Pensar el mundo a través de las Escrituras...

martes, 27 de febrero de 2018

Los dones espirituales (1 Cor 12:1-13)

Alrededor de 1900 un señor en Tennessee y un grupo de estudiantes en Kansas anunciaron que habían recibido el Bautismo del Espíritu Santo y que habían hablado en lenguas[1]. Este movimiento se fue expandiendo hasta que se desarrollo con mayor profundidad en la famosa calle azusa en los Ángeles, California entre los años 1906 al 1909[2]. Las reuniones en este lugar eran dirigidas por el Pastor afroamericano William J. Seymour. Este movimiento sería rechazado por la mayoría de las denominaciones cristianas (incluyendo el catolicismo) como “fanático” “sectario” o “heréticos”. Este movimiento se llamaría el movimiento pentecostal (por el pentecostés)
Este movimiento se expandió por todo el mundo y aquí en Chile llego en manos del Pastor metodista William Hoover en 1909. Ellos al igual que en Estados Unidos llamaban a bautizarse en el “Espíritu Santo”.
“En esos días un hermano empleado como vigilante donde construían una casa, y por eso dormía de día, vino al pastor una tarde y le dijo: "Pastor, yo estaba durmiendo en mi casa hoy y el Señor vino y me dijo <<Despiértate, quiero hablarte>>. Le dije: Bueno Señor, y me dijo <<Anda donde tu Pastor y dile que llame a algunos de los hermanos más espirituales y que oren todos los días, porque voy a bautizarles con lenguas de fuego>>. Le dije: Bueno Señor y ¿puedo yo ser uno de ellos? <<Sí, me dijo>> y así he venido inmediatamente[3]".

Este movimiento pentecostal siguió su avance y en la década de 1960 comenzó a entrar en las denominaciones cristianas, especialmente aquellas las cuales seguían líneas teológicas liberales. A este movimiento se le llamo “neopentecostalismo” o “carismático” porque integro nuevas cosas como el énfasis en lo “sobrenatural”, “sanidades”, “palabras de sanidad”,  “visiones” etc.  Luego unos profesores del Seminario Fuller llamaron a un nuevo movimiento pentecostal- carismático como la tercera ola. Los cuales siguieron más un énfasis de sanidades y evangelismos de poder. Todo esto hasta el día de hoy traído mucha división y confusión entre los cristianos, ya que ahora la reacción contra el movimiento es en algunos sectores bastante negativas.

“En pocas palabras, la teología carismática no ha hecho ninguna contribución a la verdadera teología o la interpretación bíblicas, sino que representa una mutación desviada de la verdad. Al igual que un virus mortal, obtiene su acceso a la iglesia manteniendo una relación superficial con ciertas características del cristianismo bíblico, pero al final siempre corrompe y distorsiona la sana doctrina. La degradación resultante, como una versión doctrinal del monstruo de Frankenstein, es un híbrido repugnante de la herejía, el éxtasis y la blasfemia torpemente vestido con los restos destrozados del lenguaje evangélico. Se llama a sí misma «cristiana», pero en realidad se trata de una farsa, un simulacro de una forma de espiritualidad que continuamente se transforma como en un espiral errático de un error a otro[4]

En mi opinión ambos bandos son extremos que debemos evitar. Creo a ciertos movimientos carismáticos se le puede calificar de “hereje”, como también pienso que algunos movimiento anti-carismáticos pueden ser tan herejes con su ortodoxia muerta. Pero juzgar a todo el movimiento carismático o a todo el movimiento anti-carismático como hereje, me parece peligrosos extremos. ¿Cómo entender esto entonces? Creo que debemos volver a evaluar nuestras ideas a partir de las Escrituras. Yo me convertí leyendo las Escrituras pero a la primera iglesia a la cual fui fueron muy carismáticas así que conozco su realidad. Pero luego me volví un anti-carismático y ridiculice todo lo que no tenía sentido en mi “sistema teológico”. Finalmente me hice la pregunta ¿Es lo que creo lo que realmente enseñan las Escrituras? ¿Esto abierto a ver lo que las Escrituras realmente enseñan sobre estos temas? Así comencé de nuevo mi búsqueda y termine tomando la posición que veo en las Escrituras.


La iglesia de Corinto

La iglesia de los Corintios era una iglesia que se creía espiritual sin embargo era carnal en sus actitudes ya que había celos, contiendas y disensiones entre ellos (1 Cor 3:3) algunos sostenían ser de Pablo, Apolos, o Cefas lo cual creaba divisiones entre los hermanos. (1 Cor 1:12) Ellos no habían entendido que tanto Pablo como Apolos eran simples colaboradores de Dios (1 Cor 3:5) así como todos ellos, pues Dios es quien da el crecimiento (1 Cor 3:6-9). Ellos habían presumido ser espirituales pero no podían juzgar con claridad cuando un hombre estaba pecando abiertamente dentro de la iglesia (1 Cor 5:1-2) y se acusaban mutuamente delante de los incrédulos (1 Cor 6:1-2) siendo un triste espectáculo para el mundo. Ellos habían escrito una carta a Pablo para preguntarle acerca del matrimonio (1 Cor 7:1) y si podían comer carne sacrificada a los ídolos (1 Cor 8:1) Además Pablo tuvo que poner en orden los abusos de la Cena del Señor (1 Cor 11) y las ideas erradas sobre el hablar en lenguas (1 Cor 14)  cuando pienso en la iglesia actual, veo que la Carta a los Corintios es tan vigente para nuestros problemas. Las personas que andan con un “idealismo de iglesia” deberían leer 1 Corintios y verán que los problemas nunca han sido ajenos a la iglesia.
Respecto a este tema se ven actitudes “carnales” de ambos bandos. Tanto los que argumentan que un cristiano debe hablar en lenguas para ser más espiritual, como el que desecha todo lo que tenga alguna señal de “emoción” como poco espiritual. Porque en el fondo ambos quieren jactarse de ser más espiritual que el otro. Las palabras de Pablo son muy certeras para esto:
“Porque, ¿Quién te distingue? ¿O qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿Por qué te glorias como si no lo hubieras recibido?” 1 Corintios 4:7
Lo que debemos entender es que todo lo que tenemos lo hemos recibido por la gracia de Dios. Ya sea nuestra vida, salvación, entendimiento, dones o cualquier cosa que tengamos. Por tanto no debemos jactarnos de nada sino vivir humildemente delante de nuestro Señor. Agradeciendo por toda su bondad y providencia con la cual el nos concede las cosas

1 Corintios 12:1 “No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los dones espirituales”
Pablo comienza argumentando que no quiere que los hermanos ignoren los dones espirituales. Esta es una frase común del apóstol Pablo (Rom 1:13; 11:25; 1 Cor 10:1; 2 Cor 1:8; 1 Tes 4.13) En el texto griego solo aparece el adjetivo “pneumatikon” (espirituales) y los estudiosos le agregan la palabra “dones” para que la frase tenga sentido. ¿En base a que hacen esto? A que en otras ocasiones se usa la frase aludiendo a dones espirituales en personas (1 Cor 14:1,37) La palabra “dones” es “Kharisma” que alude al “don de gracia” o “gracia”. Esta palabra se usa en varios sentidos en la Biblia.
“Porque deseo veros, para comunicaros algún don espiritual, a fin de que seáis confirmados” Romanos 1:11

“Pero el don no fue como la transgresión; porque si por la transgresión de aquel uno murieron los muchos, abundaron mucho más para los muchos la gracia y el don de Dios por la gracia de un hombre, Jesucristo. Y con el don no sucede como en el caso de aquel uno que pecó; porque ciertamente el juicio vino a causa de un solo pecado para condenación, pero el don vino a causa de muchas transgresiones para justificación”. Romanos 5:15-16

“Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios” Romanos 11:29

“cooperando también vosotros a favor nuestro con la oración, para que por muchas personas sean dadas gracias a favor nuestro por el don concedido a nosotros por medio de muchos” 2 Corintios 1:11

No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio. 1 Timoteo 4.14

Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos. 1 Timoteo 1:6

Por lo que el sentido de don (Kharisma) es muy amplio y en el sentido bíblico, todos somos carismáticos. Ninguno de dones puede ignorar los carismas que el Espíritu Santo nos ha otorgado. Ninguno de nosotros ha sido salvado por sus obras, como tampoco ninguno de nuestros dones es habilidades “naturales”. Dios es quien nos ha concedido esa gracia.
Debido al énfasis de algunos movimientos (al igual que en la época de los Corintios) algunos conscientemente buscan ignorar el asunto de los dones espirituales como algo segundario o no importante, pero la palabra de Dios nos insta a no ser ignorantes respecto a este tema. Debemos escudriñar las Escrituras para comprender cuales son los dones que Dios nos ha otorgado para ponerlo al servicio de su iglesia.

1 Corintios 12:2-3 La vida pasada y la confesión cristiana

Pablo nos recuerda cuando éramos gentiles (o paganos[5]) éramos llevados por los “ídolos mudos”. Esta es una posible referencia a la visión bíblica que existe sobres ídolos.

“los ídolos que son plata y oro, Obra de manos de hombres. Tienen boca, mas no hablan;  Tienen ojos, mas no ven; Orejas tienen; mas no oyen; Tienen narices, mas no huelen; Manos tienen, mas no palpan; Tienen pies, mas no andan; No hablan con su garganta. Semejantes a ellos son los que los hacen, Y cualquiera que confía en ellos” Salmos 115:4-8

Hay que recordar que la ciudad Corinto era una ciudad con mucha mezcla cultural, filosófica y religiosa, por tanto la idolatría era algo muy común. La diosa más famosa era Afrodita, la diosa griega del amor, la cual con sus mil sacerdotisas se prostituían para rendir culto a su diosa. Pablo les recuerda a los creyentes que cuando ellos no eran creyentes simplemente eran llevados por todos estos “ídolos mudos” hacia una falsa adoración.

Entonces Pablo nos dice 2 cosas respecto a la confesión cristiana. En primer lugar  nadie que hable por el Espíritu de Dios puede llamar “anatema” (maldito) al Señor Jesús. En segundo lugar nadie puede llamar a Jesús Señor sino es por el Espíritu Santo. ¿Por qué Pablo está diciendo esto? Porque dentro de la comunidad Corintios habían personas “espirituales” que estaban “blasfemando” el nombre del Señor, supuestamente por el Espíritu. Esto era sin duda una influencia pagana de su vida pasada. ¿Quiénes eran y cuáles eran sus afirmaciones[6]? Se dan dado varias explicaciones como que se refiere a los líderes judíos que sostenían que si Jesús murió en la cruz era maldito (Dt 21:23) otros creen que son movimientos gnósticos que separaban lo material de lo espiritual por tanto decían que el cuerpo de Jesús era maldito porque era carnal, mas lo espiritual no lo era. Otros creen que se refería exclusivamente a una secta llamada Ofitas, el cual su rito de iniciación era decir que Jesús es anatema y finalmente otros sugieren que Pablo solamente está haciendo esto como una situación hipotética. Yo me inclino a pensar más por el contexto de Corinto que es una situación real, pero no podemos determinar con claridad cuál es la situación.

De cualquier manera lo cierto es que nadie que se diga seguidor de Jesucristo va andar blasfemando contra Jesús, sino que va confesar que Jesús es el Señor. Esta es la afirmación cristiana más esencial que por medio del Espíritu Santo se puede hacer: Jesús es el Señor (No es meramente una afirmación intelectual). Por tanto lo que Pablo está diciendo es que todos en el pasado fuimos idolatras, todos nosotros éramos movimos por nuestra idolatría, sin embargo ahora no es así. Aquellos que dicen ser cristianos, sin embargo son guiados por “experiencias espirituales” a hacer cosas aborrecibles como blasfemar contra el Señor, simplemente no puede ser cristianos. Por tanto antes de entender los dones espirituales debemos entender cuál es nuestra realidad espiritual delante de Dios.  Hay personas que se obsesionan con este tema pero ¿Sabes donde pasaras la eternidad, con Dios o sin Él? Esa es la primera pregunta que debes hacerte.

1 Corintios 12:4-7 La diversidad cristiana y el autor de esa diversidad

La primera palabra que sobresale en estos versos es la palabra “diversidad”. La diversidad es variedad, diferencia, pluralidad. Esta palabra es sin duda muy usada hoy, pero ¿A qué diversidad de que se refiere? Diversidad de “dones” “ministerios” (servir) “operaciones” (“maneras diferentes” “funciones”). Por tanto esto nos está hablando de la “multiforme gracia de Dios” (1 Pedro 4:10) el Señor tiene diversidad de dones (carismas) diversidad de ministerios (servicios diakonia) y diversidad de operaciones (maneras, funciones) las cuales el Señor nos otorga para trabajar en su iglesia[7].

Pero aunque hay diversidad en la iglesia, esa diversidad está basada en una unidad. Nos dice V 4“Pero el Espíritu es el mismo”, V5 “Pero el Señor es el mismo”, V6 “Pero Dios, que hace todas las cosas es el mismo”. Aquí podemos ver al “Señor” al “Espíritu” y al “Dios” esta referencia seria una alusión a la trinidad. Con esto podemos decir que la diversidad proviene del Dios trino. Ellos son uno en esencia divina, pero su persona es diferente. Esto es increíble, pues Dios es uno, pero a la vez diversos en sus personas y lo ilustra por medio de sí mismo y de los dones, ministerios y operaciones que da a su iglesia.

El tema de la unidad y la diversidad ha sido parte de reflexiones actuales entre los creyentes, pero en realidad creo que la diversidad entre cristianos siempre va a existir. Algunos de nosotros vamos a encontrarnos muy incómodos con cristianos que son más efusivos, pero otros nos vamos a sentir muy incómodos con los creyentes que son menos efusivos. Hay creyentes que les parece exagerado el acercamiento cultural que tienen algunos cristianos y a otros les parece que algunos se quedaron pegados con tradiciones culturales del pasado. Algunos creyentes han sido llamados a estar predicando y fundando iglesias entre los barrios más pobres y otros han sido llamados a predicar y fundar iglesias entre los más ricos. Algunos creyentes tienen ministerios que están enfocados exclusivamente en drogadictos, prostitutas, homosexuales, cárceles u hospitales. ¿Qué podemos decir de ello? Podemos decir simplemente que hay diversidad de dones, ministerios y operaciones del Espíritu, pero el Señor es el mismo.

Si no comprendemos este punto, siempre nos parecerá mal lo que otros cristianos hacen porque no comprendemos que los llamados cristianos son tan diversos que creo que jamás podríamos evaluarlos. ¿Alguna vez ha pensado en lo diverso de los hombres y mujeres que uso Dios? Abraham era un nómade, Moisés era una persona criada entre los mejor de Egipto, Rut era una extranjera, David era un pastor, Juan el Bautista era visto como un asceta, Pedro era un pescador, Pablo era un erudito y así y cada uno desarrollo su llamado donde Dios lo puso.

El verso 7 es una transición entre lo que ha dicho anteriormente y lo que va a comenzar a decir ahora. Pero además nos dice dos nuevas ideas. En primer lugar nos dice que todo creyente tiene una “manifestación del Espíritu”. No hay ningún creyente sin esta “manifestación” pues de lo contrario no sería cristiano. En segundo lugar, nos dice que los dones de Dios para “provecho”. Pero la pregunta que surge es ¿Para provecho de quien? ¿De la persona o de la iglesia? Por el contexto podemos saber que es una combinación (1 Cor 14:2-5) Que la persona use el don de lenguas en uso privado no significa que no haya ninguna edificación para la iglesia, pues si la persona se vuelve más piadosa, la iglesia está recibiendo una edificación indirecta. Pero sin duda la edificación directa proviene de los dones de enseñanza que edifican a la iglesia. El fin de los dones edificar a la iglesia y no el engrandecimiento personal.

1 Corintios 12:8-11 Los dones espirituales

En las Escrituras  tenemos varias listas de dones que no son exhaustivas (1 Cor 12:28-31; Rom 12:6-8; Efesios 4:11; 1 Pedro 4:10-11) y aquí Pablo nos enumera algunos de los dones espirituales. Esto dones no son talentos, habilidades o inclinaciones naturales sino que vienen del Espíritu. Es completamente arbitrario tratar a estos dones como “temporales” de la época apostólica porque no hay nada en el contexto (Ni en el libro) que nos indique esto. Los dones son “palabra de sabiduría” “palabra de ciencia” en general se catalogan como dones “pedagógicos” no es seguro si deberían verse separados o juntos, pues el énfasis no recae en la “sabiduría o ciencia” sino en la “palabra” (Mensaje). La sabiduría es a través de las Escrituras un conocimiento práctico que enseña a vivir en la voluntad de Dios. Hay “sabiduría” de este mundo (1 Cor 2:4-5) y sabiduría divina:

“Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen. Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria, la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria” 1 Cor 2:6-8.
La palabra de ciencia o conocimiento probablemente incluía revelación, lo que viene hacer para nosotros “iluminación”. Captar el significado de la verdad de Dios de manera mucho más profundo que el común de los creyentes. Quizás aquí podemos poner a los grandes maestros de la fe cristiana que con su entendimiento han edificado a la iglesia del Señor a través de los siglos.  
El don de “fe” no se trata de la fe salvífica, sino de una fe que es dada por Dios para realizar cosas extraordinarias.  Se trata de la fe que hablo Jesús a sus discípulos (aunque es una hipérbole no significa que no sea cierto) 

“Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible” Mateo 17:20

Esta es la fe que yo veo en el Apóstol Pablo a través de sus viajes misioneros y predicaciones, o  es el don de fe que manifestó un hombre llamado George Muller, el cual hizo todo a base a su fe en la oración.

Los “dones de sanidades” están también relacionados con la fe (Stgo 5:14-15) estos dones están muy mal entendidos tanto por los carismáticos como por lo contra carismáticos. Un grupo cree que este don indica que toda persona por la cuales oren debe ser sanado y otro cree que si es así, deberíamos ir por todos los hospitales sanando a la gente. Pero las Escrituras nos muestran que Jesús teniendo el don de sanidad no sano a todo el mundo ni Pablo sano a todo el mundo (ni el mismo ni trófimo fueron sanados 2 Tim 4:20) por tanto el don de sanidad es sanar cuando Dios soberanamente quiere sanar. Los apóstoles sanaron a los que Dios quería sanar de acuerdo a su voluntad, lo mismo pasará con quienes tienen el don de sanidad para hacerlo hoy.

El don de hacer milagros o de hacer “obras poderosas” alude a la idea de mostrar por medio de señales el poder del evangelio. La mayoría de los profetas hacían esto para confirmar el poderoso mensaje encomendado por Dios, también lo hizo Pedro (Hechos 3:6) y Pablo (Hechos 16:16-18) pero el propósito de los profetas y apóstoles no eran los milagros sino el mensaje. Por tanto quienes enfatizan que los “milagros solamente” están equivocados como también quienes dicen que estos milagros solo eran para aquella época. En cualquier contexto el mensaje es confirmado por señales poderosas.

El don de profecías es el más debatido hoy en día. En algunos círculos cristianos si crees en esto eres creyente y en otros si crees en esto no eres reformado, pero como sea este don como todos sigue vigente. Algunas de las razones de porque creo que no es solamente para aquella época son los siguientes. 1) No hay un mandato explicito que diga eso. 2) La definición de profecía incluye revelación y no solamente proclamación como unida a la predicación.

“Así mismo los profetas hablen dos o tres, y los demás juzguen. Y si algo fuere revelado a otro que estuviese sentado, calle el primero. Porque podéis profetizar todos unos por uno, para que todos aprendan, y todos sean exhortados. 1 Cor 14:29-31
“No menosprecies las profecías” (1 Tes 5:20)

3) La autoridad de los profetas del Nuevo testamento, no tenía la misma autoridad que los Profetas del AT y Apóstoles del NT por dos razones. En primer lugar porque ellos debían someterse a las palabras de Pablo como mandatos de Dios (1 Cor 14:37-38). En segundo lugar porque las profecías no deben ser despreciadas pero deben ser cuidadosamente examinadas (1 Tes 5:19-21) 4) Tenemos ejemplos de esta clase profecía en el Nuevo testamento.

“En aquellos días unos profetas descendieron de Jerusalén a Antioquía. Y levantándose uno de ellos, llamado Agabo, daba a entender por el Espíritu, que vendría una gran hambre en toda la tierra habitada; la cual sucedió en tiempo de Claudio” Hechos 11:27-28
“Y permaneciendo nosotros allí algunos días, descendió de Judea un profeta llamado Agabo, quien viniendo a vernos, tomó el cinto de Pablo, y atándose los pies y las manos, dijo: Esto dice el Espíritu Santo: Así atarán los judíos en Jerusalén al varón de quien es este cinto, y le entregarán en manos de los gentiles” Hechos 21:10-11.
Si la profecía estuviera en su solo libro y seria un pasaje oscuro creo que podría tener serias dudas, pero está en Hechos, 1 Corintios y Tesalonicenses, por lo que es más que seguro creer que es algo continuo. La pregunta que surge después de esto es ¿Acaso esto no socava la suficiencia de las Escrituras? Pues claro que no, porque la suficiencia de las Escrituras supone la existencia de profecías de este tipo.
El don de “discernimiento de espíritus” tiene una estrecha relación con la profecía, pero no solamente limitada a esta sino también a la enseñanza y a reconocer cuando las “sanidades, milagros y profecías” son de Dios o no. No olvidemos que no todas las enseñanzas vienen de Dios (1 Juan 4:1) como tampoco las sanidades (2 Tes 2:9) ni los milagros (Hechos 19:13-15) ni las profecías por eso deben ser examinadas.

El don de “diversos géneros de lenguas” y de “interpretación de lenguas” van unidos. Las lenguas son idiomas conocidos (Hechos 2:8-11) por lo que la idea de “lenguaje celestial” hay que destacarlo inmediatamente. Algunos quieren limitar este don a decir que era señal para los incrédulos (1 Cor 14:21-23) y aunque lo es, no se limita solamente a eso.  El argumento de Pablo en 1 Corintios 14:2, 4 es que la persona que habla en lenguas (una lengua desconocida para sí mismo por eso la considera misterio) solo debe hacerlo cuando haya interprete en la iglesia, sino no tiene sentido (1 Cor 14:26-28)

El verso 11 es nuevamente un pasaje de transición pero nos da una idea. Nos dice que el Espíritu Santo ha repartido sus dones como él quiso. Hay grupos carismáticos que enseñan a “buscar tu don” pero otros son aun más radicales y hablan de “reclamar tu don” todo esto es absurdo cuando vemos que Dios es soberano en dar sus dones a quienes el quiere. ¿Esto significa que no podemos “procurad los dones espirituales” 1 Cor 14.1? No, significa que podemos anhelarlo pero Dios soberanamente va otorgar le don que él ha querido para ti. El equilibrio entre la soberanía de Dios y la responsabilidad humana es algo que siempre nos cuesta ver.

1 Corintios 12:13 Bautizados por el Espíritu

El error de algunos grupos cristianos es pensar que el Bautismo del Espíritu es algo posterior a la conversión o como le llaman la “segunda bendición”. Pero este texto nos dice exactamente lo contrario. El ya ha estado hablándoles a creyentes (1 Cor 12:1-2) y todos aquellos que ha creído en Cristo ya sean judíos, griegos, esclavos o libres han sido bautizados en el cuerpo de Cristo. Todos aquellos que han confesado al Jesús como Señor y Salvador entonces han “bebido del mismo Espíritu” (1 Cor 12.13) Por tanto Bautizados por el Espíritu y llenos del Espíritu Santo servimos al Señor en su iglesia.
Pero aquellos que no han sido bautizados espiritualmente y han bebido del Espíritu, les advertimos que no solamente no conocerán estos dones, sino que el don preciado de la vida eterna que se encuentra en Jesucristo es el que necesitan. Ven a Cristo y bautízate en su gracia y recibe la vida eterna que él te da.




[1] https://losnavegantes.net/wp-content/uploads/2015/10/dones-historia3olas.pdf
[2] https://diariodeavivamiento.files.wordpress.com/2016/01/azusa-street-frank-bartleman.pdf
[3] http://www.chilecristiano.com/index.php/editorial/88-chile-100-anos-de-avivamiento-pentecostal
[4] John MacArthur. Fuego Extraño. Página 16.
[5] Traducción de NVI; NTV; LBLA.
[6] William Hendriksen. 1 Corintios. Página 363-364. Donald Carson. Manifestaciones Del Espiritu. Página 35-39.
[7] Las palabras griegas son Kharísmata, Diakoníai, Energémata.
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