Pensar el mundo a través de las Escrituras...

martes, 29 de enero de 2019

Creciendo en el evangelio (Filipenses 3:12-21)



Pablo escribe esta carta a los hermanos de Filipo mientras él está encarcelado en Roma[1] y les enseña que en todo tiempo o circunstancia el cristiano debe estar gozoso en el Señor. Es por eso que a la carta de Filipenses se le llamado la “carta del gozo”.

En el capítulo 1 ora por ellos pidiendo que el amor, la ciencia y el conocimiento abunden cada día más en ellos (Fil 1:9-11) y les enseña que todos los sufrimientos ministeriales de Pablo han obrado para el avance del evangelio (Fil 1:12-14) les explica que debido al gozo que tiene en Cristo no sabe si vivir para seguir sirviendo a los hermanos o morir para estar en la presencia de Dios (Fil 1:21-24) y les llama a que se comporten como dignos del evangelio (Fil 1:27-30)

En el capítulo 2 Pablo nos llama vivir en el gozo cristiano sintiendo lo mismo y el no hacer nada por contienda o vanagloria (Fil 2:1-4) sino que haya en nosotros el mismo sentir de Cristo el cual fue humillado hasta la muerte de cruz y luego fue exaltado hasta lo sumo (Fil 2:5-11) para mostrarnos con su ejemplo como debemos vivir. Además les recuerda a los hermano que Dios es quien está obrando en ellos y por tanto deben vivir de forma irreprensible, sencilla, como luminares en el mundo (Fil 2:12-18) y nos habla de dos compañeros del evangelio que estuvieron en todo tiempo con Pablo: Timoteo y Epafrodito (Fil 2:19-30)

En el capítulo 3 Pablo llama a los cristianos a gozarse en el Señor y a tener cuidado de los falsos maestros que confían en la carne (Fil 3:1-3) Pero a la vez Pablo afirma que si quieren confiar en la carne él tiene méritos suficientes para confiar en ella, pero muestra como toda esa confianza frente al sacrificio de Cristo no solamente “perdida” (Fil 3:1-11)
Lo que Pablo es que en estos capítulos es que el gozo en Cristo te lleva a tener comunión, el gozo te lleva a sufrir por el evangelio (Fil 1:18) el gozo te lleva a vivir o morir por el evangelio (Fil 1:21; 2:18) el gozo en Cristo te lleva considerar todo lo que el mundo considera como valioso como una “perdida”.

Hacia la perfección en el evangelio Filipenses 3:12-16

Debido a que Pablo había expresado que para el Cristo era ganancia y todo lo demás perdida (Fil 3:7-8) así como su anhelo de “conocer  a Cristo” “participar de sus padecimientos” y “llegar a ser semejante de él” (Fil 3:10) algunos podían concluir que Pablo se consideraba alguien que había llegado a la perfección espiritual en esta vida. Pero Pablo va a comenzar aclarando que en esta vida no ha alcanzado el crecimiento o la madurez espiritual plena y para ilustrarlo va usar la metáfora del atleta que corre una carrera. Esta imagen de las carreras tiene varias similitudes con lo que hoy conocemos en las carreras olímpicas pues se realizaba en un estadio donde había muchos espectadores y los corredores competían en la pista de carrera y al final de la carrera el ganador recibía un premio que generalmente era una palmera en aquella época[2]. Pablo había usado esta misma imagen en otras ocasiones. 2 Timoteo 2:5. 1 Corintios 9:24-27

“Y tampoco el que lucha como atleta es coronado, sino lucha legítimamente”

“¿Acaso no saben ustedes que, aunque todos corren en el estadio solamente uno se lleva el premio? Corran, pues, de tal manera que lo obtengan. Todos los que luchan, se abstienen de todo. Ellos lo hacen para recibir una corona corruptible; pero nosotros para recibir una incorruptible. Así que yo corro y lucho, pero no sin una meta definida; no lo hago como si estuviera golpeando al viento; más bien golpeo mi cuerpo y lo someto a servidumbre, no sea que después de haber predicado a otros yo mismo quede eliminado”

Pablo al usar esta ilustración nos muestra todos requisitos de correr una carrera que es 1) Luchar legítimamente lo cual equivaldría a luchar con los parámetros del evangelio. 2) Luchar absteniéndose de todo lo cual equivaldría a luchar absteniéndose del pecado. 3) Luchar en buscar del premio que sería luchar que equivaldría a ser como Cristo, buscar su conocimiento o ser recompensando en el juicio final (depende del contexto) Pero lo que Pablo nos está diciendo en estos versículos de Filipenses es que el aún está en el proceso de la carrera.

V12 Pablo comienza diciendo que el “aún no lo ha alcanzado” ni ha llegado a la “perfección”. El apóstol Pablo quien es un ejemplo en conocimiento, fe, evangelismo, misiones, nos dice que aun así él no puede decir que había alcanzado la perfección en esta vida porque en esta vida aún luchamos con el pecado (Rom 7:24) El mismo Apóstol Juan lo escribe en su epístola: 1 Juan 1:8

“Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros”

Pablo afirma su insatisfacción con la realidad actual de su naturaleza pecaminosa y así es como comienza el progreso hacia el crecimiento cristiano. Pero aunque Pablo reconoce la realidad del pecado en su vida, él no se queda simplemente allí sino que dice que “sigue adelante” para ver si logra alcanza por lo cual alcanzado por Cristo. ¿Qué fue lo que alcanzo a Pablo? Fue la gracia de Dios quien lo alcanzo en el camino a Damasco (Hechos 9:3-6) que el recordaba constantemente en sus sermones y cartas.1 Timoteo 1:12-14

“Doy gracias a Cristo Jesús nuestro Señor, que me fortaleció, porque me considero fiel al ponerme en el ministerio, aun cuando antes yo había sido blasfemo, perseguidor e injuriador; pero fui tratado con misericordia porque lo hice por ignorancia, en incredulidad”

Por tanto pareciera que Pablo que está diciendo que quiere alcanzar la gracia de Dios cuando obviamente eso es imposible. La verdad es que por el contexto Pablo se refiere a alcanzar el conocimiento de Cristo (Fil 3:8, 10) Pablo quería alcanza más de ese conocimiento de la asombrosa gracia de Dios en su vida. Pablo ya había dicho que todo su conocimiento en comparación con el conocimiento de Cristo era “basura” (Fil 3:8) Por tanto su único y verdadero anhelo era conocer más a Cristo. Por supuesto este conocimiento es solamente intelectual sino que es experiencial. Esto quiere decir que conocer a Cristo involucra todo nuestro ser, nuestra voluntad, mente, sentimientos deben manifestar que conocemos el evangelio de Cristo.

V13-14 Pablo con un tono pastoral “hermanos”, vuelve a reiterar que él no pretende haber alcanzado la perfección cristiana. ¿Por qué Pablo ve la necesidad de volver a repetir esto? Es probable que hubieran algunas falsas enseñanzas de perfeccionismo cristiano[3] (Fil 3:2) Por tanto el apóstol repitió, lo cual indica que es importante, saber que él no había alcanzado la perfección en este mundo. Pero aunque él sabe que no va alcanzar la perfección en este mundo si está determinado a olvidar lo que queda atrás y avanzar hacia adelante.

Recordemos que Pablo está usando la metáfora del atleta que corre en el estadio por tanto la imagen es así. 1) Pablo dice “Una cosa si hago” (RVC) “Mas bien, una cosa hago” (NVI) “Pero me concentro únicamente en esto” (NTV) lo cual muestra que está totalmente determinado a correr la carrera cristiana. Él sabe que no va a lograr la perfección en este mundo, pero si podrá crecer en la fe por tanto se esfuerza en la gracia de Cristo para avanzar. 2) Pablo dice “Me olvido ciertamente lo que ha quedado atrás” (RVC) “Olvidando lo que queda atrás” (NVI) “Olvido el pasado” (NTV) Cuando alguien va corriendo no se preocupa por los obstáculos que ya enfrento en el pasado, no está corriendo y constantemente mirando hacia atrás de cómo puedo haber enfrentado todo lo que ya paso. Mirar atrás no es algo positivo en las Escrituras ya que la mujer de Lot al mirar atrás se volvió en estatua de sal (Gen 19:26) 3) Pablo dice que se “extiende hacia lo que esta adelante; prosigue a la meta” (RVC) “Sigo avanzando hacia la meta” (NVI) “Fijo la mirada en lo que tengo por delante y así avanzo hasta llegar al fin de la carrera” (NTV) El objetivo del apóstol era muy claro y es avanzar a la meta que es el conocimiento de Cristo sin preocuparse por lo que sucedió en el pasado pues Cristo ya lo redimió.

V15-16 Cuando leemos el verso 15 nos encontramos a Pablo diciendo “todos los que somos perfectos” pero en el verso 12 había afirmado que él no era perfecto ni que la perfección cristiana era parte de esta vida entonces ¿Cómo puede afirmar ahora que son perfectos? La respuesta tiene que ver con el uso de una palabra griega que tiene diversos sentidos y por tanto Pablo la usa de diversas maneras en sus cartas. La palabra griega “Teleios” significa habiendo llegado a su fin, completo, maduro[4] y Pablo la usa en estos sentidos en otros versículos por ejemplo: 1 Corintios 2:6; 14:20

“Sin embargo, entre los que han alcanzado la madurez si hablamos con sabiduría, pero no con la sabiduría de este mundo ni la de sus gobernantes, los cuales perecen”

“Hermanos, no sean como niños en su modo de razonar. Sean como niños en cuanto a la malicia, pero en su modo de razonar actúen como gente madura”

Por tanto el sentido de verso es “todos los que somos maduros” la versión NTV lo traduce así “Que todos los que son espiritualmente maduros estén de acuerdo con estas cosas”. Por tanto la idea central es que quienes sean maduros espiritualmente van a buscar el crecer en la fe cristiana entendiendo que el crecimiento lo da el Señor, pero que a la vez busco intencionalmente crecer en la gracia usando la oración, las Escrituras, la comunión, la evangelización y todas las cosas que Dios ha dejado para crecer espiritualmente. Ahora si alguien siente otra cosa “esto se los revelará Dios”. Esto quiere decir que si alguien no está de acuerdo con crecer espiritualmente hay dos posibilidades: No es cristiano o va a ser disciplinado por Dios para vea que esta es la voluntad de Dios (Hebreos 12) Lo interesante de esto es que aunque uso la metáfora de forma individual termina llamándonos a avanzar en el crecimiento de forma comunitaria.

Pablo está hablando en estos pasajes de una doctrina que es claramente la santificación progresiva. William Ames fue conocido puritano que escribió un libro llamado “la medula de la teología[5]” en donde define la santificación progresiva en un proceso triple[6]. Él decía que en primer lugar la santificación es “matar la inmundicia del pecado” lo que se conoce como la mortificación del pecado. En otras palabras el deseo de abandonar el pecado comienza con un fuerte anhelo de insatisfacción de quien somos. Cuando somos expuestos a las verdades del evangelio experimentamos un sentido de culpabilidad por el pecado que habita en nosotros. En segundo lugar es ser conformado a la imagen de Cristo. Después de abandonar el pecado ahora queremos vivir en la voluntad de Dios y encontramos descanso en la obra de Cristo. En tercer lugar, la meta de la santificación es la conformación a esa voluntad, en otras palabras el gozo en Cristo. El fin de la santificación es encontrar placer en la voluntad de Dios. Ahora la santificación se enfrenta a varios errores que han existido a través de los tiempos en el cristianismo  y que estas mismos vernos llaman a evitar como el perfeccionismo, el legalismo, el antinomianismo o el derrotismo que muchos cristianos parecen tener hoy en día.

Uno de los problemas que algunos cristianos es lo que el Apóstol Pablo muestra en estos versos que es “mirar atrás”. He conocido creyentes que se jactan por lo que hicieron en el pasado como si sus obras del pasado tuvieran algún valor en la actualidad y finalmente no pueden avanzar. Otros se quedan estancados en los fracasos o pecados del pasado como si Cristo no hubiera perdona sus pecados y se sienten inseguros debido a que viven confiando en sus obras y no en el perdón que Cristo le proveyó en cruz. Las personas que creen en la santificación son los que realmente creen que la gracia de Dios les ha perdonado y por tanto no viven mirando lo que hicieron en el pasado sino que entienden que Cristo ya perdono sus pecados y ahora crecen en la santificación y llegan a experimentar el gozo de Cristo en la salvación. Martin Llord Jones solía decir que “Los cristianos que no viven gozoso son un mal testimonio para el mundo”. ¿Crees tú realmente en la gracia de Dios? ¿Te sientes satisfecho con quién eres? ¿Te has quedado mirando atrás en tu pasado o en tus pecados pasados y no estas confiando en la gracia de Dios? El Señor nos llama a madurar en la fe.

Imitando a los creyentes rechazando a los incrédulos Filipenses 3:17-19

Pablo vuelve al tono pastoral (hermanos) y hace un llamado a que lo imiten y que sigan el ejemplo suyo. Pablo en varias otras ocasiones hace un llamado a imitarlo porque el buscaba imitar a Cristo. 1 Corintios 4:16; 11:1

“Por tanto les ruego que me imiten”

“Imítenme a mí; así como yo imito a Cristo”

Pero además de imitarlo a él también habla de que se fijen de aquellos que han seguido el mismo ejemplo de Pablo. Probablemente la referencia es a sus colaboradores Timoteo o Epafrodito (Fil 2:19-30) aunque también pueden ser otros que no nombra en su carta. Pero de todas las maneras Pablo siempre habla de buscar hombres idóneos para que enseñen también a otros (2 Tim 2:2) La iglesia debe ver modelos y referencia en estos hombres. Y mientras hace un llamado a que lo imiten a él y sus colaboradores en el evangelio también escribe que rechacen a los enemigos de Cristo. ¿Quiénes son estos enemigos de Cristo? Estas personas parecen ser diferentes a los “perros, malos obreros que mutilan el cuerpo” (Fil 3:2) porque ellos pertenecían a la comunidad de Filipos eran personas conocidas en la comunidad. Pero estos enemigos de Cristo eran muchos que andaban por allí, o sea andaban rondando la comunidad pero no pertenecían necesariamente a la comunidad de Filipos. Pablo les había advertido muchas veces acerca del peligro de los falsos maestros y el llora por estos enemigos de Cristo pues sabe cuál es su condenación.

Pablo nos dice que estas personas tienen evidentes características negativas. 1) son enemigos de la cruz. Él sabía que Dios había escogido la cruz para salvar a los pecadores (1 Cor 1:21) y él estaba encomendado a predicar a Cristo y este crucificado (1 Cor 2:2) por tanto todo lo que fuera contrario a eso se convertía inmediatamente en enemigo de Cristo porque el evangelio es poder de Dios para salvación. 

2) Solo piensan en lo terrenal. El contraste en estos mismos pasajes quedará establecido cuando Pablo argumente que nosotros somos ciudadanos del cielo, eso quiere decir que nuestro foco no debe está centrado en las cosas del mundo. 1 Juan 2:16

“Porque todo lo que hay en el mundo, es decir, los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida no proviene del Padre sino del mundo. El mundo y sus deseos pasan; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre”

3) Para estas personas su “dios es el vientre”. Esto evidencia su naturaleza carnal pues viven esclavos de sus propios deseos. La referencia aquí puede ser que relacione con la inmoralidad sexual debido a que las comidas y las prácticas sexuales estaban unidas en el mundo antiguo. Estas personas se entregan a la glotonería y al libertinaje sexual. Es debido a todo esto que para estas personas su fin será la perdición. Sabemos que la paga del pecado es la muerte (Rom 6:23) y aquellos que mueran sin Cristo van a sufrir un tormento eterno en el infierno.

Una de las cosas que necesitamos en la iglesia cristiana actual es buenos modelos para imitar ya que dentro de los evangélicos tenemos por un lado personas que al igual que el mundo muestran que son famosas y exitosas en sus vidas y los cristianos que no logran ser como ellos se sienten frustrados. Y por otro lado tenemos a personas han sido unos hipócritas en su forma de vivir y entonces nos quedamos sin referentes. Sin duda tenemos muchos hermanos y hermanas de las cuales podemos aprender muchas cosas acerca de su vida y por eso es bueno leer biografías cristianas para ver cuánto dieron esos hermanos por la obra cristiana. Dentro de nuestra tradición bautista podemos encontrar varios como John Bunyan, William Carrey o Charles Spurgeon, pero lo que necesitamos son modelos de carne y huesos que podamos observar en nuestra vida cotidiana. Los hombres de Dios en la Biblia no se distinguen por lo saben sino por el carácter que tienen e incluso es exactamente lo que las Escritura nos exige de los ancianos y diáconos cuando uno revisa los requisitos (1 Tim 3:1-11) Por tanto debemos orar por que Dios levante modelos en nuestra iglesia de hombres y mujeres piadosos que sean referentes para esta generación y la próxima pues estos modelos van a ser de mucha ayuda en nuestra propia santificación.
Pero mientras imitamos los buenos ejemplos debemos evitar a los malos ejemplos. Modelos farisaicos, autoritarios, exitosos o mesiánicos jamás serán buenos modelos para nosotros porque finalmente no apelan a la sencillez y humildad cristiana, sino que apelan al orgullo y vanidad humana.

La ciudadanía en los cielos Filipenses 3:20-21

Después que Pablo mostró que estos falsos creyentes se preocupan solo de lo terrenal les recuerda a los creyentes que ellos son de la ciudadanía celestial. Pablo mostró con su vida que no le interesaban las comodidades ni los placeres de este mundo. 2 Corintios 4:7-10

“Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que se vea que la excelencia del poder es de Dios, y no de nosotros, que estamos atribulados en todo, pero no angustiados; en apuros, pero no desesperados; perseguidos, pero no desamparados; derribados, pero no destruidos; siempre llevamos en el cuerpo, y por todas partes, la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nosotros.

La palabra ciudadanía era una palabra conocida para los Filipenses ya que se refería al estado civil oficial que ellos tenían. Debido a que Filipos era una colonia Romana los filipenses eran ciudadanos romanos y no había nada más importante en el mundo antiguo que ser ciudadano romano. Pero Pablo toma esta misma idea de la ciudadanía y les hace pensar que la ciudadanía romana no es la importante sino que la ciudadanía celestial es la más importante. Es más importante porque nuestro nombre está escrito en los cielos (Lc 10:20; Apo 13:8) donde esta nuestro salvador (Hechos 1:11) donde esta nuestra herencia (1 Pe 1:4) nuestra recompensa (Mt 5:12) y nuestro tesoro (Mt 6:20) Es del cielo de donde esperamos la segunda venida de Cristo. Hechos 1:10-11

“Mientras miraban al cielo y veían como él se alejaba, dos varones vestidos de blanco se pusieron junto a ellos y le dijeron: “Varones galileos, ¿Por qué están mirando el cielo? Este mismo Jesús, que ustedes han visto irse al cielo, vendrá de la misma manera que lo vieron desaparecer”

Pablo escribió en varias ocasiones en sus cartas respecto a esta esperanza de la segunda venida de Cristo (1 Cor 1:7; 1 Tes 1:10) Por tanto al estar esperando el regreso del Señor los cristianos trabajamos en su obra con convicción, pasión y seguridad sabiendo que el Señor volverá. Pero otra de las cosas sorprendentes que trae la esperanza de la segunda venida es la transformación de nuestro cuerpo. Pablo nos dice que transformara el “cuerpo de humillación” en “un cuerpo de gloria” (RVC) la palabra “humillación y gloria” hacen recordar a la humillación de Cristo y exaltación de Cristo (Fil 2:5-11) en las otras versiones se usan “cuerpo miserable” “cuerpo glorioso” (NVI) “nuestro débil cuerpo mortal” “cuerpo glorioso” (NTV) En 1 Corintios 15:51-54 es donde Pablo da la explicación más amplia respecto a la resurrección del cuerpo.

“Presten atención, que les voy a contar un misterio: no todos moriremos, pero todos seremos transformados en un instante, en un abrir y cerrar de ojos, cuando suene la trompeta final. Pues la trompeta sonará, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que lo corruptible se vista de incorrupción, y lo mortal se vista de inmoralidad. Y cuando esto, que es corruptible, se haya vestido de incorrupción, y esto, que es mortal, se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra escrita “devorada será la muerte por la victoria”

Esto quiere decir que con cuerpos glorificados podremos caminar, comer, hablar pero no tendrá ninguna de las limitaciones físicas que tenemos ahora pues ya no existirá el pecado y por ende ningún tipo de enfermedad. Ya no existirá más la debilidad, la tristeza, el dolor, la duda, el temor, el odio, el fracaso, la inseguridad sino que solo existirá el gozo, la paz, el amor, el conocimiento, el consuelo para siempre. ¿Es esto algo maravilloso? ¿No te asombra? ¿No te emociona? Pero aún más maravilloso es lo el libro de Apocalipsis nos explica sobre esto Apocalipsis 21:1-4

“Vi entonces un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra habían dejado de existir, y el mar tampoco existía ya. Vi también que la ciudad santa, la nueva Jerusalén, descendía del cielo, de Dios, ataviada como una novia que se adorna para su esposo. Entonces oí que desde el trono salía una potente voz, la cual decía: Aquí está el tabernáculo de Dios con los hombres. El vivirá con ellos, y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos y será su Dios. Dios enjugara las lágrimas de los ojos de ellos, y ya no habrá muerte, ni más llanto, ni lamento ni dolor; porque las primeras cosas habrán dejado de existir”

La única forma en que uno va a crecer es estando pecado al evangelio ya que el va a producir en nosotros el deseo de morir a nuestros pecados y descansar en la obra de Cristo para gozarnos constantemente.






[1] Para la discusión ver. Una introducción al Nuevo Testamento. D. Carson y Douglas Moo. Páginas 431-434.
[2] Craig Keener. Comentario cultural del Nuevo testamento. Filipenses. Página 559
[3] William Hendriksen. Comentario a Filipenses. Página 124.
[4] Diccionario Vine. Página 653
[5] https://www.amazon.com/Medula-Sagrada-Teologia-Coraz%C3%B3n-Puritano/dp/1516838874#customerReviews
[6] https://founders.org/2018/02/25/the-imperfections-of-our-sanctification/

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miércoles, 9 de enero de 2019

Recomiendo Axiomas de la religión de Edgar Mullins



El segundo libro traducido y publicado por la Casa Bautista de Publicaciones en 1948 de Edgar Mullins fue “Axiomas de la religión. Una nueva interpretación de la fe Bautista[1]”. Este libro es una serie de discursos dados en la Sociedad Americana de Publicaciones Bautistas en San Luis en 1905[2]. El libro está dividido en 17 capítulos y en varios de ellos trata principios bautistas y como se aplican en el contexto actual.

El primer capítulo se llama “Una nueva prueba para el Denominacionalismo” en donde Mullins reflexiona y se pregunta respecto a los desafíos que las denominaciones se enfrentan en aquella época.  Él dice que el primer desafío en la división que se ha producido por los “ultra conservadores”  y los “ultra progresistas” ya que ambos se ven mutuamente como enemigos. El segundo desafío es preguntarse respecto a la unidad entre las denominaciones, él se pregunta ¿Cuál será nuestra actitud con respecto a la gran cuestión de la unidad cristiana? ¿Son libres las denominaciones para eludir ese problema? El tercer desafío es “el cristianismo y la labor social” para algunos preocuparse de estas cosas es “liberalismo teológico” y para otros es un “deber de la iglesia”. El cuarto desafío son las misiones al extranjero en donde se pregunta ¿Qué forma de cristianismo se adapta mejor al oriente? ¿Es prudente procurar imponer nuestras formas occidentales a organizaciones eclesiásticas del oriente o de cualquier otra cultura? El quinto desafío es el que como bautistas enfrentamos ¿Cómo vamos a poder enfrentar todos estos problemas y mantener la independencia entre nosotros? ¿Cómo los bautistas vamos a responder al cristianismo anti-institucional que está creciendo? ¿Cómo los “principios bautistas” van a responder a las nuevas problemáticas culturales que enfrentamos? Mullins explica el propósito de su libro[3]:

El propósito de este libro es declarar esto desde el punto de vista de los Bautistas. ¿Cuál es el mensaje distintivo de los Bautistas para el mundo? ¿Hasta qué punto comprende nuestro sencillo gobierno congregacional las cosas que son esenciales en el cristianismo del Nuevo Testamento, y hasta dónde está adaptado al progreso presente y futuro del evangelio en la tierra? La cuestión aquí no versa primariamente acerca del bautismo ni de la Cena del Señor, ni aun acerca del gobierno eclesiástico, tal como todos estos puntos han sido discutidos en el pasado. El objeto es, más bien, presentar nuestro caso a la luz de principios primarios y universales y mostrar la relación de las ordenanzas y del gobierno con estos principios. Estos principios; por supuesto, están tomados del Nuevo Testamento. La base de nuestra apología  descansa en la autoridad de las Escrituras. Creemos que cualquier forma que rompe con las Escrituras como palabra revelada y autoritativa de Dios, no puede, servir mucho tiempo a los intereses del reino divino en la tierra de un modo satisfactorio. Por lo tanto, toda posición que adoptamos en las páginas siguientes, está directa o indirectamente basada en la revelación de Dios en Cristo, como consta en las Escrituras del Antiguo y Nuevo Testamento.

El segundo capítulo se llama “El denominacionalismo en términos del reino de Dios” en donde Mullins examina el denominacionalismo a la luz del reino de Dios. El afirma  que el reino de Dios tiene varios puntos distintivos. El reino de Dios es un reino de una relación personal con Dios, un reino de relaciones personales con otros, un reino de revelación de Dios para con el hombre, un reino donde Cristo es el centro de la redención. Por tanto Cristo siendo la palabra misma se encarnó y vino al mundo a anunciar las buenas nuevas. La respuesta del hombre a este anuncio es la fe. Todos los hombres que responden en fe ven la necesidad de tener comunión unos con otros y esto es finalmente la iglesia.

El tercer capítulo se llama “La significación histórica de los Bautistas” y trata de responder a la pregunta de ¿Cómo contribuyen particularmente a la vida y al pensamiento religioso la doctrina bautista? Mullins argumenta que a diferencia de las demás denominaciones los bautistas tienen una historia consecuente pues fueron los únicos que siempre defendieron a cualquier precio la separación de la iglesia y el Estado y la libertad de cultos. Además señala que la doctrina distintiva de los bautistas es la competencia del alma:

“El lector observará que lo que estamos sustentando es, que la doctrina de la competencia del alma en religión bajo Dios es la significación histórica de los Bautistas. Podemos reafirmar la posición bautista en sus varias relaciones como sigue: La significación bíblica de los Bautistas es el derecho de  interpretación y obediencia privadas a las Escrituras. Su significación en relación con el individuo es la libertad del alma. Su significación eclesiástica es una comunión de miembros regenerados y la igualdad y el sacerdocio de los creyentes. Su_ significación política es la separación de la Iglesia y -el Estado. Pero cómo comprendiendo todos los puntos arriba expuestos, como una potencia exorbitante y agresiva en la historia cristiana, como distinta de todas las demás y. separada enteramente asimismo de todas, la doctrina de la competencia del alma en religión bajo Dios es la significación histórica que caracteriza a los Bautistas[4]

El cuarto capítulo se llama “La competencia del alma en religión” en el cual busca explicar y justificar esta doctrina que según él es distintivamente bautista. Mullins argumenta que los católicos romanos no tienen este principio pues ellos dependen en todo sentido de la iglesia, fuera de la iglesia no hay salvación. Los protestantes por otro lado, aunque más cercanos, son inconsecuentes de mantener este principio debido a las jerarquías eclesiásticas o al bautismo de niños. Luego analiza la filosofía progreso humano y muestra que sin la competencia del alma ningún progreso será suficiente para el hombre pues excluye a Dios.

El quinto capítulo se llama “Axioma de religión” en el cual comienza a exponer las principales doctrinas bautistas. Mullins comienza diciendo que a los bautistas se nos mal interpreta como creyentes que buscan poner cosas como el bautismo o el sistema congregacional como algo esencial del cristianismo y por ende crear división innecesario en el cuerpo de Cristo. Por tanto Mullins quiere mostrar que los principios bautistas no provocan eso sino son “axiomas” algo evidente por sí mismo y que cualquier creyente puede aceptar.

El sexto capítulo se llama “Axioma teológico: El Dios santo y amoroso tiene derecho a ser soberano”. En este capítulo explica como del carácter santo y amoroso de Dios nos ayuda a entender correctamente lo que significa que Dios sea soberano. Mullins afirma que la plenitud del entendimiento de la soberanía se ve reflejada en la encarnación de Cristo y rechaza algunas ideas de soberanía que existían en el pasado:

“Ahora bien, la elección divina de los hombres para la salvación no es la cosa arbitraria y caprichosa que enseñaban algunas de las más antiguas y extremas formas de la doctrina de la soberanía. Es la sabiduría, la gracia y la habilidad infinitas procurando salvar al mundo por el método que alcance al número mayor en el tiempo más corto[5]

El séptimo capítulo se llama “Axioma religioso: todos los hombres tienen igual derecho de acceso a Dios”. Mullins argumenta que este es un principio fundamental para el protestantismo pero que no siempre se ha sido consecuente con él. Él afirma que la religión cristiana es individualista (no en el sentido despectivo) en relación con Dios y a la vez comunitaria en la relación con los hermanos. Luego hace una crítica a las doctrinas del luteranismo, presbiterianismo y metodista por mantener el bautismo infantil alejándose de la doctrina individualista del Nuevo testamento.

“El argumento con que se defiende la necesidad del bautismo infantil para el nutrimento cristiano, supone falsamente que es imposible que sin él haya algún elemento verdadero de deber paternal o nutrimento cristiano. Todo deber paternal en materia de enseñanza y desarrollo religiosos es posible sin el uso de un rito que anticipa e impide la acción personal, roba al niño el gozo de una obediencia consciente a Cristo en su propia ordenanza, y desprecia y viola, en una palabra, la individualidad y la personalidad, don potísimo de Dios a nuestros hijos y que debemos proteger y conservar más que todas las cosas. Nadie puede unirse a la iglesia por otro; nadie puede hacer algún acto de obligación personal religiosa para otro; nadie puede, sin usurpación, elegir para otro en materia de religión. Si el principio de la fe y obediencia vicarios es válido en el caso del bautismo infantil, no hay  razón para que no se pueda aplicarlo en cualquier caso de la vida cristiana[6]

El octavo capítulo se llama “Axioma eclesiástico. Todos los creyentes tienen derecho a iguales privilegios en la iglesia”. Mullins en este capítulo se expone que el gobierno congregacional bautista es una verdadera expresión del reino de Dios, en contraste con las otras formas de gobierno.

“Concluimos, por lo tanto, que la democracia pura en el gobierno eclesiástico es la única expresión constitucional- la única expresión en la forma de organización eclesiástica- de nuestros dos axiomas; el religioso o el derecho del alma para tratar directamente con Dios, y el eclesiástico, o la igualdad de los creyentes en privilegio espiritual en la iglesia. Así resulta que la cuestión del gobierno eclesiástico es más que una cuestión de algunos pocos textos aislados de prueba del Nuevo Testamento. La cuestión de la constitución de la iglesia entra esencialmente en la constitución del reino de Dios[7]” 

El noveno capítulo se llama “Axioma moral. Para ser responsable el alma debe ser libre”. En este capítulo Mullins rechaza el “extremo calvinismo[8]”, el materialismo y el bautismo de niños pues niegan la libertad de las personas que Dios le ha otorgado para elegir.

El décimo capítulo se llama “El nutrimiento cristiano”. En este capítulo Mullins responde a las objeciones de un tal “Dr Bushnell” el cual dice que los Bautistas sostienen una doctrina individualista y por ende no bíblica.

El undécimo capítulo se llama “El axioma religioso civil. Una iglesia libre en un estado libre”. En este capítulo Mullins argumenta como los Bautistas desde el principio de su historia y confesiones creyeron en la total separación de la iglesia y el Estado. En cambio las otras denominaciones defendieron teorías como Erastianismo[9] y por tanto siempre dependieron del poder del Estado para llevar a cabo sus misiones.

“Por este tenor son todos los credos bautistas. Nunca en toda su historia, hasta donde la conocemos, han vacilado en su doctrina de una Iglesia libre en un Estado libre. En ninguna parte de las colonias americanas antes de la Revolución, salvo en Rhode Island y entre los Bautistas de Virginia y unas cuantas grandes inteligencias, como Madison y otros semejantes, se había arraigado este concepto novel de tan transcendentes alcances. Los hombres en general consideraron la separación de la Iglesia y el Estado como una doctrina anárquica y caótica y creyeron con sinceridad que su aplicación práctica apagaría el sol de la religión en el cielo de las esperanzas espirituales del hombre[10]

El duodécimo capítulo se llama “Axioma social. Ama a tu prójimo como a sí mismo”. En este capítulo Mullins advierte la aparición de la “teología social” con el fin de equilibrar el excesivo individualismo. Luego describe los males sociales que enfrentamos como el divorcio, el lucro político, la explotación del trabajo, etc y dice que los cristianos tenemos que enfrentar estos problemas sociales.

“La separación de la Iglesia y el Estado es la condición de la más alta eficiencia de la Iglesia para preparar a los hombres para el servicio social. El no tener grillos que le liguen a la intriga, a la política y a las fortunas variables del Estado hace que esté libre para rendir al Estado el más grande servicio posible. Así puede crear el carácter espiritual en hombres y mujeres, los cuales a su vez dirigen el destino del orden social. La Iglesia es la dínamo cuya labor es cargar todos los departamentos de la vida con justicia[11]”.

El décimo tercer capítulo se llama “Los bautistas y la organización general” en donde se expone que para que todos los principios bautistas actúen debe predominar el principio voluntario.

“Cuando Dios hubo terminado la creación de los seres vivientes, mandó que cada uno se reprodujese "según su especie." Los Bautistas bien pueden escuchar hoy este mandato. Nuestra fuerza está en nuestra libertad y democracia. En éstas está nuestra apelación al corazón universal de la raza. No podemos mezclar con nuestra democracia el episcopado o el presbiterianismo sin debilitar grandemente nuestra influencia sobre la humanidad y perder nuestro respeto propio y bajar nuestro tono espiritual. Hemos de desarrollamos "según nuestra especie." Si el camino parece largo y cuesta arriba y si nos cansamos de vez en cuando, es porque la meta es alta y espiritual-la Ciudad que tiene fundamentos, el Artifice y Hacedor d~ la cual es Dios[12]

El décimo cuarto capítulo se llama “Los Bautistas y la Unión cristiana” en donde Mullins muestra la preocupación que ha comenzado a existir respecto a la unión cristiana e intenta formular alguna respuesta bautista para enfrentar este problema.

El décimo quinto capítulo se llama “Cristianismo Institucional y Anti-institucional”. Mullins habla del crecimiento de personas que creen en un cristianismo sin iglesia institucionalizada como también otras que están en iglesias institucionalizadas cuestionan la forma de la iglesia tradicional. El afirma que los que defienden de “fraternidad ilimitada” desconocen los rasgos distintivos de la iglesia.

El décimo sexto capítulo se llama “Los que los Bautistas han contribuido a la civilización Americana”. Este capítulo fue un discurso pronunciado en la Convención Bautista de Norte América por James-Town en marzo de 1907 y trata sobre el aporte de los Bautista a Estados unidos[13]. James afirma que todas las revoluciones que han existido son consecuencia de la búsqueda de la libertad de los seres humanos. Sin embargo han sido los Bautistas quienes han contribuido de una manera magistral con la idea de la libertad en Estados Unidos.

“Ahora bien: mi tesis es que los Bautistas han provisto el manojo de ideales religiosos al rededor del cual los otros se han juntado y se le han rendido; que estos ideales han impartido su peculiar gloria a ·nuestra organización temporal y política; que han caído del cielo sobre las formas duras del poder terreno y las han glorificado como un rayo del sol qué juega sobre el yelmo de Aquiles o como la luz del sol dora y glorifica la cara oscura y pálida de la luna, • hasta que esto brilla con poder capaz de guiar a su destino al viajero a quien le coge la noche. No pretendo, por supuesto, que los Bautistas tengan el monopolio de estos ideales, ni que en ningún sentido hayan dejado de existir otros algunos de ellos. Es más cuestión de grados, y lo que mantengo es que ningún otro cuerpo religioso los ha presentado adecuadamente y si lo han hecho los Bautistas[14]

Según James la contribución a la civilización Americana puede resumirse en 1) Fueron los que interpretaron correctamente la Reforma. 2) Tuvieron una interpretación correcta de las Escrituras al excluir toda jerarquía eclesiástica y el bautismo de infantes. 3) A pesar de la amplia diversidad se ha mostrado una unidad sin comparación en pro del evangelio. 4) Enfatizaron siempre la idea de la libertad. 5) Proveyeron analogías espirituales para asuntos políticos.

El décimo séptimo capítulo se llama “Los bautistas y el progreso del mundo”. Este capítulo muestra como todos estos principios juntos son una cosmovisión bautista para el progreso del mundo.

“Ahora bien; nos proponemos mostrar en lo que sigue, por los axiomas de religión, según quedan expuestos, tomados junto con la verdad general de la competencia del alma en religión bajo Dios, contienen los elementos esenciales de la civilización moderna y son capaces de guiarla a los mejores y más elevados resultados. Primeramente los consideraremos como una fuerza moral y religiosa; en segundo lugar, como una fuerza intelectual; y en tercer lugar, como una fuerza social y política. En todas estas esferas se verá que los axiomas de religión son el principal promovedor de la civilización[15]

El libro de Mullins es recomendable por dos razones. La primera razón es porque es un libro reflexivo que hace muchas preguntas que siguen siendo relevantes en nuestro contexto postmoderno y nos puede ayudar a dar algunas respuestas a cómo podemos enfrentar estos desafíos como denominación. La segunda razón es porque es un libro que compara las doctrinas bautistas con las demás denominaciones y nos permite ver cuáles son las implicancias de nuestras doctrinas bautistas en comparación con la inconsecuencias de las otras denominaciones.

Pero aunque es un libro recomendable esto no quiere decir que no tengo discrepancias con su forma de “reinterpretar la fe bautista”. Una de las cosas con lo cual no estoy de acuerdo es que su “reinterpretación de la fe bautista” realiza un quiebre con la tradición Bautista Calvinista del Sur abriendo la puerta a un sincretismo con el arminianismo en la confesión Fe y Mensaje Bautista[16]. Además es muy extraño que en sus análisis haya tan poca referencias a las confesiones bautistas que fueron la base de los Bautistas en Inglaterra y Estados Unidos[17]. Lamentablemente este quiebre creado por Mullins fue el que los latinoamericanos heredamos como teología y por tanto somos esclavos de un terrible minimalismo teológico del cual se piensa que ser calvinista es contrario a ser Bautista.

Otra de las cosas en las cuales no estoy de acuerdo con la “reinterpretación” de Mullins es en poner como principio esencial bautista “la competencia del alma”. Este principio fue inventado por él, pues hasta donde sé ningún bautista jamás escribió un tratado sobre ello.




[1] Edgar Mullins. Axiomas de la religión. Casa Bautista de Publicaciones. Segunda Edición. 1948.
[2] Edgar Mullins. Axiomas de la religión. Casa Bautista de Publicaciones. Segunda Edición. 1948. Página 3.
[3] Edgar Mullins. Axiomas de la religión. Casa Bautista de Publicaciones. Segunda Edición. 1948. Páginas 23.
[4] Edgar Mullins. Axiomas de la religión. Casa Bautista de Publicaciones. Segunda Edición. 1948. Página 50.
[5] Edgar Mullins. Axiomas de la religión. Casa Bautista de Publicaciones. Segunda Edición. 1948. Página 76
[6] Edgar Mullins. Axiomas de la religión. Casa Bautista de Publicaciones. Segunda Edición. 1948. Página 111.
[7] Edgar Mullins. Axiomas de la religión. Casa Bautista de Publicaciones. Segunda Edición. 1948. Página 117
[8] Imagino que su referencia es al hipercalvinismo porque el calvinismo no niega la libertad de la personas, ver punto 9 de la confesión de fe Bautista de Londres de 1689.
[9] Propuesta en Inglaterra por el anglicano Richard Hooker.
[10] Edgar Mullins. Axiomas de la religión. Casa Bautista de Publicaciones. Segunda Edición. 1948. Página 169
[11] Edgar Mullins. Axiomas de la religión. Casa Bautista de Publicaciones. Segunda Edición. 1948. Página 187
[12] Edgar Mullins. Axiomas de la religión. Casa Bautista de Publicaciones. Segunda Edición. 1948. Página 197.
[13]  Edgar Mullins. Axiomas de la religión. Casa Bautista de Publicaciones. Segunda Edición. 1948. Página 228
[14] Edgar Mullins. Axiomas de la religión. Casa Bautista de Publicaciones. Segunda Edición. 1948. Página 230.
[15] Edgar Mullins. Axiomas de la religión. Casa Bautista de Publicaciones. Segunda Edición. 1948. Página 250
[16] Aquí me refiero a la primera publicación del Fe y Mensaje Bautista de 1925. Luego de eso fue revisada y adaptada en 1963 y en el 2000. Aquí se puede ver los cambios. http://www.sbc.net/bfm2000/bfmcomparison.asp
[17] Con estas confesiones me refiero específicamente a las confesiones Calvinistas de Londres de 1644, 1689; La confesión de Filadelfia de 1792 y la confesión de New Hampshire de 1833 que fueron la base de los Bautistas del Sur.

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