Una
de las características de la teología del siglo XIX y XX fue la aparición de la
teología liberal la cual como lo dice su nombre pretende ser “libre” de
prejuicios o presupuestos (como que la Biblia es la palabra de Dios) cuando
interpreta. El problema con eso es que es imposible partir sin presupuestos a
la hora de interpretar la Biblia o crees que la Biblia es la palabra de Dios o
simplemente no lo crees[1]. A la hora de interpretar
muchos de estos teólogos tomaban filosofías mundanas para interpretar las
Escrituras por lo que les parecía imposible creer lo que la Biblia decía. Por
ejemplo muchos de ellos negaron el nacimiento virginal, la naturaleza divina y
la resurrección de Jesucristo porque pensaban que no era posible creer esto.
Por tanto cuando varios teólogos se encontraban con el lenguaje de estos
pasajes argumentaban que los principados, potestades y huestes se refieren a
los poderes políticos, económicos y sociales que no oprimen como sociedad y no
un sistema demoniaco espiritual con el cual luchamos[2]. Sin duda es que debemos
rechazar tal visión que pone en duda la palabra de Dios.
Pero
por otro lado hoy en día tenemos otra versión de la lucha espiritual que se ha
vuelto mucho más peligrosa entre los evangélicos. Este movimiento hace un
llamado a “hacer guerra espiritual”. Déjenme ilustrarte este movimiento con una
cita de un libro llamado “Guerra de alto nivel[3]” de Ana Méndez, una
supuesta “profeta y apóstol.”
Yo formo parte de esa armada, y por la
gracia de Dios, Él me ha puesto como una de sus generales. Es gracias al
indescriptible poder de Dios, que he podido vencer en gloriosas batallas y en
varios de los lugares más oscuros de la tierra. Hemos peleado un sinnúmero de
guerras en las regiones celestes contra poderosos espíritus territoriales,
trayendo la libertad de millones de personas que se encontraban sin esperanza
bajo los terribles yugos del diablo[4].
Hordas de pastores se están levantando
para evitar que sean destruidas las fortalezas del diablo en el segundo cielo.
No quieren detenerse a pensar que la guerra no cesa porque el ejército de Dios
sea detenido[5].
Este
es el nuevo lenguaje en muchas iglesias evangélicas cuando se habla de guerra
espiritual; “espíritus territoriales” “guerras en el segundo cielo” “atar y
desatar el demonio” “pelear contra las huestes de maldad”. Pero ¿Se trata de
esto la guerra espiritual? Es interesante que los que mantienen la primera
perspectiva sobre la guerra espiritual son incrédulos, mientras que lo que
mantienen la segunda perspectiva son demasiado crédulos hasta el punto de
ignorar el sentido común. Pero más allá de estos ambos fallan en algo
fundamental que es en la correcta manera de interpretar las Escrituras.
Una
de las paradojas de todo esto es que lo más importante en la guerra espiritual
es un correcto manejo de las Escrituras. ¿No me cree? Mire conmigo la
descripción que hace Pablo aquí. El usa como referencia a la armadura de un
soldado romano la cual incluía el casco de la salvación, la coraza de la justicia,
el cinturón de la verdad, el calzado de la paz que es el evangelio y la espada
del Espíritu. Toda la armadura que él describe es ofensiva, solo hay un arma
ofensiva y esa es la espada del Espíritu que es la palabra de Dios (Efe 6:17) No
hay nada más fundamental que el uso adecuado de las Escrituras a la guerra
espiritual que peleamos y cuando no la usamos correctamente vamos a sufrir
consecuencias. Podemos poner varios ejemplos en las Escrituras en cómo se usa
adecuadamente la palabra de Dios, pero miremos uno que es el más evidente, el
de nuestro Señor Jesucristo frente a Satanás (Mt 4:1-11) Satanás viene donde
Jesús y le tienda a que muestre su poder en un momento de debilidad, pero Jesús
responde con las Escrituras diciendo que no se debe tentar al Señor (Dt 8:3)
Satanás viene de nuevo y le cita Salmos 91:11-12 torciendo las Escrituras y
Cristo le responde citándole correctamente las Escrituras (Dt 6.16) Por última
vez viene para ofrecerle la gloria que el tenia, pero Cristo citando la
Escritura le recuerda quien debe ser realmente adorado (Dt 6:13)
La guerra espiritual no es por
nuestras fuerzas (Efe 6:10)
Pablo
nos ha estado explicando desde el capitulo 5:17 que es ser lleno del Espíritu
Santo, nos ha explicado que significa y como se aplica al matrimonio, a la
crianza de los hijos y a la relaciones entre amos y esclavos (Efe 5:21-6:9)
Pero ahora Pablo se propone a exponerlos en la sección final de la carta un
tema muy importante que es la guerra espiritual. La palabra que traduce Reina
Valera como “Por lo demás” no es correcta ya que la expresión que los mejores
manuscritos tienen aquí debe traducirse como “de aquí en más” o “por el tiempo
que queda.[6]” Es por eso que las otras
versiones traducen mejor cuando dice “Por ultimo” (NVI) “Una palabra final”
(NTV) Las últimas palabras de Pablo tienen que ver con el tiempo que pasaremos
en este mundo desde que creímos en Cristo hasta cuando el regrese. Pablo hace
un llamado a los hermanos a que se “fortalezcan” y se aferren al “poder” de su
fuerza. La palabra “fortalecer” significa “apoderar, dar fuerza[7]” y sugiere fortaleza en el
alma y el propósito[8].
Por tanto es un llamado a confiar en el gran poder de Dios frente a las
dificultades que nos enfrentemos en la vida espiritual.
¿Por
qué Pablo hace este llamado? Pues pensemos por un momento en el contexto de
greco-romano del primer siglo. El cristianismo había nacido con un puñado de
hombres en el imperio más grande del mundo antiguo y seria vista como una secta
judía que luego sería perseguida con el fin de ser eliminada. Los cristianos
del primer siglo no tenían templos, no tenían ejércitos, no tenían ayuda del
gobierno y además su mensaje era hostil a los oídos de los judíos, griegos y
romanos. ¿Quién podría ayudarlos? Solo el Señor. Ellos podían mirar alrededor y
ver todo lo que estaba alrededor de ellos eran miles de enemigos que querían
destruirlos. Los cristianos podían
sentirse fácilmente atemorizados y es por eso que el Señor en ocasiones
escribía mensajes sobre “alentadores” que les recordaba a los apóstoles a
perseverar. El
joven pastor Timoteo se había sentido intimidado porque las persecuciones había
aumentado y Pablo tuvo que animarle escribiendo estas palabras.
“Porque no nos ha dado Dios Espíritu de cobardía,
sino de poder, de amor y de dominio propio. Por tanto no te avergüences de dar
testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las
aflicciones por el evangelio según el poder de Dios” 1 Timoteo 1:7-8
Timoteo
había caído en el temor y la cobardía de no dar testimonio del Señor Jesucristo
por tanto Pablo que animarle recordándole que Dios le había provisto de su
Espíritu poderoso para predicar el evangelio. Pero esto no fue solo la
experiencia de Timoteo sino que en las Escrituras tenemos varias exhortaciones
a la valentía y al valor para que los hombres de Dios no temieran.
“Y Jehová va delante de ti; el estará
contigo, no te dejará, ni te desamparará; no temas ni te intimides”
Deuteronomio 31:8
“Mira que te mando que te esfuerces y
seas valiente; no temas ni desmayes; porque Jehová tu Dios estará contigo en
donde quiera que vayas” Josué 1:9
“No temas, porque yo estoy contigo; no
desmayes, por yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te
sustentaré con la diestra de mi justicia” Isaías 41:10
Dios
repite de forma muy seguida el llamado a no temer y a confiar en él ¿Por qué?
Porque nosotros constantemente tememos. Ahora hay dos formas en que el temor se
puede manifestar entre los cristianos. La primera y más evidente es la que
hemos visto hasta ahora en la cual la persona teme y Dios le llama a confiar en
él. Pero la segunda es un poco más sutil y tiene que ver con el error del
“movimiento de la guerra espiritual” contemporáneo el cual subestima el mundo
espiritual y llama a pelear “con las huestes espirituales” y ponen su confianza
en el “poder” que creen que Dios les dio. La verdad es que ellos tienen
igualmente tanto temor que toda su confianza esta en ese supuesto poder. Pero
si vamos al fondo de ambos temores solamente te encontraras que tienes temor
porque estas centrado en ti y en lo que tú haces. Tu confianza no está puesta
realmente en el poder de Dios sino en lo que tú haces. Tu salvador y tu
confianza eres tú mismo y no la obra de Cristo. El temor es una sutil salvación
por obras. El llamado como cristianos es un llamado a esforzarnos, ser
valientes y pelear la buena batalla de la fe en la fuerza del Señor “porque
separados de mí nada podéis hacer” (Jn 15:5) Uno de los conceptos que como
iglesia hemos perdido es lo que antes se llamaba la “iglesia militante” era la
idea de que la Iglesia estaba peleando batallas en este mundo contra el pecado
y la maldad en el poder del Señor. ¿Estás tú en esta guerra?
La guerra espiritual no es
en nuestras armas carnales (Efe 6:11)
Después
que Pablo establece el fundamento de que la guerra espiritual no es nuestras
fuerzas, sino en las fuerzas del Señor ahora va explicarnos que es lo que
debemos hacer en la guerra espiritual. Lo primero que vemos es que las armas
para enfrentar esta guerra espiritual no son carnales ni son nuestras sino que
vienen del Señor. Pablo llama a “Vestíos
de toda la armadura de Dios” esto indica permanencia y que por tanto el
cristiano debería usar la armadura todo el tiempo. Recordemos que todos los
elementos de la armadura son importantes, ya que si descuidamos alguno entonces
no podremos llevar a cabo una guerra espiritual como el Señor nos ha llamado.
Esta es quizás la razón de porque la iglesia de hoy es tan débil bíblicamente.
Por ejemplo, la verdad es importante porque Jesucristo dijo ser la verdad:
“Yo soy el camino, la verdad y la vida;
nadie viene al Padre sino es por mi” Juan 14:6
Pero
¿Cuántas iglesias has visto preocupada con la verdad de las Escrituras?
¿Cuántos veces hemos oído que la doctrina no importa sino solo el amor? ¿Cuántas
iglesias están cautivadas por hacer cosas pero no preocuparse por la verdad de
las Escrituras? La verdad de las Escrituras debe ser un tema prioritario para
nosotros como congregación porque de aquí mana la base del ministerio y el
evangelismo de la iglesia. Una iglesia
aferrada a la verdad va predicar la verdad.
Pero
además de esto Pablo nos dice que debemos “estar
firmes contra las asechanzas del diablo”. La palabra “asechanzas” tiene el
sentido de “hacer “artimañas o trucos para engañar[9]” Pablo había usado esta
misma palabra en Efesios 4:14 donde advierte.
“Para que no seamos niños fluctuantes,
llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres
que para engañar emplean con astucia las
artimañas del error”
Debemos
recordar que nuestro corazón es malo y
engañoso (Jer 17:9) y Satanás como padre de mentira sabe eso (Jn 8.44) así que
él va buscar alimentar los deseos pecaminosos de nuestro corazón. Si miramos la
estrategia de Satanás en la caída veremos cuáles fueron sus artimañas y como
aún usa los mismos engaños para engañarnos (Gen 3:1-6) El primer ataque de
Satanás en el jardín del Edén son dos cosas. 1) Mezclar verdad con mentira y 2)
Poner en duda la palabra de Dios
“¿Con qué Dios os ha dicho: No comáis de
todo árbol del huerto” Génesis 3:1
Lo primero es
que nos fijemos con atención que Dios no había dicho (Gen 2:16-17) Dios había
dicho que podía comer de todos los arboles del huerto, pero que solamente no
podía comer del árbol del conocimiento del bien y el mal. ¿Notan la mezcla de
la verdad con la mentira? Veamos en el contexto de la guerra espiritual
contemporánea dicen que “Dios nos ha llamado a vivir como hijos del ser y que
todos debemos ser personas prosperas y a expulsar cualquier espíritu de
pobreza”. Es cierto que somos hijos del rey y que Dios nos prospera, pero ¿Es
esto siempre así? Por supuesto que no, en muchas ocasiones Dios permite que
vivamos de forma austera para que aprendamos a confiar en él. Pero fíjense como
se mezcla la mentira con la verdad. Este sigue siendo la estrategia de Satanás
para engañarnos.
Lo segundo que
vemos aquí es que Satanás pone en duda
la palabra de Dios. Cuando Satanás hace esa pregunta es para que Eva dude y
realmente lo logra. Ella duda de que si Dios realmente está siendo bondadoso
con ellos. Esta fue la experiencia que Asaf tuvo cuando sintió envidia por la
prosperidad de los impíos (Sal 73: 3) porque ellos no sufrían tristezas ni
dolores como los demás, ellos simplemente se reían de los demás y es como si
dijeran ¿Y dónde está tu Dios ahora? (Sal 73:8-9) Los creyentes podemos ver la
prosperidad de las personas que no creen en Dios con sus casas, con sus autos,
con sus profesiones y ver que la pasan muy bien ¿Por qué nosotros vivimos de
esta manera, con apenas dinero para vivir y sin ser los grandes exitosos del
mundo? Lamentablemente hoy en día tenemos nuestra propia versión del mundo en
la iglesia en donde los cristianos están más enfocados ser “exitosos”
“triunfadores” “prósperos profesionales” que en la santidad y en la
mortificación del pecado. Como decía un predicador que los que son engañados en
el evangelio de la prosperidad no necesariamente son inocentes sino que ellos
son engañados porque anhelan eso mismo en el corazón.
Otra
de las estrategias de Satanás es mentir hasta que el pecado se vea como algo
delicioso.
“Entonces la serpiente le dijo a la
mujer: No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comías de él, serán
abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal. Y vio la mujer que el árbol era
bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para
alcanzar la sabiduría; y tomo de su fruto, y comió; y dio también a su marido,
el cual comió así como ella”
Satanás
aquí miente directamente contradiciendo la palabra de Dios ya que él dice que
morirían (Dios había dicho que sí) dicen que serian como dioses (apelo al
orgullo o conocimiento) y luego de eso a Eva le pareció delicioso el pecar. ¿No
es acaso lo mismo que pasa en nuestro corazón cuando pecamos? Tu puedes conocer
lo que la palabra de Dios dice (tal como Eva lo sabia) puedes conocer sus
mandatos, pero de pronto dices “¿Sera esto tan pecaminoso? ¿Quizás tan solo un
poco no haga daño? Y luego sin darte cuenta te convierte en el estándar de la
verdad. Tú determinas lo que está bien y está mal, o sea te convierte en tu propio
dios. Luego que llegas a ese punto simplemente te queda observar la delicia del
pecado. Estas maquinaciones de Satanás siguen estando vigentes.
Entonces
¿Cómo enfrentar estas maquinaciones de Satanás? Uno de los errores comunes que
enfrentamos antes estas maquinaciones es pensar “Ok, desde el lunes en adelante
voy leerme la Biblia todos los días y orar cada día 1 hora”. Eso puede lograrse
un par de día, pero luego ¿Qué pasa? Ya no haces eso, porque piensas que con
tus propias fuerzas vas a poner vencer el pecado y maldad que habita en tu
corazón. Pero la verdad es que debes “vestirte de la armadura de Dios” debes
vestirte con su justicia, verdad y virtudes. Pablo habla sobre esto en 2
Corintios 10:3-6
“Pues aunque andamos en la carne, no
militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales,
sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas; derribando argumentos
y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando
cautivo todo pensamiento a la obediencia de Cristo, y estando prontos a
castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia sea perfecta”
Lo
que Pablo nos está diciendo aquí es que aunque andamos en la carne las armas
que usamos para enfrentarnos a esta guerra no son carnales sino que armas
poderosas dadas por Dios. Como creyentes tenemos las armas espirituales que son
la oración, la palabra de Dios y el Espíritu santo en nosotros para enfrentar
esta guerra espiritual. Pablo usa la ilustración de las fortalezas que la
mayoría de las ciudades tenían en el mundo antiguo en las colinas de las
ciudades para refugiarse en el caso de guerras. Por tanto nos dice que la
palabra de Dios es capaz de destruir las fortalezas espirituales del mundo
satánico. Pero no solamente destruye las fortalezas sino que además las
derriba, las humilla y las lleva a los pies de Cristo.
Como
cristianos nos encontramos en una guerra de ideas entre lo que dice Dios y lo
que dice Satanás, por tanto ¿A quién vas a estar escuchando a Dios o al diablo?
Es por eso que antiguamente la iglesia estaba saturada de la palabra de Dios no
solamente en la iglesia, sino que en los hogares, en la educación, en la
iglesia en todo tiempo necesitamos estar escuchando la palabra de Dios porque
sino las voces del mundo van a engañarnos con sus propuestas pecaminosas.
La guerra espiritual no es
física (Efe 6:12)
Pablo
nos quiere aclarar que la lucha que nosotros estamos enfrentando no es una
lucha física, sino que es una lucha espiritual. Estas luchas no son como las
que enfrentó el pueblo de Israel en el antiguo testamento sino que tienen que
ver con algo mucho más profundo. Tal como nos dice otras versiones de la Biblia
esta no es “una lucha contra seres humanos”
(NVI) “no luchamos contra enemigos de carne y hueso” (NTV) luchamos
contra enemigos espirituales, contra enemigos invisibles. Este es un uno de los
pasajes que describe con mayor claridad el mundo espiritual contra el cual nos
enfrentamos.
Todas
las palabras que nombra en estos versos eran familiares para los romanos. El principado significa “cargo o título
de príncipe[10]”
podría estar aludiendo a la potestad que tiene Satanás en este mundo permitida
por Dios llamado en las Escrituras como “el príncipe de este mundo” (Juan
16:11) “el dios de este mundo” (2 Cor
4:4) o podría estar aludiendo a algún ángel de maldad como el “príncipe de
Persia” que se opuso a las oraciones de Daniel (Dan 10:13) lo cierto es que no
debemos especular más allá de lo que no entendemos totalmente. Las potestades aluden al poder,
dominio, poder legal que tenía un magisterio o cargo público para actuar y
tomar decisiones en el terreno de lo civil[11]. Esto quiere decir que los demonios tienen
cierta autoridad sobre los incrédulos, es por eso que Jesús liberaba a los
endemoniados.
“Pero si yo por el Espíritu de Dios echo
fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios” Mateo
12:28
Los gobernadores de las tinieblas son
simplemente más demonios que tienen cierta autoridad en el reino de las
tinieblas y la palabra huestes tiene
relación con ejército y grupo de seguidores[12]. Nuevamente insisto que
debemos evitar con todas nuestras fuerzas el especular más allá de lo que las
Escrituras nos hablan sobre este tema. Un ejemplo de esto lo vemos en Hechos
19:13-16
“Pero algunos de los judíos, exorcistas ambulantes, intentaron
invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos,
diciendo: Os conjuro por Jesús, el que predica Pablo. Había siete hijos de un
tal Esceva, judío, jefe de los sacerdotes, que hacían esto. Pero respondiendo
el espíritu malo, dijo: A Jesús conozco, y sé quién es Pablo; pero vosotros,
¿quiénes sois? Y el
hombre en quien estaba el espíritu malo, saltando sobre ellos y dominándolos,
pudo más que ellos, de tal manera que huyeron de aquella casa desnudos y
heridos”
Esto nos muestra que
debemos ser muy cuidadosos a la hora de involucrarnos en el mundo espiritual
sin la autoridad de Jesús. Hay
teólogos que han argumentado que aquí no se refiere a demonios sino simplemente
a las autoridades existentes, pero es claro que el contexto no les acompaña en
esto. Lo que si puede ser posible es que practicas pecaminosas de las personas
o de los gobernadores tengan influencia satánica. Por ejemplo no dudaría en
pensar que Adolf Hitler tenía una influencia satánica en sus ideas.
El llamado a resistir el día
malo (Efe 6:13)
Pablo
no quiere que solamente nos vistamos de la armadura de Dios sino que llama a
que “tomemos la armadura de Dios”. Esto quiere decir no es suficiente ponerse
la armadura y no actuar, sino que debemos vestirnos de la armadura para poder
resistir el día malo. No debemos permitir que el enemigo nos sorprenda sin la
armadura de Dios. Desde la caída del mundo hasta la segunda venida del Señor
vivimos bajo el “día malo” donde el pecado y la maldad abundan y solamente el
evangelio puede transformar. Este verso termina con la frase “Estar firmes”.
Esta frase se repite tres veces en estos versículos; “Estar firmes” (v12)
“Estar firmes” (v13) “Estad, pues, firmes” (14) Esto es interesante cuando
pensamos en la forma en que los romanos “resistían” cuando los atacaban en las
batallas. Un autor romano llamado Flavio Vegecio Renato escribió un libro
llamado “Epitoma Rei Militaris” que significa “Compendio de técnica militar[13]” en el cual expone
detalladamente los que eran escogidos para el combate, las armas y técnicas que
usaban y sus estrategias.
En
ese texto se describen varias formas de defensa contra el ataque del enemigo
como el alzamiento de los escudos en las cabezas de los soldados para
protegerse de las flechas llamada la formación tortuga. Luego estaba la formación
en orbe que consistía en una formación circular donde quedaban espalda con
espalda protegidas todos con sus lanzas y escudos[14]. Lo que vimos la película
el gladiador cuando pelearon en el coliseo de Roma por primera vez y están
siendo rodeados por carros de caballos allí ellos hacen la formación orbe para
protegerse del enemigo[15]. Así mismo es como
cristianos debemos resistir los ataques malvados de Satanás porque el anda
“como león rugiente buscando a quien devorar” (1 Pedro 5:8). Los cristianos
debemos estar firmes en la formación del Señor para vencer el día malo de
tentaciones y pecado.
“Someteos, pues, a Dios; resistid al
diablo, y huirá de vosotros” Santiago
4:7
Lo
más increíble es que nosotros como cristianos ya tenemos la guerra ganada
porque Cristo venció en la cruz. Colosenses 2:14-15.
“Anulando el acta de los decretos que
había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y
clavándola en la cruz, y despojando a los principados públicamente, triunfando
sobre ellos en la cruz”
[1] Un breve bosquejo de la teología liberal. http://protestantedigital.com/magacin/40852/De_donde_vienen_todos_estos_teologos_liberales
[2]
Ver el análisis de John Stott. El mensaje a Efesios. Páginas 250-256
[3]
https://www.amazon.com/Guerra-Nivel-Spanish-Mendez-Ferrell/dp/1933163305
[4]
Ana Méndez. Guerra de Alto nivel. Página 2.
[5]
Ana Méndez. Guerra de alto nivel. Página 4
[6]
John Stott. El mensaje de Efesios. Página 245.
[7]
Concordancia Strong. Página 29.
[8]
Diccionario Vine. Página 382.
[9]
Concordancia Strong página 53
[10]
http://etimologias.dechile.net/?principado
[11]
http://etimologias.dechile.net/?potestad
[12]
http://etimologias.dechile.net/?hueste
[13]
http://deim.urv.cat/~blas.herrera/reimilitarisesp.pdf
[14]
https://revistadehistoria.es/formaciones-y-tacticas-del-imperio-romano/
[15]
https://www.youtube.com/watch?v=Efk4JUVTVvE
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