Pensar el mundo a través de las Escrituras...

martes, 7 de abril de 2020

Inmoralidad en la iglesia 1 Corintios 5:1-5



Pablo hasta ahora había abordado el tema de la sabiduría humana contra la sabiduría divina y cuáles eran los frutos que ello producían como por ejemplo divisiones, contiendas, celos y finalmente partidismos dentro de la comunidad de Corinto. Todo esto lo fue desarrollando progresivamente desde el capítulo 1 hasta el 4. 1 Corintios 1:18

El mensaje de la cruz es ciertamente locura para los que se pierden, pero para los que se salvan, es decir, para nosotros, es poder de Dios.

Pero ahora desde el capítulo 5 hacia adelante Pablo comienza a abordar otros problemas que existían dentro de la iglesia de Corinto. El primero de ellos lo encontramos en este capítulo 5 el cual tiene que ver mostrarnos el caso de inmoralidad sexual dentro de la iglesia. Hay personas que al ver este abrupto cambio de tema de Pablo piensan que estos pasajes no se relacionan en nada con lo que Pablo ha venido diciéndonos anteriormente pero esto está basado en una lectura superficial del texto porque podemos ver que siguen los mismos temas que venía hablando en estos nuevos problemas que el apóstol aborda. Por ejemplo vimos que el Pablo hablo durante todos los capítulos anteriores sobre la “jactancia” de los Corintios en la sabiduría humana (1 Cor 4:7) y esa sabiduría humana también está en este problema que vemos aquí (1 Cor 5:2 “Ustedes están engreídos”) también podemos ver que Pablo termino el capítulo 4 diciéndoles a los Corintios que si querían que los visitara con vara o con espíritu apacible (1 Cor 4:21) y podríamos decir que ahora en este capítulo los va a visitar con vara.

La vara en la Biblia se refiere a la disciplina que se ejerce sobre los hijos (Prov 10:13; 13:24; 22:15; 23:13-14; 26:3; 29:15; Heb 12:5-11) pero en este caso particular se está refiriendo a la disciplina en la iglesia. Esto suena bastante extraño a la generación de cristianos actuales debido a que muchas iglesias contemporáneas no tienen membresía y si la tienen la recepción es superficial. Otras que tienen membresía no practican la disciplina eclesial o si la practican la práctica de forma equivocada sin seguir los parámetros bíblicos.  Debemos recordar siempre que la disciplina no es algo contra el amor, la disciplina es una expresión de amor que se preocupa por la vida y bienestar espiritual de la persona. Por tanto lo que tenemos aquí es un caso tipo que nos ilustra cómo manejar un caso de inmoralidad sexual en la iglesia.

La situación pecaminosa 1 Corintios 5:1-2

Pablo comienza en el versículo 1 relatando de forma ambigua que se ha “sabido de un caso de inmoralidad sexual entre ustedes” (RVC) “Es ya de dominio público que hay entre ustedes un caso de inmoralidad sexual” (NVI) “Me cuesta creer lo que me informan acerca de la inmoralidad sexual entre ustedes” (NTV) No sabemos con claridad si Pablo se había enterado de este caso por medio de los de “Cloe” (1 Cor 1:11) o debido a que era un escándalo tan evidente Pablo se enteró de otra manera. Pero el tema es que el pecado era algo tan escandaloso porque se trataba de un hombre que se acostaba con “la esposa de su padre” (RVC; NVI) “vive en pecado con su madrastra” (NTV) “alguno tiene la mujer de su padre” (LBLA) La palabra sexual allí viene del griego “porneia” que alude a la prostitución pero también se aplica a toda práctica sexual pecaminosa condenada por Dios[1]. Esta práctica en particular estaba claramente condenado por Dios en las Escrituras y merecía su lapidación en el Antiguo testamento. Levítico 20:11; Deuteronomio 22:30

“El que se acueste con la mujer se su padre ha descubierto la desnudez de su padre. Por tanto los dos serán condenados a muerte y serán los responsables de su muerte”

“Nadie debe profanar el lecho de su padre ni tomar por mujer a la esposa de su padre”

Para los judíos era un pecado bastante claro. El historiador Flavio Josefo comenta sobre esto:[2]

“Moisés también repudio el incesto de los hombres con sus madres como uno de los crímenes más grandes; del mismo modo, acostarse con la esposa del padre y con las tías, hermanas y nueras lo señalo como ejemplo de abominable vileza”

Este pecado era tan grave porque “ni siquiera los paganos tolerarían” (RVC; NVI) “algo que ni siquiera los paganos hacen” (NTV) “una inmoralidad tal como no existe ni siquiera entre los gentiles” (LBLA) Con esto Pablo refiere a que ni siquiera el Imperio romano permitía esta práctica pues algo ilegal entre ellos.[3] Por tanto a Pablo le parecía sorprendente que incluso los paganos fueran más rectos que ellos como cristianos. Ahora ¿Cómo alguien que podía decirse cristiano podría llegar a practicar tal pecado? La respuesta a esa pregunta se puede responder en parte recordando que la ciudad de Corinto era una ciudad muy sexualmente promiscua. En ella existía la “prostitución sagrada” en la cual el sexo era un medio para adorar a los dioses paganos y las personas presentaban sus relaciones sexuales como ofrendas a sus dioses. Los hombres en general tenían amantes para el placer, concubinas para el cuidado diario del cuerpo y esposas para que den y críen hijos legítimos.[4] Esta forma de pensar y actuar pagana es una actitud con la cual Pablo tuvo que escribir varias veces en esta carta y en otras (1 Cor 6:12-16; 7:1-5)

En el versículo 2 nos dice algo impresionante y es que a pesar del evidente pecado en la iglesia ellos estaban “engreídos” (RVC) “orgullosos” (NVI; NTV) “arrogantes” (LBLA) consigo mismos. ¿Por qué ellos se comportaban de esa manera? Pues hemos visto que este es un problema que ellos tenían debido al orgullo espiritual o la creencia de tener muchos dones y que por tanto se comportaban de forma arrogante (1 Cor 1:31; 3; 4; 4:6-8) El peligro de ser engreídos, orgullosos o arrogantes es no poder ver sus propios errores y ser tan ciegos a la realidad espiritual. El orgullo nos destruye y nos aleja de la gracia de Dios tal como lo estaba haciendo en la iglesia de Corinto. Proverbios 16:18-19; Santiago 4:6

“La soberbia precede al fracaso; la arrogancia anticipa la caída. Es mejor ser humilde entre los humildes que compartir despojos con los soberbios”

“Pero la gracia que él nos da es mayor. Por eso dice: Dios se opone a los soberbios, y da gracia a los humildes” 

La ceguera espiritual que había en la iglesia de Corinto los había cegado tanto que no podían hacer dos cosas que se debe hacer cuando hay pecado. La primera es lamentarse por el pecado que estaba destruyendo la vida del hermano y el testimonio de la iglesia. La idea aquí es “hacer duelo por el pecado” cuando un hermano pecado no nos alegramos ni celebramos que el haya pasado eso porque se lo merecía sino que lamentamos que el pecado lo haya dominado y le esté destruyendo su vida. Daniel y Esdras son dos ejemplos de cómo ellos oraron con dolor y se lamentaron por el pecado del pueblo de Dios. Daniel 9:3-5

“Volví entonces mi rostro a mi Dios y Señor, para pedir su ayuda con oración y ruego. Me puse ayunar, y me cubrí de cilicio y de ceniza. Y esta fue mi oración al Señor mi Dios; esta fue mi confesión: Señor, Dios grande y digno de ser temido, que cumples tu pacto y tu misericordia con lo que te aman y cumplen tus mandamientos: hemos pecado, hemos hecho lo malo, hemos sido impíos y rebeldes; ¡Nos hemos apartado de tus leyes y mandamientos!

La segunda es tomar una acción concreta contra aquel que afirma ser cristiano pero vive de forma abiertamente pecaminosa. Ellos estaban siendo orgullosos y arrogantes sin tomar ninguna acción concreta a lo que sucedía. Pablo entonces dice que esta persona debe ser expulsada de la iglesia. Ahora para que todo esto tenga sentido debemos recordar varias cosas. Primero que la disciplina es expresión de amor así como cuando los padres disciplinan a sus hijos. Segundo esta persona era miembro oficial de una iglesia local. Esto es lo que en la actualidad conocemos como “miembro de la iglesia”. Esta persona era miembro de la iglesia mientras que como la mujer no es nombrada para expulsarla se supone que ella no es miembro de la iglesia y por tanto no debe ser cristiana. Tercero, cuando una persona se une a la membresía de la iglesia como en nuestro caso es por una evidencia clara de ser cristiano y de adherir a lo que creemos como iglesia ella también debe someterse a los pastores que enseñan en la iglesia (Hebreos 13:17) y por tanto a la disciplina de la iglesia la cual fue dada por Cristo para saber cómo realizarla (Mateo 18:15-20) Solo cuando entendemos estos principios entonces la disciplina de la iglesia puede aplicarse sin problemas. De lo contrario las objeciones vendrán diciendo “Esa es una iglesia no amorosa porque disciplina a sus miembros” “¿Qué autoridad tiene un pastor o una iglesia para hacer esto?” “¿No debería haberse hecho de forma más privada esto?” La expulsión inmediata viene en este caso porque es un pecado público de una persona que abiertamente vive en pecado sin arrepentimiento y por tanto debe públicamente ser expulsado de la iglesia por no arrepentirse de su pecado. La expulsión de la comunidad no era algo nuevo para los que tenían un trasfondo judío pues por vivir en pecado a un miembro se le podía dar azotes o se le expulsaba hasta que se arrepintiera.[5]

Todos estos versículos nos hacen reflexionar sobre tres cosas. Lo primero es que no existe iglesia perfecta donde no haya pecado. La iglesia de Corinto es un ejemplo tan claro sobre esto que es muy difícil creer que haya personas que creen que en la iglesia no habrá casos de pecados como estos. Uno podría ir incluso más allá y revisar las amonestaciones que Jesucristo hace a las 7 iglesias de Apocalipsis y ver que la mayoría de ellas tenia pecados escandalosos. La iglesia de Éfeso había perdido su primer amor (Apo 2:4) la iglesia de Pergamo tenía falsos profetas e inmoralidades sexuales (Apo 2:14-15) La iglesia en Tiatira tenía una falsa profetiza e inmoralidades sexuales (Apo 2:20-22) La iglesia en Sardis había dejado de estar vigilante contra el pecado (Apo 3:1-3) La iglesia de Laodicea era un iglesia tibia espiritualmente (Apo 3:14-17) ¿Con esto estamos diciendo que deberíamos ser como estas iglesias y no esforzarnos espiritualmente? ¡Al contrario! Estamos reconociendo la realidad que el pecado puede tener en nuestras vidas si no las cuidamos espiritualmente. El ideal de una iglesia perfecta sin pecado en donde las relaciones con los hermanos sean todas buenas, los pastores no tengan errores y no haya cosas a mejorar es simplemente utópica y no basada en las Escrituras.

Esto nos lleva a lo segundo que es que debemos lamentarnos por la situación actual de la iglesia. La iglesia Americana en donde se suele medir todo nos dice que nos cuenta que hasta el 60% de profesantes cristianos se divorcian[6], que el 68% de los hombres que van a la iglesia ven pornografía incluyendo pastores[7] a eso se suma el problema del analfabetismo bíblico (la ignorancia bíblica de los miembros de las iglesias) y los muchos supuestos pastores falsos que hay engañando a las personas. En Latinoamérica no tenemos datos tan certeros pero hasta donde sé es evidente que tenemos divorcios, pecados sexuales, pastores falsos y cristianos que viven de forma muy superficial su fe. ¿No deberíamos lamentarnos por eso? ¿No deberíamos llorar y ayunar en este tiempo en donde la iglesia parece tan débil debido al pecado? A veces hay personas llamando a un avivamiento pero ¿Cómo podría ser posible un avivamiento con tanto pecado dentro de la iglesia? La iglesia contemporánea no es muy diferente a los Corintios la cual está toda cómoda con su vida mientras el mundo se va al infierno. No parece haber, dolor, lamento ni tristeza por la condición nuestra y de la iglesia. ¿Te sientes frio espiritualmente, sientes que no te afectado en nada esta cuarentena, porque entonces no te derramas en ayuno y oración delante de Dios?

La tercera es que deberíamos tomar una acción concreta contra el pecado en la iglesia que es la disciplina eclesiástica.  Cuando hay un verdadero lamento por el pecado hay entonces acciones concretas que se toman respecto al pecado. En este caso la acción concreta contra el pecado era tomar la medida de expulsar a la persona de la membresía. Como dijimos muchas iglesias no tienen idea de esto porque no tienen membresía o tienen una membresía muy superficial en donde no se rinde cuentas por nada y cada uno vive la vida cristiana como quiere. En otro lugares debido a la ignorancia bíblica se repite como un mantra un versículo más interpretado de “no juzguen” y nadie puede juzgar nada de los hermanos aunque este en pecado. Pero ninguna de estas cosas es correcta lo que debemos entender es que la disciplina bíblica es algo que Señor nos manda hacer en las Escrituras. En circunstancias en que veas a un hermano en pecado el Señor nos da principios para exhortar al hermano. Mateo 18:15-16

“Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndelo cuando él y tu estén solos. Si te hace caso, habrás ganado a tu hermano. Pero si no te hace caso, haz que te acompañen uno o dos más, para que todo lo que se diga conste en labios de dos o tres testigos”

Esto es lo común en la disciplina en la iglesia pero el caso de 1 Corintios 5 es más escandaloso por tanto debe tener una actuación más inmediata y publica de este caso. Pero el principio es simplemente que si nosotros practicáramos la disciplina eclesiástica muchos pecados mayores serian frenados con anterioridad.

La aplicación de la disciplina 1 Corintios 5:3-5

Pablo había llamado a hacer algo respecto a esta persona que está viviendo en pecado así que el estando a la distancia de ellos les dice que aunque él no este físicamente el en espíritu juzga a aquel que ha pecado de esa manera. ¿A qué se refiere con esto? Uno inmediatamente podría pensar que Pablo está diciendo algo como “Yo no estoy entre ustedes pero imagínense que yo estoy allí y hacemos juntos este juicio” Pero lo que Pablo está diciendo es algo mucho más profundo. Él está diciendo “Debido a que todos hemos sido unidos a Cristo en su Espíritu, todos nosotros estamos unidos en él y cuando se debe expulsar a alguien de la membresía por estar en pecado estamos unidos espiritualmente en esto[8]”. Esta es la unidad espiritual por la cual Jesús oro en Juan 17:20

“Pero no ruego solamente por estos, sino también por lo que han de creer en mi por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tu oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste”

Por tanto Pablo dice que cuando se “reúnan” y el este con ellos en Espíritu con el nombre de Jesús y en su poder ejecute la disciplina. Para entender esto hay que regresar a Mateo 18:17-20

“Si tampoco a ellos les hace caso, hazlo saber a la iglesia; y si tampoco a la iglesia le hace caso, ténganlo entonces por gentil y cobrador de impuestos. De cierto les digo que todo lo que aten en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desaten en la tierra, será desatado en el cielo. Una vez más les digo, que si en este mundo dos de ustedes se ponen de acuerdo en lo que piden, mi Padre que está en los cielos se los concederá. Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo, en medio de ellos”

Lo que Pablo nos está diciendo aquí es lo que ya Jesucristo había enseñando respecto a la disciplina. En un caso donde un hermano peca y otro hermano sabe que peca entonces debe decirle en persona y cara a cara cuál es su pecado para que se arrepienta (Mt 18:15) en el caso que el hermano no se arrepienta de su pecado debe llevar dos o tres testigos (Mt 18:16) en el caso que el hermano no se arrepienta debe hacerlo saber a la iglesia. Esto es a los miembros de la iglesia local en la cual se congrega (Mt 18:17) y entonces la iglesia debe llamar al hermano al arrepentimiento y en el caso que el hermano no se arrepienta entonces debe ser expulsado y considerado como si no fuera cristiano (Mt 18:17) ¿Con que autoridad podemos hacer esas cosas? El versículo 18 dice que hemos recibido la autoridad de Cristo para “atar” (permitir) o “desatar” (no permitir) como iglesia para reconocer a quienes son cristianos y quienes no lo son. En el verso 20 Jesús nos dice que está de acuerdo con lo que decidimos como iglesia cuando lo hacemos conforme a su palabra.

¿Qué tiene que ver todo esto con lo que nos dice 1 Corintios 5:1-5? Tiene mucho que ver pues en este versículo lo que vemos es que el proceso de disciplina está en su última etapa debido al pecado escandaloso en el cual este hombre está involucrado él debe ser expulsado de la membresía de la iglesia. Ahora si nos fijamos en el versículo 5 vemos cual es el propósito de la expulsión.

“Entreguen a ese hombre a Satanás para que lo destruya, a fin de que su espíritu sea salvado en el día del Señor Jesús” (RVC; LBLA)

Pablo usa en otra ocasión esta idea de “entregar a Satanás” en 1 Timoteo 1:20

“Entre ellos Himeneo y Alejandro a quienes entregue a Satanás para que aprendan a no blasfemar”

El entregar a Satanás se refiere a entregar a la persona al área de dominio de Satanás el cual es el mundo (2 Cor 4:4; Efe 2:2-3) Ahora hay que recordar que lo que Satanás haga en este mundo está bajo la soberanía de Dios. Por tanto la pregunta que muchos estudiosos de la Biblia se hacen es ¿Cómo se debe interpretar “para que lo destruya, a fin de que su espíritu sea salvado en el día del Señor Jesús”? Algunos interpretan esto como que Dios va matar a esta persona para que finalmente el día en que muera pueda ser salvado así como nos relata más adelante en esta carta que pasa con aquellos creyentes que toman la cena de una forma superficial (1 Cor 11:30) Esto es posible de hacer por Dios pero sin embargo el contexto no parece indicar eso pues se puede inferir que seguirá con vida es por eso que los cristianos “no deben juntarse con gente que afirme ser creyente y viva como incrédulo” (1 Cor 5:10) también si esta persona es la misma que en 2 Corintios es restaurada entonces obviamente no se refiere a la muerte física (2 Cor 2:5-11) a eso podemos sumarle que en la experiencia cristiana hemos visto persona que han sido expulsadas y no han muerto inmediatamente.

Otros interpretan este pasaje como un sufrimiento físico que Dios permitirá que Satanás le envié como en el caso de Job (Job 1) o en el aguijón de la carne de Pablo (2 Cor 12:7-10) Esto también es posible si Dios así lo determina pero no tenemos evidencia bíblica que señale que se trate necesariamente de eso. Por lo que la mejor opción me parece entender la “destrucción de la carne” como la idea de permitir que sea alejado de la comunión de los creyentes para que su naturaleza pecaminosa sea destruida con el fin de que cuando sea restaurado se “salve lo espiritual[9]”. Este contraste de carne contra el Espíritu esta varias veces en las Escrituras y alude la naturaleza pecaminosa contra la naturaleza redimida. Gálatas 5:24

“Y los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos”

Cuando alguien que es cristiano que ha pecado públicamente se da cuenta de la maldad que ha hecho y vuelve en si entonces se lamenta profundamente por el pecado y su naturaleza pecaminosa es azotada por el Espíritu Santo que está en el con el deseo de volver a la comunión con los hermanos. Esta interpretación es seguida por las versiones bíblicas NVI y NTV que traducen de estos versículos de esa manera.

“Entreguen a ese hombre a Satanás para destrucción de su naturaleza pecaminosa a fin de que su espíritu sea salvo en el día del Señor” (NVI)

“Entonces deben expulsar a ese hombre y entregárselo a Satanás, para que su naturaleza pecaminosa sea destruida y el mismo sea salvo el día que el Señor vuelva” (NTV)

Lo que la iglesia aspira a que cuando una persona es expulsa pueda ser restaurada. El propósito que tiene la disciplina bíblica es restaurativa. Busca que el hermano que ha pecado vuelva a los brazos de su salvador y pueda volver a tener comunión con los hermanos. Ese siempre fue el Espíritu del Señor en este tema. Gálatas 6:1

“Hermanos, si alguno es sorprendido en alguna falta, ustedes, que deben ser espirituales, restáurenlo con espíritu de mansedumbre. Piensa en ti mismo, no sea que también tú seas tentado”

De estos versículos podemos aprender en primer lugar que la iglesia de Cristo reunida y conformada bíblicamente tiene la autoridad para recibir y expulsar miembros que no vivan conforme a la palabra de Dios. Dios le ha dado las llaves del reino a su iglesia para que acepte o rechace a las personas viendo si su confesión de fe es coherente con su vida y en base a eso aceptamos a quienes quieran ser parte su iglesia. Pero esos mismos miembros están llamados a someterse unos a otros en las enseñanzas de Cristo y cuando uno de ellos peca debe ser ejercita la disciplina unos con otros. Ahora esto siempre ha sido difícil de practicar porque la naturaleza pecaminosa se resiste a lo que sea disciplina pero particularmente hoy las palabras como “autoridad, sometimiento y disciplina” tienen una connotación negativa en nuestro época. He visto personas que han cuando han pecado han pensado “esto es de mi vida privada no tiene nada que ver con la iglesia” pero esto no es así pues al comprometerte con una iglesia “tu vida privada” es parte de la iglesia. La iglesia tiene autoridad delegada por Cristo para ejecutar la disciplina en los casos que sean de personas que viven de forma contraria al evangelio que dicen profesar. Para esto se requiere un entendimiento claro del evangelio que cuando aplicamos la disciplina no lo hacemos porque queramos, nos guste o nos acomode sino porque es ser obediente a la palabra de Dios y porque anhelamos que su nombre sea glorificado.

En segundo lugar que una iglesia de Cristo bíblicamente busca que la disciplina sea un proceso para restaurar al hermano que ha caído en pecado. La disciplina bíblica jamás ha buscado destruir la vida de las personas sino buscar que las personas que pecan sean reconciliadas con Cristo y participantes de la comunión con los hermanos. Sé que algunos hemos experimentados métodos de disciplina bastante pecaminosos ya sea en casa o en iglesias que no han llevado a cabo una buena práctica eclesial de la disciplina como exponer los pecados de las personas sin seguir pasos lineados por las Escrituras. Por tanto ¿Queremos ser una iglesia que practique la disciplina bíblicamente? ¿Anhelas que los hermanos que se enfrenten a la disciplina puedan ser restaurados en el Señor? ¿Esperas que Dios obre en los corazones de aquellos que caen en pecado para que encuentre perdón y gozo nuevamente en el Señor? ¿Es esa tu actitud al considerarte también a ti mismo?

La realidad es que en la iglesia todos somos pecadores y todos en algún momento vamos a experimentar la disciplina debido a nuestros pecados pero esto es bueno porque nos va a llevar profundizar más en nuestra vida espiritual y a confiar en Cristo. Cristo es el único puro, santo y bueno.


[1] Gordon Fee. La primera epístola a los Corintios. Página 179
[2] Gary Shogren. 1 de Corintios. Página 138
[3] Craig Keener. Comentario del contexto cultural del Nuevo testamento. Página 460.
[4] Gordon Fee. La primera epístola a los Corintios. Página 176
[5] Craig Keener. Comentario del contexto cultural del Nuevo testamento. Página 461.
[6] https://www.focusonthefamily.com/marriage/divorce-rate-in-the-church-as-high-as-the-world/
[7] https://conquerseries.com/15-mind-blowing-statistics-about-pornography-and-the-church/
[8] Gordon Fee. La primera epístola a los Corintios. Página 185
[9] Gordon Fee. La primera epístola a los Corintios. Páginas 189-190. Gary Shogren. 1 de Corintios. Página 142

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