” “estar inflamado por el Espíritu” por tanto que este pasaje parece
estarnos diciendo que estemos “ardiendo en el Espiritu”. El fervor tiene
relación con el celo ardiente y el entusiasmo. Incluso así es como traducen las
otras versiones este pasaje “Sirvan al Señor con entusiasmo” (NVI) “Sirvan al
Señor con el fervor que da el espíritu” (NTV). Una persona que es “ferviente en Espíritu” es una persona
que realiza todo con fervor. Ella va a orar de forma ferviente como lo hizo
Elías.
“Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a
las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la
tierra por tres años y seis meses” Santiago 5:17
Pero además de esto, una persona ferviente va a amar a sus
hermanos con un ferviente amor tal como instruye el apóstol Pedro a los
discípulos:
“Y ante todo, tened entre vosotros ferviente
amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados.” 1 Pedro 4:8
En el libro de Hechos tenemos a un hermano llamado Apolos, el cual era
un judío muy poderoso en las Escrituras.
“Llegó entonces a Éfeso un
judío llamado Apolos, natural de Alejandría, varón elocuente, poderoso en las
Escrituras. Este había sido instruido en el camino del Señor; y siendo de
espíritu fervoroso, hablaba y enseñaba diligentemente lo concerniente al Señor,
aunque solamente conocía el bautismo de Juan” Hechos 18:24-25
Como podemos ver Apolos era una persona que estaba “hirviendo en
el espíritu” el estaba constantemente predicando el evangelio a toda persona. Debemos
tener cuidado en pensar que nosotros podemos “producir ese fervor” pues el
Espíritu Santo el que nos da ese “fervor”, por eso Pablo le escribió a Timoteo
que Dios “no nos ha dado un espíritu de
cobardía sino de PODER, amor y de dominio propio” 2 Timoteo 1:7
Ahora ¿Cómo sabemos que una persona realmente es fervorosa? Porque
esta “sirviendo al Señor”. Es interesante que existan varios verbos en griego
para hablar de “servir”[8] pero
aquí usa el verbo “Douleia” que alude a ser esclavo. Por lo que podríamos decir
que los cristianos somos “fervientes esclavos del reino de Dios”.
Entonces podríamos decir que no es suficiente ser diligentes
solamente, sino que debemos ser personas diligentes y fervientes en la obra del
Señor. En el cristianismo actual es común que se asocie a una persona
“ferviente” con una persona que canta fuerte, que levante las manos, que grite
amén o manifieste de cualquier otra manera su “fervor”. Pero aunque ninguna de
estas cosas son malas en sí mismas, una persona que haga no todo eso no quiere
decir que esa una persona ferviente. Cuando uno lee la biografías de hombres
que Dios uso en la historia como Juan Calvino, George Whithefield, Jonathan
Edwards o Charles Spurgeon nadie de nosotros va a dudar que eran personas
“fervientes” ¿Por qué? Porque eran hermanos que estaban completamente
entregados al servicio de Dios.
Ese es el centro de ser una persona ferviente, una persona
ferviente es una persona que tiene una pasión plena en su mente y en su corazón
por la obra de Dios. Es una persona que está preocupada por el avance del reino
de Dios, que derrama lágrimas por la salvación de los perdidos, que está
ansioso por compartir la palabra de Dios a quien no conoce la preciosa
salvación. No es posible hermanos que el centro de tu vida sea otra cosa más
que el Señor y su reino. Una de las cosas que más “apaga el espíritu” es no
servir en la obra de Dios. Es un sutil ataque de Satanás, preocuparte más por
otras cosas y descuidar el servir en el reino de Dios. Ahora dime ¿Eres tu una persona realmente
ferviente por la obra de Dios? ¿Eres alguien que está llorando por las personas
que se van al infierno? ¿Estás compartiendo el evangelio del Señor entre tus
familiares, amigos o compañeros de trabajo? ¿Estás buscando primeramente el reino
de Dios y su justicia?
Romanos 12:12 Cristianos gozosos en la
esperanza
La palabra que destaca en este verso es la palabra “gozo”. En mi
opinión la palabra “alegría” no le hace justicia a la palabra gozo, pero así es
como traducen otras versiones “Alégrense
con la esperanza segura que tenemos” (NVI) “Alégrense en la esperanza” (NTV). Pienso
que la palabra “regocijo” es más cercana a gozo, pues la alegría es algo
“natural” pero el gozo es dado por el Santo Espíritu
“Porque el reino de Dios
no es comida ni bebida, sino justicia, paz, y gozo en el Espíritu Santo”
Romanos 14:17
Un cristiano es alguien que se goza en el Señor (Fil 3:1) “Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez
digo ¡Regocijaos! (Fil 4:4) Pero ¿Por qué se goza en el Señor? Podríamos enumerar
muchas cosas por las cuales podríamos regocijarnos en el Señor, pero solamente
nombraremos cuatro. En primer lugar el creyente se regocija por su salvación
(Hechos 8:39) al igual que el eunuco en el camino íbamos sin entender nada de
lo que leíamos en las Escrituras y Dios nos puso a alguien que nos explicará
este gran mensaje de salvación y ahora que sabemos que somos salvos por sus
gracias ¡Nos regocijamos en tan gloriosa noticia!
En segundo lugar el creyente se regocija porque su nombres están
escritos en los cielos (Luc 10:20) En una ocasión los discípulos se gozaban
porque los espíritus se le sujetaban y el Señor les dice que deberían gozarse
porque sus nombres están escritos en los cielos. Esto quiere decir que no
debemos gozarnos por nada más que por saber que nuestra salvación descansa en
nuestro gran Dios soberano.
En tercer lugar el creyente se regocija en la libertad en Cristo
(Gal 5:1) Una de las cosas maravillosas que vienen con la salvación es la
libertad. La libertad de la esclavitud del pecado y de la condenación. Ahora
tenemos esa increíble libertad de postrarnos y adorar al Señor en cualquier
lugar y ya estaremos ante su presencia.
En cuarto lugar el creyente se regocija en la esperanza. Pablo ha
desarrollado este tema de la esperanza por toda la epístola de romanos. Debido
a la seguridad de nuestro Señor Jesucristo tenemos “entrada por la fe a esa gracia en la cual estamos firmes, y nos
gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios” (Rom 5:2) Y también en el
capitulo 8:24 dice “Porque en esperanza
fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que
alguno, ¿A que esperarlo? Pero si esperamos lo que no vemos con paciencia lo
aguardamos”. Por tanto como cristianos tenemos una esperanza inconmovible
dada por el Espíritu Santo, miren como Pablo combina la es la esperanza con el
gozo.
“Y el Dios de esperanza os
llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el
poder del Espíritu Santo” Romanos 15:13
Ante todas estas bendiciones que hemos visto ¿Cómo no vamos a
estar gozosos los cristianos? Deberíamos simplemente regocijarnos en todo lo
que el Señor ha hecho en nosotros. Pero ¿Por qué vemos a muchos cristianos
llenos de ansiedades, angustias, depresiones, afanes en sus vidas? La única
respuesta es pecado. No estoy diciendo que no haya otras posibles
explicaciones, pero la mayoría de las ansiedades, angustias, depresiones y
afanes provienen de no considerar la grandiosa y maravillosa esperanza que
tenemos en Cristo. Debido a esto nuestro servicio al Señor va a ser mucho más
lento porque estamos detenidos con todos estos problemas que nos detienen y que
están fundamentados en nuestras propias obras y no en la obra del Señor. La
esperanza de la segunda venida del Señor, hace que nos vamos purificando más y
más. Por eso el apóstol Juan nos dice
“Y todo aquel que tiene
esta esperanza en él, se purifica a si mimo, así como él es puro” 1 Juan 3:3.
La esperanza de la segunda venida del Señor en donde nuestros
cuerpos van a ser transformados hace que trabajemos más para la obra del Señor.
1 Cor 15:58
“Así que, hermanos míos
amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo
que vuestro trabajo en el Señor no es en vano”
Romanos 12:12 Cristianos sufridos en la
tribulación
Después que vemos que los cristianos son personas llenas del gozo
del Señor nos dice también que los cristianos viven sufridos en la tribulación.
La palabra para “sufridos” (Gr Jupomeno) significa “sufrir pacientemente”
“permanecer” “resistir” “soportar[9]”. Las
otras versiones bíblicas las traducen así “Tengan paciencia en las
dificultades” (NVI) “muestren paciencia en el sufrimiento” (NTV) Por tanto es
un llamado para los cristianos a sufrir pacientemente. Pero ¿Por qué los cristianos
enfrentamos tribulaciones? Hay varias razones las cuales podemos nombrar.
En primer lugar sufrimos porque nuestro Maestro Jesucristo sufrió.
Por tanto como creyentes vamos a enfrentar las mismas dificultades.
“Acordaos de la
palabra que yo os he dicho: El siervo no es mayor que su señor. Si a mí me
han perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi palabra,
también guardarán la vuestra” Juan 15:20
En segundo lugar el sufrimiento es el camino que hay que
transitar como herederos del reino de Dios (Hechos 14:22)
Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y
coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que
juntamente con él seamos glorificados. Romanos 8:17
En tercer lugar el
sufrimiento debe llevarnos a gozarnos porque somos participantes de los
padecimientos de Cristo.
“Amados, no os sorprendáis
del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os
aconteciese, sino
gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que
también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría. Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados,
porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros. Ciertamente, de
parte de ellos, él es blasfemado, pero por vosotros es glorificado” 1 Pedro 4:
12-14
Los creyentes del primer siglo enfrentaron muchas persecuciones de
diversos grupos. Por ejemplo, los judíos acusaban a los cristianos de “cambiar
la ley de Moisés”. Los griegos de predican un mensaje que era una locura. Los
romanos de rebelarse contra el Cesar. Además tenían que enfrentar difamación de
falsas religiones y falsos hermanos. Por tanto ellos enfrentaron muchas más
persecuciones que las que nosotros recibiremos en Chile en el siglo XXI. No
sabemos si en el futuro esto se mantendrá así, pero lo que quiero llevarles a
pensar es que cuando vemos a los cristianos enfrentando persecuciones nunca los
vemos quejándose de eso, sino más bien “gozosos de participar la persecución
por causa de Cristo”.
“Y ellos salieron de la
presencia del concilio, gozosos de haber sido tenidos por dignos de padecer
afrenta por causa del nombre”
Vemos como Pedro y Juan se gozaban en sufrir por causa del
evangelio, porque entendían que era un privilegio hacerlo. Pablo también lo
entendía de la misma manera
“Ahora me gozo en lo que
padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de
Cristo por su cuerpo, que es la iglesia” Colosenses 1:24
Esta es la perspectiva que como creyentes debemos tener, sufrimos
para glorificar a Dios, porque él nos ha llamado a participar en su obra. El
nos ha dado la salvación y todas sus promesas. Nos gozamos porque ninguno
sufrimiento, prueba, dificultad o persecución puede separarnos del amor de
Dios. Ningún sufrimiento o dolor puede quitar que nuestros nombres estén
escritos en el cielo, o la libertad que tenemos escrito o la esperanza de
gloria de la segunda venida de Cristo.
Romanos 12:12 Cristianos constantes en la
oración
La palabra que destaca en este verso es “constantes”. Las otras
versiones bíblicas traducen “Sigan orando” (NVI) “Perseveren en la oración”.
Por tanto creo que la idea es bastante simple: sean constantes y perseverantes
en “su vida de oración”. Como creyentes tendemos a no ser constantes en la
oración, pero ¿Por qué? Porque somos pecadores y pensamos que podemos hacer las
cosas sin oración. Por supuesto tenemos miles de excusas para no orar, pero
ninguna de ellas tiene justificación cuando Jesucristo quien estuvo muy ocupado
en su ministerio se levantaba temprano a orar (Marcos 1:35) y además de eso,
nos enseño los principios más importantes en la oración modelo (Mt 6:5-15) Pero
algo interesante es que cuando estamos bajo tribulaciones, tendemos a buscar
con mayor énfasis la voluntad de Dios ¡Esa es una de las razones de porque las
tribulaciones y persecuciones son buenas para nuestro crecimiento espiritual!
De lo contrario simplemente estaríamos confiando en nosotros mismos y no en el
Señor. Aunque los momentos de
tribulación nos pueden enseñar mucho sobre la perseverancia de la oración,
Jesús nos manda a que debemos orar constantemente (Lucas 18:1) y Pablo nos
decía que debemos “orar sin cesar” (1 Tes 5:17)
[1]
https://www.cepchile.cl/
[2]
http://www.elmostrador.cl/noticias/pais/2015/12/21/cep-40-de-los-chilenos-cree-que-la-principal-razon-de-la-pobreza-esta-en-la-flojera-y-falta-de-iniciativa/
[3]
http://www.latercera.com/noticia/chilenos-creen-que-los-trabajadores-del-pais-son-flojos-y-discriminadores/
[4]
Diccionario Vine. Página 281.
[5]
http://dle.rae.es/?id=DmapFfE
[6]
NVI “Trabajen con esmero”
[7]
http://dle.rae.es/?id=SaFeya6
[8]
Diccionario Vine. Páginas 838-839.
[9]
Diccionario Vine. Página 866
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