Pensar el mundo a través de las Escrituras...

martes, 14 de agosto de 2018

La fe verdadera (Stgo 2:14-26)





Robert Sanderman[1] fue un teólogo escocés que nació en el año 1718 y murió el año 1771. El era un teólogo inconformista (o no conformista). Se les llamaba así a los teólogos que no se conformaban a la iglesia establecida de Inglaterra (Anglicanos) Este grupo de inconformistas eran muy variados pues en ellos habían Presbiterianos, congregacionalistas, bautistas y metodistas.  Robert Sanderman al comienzo estudio en la Universidad de Edimburgo por un periodo de dos años donde al parecer parecía que se encaminaría hacia la carrera de medicina o serviría en la iglesia establecida (anglicanos). Pero fue en esta misma universidad donde conoció las enseñanzas de John Glass. John Glass era un pastor que había sido suspendido de sus funciones ministeriales debido a que cuestiono y rechazo la interpretación presbiteriana acerca de las iglesias (o sea la autoridad del presbiterio sobre las iglesias). Fue entonces cuando Robert Sanderman reflexiono en torno de estas enseñanzas y las acepta uniéndose a la iglesia de John Glass.  Cuando Sanderman tenía 26 años fue llamado como anciano en la misma iglesia y desde allí se dedico de por vida a la iglesia y al estudio de las Escrituras.

Sanderman capto la atención de los teólogos debido al cuestionamiento que hace de la justificación imputada. El enseñaba “la creencia absoluta de la verdad pura” lo que quiere decir en otras palabras que para ser salvo era suficiente “aceptar intelectualmente las afirmaciones de las Escrituras” sin un cambio de actitud, sin obedecer sus mandamientos, ni practicar la piedad. Esta idea término siendo un movimiento de iglesia que se llamaban los Sandermanianos los cuales aceptaban todas las verdades de las Escrituras intelectualmente pero no vivían practicando la fe. Todas estas afirmaciones de Sanderman trajeron variadas reacciones y respuestas de varios importantes teólogos de la época como del Bautista Andrew Fuller o el metodista John Wesley los cuales escribieron contra la doctrina de los Sandermanianos que estaba destruyendo a las iglesias. 

Fue Martin Llord Jones quien en su libro “Los puritanos[2]” escribió que este movimiento de Sanderman tiene mucho que enseñarnos como cristianos pues sus errores teológicos se van repitiendo a través del tiempo en las iglesias evangélicas.[3] Por ejemplo entre las iglesias dispensacionalistas hubo una enseñanza que hizo mucho daño en el cristianismo el cual hacia una radical separación entre Cristo como Salvador y Señor. Uno podía decir que había aceptado a Cristo como Salvador, pero no estaba su vida sometida a Cristo como Señor. Uno podía decir que había aceptado al Señor como salvador pero eso no implicaba ningún compromiso espiritual. Ellos decían que no es necesario de arrepentimiento de pecados, ni cambio del modo de vida, ni siquiera el deseo de rendirse al “Señorío de Cristo” para ser salvo.[4] Esto obviamente era una distorsión de lo que es el evangelio.  Por tanto las preguntas son  ¿Acaso tiene razón Martin Llord Jones, tenemos personas en nuestras filas que hacen afirmaciones intelectuales de la fe pero en realidad están sin vida? ¿Acaso tenemos hermanos y hermanas que estén sirviendo constantemente en la iglesia del Señor pero en realidad no son salvos? ¿Acaso tenemos en las congregaciones personas que están sentadas domingo tras domingo escuchando la palabra de Dios y sin embargo no han sido salvas? ¿Qué otra explicación podemos dar a la proliferación de falsas doctrinas que mucha gente sigue constantemente? ¿Qué otra explicación podemos dar a “cristianos” que apoyan la diversidad sexual sin ningún pudor? ¿Qué otra explicación podemos dar de pastores que no toman en realidad a la palabra de Dios como la autoridad absoluta en sus vidas? ¿Qué otra explicación podemos dar a pastores que viven a la luz de la palabra y sin embargo la enseñan? La explicación más sencilla y bíblica que podemos dar a esto es que ellos tienen una fe intelectual, pero no se han rendido realmente a Cristo. Ahora la pregunta más importante ¿Estas tu incluido en esa lista? ¿Eres tu uno de aquellos que afirma intelectualmente la fe pero en realidad tu corazón no ha sido transformado? Este es el punto que el Apóstol Santiago quiere tratar.

Santiago 2:14-17 La fe sin obras es muerta

El apóstol Santiago comienza preguntando ¿Si alguno dice que tiene fe y no tiene obras ¿Podrá la fe salvarlo? (RV60) “Hermanos míos, ¿De qué sirve alegar que tiene fe, sino tiene obras? ¿Acaso podrá salvarlo esa fe? (NVI) Amados hermanos ¿De qué le sirve a uno decir que tiene fe si no lo demuestra con acciones? ¿Puede esa clase de fe salvar a alguien? (NTV) En este versículo parece NTV ser más certera en darnos el significado más adecuado cuando una esa “clase de fe” podrá salvar a alguien. Hay que aclarar inmediatamente que Santiago no está contradiciendo las enseñanzas que Pablo había expuesto en sus cartas de que la salvación es solamente por la fe (Rom 5:1; Gal) sino que lo que está haciendo es combatir otro frente. Como dijo un erudito bíblico:

“Pablo y Santiago no están cara a cara luchando uno contra el otro, sino espalda con espalda luchando contra enemigos opuestos[5]

Esto quiere que decir que Pablo está combatiendo la idea de que la salvación es por obras y por eso debe enfatizar que no es así sino que es solamente por la gracia de Dios. En cambio Santiago está combatiendo la idea de que la fe es meramente una afirmación intelectual y no posee ningún cambio de vidas. Por tanto ambos no se contradicen sino que simplemente estos enfocados en dos cosas distintas. Las personas a las cuales se refiere Santiago son aquellas personas que afirman cosas como “yo creo en Dios” “Yo creo que Jesús es el salvador” “Yo creo que la iglesia es importante” Yo creo que hay que vivir en santidad” pero en realidad son ateos prácticos. Por un lado afirman creer pero por el otro lado viven como si no existiera Dios, Escrituras, pecado, etc. Tanto Juan el bautista (Mt 3:8-10) como Jesucristo (Mt 7:15-20) habían enseñando que la fe cristiana se manifiesta por medio de sus frutos y no solamente con afirmaciones de la fe.

“Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, y no penséis dentro de vosotros mismos; A Abraham tenemos por padre, porque yo os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras. Y ya también el hacha esta puesta a la raíz de los arboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego”

“Guardaos de los falsos profetas que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis ¿Acaso se recojen uvas en los espinos, o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. Todo árbol que no buen fruto, es cortado y echado en el fuego. Así que por sus frutos los conoceréis.

Para ayudarnos a entender con mayor claridad si yo tengo o no tengo una verdadera fe nos pone un ejemplo de unos hermanos que estén pasando necesidad. Hay que recordar que la carta de Santiago es una carta con un claro contexto judío, por tanto como buenos judíos mesiánicos sabían que la ley dada por Dios a Moisés mandaba claramente la preocupación por los necesitados dentro del pueblo (Dt 15:7-8) Además Jesús ratifico esa preocupación (Mt 25:31-46) y la iglesia primitiva también (Hechos 11:29) y esto se resume de forma clara en esta carta cuando nos dice en Santiago 1:17

“La religión pura y sin macula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones y guardarse sin mancha del mal”

Un ejemplo de un cristiano contemporáneo que ha tomado en serio la idea de preocuparse de huérfanos y las viudas en sus tribulaciones es Sam Childers.[6] Sam nació en Estados Unidos y desde pequeño fue un joven conflictivo su padre que era un ex marine le solía decir que seguía así algún día alguien lo iba a matar. En su época de adolescencia se convirtió en un motoquero violento que robaba, vendía drogas y se involucraba con mujeres casadas. Mientras iba creciendo se fue haciendo experto en armas y drogas y termino convirtiéndose en un hábil narcotraficante. Se enamoró de una mujer stripper y tuvo un hijo con ella. En una de sus muchas peleas en las que casi mato a un hombre a golpes reflexiono que su vida debía cambiar y sorpresivamente se convirtió al Señor. Poco a poco el Señor fue transformando su vida (dejando alcohol, violencia y drogas) y comenzando a trabajar de constructor. El era tan hábil para esto que rápidamente pudo formar su propia empresa. Pero él aún no se sentía que está sirviendo lo suficiente al Señor así que se involucró con un grupo de misioneros que viajaban a África, específicamente a Sudán del Sur. Estando allí Sam pudo ver que el país vivía en una guerra civil entre dos ejércitos, el ejército de resistencia del Señor Strong y el ejército de liberación nacional de Sudán. El primer ejército se dedicaba a secuestrar y asesinar niños y aldeanos. En medio de esas guerras Sam se encontró con un niño desgarrado a causa de una mina terrestre, por tanto allí prometió al Señor hacer todo lo posible por ayudar a las personas y niños de Sudán. Sam volvió a Estados Unidos donde vendió todo, incluyendo su negocio y volvió a Sudan para construir orfanatos para niños. Pero además de eso tuvo que usar todas sus habilidades sobre las armas para pelear contra los malvados que asesinaban, mataban y torturaban niños. El dijo:

“Cuando se trata de cumplir la palabra de Dios no tenemos restricciones. No me pongo limites cuando rescato a niños de la guerra”

Ahora él es conocido como el pastor que durante el día construye orfanatos y durante la noche rescata a los niños de la garras de sus asesinos, en una mano tiene la Biblia y en la otra un AK47. Sin duda nosotros no tenemos el mismo llamado que Sam para combatir la injusticia y maldad de este mundo pero ¿tu fe manifiesta esa determinación de cumplir la voluntad de Dios? ¿Has frutos en tu vida que digan que realmente eres un hombre o mujer transformada por la palabra de Dios? El Apóstol Santiago concluye diciendo que si tu fe no tienes obras es una fe muerta. ¿Por qué es una fe muerta? Porque está dentro de un hombre o mujer espiritualmente muerto. No hay vida, no hay pulso, no hay fruto. ¿Hay en ti un anhelo de morir al pecado? ¿Hay en ti un deseo de combatir la injusticia? ¿Hay en ti un deseo por la palabra de Dios? ¿Hay en ti un deseo por pasar en la presencia de Dios? ¿Hay Anhelo por expandir la palabra de Dios?

La fe intelectual es muerta (Stgo 2:18-20)

El Apóstol Santiago se imagino a una persona de la iglesia que afirma que “Tú tienes fe y yo tengo obras”, sin embargo Santiago dice “Muéstrame tu fe sin tus obras y yo te mostraré mi fe por mis obras” (RV60) Las otras versiones aclaran mejor esta interpretación[7].

“Sin embargo, alguien dirá: “Tú tienes fe y yo tengo obras. Pues bien, muéstrame tu fe sin obras yo te mostraré la fe por mis obras” (NVI)

“Ahora bien, alguno podría argumentar “Algunas personas tienen fe; otras, buenas acciones” Pero yo les digo: ¿Cómo me mostrarás tu fe si no haces buenas acciones? Yo les mostraré mi fe con mis buenas acciones” (NTV)

Lo que está diciendo afirmando esta persona (imaginaria o real) es creer que la fe se puede “demostrar” simplemente haciendo afirmaciones intelectuales sobre la fe. El apóstol Santiago lo presiona diciéndole que “tú crees que Dios es uno y bien haces”. Esto quiere decir que esta persona era plenamente ortodoxa, era una persona que tenia la doctrina correcta. Una de las doctrinas fundamentales de los judíos era creer que existe un solo Dios, conocido como la Shema (Dt 6:4) todo judío piadoso sabría la importancia de esta doctrina que se repite constantemente a través de las Escrituras (Dt 32:39; 2 Sam 7:22; 1 Rey 8:60; 2 Rey 19:15) El apóstol Santiago va mucho más allá y dice que aun los demonios creen en Dios y tiemblan. Los demonios no solamente no son ateos sino que son completamente ortodoxos. Esto quiere decir que ellos creen en Dios porque saben que él realmente existe. Ellos son completamente ortodoxos en su cristología. Lucas 4:33-34

“Estaba en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu de demonio inmundo, el cual exclamo a gran voz, diciendo: Déjanos; ¿qué tienes con nosotros Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Yo te conozco quien eres, el Santo de Dios”

Observemos la declaración que hace el demonio, él sabía que Jesús era Santo de Dios, el sabia que Jesús va a venir algún día a destruirlos, él sabía que Jesús era poderoso. Hay personas que poseen la misma creencia de demonios. Creen en Dios. Creen que Jesús existió y fue el hijo de Dios. Creen que él era poderoso. Creen que el va a volver por segunda vez. ¡Acabo de describir varias de las grandes doctrinas de la fe! Pero ¿Es suficiente creer eso? Cuando la iglesia cae en herejías lo sabemos, cuando la iglesia cae en liberalismo lo sabemos pero cuando cae en la “ortodoxia muerta” podemos pensar que todo está bien. Martin Llord Jones advertía sobre la ortodoxia muerta:

“Podemos ser perfectamente ortodoxos y sin embargo nuestra ortodoxia puede ser inútil si estamos fallando en nuestras vidas, si somos desobedientes a las leyes santas de Dios, si somos culpables de pecado y continuamos pecando[8]

Vivimos en una época de harta información teológica, podemos comprar libros y adquirir información de forma muy rápida, pero ¿Tomas la Biblia de esa misma manera? ¿Es meramente un libro de información o es un libro que me confronta en mi pecado y me llama a arrepentirme? ¿Nos vamos a involucrar en discusiones meramente intelectuales o vamos a vivir nuestra vida forma piadosa? Hermanos si nuestra fe es intelectual somos igual que los demonios. Pero si en tu mente dices “pero yo conozco la Biblia” te diré que Satanás también la conoce y mejor que tú (Mt 4) Pero si dices pero yo vengo a la iglesia para que el me bendiga, no importa donde vengas si no has entregado tu vida realmente a Cristo. O tal vez piensas que vienes a orar delante de Dios pero ¿De qué sirve si estas en pecado? He conocido a varios hermanos y hermanas con una capacidad increíble de información sobre Dios pero sus vidas no reflejaban realmente lo que sabía sobre Dios. Todas estas personas son tienen una fe “vana” una fe vacía que es como decía el Apóstol Pablo “metal que resuena o símbolo que retiñe” (1 Cor 13:1) o sea en realidad algo completamente vacío, falso y superficial que en realidad no tiene ningún contenido ¿Por qué? Porque la persona no es realmente salva de la condenación y está muerta espiritualmente.

Las fe verdadera se manifiesta por obras (Stgo 2:21-24)

El Apóstol Santiago ya ha demostrado que la fe sin obras es muerta y que la mera afirmación de la doctrina correcta no es suficiente para afirmar que realmente soy alguien vivo espiritualmente. Por tanto ahora se propone a ilustrar que la verdadera fe se manifiesta por medio de las obras. Debido a que las personas judías admiraban y respetaban mucho a Abraham, Santiago les muestra como el mismo Abraham manifestó su fe por medio de las obras. Para hacer esto vuelve a una historia muy conocida por ellos, el llamado a sacrificar a su hijo Isaac (Génesis 22) Recordemos un poco el contexto. Dios había llamado a Abraham y le había prometido una gran nación (Gen 12:1-3) pero para eso el tenia que tener descendencia. El problema es que su esposa Sara era estéril y por tanto todo parecía que ellos no iban a tener descendencia. Incluso ellos intentaron “ayudar” a cumplir la promesa llevando a Abraham a acostarse con su esclava Agar, esto le trajo más problemas que soluciones (Gen 16) Finalmente después de la incredulidad de Sara y las dudas de Abraham Dios les dio un hijo al cual llamaron Isaac (Gen 18) Pero después algo extraño sucedería y es que Dios mandaría a Abraham a sacrificar a su hijo ¿Qué sentido tenía esto cuando Dios le había prometido un hijo y ahora lo mandaba a matar? El autor de Hebreos hace este comentario respecto a Abraham (Hebreos 11:17-19)

“Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había recibido las promesas ofrecía su unigénito. Habiéndole dicho: En Isaac te será llamada descendencia; pensando que Dios es poderoso para levantar aun de entre los muertos, de donde en sentido figurado, también le volvió a resucitar”

Esto quiere decir que Abraham tenía tanta fe en Dios que pensaba que él no podía contradecir su promesa por tanto si lo mataba luego si quería lo podía resucitar. ¿Qué es lo que mueve a Abraham a realizar todo esto? La verdadera fe que  tenía en el Señor. Una fe verdadera te mueve a obedecer la palabra de Dios. Una fe verdadera te empuja a obedecer a Dios aunque las circunstancias parezcan adversas. La fe verdadera se manifiesta por medio de las obras piadosas que brotan de tu vida espiritual. Por tanto Santiago pregunta ¿No fue justificado Abraham por las obras que hizo? (V21) ¿No ves como actuó la fe juntamente con sus obras? (V22) Y termina dos textos bíblicos (V23): Génesis 15:6 “Y creyó a Dios y le fue contado por justicia” y 2 Crónicas 20:7 “Dios nuestro, ¿No echaste tu los moradores de esta tierra delante de tu pueblo Israel y la diste a la descendencia de Abraham tu amigo para siempre? Por lo que concluye diciendo que es justificado por las obras y no solamente por la fe (intelectual) Por tanto si tú tienes fe verdadera ¿Hay obediencia? ¿Hay frutos en ti? ¿Hay verdadera obediencia a la palabra de Dios? ¿Te mueve tu fe a obedecer al Señor aunque sean momentos difíciles? ¿Caminas por la fe como Abraham aunque todo no tenga sentido? Eso es lo que Santiago quería que vieran las personas que afirmaban que solo se puede tener una fe intelectual.

El otro ejemplo que usa el Apóstol Santiago es el de Rahab la ramera. Nuevamente aquí también tenemos que recordar el contexto. Tenemos a Josué el cual había sido designado por Dios después de Moisés para llevar al pueblo a la tierra prometida (Josué 1) y luego para conocer la tierra prometida envía a dos espías secretamente hacia ella. Estando allí los espías se quedan en la casa Rahab la ramera la cual es confrontada por el rey de Jericó diciéndoles que saque afuera a esos espías. Pero ella le miente al rey de Jericó y los esconde en su casa. Después que todo el peligro pasa ellas les confiesa porque está haciendo esto. Josué 2:9-11

“Sé que Jehová os ha dado esta tierra; porque el temor de vosotros ha caído sobre nosotros, y todos los moradores del país han desmayado por causa de vosotros. Porque hemos oído que Jehová hizo sacar las aguas del Mar Rojo delante de vosotros cuando salisteis de Egipto, y lo que habéis hecho a los dos reyes de los amorreos que estaban al otro lado del Jordán, a Sehón, y a Og, a los cuales habéis destruido. Oyendo esto ha desmayado nuestro corazón; ni ha quedado más aliento en hombre alguno por causa de vosotros, porque Jehová vuestro Dios es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra”

Rahab siendo una pagana había reconocido al Dios verdadero de Israel y ahora tenía temor de ese Dios verdadero. ¿Qué es entonces lo que había movido a Rahab a esconder a estos espías en su casa? Había sido el temor de Dios. El temor de Dios te lleva a no perecer con los desobedientes (Hebreos 11:31) Aquel que tiene una fe verdadera tiene temor de Dios y por esto es llevado al arrepentimiento y a la obediencia constantemente. ¿Realmente tu temes a Dios? ¿Temes ofender su nombre? ¿Temes que su nombre sea blasfemado por causa tuya? ¿Temes a Dios tanto que odias el pecado? ¿Temes a Dios tanto que corres a su cruz?

La fe verdadera de Cristo

Si tu fe realmente es solamente una afirmación de las doctrinas cristianas y no una experiencia de odio contra el pecado y deseo de la palabra de Dios entonces estas en serios problemas. Si solamente crees que eres salvo por ser miembro de una iglesia, por venir los domingos o por tener una “tradición evangélica” estas camino al infierno, pues una fe verdadera manifiesta “frutos”. Ahora si eres un creyente que has visto que tu fe tambalea, que a veces no obedeces, que no ves que creces necesitas tanto como aquel perdido y engañado por el pecado poner tu fe en aquel que el único que tuve una fe perfecta el cual lo llevo a obedecer hasta la muerte. Es por esto que Cristo nos dice en Juan 15:2

“Todo pámpano que en mi no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo quitará, y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto”







[1] http://www.supralapsarian.com/Biographies/Robert_Sandeman_Bio.html
[2] https://www.publicacionesandamio.com/products-page/arte-biografia-e-historia/los-puritanos/
[3] https://www.ligonier.org/learn/articles/theology-and-doxology/
[4] Para esta discusión ver John MacArthur. El evangelio según Jesús.
[5] William Hendriksen. Comentario de Santiago. Página 78.
[6] https://www.biobiochile.cl/noticias/sociedad/curiosidades/2017/05/28/sam-childers-el-exnarcotraficante-que-dedica-su-vida-a-rescatar-ninos-en-sudan.shtml
[7] En realidad hay 5 alternativas de cómo interpretar este pasaje. Ver David. P Nystrom. Comentario NVI de Santiago. Página 181-182. Sigo la misma interpretación de William Hendriksen en el comentario a Santiago. Página 82.
[8] Martin Llord Jones. Avivamiento. Página 85.

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