Pensar el mundo a través de las Escrituras...

lunes, 13 de mayo de 2019

La disciplina de la comunión



La palabra comunión en griego significa “tener en común”, “compañerismo[1]”. En español es muy similar pues significa “participación en lo común”. “Trato familiar, comunicación de unas personas con otras[2]”. Dietrich Bonhoeffer fue un teólogo alemán que escribió un libro llamado “vida en comunidad”. En las primeras páginas de este libro el reflexiona lo siguiente:[3]

“El que desea obtener más de lo que Cristo ha fundado entre nosotros no anhela la hermandad cristiana sino que va en busca de cualquier experiencia extraordinaria de comunidad que le fue negada en otra parte; aporta deseos confusos e impuros a la hermandad cristiana. Es precisamente en este aspecto donde la hermandad cristiana se ve amenazada, casi siempre ya desde sus principios mismos, por el más grave peligro, por el envenenamiento más íntimo, a saber; por la confusión de la hermandad cristiana con el ideal de comunión piadosa; por la amalgama del deseo natural del corazón religioso por la comunión con la realidad espiritual de la hermanad cristiana”

“Innumerables veces, la comunión cristiana se ha quebrado por vivir de acuerdo con un ideal. Precisamente el cristianismo serio que por primera vez se ve colocado dentro de una convivencia cristiana, traerá a la misma con frecuencia una imagen muy determinada de su modo de concebirla y hará cuanto esté en su poder para convertir esa imagen en realidad. Pero la gracia de Dios hace fracasar rápidamente todos los sueños de esta índole. La gran desilusión que nos depara del otro, los cristianos en general, y en el mejor de los casos, también nosotros mismos, no dejará de subyugarnos con tanta certeza como Dios quiere conducirnos hacia la auténtica comunidad cristiana”

Estas frases de Bonhoeffer son bien profundas respecto a la comunidad pues nos dice que todos nosotros llegamos a un grupo con “deseos idealistas” acerca de la comunidad que vamos a querer implementar en el grupo al cual nos unimos. Por ejemplo algunos llegamos pensando que en esta comunidad todos van a ser extrovertidos y por tanto sociables, amigables y habladores pero luego veremos que no es así. Otros podemos pensar que todos en esta comunidad van a ser introvertidos por tanto más callados y solitarios pero pronto nos damos cuenta que no es así. Es por eso que cuando llegamos a una comunidad con un idealismo de comunidad rápidamente vamos a frustrarnos con la realidad del pecado en ella. Con el tiempo aparecerán los desacuerdos, las opiniones o puntos de vistas diferentes, los gustos diferentes, las interpretaciones diferentes de los hechos. Por tanto cuando lleguemos a una comunidad debemos tener claro algunas cosas esenciales acerca del cristiano.

La Biblia y la comunidad

En la comunidad cristiana hay pecado (1 Juan 1:8) Hemos sido redimidos por la obra de Cristo pero eso no significa que no haya pecado en nosotros. En las Escrituras vemos que hay pecado en las iglesias cristianas. Había creyentes altivos que se creían más que los demás. Romanos 12:16

“Vivamos como si fuéramos uno solo. No seamos altivos, sino juntémonos con los humildes. No debemos creernos más sabios que los demás”

Había creyentes que provocaban división, eran inmaduros e insensatos. 1 Corintios 1:10; 3:1-2; 6:5-6

“Hermanos, les ruego por el nombre de nuestro Señor Jesucristo que se pongan de acuerdo y que no haya divisiones entre ustedes, sino que estén perfectamente unidos en un mismo sentir y en un mismo parecer”

“Hermanos, yo no pude hablarles como a personas espirituales sino como a gente carnal, como a niños en Cristo. Les di a beber leche, pues no eran capaces de asimilar alimento sólido, ni lo son todavía”

Les digo esto para avergonzarlos. ¿Acaso no hay entre ustedes siquiera uno que sea sabio y que pueda servir de juez entre sus hermanos? ¡Y es que no solo se pelean entre hermanos, sino que lo hacen en presencia de los incrédulos!

Había creyentes vanidosos y envidiosos Gálatas 5:26

“No nos hagamos vanidosos, ni nos irritemos unos a otros, ni sintamos envidia entre nosotros”

Había creyentes que mentían y se enojaban con el prójimo. Efesios 4:25-27

“Por eso cada uno de ustedes deben desechar la mentira y hablar la verdad con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros. Enójense pero no pequen; reconcíliense antes de que el sol se ponga, y no den lugar al diablo”

Había creyentes que eran ociosos y de poco ánimo. 1 Tesalonicenses 5:14

“También les rogamos hermanos que les llamen la atención a los ociosos, que anime a los de poco ánimo, que apoyen a los débiles, y que sean pacientes con todos”

Había Creyentes tenían la costumbre de no congregarse. Hebreos 10:25

“No dejemos de congregarnos como es la costumbre de algunos; sino animémonos unos a otros; y con más razón ahora que vemos que aquel día se acerca”

Podemos ver que el pecado está dentro de la comunidad cristiana por tanto debemos preguntarnos ¿Cómo debemos ver esta situación y como debemos enfrentarla?

En la comunidad cristiana todos estamos en proceso de santificación (Fil 1:5) La santificación progresiva es un proceso que dura toda la vida. Esto quiere decir que nosotros mismos vamos a pecar contra otros o que los hermanos de esa comunidad cristiana van a pecar contra mí. Debido a que somos pecadores vamos a pecar contra alguien por tanto debemos estar siempre dispuestos a pedir perdón cuando pecamos contra alguien. De igual manera cuando alguien peque contra nosotros debemos estar dispuestos a perdonar así como Cristo nos perdona. Mateo 6:12; Efesios 4:2; 4:32; Colosenses 3:13

“Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores”
“Y sean humildes y mansos, y tolerantes y pacientes unos con otros, en amor”

“En vez de esto, sean bondadosos y misericordiosos, y perdónense unos a otros, así como también Dios los perdonó a ustedes en Cristo”

“Sean mutuamente tolerantes. Si alguno tiene una queja contra otro, perdónense de la misma manera que Cristo los perdono”

En la comunidad cristiana el prójimo es alguien que es usado por Dios para santificarme. El ser paciencia con la santificación no significa ser pasivo conmigo ni con los otros pues el Espíritu Santo estará obrando por medio de los medios de gracia para crecer espiritualmente.

En la comunidad cristiana debido al pecado habrá conflicto y hay que lidiar con ellos bíblicamente (Mateo 18:15-18) La mejor manera de resolver un conflicto o un pecado del hermano contra mí (o yo contra él) es hablando cara a cara. Si como iglesia practicamos esto muchos conflictos serán resueltos sin que nadie más se involucre en ellos. Pero si no logramos resolver antes entonces mucha gente se involucrará y muchas personas serán dañadas. Luego si el proceso sigue allí deben estar dos o tres testigos para ayudar a resolver el conflicto. Como último recurso debe llevarse el tema a la iglesia para ser tratado. Las exhortaciones son algo que se debe prácticar con regularidad en la comunidad cristiana. Hebreos 3:13; 10: 24

“Más bien, anímense unos a otros día tras día, mientras se diga: Hoy para que el engaño del pecado no endurezca a nadie”

“Tengámonos en cuenta unos a otros, a fin de estimularnos al amor y a las buenas obras”

El conflicto es una oportunidad dada por Dios para profundizar nuestra comunión cristiana ya que involucra abrir el corazón con mayor profundidad.

En la comunidad cristiana todos nos necesitamos y nos apoyamos en las tristezas y alegrías (1 Cor 12:12-26) Como iglesia somos el cuerpo de Cristo y como cuerpo todos los miembros del cuerpo son necesarios, o sea todos nos necesitamos el uno al otro. Es una mala teología pensar que solamente el ministerio pastoral es el único ministerio de la iglesia pues la verdad es que todos los creyentes tienen un ministerio y una función que desarrollar en el cuerpo de Cristo (20-24) todos los necesitamos (25) Si un miembro padece todo el cuerpo padece (26) si un miembro recibe honores todo el cuerpo recibe honores (26) En otras palabras quiere decir que como cristianos vamos a enfrentar muchas tristezas las cuales podemos enfrentar y pasar juntos como también vamos a enfrentar muchas alegrías las cuales podemos pasar juntos. Todo esto involucra una relación autentica entre cristianos.

En la comunidad cristiana debemos ser cuidadosos con los “débiles en la fe” (Romanos 14) En la iglesia cristiana siempre habrá gente “débil” en la fe, esto quiere decir creyentes que recién están llegando a la fe cristiana y que por tanto debemos ser cuidadoso en cómo tratarlos pues si entramos a discutir con ellos cosas que para ellos no son esenciales terminarán siendo tropiezo. 1 Corintios 8:10-13

“Porque si a ti, que tienes conocimiento, te ve sentado a la mesa en un lugar de ídolos, alguien cuya conciencia es débil, ¿acaso no se sentirá estimulado a comer de lo que ofrece los ídolos? En tal caso, ese hermano débil, por quien Cristo murió, se perderá por causa de tu conocimiento. Y así, al pecar ustedes contra los hermanos y herir su débil conciencia pecan contra Cristo. Por lo tanto, si la comida es motivo de que mi hermano caiga, jamás comeré carne, para no poner a mi hermano en peligro de caer”

Cualquier cosa que se ponga yo por encima sin considerar a mi hermano débil puede terminar siendo de tropiezo para un hermano débil. Tengamos cuidado con las cosas que enfatizamos.

En la comunidad cristiana tenemos comunión en todo contexto. En el antiguo pacto de Dios con su pueblo era teocrático. Esto quiere decir que se consideraba que el gobierno era ejercido directamente por Dios[4] a través de sus mensajeros (Moisés, Josué) jueces o reyes. Por tanto ellos como pueblo vivían todos en comunidad. Por ejemplo Dios había establecido las fiestas que como pueblo debían celebrarlas en comunidad. Levítico 23:1-2; Salmos 42:4

“El Señor hablo a Moisés, y le dijo: Habla con los hijos de Israel y diles que deben proclamar mis fiestas solemnes como santas convocaciones en mi honor. Estas son mis fiestas”

“Pienso en esto, y se me parte el alma; recuerdo cuando acompañaba yo la multitud cuando la conducía hasta el templo de Dios entre voces de alegría y de alabanza, entre la alegría del pueblo en fiesta”

El pueblo en las fiestas que Dios había establecido de forma santa. Pero también existía la alegría del pueblo de forma pecaminosa cuando se alejaba de la voluntad de Dios. Por ejemplo en Éxodo 32:5-6

“¡Cuando Aarón vio esto, levanto un altar delante del becerro y proclamó: Mañana celebraremos una fiesta en honor del Señor! Al día siguiente todos madrugaron y ofrecieron holocaustos y presentaron ofrendas de paz, y el pueblo se sentó a comer y a beber y comenzó a divertirse”

Las fiestas no son un problema en sí mismo sino lo que hacían en esas fiestas. Para los judíos no había ningún problema en juntarse a comer, beber y divertirse siempre y cuando lo hicieran para el Señor. Nosotros como cristianos podemos reunirnos a compartir hablando, comiendo, haciendo deportes, yendo al cine o cualquier otra actividad que sea de edificación para nosotros. Hechos 2:46-47

“Todos los días se reunían en el templo, y partían el pan en las casas y comían juntos con alegría y sencillez de corazón, mientras alababan a Dios y brindaban ayuda a todo el pueblo. Y cada día el Señor añadía a la iglesia a los que habían de ser salvos”

Jesucristo mismo estuvo involucrado en un matrimonio (Juan 2:1-12) comiendo y bebiendo con los pecadores (Mt 11:18-19; Mc 2:16-17) y enseñando por medio fiesta de bodas (Mateo 22:1-14)
Consejos para una sana comunión.

1) Sea de amor sincero

2) Evite el prejuicio y la murmuración.

3) Tenga cuidado con lo que dice

4) Diga la verdad en amor.



[1] Diccionario Vine. Página 178
[2] http://lema.rae.es/drae2001/srv/search?id=Dd6bydQCpDXX20L0Dqo5
[3] Dietrich Bonhoeffer. Vida en Comunidad. Página 17.

[4] https://dle.rae.es/?id=ZUswre5

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