Breve historia de la música
en la liturgia de la iglesia[1]
La música en la historia de la iglesia igual ha sido
diversa y ha involucrado controversias dentro del mundo cristiano. Como vimos
los cristianos comenzaron cantando “Salmos (El libro de los salmos), Himnos
(Himnos cristológicos) y canticos espirituales (cantos espontáneos)”. Esto lo
podemos saber por la evidencia del escritor llamado Plinio el joven (61-112) el
cual dijo que los cristianos “Cantan himnos a Cristo”. Luego con los años se
empezaron a componer himnos inspirados en las Escrituras, algunos himnarios
conocidos serian el himnario del Obispo de Francia Hilario de Poitiers
(315-376) y el himnario del Obispo de Italia Ambrosio de Milán (340-397) esto
provoco la oposición del Obispo Dámaso (304-394) acusándoles de que estas
innovaciones traerían confusión.[2]
Sin embargo la himnologia de extendió por todos lados.
La siguiente forma de música introducida fue el canto
gregoriano (canto llano) tiene este nombre porque se le atribuye a Gregorio I o
el Obispo Gregorio (540- 604).[3] El
catolicismo romano fue poco a poco fue tomando fuerza y con ello nacería lo que
se conoce como el “calendario litúrgico”.[4]
Este calendario celebra las obras de Cristo en el Adviento, Navidad,
Pentecostés, Cuarema, entre los cuales se hacían procesiones cantadas. En el
caso de los monasterios la mayoría uso “La regla de San Benito” (480-547) la
cual consistía en ordenar la vida en horarios, y eso incluía cantar en ciertos
horarios[5] En
los cultos de aquella época no se usaban instrumentos, aunque el piano se uso
en algunas ocasiones.[6] Siempre
hubo críticas de Obispos por el uso del órgano[7]. La
Polifonía se vio como un estilo satánico[8]
Los husitas (seguidores de John Huss) compusieron himnos
populares, pero prohibieron los instrumentos musicales y la música Polifónica.[9]
Erasmo de Rotterdam (1466-1536) critico la música ruidosa durante los cultos de
la época[10].
En la época de la Reforma; Martin Lutero
(1483-1546) a quien le encanta la música, introduce cantos polifónicos (coros),
recupera himnos gregorianos y recoge himnos populares los cuales los edita y
adapta para el culto[11] Por otro lado Ulrico Zuinglio (1484-1531) no
le asigno ninguna función a la música en el culto. Juan Calvino (1509-1564)
rechazo la idea de cantos con instrumentos en la asamblea, como también los
cantos polifónicos dentro del culto. Solamente permitió el canto de salmos con
música especialmente compuesta por músicos de la época[12].
Se compusieron dos Salterios; El Salterio de Ginebra y el de Escocia[13].
En la Iglesia Anglicana se empezaron a usar instrumentos musicales dentro de
sus cultos[14].
En el Catolicismo Romano aumentaron los debates respecto al uso del órgano y la
música Polifónica, después de la Reforma.[15] Para
tratar de controlar un poco el problema se publicaron libros litúrgicos para la
reglamentación del culto Católico Romano[16].
En la tradición luterana Johan Sebastian Bach (1685-1750)
compuso mucha música para la iglesia como para sociedad en general. La música
de Bach abrió la puerta a todos los estilos polifónicos de la época (cantatas).[17]
Georg Friedich Handel (1685-1759) le puso música a los sermones de John Wesley
y George Whitefield[18].
Tanto John como Charles Wesley fueron grandes compositores de himnos. Isaac
Watts (1674-1748) es conocido como el padre de la himnologia inglesa. Estas
prácticas fueron grandes escándalos para la época. Wolgang Amadeus Mozart
(1756-1791) siendo un Católico Romano durante toda su vida compuso música para
la iglesia. Pero también compuso muchas canciones para expresar sus
sentimientos masónicos, por tanto el mezclo lo “sacro con lo profano”[19]
Ludwig Van Beethoven (1770-1827) se asume que era católico (algunos dudan) pero
compuso música para la iglesia[20]. Algunos creen que él era deísta y no creía en
un Dios personal. En Estados unidos la música en la iglesia tuvo mucha
influencia afroamericana, por lo que hubo apariciones de coros y música más
rítmica en los cultos como el “Gospel”[21]. De
aquí en adelante las prácticas de coro y el uso de todos los instrumentos
musicales se hizo parte de todas las iglesias tanto Católicas Romanas como
protestantes[22].
Aunque la Iglesia Católica Romana[23]
como los protestantes han advertido sobre el tema.
Podemos decir en conclusión que la historia de la música
en la iglesia se ha visto en vuelta en diversas controversias. Cada nuevo
estilo es considerado “Satánico o Liberal” pero en general con los años termina
siendo aceptado.
El caso de la Salmodia
exclusiva[24]
Esta es una postura teológica que procede del Reformador
Juan Calvino. Fue expresada en la Confesión de Westminster y seguida por
algunos puritanos.[25]
La Salmodia exclusiva alude que solamente se deben cantar los salmos porque
solamente esto mando el Señor y es parte del principio regulador del culto
cristiano.[26]
Argumentan diciendo que las Escrituras nos llaman a cantar salmos (Sal 81:1-2;
95:1-2; 98:4-5; 100:2; 105:2) que Jesús canto Salmos (Mt 26:30; Mc 14:24) que
Pablo y Silas cantaron Salmos (Hechos 16:25) y que los mandatos de Pablo en
Efesios (Efe 5:19) y Colosenses son salmos (Col 3:16) Ellos argumentan que la
palabras griegas se refiere a los salmos (Hummos (Himnos) Odee (Canticos)) Por
tanto lo que Pablo estaría diciendo es los creyentes deben estar cantando “Salmos, Salmos, Salmos”. Para
sostener esta posición dicen que repetir constamente era algo común de la
literatura judía (Exo 34:7; Dt 5:31; Mc 12:30) A la vez rechazan tomar ejemplos
del libro de Apocalipsis como ejemplos para canticos del culto público porque dicen
eso traería “caos litúrgico” debido a la diversidad de imágenes que contiene.
Creen que la idea de que hay “himnos” en el Nuevo Testamento es solamente un
invención de los comentaristas modernos.
¿Qué respondemos a esta
postura?
En primer lugar que no hay ningún problema con admitir
que las Escrituras, Jesús, Pablo y la iglesia cantaron salmos, pues ellos han
sido la inspiración para todos los músicos creyentes de la historia. El
verdadero problema procede de la idea de “solo Salmos o exclusivamente salmos”.
En segundo lugar no todos los puritanos, ni muchos menos
los Bautistas sostuvieron tal posición. Por ejemplo el bautista Benjamin Keach introdujo
himnos a la adoración de la iglesia.[27]
En tercer lugar, ¿Enseña Pablo en Efesios 5:19 y Col 3.16
que solamente debemos cantar salmos? La primera palabra es evidente que es
“Salmos”. La palabra “himnos” ocurre 17 veces en la Septuaginta, 13 de ellas en
el libro de los Salmos; y de esas 13, 6 de ellas forman parte del título de
algunos salmos. Mientras que en el NT la palabra aparece sólo dos veces, en los
pasajes que estamos considerando de Ef. 5:19 y Col. 3:16. Es interesante notar
que esta palabra griega que Pablo usa en estos pasajes del NT, se usa en varias
ocasiones en la Septuaginta para traducir la palabra hebrea tehillah que es la
que usaban los hebreos para designar el libro de los Salmos. Así que, una vez
más, estamos ante una palabra relacionada con los Salmos del libro de los
Salmos. La tercera palabra es “cánticos”, la cual es usada 80 veces en la
Septuaginta, 45 de ellas en los Salmos; y de esas 45, 36 veces en los títulos
de algunos Salmos. Mientras que en el NT, esta palabra aparece en los dos
pasajes de Ef. 5:19 y Col. 3:16, así como 4 veces más en el libro de
Apocalipsis.[28]
Ante la evidencia de las palabras lo que se debe concluir es que aunque los
Salmos tienen preeminencia como norma, no es exclusivamente a los Salmos a lo
que se refiere.
En cuarto lugar se deben mirar todas las Escrituras. Hay
canciones antes de los Salmos (Exo 15:1; Jueces 5:1, 1 Sam 2:1) y después de los Salmos (Luc 1:44-55; 2:29-32).
Por tanto no eran solamente los Salmos lo que se cantaba.
En quinto lugar, los himnos del Nuevo testamento no son
simples especulaciones, pues tenemos los evidentes himnos de Apocalipsis y la
afirmación de Plinio que los cristianos cantaban a Jesús como Dios (Apo 4:8,
11; 5:9-13; 7:10-12; 11:17-18; 14:2-3; 15:3-4; 19:1, 2, 5, 8) Esto no sale
explícitamente en los Salmos.
En sexto lugar, varios autores presbiterianos han
argumentado contra sus mismos hermanos presbiterianos que el canto es una
circunstancia del culto y no algo mandado directamente. Esto quiere decir que
no existe forma establecida o mandada de cantar[29].
En séptimo lugar, la historia de la iglesia nos muestra
este tema ha sido controversial, sin embargo se han podido llegar a consenso
dentro de la iglesia.
El caso de la Himnologia
exclusiva
En ocasiones, hay también hermanos que sostienen la idea
de que solamente las canciones de himnario deben cantarse en la iglesia porque
tienen buena teología. Los Bautistas Reformados tienen su himnario que se usa
en las iglesias llamado “trinidad”, no sé si el que está en español es el mismo.[30]
Aunque los Himnos son valiosos y pedagógicos para enseñar teología, lo mismo
debemos aspirar de las canciones nuevas que se hagan, porque el fin de cantar
es el canto congregacional. No deben rechazar las canciones contemporáneas por
el simple hecho de ser contemporáneas. Tampoco debemos idealizar la música
clásica pensando que ella es la única “sacra” porque como vimos los autores
“clásicos” tenían sus ideas y prácticas
que no eran bíblicas (masón, deísta, fe dudosa)
¿Cuál es el Estándar
entonces?
La Confesión de 1689 expresa su posición
en el punto 1.6 de esta manera:
“hay algunas
circunstancias tocantes a la adoración de Dios y al gobierno de la Iglesia,
comunes a las acciones y sociedades humanas, que han de determinarse conforme a
la luz de la naturaleza y de la prudencia cristiana, según las normas generales
de la Palabra, que han de guardarse siempre[31]”
Por tanto lo que la confesión nos aconseja es que hay 3
principios por los cuales debemos establecer la adoración. En primer lugar, por
las normas generales de la Palabra (Principio regulador: Hacer solamente lo que
expresamente manda la Biblia) Por ejemplo solamente los elementos del culto:
oraciones, lectura, predica, cantar. En segundo lugar, la prudencia cristiana,
esto significa el buen juicio o discernimiento cristiano, la sensatez,
templanza, moderación. Estar atento a lo que se está cantando, cantando con
entendimiento. Y en tercer lugar, la luz de la naturaleza, que seria los
contextos culturales en los cuales estamos envuelto. Por tanto la confesión no
establece, el tiempo que cantamos, los instrumentos o el estilo que usamos. Por
tanto a partir de las normas generales de la palabra, la prudencia y la luz de
la naturaleza es que como iglesia debemos cantar al Señor.
[1]
Luigi Garbini. Breve Historia de la música Sacra.
[2]
Ibíd. Páginas 67-68.
[3]
Ibíd. Página 84.
[4]
Ibíd. Página 90.
[5]
Ibíd. Página 94.
[6]
Ibíd. Página 110.
[7]
Ibíd. Página 168.
[8]
Ibíd. Página 116.
[9]
Luigi Garbini. Breve Historia de la música Sacra. Página 144.
[10]
Ibíd. Página 182.
[11]
Ibíd. Página 187-189.
[12]
Ibíd. Página 190.
[13]
https://westminsterhoy.wordpress.com/2014/12/02/el-salterio-escoces-y-el-ginebrino-los-puntos-fuertes-de-cada-uno/
[14]
Luigi Garbini. Breve Historia de la música Sacra. Página 191.
[15]
Ibíd. Páginas 193-194.
[16]
Ibíd. Páginas 208.
[17]
Ibíd. Páginas 260-267.
[18]
Ibid. Página 294.
[19]
Luigi Garbini. Breve Historia de la música Sacra. Páginas 297-298.
[20]
Ibíd. Páginas 300-309.
[21]
Ibíd. Página 337- 340
[22]
Ibíd. Páginas 417-422
[23]
Decreto http://www.vatican.va/archive/hist_councils/ii_vatican_council/documents/vat-ii_decree_19631204_inter-mirifica_sp.html. Carta Apostólica. https://w2.vatican.va/content/john-paul-ii/es/apost_letters/2005/documents/hf_jp-ii_apl_20050124_il-rapido-sviluppo.html
[24]
Brian Schwertley. Una Defensa a la Salmodia Exclusiva.
[25]
Ibíd. Páginas 75- 83
[26]
Ibíd. Páginas 5-37
[27]
http://confessingbaptist.com/tag/exclusive-psalmody/
[28]
http://todopensamientocautivo.blogspot.cl/2009/08/salmos-himnos-y-canticos-espirituales.html
[29] Greg Banhsen y Vern Poythress
[30]
http://www.ibgrpereira.com/wp-content/uploads/SEC_IBGR-Pereira-New-V1.0.pdf
[31]
https://www.chapellibrary.org/files/archive/pdf-spanish/lbcos.pdf
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