La
disciplina del ayuno[1]
Henry
J. Foster hizo una investigación entre en donde busco libros escritos acerca
del ayuno desde 1861 a 1954 y resulto que en casi 100 años no se escribió
ningún libro sobre el ayuno. ¿Por qué? Foster nos da dos razones. La primera
razón es que la idea de ayuno se hizo una mala reputación debido a las
prácticas ascéticas de la Edad media. La mayoría de los cristianos pensaban que
el ayuno era simplemente una huelga de hambre o algo externo que quería
demostrar la piedad de forma externa. La segunda razón es que debido a que
vivimos en una cultura altamente consumista de alimentos, ella nos hace pensar
que dejar de comer un sacrificio muy grande y que podemos morirnos de hambre si
ayunamos. Sin embargo en los últimos años ha habido un creciente interés por el
tema del ayuno y se han comenzado a escribir muchos libros[2].
Alguien
podría pensar que las afirmaciones de Henry J. Foster son una exageración pero
cuando pensamos en las ideas que se han difundido en el pueblo evangélico respecto
al ayuno como que “nos podemos ganar el favor de Dios” “podemos cambiar la
voluntad de Dios” “seremos más santos si ayunamos” “el ayunar no es un mandato
para hoy” “Existe el ayuno de Daniel” “El ayuno de Moisés” “El ayuno de Jesús”,
etc, entonces podemos comprender que si existen cristianos que creen que el
ayuno es algo irrelevante para el cristianismo actual mientras que otros lo
exageran a tal punto que llegan a afirmaciones contrarias a las Escrituras. Por
tanto es importante tener una definición clara acerca de que es realmente el
ayuno según las Escrituras.
Definición
de ayuno
El
ayuno según la Rae es “Abstenerse total o
parcialmente de comer o beber. Abstenerse total o parcialmente de tomar
alimento o bebida por precepto religioso. Privarse o estar privado de algún
gusto o deleite[3]”
La
definición cristiana de ayuno “es la
abstinencia voluntaria de ingerir comida con propósitos espirituales[4]”
o “la abstención del alimento con propósitos espirituales[5]”. Esto quiere decir que el
ayuno no es una simple huelga de hambre sino que cuando ayunamos debemos hacer
con un propósito definido. John Piper escribió sobre el ayuno
“El ayuno cristiano es en su raíz el
hambre de la añoranza por Dios… Esta es la esencia del ayuno cristiano:
anhelamos, ansiamos y ayunamos para saber más y más de todo lo que es Dios para
nosotros en Jesús. Pero solo porque él ya nos sujetó y nos atrae siempre hacia
adelante y hacia arriba a toda la plenitud de Dios[6]”
También
existe una corriente cristiana que piensa en que el ayuno debe verse como mucho
más que solo comida y bebida. Por ejemplo Martin Llord Jones afirma al definir
el ayuno[7]:
“Para completar el asunto, agregaremos
que el ayuno, si lo concebimos bien, no solo debe confinarse a la cuestión de
la comida y la bebida; el ayuno debería incluir la abstinencia de cualquier
cosa legitima en sí misma y por sí misma, en beneficio de algún propósito
espiritual especial. Existen muchas funciones corporales buenas, normales y
perfectamente legítimas, pero que, por motivos peculiares y especiales, en
determinadas circunstancias deberían ser controladas. Eso es el ayuno. Sugiero
que esa es una especie de definición general de lo que se entiende por ayuno”
Los
ayunos en la Biblia
En
las Escrituras encontramos diversos tipos de ayunos. 1) El ayuno normal que implica abstenerse de todo alimento, pero no
de agua. Esto parece verse en el caso del ayuno de Jesús. Mateo 4:2; Lucas 4:2
“Después de haber ayunado cuarenta días
y cuarenta noches, tuvo hambre”
“Allí estuvo cuarenta días, y el diablo
lo estuvo poniendo a prueba. Como durante esos días no comió nada, pasado ese
tiempo tuvo hambre”
2) El ayuno parcial es
una limitación de dieta pero no la abstinencia de todo alimento. Esto puede
verse en el caso de Daniel y Juan el Bautista. Daniel 1:12; Mateo 3:4
“Yo te ruego que hagas con estos siervos
tuyos una prueba de diez días. Ordena que nos den de comer legumbres, y que nos
den de beber agua”
“Juan usaba un vestido de pelo de
camello, llevaba un cinto de cuero alrededor de la cintura, y se alimentaba de
langostas y miel silvestre”
3) El ayuno absoluto es
evitar todo alimento y líquido. Esto puede verse en el caso de Esdras y Ester.
Esdras 10:6; Ester 4:16
“Luego, salió del templo y se dirigió a
la habitación de Johanán hijo de Eliasib, y una vez allí no comió ni bebió
nada, pues estaba muy triste por el pecado de los israelitas que habían vuelto
del cautiverio”
“Ve y reúne a todos los judíos que se
hallan en Susa, y ayunen por mi noche y día; no coman ni beban nada durante
tres días, que mis doncellas y yo ayunaremos también. Después de eso me
presentaré ante el rey, aun cuando eso vaya contra la ley. Y si tengo que
morir, ¡pues moriré!
4) El ayuno sobrenatural es
el cual humanamente no es posible realizarlo pero Dios proveyó de una forma
inexplicable que pudieran vivir[8]. Esto lo vemos en el caso
de Moisés y Elías. Deuteronomio 9:9; 1 Reyes 19:8
“Cuando yo subí al monte para recibir
las tablas de piedra, es decir, las tablas del pacto que el Señor hizo con
ustedes, estuve en el monte cuarenta días y cuarenta noches sin comer ni beber
agua”
“Elías comió y bebió y recupero sus
fuerzas, y con aquella comida pudo caminar durante cuarenta días y con sus
noches, hasta llegar a Horeb, el monte de Dios”
5) El ayuno de la congregación son
el que se hace como juntos como iglesia. Joel 2:15-16; Hechos 13:2-3
“¡Toquen la trompeta en Sión! ¡Proclamen
ayuno! ¡Convoquen a una asamblea! ¡Reúnan al pueblo y santifiquen esta reunión!
¡Junten a los ancianos y a los niños de pecho! ¡Que salgan de la cámara nupcial
el novio y la novia!”
“Como ellos servían al Señor y ayunaban
siempre, el Espíritu Santo dijo: “Aparten a Bernabé y a Saulo, porque los he
llamado para un importante trabajo. Y así, después de que todos ayunaron y
oraron, les impusieron las manos y los despidieron”
6) El ayuno nacional es
que se hace junto como pueblo. 2 Crónicas 20:3; Nehemías 9:1; Jonás 3:5-8.
“Lleno de miedo, Josafat se dispuesto a
consultar al Señor y ordenó que todos en Judá ayunarán”
“El día veinticuatro del mismo mes, los
israelitas volvieron a reunirse para ayunar, vestidos con ropas ásperas y con
la cabeza cubierta de polvo”
“Todos los habitantes de Nínive creyeron
a Dios y decretaron ayuno, y desde el mayor hasta el menor se vistieron de
cilicio. Cuando la noticia llego hasta el rey de Nínive, este se levantó de su
trono, se despojó de sus vestidos, se cubrió de cilicio y se sentó sobre
ceniza; luego ordeno que, por mandato suyo y de sus altos personajes, se
proclamará en Nínive este decreto: “Ningún hombre ni animal, ni tampoco ningún
buey ni oveja, debe probar bocado ni alimento alguno, ni beber agua”
7) El ayuno regular
mandado por Dios en el día del perdón. En Babilonia se instituyeron otros 4
ayunos anuales. Levítico 16:29-31; Zacarías 8:19
“Este será un estatuto perpetuo para
ustedes y para los extranjeros que viven entre ustedes: El día diez del mes
séptimo deberán ayunar, y no podrán realizar ningún trabajo. Este día se hará
expiación por ustedes, y así delante del Señor quedarán limpios de todos sus
pecados. Este día será para ustedes un día de reposo y de ayuno. Es un estatuto
perpetuo”.
“Así ha dicho el Señor de los ejércitos:
“Los ayunos del cuarto mes, y de los meses quinto, séptimo y decimos, serán
para la casa de Judá motivo de gozo y alegría, y de gran celebración. Así que
amen la verdad y la paz”.
El
mandato del Ayuno
Esto
nos lleva a la pregunta ¿Es un mandato ayunar el día de hoy? Jesús espera que
ayunemos. Mateo 6:16-18; 9:14.15.
“Cuando ustedes ayunen, no se muestren
afligidos, como los hipócritas, porque ellos demudan su rostro para mostrar a
la gente que están ayunando; de cierto les digo se han ganado su recompensa.
Pero tú, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara para no mostrar a
los demás que estas ayunando, sino a tu Padre que ve en lo secreto, y tu Padre
que ve en lo secreto te recompensará en público”
“Los discípulos de Juan se le acercaron
entonces, y le preguntaron: “¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos muchas
veces, y tus discípulos no? Jesús les respondió: ¿Acaso los invitados una boda pueden estar de luto mientras el
esposo esta con ellos? ¡Claro que no! Pero vendrán días, cuando el esposo les
será quitado. Entonces ayunarán”
También
podemos ver que la iglesia primitiva se practicaba el ayuno Hechos 9:9; 13:2-3;
14:23.
“Y allí estuvo tres días sin poder ver y
tampoco comió ni bebió nada”
“Como ellos servían al Señor y ayunaban
siempre, el Espíritu Santo dijo: “Aparten a Bernabé y a Saulo, porque los he
llamado para un importante trabajo. Y así, después de que todos ayunaron y
oraron, les impusieron las manos y los despidieron”
“También nombraron ancianos en cada iglesia,
y luego de orar y ayunar los encomendaron al Señor, en quien habían creído”
Un
documento de la iglesia primitiva llamada la “Didaché” o enseñanza de los
apóstoles que fue escrita antes del año 70 (de la destrucción del templo)
muestra que el ayuno era una práctica extendida en el la iglesia
cristiana.
8. El ayuno
No ayunen juntamente
con los hipócritas, que ayunan el segundo y el quinto día de la semana. Ayunen
el día cuarto y el de la preparación que es el sexto[9].
Por tanto podemos concluir sin lugar a dudas que el
ayunar es un mandato que Jesucristo dio y que los apóstoles llevaron a cabo en
la iglesia primitiva.
Los
propósitos del ayuno
Luego
de haber comprendido que el ayuno es un mandato del Señor las siguientes
preguntas que surgen son ¿Cómo ayunar? ¿Cuándo ayunar?
“Yo ayune en varias oportunidades y no
pasó nada. Solo pasé hambre… Hace varios años escuche a un par de pastores
hablando sobre el ayuno. Por recomendación de ellos, intente mi primer ayuno.
Dijeron que era un mandamiento que estaba en la Biblia y que debía ser
practicado por todos los cristianos. Como yo era cristiano, decidí intentarlo.
Después de posponerlo durante varios días, me arme de valor suficiente como
para empezar. No pude sentarme con mi familia a la hora del desayuno porque no
creía tener la voluntad suficientemente fuerte como para abstenerme de comer,
así que me fui a trabajar. El descanso para el café fue casi insoportable, y
dije una mentirita para explicar porque no salía con los demás. Lo único en lo
que podía pensar era en cuanta hambre tenia. Me dije a mi mismo. “Si logro
sobrevivir a este día, nunca intentaré esto de nuevo”. La tarde fue todavía
peor. Trataba de concentrarme en mi trabajo, pero lo único que podía escuchar
era el rugido de mi estómago. Mi esposa cocino para ella y nuestro hijo, y
apenas podía soportar el aroma de la comida. Supuse que si llegaba hasta la
medianoche, habría ayunado todo el día. Lo hice, pero inmediatamente después de
que dieran las doce, ataque la comida. No que ese día de ayuno me haya ayudado
ni un poco[10]”
¿Es
esta una experiencia similar a lo que hemos experimentado sobre el ayuno? Si es
así quiere decir que no hemos comprendido cuales son los propósitos del ayuno.
En las Escrituras podemos ver varios propósitos de porque se ayunaba.
1) El ayuno con el propósito de buscar
al Señor en oración y arrepentimiento. Nehemías 1:4; Daniel 9:3
“Cuando escuche esto, me senté a llorar
y durante varios días me puse en duele; y ayune y ore al Dios de los cielos”
“Volví entonces mi rostro a mi Dios y
Señor, para pedir su ayuda con oración y ruego. Me puse ayunar y me cubrí de
cilicio y de ceniza”
“Cada vez que los hombres van a orar a
Dios con respecto a cualquier asunto importante, sería conveniente aplicar el
ayuno junto con la oración” Juan Calvino[11]
“El ayuno fue planeado para aportar un
tono de urgencia e insistencia a nuestra oración, y para darle fuerza a nuestra
súplica ante el tribunal celestial. EL hombre que ora y ayuna le avisa al cielo
que está hablando seriamente… No solo eso, sino que también está expresando su
seriedad de una manera designada por Dios. Está usando un instrumento que Dios
ha escogido para hacer que su voz sea escuchada en el cielo[12]:”
2) El ayuno con el propósito de
discernir su voluntad. Jueces 20:26; Hechos 14:23
“Volvieron entonces los israelitas y
todo el pueblo a la casa de Dios, y llorando se sentaron delante del Señor y
ayunaron todo el día y hasta la noche, y le ofrecieron al Señor holocaustos y
ofrendas de paz”
“También nombraron ancianos en cada
iglesia, y luego de orar y ayunar los encomendaron al Señor, en quien habían
creído”
David
Brainerd solía orar y ayunar por decisiones importantes en su vida. Por ejemplo
cuando entró al ministerio de la predicación dedico ese día al ayuno y la
oración[13].
“Aparte ese día para ayunar y orar a
Dios para pedirle su gracia, especialmente para que me preparará para el
trabajo del ministerio, para que me diera su ayuda y dirección divina en mis
preparativos para esa gran obra, y para que, en su tiempo, me enviará la
cosecha”
3) El ayuno con el propósito de expresar
el duelo. 1 Samuel 31:13; 2 Samuel 1:11-12
“
Allí también enterraron sus huesos
debajo de un árbol, y ayunaron siete días”
“Entonces David se rasgó la ropa, y lo
mismo hicieron los hombres que lo acompañaban. Y todos lloraron y lamentaron lo
sucedido a Saúl y Jonatán, y ayunaron hasta el anochecer por ellos y por la
derrota de Israel, pueblo de Dios”
Generalmente
cuando las personas experimentan la pérdida de un ser querido ellas no tienen
deseos de comer.
4) El ayuno con el propósito de buscar
liberación o protección. 2 Crónicas 20:3-4; Ester 4:16
“Lleno de miedo, Josafat se dispuso a
consultar al Señor, y ordeno que todos en Judá ayunaran. En todas las ciudades
de Judá la gente se reunió para pedir la ayuda del Señor”
“Ve y reúne a todos los judíos que se
hallan en Susa, y ayunen por mi noche y día; no coman ni beban nada durante
tres días, que mis doncellas y yo ayunaremos también. Después de eso me
presentaré ante el rey, aun cuando eso vaya contra la ley. Y si tengo que
morir, ¡pues moriré!
“Puedo pensar en un tiempo más largo de ayuno que he experimentado en mi
vida fue un ayuno de nueve a diez días en que no comí nada. Ese fue un tiempo
cuando estuve muy preocupado y orando sobre el hecho que mi hijo Mark había
sido diagnosticado con un tumor en el cerebro que podía ser fatal. E
inmediatamente, por supuesto, estaba en su último año de la universidad en esa
época, creo que era su último año, y por supuesto, fue una tremenda de
preocupación. Y había solo un muy…casi una respuesta inmediata al ayuno y la
oración de parte de esa clase de situación seria y venir al Señor y Dios fue
tan…tan tremendamente misericordioso durante ese tiempo. Recuerdo cuando el
doctor me dijo, el neurocirujano de Cedar Sinai, que podría ser fatal, fue casi
de inmediato que quería estar en la presencia del Señor y rogarle. Primero que
todo, naturalmente, oras por el bienestar de tu hijo, le pides al Señor ¿Estás
seguro que escogiste al chico correcto? Este es bueno, ¿sabes? Él puede…Tú lo
puedes usar, ¿sabes?, en el futuro. Y oré y ayuné y, por supuesto, Patricia
sabía y Mark no conocía de la seriedad de la situación del tumor. Pero durante
ese tiempo honestamente podía decir que pasé nueve días llevándolo y trayéndolo
a la clínica mientras estaban haciendo técnicas no invasivas para determinar lo
que este tumor era antes que hicieran un agujero en su cráneo y entraran y actualmente
ingresaran ya que las implicaciones eran tan severas porque estaba cerca de su
nervio óptico y la glándula pia mater, y cosas así. No querían hacer cosas
invasivas, entonces esos eran tiempos de oración intensa. Y podías ver un flujo
yendo de…Señor, Tú sabes, ten misericordia de su vida…y así sucesivamente,
hasta llegar a un lugar medio en unos días cuando estás diciendo…Señor,
cualquiera que sea Tu voluntad, cualquiera que sea Tu voluntad. Y ya para el
tiempo que llegue al final de todo estuve diciendo, -Tú sabes, este mundo no es
lugar apropiado para nadie, pertenece a Tí, llévatelo-. Tú sabes, vas por el
proceso completo. Y, tú sabes, conduje su funeral como cien veces, tú sabes,
sólo yendo por el proceso de entregar este joven al Señor. Y recuerdo estando
en mi oficina un miércoles por la noche, fue el noveno día, el siguiente día el
doctor me iba a dar los resultados de los análisis y fueron hechos en la
clínica de Frank Norris en el Centro médico de USC por el mejor especialista de
cáncer y especialistas de tumores pediátricos y todo eso. Y estuve esperando
por la siguiente mañana. Por primera vez estuve hambriento. Fue la primera vez
que actualmente sentí punzadas de hambre. Y actualmente tuve hambre sentado
allí, fue un miércoles por la noche, entre el final de la clase de día y la
oficina está cerrada y los servicios de miércoles por la noche iban a comenzar
en cómo una hora. Y estuve allá arriba y todo estaba cerrado y estuve orando y
dándole gracias al Señor por la perfecta paz, que si se lo iba a llevar al
cielo, maravilloso y glorioso por él y nosotros nos regocijaríamos en eso[14].
5) El ayuno con el propósito de preocuparse
de las necesidades de los demás. Isaías 58:3-8
“Y me preguntan ¿Qué sentido tiene que
ayunemos, si no nos haces caso? ¿Para qué afligir nuestro cuerpo, si tú no te
das por enterado? Pero resulta que cuando ayunan solo buscan su propia
satisfacción, ¡y mientras tanto oprimen a todos sus trabajadores! Solo ayunan
para estar peleando y discutiendo. Si quieren que su voz sea escuchada en lo
alto, no ayunen como hoy día lo hacen. ¿Acaso lo que yo quiero como ayuno es
que un día alguien aflija su cuerpo, que incline la cabeza como un junco, y que
se acueste sobre el cilicio y ceniza? ¿A eso le llaman ayuno, y día agradable
al Señor? Más bien, el ayuno que yo quiero es que se desaten las ataduras de la
impiedad, que se suelten las cargas de la opresión, que se ponga en libertad a
los oprimidos, ¡y que se rompa todo yugo! Ayunar es que compartas tu pan con
quien tiene hambre, que recibas en tu casa a los pobres vagabundos, que cubras
al que veas desnudo, ¡y que no les la espalda a tu hermano! Si actúas así,
entonces brillará como el alba, y muy pronto tus heridas sanarán; la justicia
será tu vanguardia, y la gloria del Señor será tu retaguardia”
6) El ayuno con el propósito de expresar
amor a Dios y adorarle. Lucas 2:37
“Y ahora era una viuda de ochenta y
cuatro años. Nunca se apartaba del templo, sino que de día y de noche rendía
culto a Dios con ayunos y oraciones”
Consejos prácticos
1) Determine ayunar y
arrepiéntase de no practicar el ayuno.
2) Cuídese del legalismo.
Thomas Boston escribio[15]
“En vano ayunarán y pretenderán ser
humillados por nuestros pecados, y harán confesión sobre ellos, si nuestro amor
al pecado no se convierte en odio: nuestra afición por él, en asco; y nuestro
aferramiento a él en anhelo por liberarnos de él; con el firme propósito de
resistir los mecanismos que tiene nuestro corazón, y de allí, los arranques en
nuestra vida; y si nos volvemos a Dios como nuestro legitimo Señor y Maestro, y
volvemos a nuestra labor nuevamente”
3) Planifique el ayuno.
4) Comience de a poco
5) Asegure que no sea dañino
para su salud.
[1] El
bosquejo sacado de aquí fue sacado mayormente de Donald S. Whitney. Disciplinas
espirituales para la vida cristiana. Páginas 209-240.
[2]
Richard. J Foster. Celebración de la disciplina. Página 63
[3] https://dle.rae.es/?id=4cYY5ZV
[4]
Donald S. Whitney. Disciplinas espirituales para la vida cristiana. Página 210
[5]
Richard J. Foster. Celebración de la disciplina. Página 64
[6]
Donald S. Whitney. Disciplinas espirituales para la vida cristiana. Página 215,
219.
[7]
Donald S. Whitney. Disciplinas espirituales para la vida cristiana. Página 211
[8] No
hay cifras decisivas sobre cuanto una persona puede vivir sin agua ni comida,
pero el consenso parece ser que un hombre no puede pasar más de 3 días sin agua
y 30 o 40 días sin comer.
[9] https://es.aleteia.org/2016/07/07/texto-completo-de-la-didache/
[10]
Donald S. Whitney. Disciplinas espirituales para la vida cristiana. Páginas
217-218
[11]
Donald S. Whitney. Disciplinas espirituales para la vida cristiana. Página 219
[12]
Donald S. Whitney. Disciplinas espirituales para la vida cristiana. Página 220
[13]
Donald S. Whitney. Disciplinas espirituales para la vida cristiana. Página 222.
[14] https://www.gracia.org/library/articles/GAV-A106/el-ayuno
[15]
Donald S. Whitney. Disciplinas espirituales para la vida cristiana. Página 228.
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