Entendiendo
el Dispensacionalismo
Para entender este sistema de interpretación teológica
los libros que hay que leer son: la Biblia anotada Scofield, El
dispensacionalismo hoy de Charles Ryrie, El dispensacionalismo revisado de
Michael Vlach, Eventos por venir J.
Dwight y la teología sistemática de Lewis Sperry Chaeffer. Es importante entender
bien la posición dispensacionalista, ya que los mismos dispensacionalistas afirman
en sus libros que quienes atacan su sistema lo distorsionan. Esto lo dice Ryrie
en su libro:
“Por supuesto, clasificar el dispensacionalismo como «modernista»,
«antibíblico» o «herejía» no es la única manera en que éste ha sido atacado.
Algunos han practicado el método de la culpabilidad por asociación. Bowman, por
ejemplo, asocia el dispensacionalismo con nombres como el de Hitler y el
Nacionalismo Socialista, el Catolicismo Romano, la Ciencia Cristiana y el
Mormonismo. El libro La Iglesia frente a los «ismos», escrito por miembros de
la Facultad del Seminario Teológico Presbiteriano de Louisville, incluye el
dispensacionalismo entre los ismos, como el Adventismo del Séptimo Día y el
Perfeccionismo”.
“A
veces se apela a un ataque ad hominem (ataque
a la persona). El nombre comúnmente mencionado es el de Juan Nelson Darby, y el
tema del ataque es normalmente sus principios y prácticas separatistas. Se le
presenta como el papa entre los Hermanos de Plymouth, que excomulgó
caprichosamente a los que estaban en desacuerdo con él y cuyas prácticas
separatistas han caracterizado, para mal, la totalidad del movimiento
dispensacionalista”
“Hay
también el ataque que consiste en ridiculizar la doctrina. Este se basa
normalmente en la producción de un fantasma de la doctrina dispensacionalista o
en una declaración parcial de ella. Algunas supuestas enseñanzas del
dispensacionalismo son puestas en ridículo y, por ende, el sistema total cae
bajo condenación. Por ejemplo, los oponentes al dispensacionalismo están bien
seguros de que éste enseña dos (o más) caminos de salvación. Y ellos preguntan
qué puede ser más antibíblico que eso; por lo tanto, es obvio que el sistema
debe de ser descartado. Además, ellos declaran que los dispensacionalistas no
usan el Sermón del Monte, y ya que el Sermón del Monte obviamente contiene
ricas verdades cristianas, ¿qué podría ser más aparente de lo equivocado del
sistema que su renuencia al uso de dicho Sermón? Estas acusaciones serán
discutidas a su debido tiempo; se mencionan aquí solamente como ejemplo de los
métodos de ataques que se han usado contra el dispensacionalismo[1]”
Y esto es lo que dice Michael Vlach en su
libro:
“Ya
sea que usted se considere un dispensacionalista, un oponente del
dispensacionalismo, o un observador interesado tratando de reunir hechos acerca
de lo que esta teología cree, es importante tener una comprensión correcta del
dispensacionalismo. La causa de la verdad nunca es servida por la confusión,
tergiversación y argumentos débiles. La mayoría de las críticas al
dispensacionalismo por parte de los no dispensacionalistas, simplemente no
representan correctamente lo que es el dispensacionalismo. Hay excepciones a
esto, pero, desafortunadamente aquellos que critican al dispensacionalismo a
menudo se enfocan en cosas erróneas o simplemente muestran una falta de
entendimiento acerca de esta teología. Los que promueven el dispensacionalismo
no siempre han sido muy claros. Algunas veces, sus explicaciones del
dispensacionalismo no han sido claras o han presentado como esencial áreas
secundarias de la doctrina del dispensacionalismo y por lo tanto se confunden
las cosas aún más”
“En caso de que esté
interesado, mi oficina no tiene graficas de profecía en sus paredes (aunque no
tengo nada en contra de ellas). Las clases de teología en el seminario en las
que enseño dedico poco o nada de tiempo discutiendo la necesidad de creer en
“siete” dispensaciones las cuales para mí no son el centro del
dispensacionalismo. Y, no, yo no creo que la hermenéutica literal requiera que
los árboles literalmente aplaudan con sus manos. Tampoco veo todo terremoto y
desastre natural como un cumplimiento de la profecía bíblica. No estudio mi
periódico todos los días buscando eventos proféticos. Aunque aprecio la vida y
las obras del fundador del dispensacionalismo moderno John Nelson Darby, no veo
mis creencias atadas a él. Si se descubriera mañana que Darby fue un loco
chiflado que dijo que obtuvo su teología de algún alienígena, no cambiaría ni
un poco mi confianza en las creencias fundamentales del dispensacionalismo[2].
Esto nos debe dejar alertas en tratar de no distorsionar
lo que nuestros hermanos dispensacionalistas creen acerca de las Escrituras. Sin
embargo Ryrie reconoce algunas declaraciones descuidadas de la Biblia Scofield
han llevado a otros a interpretar cosas como que “hay varios caminos de
salvación”
“Sin
duda, se hicieron algunas declaraciones de los dispensacionalistas que eran
confusas sobre este tema. Esto fue especialmente cierto en el caso de la nota
acerca de Juan 1:17 en la Biblia de
Referencia Scofield de 1909:
Como
dispensación, la gracia comienza con la muerte y resurrección de Cristo (Rom.
3: 24-26; 4:24, 25).El punto de la prueba ya no es la obediencia legal como la
condición de la salvación, sino la aceptación o el rechazo de Cristo, con las
buenas obras como el fruto de la salvación.
Algunos
vieron en esta declaración una afirmación explícita de que Scofield y los
dispensacionalistas creían en múltiples caminos de salvación[3]”
Como la idea del no-señorío:
“Claramente,
algunos dispensacionalistas afirman una perspectiva de la salvación sin señorío
o tienen tendencias al no señorío. Lewis Sperry Chafer, por ejemplo, hizo declaraciones
compatibles con la perspectiva del no-señorío. El defensor más conocido de la
teología del no señorío es Zane Hodges. Sus libros, El Evangelio Bajo Sitio y Absolutamente
Libre promueven explícitamente el no señorío.
Una vez más, la cuestión aquí no es si algunos dispensacionalistas han afirmado
una perspectiva del señorío, sino si la perspectiva del no señorío es un
resultado necesario del dispensacionalismo[4]”
Como la idea de que el sermón del monte no aplica a los
cristianos:
“Uno de ellos es la
suposición de que el dispensacionalismo enseña necesariamente que el Sermón del
Monte se aplica sólo al futuro reino milenario. Lewis Sperry Chafer sostuvo
este punto de vista, y es cierto que los dispensacionalistas anteriores
relegaron el Sermón del Monte (Mateo 5-7) al futuro milenio. Pero la mayoría de
los dispensacionalistas de hoy no afirman este punto de vista. La mayoría de
los dispensacionalistas hoy ven el sermón del monte como una ética del reino
que es aplicable a la actualidad. Otro mito es que el dispensacionalismo enseña
la diferencia entre el reino de Dios y el reino de los cielos. Una vez más,
este punto de vista de una distinción entre el reino de Dios y el reino de los
cielos fue afirmado por algunos dispensacionalistas del pasado, pero es
rechazado en gran medida por los dispensacionalistas más recientes. Una vez
más, una distinción debe hacerse entre lo que algunos dispensacionalistas creen
y lo que es inherente al sistema. Como ha señalado John Martin:“Uno de los
principales malentendidos es una suposición de que hay una sola‘interpretación
dispensacional’ de cada pasaje[5].”
Por lo tanto podemos decir que hay que tener cuidado con distorsionar
lo que ellos dicen, pero tampoco se puede evitar decir cosas que algunos
dispensacionalistas si han afirmado.
Las definiciones del
dispensacionalismo
¿Qué es el dispensacionalismo? Paul Enss nos
dice que “El dispensacionalismo es un
sistema de interpretación que busca establecer la unidad de las Escrituras a través de su enfoque central en la gracia
de Dios. Aunque los dispensacionalistas reconocen diferentes administraciones o
dispensaciones a través de las cuales Dios puso al hombre en posiciones de
confianza, enseñan que la respuesta a la revelación de Dios en cada una de las
dispensaciones es por fe (la salvación siempre
es por gracia a través de la fe). Los dispensacionalistas llegan a su
sistema de interpretación por medio de dos principios: (1) mantener un método
de interpretación consistentemente literal; (2) mantener la distinción entre
Israel y la iglesia[6]”
Para poder comprender de qué se trata el
dispensacionalismo, debemos tratar de definirlo a partir de sus propias
fuentes. La definición del dispensacionalismo clásico está en la Biblia
Scofield:
«Una dispensación es un período de tiempo durante el cual el
hombre es puesto a prueba con referencia a cierta revelación específica de la
voluntad de Dios. Hay siete distintas dispensaciones en las Escrituras[7]».
Charles Ryrie nos da una
definición y las características
primarias y segundarias. Luego dice cual es el “sine qua non” del
dispensacionalismo y cuantas dispensaciones son:
“Una
definición breve de una dispensación es como sigue: Una dispensación es una
economía, o administración, específica en el cumplimiento del propósito de Dios[8].
“De
modo que las características perceptibles de una diferente dispensación son las
siguientes: 1) un cambio en la relación gubernamental de Dios para con el
hombre (aunque una dispensación no tiene que estar compuesta totalmente de
aspectos completamente nuevos), 2) un cambio resultante en la responsabilidad
del hombre, y 3) una revelación necesaria correspondiente para efectuar el
cambio (la cual es una etapa en el progreso de la revelación a través de la Biblia)[9]”
“Hasta
ahora nada se ha dicho acerca de las características normales que aparecen en
una nueva dispensación, a saber: una prueba, un fracaso, y un juicio[10]”
¿Cuál es, entonces, el sine qua non del
dispensacionalismo? La respuesta es triple. Un dispensacionalista mantiene la
distinción entre Israel y la Iglesia. Esta distinción entre Israel y la Iglesia
nace de un sistema de hermenéutica que comúnmente se le llama interpretación
literal. Un tercer aspecto del sine qua non del dispensacionalismo es un asunto
más bien técnico. Este se relaciona al propósito fundamental de Dios en el
mundo. El teólogo del pacto, en la práctica, hace de este propósito la salvación,
y el dispensacionalista dice que el propósito es mucho más amplio aún, a saber,
la gloria de Dios[11].
“La mayoría de los dispensacionalistas ven siete dispensaciones en
el plan de Dios (Aunque a través de la historia del dispensacionalismo no
siempre han sido las mismas siete). Ocasionalmente un dispensacionalista puede
suscribirse sólo a cuatro, y algunos mantienen que son ocho. La declaración de
fe del Seminario Teológico de Dallas menciona solamente tres por nombre (la ley
mosaica, la presente dispensación de la gracia, y la dispensación futura del
reino milenial) ¿Por qué es que existe esta
diferencia? Probablemente la respuesta se encuentra en el hecho de que las tres
—ley, gracia y reino— son el tema tratado en gran parte de la Biblia, mientras
que las otras, no importa cuántas son, no lo son. En otras palabras, la
diferencia de opinión en cuanto al número no se debe a una deficiencia en la
estructura dispensacional, sino más bien a la falta de detalle en la revelación
de los períodos tempranos de la historia bíblica. No tenemos preservados en forma
escrita todo lo que Dios pudo haber dicho o revelado al hombre en estos
períodos tempranos. No obstante, en la base de la definición de lo que es una
dispensación como una responsabilidad perceptible en la manifestación del
propósito de Dios, no es difícil deducir cuántas dispensaciones son reveladas
en la Biblia. Si alguien es un premilenarista, entonces le será fácil reconocer
los principios establecidos por Dios en el milenio, durante el cual Cristo está
físicamente presente. Esta dispensación presente, cuya característica principal
—no única— es la gracia, también es fácilmente justificada por medio de esta
definición. Lo mismo es aparente en cuanto a la dispensación de la ley mosaica,
y no es necesario enfatizar más este punto. Es el tiempo entre el comienzo de
la creación hasta el establecimiento de la ley el que produce en las mentes de
algunos la pregunta en relación a la validez de todas las dispensaciones que se
dicen pertenecer a ese período. Sin embargo, antes de la caída del hombre, el
orden era perceptiblemente diferente al que fue después de la caída. Ya hemos
justificado la existencia de cinco dispensaciones:
1) la anterior a la caída,
2) como quiera llamarse a lo que ocurrió después de la caída y
hasta el tiempo de Moisés,
3) la ley,
4) la gracia, y
5) el reino milenial.
El simple hecho de que resulta difícil encontrar un nombre
apropiado que abarque la economía (leyes y principios que rigen y ordenan una
responsabilidad que ha sido dada) que se extiende desde la caída hasta Moisés,
debe de hacer que uno examine cuidadosamente la validez de tratar de enfocar la
totalidad de ese período como si tuviese una sola dispensación. Debe de ser
aparente que hasta el tiempo de Abraham el gobierno de Dios abarcaba todas las
naciones, mientras que con Abraham, Dios comenzó a separar una nación, y en la
separación El hizo un pacto muy característico con Abraham. Por lo tanto, la
característica perceptible del trato de Dios con Abraham por medio de la
promesa parece ser suficiente para describir lo que frecuentemente se llama la
dispensación de la promesa. La única pregunta que permanece sin contestar es si
las dispensaciones que popularmente se llaman la conciencia y el gobierno
humano son válidas. Supongamos que hay solamente una dispensación durante ese
período, ¿cómo debe llamársele? Si hubiese dos, ¿cuáles serían los aspectos
visibles que las justificarían? El problema se complica por el hecho de que la
revelación bíblica que cubre este largo período de tiempo es muy breve. Parece
que hay suficiente garantía en el nuevo orden de Dios para designarlo como el
gobierno humano en el tiempo de Noé y, por consiguiente, distinguirlo como una
dispensación (comparemos Gen. 9:6 con 4:15). Si estuviésemos de acuerdo en eso,
entonces hay siete dispensaciones, y tiene que admitirse que cuanto más estudia
uno este asunto a la luz de la definición básica más se ha de inclinar a
concluir que hay siete dispensaciones. Parece ser algo de moda en estos días el
evadir esta conclusión o, por lo menos, no hacer caso a las previas
dispensaciones, pero si uno tiene una definición consistentemente práctica y si
la aplica a través de toda la historia, entonces es extremadamente difícil no
llegar a la conclusión de que hay siete dispensaciones[12].
Sin
embargo Michael Vlanch cuestiona que se deba entender de esta manera:
En primer lugar, creer en
dispensaciones no puede ser una característica distintiva del dispensacionalismo
ya que todos los cristianos creen en las dispensaciones. ¿Qué cristiano no cree
que haya una diferencia dispensacional entre el mundo pre-caída y el mundo
pos-caída? ¿Quién no ve una distinción dispensacional entre la era antes y
después de la primera venida de Cristo?¿Qué cristiano no reconoce que la época
actual es diferente de la venida del cielo nuevo y la tierra nueva? Además, el dispensacionalismo no se trata de reconocer el
término griego oikonomía, que está vinculada a la palabra
“dispensación.” Después de todo, ¿Qué erudito bíblico no cree que la palabra
griega, oikonomia es un término bíblico? Por lo tanto, el reconocimiento
de la palabra oikonomia no hace a uno un dispensacionalista, ni la
definición de este término nos revela la esencia del dispensacionalismo.Como
John Feinberg señaló: “El error inicial es pensar que la palabra ‘dispensación’
y hablar de diferentes órdenes administrativos sólo aparece en el pensamiento
dispensacional.” Feinberg también está en lo correcto en que, “definir el
término ‘dispensación’ no define la esencia del Dispensacionalismo como tampoco
definir el término ‘pacto’ explicaría la esencia de la Teología del Pacto.”
De manera similar, el número
de dispensaciones que uno afirme no debe ser considerado esencial para el
dispensacionalismo. Tradicionalmente, el dispensacionalismo se ha relacionado
con la creencia en “siete” dispensaciones, pero otros han argumentado a favor
de cuatro u ocho, o algún otro número. Personalmente, nunca he estado de
acuerdo con la omisión del Estado Eterno como una “dispensación” en algunos
esquemas dispensacionales. Además, yo nunca he estado muy convencido de los
criterios de “prueba,” “fracaso,” “juicio” para la determinación de una
dispensación que ha sido parte del dispensacionalismo clásico. Este enfoque me
parece algo arbitrario y viene con dispensaciones que son dudosas, excluyendo
otras partidas que parecen obvias (como el Estado Eterno). Por lo tanto, no
creo que uno deba afirmar siete dispensaciones para ser un verdadero
dispensacionalista. Feinberg tiene razón nuevamente cuando afirma: “El número
de dispensaciones no está en el corazón del sistema”[13]
Y luego
Vlanch lo define de la siguiente manera:
“El
Dispensacionalismo es un sistema de teología que se ocupa principalmente de las
doctrinas de la eclesiología y la escatología dando énfasis al significado
histórico-gramatical de los pasajes proféticos y pactos del Antiguo Testamento,
una distinción entre Israel y la iglesia, y una salvación futura y restauración
de la nación de Israel en un futuro reino terrenal”
1.
La revelación progresiva del Nuevo Testamento no interpreta o reinterpreta los
pasajes del Antiguo Testamento de una manera que cambie o cancele el
significado original de los escritores del Antiguo Testamento según lo
determinado por la hermenéutica histórico-gramatical.
2. Existen tipos pero la nación de Israel no es un tipo que se
sustituyó por la iglesia.
3. Israel y la iglesia son distintas, por lo que la iglesia no
puede ser identificada como el nuevo / verdadero Israel.
4. Existe tanto la unidad espiritual como la salvación entre los
Judios y gentiles y un papel futuro de Israel como nación.
5.
La nación de Israel será salvada y restaurada con una identidad única y función
en un futuro reino milenario sobre la tierra.
6.
Hay múltiples sentidos de la “simiente de Abraham,” por lo tanto, la
identificación de la iglesia como “simiente de Abraham” no anula las promesas
de Dios a los judíos creyentes de la“simiente de Abraham.[14]”
Historia del
Dispensacionalismo.
El argumento que generalmente se usa contra el
dispensacionalismo es decir que es un sistema moderno, por tanto se tiende a
descalificar rápidamente. Sin embargo Charles Ryrie en su libro muestra que en
la historia de la iglesia han existido teólogos que han esbozado sistemas de
interpretación “dispensacional[15]”.
Justino Mártir (110-165) mantuvo un concepto de los diferentes
programas de Dios. En el Dialogue with Trypho, al tratar el asunto de que Dios
siempre ha enseñado o ha mostrado la misma justicia, dice:
Pues si alguien os preguntase por qué, desde Enoc, Noé con sus
hijos, y todos los otros en circunstancias similares, quienes ni fueron
circuncidados ni guardaron el sábado, agradaron a Dios, Dios requirió, por
medio de otros líderes y por medio de la introducción de la ley después de un
tiempo de muchas generaciones, que aquellos que vivieron entre los tiempos de
Abraham y Moisés fuesen justificados por
la circuncisión y las otras ordenanzas, a saber: el sábado, los
sacrificios, las libaciones y las ofrendas...
Posteriormente, en el mismo libro, habla de la presente
dispensación y de los dones de poder propios de la misma.
Ireneo (130-200) escribió acerca del por qué hay solamente cuatro
evangelios. Y dice lo siguiente:
“y el evangelio es
cuadriforme, como lo es también el curso seguido por el Señor. Por esta razón
ha habido cuatro pactos principales dados a la raza humana: Uno, antes del
diluvio, bajo Adán; el segundo, después del diluvio, bajo Noé; el tercero, el
de la ley, bajo Moisés; el cuarto, que es el que renueva al hombre, y abarca
todas las cosas en sí mismas por medio del evangelio, levantando y llevando a
los hombres en sus alas hacia el reino celestial”.
El no se refirió a esos períodos llamándolos dispensaciones,
aunque frecuentemente habló de las dispensaciones de Dios y especialmente de la
dispensación cristiana. Clemente de Alejandría (150-220) diferenció tres
dispensaciones patriarcales (en Adán, Noé y Abraham), como también la mosaica.
Samuel Hanson Coxe (1793-1880) basó su propio sistema de siete dispensaciones
en la cuádruple división de Clemente.
Agustín también refleja esos conceptos tempranos del
dispensacionalismo en sus escritos. Aunque su declaración frecuentemente
citada: «distinguid los tiempos, y las Escrituras armonizan en sí mismas», no
es aplicable en su contexto a las ideas dispensacionalistas, en otras partes él
hace declaraciones que sí son aplicables:
“La institución divina del sacrificio era adecuada en la antigua
dispensación, pero no lo es ahora porque el cambio conveniente a la edad
presente ha sido introducido por Dios, quien conoce infinitamente mejor que el
hombre lo que es apropiado para cada edad, y ya sea que quite o añada, cancele
o prohíba, aumente o disminuya, el creador inmutable de cosas mutables, ordenando
todos los eventos en Su providencia hasta que la hermosura de lo completo y
final, cuyas partes componentes son las dispensaciones adaptadas a cada edad
sucesiva, sea consumada, como la gran melodía de algún maestro inefable de la
música, y éstos pasan a la inmediata contemplación eterna de Dios, quien aquí,
aunque es un tiempo de fe, y no de vista, están adorándole aceptablemente”
“No hay variación en Dios, aunque en el período anterior de la
historia del mundo El requirió una clase de ofrendas y en el período posterior
otra, ordenando así las acciones simbólicas pertenecientes a la bendita
doctrina de la verdadera religión, en armonía con los cambios de épocas
sucesivas, sin causar ningún cambio en El”
“Si de esta manera se ha establecido que aquello que era para una
edad correctamente ordenada puede ser en otra edad correctamente cambiado, la alteración
indica un cambio en la obra, y no en el plan de Aquel que hace el cambio, habiéndose
formado el plan por Su facultad de inteligencia, a la cual, sin estar condicionado
por la sucesión del tiempo, aquellas cosas están simultáneamente presentes,
aunque no pueden hacerse en realidad al mismo tiempo debido a que las edades se
suceden unas a otras”
No se está sugiriendo ni tampoco debe de inferirse que estos
primeros padres apostólicos eran dispensacionalistas en el sentido moderno de
la palabra. Pero sí es verdad que algunos de ellos enunciaron principios que
posteriormente se desarrollaron en el dispensacionalismo y que puede decirse
correctamente que mantuvieron conceptos primitivos o tempranos del
dispensacionalismo.
Desde este tiempo hasta pasada la reforma no hubo contribuciones
sustanciales a lo que después fue sistematizado como el dispensacionalismo.
Después de que las importantes cuestiones doctrinales de la reforma fueron
resueltas, los teólogos pudieron volver su atención nuevamente a estos asuntos
que envuelven el trato de Dios con el hombre.
Pierre Poiret fue un místico y filósofo francés (1646-1719). Su
gran obra L'CEconomie Divine, primeramente publicada en Amsterdam en 1687, fue
traducida al inglés y publicada en Londres, en seis tomos, en 1713. La obra
comenzó como una continuación de un estudio sobre la doctrina de la
predestinación, pero fue ampliada hasta formar más bien un compendio de
teología sistemática. El contenido de dicha obra muestra rasgos de misticismo,
representando una forma modificada del calvinismo, y es premilenaria y dispensacionalista.
Cada uno de los seis tomos está dedicado a una economía en particular, aunque
su estructura dispensacional no sigue exactamente el título de cada dogma.
Dicha estructura, como aparece en esos tomos, es la siguiente:
I. La infancia: hasta el diluvio.
II. La niñez: hasta Moisés.
III. La adolescencia: hasta los profetas (aproximadamente el
tiempo de Salomón).
IV. La juventud: hasta la venida de Cristo.
V. La madurez: «algo después de ese tiempo».
VI. La vejez: «el tiempo de la decadencia del hombre».(V y VI
parecen ser la parte temprana y posterior de la dispensación cristiana.)
VII. La renovación de todas las cosas: el milenio.
Ehlert analiza correctamente la importancia de la obra de este
hombre de la manera siguiente:
No hay duda de que aquí tenemos un genuino diseño dispensacional.
El usa la frase «período o dispensación», y su séptima dispensación es un
milenio literal de mil años con Cristo, que ha regresado y está reinando en
forma física sobre la tierra, con sus santos, e Israel recogido y convertido.
El ve el derrocamiento del protestantismo corrompido, la revelación del
anticristo, las dos resurrecciones y muchos de los eventos generales
característicos del tiempo del fin.
Juan Edwards (1639-1716) publicó en 1699 dos tomos, un total de
790 páginas, con el título de Una historia completa o un bosquejo de todas las
dispensaciones. Su propósito en el mencionado libro era «exhibir todas las
transacciones de la Providencia divina relacionadas con los métodos de la religión
desde la creación hasta el fin del mundo, desde el primer capítulo del Génesis
hasta el último del Apocalipsis».
El creía en un milenio que, a su modo de ver, consistiría en un
reino espiritual. «Yo concibo —dijo— que el Señor pueda aparecer personalmente
arriba, aunque no reinará personalmente sobre la tierra.» Su estructura dispensacional
era la siguiente:
I. Inocencia y felicidad, o Adán creado en justicia.
II. Pecado y miseria, Adán cayendo en pecado.
III. Reconciliación, o Adán restaurado, desde la redención de Adán
hasta el final del
mundo.
A. La economía patriarcal:
1. Adámica, antediluviana.
2. Noéica.
3. Abrahámica.
B. Mosaica.
C. Gentil (coexistente con A y B).
D. Cristiana o evangélica:
1. Infancia, período primitivo, pasado.
2. Niñez, período presente.
3. Madurez, futuro (milenio).
4. Vejez, desde que Satanás es suelto hasta la conflagración.
Isaac Watts (1674-1748), el bien conocido himnólogo, también fue
un teólogo (con tendencias arrianas), cuyos escritos llenan seis grandes tomos.
En un ensayo de cuarenta páginas titulado «la armonía de todas las religiones
que Dios prescribió a los hombres y todas sus dispensaciones hacia ellos»,
describió su concepto de las dispensaciones y presentó su sistema. La
definición de Watts es la siguiente:
“Las dispensaciones públicas de Dios hacia el hombre, son aquellas
sabias y santas constituciones de su voluntad y su gobierno, reveladas o de
alguna manera manifestadas en los diferentes períodos sucesivos o edades del
mundo, en las que están contenidas las responsabilidades que El espera de los
hombres, y las bendiciones que promete, o les anima a esperar de Él, aquí y en
el más allá; conjuntamente con los pecados que prohíbe y los castigos que
promete infligir a los pecadores, o las dispensaciones de Dios pueden ser
descritas más brevemente, como las reglas morales dispuestas por Dios en su
trato con la Humanidad, considerados como criaturas razonables y como
responsables a El por su comportamiento, tanto en este mundo como en el que
está por venir. Cada una de estas dispensaciones de Dios pueden ser
representadas como diferentes religiones, o al menos como diferentes formas de
religión, designadas para los hombres en las distintas edades sucesivas del
mundo”
Su bosquejo dispensacional es el siguiente:
I. La dispensación de la inocencia, o la religión de Adán al
principio.
II. La dispensación adámica del pacto de la gracia, o la religión
de Adán después de la caída.
III. La dispensación noéica, o la religión de Noé.
IV. La dispensación abrahámica, o la religión de Abraham.
V. La dispensación mosaica, o la religión judía.
VI. La dispensación cristiana.
Con la excepción de la exclusión del milenio (él no lo considera
una dispensación), este bosquejo es exactamente igual al que aparece en la
Biblia anotada de Scofield, y éste es el bosquejo de Watts, ¡no el de Darby!
Así que a través de este período hubo una actividad intelectual significativa y
una cantidad considerable de literatura sobre el asunto de los tratos de Dios
con el hombre a través de las edades. Este era el período del desarrollo del dispensacionalismo.
No cabe duda que los Hermanos de Plymouth, de los que Juan Nelson
Darby (1800- 1882) fue un líder, tuvieron mucho que ver con la sistematización
y la propagación del dispensacionalismo. Pero ni Darby ni los Hermanos
originaron los conceptos comprendidos en el sistema, y aun si lo hubiesen
hecho, eso no significa que ellos estaban errados si puede probarse que fueron
bíblicos.
Darby nació en Londres de padres irlandeses, fue educado en el
Trinity College, Dublín (del cual se graduó a la edad de dieciocho años), y fue
admitido en el colegio de abogados a la edad de veintidós años. Se convirtió y
dejó su carrera legal un año después, y fue ordenado en la iglesia anglicana.
Trabajó vigorosamente y con gran éxito en su primera iglesia, con el resultado
de que cierta ocasión los católicos romanos estaban «convirtiéndose al
protestantismo a razón de seiscientos a ochocientos por semana». Debido a la
alianza entre la iglesia anglicana y el estado, Darby, poco después, sintió que
debía dejar ese ministerio y buscar un compañerismo que enfatizase una comunión
más espiritual e íntima. Comenzó a reunirse con un grupo de personas que
pertenecían a la iglesia anglicana en Dublín y quienes, debido a su descontento
hacia esa iglesia, estaban buscando una comunión más personal, así como el
estudio de la Biblia. Estas primeras reuniones comenzaron antes que Darby
estuviese descontento. El no fue el fundador de este grupo, y las reuniones no
eran en ninguna manera una protesta, sino más bien actos espontáneos. Después
de algunos viajes, Darby se radicó en Plymouth, Inglaterra, donde en 1831 comenzó
el culto del partimiento del pan. Por el año 1840 cerca de ochocientas personas
asistían a esos cultos, y era inevitable que dicho grupo, que según Darby no
debía ser conocido por ningún nombre denominacional sino simplemente como
hermanos, sería llamado los Hermanos de Plymouth. Posteriormente surgieron
muchos grupos en Inglaterra y luego en otras partes del mundo. Darby mismo
esparció el movimiento por medio de sus viajes por Alemania, Italia, los
Estados Unidos y Nueva Zelanda. Era un trabajador incansable. Su ministerio de
literatura incluye cerca de cuarenta libros de seiscientas páginas cada uno,
habiendo producido también una traducción de la Biblia. Sus obras muestran una
amplitud de erudición y un conocimiento de los idiomas originales, la filosofía
y la historia eclesiástica. Las primeras asambleas tuvieron sus problemas, y
Darby aparece principalmente en las controversias de aquellos años. La estructura dispensacional
presentada por Darby (aunque no siempre puede discernirse fácilmente de sus
escritos) era la siguiente:
I. Desde la condición en el Paraíso hasta el diluvio.
II. Noé.
III. Abraham.
IV. Israel.
A. Bajo la ley.
B. Bajo el sacerdocio.
C. Bajo los reyes.
V. Gentiles.
VI. El Espíritu.
VII. El milenio.
Su filosofía del dispensacionalismo está expresada en las
siguientes palabras:
“Esto, sin embargo, tenemos que aprenderlo en sus detalles, en las
diferentes dispensaciones que han conducido a o han seguido las revelaciones
del Hijo encarnado, en quien toda la plenitud se complació en habitar... El
detalle de la historia asociado con estas dispensaciones produce muchas y muy
interesantes manifestaciones, tanto de los principios y de la paciencia de los
tratos de Dios con los males y los fracasos del hombre, como del obrar por el
que formó la fe en los suyos y produjo así perfecciones. Pero las
dispensaciones en sí declaran algún principio importante o intervención de
Dios, alguna condición en la cual ha puesto en el hombre principios que en sí
mismos son eternamente sancionados por Dios, pero en el curso de esas
dispensaciones ponen la responsabilidad en las manos de hombre para la manifestación y el descubrimiento
de lo que él era, y la producción en su establecimiento infalible en aquel a
quien pertenece por derecho la gloria de todos ellos. ... en cada caso hubo
fracaso total e inmediato en relación al hombre; sin embargo, la paciencia de
Dios podía tolerar y continuar por la gracia la dispensación en la cual el
hombre había fracasado desde su comienzo; y, además, que no hay ningún caso de
restauración de una dispensación permitido a nosotros, aunque pudiese haber un
avivamiento parcial de ésta a través de la fe”
Solamente es necesario
hacer un comentario tocante a las enseñanzas de Darby: no era éste obviamente
el patrón seguido por Scofield. Si Scofield copió el método de alguien fue el
de Watts, no el de Darby. Aunque no podemos menospreciar la gran influencia de
Darby, la declaración hecha a la ligera de que el dispensacionalismo se originó
con Darby, cuyo sistema fue tomado y popularizado por Scofield, no es
históricamente correcta.
Nuestro hallazgo tocante al carácter más o menos reciente del dispensacionalismo
sistemático no debe de sorprendernos. No es de sorprender que un asunto cuyas distinciones
primarias tienen que ver con la escatología no hubiesen sido sistematizadas hasta
que la escatología comenzó a ser estudiada seriamente por la iglesia. La
mayoría está de acuerdo en que la historia del dogma ha seguido un cierto
patrón de desarrollo manifiesto y de discusión. Orr, en su obra clásica The
Progress of Dogma, muestra cómo las doctrinas estudiadas por la iglesia a
través de su historia cronológicamente corresponden con el orden general
seguido en la mayoría de las teologías sistemáticas. En orden cronológico las
discusiones doctrinales eran sobre apologética, teología propia, antropología,
cristología, soteriología y, después de la reforma, la escatología. Sin duda, lo reciente de la
escatología sistemática se explica parcialmente por el carácter más o menos recientes
del dispensacionalismo sistemático. Esto no quiere decir que la escatología, o
aun un dispensacionalismo primitivo, no fuese considerado antes de los tiempos
posteriores a la reforma, pero sí quiere esto decir que el desarrollo
sistemático de la doctrina en esas áreas fue dilatado hasta entonces. Así pues,
el estudio de la escatología ha producido el buen fruto de las distinciones
dispensacionales en este período moderno del progreso del dogma. En conclusión:
En respuesta a la acusación de que el dispensacionalismo es reciente y, por lo
tanto, sospechoso, hemos tratado de mostrar dos cosas:
1) Los conceptos dispensacionales fueron enseñados por hombres que
vivieron mucho antes que Darby.
2) Es de esperarse que el dispensacionalismo, un sistema
estrechamente relacionado a la escatología, no hubiese sido refinado y
sistematizado hasta tiempos recientes simplemente debido a que la escatología
no era un tema bajo discusión en aquel entonces. Las conclusiones sacadas de la
acusación de ser reciente por los oponentes al dispensacionalismo carecen, por
lo tanto, de justificación. En toda esta discusión también es necesario
recordar que el veredicto de la historia no es la autoridad final. Toda
doctrina, ya sea antigua o reciente, en el análisis final, tiene que ser
probada por la luz de las Escrituras.
A la luz de toda esta evidencia
podemos decir que cierta forma de dispensacionalismo siempre ha existido en la
historia de la iglesia cristiana. Pero el dispensacionalismo comienza
formalmente con John Nelson Darby (1800-1882)
El
dispensacionalismo clásico
José Grau en su libro
“Escatología final de los tiempos” dice lo siguiente sobre el
dispensacionalismo clásico[16]:
“Los orígenes de la escatología
dispensacionalista se remontan a una pretendida ≪revelación≫ que una joven escocesa de 15
años. Margaret McDonaId, tuvo el mes de abril de 1830 en Port Glasgow, su
ciudad natal. Según esta ≪revelación≫, la segunda venida de Cristo
tendría lugar en dos etapas: la primera, para recoger a un grupo selecto de
creyentes, que sería arrebatado al cielo para ir al encuentro del Señor antes
de la aparición del Anticristo, antes de la gran tribulación. Un amigo de la
familia, R. Norton, escribió el relato de la ≪visión≫, insistiendo en que era la
primera vez que alguien dividiese en dos la segunda venida. Estos escritos han
estado fuera de circulación durante mucho tiempo, hasta que la labor infatigable
de investigadores como Dave McPherson dio su fruto con el hallazgo de los
documentos que prueban de modo irrefutable el verdadero origen de lo que
constituye el núcleo mismo del dispensacionalismo: el arrebatamiento secreto de
la Iglesia, para dar paso al cumplimiento final de todas las profecías
relativas a Israel.
Las ≪visiones≫ de Margaret McDonaId fueron
notorias en toda Escocia, y muy especialmente entre los grupos interesados en
los fenómenos ≪carismáticos≫ que allí se manifestaban. Entre
los visitantes de Port Glasgow se hallaba John Darby, el fundador de los ≪Hermanos Cerrados≫, aunque por entonces no se había
separado todavía de otros dirigentes de las Asambleas —tales como Newton,
Chapman y Tregelles—, quienes diferían de él en varias cosas; entre ellas los
nuevos conceptos escatológicos, los cuales llegaron, sin embargo, a alcanzar
luego un enorme grado de penetración en los Hermanos
En palabras de Charles Ryrie esta
es la historia del dispensacionalismo clásico o sistematizado[17]:
“No cabe duda que los Hermanos de Plymouth, de los que Juan Nelson
Darby (1800- 1882) fue un líder, tuvieron mucho que ver con la sistematización
y la propagación del dispensacionalismo. Pero ni Darby ni los Hermanos
originaron los conceptos comprendidos en el sistema, y aun si lo hubiesen
hecho, eso no significa que ellos estaban errados si puede probarse que fueron
bíblicos. Darby nació en Londres de padres irlandeses, fue educado en el
Trinity College, Dublín (del cual se graduó a la edad de dieciocho años), y fue
admitido en el colegio de abogados a 44 la edad de veintidós años. Se convirtió
y dejó su carrera legal un año después, y fue ordenado en la iglesia anglicana.
Trabajó vigorosamente y con gran éxito en su primera iglesia, con el resultado
de que cierta ocasión los católicos romanos estaban «convirtiéndose al
protestantismo a razón de seiscientos a ochocientos por semana». Debido a la
alianza entre la iglesia anglicana y el estado, Darby, poco después, sintió que
debía dejar ese ministerio y buscar un compañerismo que enfatizase una comunión
más espiritual e íntima. Comenzó a reunirse con un grupo de personas que
pertenecían a la iglesia anglicana en Dublín y quienes, debido a su descontento
hacia esa iglesia, estaban buscando una comunión más personal, así como el
estudio de la Biblia. Estas primeras reuniones comenzaron antes que Darby
estuviese descontento. El no fue el fundador de este grupo, y las reuniones no
eran en ninguna manera una protesta, sino más bien actos espontáneos.
Después de algunos viajes, Darby se radicó en Plymouth,
Inglaterra, donde en 1831comenzó el culto del partimiento del pan. Por el año
1840 cerca de ochocientas personas asistían a esos cultos, y era inevitable que
dicho grupo, que según Darby no debía ser conocido por ningún nombre
denominacional sino simplemente como hermanos, sería llamado los Hermanos de
Plymouth. Posteriormente surgieron muchos grupos en Inglaterra y luego en otras
partes del mundo. Darby mismo esparció el movimiento por medio de sus viajes
por Alemania, Italia, los Estados Unidos y Nueva Zelanda. Era un trabajador
incansable. Su ministerio de literatura incluye cerca de cuarenta libros de
seiscientas páginas cada uno, habiendo producido también una traducción de la
Biblia. Sus obras muestran una amplitud de erudición y un conocimiento de los
idiomas originales, la filosofía y la historia eclesiástica. Las primeras
asambleas tuvieron sus problemas, y Darby aparece principalmente en las
controversias de aquellos años. La estructura dispensacional presentada por Darby (aunque no
siempre puede discernirse fácilmente de sus escritos) era la siguiente:
I. Desde la condición en el Paraíso hasta el diluvio.
II. Noé.
III. Abraham.
IV. Israel.
A. Bajo la ley.
B. Bajo el sacerdocio.
C. Bajo los reyes.
V. Gentiles.
VI. El Espíritu.
VII. El milenio
En palabras de Michael Vlach los
orígenes del dispensacionalismo clásico; revisado modificado y progresivo son[18]:
Los inicios del
dispensacionalismo sistematizado están vinculados con John Nelson Darby
(1800-1882), un ministro de los Hermanos de Plymouth. Durante su estancia en el
Trinity College en Dublin (1819) Darby llego a creer en una salvación y
restauración futura de la nación de Israel. Basado en su estudio de Isaías 32,
Darby concluyó que Israel, en una dispensaciónfutura, disfrutaría bendiciones
terrenales que eran diferentes de las bendiciones celestiales experimentadas
por la iglesia. El vio una clara distinción entre Israel y la iglesia. Darby
también llego a creer en un rapto “inminente” de la iglesia que era seguido de
la Septuagésima Semana de Daniel en la que Israel tendría una vez más el centro del escenario en el Plan de Dios.
Después de este periodo, Darby creía que habría un reino milenial en el que
Dios cumpliría Sus promesas incondicionales con Israel.[19]
De
acuerdo con Paul Enns, “Darby propuso el esquema del dispensacionalismo al
notar que cada dispensación coloca al hombre bajo cierta condición, el hombre
tiene cierta responsabilidad ante Dios. Darby también notó que cada
dispensación culmina en fracaso.”[20]
Darby vio siete dispensaciones: (1) El estado paradisíaco hasta el diluvio; (2)
Noé; (3) Abraham; (4) Israel; (5) Gentiles; (6) El Espíritu; y (7) El Milenio.
Por su propio testimonio, Darby dice que su teología dispensacional fue
completamente formada para el 1833. Darby a menudo es considerado el ‘padre del
dispensacionalismo.
El
Dispensacionalismo tomó forma en el Movimiento de los Hermanos en la Bretaña
del siglo diecinueve. Aquellos dentro del Movimiento de los Hermanos rechazaron
un rol especial para un clero ordenado y enfatizaron los dones espirituales de
los creyentes ordinarios para enseñar y amonestar uno al otro con la Escritura.
Los Hermanos tuvieron una influencia importante en el Protestantismo evangélico
e influenciaron a los ministros en los Estados Unidos tales como D.L. Moody,
James Brookers, J.R. Graves, A.J. Gordon, y C.I. Scofield.[21]
En
los inicios de 1870, varias conferencias bíblicas se llevaron a cabo en los
Estados Unidos. Estas conferencias ayudaron a esparcir el dispensacionalismo.
Las conferencias de Niagara (1870-principios de 1900) no comenzaron a promover
el dispensacionalismo sino que las ideas dispensacionales fueron a menudo
promovidas. Las Conferencias Bíblicas y Proféticas Estadounidenses de 1878-1914
promovieron la teología dispensacional. A finales de 1800, algunos institutos
bíblicos fueron fundados y enseñaron teología dispensacional incluyendo el
Instituto Bíblico Nyack (1882), El Boston Missionary Training School (1889), y
El Instituto Bíblico Moody (1889). C.I. Scofields, un participante de las
conferencias de Niagara, produjo la Biblia de Referencia Scofield en 1909. Esta
Biblia de referencia se volvió la mayor influencia en la propagación del
dispensacionalismo. Todavía es común hoy en día para los críticos del
dispensacionalismo referirse de nuevo a la Biblia de Referencia Scofield como
algo normativo de las creencias del dispensacionalismo.
Después
de la Primera Guerra Mundial, fueron formadas muchas escuelas bíblicas
dispensacionalistas. Dirigidas por el Seminario Teológico de Dallas (1924), el
dispensacionalismo comenzó a ser promovido en un escenario formal académico.
Bajo Scofield, entró en un periodo docente que más tarde fue llevado por su
sucesor: Lewis Sperry Chafer. Una mayor promoción del dispensacionalismo tuvo
lugar con la Teología Sistemática de ocho volúmenes de Chafer.
El ultra
dispensacionalismo o dispensacionalismo extremo[22]
En general, se conoce como
ultradispensacionalismo al movimiento de los estudiantes fieles a la Biblia que
lleva el dispensacionalismo más allá de donde la mayoría de los
dispensacionalistas se detiene. La característica principal del ultradispensacionalismo es la
perspectiva relativa al comienzo de la iglesia. A diferencia de la corriente
principal del dispensacionalismo, la cual defiende que el inicio de la iglesia
ocurre en Hechos 2, el ultradispensacionalismo cree que la iglesia comenzó
después; el grupo moderado sugiere Hechos 9 o 13, y el más extremo sugiere
Hechos 28. El grupo extremo sigue a E. W. Bullinger (1837-1913), un erudito con
algo de renombre; de hecho, el dispensacionalismo temprano a veces era llamado
bullingerismo. Otras personas de este grupo incluyen a Charles H. Welch de
Londres, sucesor de E. W. Bullinger; A. E. Knoch; Vladimir M. Gelesnoff y Otis Q.
Sellers de Grand Rapids. Bullinger enseñaba que los Evangelios y Hechos estaban
bajo la dispensación de la ley, y que la iglesia comenzó en realidad con el
ministerio de Pablo después de Hechos 28:28. Los libros del Nuevo Testamento
donde se establece la revelación sobre este concepto de iglesia son Efesios,
Filipenses y Colosenses. Bullinger identificó tres períodos en el Nuevo
Testamento: (1) el tiempo de los Evangelios, cuando el evangelio sólo se
predicaba a los judíos y se autenticaba por el bautismo en agua; (2) el período
de transición en Hechos y en las epístolas neotestamentarias, correspondiente
al tiempo en que todavía se ofrecía a los judíos participar en la
“iglesia/novia”, y se autenticaba mediante el bautismo doble en agua y en
Espíritu; (3) el período en que los judíos y gentiles forman un sólo cuerpo en
Cristo, autenticado tan sólo por el bautismo en el Espíritu. Como la iglesia
gentil se relaciona con Cristo a través del Espíritu, el bautismo y la Cena del
Señor no tienen importancia para la iglesia. Según Bullinger, tales ritos están
relacionados con la carne. El grupo moderado sostiene que la iglesia comenzó en
Hechos 9 o 13. Se identifica con J. C. O’Hair, Cornelius R. Stam y Charles F.
Baker, autor de A Dispensational Theology [Una teología dispensacional].
El Grace Bible College de Grand Rapids es la principal escuela
ultradispensacional afiliada con los ministerios Grace Gospel Fellowship y
Worldwide Grace Testimony. Stam enseñaba que la iglesia comenzó en Hechos 9 con
la conversión de Pablo. El “Cuerpo de la Iglesia” sólo pudo empezar con el
inicio del ministerio paulino, porque Pablo era el ministro a los gentiles.
Como después de esa fecha no volvió a haber un ofrecimiento del reino a Israel,
J. C. O’Hair enseñaba que la iglesia comenzó en Hechos 13:46 con la
declaración: “nos volvemos a los gentiles”. Como los seguidores de O’Hair ponen
el comienzo la iglesia en el marco de Hechos, observan la Cena del Señor pero
no el bautismo en agua.
El
dispensacionalismo revisado o modificado
El dispensacionalismo
revisado o modificado data aproximadamente de 1950-1985. Los
dispensacionalistas revisados trajeron algunas modificaciones a la teología dispensacional clásica
incluyendo una relajación de algunos de algunas de las distinciones más nítidas
entre Israel y la iglesia. Los dispensacionalistas Revisados no enfatizaron el
dualismo eterno y la separación de los pueblos celestiales y terrenales como
los dispensacionalistas clásicos hicieron. Sin embargo, ellos enfatizaron que
existían dos grupos antropológicos –Israel y la iglesia la cuales siempre se
mantienen distintos. Estos dos grupos son estructurados de manera diferente con
diferentes papeles y responsabilidades dispensacionales, pero la salvación que
cada uno recibe es igual. Para la mayoría de los dispensacionalistas revisados
no hay dos nuevos pactos sino solo uno. La iglesia actualmente participa en el
nuevo pacto mientras que Israel experimentará el cumplimiento completo de nuevo
pacto en un milenio futuro terrenal. La distinción entre Israel y la Iglesia,
como grupos distintos, continuará a través de la eternidad incluso cuando ambos
grupos hereden el reino milenial y el estado eterno. Además, los
dispensacionalistas revisados sostienen que no existe ningún sentido en el que
Jesús este sentado o gobernando desde el trono de David durante la era de la
iglesia. Por tanto, el reino Davídico de Jesús es futuro. Los teólogos clave
del dispensacionalismo revisado incluyen a John Walvoord, Dwight Pentecost,
Charles Ryrie, Charles Feingberg y Alva J. McClain.
El
dispensacionalismo progresivo
Los mediados de 1980
testificaron el resurgimiento de una nueva forma de dispensacionalismo: el
dispensacionalismo progresivo. A menudo vinculado con la inauguración del Grupo
de Estudio Dispensacional en 1986, el dispensacionalismo progresivo ofreció más
modificaciones a la teología dispensacional. ¿A qué se refiere con progresivo?
El título dispensacionalismo progresivo se refiere a la relación progresiva de
las dispensaciones una con la otra. Charles
Ryrie observa que: “El adjetivo ‘progresivo’ se refiere al principio central de
que los Pactos Abrahámico, Davídico y Nuevo están siendo progresivamente
cumplidos hoy (así como teniendo cumplimientos en el reino milenial).
De acuerdo con Craig
Blaising y Darrell Bock, una de las principales diferencias entre los
dispensacionalistas anteriores y progresivos es como los progresivos ven a la iglesia:
“Los Progresivos no
ven a la iglesia como una categoría antropológica en la misma clase que
términos como Israel, Naciones Gentiles, Judíos, y pueblo Gentil. La iglesia no
es también una raza de humanidad (en contraste a los Judíos y Gentiles) ni una
nación que compite junto a Israel y las Naciones Gentiles…La iglesia es
precisamente la misma humanidad redimida previa a la venida de Cristo.
Esta creencia de que
la iglesia se compone de “humanidad redimida” significa que los
dispensacionalistas progresivos ven más continuidad entre Israel y la iglesia
que los otros dos campos del dispensacionalismo. Subrayan que tanto Israel como
la Iglesia componen el “pueblo de Dios”
cuando vienen a la salvación y ambos están relacionados a las bendiciones del
nuevo pacto. Esta igualdad espiritual, sin embargo no significa que no hay
distinciones funcionales entre Israel y la iglesia. Los dispensacionalistas
Progresivos no igualan la iglesia a Israel y aun ven una identidad y función
futura distinta para el Israel étnico en
un reino milenial por venir. Además, los dispensacionalistas progresivos como
Blasing y Bock ven incluso un aspecto actual/no-actual al reinado Davídico de
Cristo, viendo el reino Davídico inaugurado durante la presente era de la
iglesia. Robert L. Saucy parece tomar una perspectiva mediática de que existe
un sentido en el que Jesús está en el trono de David. Pero para todos los
dispensacionalistas progresivos, el cumplimiento total de este reino Davídico
espera a Israel en el milenio futuro. Los teólogos claves para el
dispensacionalismo progresivo incluyen a Craig A. Blaising, Darrell L. Bock, y
Robert L. Saucy.
[1]
Charles Ryrie, Dispensacionalismo hoy. Página 7.
[2]
Dispensacionalismo revisado. Michael Vlach. Página 5.
[3]
Dispensacionalismo revisado. Michael Vlach. Página 31
[4]
Dispensacionalismo revisado. Michael Vlach. Página 40-41
[5]
Dispensacionalismo revisado. Michael Vlach. Página 43.
[6]
Paul Enns. Compendio Portavoz de teología. Página 534.
[7]
Charles Ryrie, Dispensacionalismo hoy. Página 14.
[8]
Charles Ryrie, Dispensacionalismo hoy. Página 17
[9]
Charles Ryrie, Dispensacionalismo hoy. Página 22.
[10]
Charles Ryrie, Dispensacionalismo hoy. Página 22.
[11]
Charles Ryrie, Dispensacionalismo hoy. Página 24-25
[12]
Charles Ryrie, Dispensacionalismo hoy. Página 30-31.
[13]
Dispensacionalismo revisado. Michael Vlach. Página 42
[14]
Dispensacionalismo revisado. Michael Vlach. Página 53
[15] Charles Ryrie, Dispensacionalismo hoy.
Páginas 39-45.
[16]
Jose Grau. Escatología final de los tiempos. Página 161.
[17]
Charles Ryrie. Dispensacionalismo hoy. Páginas 43-44
[18]
Michael Vlach. Dispensacionalismo. Pagina 6-10
[22]
Paul Enss. Compendio Portavoz de Teología. Páginas 544-545.
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