Entre
los cristianos existen dos puntos de vista respecto a los temas relacionados
con la guerra y la paz. El primer punto de vista es el pacifismo cristiano el
cual sostiene que bajo ninguna circunstancia es válida la guerra como un medio
de ataque o de defensa. El segundo punto de vista es la teoría de la guerra
justa la cual sostiene que hay algunas circunstancias en las cuales es válido
hacer la guerra. Nuestra confesión Bautista de 1689 en el punto 24:2 sigue la
posición reformada respecto a este tema[1].
“Es licito para los cristianos aceptar
cargos dentro de la autoridad civil cuando sea llamados a ocuparlos en el
desempeño de dichos cargos deben mantener especialmente la justicia y la paz,
según las buenas leyes de cada reino y estado; y así, ahora con este propósito,
bajo el Nuevo testamento, pueden hacer lícitamente la guerra en ocasiones
justas y necesarias”
Generalmente
quienes adhieren a la posición pacifista piensan que sostener esta posición es
algo problemático con las Escrituras (especialmente con Jesucristo) y
difícilmente reconciliable con los que nos dice esta bienaventuranza. Pero
ellos olvidan que en el Antiguo testamento Dios no solamente manda guerras sino
que además establece leyes para ellas (Deuteronomio 20) En el Nuevo testamento vemos
que Pablo escribe que este mismo rol tiene el gobierno civil (Rom 13:4) y que
Jesucristo en ninguna ocasión condena a los soldados por hacer su trabajo
relacionado con la seguridad o guerras (Luc 3:14) ¿Significa esto que Dios es un
Dios de guerra? ¿Qué le gusta ver guerras y violencia en el mundo? ¿Qué Dios aprueba cualquier actitud agresiva?
De ninguna manera. Ya que las mismas Escrituras nos señalan que el Mesías será
un Mesías de paz y que Dios es un Dios de paz. Isaías 9:6; Romanos 15:33; 16:20
“Porque un niño nos ha nacido, ¡un hijo
nos ha sido concedido! Sobre sus hombros llevará el principado, y su nombre
será “Consejero admirable” “Dios fuerte” “Padre Eterno” y “Príncipe de paz”
“Que el Dios de paz sea con todos
ustedes. Amén”
“Muy pronto el Dios de paz aplastará a
Satanás bajo los pies de ustedes. Que la gracia de nuestro Señor Jesucristo sea
con ustedes”
Toda
guerra que no tenga como propósito la defensa de la vida humana, la liberación
del prójimo contra la opresión y la gloria de Dios resulta simplemente
pecaminosa. La triste realidad de este
mundo es que aunque Dios lo creo en paz en el jardín del Edén desde que entró
el pecado lo único que ha existido en una multitud infinitas de guerras y por
tanto en ocasiones la actitud más pacifica que como cristianos podemos tener es
hacer la guerra para destruir a quienes asesinan al prójimo. Como cristianos
somos quienes principalmente debemos buscar la paz porque Dios es un Dios de
paz. ¿Qué significa entonces ser un pacificador? Para ponerlo en términos
claros un pacificador no tiene que ver con un “pacifista cristiano” porque como
vimos esta posición que suena piadosa no es una posición realista ni bíblica. Tampoco
tiene que ver con las personas “pacificas” esas personas que tímidas y calladas
son a las cuales nosotros las vemos como personas “pacificas” mientras que
dentro de sus corazones pueden tener una guerra contra Dios y su prójimo. Esto
no tiene que ver con algo “natural” de la persona sino que es una obra del
Espíritu Santo.
¿Qué significa pacificador?
¿Quién es un pacificador?
Esta
es la séptima bienaventuranza y nos dice que son “Bienaventurados los pacificadores porque ellos serán llamados hijos de
Dios” (RV60; RVC) “Dichosos los que trabajan por la paz porque serán llamados
hijos de Dios” (NVI) “Dios bendice a los que procuran la paz, porque serán
llamados hijos de Dios” (NTV) ¿Qué es lo que esto significa? En el Antiguo
Testamento el uso de la palabra “paz” unas 237 veces[2]. La palabra hebrea que
traduce que se traduce “paz” al español es mucho más amplia de lo que
generalmente se entiende en nuestro idioma[3]. Esta palabra alude a
variadas cosas como paz, bienestar, liberación, preservación, salvación, estar
en buena salud, etc. La Septuaginta traduce la palabra Shalom por paz (eirene)
y tiene la misma idea que el antiguo testamento donde alude a integridad,
salvación, salud[4],
etc. Por tanto pacificador alude a la persona que es hacedora de la paz.
Esto
resulta interesante porque ¿No es esto lo que los hombres desean? ¿No son esos
discurso utópicos de paz mundial el que la mayoría de la humanidad escucha y
desea? ¿Si deseamos eso porque no lo conseguimos? ¿Por qué no dan fruto todas
las relaciones diplomáticas para que esto suceda? La razón es que aunque por un
lado los seres humanos anhelan eso por otro lado debido a su naturaleza
pecaminosa no pueden hacerlo. El apóstol Santiago lo describe perfectamente.
Santiago 4:1
¿De dónde vienen las guerras y las
peleas entre ustedes? ¿Acaso no vienen de sus pasiones las cuales luchan dentro
de ustedes mismos?
La
naturaleza caída, el corazón perverso, y el anhelo de saciar su propio pecado llevan
al hombre en un estado continuo de guerra contra Dios y contra el prójimo. La
historia de la humanidad es una constante historia de guerra de uno contra
otros y por tanto ningún ser humano puede ser pacificador “por naturaleza” sino
que necesita que alguien lo haga pacificador y ese alguien es Jesucristo. ¿Cómo
hace Dios esa paz? Colosenses 1:20; Efesios 2:14-16
“Y por medio de él reconciliar consigo
todas las cosas, tanto las que están en la tierra como las que están en los
cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz”
“Porque él es nuestra paz. De dos pueblos
hizo uno solo, al derribar la pared intermedia de separación y al abolir en su
propio cuerpo las enemistades él puso fin a la ley de los mandamientos
expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo, de los dos pueblos, de una
nueva humanidad, haciendo la paz, y para reconciliar con Dios a los dos de un
solo cuerpo mediante la cruz, sobre la cual puso fin a las enemistades”
Este
mensaje del evangelio era totalmente ofensivo para los judíos quienes habían
llegado a pensar que el reino de los cielos se debía imponer por medio de la
fuerza. Muchos judíos esperaban que el mesías llegara con armas, fuerzas y
violencia a destruir al imperio romano y lamentablemente también así han
pensado algunos a través de la historia de la iglesia. En la actualidad las
personas y los gobiernos buscan la paz por medio del dialogo y las relaciones
internacionales pero ellos no entienden que esto está destinado al fracaso
porque la paz solamente es posible cuando el corazón del hombre es transformado
por medio del evangelio. ¿Quién es entonces un pacificador? Un pacificador es
un hombre transformado por el Espíritu Santo que esta paz con Dios por medio de
la obra de Cristo.
Probablemente
muchos de nosotros hemos conocido a personas que eran violentos y cuando
conocen el evangelio son transformados de una forma impresionante y dejan esa
violencia que practicaban. Charles Spurgeon cuenta una historia sobre un caso
así[5].
“Hubo una vez un soldado en la India, un
tipo muy fornido, que había sido, antes de alistarse en el ejército, un
pugilista[6],
y después había realizado muchos hechos de valor. Cuando fue convertido a
través de la predicación de un misionero, todos sus compinches lo convirtieron
en el hazmerreír. Consideraban imposible que un hombre que hubiera sido como
él, se convirtiera en un cristiano pacífico. Así que un día, cuando celebraban
una comida, uno de ellos le arrojó protervamente[7]
a su cara y a su pecho un recipiente lleno de sopa escaldante[8].
El pobre hombre rasgó sus vestidos para secarse el hirviente líquido, y sin embargo,
guardando su compostura en medio de su excitación, dijo: "yo soy un
cristiano, yo debo esperar esto", y les sonrió. El que lo hizo comentó:
"si yo hubiera sabido que lo tomarías de la manera que lo hiciste, no lo
habría hecho nunca. Lamento haberlo hecho." La paciencia del hombre
reprendió a la malicia de ellos, y todos dijeron que era un cristiano. De esta
manera fue llamado un hijo de Dios. Vieron en él una evidencia que era para
ellos sumamente impactante, porque sabían que ellos no podrían haber hecho lo
mismo”
Los
cristianos hemos sido transformados por el evangelio por tanto somos por
naturaleza divina personas pacíficas. La paz dada por el Señor es una paz
permanente para todas las circunstancias que enfrentemos. Juan 14:27; 1
Tesalonicenses 5:23
“La paz les dejo, mi paz les doy; yo no
la doy como el mundo la da. No dejen que su corazón se turbe y tenga miedo”
“Que el mismo Dios de paz los santifique
por completo; y que guarde irreprensible todo su ser, espíritu, alma y cuerpo,
para la venida de nuestro Señor Jesucristo”
Los cristianos anuncian y
viven la paz
Los
apóstoles en muchas de sus cartas saludan con el característico mensaje
apostólico de “gracia y paz” (Efe 1:2; 2 Cor 1:2; 2 Ped 1:2) y esto porque
quienes han recibido la gracia del Señor conocen esa “paz” del Señor. Pero
quienes han recibido esta paz del Señor no se quedan solamente con esta paz
para sí mismos sino que la anuncian al mundo. 1) Por tanto quien es pacificador anuncia el mensaje de paz del Señor. Esto
es lo que escribe el Apóstol Pablo en Romanos 10:15 citando Isaías 52:7
“¿Y cómo predicarán sino son enviados?
Como está escrito: ¡Cuan hermoso es la llegada de los que anuncian la paz, de
los que anuncian buenas nuevas!”
Los
cristianos somos quienes poseemos la paz del Señor y la ¡Anunciamos al mundo!
¿Cómo sería posible no anunciar el amor, la gracia, la misericordia, la bondad
de nuestro Señor a las personas a quienes decimos amar? ¿Cómo podríamos ser tan
malvados de no gritarles a todo pulmón de los peligros del pecado y la muerte
al cual están expuestos? El ministerio de nuestro Señor Jesucristo está
caracterizado por ir por todo lugar predicando el evangelio (Mt 4:23; 9:35)
¿Por qué tú no harías lo mismo? Si tú eres un pacificador entonces vas
anunciando la paz por toda tu familia, trabajo, amistades, conocidos y por toda
la ciudad de dónde vives ¿Lo estás haciendo? En ocasiones la aceptación del
mensaje podría ser superficialmente amable pero en ocasiones puede un abierto
rechazo. Mateo 10:34-36
“No piensen que he venido para traer paz
a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada. He venido para poner al
hijo contra su padre, a la hija contra su madre, a la nuera contra su suegra.
Los enemigos del hombre serán los de su casa”
2) Un pacificador busca y practica la
paz entre los hermanos. Alguien que es pacificador no solamente
anuncia la paz sino que busca la paz entre los hermanos y la práctica de forma
continua. Pablo escribió en Gálatas 5:22
“Pero el fruto del Espíritu es amor,
gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe…”
Y
esto nos muestra que la paz es un fruto que el Espíritu Santo produce en
nosotros. He conocido muchos cristianos que les gusta “ganar debates” que
finalmente contribuyen solamente a la división y discusión. Con esto no quiero
decir que los debates no sean importantes pero el tema es discutir sabiamente
en el Señor y otro es discutir de forma contenciosa. Pablo escribe el mandato a
que los siervos del Señor no deben contenciosos (2 Timoteo 2:24) este mismo
principio se debe aplicar a todo cristiano. Esto incluso se puede manifestar en
cuando discutimos cosas en las cuales tenemos diferentes puntos de vista y
cuando nuestra razones no pueden convencer a nuestros hermanos es bueno
simplemente no seguir con un espíritu contencioso respecto a nuestra posición.
¿No deberíamos acaso ser más sabio y poner más énfasis en el amor a nuestros
hermanos ante que a nuestra propias opiniones? Efesios 4:3
“Procuren mantener la unidad del
Espíritu en el vínculo de la paz”
¿O
nunca ha experimentado una acalorada discusión donde en vez de responder de
forma suave decidió responder más duro y finalmente provocar heridas en la otra
persona? El proverbio 15:1 sabiamente nos dice:
“La respuesta amable calma la ira; la
respuesta grosera aumenta el enojo”
El
provocar ira en el hermano es tan pecaminoso como que yo mismo sienta ira por
él. Los cristianos estamos llamados a ser pacificadores y no provocadores de
ira.
3) Un pacificador busca la paz entre
todos los hombres. Como cristianos no es suficiente solamente
buscar la paz y practicarla con hermanos sino que también debemos practicarla
con todas las personas del mundo. Un cristiano debería ser conocido como
alguien que está buscando la paz en todo sentido. El no busca los conflictos en
su familia, en el trabajo ni en el vecindario. Lo que el busca promover es la
paz entre todas las personas. Las cartas apostólicas también nos dan
exhortaciones en como relacionarnos con los demás. Romanos 12:18; Hebreos 12:14
“Si es posible, y en cuanto dependa de
nosotros, vivamos en paz con todos”
ҬProcuren vivir en paz con todos, y en
santidad, sin la cual nadie verá a Dios”
Nuestro
deber como cristianos es ser sal y luz en este mundo oscuro y no será evidente
si nosotros somos personas peleadoras, contenciosas y agresivas con los demás.
Todo eso es simplemente pecaminoso y no debe ser practicado por creyentes.
4) Un pacificador busca la paz entre las
naciones. Hay cristianos que pueden ser llamados a servir en el
gobierno civil y una de las cosas por los cuales más se debe preocupar un
cristiano es por la “justicia” y la “paz tal como lo señala nuestra confesión.
“Es licito para los cristianos aceptar
cargos dentro de la autoridad civil cuando sea llamados a ocuparlos en el
desempeño de dichos cargos deben mantener especialmente la justicia y la paz, según las buenas leyes de cada reino y
estado;
Tanto
José, Esdras y Daniel buscaron esto cuando fueron llamados por el Señor para
servir en aquellos lugares. Las relaciones con otros países siempre deben
enfatizar nuestra actitud pacífica hacia ellos. Un ejemplo de justicia lo
podemos encontrar en William Wilberfoce el cual fue un luchador incansable por
la justicia en el parlamento británico y el cual dijo[9]:
“¿No es el gran fin de la religión y, en
particular, la gloria del cristianismo, extinguir las pasiones malignas, frenar
la violencia, controlar los apetitos y suavizar las asperezas del hombre; para
hacernos más compasivos y amables y perdonarnos unos a otros?
Por
otro lado un ejemplo de paz lo podemos ver en el pastor Bautista Martin Luther
King en cual dijo[10]:
“La paz no es solamente un objetivo
distante que buscamos sino un medio por el cual llegamos a ese objetivo”
Todo
cristiano debe aspirar a ser un pacificador por naturaleza porque esa es la
naturaleza de su Dios.
Los pacificadores serán
llamados “hijos de Dios”
Entonces
habiendo descrito que es un pacificador y como los cristianos debemos ser
pacificadores la bienaventuranza nos dice cuál es la promesa de ser un
pacificador. La promesa es que “Ellos serán llamados hijos de Dios”. Algunos de
nosotros es probable que hayamos heredado alguna herencia de nuestros padres o
nuestros abuelos, algunos quizás no heredamos nada físico pero tal vez un
legado piadoso. Otros de nosotros probablemente no heredamos ninguna de las dos
opciones. Pero sea que heredamos o no algo de nuestros familiares en este mundo,
hay una herencia mucho más preciosa y esa herencia es ser hijos de Dios. Aquellos
que son pacificadores evidencian con su actitud que son herederos de Dios y por
tanto hijos de Dios.
En
el Nuevo testamento existen dos palabras en griego (Teknon, Huios) que nos
hablan de la relación que existe entre nosotros y Dios nuestro Padre. La
primera palabra (Teknon) nos habla de la ternura y el afecto que hay en esta
relación (Jn 1:12; Efe 5:8; 1 Pe 1:14) y la segunda palabra nos habla más sobre
la dignidad que tenemos como hijos. El teólogo Donald Carson lo explica de la
siguiente manera[11]:
“La diferencia es sutil, pero
importante. Dentro del pensamiento judío, la palabra “hijo” suele implica una
connotación de “participante del carácter de” o algo así. Si alguno te llama
“animal”, este no es un insulto dirigido a tus padres, sino a ti mismo:
participas del carácter de un animal. Así, la expresión “hijo de Dios” tiene
una connotación especial. Hay un par de expresiones que se refieren a cierto
tipo de relación filial, pero ésta pone una mayor énfasis en el carácter, no en
la posición”
En
otras palabras es cierto que somos hijos de Dios y que nuestro mismo interior
clama “Abba Padre” (Rom 8:15; Gal 4:6) Pero esta promesa no tiene tanto que ver
tanto con la relación de hijos adoptados que tenemos con nuestro Dios, sino con
que al ser hijos de Dios comenzamos manifestar el carácter pacificador de Dios
en todas las cosas. En el mismo sermón del Monte Jesucristo pone un ejemplo de
ser como el Padre Celestial. Mateo 5:44-45
“Pero yo les digo: amen a sus enemigos,
bendigan a los que os maldicen, hagan bien a los que los odian, y oren por
quienes los persiguen, para que sean ustedes hijos de su Padre que está en los
cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre
justos e injustos.
El
ser pacificadores evidencia que tenemos el carácter de nuestro Padre porque “la
ira del hombre no obra la justicia de Dios” (RV60 Stgo 1:20) por tanto quien es
pacificador evidencia que hemos sido salvados por la obra perfecta de Cristo
¿Estás tú en paz con Dios? Si eres un pacificador, sino no es así eres un
enemigo de Dios.
[1] https://chapellibrary.org:8443/pdf/books/lbcos.pdf
[2]
Diccionario Vine. Página 238.
[3] En
español paz significa “Situación y relación mutua de quienes no están en
guerra” http://lema.rae.es/drae2001/srv/search?id=0dfCryrSGDXX2iKjOaCH
[4]
Diccionario Vine. Página 640.
[5] http://www.spurgeon.com.mx/sermon422.html
[6]
Luchador profesional y, más especialmente, boxeador. https://dle.rae.es/?id=UbJCBFz
[7]
Perverso, obstinado en la maldad. https://dle.rae.es/?id=US3iOQX
[8]
Introducir algo en agua hirviendo. https://dle.rae.es/?id=G6ZBjh0
[9] https://www.goodreads.com/author/quotes/191362.William_Wilberforce
[10] https://peacealliance.org/tools-education/peace-inspirational-quotes/
[11]
Donald Carson. El sermón del monte. Páginas 33-34
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