Es
evidente que nuestra sociedad ha cambiado respecto a lo que considera
“familia”. Varios factores han contribuido a este cambio[1]. Uno de ellos es lo que se
llama “vida en pareja” “uniones civiles” “matrimonios sin papeles” que antes en
la iglesia solíamos llamar “fornicación”, pero que poco a poco ha llegado a ser
normalizado entre nosotros para que le digamos que ellos son “pareja”. Debido a
que estas “parejas” no son estables porque pronto se “acaba el amor” los niños
son expuestos a la crianza de una madre o de un padre y en otras ocasiones
tienen “padrastros o madrastras” o en otros casos son criados por tíos, abuelos
o cualquier familiar. En el peor de los casos los niños son abandonados y viven
en las calles o son enviados a centros menores. Algunas cifras señalan que 900
niños viven en la calle sin hogar.[2]
¿Cuál
ha sido la respuesta de la sociedad ante este problema? Decirnos que existe una
diversidad de familias para acoger a estos niños. Por tanto está bien que los
niños sean criados por tíos, abuelos o cualquier otro familiar. Por otro lado las
“parejas homosexuales” han argumentado que si han existido diversas familias en
la historia de la humanidad entonces se debería permitir a las “parejas
homosexuales adoptar a estos niños para
criarlos[3]. ¿Cuál ha sido la
respuesta de los cristianos? oponernos a esa visión de que cualquiera puede
adoptar a los hijos o de que las parejas homosexuales deban adoptar a estos
niños, pero sin participar de una solución al respecto. La iglesia primitiva
enfrento un problema similar de abandonos de niños, pero la respuesta de ellos
fue adoptar a esos niños abandonados[4] ¿Por qué ahora no
respondemos de la misma manera y luego se lo reprochamos a la sociedad? Algunos
hermanos con buenas intenciones crean iglesias donde ponen como nombre
“salvando a la familia” o “la familia de Cristo” etc, pero no es simplemente
cuestión de cambiar el nombre de la iglesia, sino que es ponernos en acción
ante esta crisis que enfrentamos.
La caída y la familia
Uno
de los mitos que debemos sacarnos de nuestra mente es que una “familia
cristiana es una familia perfecta” pues desde que el mundo cayó en pecado
podemos ver que las familias en las Escrituras no son perfectas porque este mundo
no es perfecto. Pues si así lo fuera ¿Cómo explicarías el matrimonio de Abraham
con dos mujeres en Génesis 16? ¿Cómo explicarías el matrimonio de Jacob con 4
en Génesis 29 y 30? ¿Cómo explicarías el matrimonio de David con 8 esposas?
¿Cómo explicarías el matrimonio de Salomón con 700 esposas y 300 concubinas? La
respuesta obvia es que el pecado trajo corrupción a este mundo y por tanto
contamina todo con su maldad. Pero esto no es una excusa para que nosotros
vivamos de forma pecaminosa porque Pablo nos ha mostrado por medio de esta
carta que ya no debemos andar como los gentiles, sino que debemos despojarnos
del viejo hombre (Efe 4:17-22) Esto significa que debemos como creyentes, como
esposos y como padres debemos ser llenos del Espíritu Santo (Efe 5:17-6:4) Esto
nos da esperanza como cristianos, pues seguramente muchos de nosotros tuvimos
una crianza con métodos y actitudes no bíblicas (de la iglesia, escuela o
padres) pero Dios en su misericordia nos enseña ahora que es lo que las
Escrituras nos dicen.
Como
vimos la semana pasada los niños no solamente son abandonados cuando se les
envía a la calle y ya no se les da protección física, sino que pueden ser
abandonado en nuestra crianza cuando pensamos que el jardín infantil, la
escuela o la iglesia puede sustituir el trabajo que como padres tenemos que
hacer. Las Escrituras nos muestran que los padres tienen el deber de
repetirles constantemente cada día las enseñas de las Escrituras (Dt
6:6-9) participar activamente de su crianza escuchándolos (Prov 18:13)
respondiendo sus preguntas (Ex 12:24-25) conociendo sus luchas e instruyéndolos
en todo sentido (Prov 2-6) Por tanto, lo primero en una crianza bíblica es la
comunicación y el pastoreo del corazón del niño. En segundo lugar, lo
importante en una crianza bíblica de un niño es el uso adecuado de la vara.
El uso de la vara
Hay
personas que al escuchar esto se la “vara” asocian inmediatamente con el uso de
la violencia en cualquier sentido, pero esto no tiene nada que ver el uso
adecuado y bíblico de la vara. La Biblia nos habla en varias ocasiones de corrección
(Prov 12:1; 13:1; 23:12)
“El que detiene el castigo, a su hijo
aborrece; mas el que lo ama, desde temprano lo corrige” Proverbios 13:24
“Castiga a tu hijo en tanto hay
esperanza; mas no se apresure tu alma para destruirlo” Proverbios 19:18
“Corrige a tu hijo, y te dará descanso,
y dará alegría a tu alma” Proverbios 29:17
Parte
de instruir en la disciplina y amonestación del Señor esta el castigar a los
hijos. El no castigar a nuestros hijos es no amarlo en verdad porque uno
disciplina al hijo porque lo ama. Pero la pregunta es ¿Cómo debemos
castigarlos? En este punto muchos cristianos aplican métodos que los “expertos”
nos enseñan cómo decirle al niño que no podrá ver televisión, irse al cuarto,
dejarlo a solas o simplemente no darle lo que quiere. Pero ¿Es esa la manera que
el Señor nos revela en su palabra? El Señor nos revelo el uso de la vara (Prov
10:13; 26:3)
“La necedad está ligada en el corazón
del muchacho, mas la vara de la corrección la alejará de él” Proverbios 22:15
“No rehúses corregir al muchacho; porque
si lo castigas con vara, no morirá. Lo castigarás con vara, y librarás su alma
del Seol” Proverbios 23:13-14
“La vara y la corrección dan sabiduría;
más el muchacho consentido avergonzará a su madre” Proverbios 29:15
Hoy
en día hay cristianos que quieren evitar la clara implicancia de estos pasajes.
Por tanto van argumentar que el uso de la vara era solo para esos tiempos pero
no para los nuestros, o que la vara se usaba solamente para guiar a los niños y
no para castigarlos. Pero ¿es esto realmente así? Veamos. La palabra “vara”
significa “echar ramas, brote o literalmente vara[5]” y como se usa de diversas
maneras en las Escrituras tiene un sin número de significados[6] como rama (Gen 30:37; Jer
1:11) como apoyo que llevaban los
viajeros ya sean pastores o ancianos (Gen 32:10; Mr 6:8) también la usaban los
pastores para contar sus ovejas pasando por debajo (Lv 27:32; Ez 30:37) como palo
que llevaban los soldados (1 Sam 14:27; 2 Sam 23:21) los pastores lo usaban
como guía y protección (Mi 7:14) en algunos casos era símbolo de autoridad
“vara de Moisés” (Exo 4:20) o servía para medir (Eze 40:3; Apo 11:1) Por tanto
podemos que la idea de la vara esta por todas las Escrituras y en esta ocasión
se está usando claramente como aplicándolas como castigo a los hijos.
Entonces
lo que Dios nos está diciendo, es algo que los cristianos quieren evitar
escuchar en esta época que es que Dios nos está llamando a castigar a nuestros
hijos con vara. Por supuesto hay objeciones a la práctica de este castigo como “amo a mis hijos demasiado para
castigarlos” pero fíjate que las Escrituras nos dice que castigar a tu hijo
es realmente amarlo. Si Dios nos dejará pecar sin ninguna consecuencia y eso
nos llevará a la destrucción ¿Acaso podríamos decir que el realmente nos ama?
El castigo con vara tiene dos propósitos, uno librarlo de la vergüenza que
producirá a los padres y dos librarlo del camino al infierno. Otra objeción es
pensar que el castigarlo de esta manera
va provocar que él sea más violento. Este es un argumento muy común entre
los “expertos de familia”. Si analizan con cuidado lo que se está diciendo en
esta frase es que el niño lo vuelve más violento el trato de los padres y que
no es violento por naturaleza. ¿Cómo explicaras estos expertos la violencia de
esta generación que ha rechazado esta forma de castigo? Es claro que es una
mentira lo que dicen. Otros padres después de probarlo un par de veces creen que esta manera de castigar no
funciona. Pero cuando uno se acerca
a los padres para ver como la aplican se dará cuenta de que hay inconsistencia
al aplicarla, hay ira al aplicarla o no hay efectividad al aplicarla. Por tanto
no culpa de esta manera sino de la mala manera de aplicarla.
La
verdadera razón de porque los padres no practican esta manera es porque se han
acostumbrado a aceptar las mentiras de la cultura y rechazar lo que la Biblia
nos dice. El problema es que los padres cristianos pueden prestar mayor atento
al experto de moda que les diga como criar a sus hijos que a las Escrituras. En
el fondo las mentiras de Satanás han sembrado la incredulidad respecto a las
Escrituras. Pero si tú crees realmente en las Escrituras, si confías en ellas
como la revelación del Señor entonces al practicar este castigo de forma
bíblica verás los frutos que la misma Biblia dice respecto a tus hijos.
“Es verdad que ninguna disciplina al
presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto
apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados” Hebreos 12:11
El uso adecuado de la vara
Respecto
a si se debe usar una vara literalmente o la mano de los padres expresó mis
dudas, pero lo que sí es seguro es que se le debe castigar al niño de una forma
adecuada y no abusiva. ¿Qué quiero decir eso? Que antes de la vara debe venir
la comunicación, antes de la vara debe venir el conocer a tus hijos para saber
cuando realmente te esta desobedeciendo para aplicar la disciplina. Cuando
vayas aplicar la disciplina a tu hijo hay tres cosas de las cuales debes poner
mucha atención.
La primera cosa que
debes poner atención es que debes aplicar el castigo explicándole a tu hijo que
al haber desobedecido a ti ha hecho algo mucho más grave que es desobedecer la
ley de Dios.
“Todo aquel que comete pecado, infringe
también la ley; pues el pecado es infracción de la ley” 1 Juan 3:4
Tú
no puedes aplicarle castigo a tu hijo porque te molesta cuando estás viendo
televisión o estás haciendo algo que te entretiene y tu hijo te interfiere pues
eso sería aplicar el castigo por tus propios deleites y no por haber quebrando
la ley de Dios, por tanto en esos casos tú vas a ser quien peque contra Dios.
La segunda cosa importante es que jamás
debes aplicar el castigo cuando tu estas enojado con tu hijo.
“Porque la ira del hombre no obra la
justicia de Dios” Santiago 1:20
El
aplicar el castigo estando enojado con tu hijo hará que no te enfoques en que
él ha pecado contra Dios y no contra ti. Además puede golpear a tu hijo de una
forma excesiva y puedes terminar pecando más tú que tu hijo. Si tu hijo ha
pecado y te enojado es mejor que esperes calmarte antes de aplicar el castigo.
Esta práctica requiere mucho dominio propio que es un fruto del Espíritu (2 Tim
1:7)
La tercera cosa importante es que antes
y después de aplicarle el castigo debes decirle que haces esto porque amas a
Dios y a él. El propósito que tiene el castigo es la
restauración de la persona. Cuando una persona es excomulgada de la iglesia (Mt
18:17) es que esta persona al ser expulsada de la comunión con los creyentes se
sienta lejano de sus amados hermanos y del Señor y llegue a reconocer su pecado
con un arrepentimiento de corazón. En el caso de un niño es lo mismo lo que
buscamos no es la conducta externa sino que el corazón del niño se acerque al
Señor y antes de aplicarle la disciplina le explicas porque lo haces y después
de la disciplina lo abrazas y le dices que lo amas.
Imaginemos un ejemplo.
Supongamos que a tu hijo (a) le dices que no tome algo que en otras ocasiones
le has dicho que no tome, entonces nuevamente le dices “hijo te he dicho en
otras ocasiones que no tomes eso” entonces el simplemente insiste y lo toma.
Entonces tú debes tomar a tu hijo ponerlo en tus rodillas (si es que hay otras
personas debes irte a una habitación donde estés a solas con él) y decirle:
“hijo has desobedecido mi voz y eso es pecar contra el Señor, por tanto como él
te ama y yo también debo castigarte”. Después de bajarle el pañal y darle unas
palmadas debes decirle que haces esto porque amas al Señor y a él y abrazarlo y
comenzar todo de nuevo. Como pueden ver
aquí no hay ni enojo, ni ira, ni te enojas porque hizo algo contra ti, sino que
simplemente le expones las razones de porque los castigas y lo haces confiando
en que esto irá acercando su corazón a lo del Señor y va a ir entendiendo lo
que es obediencia.
La comunicación y la vara en
las dos etapas de la crianza
Estos
dos métodos que las Escrituras nos señalan para criar a nuestros hijos en
“disciplina y amonestación del Señor” (Efe 6:4) deben ir combinándose de
diversas maneras mientras tu hijo creciendo poco a poco. Lo que siempre debes tener en mente son dos cosas que los hijos son
imagen de Dios y que son pecadores. Las filosofías del mundo siempre
estarán atacando estas ideas bíblicas de una u otra manera para que los padres
no tengamos una visión bíblica sobre nuestros hijos. Por ejemplo se nos dice
que un niño es un ser humano solo cuando nace, pero las Escrituras nos dice lo
contrario.
“Mi embrión vieron tus ojos, y en tu
libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas” Sal
139:16
Luego
los niños se nos muestran como una carga para los padres pero la Biblia nos
dice que es una bendición.
“He aquí, herencia de Jehová son los
hijos; Cosa de estima el fruto del vientre” Sal 127
Aunque
últimamente el debate se ha centrado en los “derechos de la niñez” en donde se
pone a los niños de forma autónoma[7]. Lo interesante es que los
cristianos somos quienes más podemos defender la niñez porque entendemos que el
es “imagen y semejanza” por tanto debemos como padres guiarles en el camino del
Señor. Pero por otro lado las filosofías del mundo nos dice que el niño es
“inocente” “es un angelito” que el “no puede tener pecado”, pero las Escrituras
dicen lo contrario.
“He aquí, en maldad he sido formado, y
en pecado me concibió mi madre” Sal 51:5
“Se apartaron los impíos desde la
matriz; se descarriaron hablando mentira desde que nacieron” Sal 58:3
La
visión de que el niño “es inocente” y “un angelito” trae graves problemas en la
crianza porque ellos van a creer que el niño se “porte mal” o “sea desobediente”
es simplemente una influencia de la cultura, cuando la verdad es que el es un
pecador tanto como los padres los son. Pero ¿Por qué enseñarle a obediencia a
un niño que se supone que siempre es obediente? Es evidente que esto niega la
realidad.
La
psicología del desarrollo humano o psicología evolutiva[8] ha tratado de explicar los
ciclos de la vida a través del análisis de los cambios internos y externos que
presenta el ser humano tratando de categorizar al ser humano por etapas en la
vida. Entre los estudiosos hay muchas formas de categorizarlos pero
bíblicamente es mucho más sencillo (1 Cor 13:11; 1 Jn 2:12-14)[9]. La primera etapa la podemos llamar simplemente “la niñez” en donde se
incluye lo que llamamos infancia. La Biblia nos muestra a los bebes totalmente
dependiente de sus padres, ya que ellos necesitan recibir lo básico que ser
protegidos, comer y dormir. Ellos viven unos de los primeros cambios
importantes cuando son destetados (1 Sam 1:22-24) luego de eso ellos comienzan a crecer
viviendo muchos cambios físicos, sociales, intelectuales y espirituales. Poco a
poco ellos van a agregar una nueva necesidad que es jugar. Por tanto la
pregunta que tenemos que hacernos aquí es ¿Qué
es lo que como padres debemos enfatizar a nuestros hijos en esta etapa de niñez?
Los padres debemos enseñarle por medio del ejemplo (Efe 5:21-33) ellos verán si
honramos al Señor cada día por medio del matrimonio y adoración familiar. En esta etapa es cuando el niño debe aprender
que es la autoridad y la obediencia (Efe 6:1-3) Esto se debe llevar a cabo por
medio de la comunicación y el uso adecuado de la vara. También en esta etapa es
cuando ellos van aprender a relacionarse con otras personas (hermanos o amigos)
y aprenderán el valor de la amistad. En esta etapa es cuando los padres tenemos
que esforzarnos por enseñarle la palabra de Dios de forma dinámica y constante
para que los principios de Dios sean fundamentados en su corazón. Cuando son
muy pequeños las formas de enséñales son las canciones y los juegos e incluso
las actuaciones de la Biblia. Cuando ya han crecido un poco más se puede
comenzar a enseñar los catecismos para niños. Los catecismos son documentos que
contienen preguntas sobre las cosas esenciales del cristianismo y le ayuda a
pensar de forma básica a los niños respecto a la fe cristiana, entre los
Bautistas han existido muchos catecismos para niños[10] y creo que deberíamos
volver a considerarlo como un instrumento muy útil para la enseñanza de
nuestros hijos. Además de esto los niños deben participar con los padres en los
cultos (Josué
8:35; 2 Cro 20:13; Joel 2:12,16) es por eso que no veo bíblico separar a los
hijos de los padres en los cultos. Queremos incentivar la responsabilidad de
los padres sobre la crianza de los hijos.
La segunda etapa es la “juventud”. Hay
que recordar que esta etapa es algo muy diferente a lo que llamamos hoy en día
“adolescencia[11]”.
La idea moderna de la adolescencia cree que los jóvenes en esta etapa deben ser
separados de los padres y de las personas mayores y estar juntos con sus pares
en edad. El problema con esa idea que las Escrituras y todas las culturas de la
humanidad hasta el siglo XX enseñaba que se pasaba de la niñez a la adultez. Cuando
las Escrituras hablan de juventud no se refieren a adolescencia sino a adultos
jóvenes (Ecle 11:9- 12:1) luego de ser un joven adulto se llegaba a la plena
adultez a los 30 años (Num 4:3; Luc 3:23) además si dejamos a los jóvenes con
los jóvenes y sin una supervisión de adultos ¿Qué es lo que pasa?
“El que anda con sabios, sabio será; más
el que se junta con necios será quebrantado” Proverbios 13:20
La
razón es simples los jóvenes son inmaduros y necios por tanto no se va a
encontrar la madurez con ellos. Además si los jóvenes son dejados con los
amigos pronto van a perder la influencia del padre para buscar influencia en
los amigos o en otras cosas. Pero si sus padres se han esforzado en enseñarle
la ley de Dios por medio de la comunicación y la vara y ellos han visto el
beneficio de ella en su vida, ellos van a ver que es realmente algo
beneficioso. El joven que ha sido criado con su padre por medio de esto métodos
bíblicos va estar apegados a la enseñanza de su padre. Por tanto la pregunta
que tenemos que hacernos aquí es ¿Qué es
lo que como padres debemos enfatizar a nuestros hijos en esta etapa de la
juventud? En esta etapa es cuando los padres verán con mayor claridad en
que su hijo se enfoca. Si solo te enfocaste en la comunicación con él y no
quisiste usar la vara para que aprendiera la autoridad y la obediencia en esta
etapa se va rebelarse contra la autoridad y la obediencia. Si solo te enfocaste
en la vara y lo convertiste en un fariseo que obedecía externamente, entonces
su corazón se alejará de ti como un referente de sabiduría. Por tanto lo que
más debemos enfatizar en esta etapa es la influencia. Por ejemplo si le pides a
tu hijo que se levante a cierta hora para ir a la universidad y el no te
obedece es difícil que fueras a la cama lo levantaras, lo bañaras y lo enviaras
a la universidad. Si el realmente ve en ti un referente entonces el te va a
considerar como la persona más sabia e influyente en su vida. En esta etapa debes estar preparado para ser
un consejero y acompañante de tu hijo en los conflictos de su vida y además
debes mostrarle como todas las enseñanzas que les has dado de las Escrituras se
aplican a la vida diaria.
El
centro de toda crianza bíblica debe estar basado en el evangelio. La mayor
necesidad que tiene tu hijo es la salvación, todas sus luchas o conflictos que
tengas tiene que saber llevarlos a la cruz del calvario. Y no solamente las de
él sino también las tuyas porque tanto tus hijos como tu van a necesitar de la
gracia de Dios para llevar a cabo esta importante tarea de la crianza.
[1]
Marcela Cerrutti. Georgina Binstock. Familias Latinoamericanas en
Transformación. https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/6153/1/S0900608_es.pdf
[2]
http://www2.latercera.com/noticia/los-ninos-invisibles-de-la-calle/
[3]
6 Principio http://www.movilh.cl/quienes-somos/principios/
[4]
Esto se puede leer en el libro de Rodney Stark. La expansión del cristianismo.
[5]
Concordancia Strong Página 128.
[6]
Diccionario Certeza. Página 1376
[7]
http://www.elmostrador.cl/braga/2017/07/14/ley-de-garantias-de-los-derechos-de-la-ninez-el-proyecto-que-marcela-aranda-dice-que-se-entromete-en-la-crianza-de-los-hijos/
[8]
Un buen libro para introducirse es el libro de Neli Pérez Pérez. Psicología del
desarrollo humano desde el nacimiento hasta la vejez. https://www.editorial-club-universitario.es/pdf/5330.pdf
[9]Un
breve y útil estudio http://www.altisimo.net/cBasica/desarrollo.htm#corrientes
[10]
http://www.reformedreader.org/ccc/bcat.htm
[11]
https://www.coalicionporelevangelio.org/entradas/sugel-michelen/el-mito-de-la-adolescencia/
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