Pensar el mundo a través de las Escrituras...

martes, 15 de diciembre de 2020

Buscando la edificación de la iglesia. 1 de Corintios 14: 1-5


Desde un comienzo de la historia cristiana lo que se ha buscado es que el mensaje del evangelio sea claro y sencillo para todos. Esto era particularmente importante en el mundo antiguo porque había mucho analfabetismo y muy poco acceso a los libros. Es por eso que era crucial tener la Biblia traducida y accesible a todos. Por tanto cuando alguien revisa la historia cristiana vera un fuerte énfasis en la traducción de la Biblia. Antes de la formación del Nuevo testamento tenemos traducciones como la llamada “Septuaginta” que es una traducción del hebreo al griego con el propósito de ser más accesible a los judíos que hablaban el griego[1]. Después de la formación del Nuevo testamento el idioma que prevalecía era el griego pero con los años comenzó a prevalecer el latín hasta que finalmente se convirtió en el idioma oficial. Es por eso que un estudioso llamado Jerónimo se le encargo traducir la Biblia del hebreo y griego al latín que llego a conocer como la “Vulgata latina”[2]:

El propósito siempre era que el la Biblia estuviera accesible a todas las personas para que ella accedieran y entendieran las Escrituras. Durante el contexto de lo que llamamos hoy la pre-reforma y la reforma protestante también hubo varias traducciones como las de John Wycliffe y William Tyndale para traer la Biblia al inglés o la traducción de Martin Lutero para traer la Biblia al alemán. Ciertamente no todos resultaron con vida en ese intento pero todos ellos tenían profunda convicción de que las Escrituras debían estar en el idioma del pueblo. Hoy en día disfrutamos de una diversidad de versiones bíblicas que buscan el mismo propósito que las Escrituras sean claras y sencillas. Esto es importante de señalar porque el argumento de Pablo en este capítulo va a decirnos que lo que es más edificante para la iglesia es lo que tiene un mensaje claro, sencillo y directo y no lo que es confuso y extraño como las lenguas. Pablo había comenzado en el capítulo 12 de este libro a tratar temas relacionados con el culto cristiano que iba a terminar en este capítulo 14 que leímos. El había escrito que en el cuerpo de Cristo hay una diversidad de dones, ministerios y actividades pero todas ellas habían sido dadas por el Señor (1 Cor 12:1-10) Es por eso que Pablo usa la metáfora del cuerpo para explicarnos como todos nos necesitamos para un funcionamiento adecuado a sano (1 Cor 12:11-27) Luego en el capítulo 13 Pablo enseña que para que podamos usar los dones con una motivación correcta debemos hacerlo en amor. Si hacemos las cosas sin amor entonces aunque hablemos en lengua, tengamos todos los dones o demos nuestra vida por ayudar a otro no vale nada (1 Cor 13:1-3) luego nos da una descripción del amor y termina mostrándonos que todos estos dones van cesar en la segunda venida del Señor y que solo el amor va a permanecer (1 Cor 13:4-13)

Tres mandamientos. 1 Corintios 14:1

Pablo comienza en este primer versículo haciendo una especie de resumen de lo que ya había venido exponiendo. En este versículo hay 3 verbos, donde que son imperativos y uno que se puede tomar como una mandato indirecto[3]. Por tanto podemos decir que aquí hay 3 mandatos.

“Ustedes vayan en pos del amor, y procuren alcanzar los dones espirituales, sobre todo el de profecía” (RVC) “Empéñense en seguir el amor y ambicionen los dones espirituales, sobre todo el de profecía” (NVI) “Procurad alcanzar el amor; pero también desead ardientemente los dones espirituales, sobre todo que profeticéis” (LBLA)

El primer mandamiento que Pablo da está conectado con todo el capítulo anterior que habla del amor. “Vayan en pos del amor” (RVC) “Empéñense en seguir el amor” (NVI) Procurad alcanzar el amor” (LBLA) Pablo usa en otros lugares este imperativo de seguir relacionado con la justicia, hospitalidad o la paz (Rom 9.30: 12:13) Romanos 14:19

“Así que, sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación”

Como cristianos estamos llamados a amar con todo nuestro ser a Dios y al prójimo (Mc 12:30-31) Por tanto para nosotros no es opción seguir el amor es una mandato de Dios de vivir en el amor que Dios ha derramado en nuestros corazones. El segundo mandamiento que Pablo da es “procurar los mejores dones” (RVC) “ambicionen los dones espirituales” (NVI) “Pero también desead ardientemente los dones espirituales” (LBLA) Pablo ya había usado una frase muy similar a esta en 1 Corintios 12:31

“Como no es así, ustedes deben buscar los mejores dones” (RVC) “Ustedes por su parte, ambicionen los mejores dones” (NVI) “Mas desead ardientemente los mejores dones” (LBLA)

Vimos que existían varias interpretaciones[4] a este pasaje pero la que tomaba yo era la que sostiene que Pablo no tiene problema en llamar a los hermanos a buscar los mejores dones porque si hace con el deseo del servicio al prójimo y el celo por la gloria de Dios entonces se está haciendo con una correcta motivación. De la misma manera Pablo retoma aquí este mandato y les está diciendo a los hermanos que es un mandato de Dios desear los mejores dones para el servicio de la iglesia. El tercer mandamiento que Pablo da está muy relacionado con el segundo y es que busquen los mejores dones pero sobre todo el de profecía. “Sobre todo el de profecía” (RVC; NVI) “Sobre todo que profeticéis” (LBLA) En las Escrituras podemos ver el profetizar se practicaba en la iglesia y que se evaluaba. 1 Tesalonicenses 5:20.

“No menosprecien las profecías”

Pablo les estaba diciendo a los hermanos en Corinto que como creyentes debían obedecer estos mandatos que Dios les daba que eran seguir el amor o sea el camino que Jesucristo nos ha mostrado, desear los mejores dones para poder servir en la iglesia de Dios y por sobre todo profetizar. Ahora como creyentes de esta época estamos llamados a obedecer estos mandatos también. El amor cristiano es algo abstracto sino algo que se manifiesta si guardamos o no los mandamientos de Dios expresados en su palabra. Juan 14:15, 21, 23

“Si me aman, obedezcan mis mandamientos”

“El que tiene mis mandamientos, y los obedece, ese es el que me ama; y el que ama, será amado por mi Padre, y yo lo amare, y me manifestare a el”

“El que me ama, obedecerá mi palabra; y mi Padre lo amara y vendremos a él, y el con él nos quedaremos a vivir”

Jesús nos dice en tres ocasiones aquí que si sus discípulos lo aman entonces debes manifestarlo amando sus mandamientos. ¿Realmente estas amando a Dios? ¿Estudias su palabra cada día para conocer su voluntad? ¿Realmente estas escuchando la palabra de Dios y poniéndola en práctica o solo la oyes y actúas de forma hipócrita? Amar a Dios es amar a su palabra.

Las lenguas y las profecías en la edificación de la iglesia 1 Corintios 14:2-4

Después que Pablo da estos mandatos ahora comienza las lenguas y las profecías y como ellas ayudan o no ayudan a la edificación de la iglesia. Que Pablo ponga estos dos dones aquí quiere decir que existían ciertos conflictos en la iglesia respecto a estos dones[5]. Pablo comienza en el versículo 2 con las lenguas.

“Pues el que habla en lenguas extraña le habla a Dios, pero no a los hombres; y nadie le entiende porque, en el Espíritu, habla de manera misteriosa” (RVC) “Porque el que habla en lenguas no habla a los demás, sino a Dios. En realidad, nadie le entiende lo que dice, pues habla misterios por el Espíritu” (NVI) “Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios, pues nadie lo entiende, sino que en su espíritu habla misterios” (LBLA)

Pablo había dicho que los diversos géneros de lenguas y el don de interpretación de lenguas era un don dado por Dios (1 Cor 12:10) y ahora lo vuelve a retornar para explicar cómo este don funciona dentro del contexto del culto. Y Pablo dice tres cosas sobre las lenguas[6]. Primero que esta persona le está hablando a Dios, es decir que está en comunión con Dios por el Espíritu. Por tanto el creyente que habla en lenguas no lo uso para la iglesia sino como una oración privada al Señor. Esto quiere decir que el hablar en lengua es fundamentalmente una forma de oración y alabanza privada (1 Cor 14:13-17) Segundo que la persona que habla en lenguas habla de manera “misteriosa” o “habla misterios”. Esto podría significar que habla acerca del misterio del evangelio que fue revelado por parte de los apóstoles (Col 1:26) o el misterio en el sentido de algo que supera el entendimiento de quien lo habla.[7] Cualquiera de los sentidos a los cuales se refiera no es el punto sino que el punto es que como habla misterios y nadie logra entenderlo no tiene sentido que los hable en el culto público. Tercero nos dice el versículo 4 que el hablar en lengua extraña hace que se edifique a sí mismo. 1 Corintios 14:4

“El que habla en lengua extraña, se edifica a sí mismo” (RVC) “El que habla en lenguas se edifica a sí mismo” (NVI) El que habla en lenguas, así mismo se edifica” (LBLA) 

Algunos comentaristas creen que Pablo aquí está siendo irónico pues piensan que debido al contexto en donde la edificación debe ser comunitaria no tiene sentido el pensar en edificarse a sí mismo. Pero el Apóstol no lo ve esta forma sino que simplemente está haciendo con contraste del don de lenguas con el don de profecía que va a ir desarrollando más adelante. El punto de Pablo no es que es malo edificarse a sí mismo ¿Acaso no hacemos eso con la oración y las Escrituras? El punto es que si hablo en lenguas y nadie me entiende entonces no tiene sentido que hable porque eso no edifica a la iglesia. El culto público tiene el propósito de que sea para la gloria de Dios y para la edificación de los creyentes no para centrarnos en los dones de las personas. En el versículo 3 Pablo trata sobre las profecías.

“Pero el que profetiza les habla a los demás para edificarlos, exhortarlos y consolarlos” (RVC) “En cambio, el que profetiza habla a los demás para edificarlos, animarlos y consolarlos” (NVI) “Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación” (LBLA)

Pablo había hablado acerca del don de profecía que era dado por Dios a la iglesia (1 Cor 12:10) y aquí vuelve a retomarlo para explicar cuál es su función en la edificación de la iglesia. Para entender a qué se refiere con la profecía debemos definir ¿Qué es profecía? La idea más común que existe es la persona que nos dice que va a pasar en el futuro. ¿Pero es esa la idea Bíblica? Desde el Antiguo testamento vemos que algunos como Abraham (Gen 20:7) o Moisés (Dt 34:10) fueron llamados profetas. Pero más conocemos a los profetas por lo que los cristianos llamados profetas mayores y profetas mayores los cuales generalmente traían un mensaje de arrepentimiento al pueblo de Dios por haberse desviado de la voluntad de Dios. La idea de que los profetas son los que “ven” el futuro es una idea reduccionista de lo que hace un profeta pues como dijimos su principal labor es llamar al arrepentimiento al pueblo y de vez en cuando hablan de algo profético que ni ellos mismo sabían a que se refería (Isaías 53) En el Nuevo testamento tenemos el caso del profeta Juan el bautista el cual llama al arrepentimiento a los judío y no anuncio nada del futuro (Mateo 3:1-12; 11:13) y por otro lado tenemos el caso de Agabo el cual no tiene llamados al arrepentimiento pero anuncio dos cosas futuras que pasarían (Hechos 11:27-28; 21:10-11) Por tanto si tenemos un cuadro completo de los profetas es que ellos son personas que predican la palabra de Dios especialmente el arrepentimiento a su pueblo y en ocasiones dicen cosas del futuro que a veces si ellos tienen conciencia que lo son. Teniendo en mente esto podemos ver lo que este verso 4 nos dice acerca de las 3 cosas que ellos hacen en la iglesia.

En primer lugar ellos “edifican” a la iglesia. Pablo ha estado hablando sobre que “todo está permitido pero no todo edifica” (1 Cor 6:12; 10:23) y había señalado que el “conocimiento envanece, pero amor edifica” (1 Cor 8:1) por tanto a diferencia de las lenguas en la cual uno se edifica a si mismo las profecía busca edificar a la iglesia. Las Escrituras nos señalan la importancia de edificarnos como creyentes. Romanos 15:2; Efesios 4:29

“Cada uno de nosotros debe agradar a su prójimo en lo que es bueno, con el fin de edificarlo”

“No pronuncien ustedes ninguna palabra obscena, sino solo aquellas que contribuyan a la necesaria edificación y que sean de bendición para los oyentes”

En segundo lugar ellos “exhortan” a la iglesia. Este es un término un poco más ambiguo y puede significar “estimulo” “ruego” o “consuelo[8]”. Las profecías a diferencia de las lenguas pueden “animar” y “estimular” con las palabras dadas. 1 Tesalonicenses 5:11; Hebreos 10:24.

“Por lo tanto, anímense y edifíquense unos a otros, como en efecto ya lo hacen”

“Tengámonos en cuenta unos a otros, a fin de estimularnos al amor y a las buenas obras”

En tercer lugar ellos “consuelan” a la iglesia. Este término va muy unido a lo anterior y nos muestra que las profecías a diferencia de las lenguas consuelas a los creyentes. 2 Corintios 1:3-6

“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que también nosotros podamos consolar a los que están sufriendo, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios. Porque así como abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así también por el mismo Cristo abunda nuestra consolación. Si nosotros sufrimos, es para que ustedes reciban consolación y salvación; si somos consolados, es para que ustedes reciban consuelo y puedan soportar como nosotros cuando pasen por los mismos sufrimientos”

Podemos ver entonces el contraste que existe entre el que habla en lenguas y el que profetiza. Por un lado el que habla en lenguas “se edifica a sí mismo: en cambio, el que profetiza, edifica a la iglesia” (RVC 1 Cor 14:4) Estas enseñanzas de Pablo pone en cuestionamiento todas las maneras en las cuales los Corintios están usando el don de lenguas en el culto público ya que seguramente ellos mostraban que lo hacía era edificante pero en realidad no lo era. De estos versículos podemos extraer las siguientes verdades. En primer lugar en el culto público deben hacerse cosas que sean de edificación para todos por tanto debe ser un mensaje claro, directo y sencillo para todos.  El argumento central de Pablo aquí es que en el culto se deben hacer cosas que sean para la edificación del cuerpo y el hablar en lenguas no caía en esa categoría. Por tanto todo lo que sea de un mensaje confuso, poco claro o enredado no estaría aplicando esto que el apóstol Pablo está enseñando acá. El ejemplo más claro son los hermanos que hablan en lenguas en el culto público sin embargo como nadie puede entender lo que dicen ¿Es acaso esto algo edificante para la iglesia? ¡Para nada! Pero podemos pensar en otros ejemplos como en los casos en donde los hermanos usan términos teológicos que nadie puede entender o quiere mostrar que es muy estudioso citando palabras en hebreo o griego y sin embargo en vez de traer más claridad trae más confusión. También tenemos hermanos que a veces por amar mucho una versión bíblica prefieren usar la lengua “bíblico clásico” pero como están fuera de nuestro contexto parece un lenguaje bastante alejado de lo cotidiano de los hermanos. ¿Es clara la forma en que explicas el evangelio? ¿Es sencilla y clara la forma en que enseñas la palabra? ¿Usas tantos términos teológicos que nadie te entiende? ¿Has preferido un lenguaje rebuscado que finalmente no edifica a la iglesia?

En segundo lugar la profecía debe abundar en la iglesia. El primer acto profético que tenemos en la iglesia es la predicación de las Escrituras. 2 Timoteo 3:16-17; Hebreos 4:12

“Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”

“La palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que las espadas de dos filos, pues penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón”

La palabra predicada de Dios es profética porque habla a los corazones. El segundo acto profético es la palabra hablada entre creyentes. Efesios 5:19; Colosenses 3:16

“Hablen entre ustedes con salmos, himnos y canticos espirituales; canten y alaben al Señor en su corazón”

“La palabra de Cristo habite ricamente en ustedes. Instrúyanse y exhórtense unos a otros con toda sabiduría; canten al Señor salmos, himnos y canticos espirituales, con gratitud de corazón”

Pero además de esta forma de profecías que vemos aquí tenemos también las palabras proféticas que son espontaneas y que deben evaluarse. 1 Corintios 14:29

“De la misma manera, que hablen dos y hasta tres profetas, y que los demás juzguen lo dicho”

Pablo nos dice que debemos anhelar profetizar entre nosotros ¿Anhelamos que la “profecía abunde entre nosotros? ¿Anhelamos ser exhortados o consolados por la palabra de Dios? ¿Deseamos tener conversaciones “piadosas” acerca de la voluntad de Dios y de cómo se aplica a nuestra vida? ¿Es el anhelo de nuestro corazón hacer todas estas cosas para la edificación de la iglesia? Los cristianos tienen un deseo innato por la palabra de Dios y por tanto van a buscar edificarse mutuamente constantemente a través de la palabra de Dios. Si es que no es así entonces eso revelaría muchas cosas sobre las personas que afirman ser creyentes.

El contraste entre las lenguas y el profetiza 1 Corintios 14:5

Finalmente Pablo después de mostrarnos que las lenguas no son para la edificación de la iglesia sino para la edificación personal y que las profecías son para la edificación de la iglesia el termina haciendo un contraste que ya ha venido haciendo pero que ahora es mucho más marcado entre las “lenguas” y las “profecías”.

“Así que, yo quisiera que todos ustedes hablaran en lenguas, pero más quisiera que profetizaran; porque profetizar es más importante que hablar en lenguas, a menos que el que les hable también les interprete, para que la iglesia sea edificada” (RVC) “Yo quisiera que todos ustedes hablaran en lenguas, pero mucho más que profetizaran. El que profetiza aventaja al que habla en lenguas, a menos que este también interprete, para que la iglesia reciba edificación” (NVI) “Yo quisiera que todos hablarais en lenguas, pero aún más, que profetizáis; pues el que profetiza es superior al que habla en lenguas, a menos que las interprete para que la iglesia reciba edificación” (LBLA)

Pablo comienza hablando de el deseo que el tenia de que todos hablaran en lenguas como había dicho en otra ocasión que el deseara que todos fueran como el en estado civil, o sea soltero (1 Cor 7:7) Pero Pablo mismo había dicho que no todos iban a hablar en lenguas así mismo como no todos van a ser solteros (1 Cor 12:30) Es simplemente que el apóstol expresa su deseo que no necesariamente se va a llevar a cabo. Luego nos dice que el espera que más que hablar en lenguas el desea que todos profeticen porque si se contrasta con las lenguas el profetizar “es más importante” (RVC) “aventaja al que habla en lenguas” (NVI) “El que profetiza es superior a la que habla en lenguas” (LBLA) Esta ventaja no tiene que ver con que la profecías es esencialmente mayor a la profecía sino que tiene que con que la profecía sirve de edificación para la iglesia mientras que las lenguas no siempre sirven para la edificación de la iglesia. Pablo nos dice al final de este versículo que la única manera que las lenguas sean de edificación para la iglesia es que exista “que el que las hable también la interprete” (RVC) “a menos que este también interprete” (NVI) “A menos que las interprete” (LBLA) 1 Corintios 14: 27-28

“Si se habla en una lengua extraña, que hablen dos, y hasta tres, pero que lo hagan por turnos, y que uno de ellos interprete lo que se diga. Pero si no hay quien interprete, esa persona debe guardar silencio en la iglesia, y hablar para sí misma y para Dios”

Las lenguas como las profecías son dones dados por Dios para la edificación de la iglesia cuando estos dones no se usan para eso entonces simplemente pierden el propósito de su existencia. Por tanto esto nos dice que todo lo que hacemos debemos hacerlo para la edificación de la iglesia pero recuerda tu vida como cristiano ¿Has hecho siempre todo la edificación de la iglesia? ¿Has usado siempre tus dones para la gloria de Dios y el servicio al prójimo? ¿Nunca has buscado ser el centro de atención en las cosas que haces? ¿Siempre has usado tus palabras para edificar a otros? ¿Nunca has pensado palabras obscenas o dicho palabras obscenas? ¿Siempre has exhortado, animado y estimulado a tus hermanos en la fe? Es seguro que como cristianos has fallado en una o más de estas acciones que como cristiano debieras hacer y es porque somos pecados que en vez de edificar a nuestros hermanos muchas veces solo pensamos en nosotros mismos y pecamos contra Cristo y contra nuestro prójimo. Pero hay uno solo que no solo edifico la iglesia con sus palabras y sus acciones sino que edifico la iglesia con su vida. Cristo siendo perfecto entrego su vida para que la iglesia tuviera un fundamento sólido que es su sacrificio y resurrección y volverá nuevamente por ella.

 

 



[1] http://etimologias.dechile.net/?Septuaginta

[2] https://biteproject.com/vulgata-latina/

[3] William Hendriksen. Comentario de 1 de Corintios. Página 415.

[4] Gordon Fee. La primera epístola a los Corintios. Páginas 597-598. Pagina. William Hendriksen. Comentario de 1 de Corintios. Páginas 390-391. Gary Shogren. 1 de Corintios. Páginas 323-324

[5] Donald Carson. Manifestaciones del Espíritu. Página 145.

[6] Gordon Fee. La primera epístola a los Corintios. Páginas 624-626.

[7] Gordon Fee. La primera epístola a los Corintios. Páginas 625

[8] Gordon Fee. La primera epístola a los Corintios. Páginas 626



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