Pensar el mundo a través de las Escrituras...

martes, 26 de diciembre de 2023

El confesionalismo bautista.


Contexto político- religioso

La reforma protestante llega a Inglaterra durante el reinado de Enrique VIII (1509-1507) pero no fue hasta el reinado de su hijo Eduardo VI (1547-1553) y su hija Isabel I (1559-1603) que la reforma se afianzo. La Isabel I de Inglaterra sería sin duda protestante pero no había claridad hasta qué punto ella sería reformada. Así que pronto se pudo ver que era calvinista en cuanto a Teología, pero Erastiana en cuanto orden y gobierno de la iglesia. En ese contexto surge el movimiento puritano que buscaba purificar la iglesia de Inglaterra (o iglesia isabelina) siguiendo el modelo de las iglesias en Suiza, Ginebra y Zurich. Uno de los primeros que comenzó a separarse y a escribir tratados contra la iglesia establecida de Inglaterra fue Robert Browne (1550-1633) a él se le apodo “el perturbador de la iglesia”. Al principio fue un presbiteriano acérrimo, pero luego con el tiempo fue variando en sus posiciones teológicas hasta llegar a la convicción de que cada iglesia local tenía el derecho y la responsabilidad de escoger a sus propios ancianos. Aunque se dice que Browne se arrepintió de sus puntos de vista al final de su vida el había dado inicio a los puntos de vista congregacionalistas que luego serían la base teológica para muchos movimientos incluyendo a los que se llamaría “Bautistas”. Es importante saber que el término “bautistas” se le dio en el siglo 18 pues ellos se veían a sí mismos como congregacionalistas con una postura credo bautista más que como “bautistas.[1] Por tanto los consideraban a sí mismos como parte de la gran familia reformada.

Esta teología comenzada por Browne hizo que pudieran nacer muchas congregaciones separatistas y entre esas estaba la de John Smyth (1566-1612). En el origen de la teología bautistas hay un debate sobre ¿Cuál es el origen de los bautistas? Algunos creen que son los anabautistas y otros sostienen que vienen de las raíces separatistas puritanas. Yo por mi parte tomo la posición de que ellos viene de las raíces separatistas puritanas. Pero más allá de ese debate del origen entre los bautistas hay dos clases de bautistas que se les conoce como los bautistas generales (arminianos) y los bautistas particulares (calvinistas) la diferencia radica en la posición que tienen respecto a la expiación. Por tanto, a John Smyth (1566-1612) se le considera el padre de los bautistas generales, aunque el mismo comenzó siendo calvinista y con el tiempo cambio de posición. Por otro lado, el origen de los bautistas particulares fue una iglesia conocida como Jacob, Lathrop, Jessey debido a sus 3 pastores: Henry Jacob (1563-1624) John Lathrop (1584-1653) Henry Jessey (1601-1663[2])

El confesionalismo bautista.

En el contexto político-religioso de Inglaterra podemos ver que todos los grupos religiosos tenían su confesión de fe. Por ejemplo, los anglicanos tenían los 39 artículos de la religión (1573), los presbiterianos tenían la confesión de Westminster (1646-1647) los independientes o congregacionalistas la confesión Saboya (1658) y los bautistas no iban a ser la excepción ya sean bautistas generales o bautistas particulares. Por ejemplo, los bautistas generales tenían la confesión corta de Smith de 1610 y la confesión corta de Helwys de 1611. Por otro lado los bautistas particulares tenían la primera confesión bautistas de 1644 y la segunda confesión bautista de 1677[3]. Esto puede sorprenderle a la mayoría de bautistas actuales que les parece que las confesiones de fe atentan contra la libertad de conciencia o contra la sola Escritura, pero históricamente no hay nada más lejano a esto. El confesionalismo bautista se caracterizó no por ser sectario como muchas iglesias bautistas hoy de corriente Lanmarkiana son, sino que se caracterizó por su intento de catolicidad de la iglesia. El libro Los Bautistas y la tradición cristiana. Editado por Matthew y Emerson. Cristhofer Morgan. R Lucas Lamps afirman lo siguiente:

Pocos bautistas han reconocido formalmente los credos ecuménicos, pero ha quedado claro desde el principio que han estado en deuda con ellos. Al igual que los reformadores protestantes, los primeros bautistas afirmaron uniformemente la autoridad suprema de la Biblia, pero no se abstuvieron de comprometerse con la tradición cristiana más amplia o incluso de utilizar los credos ecuménicos como instrumentos de responsabilidad teológica[4]

Entonces, ¿la unidad es bautista? Sí, pero la unidad de la iglesia no es una fuerza impulsora como lo fue y como debería ser. Lo mejor que tenemos sobre la unidad de la iglesia en las confesiones bautistas proviene de los primeros bautistas. La Segunda Confesión de Londres está por encima de las demás en términos de cobertura y profundidad sobre la unidad de la iglesia, siendo la siguiente más cercana la Primera Confesión de Londres. Sin embargo, gran parte del mejor material de las confesiones bautistas sobre la unidad de la iglesia se enfatizó por necesidad, para evitar la persecución y para evitar ser entendidos como cismáticos o heréticos[5]

Esto quiere decir que los bautistas intentaron de todas las maneras posibles evitar los malos entendidos y buscar la unidad con los demás cristianos. Por ejemplo, la primera confesión bautista particular de 1644 fue escrita debido a que se les acusaba a los bautistas de 3 cosas[6]. En primer lugar, falsas enseñanzas como el libre albedrio, caída de la gracia y negar el pecado original. En segundo lugar, el no someterse al magisterio civil (porque eran anabautistas) y, en tercer lugar, por cometer actos indecorosos como bautizarse desnudo o andar desnudos. Pero estas acusaciones son negadas desde el principio de la confesión afirmando en su título “La confesión de fe de aquellas iglesias que son llamadas comúnmente (aunque falsamente) Anabautistas”. Así que cuando uno revisa la teología que los bautistas particulares desarrollan en esta confesión se puede encontrar con catolicidad cristiana (no hay falsa doctrina) obediencia al magisterio (se somete y se jura) y no hay nada que llame a un bautismo indecoro. Por tanto, se puede ver con claridad que todas son falsas acusaciones contra los bautistas particulares eran falsas.

La confesión de 1677-1689

Los bautistas particulares desde su primera confesión de 1644 querían demostrar dos cosas. En primer lugar, que tenían mucho en común con la tradición cristiana. En segundo lugar, que las acusaciones que existían contra ellos eran falsas. Pero mientras transcurrieron los años y los debates en Inglaterra el clima teológico había cambiado y varias tradiciones cristianas había creado sus confesiones. Por ejemplo, la asamblea de Westminster ahora tenía la confesión de Westminster (1646) los congregacionalistas tenían la confesión de Saboya (1658) y los bautistas particulares tenían la primera confesión bautista de 1644. Sin embargo, ellos iban a crear una nueva confesión debido a varias razones ¿Cuáles fueron las razones para eso?

Las razones de la confesión de 1677-1689

Podemos decir que existen 4 razones del porque se escribió esta confesión de fe[7]. En primer lugar, está la persecución. La publicación de la primera confesión de 1644 fue entre las décadas de 1640 al 1650 cuando el gobierno del Parlamento y Oliver Cromwell concedieron un grado de libertad sin presentes para evangelizar y plantar nuevas iglesias. Pero con el regreso de Carlos II la situación cambio totalmente y la persecución sobre las iglesias que no se ajustaran la iglesia de Inglaterra fue constante por 28 años. Esta persecución presbiterianos, congregacionalista y bautistas por igual, pero tanto los presbiterianos como congregacionalistas tenían confesiones para demostrar públicamente lo que creían sin embargo los bautistas ya no tenían la oportunidad de manifestar lo que ellos creían a los demás.

En segundo lugar, el hipercalvinismo. Un pastor bautista llamado Andrew Gifford (1642-1721) conoció a muchos bautistas al suroeste de Inglaterra que enseñaban que los incrédulos no debían orar ni los creyentes debían orar por los no creyentes. La base de esta creencia era que el hipercalvinismo que había entrado en las iglesias bautistas y por tanto ello requería una respuesta de los bautistas. William Kiffen y otros bautistas redactaron una carta para corregir esta falsa enseñanza mostrando por las Escrituras que esta posición era falsa. Esto parecía ser una tendencia creciendo entre los bautistas.

En tercer lugar, la amenaza de los cuáqueros. El movimiento de los cuáqueros había comenzado a finales de la década de 1640 cuando Geoge Fox (1624-1691) el cual era un pastor y zapatero rechazaba gran parte de la teología puritana ortodoxa. La enseñanza de Fox y los cuáqueros era que existía la posibilidad de la salvación para todos los seres humanos volviéndose a la luz interior que existía en ellos. El énfasis de la luz interior a la que se referían los cuáqueros les ponían nombre como Cristo, Espíritu y hacían que esa luz estuviera por sobre la Escritura. Estas enseñanzas pusieron en alerta a los bautistas particulares.

En cuarto lugar, la apostasía de Thomas Collier. Tomas Collier (1634-1691) fue un miembro la iglesia de William Kiffen que había servido como capellán de las tropas parlamentarias en los últimos años de la guerra civil. En 1651 se convirtió en un evangelista itinerante por el suroeste de Inglaterra. Estuvo 15 años realizando este trabajo y por tanto llego a ser un líder muy conocido e influyente entre los bautistas particulares. Sin embargo, en 1674 publicó un libro llamado “tratado de la teología o confesión de fe sobre la esencia del cristianismo” en el cual negaba la trinidad[8], el pecado original, la expiación limitada y decía que la humanidad de Cristo era eterna. Para poder confrontar a Collier se hizo una entrevista entre él y 5 pastores bautistas para convencerse de su error y que renunciara a sus herejías. Sin embargo, se negó a renunciar a sus nuevas doctrinas y por tanto fue expulsado de los bautistas particulares como un hereje. Estas 4 razones son las que hicieron que los bautistas particulares pensaran en desarrollar una nueva confesión que los definiera.

La teología de la confesión.

La primera confesión de 1644 comenzaba con un “para el lector juicioso e imparcial” en el cual explican las razones de la confesión y en esta confesión hacen lo mismo para aclarar cuáles son sus intenciones de publicar esta obra[9]. 

“por lo tanto, concluimos que era necesario expresarnos más plena y distintivamente, además de escoger el método que fuera más comprensible para aquellas cosas que concebimos, a fin de explicar nuestro consenso general y nuestra creencia en estas cosas; y no hallando defecto alguno con respecto a esto en aquel método que fue elegido por la asamblea, y después de ellos, elegido por los de la senda congregacionalista, decidimos con ánimo pronto que es mejor conservar el mismo orden en nuestra presente confesión; más cuando observamos que aquellos mencionados de último escogieron en su confesión (por razones que parecieron de peso tanto a ellos como a otros) no solo expresar sus pensamientos con palabras coincidentes en su significado con las de los primeros,  concernientes a todos aquellos artículos en los que estuvieron de acuerdo, sino también hacerlo en su mayor parte sin ninguna variación de los términos, de igual manera concluimos que es mejor seguir su ejemplo de hacer uso de las mismas palabras junto con ambos en estos artículos (que son muchos) en los que nuestra fe y doctrina es la misma que la de ellos; esto hicimos tanto más abundantemente para manifestar nuestro consenso con ambos en todos los artículos fundamentales de la Religión cristiana, así como con muchos otros, cuyas confesiones ortodoxas han sido publicadas al mundo en nombre de los protestantes en diversas naciones y ciudades”

“En aquellas cosas en las que diferimos de otros nos hemos expresado con toda franqueza y claridad, para que nadie pudiera albergar celos de que escondemos algún secreto en nuestros corazones del cual no quisiéramos que el mundo se enterara; pero esperamos haber cumplido también esas reglas de modestia y humildad que harán inofensiva nuestra libertad con respecto a esto, incluso para aquellos cuyas opiniones son diferentes de las nuestras”

“Hay algo más que profesamos sinceramente y deseamos fervientemente que se nos reconozca, a saber, que la contienda está lejísimos de nuestros propósitos en todo lo que hemos hecho en este asunto; y esperamos que la libertad de un franco despliegue de nuestros principios y la apertura de nuestros corazones a nuestros hermanos, junto con los fundamentos de las Escrituras, en los que nuestra fe y práctica se apoyan, no nos sean negadas por ninguno de ellos ni se lo tomen a mal”

En este prefacio de la confesión podemos ver 4 cosas. Primero que usan intencionalmente el método de la confesión de Westminster. Segundo que usan el orden de la confesión de Saboya. Tercero que editaron las partes en las cuales no estaban de acuerdo con Westminster o Saboya.  Cuarto que su intención no era ser controversiales con los que pensaban de forma diferentes a ellos. En sencillas palabras lo que los bautistas particulares hicieron fue copiar todo lo que era ortodoxo de las confesiones anteriores para luego mostrar cuales eran las diferencias que tenían con los demás. Teniendo en cuenta esto podemos ver como la estructura de la confesión está diseñada en 4 grandes unidades[10]. La primera unidad son los cimientos de la confesión (capítulos 1 al 6) la segunda unidad es estructura pactual (capítulos 7 al 20) la tercera y cuarta unidad es lo que deriva de la estructura pactual (capítulos 21 al 32)



[1] https://semperreformandaperu.org/2022/08/18/bautista-reformado-o-deformado-por-daniel-caballero/ “La tesis principal de Mathew Bingham en su libro “Orthodox Radicals: Baptist Identity in the English Revolution” es que es un anacronismo llamar a los credobautistas del siglo XVII bautistas. La categoría teológica de “bautista” en su sentido denominacional es una categoría que tuvo lugar en el siglo XVIII, por lo cual es una imposición anacronistica histórica y teológica llamar “bautistas” a los teólogos credobautistas del siglo XVII.

[2] Michael Haykin. Kiffin, Knolls, Keach. Recuperando nuestra herencia bautista inglesa. Legado Bautista confesional. Paginas 1-32

[3] Michael Haykin. Kiffin, Knolls, Keach. Recuperando nuestra herencia bautista inglesa. Legado Bautista confesional. Paginas 1-19. Hay un debate en la tradición bautista respecto a cuál es el origen de los bautistas. Michael Haykin enumera las posiciones y asume que los bautistas particulares vienen de las raíces separatistas bautistas.

[4] Los Bautistas y la tradición Cristiana. Editado por Matthew y Emerson. Cristhofer Morgan. R Lucas Lamps página 48. Traducción propia.

[5] Los Bautistas y la tradición Cristiana. Editado por Matthew y Emerson. Cristhofer Morgan. R Lucas Lamps página 33. Traducción propia.

 

[6] James M. Renihan. Confesando la fe entre 1644 a 1689. Legado bautista confesional. Páginas 1-16. Las fuentes de la confesión de 1644 fueron el 50% de la confesión verdadera de Henry Ainsworth y la medula de la teología de William Ames. El propósito era demostrar que tenían mucho en común con la teología de la época.

[7] Michael Haykin. Kiffin, Knolls, Keach. Recuperando nuestra herencia bautista inglesa. Legado Bautista confesional. Páginas 109-121.

[8] Tópicos en Teología pastoral. Volumen 1. Puritana y reformada. Editado por Jaime Caballero. Teología para vivir. Página 34-36

[9] Edición de lectura. Segunda confesión de Londres de 1689. Legado Bautista Confesional. Páginas 1-9

[10] James M. Renihan. To the judicious and the impartial reader. Baptist Symbolics. Volumen 2. Tabla de contenido.

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sábado, 23 de diciembre de 2023

Los mitos del catolicismo romano y una posible conversión.

Aunque desde niño siempre hubo en mi familia algunos acercamientos a la religión diría que prácticamente crecí como un ateo. Y en medio de ese contexto siempre se escuchaban ciertas cosas sobre los católicos romanos y los evangélicos. Ahora que soy protestante una de las cosas más comunes que escucho todo el tiempo son cosas sobre la iglesia católica romana que cuando uno hace un esfuerzo por entenderlas y estudiarlas se da cuenta que no son ciertas. Por tanto, me gustaría compartir algunos mitos que hay hacia la iglesia romana y también por qué después de conocerlos no me convertí en católico romano.

Los mitos hacia el catolicismo romano

“Estos ejemplos sólo subrayan lo que ya hemos visto: que la Iglesia católica no se limitó a contribuir al desarrollo de la civilización occidental sino que «construyó» esta civilización. Naturalmente, tomó prestados conceptos del mundo clásico para transformar y mejorar la antigua tradición. No hubo apenas empresa humana en los albores de la Edad Media en la que no participasen los monasterios. La revolución cristiana arraigó en el Occidente europeo gracias a que sus fundamentos teológicos y filosóficos, esencialmente católicos, proporcionaron un terreno fértil y propicio para el desarrollo de la empresa científica. Y es a los últimos escolásticos a quienes debemos tanto la idea de Derecho Internacional como otros conceptos esenciales para el surgimiento de la teoría económica” Como la iglesia construyo la civilización occidental. Thomas E. Woods. Página 206

Es hora, pues, de dejar de lado la idea de que repentinamente, en el siglo XVI, fuerzas ilustradas laicas rompieron las cadenas del pensamiento católico y sentaron las bases de los tiempos modernos. Lo que realmente iniciaron los defensores de la Ilustración fue la tradición de los ataques seculares virulentos contra la religión en nombre de la ciencia, ataques como los que más recientemente han llevado a cabo continuadores modernos de los ilustrados, como Carl Sagan, Daniel Dennett y Richard Dawkins. Presentados como la palabra definitiva, el no va más, en sofisticación, racionalismo y razón, estos asaltos, los de antes como los de ahora, son sorprendentemente ingenuos y simplistas. En realidad, el resurgir de la ciencia fue inseparable de la teología cristiana, en el sentido de que esta última ofreció orientación y confianza a la primera". Rodney Stark. Falso testimonio. Denuncia de siglos de historia anticatólica. (capítulo 7) pagina 147.

Es bien sabido que, para cuando Lutero se rebeló contra el Vaticano, las iglesias de Europa tenían muy poca asistencia. Durante mucho tiempo se ha creído que uno de los resultados más inmediatos y significativos de la Reforma Luterana fue llenar los bancos. Además, no era solo la gente común cuya piedad se encendió con la gran campaña de reavivamiento luterana, sino que incluso algunas de las cabezas coronadas del norte de Europa pronto se inclinaron en oración mientras abrazaban el protestantismo... Sin embargo, no sucedio. Las masas en Alemania permanecieron tan sin iglesia como siempre. Rodney Stark. Mitos de la Reforma. Cinco siglos de ideas falsas y (algunas) desgracias. pagina 13

Yo creo que cualquier protestante que lea estos libros puede comenzar a dudar de su protestantismo porque no tiene una base sólida con cual compararla. La frase del anglicano converso al catolicismo romano John Henry Newman es muy cierta en el contexto actual “profundizar en la historia es dejar de ser protestante”.

Una posible conversión

Sin embargo, a pesar de esto ¿Por qué no me hice católico romano? Hay por lo menos 3 razones del porque no me convertí al catolicismo romano. En primer lugar, porque la iglesia entera es católica. A los apologistas romanos les encanta señalar que solamente ellos son los católicos, pero cuando se estudia más a profundidad la historia se puede ver que la catolicidad es parte de toda la cristiandad y no solamente de los romanos. El termino católico alude a lo que es universal y aquí pueden fácilmente estar la iglesia ortodoxa (u iglesia oriental) y también las iglesias protestantes. Con esto estoy queriendo decir que estos historiadores que cite arriba están usando el termino de forma demasiado estricto pues la catolicidad le pertenece a toda la cristiandad. Así que los aportes a la civilización occidental le pertenecen a toda la iglesia (ya sea romana, ortodoxa u protestante) y no solamente a una parte de ella.

En segundo lugar, porque los católicos romanos sostienen mitos sobre el protestantismo. Durante mi travesía de estudiar la teología histórica he descubiertos muchos mitos de los protestantes hacia los romanos, pero luego de escuchar con mucha atención a los apologistas romanos ¡Me encuentro con otros mitos de su parte hacia el protestantismo! Por ejemplo, en innumerables ocasiones he escuchado cosas como que la reforma protestante es la culpable de la modernidad, que los reformadores eran nominalistas, que los reformadores no creían en la participación divina, que los reformadores no creían en la ley natural, etc y ninguna de estas cosas es cierta. Ahora lo que sí podría admitir como algo cierto es que los protestantes en la actualidad desconocen muchas de estas cosas y algunos hasta llegan a enseñarlas como algo que es contrario a lo que creemos. Pero aun así eso no significa que los reformadores históricos creyeran esas cosas tal como lo señalan los apologistas católicos romanos.

En tercer lugar, porque el protestantismo tiene mucho mucha riqueza teológica que ofrecer. Cuando uno hace un recorrido histórico por la teología católica romana u ortodoxa no puede dejar de asombrarse por la riqueza teológica que tienen (esto no significa que no rechace sus errores) y por tanto queda con la sensación de que el protestantismo es más pobre teológicamente. Sin embargo, el protestantismo tiene mucho que ofrecer para la espiritualidad cristiana solo que muchos protestantes desconocen estas riquezas. Carl Trueman hace esta observación.

“Me gustaría argumentar que la conversión al protestantismo confesional merece al menos una mirada como otra opción antes de decidirse por Roma. El protestantismo confesional tiene una integridad histórica y de credo; se toma en la en serio la historia; se niega a asumir que el ultimo manual evangélico de pulpa sobre el posmodernismo sea una base adecuada para abandonar toda su tradición; y quiere tomar en serio lo que la Iglesia ha dicho sobre la Biblia a lo largo de los siglos… De hecho, como les digo repetidamente a mis estudiantes, si uno se aferra a la ortodoxia reformada puede interactuar legítimamente con la mejor teología, de Occidente y Oriente, desde los padres apostólicos hasta el día de hoy, y apropiarse de ella en su articulación de una ortodoxia verdaderamente católica”. Carl Trueman. Reporte Minoritario. Página 115

En otras palabras, el protestantismo confesional tiene mucho que ofrecer para involucrarse en un fructífero dialogo con la teología patrística o medieval. Gracias al Señor que porque poco a poco han comienzo a levantarse movimientos o agrupaciones que buscan traer las riquezas del protestantismo confesional a la actualidad para ayudarnos a pensar mejor[1].

 

 

 



[1] Aquí estoy pensando en sitios como: https://credomag.com/ o https://davenantinstitute.org/

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¿Que es el confesionalismo?



El 31 de Octubre de este año celebramos 506 años desde el día en que Martin Lutero clavo sus 95 tesis y dio comienzo a la reforma protestante. Todos los años varias iglesias protestantes y evangélicas conmemoran este importante hito de la historia del cristianismo reflexionando en el porqué de esta reforma y los personajes que participaron en ella en los diversos países de Europa. Esto es muy bueno pero lo que prevalece cuando se celebra la reforma protestante es un relato rupturista de la reforma. El relato es más o menos: Después de la muerte de los apóstoles vinieron los padres de la iglesia hasta el concilio de Nicea y luego de eso la iglesia comenzó a vivir en una época medieval de oscuridad en donde todo era una mezcla de paganismo y cristianismo hasta que llego la reforma protestante y trajo la luz sobre todas las cosas. Ahora este relato tiene algo de verdad, pero no lo que uno ve cuando estudia la historia de la iglesia pues en realidad más que quiebre con la iglesia medieval uno encuentra una continuidad sorprendente. Esto ha sido desarrollado de forma formidable por el teólogo Mathew Barrett en su libro “La reforma como renovación” en donde explica porque los reformadores no identificaron a sí mismo como “católicos[1]”. O sea, cuando los romanistas los acusaban de ser cismáticos y novedosos ellos respondían en verdad ustedes son los novedosos pues nosotros somos católicos y enseñamos lo que la iglesia siempre ha enseñado. Entender a los reformadores en su contexto teológico ayudaría a entender mucho mejor muchas de las cosas que hoy se enseñan mal y una de esas es la famosa “Sola Escritura” ¿Qué es lo que es sola Escritura muchos hermanos actualmente? Es algo así como mostrando la Biblia declaran: “Este es nuestro único credo y confesión” sin embargo cuando uno entra al contexto del siglo 16 se asombra al encontrarse que no existía ningún grupo sin alguna confesión de fe pública. ¿Es que acaso ellos eran anti bíblicos? ¿Acaso ellos que desarrollaron la “Sola Escritura” no entendieron su propio principio? ¿O es que la teología actual se alejado del entendimiento histórico de “Sola Escritura? Mathew Barrett escribe:

“Sola Scriptura se confunde con demasiada facilidad hoy en día con nuda Scriptura, la opinión de que no debemos tener "¡ningún credo más que la Biblia!" Los que entonan este mantra creen que los credos, las confesiones, las voces de la tradición y los que ocupan cargos eclesiásticos no tienen ninguna autoridad en la iglesia. Pero esta no era la posición de los reformadores, ni debe equipararse con la sola Scriptura. La Sola Scriptura reconoce que hay otras autoridades importantes para el cristiano, autoridades que deben ser escuchadas y seguidas. Pero sólo la Escritura es nuestra autoridad final. Es la autoridad que rige y gobierna a todas las demás autoridades. Es la autoridad que tiene la última palabra. Podríamos decir que mientras que la tradición de la iglesia y los funcionarios de la iglesia juegan un papel ministerial, sólo la Escritura juega un papel magistral. Esto significa que todas las demás autoridades deben ser seguidas sólo en la medida en que se alineen con la Escritura, se sometan a la Escritura, y sean consideradas como subordinadas a la Escritura, que es nuestra única autoridad suprema[2]

Entonces ¿Qué significa la sola Escritura? Significa que la Escritura es la principal o máxima autoridad en temas de fe y conducta pero que no es la única autoridad porque los reformadores usaron la “la “tradición de la iglesia” o la “ley natural” para definir otros temas. Por ejemplo, en general todas las confesiones reformadas adherían por tradición a 4 concilios ecuménicos (son 7 concilios) y muchas de estas confesiones traían el credo de Atanasio y el Credo de Nicea. Esto era así porque creíamos en la tradición de la iglesia. O por ejemplo el lenguaje que se ha usado para definir la trinidad o la naturaleza de Cristo no es un lenguaje bíblico (engendrado, consustancial, encarnación, unión hipostática) sino un lenguaje que viene de la tradición de la iglesia. A diferencia del catolicismo romano el catolicismo reformado usaba la tradición, pero no como una autoridad igual a las Escrituras como lo usan los romanistas sino subordinada a las Escrituras.

¿Qué no es confesionalismo y que es el confesionalismo?

Generalmente en la historia de la iglesia para explicar algo siempre se ha tendido a explicar que no es para luego decirnos que es. Así que veremos en primer lugar ¿Qué no es confesión o confesionalismo? A) Ser confesional o confesionalista no tiene que ver con el sacramento católico romano de la confesión auricular en la cual se confiesa los pecados al sacerdote. B) Ser confesional o confesionalista no es creer que las confesiones tienen la misma inspiración que la Biblia. C) Ser confesional o confesionalista no tiene que ver con la limitación de la libertad de conciencia. D) Ser confesional o confesionalista es lo mismo que una declaración de fe.  

¿Qué es ser confesional o confesionalista? Definición de confesional o confesionalismo[3]. Que pertenece a una confesión religiosa o la defiende (RAE) Carl Trueman define confesión de la siguiente manera:

Es una declaración pública de lo que una iglesia en particular cree que la Biblia enseña en forma sintética[4].

El ser confesional es tener una declaración pública y escrita que dice que los que la iglesia cree acerca de las Escrituras, Dios, la creación, la caída, la iglesia, etc. Ahora es importante darse cuenta que todos tenemos una confesión de fe. Algunos la tenemos de forma escrita y otros la tienen de forma oral. Por ejemplo, es común para nosotros escuchar el discurso de que aquí “Solo creemos en la Biblia” pero cuando comienzas a confesar sobre lo que eso significa te darás cuenta que cree en la cree en el bautismo de creyentes o en el bautismo de infantes, que cree que los ancianos deben ser elegidos por la congregación o solo por pastores, que hay un rapto secreto etc. Todo esto nos muestra que no hay iglesias sin confesiones sino simplemente existen iglesias con confesiones públicas y escritas e iglesias con confesiones privadas y orales. Lo cual finalmente es muy autoritario y peligroso para la iglesia.

Por confesión aquí me refiero al estándar doctrinal de la iglesia que se encuentra de forma escrita en donde se exponen e identifican aquellas doctrinas que son necesarias para la salvación y también aquellas doctrinas que son necesarias para el bienestar de la iglesia (Bob González)

¿Es bíblico el confesionalismo?

Hay personas que a pesar de mostrarle todo este tema históricamente de como los reformadores entendieron la sola Escritura se niegan a admitir que el confesionalismo sea bíblico y necesario. Por tanto, tendremos que ir a la Biblia de forma panorámica para que vean que es ser confesional es ser bíblico. Deuteronomio 6:4; Salmos 86:10; Jeremías 10:10; Isaías 44:6

Escucha, oh Israel, el Señor es nuestro Dios, el Señor uno es.

Porque Tú eres grande y haces maravillas; Solo Tú eres Dios.

Pero el Señor es el Dios verdadero; Él es el Dios vivo y el Rey eterno. Ante Su enojo tiembla la tierra, Y las naciones son impotentes ante Su indignación.

Así dice el Señor, el Rey de Israel, Y su Redentor, el Señor de los ejércitos: Yo soy el primero y Yo soy el último, Y fuera de Mí no hay Dios.

En el nuevo testamento se sigue el mismo patrón de sostener que Dios es uno (Mc 12:29-34; 1 Corintios 8:4-6; Gal 3:20; 1 Tim 1:17; 2:5) O sea que a pesar de que había muchas interpretaciones entre los judíos respecto a muchas leyes había un credo que era incambiable que es Dios es uno. Ahora si nos acercamos al Nuevo testamento podemos observar el mismo patrón de sostener una doctrina esencial. 1 Timoteo 3:16; Filipenses 2:5-11; 1 Juan 4:2-3

E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Él fue manifestado en la carne, Vindicado en el Espíritu, Contemplado por ángeles, Proclamado entre las naciones, Creído en el mundo, Recibido arriba en gloria.

Haya, pues, en ustedes esta actitud que hubo también en Cristo Jesús, el cual, aunque existía en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse, sino que se despojó a Sí mismo tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres. Y hallándose en forma de hombre, se humilló Él mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también lo exaltó hasta lo sumo, y le confirió el nombre que es sobre todo nombre, para que al nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en el cielo, y en la tierra, y debajo de la tierra, y toda lengua confiese que Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.

En esto ustedes conocen el Espíritu de Dios: todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios. Y todo espíritu que no confiesa a Jesús, no es de Dios, y este es el espíritu del anticristo, del cual ustedes han oído que viene, y que ahora ya está en el mundo.

Estos textos son tratados por los estudiosos como himnos de la iglesia primitiva que declaran las creencias esenciales del cristianismo. O sea, quien no confiesa el credo de que Cristo vino y se encarnó entonces no puedes ser cristiano. Estos son los primeros credos o confesiones de la iglesia primitiva que luego seguirían los cristianos en la tradición de la iglesia con el credo Atanasio o el credo de los apóstoles, por ejemplo. Pero además de esto los autores del Nuevo testamento suponen que se sabe cuál es la sana doctrina y que la fe es un conjunto de creencias conocidas por todos. 1 Timoteo 4:6; 6:3; 2 Timoteo 1:13-14; 4:3; Judas 3

Al señalar estas cosas a los hermanos serás un buen ministro de Cristo Jesús, nutrido con las palabras de la fe y de la buena doctrina que has seguido. 

Si alguien enseña una doctrina diferente y no se conforma a las sanas palabras, las de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad.

Retén la norma de las sanas palabras que has oído de mí, en la fe y el amor en Cristo Jesús. Guarda, mediante el Espíritu Santo que habita en nosotros, el tesoro que te ha sido encomendado.

Porque vendrá tiempo cuando no soportarán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oídos, conforme a sus propios deseos, acumularán para sí maestros.

Amados, por el gran empeño que tenía en escribirles acerca de nuestra común salvación, he sentido la necesidad de escribirles exhortándolos a luchar ardientemente por la fe que de una vez para siempre fue entregada a los santos.

Todos estos versículos suponen que las personas saben cuál es el contenido de la sana doctrina o que ellos saben cuál es la fe que deben retener, mantener y combatir por ella. En sencillas palabras ellos saben cuál son las creencias de la iglesia, cual es el credo de la iglesia, cual es la confesión que sostienen. Por tanto, al hacer este breve panorama de si es bíblico las confesiones podemos ver claramente que sí lo son porque todas las Escrituras están llenas de ellas. Ahora si volvemos un poco al argumento histórico podemos fácilmente que la iglesia a través de los siglos ha tenido credos ecuménicos (como el concilio de Nicea) en la cual toda la iglesia está de acuerdo, pero si uno va al siglo 16 de la reforma protestante podrá encontrar que cada una de las denominaciones tuvo su confesión de fe. Para los luteranos fue la confesión de Augsburgo, para los anglicanos fueron los 39 artículos de la religión, para los presbiterianos fue la confesión de Westminster, para los congregacionalistas fue la confesión de Saboya. ¿Y los bautistas tuvieron confesiones?

Pocos bautistas han reconocido formalmente los credos ecuménicos, pero ha quedado claro desde el principio que han estado en deuda con ellos. Al igual que los reformadores protestantes, los primeros bautistas afirmaron uniformemente la autoridad suprema de la Biblia, pero no se abstuvieron de comprometerse con la tradición cristiana más amplia o incluso de utilizar los credos ecuménicos como instrumentos de responsabilidad teológica[5]

Los bautistas siguieron todo lo que las demás denominaciones afirmaban respecto a los credos ecuménicos y tanto bautistas generales como particulares tuvieron confesiones. O sea, no existió en el mundo bautista iglesias sin confesiones. Ahora solo para terminar esta parte me gustaría considerar la pregunta ¿Por qué hemos abandonado el confesionalismo? Carl Trueman ha enumerado un par de razones para poder explicar este fenómeno moderno.[6] En primer lugar, esta lo ahistorico que es el protestantismo actual. Es preocupante ver que los protestantes actualmente siguen todas las novedades teológicas que salen, pero desprecian con mucha facilidad todos los tesoros del pasado. Por ejemplo ¿Cuántos de ustedes conocen los tesoros de los padres de la iglesia o de la iglesia medieval? ¿Cuantos valoran esas obras del pasado? En segundo lugar, el consumismo en el que vivimos. El consumismo es la tendencia a adquirir cosas innecesarias para luego desecharlas con facilidad. Y así mismo usamos la teología tocando lo que nos “sirve” o lo que “me gusta” y formando mi propia teología ecléctica. Pero el problema con eso es que eso no nos deja ser desafiados en nuestras convicciones ni ver que muchos de los sistemas teológicos tenían una teología interna que unía a todo. Por ejemplo ¿Cuántos conocen a bautistas que dicen ser confesionales 1689 pero que son dispensacionalistas o no son congregacionalistas? En tercer lugar, el pragmatismo. El pragmatismo la idea de dar valor a las cosas por lo que funciona. Ahora mismo varios se estarán preguntando ¿Y para qué sirve todo esto de las confesiones? Piensan así porque están envueltos en esta cultura que le da valor solo a los practico de allí que existan hoy en día tantos libros cristianos que enfaticen lo prácticos o nos den muchos pasos para ciertas cosas.

¿Sirve de algo el confesionalismo o las confesiones en la iglesia?

Hay personas que pueden admitir que el confesionalismo cristiano es algo bíblico e histórico, pero se preguntan ¿Y para qué sirven las confesionalismo y las confesiones? Así que daremos 7 razones para las cuales las confesiones sirven para la iglesia.   

En primer lugar, sirven para promover la unidad cristiana. Una de las cosas para lo que sirve las confesiones es para promover la unidad cristiana. A primera vista no parecería ser algo importante, pero estudiamos el contenido de la oración de Jesús en Juan 17 vemos que la unidad cristiana si es importante. Juan 17:11; 21

Ya no estoy en el mundo, pero ellos sí están en el mundo, y Yo voy a Ti. Padre santo, guárdalos en Tu nombre, el nombre que me has dado, para que sean uno, así como Nosotros somos uno.

para que todos sean uno. Como Tú, oh Padre, estás en Mí y Yo en Ti, que también ellos estén en Nosotros, para que el mundo crea que Tú me enviaste.

Debemos admitir que un pecado protestante es la fragmentación entre nosotros y a los católicos romanos siempre que tienen la oportunidad les encanta usar ese argumento contra nosotros. Pienso que tienen razón en parte, pero esto se debe mayormente en que los protestantes hemos abandonado las confesiones históricas las cuales si uno hace el ejercicio encontrara muchas cosas en común. El ser confesional es partir de una base común en los credos históricos y los principios protestantes que promueven la unidad entre nosotros.

En segundo lugar, sirven para promover la unidad local. Imagino que todos hemos tenido la desagradable experiencia de ir a una iglesia donde se para un predicador un domingo y dice “En esta iglesia creemos que la salvación se pierde” para luego ir el otro domingo y encontrarse con otro predicador que sostiene “En esta iglesia creemos que la salvación no se pierde”. No es sorprendente que esto lleve a la división de dicha iglesia. Efesios 4:1-3

Yo, pues, prisionero del Señor, les ruego que ustedes vivan de una manera digna de la vocación con que han sido llamados. Que vivan con toda humildad y mansedumbre, con paciencia, soportándose unos a otros en amor, esforzándose por preservar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz.

¿Acaso es posible preservar la unidad del Espíritu teniendo creencias diferentes en una iglesia local? ¿Acaso es posible evitar la división en una iglesia creyendo cosas diferentes? Podemos pensar que no porque tarde o temprano una iglesia tendrá que definirse al respecto y las confesiones lo que hacen es ya tener definidas ciertas cuestiones esenciales de la fe.

En tercer lugar, sirven para limitar el poder de la iglesia y de sus oficiales. Una vez me contaron la historia de una iglesia bautista que voto la ordenación de pastoras o predicadoras en una iglesia a pesar de que ellos sabían que era anti bíblico pero debido a que creían que el congregacionalismo era democracia creyeron que la mayoría podía cambiar las cosas que son bíblicas. Sin embargo, cuando una iglesia tiene una confesión lo que hace es limitar el poder de la iglesia a lo que la Biblia enseña. Hay casos peores en donde una denominación completa por mayoría define que el matrimonio homosexual es algo valido porque la mayoría de sus miembros están de acuerdo. Por eso las confesiones limitan el poder de la iglesia porque tienen claro lo que ellas creen lo que las Escrituras dicen. De igual manera las confesiones ponen limite al poder que a los ancianos se les ha entregado para administrar. Por ejemplo, es muy común en las iglesias confesionales que los que van a ser oficiales se les pida que adhieran completamente a sus confesiones y juren fidelidad a ellas pues ellos son quienes van a representar y enseñar lo que esa iglesia cree. Por tanto si uno de ellos cambia de opinión entonces debe renunciar como oficial. Por ejemplo, imagínese que un oficial comenzó adhiriendo al bautismo de creyentes, pero luego con los años cambio su posición al bautismo de niños él debe renunciar a ser oficial de la iglesia. O sea, él no puede argumentar que porque él es el pastor toda la iglesia debe cambiar de posición teológica pues la iglesia ya tiene una posición oficial que cree, confiesa y defiende. Quien debería renunciar a esa iglesia seria ese oficial que cambio de opinión y buscar una iglesia con la cual este de acuerdo. Por tanto, el poder de los oficiales es limitada por la confesión.

En cuarto lugar, sirve para aceptar miembros. En general para que una persona sea miembro de una iglesia bautista confesional se debe reconocer si la persona es realmente cristiana y si ha testificado de su fe con la administración correcta del bautismo que es por inmersión. Santiago 2:14-20

¿De qué sirve, hermanos míos, si alguien dice que tiene fe, pero no tiene obras? ¿Acaso puede esa fe salvarlo? Si un hermano o una hermana no tienen ropa y carecen del sustento diario, y uno de ustedes les dice: «Vayan en paz, caliéntense y sáciense», pero no les dan lo necesario para su cuerpo, ¿de qué sirve? Así también la fe por sí misma, si no tiene obras, está muerta. Pero alguien dirá: «Tú tienes fe y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin las obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras». Tú crees que Dios es uno. Haces bien; también los demonios creen, y tiemblan. Pero, ¿estás dispuesto a admitir, oh hombre vano, que la fe sin obras es estéril?

Pero además de esto se debe ser si la persona está de acuerdo con lo que la iglesia cree en su confesión. Ahora imagínate que no existe esto ser miembro sin aceptar una confesión de fe ¿Por qué se le debería prohibir al hermano enseñar sus opiniones personales sobre ciertas cosas de la iglesia? ¿Quién dice que no debe enseñarse el bautismo salva o el bautismo de niños? La verdad es que no habría fundamento para nada. Por eso las confesiones sirven para admitir miembros de la iglesia local y aclararles lo esa iglesia local en particular afirma.

En quinto lugar, sirve para discipular a los miembros. Todos sabemos que como iglesia tenemos la gran comisión que se puede resumir en evangelizar, discipular, enseñar y bautizar (Mateo 28:18-20) Pero para poder realizar esa labor de forma más efectiva supongo que nadie de nosotros le dice “Ok, eres cristiano, ahora vamos a leer de Génesis a Apocalipsis” y así podrás aprender todo de las Escrituras. Sino que generalmente tenemos libros que sistematizan la doctrina cristiana para ir enseñándoles a los creyentes. Esto podría hacerse de forma temática en la iglesia como estudiar “Las Escrituras” “Dios trino” “Creación” “Caída” “Providencia”, etc. La iglesia históricamente lo que ha hecho para enseñar los fundamentos de la fe cristiana ha sido catequizar a los creyentes (catecúmenos) Las iglesias protestantes siguiendo esta tradición de la iglesia creo muchos catecismos mayores y menores que consisten en preguntas y respuestas para enseñarles a los niños y adultos. Por ejemplo, el catecismo bautista ortodoxo de Hercules Collins en su pregunta 2.

P. 2: ¿Cuántas cosas necesitas conocer para que, gozando de este consuelo, puedas vivir y morir felizmente?

R.: Tres. La primera, cuán grandes son mi pecado y miseria. La segunda, cómo soy librado de todo mi pecado y miseria. La tercera, cuánta gratitud le debo a Dios por esta liberación.

¿En que está basada esta declaración? En la interpretación confesional de la caída del hombre y de la necesidad de la salvación. Por tanto, la confesión sirve para discipular a los miembros e incluso enseñar a sus hijos a través de catecismos basados en la confesión.

En sexto lugar, sirve para disciplinar a los miembros. Los protestantes hemos afirmado que las 3 marcas de una iglesia verdadera son: la predicación verdadera de la palabra, la administración correcta de los sacramentos (Bautismo y Cena) y la practica fiel de la disciplina. Así que una iglesia confesional siempre reúne estas marcas de una iglesia verdadera. Por tanto, la práctica de la disciplina bíblica es un requisito bíblico para ser una iglesia verdadera. Tito 3:10-11

Al hombre que cause divisiones, después de la primera y segunda amonestación, recházalo, sabiendo que el tal es perverso y está pecando, habiéndose condenado a sí mismo.

Las confesiones han servido para regular la sana doctrina en la congregación y cuando alguien se desvía de la sana doctrina se le debe corregir siguiendo los pasos de la disciplina eclesiástica (Mateo 18:15-20). En el caso que no se arrepienta de su falsa enseñanza entonces debe ser expulsado de la membresía de la iglesia.

En séptimo lugar, sirven para alabar al Dios trino. Si te reunieras con un unitario (solo Jesús) con un testigo de Jehová y un mormón no creo que habría diferencia en afirmar que creen en la Biblia como palabra de Dios. Incluso no creo que habrá problema en ver a Jesús como el hombre más sabio de todos, el profeta o el hijo de Dios encarnado. Pero si comienzas a hablar del Dios trino allí ya comenzaras a tener problemas. ¿Por qué? Porque las Escrituras adoran al Dios trino a través de varios saludos, bendiciones y doxologías al Dios trino. 1 Corintios 8:5-6; 2 Corintios 13:14;1 Timoteo 1:15-17; Apocalipsis 4:

Porque aunque haya algunos llamados dioses, ya sea en el cielo o en la tierra, como por cierto hay muchos dioses y muchos señores, pero para nosotros hay un solo Dios, el Padre, de quien proceden todas las cosas y nosotros somos para Él; y un solo Señor, Jesucristo, por quien son todas las cosas y por medio de Él existimos nosotros.

La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos ustedes.

Palabra fiel y digna de ser aceptada por todos: Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, entre los cuales yo soy el primero. Sin embargo, por esto hallé misericordia, para que en mí, como el primero, Jesucristo demostrara toda Su paciencia como un ejemplo para los que habrían de creer en Él para vida eterna. Por tanto, al Rey eterno, inmortal, invisible, único Dios, a Él sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Por tanto ¿Para qué sirven las confesiones? Sirven para adorar al Dios trino revelado en las Escrituras y trasmitido a través de los siglos por las diversas confesiones ortodoxas de la iglesia cristiana. ¿A que Dios adorar tú? ¿A que Jesucristo sigues tú? Déjame decirte a que Dios adoro yo.

El Señor nuestro Dios es un Dios único, vivo y verdadero; cuya subsistencia está en él mismo y es de él mismo, infinito en su ser y perfección; cuya esencia no puede ser comprendida por nadie sino por él mismo; es espíritu purísimo, invisible, sin cuerpo, miembros o pasiones, el único que tiene inmortalidad y que habita en luz inaccesible; es inmutable, inmenso, eterno, inescrutable, todopoderoso, infinito en todos los sentidos, santísimo, sapientísimo, libérrimo, absoluto; que hace todas las cosas según el consejo de su inmutable y justísima voluntad, para su propia gloria; es amantísimo, benigno, misericordioso, longánimo, abundante en bondad y verdad, perdonando la iniquidad, la transgresión y el pecado; galardonador de los que le buscan con diligencia, y sobre todo, justísimo y terrible en sus juicios, que odia todo pecado y que de ninguna manera dará por inocente al culpable (Capitulo 2.1)

En este Ser divino e infinito hay tres subsistencias, el Padre, el Verbo o Hijo y el Espíritu Santo, de una sustancia, un poder y una eternidad, teniendo cada uno toda la esencia divina, pero la esencia indivisa: el Padre no es de nadie, ni por generación ni por procesión; el Hijo es engendrado eternamente del Padre, y el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo; todos ellos son infinitos, sin principio y, por tanto, son un solo Dios, que no ha de ser dividido en naturaleza y ser, sino distinguido por varias propiedades relativas peculiares y relaciones personales; dicha doctrina de la Trinidad es el fundamento de toda nuestra comunión con Dios y nuestra consoladora dependencia de él (Capitulo 2.3)

El Hijo de Dios, la segunda persona en la Santa Trinidad, siendo Dios verdadero y eterno, el resplandor de la gloria del Padre, consustancial con aquel e igual a él, que hizo el mundo, y quien sostiene y gobierna todas las cosas que ha hecho, cuando llegó la plenitud del tiempo, tomó sobre sí la naturaleza del hombre, con todas sus propiedades esenciales y con sus debilidades concomitantes, aunque sin pecado; siendo concebido por el Espíritu Santo en el vientre de la virgen María, al venir sobre ella el Espíritu Santo y cubrirla el Altísimo con su sombra; y así fue hecho de una mujer de la tribu de Judá, de la simiente de Abraham y David según las Escrituras; de manera que, dos naturalezas completas, perfectas y distintas se unieron inseparablemente en una persona, pero sin conversión, composición o confusión alguna. Esta persona es verdaderamente Dios y verdaderamente hombre, aunque un solo Cristo, el único mediador entre Dios y el hombre (Capitulo 8.2)

 

 

 

 



[1] Matthew Barrett. The Reformation as Revewal: Retrieving the one, holy, catholic, and apostolic church.

[2] Matthew Barrett. God Word Alone. The authority of Scripture. Pagina 23.

[3] https://www.youtube.com/watch?v=R3EHq9dM0Yw&t=1738s

[4] https://www.youtube.com/watch?v=hFxDC6lNajM&t=686s

[5] Los Bautistas y la tradición Cristiana. Editado por Matthew y Emerson. Cristhofer Morgan. R Lucas Lamps página 48

[6] Carl Trueman. El imperativo confesional. Capítulo 1.

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