Pensar el mundo a través de las Escrituras...

sábado, 14 de diciembre de 2019

Jesús en la tempestad Mateo 8:23-27


Arthur Pink fue un conocido escritor cristiano que escribió un libro que es clásico llamado “Los atributos de Dios[1]”. En este libro él va desarrollando uno a uno los atributos que Dios tiene como la soberanía, la santidad, el amor, la ira, etc. Y en uno de sus capítulos trata el “poder de Dios” el cual comienza con las siguientes palabras:´

“A menos que creamos que es, no solo omnisciente, sino también omnipotente, no podemos tener un concepto correcto de Dios. El que no puede hacer todo lo que quiere y no puede llevar a cabo todo lo que se propone, no puede ser Dios. Él tiene, no solo la voluntad para resolver aquellos que le parece bueno, sino también el poder para llevarlo a cabo”

Las Escrituras nos dan testimonio una y otra vez del poder de Dios. Por ejemplo los salmos hablan de forma poética del poder de Dios. Salmos 18:13-15; 89:9-10

“El Señor lanzo un poderoso trueno; el Altísimo dejo escuchar su voz en medio de ascuas y granizos. Lanzo sus flechas, y los disperso; ¡lanzo relámpagos, y acabo con ellos! El Señor dejo oír su reprensión, ¡y a la vista quedo el fondo de las aguas! De su nariz salió un intenso soplo, ¡y a la vista quedaron los cimientos del mundo!

“Poderoso Señor, Dios de los ejércitos, ¿Quién como tú? ¡Tú fidelidad te rodea! Tú dominas la violencia del mar; cuando sus ondas se agitan, tú la sosiegas. Tu aplastaste a Rajab y lo heriste de muerte; con tu brazo poderoso dispersaste a tus enemigos”

Como podemos ver la Escrituras muestran a un Dios todopoderoso el cual no solo crea la creación sino que puede dominarla la creación según su propia voluntad. Esto es interesante de pensar porque esta historia que acabamos de leer va a mostrarnos que nuestro Señor Jesucristo es el mismo Dios encarnado que controla toda la naturaleza para su propia gloria y que como sus discípulos van a quedar asombrado cuando comprendan quien es el hombre que duerme en la barca mientras se desata la tempestad.

Mateo 8:23-24 Los discípulos siguen a Jesús en la tempestad

Recordemos que Jesús había tenido un largo día que había comenzado entrando en el día de reposo a enseñar y luego había expulsado un demonio de un hombre. Después había ido a la casa de Simón Pedro junto con Andrés, Jacobo y Juan en donde tendría que sanar a la suegra de Pedro. Cuando pensó que el día terminaba llegarían al anochecer muchas personas a buscar sanidad de su parte (Mc 1:21-34; Luc 4:31-41) en el camino aparecieron 3 candidatos a seguir a Jesucristo los cuales fueron confrontados por Cristo para mostrarle cual era el verdadero costo de seguir a Jesucristo (Luc 9:57-62) Luego que Jesús subió a la barca vemos que quienes lo siguieron realmente a Cristo fueron sus discípulos. Según vemos en los otros evangelios que son más cronológicos que Mateo Jesús ya había escogido a sus 12 discípulos (Mc 3:13-19; Lc 6:12-16)

Ahora hay un detalle importante que Jesús les dice a los discípulos cuando los invita a subirse a la barca. Esto lo registra Marcos 4:35 y Lucas 8:22

“Ese mismo día, al caer la noche, Jesús les dijo a sus discípulos: Pasemos al otro lado”
“Un día, Jesús abordo una barca con sus discípulos, y les dijo: Pasemos al otro lado del lago”

Estas palabras parecieran ser algo insignificante de Jesucristo para sus discípulos pero en realidad es una promesa que los discípulos van a olvidar en el transcurso de este viaje. Entonces los discípulos de Jesús lo iban a seguir a través de este lago. Pero pronto se nos dice que “se levantó en el lago una tempestad tan grande que las olas cubrían la barca, pero él dormía” (Mt 8:22) Marcos 4: 37 y Lucas 8:23 nos da mayor énfasis en esta tempestad:

“Pero se levantó una gran tempestad con vientos, de tal manera las olas azotaban la barca, que esta estaba por inundarse”

“Mientras navegaban, Jesús se quedó dormido. Pero se desencadeno en el lago una tempestad con viento, de tal manera que la barca se inundó y corría el peligro de naufragar”

La palabra que describe la tormenta aquí es “Seismos” de donde viene “sismos[2]”. Por tanto la descripción de esta tempestad es como un gran sismo que azotaba a la barca mientras estaban en medio del Mar de Galilea. El mar de Galilea era descrita por los autores antiguos como un mar de aguas frescas y agradables temperaturas. Debido a la baja elevación del lago el mar tenía suaves temperaturas durante todo el año lo que permitía el baño y la pesca tranquila. Sin embargo, debido a que estaba rodeado de una cadena de montañas en ocasiones le azotaba unos vientos fuertes que soplaban desde las montañas lo que producía violentas tormentas.[3]

Voy a suponer que aquí ninguno de nosotros ha estado en una tormenta grande en la cual ha tenido ver en riesgo su vida así que la mejor referencia que encuentro para describir esta terrible experiencia que enfrentaron los discípulos es el libro de Sebastián Junger llamado la “tormenta perfecta” y que finalmente fue llevada al cine con el mismo nombre[4]. Esta historia estaba basa en una historia real en donde un barco pesquero llamado “Andrea Gail” va a alta mar para conseguir mejores peces porque el negocio no estaba bien. Hay una escena de la película que realmente produce un miedo tremendo al ver como el barco se enfrenta a unas enormes olas de las cuales intensa sobrevivir pero finalmente no lo logra. El miedo que debe haber producido a los discípulos verse enfrentado es algo natural de todos nosotros los seres humanos.  

Las Escrituras usan la idea de la tempestad o tormenta como un momento en la vida en la cual tú enfrentas diversas dificultades. Por ejemplo Jesús mismo había usado esta ilustración capítulos atrás. Mateo 7:27

“Cayo la lluvia, vinieron los ríos, y soplaron los vientos, y azotaron aquella casa, y esta se vino abajo, y su ruina fue estrepitosa”

“¡Presuroso escaparía del viento borrascoso! ¡Huiría de la tempestad!

Todos nosotros hemos experimentado ese día o esos días donde de repente aparecen un sinfín de problemas o pecados y sentimos que es como una gran tempestad desatada en nuestras vidas y no sabemos qué hacer. Nos sentimos mojados por la lluvia, golpeados por el viento y llenos de temor y confusión. ¿Qué debo hacer? ¿A dónde debo ir? ¿Cómo debo actuar frente a esto?  Pero lo maravilloso de esto es que “Jesús duerme”. ¿Qué quiere decirnos esto? Podemos pensar “es que Jesús estaba cansado” Pero es mucho más que eso, Jesús tenía el control de la situación. Al igual que nuestros problemas, pruebas, tentaciones, dolores, desilusiones, entre todas ellas Jesús duerme, o sea Jesús tiene el control de todo ello. A través de los siglos siempre los cristianos se han enfrentado a estas tempestades podemos recordar a John Bunyan sufriendo cuando fue encarcelado y tuvo que dejar a su esposa e hija ciega solas. A William Carrey perdiendo a su esposa e hija en las misiones. A Jim Elliot siendo asesinado por la fe y dejando a su familia sola. Muchos de ellos sentían al igual que nosotros que Dios no nos escuchaba en nuestras peticiones Salmos 13:1-2

“¿Hasta cuándo Señor? ¿Hasta cuándo me ocultaras tu rostro? ¿Te olvidaras de mí para siempre? ¿Hasta cuándo debo andar angustiado y andar triste todo el día? ¿Hasta cuándo mi adversario me dominara?

Pero además de eso vemos el pecado alrededor nuestro multiplicándose y clamamos al Señor y sentimos como que Dios no nos escucha al ver lo que estamos viviendo como nación.  Habacuc 1:1-4

“Hasta cuando, Señor, te llamare y no me harás caso? ¿Hasta cuándo clamare a ti por causa de la violencia, y no vendrás a salvarnos? ¿Por qué permites que veo yo iniquidad? ¿Por qué me haces espectador del mal? ¡Solo veo destrucción y violencia! ¡Ante mis ojos surgen pleitos y contiendas! Por eso tu ley carece fuerza, y la justicia no se aplica con verdad. Por eso los impíos asedian a los justos, y se tuerce la justicia”

Todas estas tempestades llegan sin avisar y son terribles cuando llegan. Un neurobiólogo llamado Alexies Dagnino de la Universidad de Valparaíso explico lo que ha provocado el estallido social en Chile[5].

“La magnitud de los efectos del estadillo social equivale a un “terremoto emocional” de eso estamos hablando. El estrés produce aumento de ansiedad, mayor susceptibilidad y a la impulsividad y agresividad, menor concentración y problemas en la memoria. El cerebro humano es demasiado susceptible a los cambios emocionales… Lo que estamos viviendo es un cambio emocional en un contexto social muy fuerte y cambiante. El cerebro en algunos casos puede adaptarse a esos cambios, pero hay una parte de la población que no va a poder, lo que contribuirá a desencadenar el desarrollo de patologías mentales como la depresión y los trastornos de ansiedad”

Hay cristianos que han experimentado este “terremoto emocional” y han respondido de diversas formas. Pero ¿Dónde deberían buscar ayuda, refugio y cobijo?

Mateo 8:25-26 La fe y el miedo de los discípulos.

La reacción de los discípulos ante tremenda tempestad es que seguramente todos nosotros tendríamos. En sus palabras hay una mezcla de fe y miedo. Mateo 8:25; Marcos 4:38; Lucas 8:24

“Sus discípulos les despertaron y le dijeron: ¡Señor, sálvanos, que estamos por naufragar”
“Jesús estaba en la popa, y dormía sobre una almohada. Lo despertaron y le dijeron: ¡Maestro! ¿Acaso no te importa que estamos por naufragar?

“Los discípulos despertaron a Jesús y le dijeron: Maestro, maestro, estamos por naufragar”

La respuesta de Jesús ante sus miedos es que el “reprendió a las olas y al viento” (Luc 8:24) diciéndoles “¡Silencio! ¡A callar! (Mc 4:39) y luego vino “una calma impresionante” (Mt 8:26) Este actuar de Jesucristo nos dice inmediatamente varias cosas sobre Jesucristo.

En primer lugar la palabra de Jesucristo tiene poder. Cuando el libro de Génesis nos relata la creación vemos que se repite constantemente la frase “Y dijo Dios” (Gen 1:3; 6, 9, 11, 14, 20) lo cual revela que la palabra de Dios es poderosa. Salmos 33:6

“Con su palabra, el Señor hizo los cielos; todo lo creado lo hizo con soplo de su boca”

Durante el ministerio de Jesucristo vemos que sus palabras tenían una autoridad que las personas podían reconocer (Mt 7:28-29)

En segundo lugar que la palabra de Jesucristo tiene autoridad sobre la creación. Que la palabra de Jesucristo tenga poder significa que no solo ella crea cosas sino que además tiene el poder de modificar las cosas de su creación. Por ejemplo él puede sanar la lepra (Mt 8:2) él puede sanar a los enfermos (Mt 8:16) él puede expulsar los demonios (Mt 8:32) Jesucristo tiene la autoridad para sanar la creación de los pecados que hay.

En tercer lugar Jesucristo es Dios. Esto demuestra algo que los apóstoles luego iban a enseñar respecto a la naturaleza de Jesucristo y es que el no solo es hombre sino que también Dios encarnado. Filipenses 2:9-11; Colosenses 1:15-17

“Por lo cual Dios también lo exalto hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para la gloria de Dios el Padre”

“Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda la creación. En él fue creado todo lo que hay en los cielos y en la tierra, todo lo visible y lo invisible; tronos, poderes, principados, o autoridades, todo fue creado por medio de él y para él. El existía antes de todas las cosas, y por él se mantiene todo en orden”

¡Dios mismo estaba en esa barca con ellos! ¡Y ellos no lo veían!

Después de que Jesucristo es Dios vemos dos cosas acerca de sus discípulos. La primera es que tienen fe. Los discípulos al verse rodeado de este terrible tempestad muestran fe al ir a Jesús a despertarlo y decirle ¿Jesús no te preocupa que estas a punto de morir ahogados? Esto es como la pregunta que nos hacemos ¿Y Jesús realmente se preocupa o sabe lo que estoy pasando? Por supuesto que lo sabe. El primer paso de los discípulos es el primer paso que siempre debemos tomar ante cualquier tempestad es ir donde Jesucristo. ¿Haces tú eso ante las tempestades de la vida? ¿Haces tú eso cuando el pecado te domina? ¿Haces tú eso cuando te enoja la situación a la cual te enfrentas? Yo sé que muchos se molestan por la situación actual que vivimos en el país pero ¿Acaso Jesús no se preocupa de lo que pasa? ¿Acaso él no sabe lo que está sucediendo? ¿Acaso él no tiene el control de toda la situación a pesar que ante nuestros ojos parezca que no?

En segundo lugar tienen miedo o poca fe. En Mateo 8:26; Marcos 4:40; Lucas 8:25

“¿Por qué tienen miedo hombres de poca fe?”

“¿Por qué tienen tanto miedo? ¿Cómo es que no tienen fe?

“¿Dónde está la fe de ustedes?

Si nos fijamos con atención veremos que los discípulos fueron reprendidos por el Señor por la poca fe que tuvieron. ¿Por qué? ¿Acaso no es lícito tener miedo? No, no fue por eso sino que fue porque los discípulos ya había visto todo lo que Jesús había hecho anteriormente (Mt 8:1-22) y aun así persistían en ser incrédulos ante el poder de Jesús. Para que lo entiendas es más o menos así, tú has visto durante toda tu vida de cristiano como Dios ha respondido tus oraciones, como él te ha guiado, como él te ha cuidado, como él te ha provisto pero de repente caes en temores y dices Dios no responde mis oraciones, Dios no me ha guiado, él ya se olvidó de mí, el ya no me provee y tienes miedo por eso. ¿No es acaso es miedo algo infundado a partir de la experiencia que has tenido con Dios? ¡Totalmente! Este miedo que reprende Jesús es un miedo que está basado en la incredulidad. Jesús con su reprensión está revelando que el corazón del hombre es pecaminoso y no cree a las promesas que Dios ha establecido en tu palabra. Cuando estamos en medio de las tempestades de la vida es cuando muchas veces salen esos aspectos pecaminosos de miedo y desconfianza que el pecado produce en nosotros. ¿Te has arrepentido de ello? ¿Reconoces la incredulidad que habita en ti? ¿Reconoces que aunque cantas que Dios te provee no lo crees en tu corazón?

Mateo 8:27 Los hombres se asombran y preguntan quién es este hombre

Después de que Jesús reprende a los vientos y mares y todo se vuelve a la calma los discípulos quedaron totalmente asombrados, asustados y por primera vez comenzaron a preguntarse seriamente ¿Quién es realmente este hombre? Mateo 8:27; Marcos 4:41: Lucas 8:25

“Y esos hombres se quedaron asombrados, y decían ¿Qué clase de hombres es este, que hasta el viento y las aguas lo obedecen? 

“Ellos estaban muy asustados, y se decían unos a otros: ¿Quién es este, que hasta el viento y las aguas lo obedecen?

“Pero ellos, temerosos y asombrados, se decían unos a otros: ¿Quién es este, que hasta a los vientos y a las aguas les da órdenes, y lo obedecen?

La pregunta que hacen los discípulos es muy interesante porque esta es la pregunta fundamental que una persona debe hacerse para creer o rechazar el evangelio. En otra ocasión Jesús les preguntaría a sus discípulos (Mt 16:13-16) ¿Quién dicen los hombres que yo soy y quienes dicen ustedes que yo soy? Y Pedro respondería:

“¡Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente!”

La respuesta de Pedro revelaría que ya había en el fe en el Señor. Estaba en el la creencia de que Cristo era el Mesías prometido y de que Cristo era el Dios encarnado que había venido para salvar a la humanidad. Todo movimiento que en la historia de la iglesia se ha alejado de la declaración ortodoxa de la naturaleza de Cristo decretada en el concilio de Calcedonia en donde se nos dice que Jesús fue completamente Dios y completamente hombre[6]. Esta pregunta también se ha planteado por diversas personas a través de los siglos por personas que han visto a Jesucristo como un gran maestro moral o como un revolucionario. Pero ¿Acaso un gran maestro moral podría detener a los vientos y mares? ¿Acaso un revolucionario podría detener los vientos y los mares? Por supuesto que no.

C.S Lewis fue un profesor de lengua y literatura inglesa de Oxford[7]. Es bien conocido por libro las crónicas de Narnia y otros libros. Él fue ateo por varios años hasta que leyó la Biblia y se sintió perturbado por tratar de responder la pregunta ¿Quién es realmente Jesús? Así el creo el “trilema de Lewis” el cual decía o Jesús era realmente quien afirmaba ser; o sea Dios. O Jesús mentía y estaba consciente de que mentía por tanto sería un farsante. O Jesús era un lunático que creía ser Dios pero en realidad no lo era. ¿Pero cómo un farsante o un lunático podían ser tan humilde, sincero y sensato como Jesús? Al observar la el ministerio de Jesús simplemente nos queda la opción de aceptar quien era realmente: Dios encarnado.

Mateo 8:28 La promesa de Dios cumplida

Al terminar esta historia podemos recordar una de las promesas que Jesús les había dicho desde el principio. Esto lo registra Marcos 4:35 y Lucas 8:22

“Ese mismo día, al caer la noche, Jesús les dijo a sus discípulos: Pasemos al otro lado”
“Un día, Jesús abordo una barca con sus discípulos, y les dijo: Pasemos al otro lado del lago”

Vemos que las promesas de Dios son siempre verdaderas y fieles. Dios había prometido que vendría un Mesías que iba a vivir y anunciar las buenas nuevas (Isa 61:1-2) Dios había prometido que ese Mesías sufriría y moriría en nuestro lugar (Isa 53:4-5) Dios había prometido que ese Mesías iba a resucitar de entre los muertos para nuestra justificación (Sal 16:10) Dios había prometido que enviaría al Espíritu Santo como ayudador y garantía de nuestra salvación (Jn 14:26) Dios ha prometido que ese Mesías va a regresar por segunda vez por su iglesia y a gobernar por toda la eternidad (Hechos 1:11) ¿En cuáles de estas promesas ha fallado Dios? ¿No experimentas cada día su perdón y su amor por la obra de Cristo? ¿No te ha guardado y cuidado el Señor hasta el día de hoy? ¿No has visto como ha contestado tus oraciones? ¿No es acaso Dios fiel a sus promesas? La palabra de Dios nunca falla pues se cumple según su propósito. ¿No es esto un motivo para aferrarnos más a él cuándo las tempestades de la vida aparecen?



[1] https://1689reformedbaptist.files.wordpress.com/2013/08/los-atributos-de-dios-por-a-w-pink.pdf
[2] William Hendriksen. Comentario a Mateo. Página 310.
[3] Michael J. Wilkins. Comentario bíblico con aplicación NVI. Página 344.
[4] https://www.goodreads.com/book/show/43845568-la-tormenta-perfecta
[5] https://www.elmostrador.cl/destacado/2019/11/30/neurobiologo-repara-en-el-terremoto-emocional-tras-el-estallido-social/?fbclid=IwAR2XOsiwUIL6DoCHHyUvf5JT_RVMlWkZXF-6ysZwuTT-qPNfTDyWpuEt8x0
[6] http://www.iglesiareformada.com/Piper_Como_puede_Jesus_Dios_hombre.html
[7] https://ratonelector.wordpress.com/2012/06/13/biografia-c-s-lewis/

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