La
Biblia nos habla de que el hombre fue creado a su imagen y semejanza (Gen
1:26-28) eso significa que en el ser humano hay un deseo intrínseco por adorar
porque Dios creo al ser humano tener una relación con su creador. Pero debido a
que la caída entró en el mundo (Gen 3) el hombre ha perdido la relación con el
creador y ahora busca adorar cualquier cosa que sustituya esa relación. Si
miramos de forma superficial a nuestro alrededor veremos que hay muchos caminos
para que los seres humanos adoren. Por ejemplo hay partidos políticos a los
cuales las personas se unen y encuentran “sentido a sus vidas” en identificarse
con tales partidos. Existen equipos de futbol en los cuales los seres humanos
“adoran a su equipo” de tal forma que están dispuestos a matar a otra persona
por ser del equipo contrario. Tenemos “artistas” son para muchas personas “sus
ídolos” y lo adoran de tal manera que son capaces de hacer cualquier cosa por
ellos. Otra forma de adorar actual son los “carretes” ya que con ellos pueden
“escapar” de la vida cotidiana y “relajarse”. Ahora ninguna de estas cosas son
malas en sí mismo, pero debido que los
seres humanos necesitan adorar algo esto será su ídolo. Terry Eagleton escribe en su libro “La cultura
y la muerte de Dios[1]”
lo siguiente:
“No creer en Dios es un asunto mucho más
penoso de lo que cabe imaginar. Dios no puede ser rechazado sin exaltar otra
cosa en su lugar. La historia de la filosofía es en su mayor parte la historia
de la instauración de los sucedáneos de Dios”
Tim
Keller comenta:
“Toda personalidad humana, comunidad,
forma de pensamiento y cultura se basan en conceder máxima preocupación o
máxima lealtad a algo, ora a Dios u ora a algún otro sustituto. Así pues la
mejor forma de analizar una cultura es analizar sus ídolos corporativos[2]”
La
realidad de este principio se a través de todas las culturas humanas que han
adorado siempre a una deidad conforme a su imagen y semejanza y no conforme a
las Escrituras. Romanos 1:21-23
“Pues a pesar de haber conocido a Dios,
no lo glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron
en sus razonamientos, y su necio corazón se llenó de oscuridad. Aunque
afirmaban que eran sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios
inmortal por imágenes de hombres mortales, de aves, de cuadrúpedos y de
reptiles”
Definición y explicación de
adoración
La
adoración en las Escrituras tiene varias dimensiones ya que se adora al Señor
de forma privada, de forma familiar y de forma pública o congregacional. En
esta ocasión solo estaremos viendo la adoración privada. ¿Qué significa
adoración? Hay dos autores que definen la adoración de formas similares pero enfatizando
cosas diferentes. En primer lugar Donald S. Whitney[3] define la adoración de la
siguiente manera:
“Adorar a Dios significa atribuirle el
valor adecuado a Dios, magnificar su metido de recibir alabanza o, mejor dicho,
acercarse y dirigirse a Dios porque él es digno”
Esta
definición incluye lo que Jesucristo le dijo a la mujer Samaritana que el busca
que lo adoren en Espíritu y en verdad (Jn 4:23-24) ¿Qué significa esto? Significa
que nosotros adoramos a Dios según lo que las Escrituras nos enseñan acerca de
Dios y no conforme a nuestras propias ideas de Dios. Por ejemplo hay personas
que solamente enfatizan que Dios es amor (1 Juan 4:8) lo cual es cierto, pero
olvidan los demás atributos de Dios como la santidad, justicia e ira (Isa 6:4;
Luc 18:7; Dt 31:17) Por tanto adorar a dios que no es conforme a las Escrituras
es adorar a un ídolo Éxodo 20:4
“No te harás imagen ni semejanza alguna
de lo que está arriba en el cielo ni
abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra”
En
segundo lugar Daniel I. Block[4] define la adoración de la
siguiente manera:
“La verdadera adoración involucra actos
humanos reverenciales de sumisión y homenaje ante el Soberano divino en
respuesta a su revelación amable de sí mismo y de acuerdo a su voluntad”
Esta
definición de adoración se enfoca en lo que la adoración produce en los
adoradores. La adoración verdadera provoca gozo (Sal 103:1-5) sumisión y
reverencia a Dios (Prov 1:7) La adoración verdadera provoca acción (Mt
22-37-40) La verdadera adoración debe reflejarse tanto en la intención del
corazón (Isa 29:13; Amos 5:21-24; Mt 15:8-9) como en los actos de acuerdo a la
voluntad de Dios (Mal 1:6-10; 1 Juan 2:4) John Piper ilustra la adoración de la
siguiente manera[5]:
“Adorar es una manera de devolverle a
Dios con alegría el reflejo del resplandor de su valía. Esto no puede realizarse
solamente mediante acciones impuestas. Solamente puede hacerse el afecto
espontaneo brota en el corazón. Medite la analogía de un aniversario de
casamiento. El mío es el 21 de diciembre. Imagine que ese día llevara a casa
una docena de rosas rojas de tallo largo para Noel. Cuando ella me recibe en la
puerta, le extiendo las rosas, y ella dice “Ay, John, son hermosas, gracias”, y
me da un gran abrazo. Entonces imagine que yo levanto la mano y le digo
tranquilamente: “De nada, es mi deber” ¿Qué pasa? ¿El ejercicio del deber no es
algo noble? ¿Acaso no honramos a los que sirven de acuerdo a su deber? No
mucho. No si no le ponen el corazón. Las rosas por obligación son una expresión
contradictoria. Si no estoy motivado por el afecto espontaneo por ella como
persona, las rosas no la honran. A decir verdad, la menosprecian. Son una
manera muy débil de tapar el hecho de que ella no es digna o no es tan hermosa
a mis ojos para despertar mi afecto. Lo único que puedo mostrarle es una
expresión calculada del deber matrimonial. […] El verdadero deber de la
adoración no es el deber externo de decir o hacer la liturgia. Es el deber
interno, la orden: “Deléitate en el Señor” (Sal 37:4) La razón de que este sea
el verdadero deber de la adoración es que honra a Dios, mientras que el
cumplimiento vació del ritual no lo hace. Si llevo a mi esposa a cenar en
nuestro aniversario y ella me pregunta ¿Por qué haces esto? La respuesta que
más la honrará es: “Porque nada me hace más feliz que estar contigo”. “Es mi
deber”, es deshonroso para ella. “Me hace feliz”, es un honor. ¿Cómo honraremos a Dios en adoración?
¿Diciendo es mi deber o diciendo me hace feliz?
La adoración privada en la
Biblia
En
el Antiguo testamento podemos ver varios momentos de adoración privada en la cual
Dios fue adorado por medio de “altares y sacrificios” para él. Los altares eran
un elemento habitual en muchas religiones de la antigüedad y modernas para
expresar la adoración a los dioses[6]. Noé es uno de los
primeros que construye un altar al salir del Arca. Génesis 8:20
“Noé edificó un altar al Señor y,
tomando de todo animal limpio y de toda ave limpia, ofreció en el altar un
holocausto”
Abraham
en varias ocasiones levanto altares de Dios. Génesis 12:7-9; 13:18; 22:9
“Y el Señor se le apareció a Abran, y le
dijo: A tu descendencia le daré esta tierra. Y él edifico un altar al Señor que
se le había aparecido. De allí se fue a un monte al oriente en Betel, donde
plantó una tienda. Al occidente tenia a Betel y al orienta a Hai. Allí edifico
un altar al Señor, e invoco el nombre del Señor. De allí Abran partió hacia el
Neguev avanzando poco a poco”
“Entonces Abrán levanto de allí su
tienda y se fue a acampar en el encinar de Mamre, que está en Hebrón. Allí
edificó un altar al Señor”
Isaac
edifico un altar. Génesis 26:25
“Isaac edifico allí un altar, e invoco
el nombre del Señor; luego plantó allí mismo su tienda, y sus siervos abrieron
un pozo”
Jacob
edifico un altar. Génesis 35:7
“y Jacob edificó un altar, y a ese lugar
lo llamo el Betel, porque allí se le había aparecido Dios cuando huía de su
hermano”
Saúl
edifico un altar. 1 Samuel 14:35
“Saúl, por su parte, construyó allí su
primer altar al Señor”
David
edificó un altar. 2 Crónicas 21:26
“Allí edificó David un altar al Señor, y
en él ofreció holocaustos y ofrendas de paz, e invoco al Señor, quien le
respondió desde los cielos enviando fuego sobre el altar del holocausto”
En
el Nuevo testamento debido al sacrificio de Cristo ya no necesitamos altares
sino que podemos entrar en la presencia por medio del sacrificio perfecto que
es Jesucristo (Hebreos 9:11-15) Pero Cristo con sus enseñanzas y ejemplos
mostro la importancia de la adoración privada. Mateo 6:6; Marcos 1:35
“Pero tú, cuando ores, entra en tu
aposento, y con la puerta cerrada ora a tu Padre que está en lo secreto, y tu
Padre que está en secreto, y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en
público”
“Muy de mañana, cuando todavía estaba
muy oscuro, Jesús se levantó y se fue a un lugar apartado para orar”
La práctica de la adoración
privada
Para
llevar a cabo la adoración al Señor debemos usar lo que se conoce en la
teología cristiana como los “medios de gracia[7]”. Los medios de gracia son
canales por los cuales Dios imparte su gracia a las personas como los elementos
que hemos estado viendo en las clases anteriores que son la lectura,
memorización y meditación de las Escrituras, la oración, el ayuno y el silencio
y el retiro. Entonces para llevar a cabo una adoración privada adecuada delante
del Señor debemos poner en práctica cada una de ellas cuando realizamos nuestra
adoración privada.
Para
realizar la adoración privada no hay un orden establecido en las Escrituras
pero usualmente las personas oran, leen y aplican el texto, meditan en silencio
(o escriben en silencio) memorizan, cantan y terminan orando. Lo más cómodo es
tener un lugar en el hogar donde realizar la adoración privada pero también
existen trabajos que te permiten llevar a cabo la adoración privada. Por
ejemplo cuando yo trabaje como atendedor en una bencinera de noche tenía
tiempos en donde podría sin problemas dedicarme a la adoración privada. Quizás
un ejemplo particular de la historia de la iglesia lo tenemos en el hermano
Lorenzo el cual trabajando en la cocina pasaba todo el tiempo en la presencia
de Dios. Acerca de él se escribió un libro llamado “la práctica de la presencia
de Dios.[8]” Esto quiere decir que hay
contextos que permiten que también se pueda adorar a Dios de forma privada.
Consejos para la adoración
privada.
La
adoración privada evidencia cuando dependemos realmente de Dios.
Planifíquelo
buscando un lugar y una hora.
Persevere
cada día en ella.
Evite
la excusa de “no hay tiempo”
[1] https://www.planetadelibros.cl/libro-la-cultura-y-la-muerte-de-dios/253994
[2]
Ibíd. Página 48
[3]
Donald S. Whitney. Disciplinas espirituales para la vida cristiana. Página 114.
[4]
Daniel I. Block. A Dios sea la Gloria. Una teología bíblica de la adoración.
Página 26
[5]
Donald S. Whitney. Disciplinas espirituales para la vida cristiana. Página 118
[6]
John Waldron. Victor Matthews. Mark Chavales. Comentario del contexto cultural
de la Biblia. Página 28
[7] https://s3.amazonaws.com/churchplantmedia-cms/arbca_carlisle_pa/5--los-medios-de-gracia--binder-2013-01-22.pdf
[8] https://diariosdeavivamientos.files.wordpress.com/2015/03/la-practica-de-la-presencia-de-dios-hermno-lorenzo-diarios-de-avivamientos.pdf
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