Pensar el mundo a través de las Escrituras...

jueves, 8 de marzo de 2018

El rey Josías: otro gran reformador (2 Crónicas 34:1-7)


Un historiador llamado George Williams escribió un libro llamado “La Reforma Radical[1]” en este libro el explica los movimientos que surgieron paralelamente a la Reforma Protestante. La verdad es no hubo una sola reforma, sino que hubo varias reformas. La primera es lo que llamamos la “Reforma Protestante” que técnicamente se llama “Reforma Magisterial” porque dependió del “Magisterio” (Estado) para llevar cabo la Reforma. O sea Martin Lutero, Juan Calvino y Ulrico Zwinglio dependieron de los reyes y príncipes para llevar a cabo de sus reformas. La segunda Reforma, se conoce como “la Reforma Radical” porque no dependió del Magisterio (Estado) para llevar a cabo de sus reformas. En este movimiento de Reforma Radical había diversos grupos, pero el que más destaca porque ponía su confianza en la Escritura eran los “Anabaptistas”. Ellos a diferencia de los “Reformadores Magisteriales” no creían en el bautismo de infantes ni en las iglesias nacionales, sino que cada iglesia era autónoma.

La importancia de esto es que las reformas pueden comenzar bien, pero si una iglesia no continua reformándose constantemente a partir de la palabra de Dios entonces tarde o temprano el pecado se introduce dentro de la iglesia y termina haciendo de la reforma solamente un hermoso recuerdo. Esto es lo que significa realmente ser reformado, significa estar reformándose constantemente a partir de la palabra de Dios. Ser reformado significa estar constantemente humillándose en oración delante de la palabra de Dios. Ser reformado significa estar confesando tus pecados contantemente delante de la presencia de Dios. Ser reformado significa estar buscando la santidad contantemente en tu vida. Ser reformado significa estar predicando constantemente el evangelio del Señor a toda criatura. Si nos decimos ser “reformados” debemos serlo de hecho y no solo de boca. El rey Ezequías fue alguien que realizo una reforma en el pueblo de Dios; haciendo lo recto ante los ojos de Dios, quitando los lugares altos de idolatría, poniendo su confianza en Dios y perseverando en sus caminos (2 Reyes 18:1-8) sin embargo en algún momento de su vida el peco delante de Dios.

“En aquel tiempo Ezequías enfermó de muerte; y oró a Jehová, quien le respondió, y le dio una señal. Mas Ezequías no correspondió al bien que le había sido hecho, sino que se enalteció su corazón, y vino la ira contra él, y contra Judá y Jerusalén. Pero Ezequías, después de haberse enaltecido su corazón, se humilló, él y los moradores de Jerusalén; y no vino sobre ellos la ira de Jehová en los días de Ezequías”. 2 Crónicas 32:24-26

Lo que vemos es que a pesar de que Ezequías había hecho una reforma en el pueblo y Dios había estado con él en todo este tiempo él se había “enaltecido en su corazón” delante de Dios. Cuando uno se acerca  profundamente a cualquier reformador cristiano a través de la historia va a encontrar con algo pecaminoso. La razón es obvia todos somos pecadores incluyendo los reformadores. Es por eso que necesitamos estar constantemente reformados a partir de la palabra de Dios.

El comienzo del reinado de Josías (2 Cro 34:1-2)

Josías era el rey comenzó a reinar a los 8 años de edad. Pero ¿Por qué tan joven? ¿Qué es lo que estaba pasando? Para eso tenemos que ir un poco atrás. Después del reinado de Ezequías en donde el realizo su reforma vino el reinado de su hijo Manases (2 Cro 33:1-20) Lamentablemente no siempre los hijos hacen las cosas conforme al ejemplo de su Padre, pues Manases con 12 años reino 55 años en Judá. El hizo lo malo ante los ojos de Dios: 1) reedifico los lugares de adoración pagana con altares a los baales e imágenes 2) pasó a sus hijos por el fuego. 3) Puso una imagen de adoración pagana en el templo de Dios. 4) hizo que el pueblo se extraviara por causa de la idolatría.

Aunque Manases practico todas estas cosas, el después del juicio de Dios se arrepintió  y busco al Señor en oración y humillación, quitando los dioses ajenos y recuperando los lugares de adoración para el Señor (2 Cro 33:10-20)  Lamentablemente la practica siguió en el pueblo y después de su muerte su hijo Amón que reino dos años volvió a la idolatría aumentando la práctica del pecado (2 Cro 33:21-25) pero este Rey fue asesinado sus propios siervos. Aunque no se nos dice que fue un juicio de Dios, es seguro que Dios uso esto para levantar al siguiente rey que traería la siguiente reforma para el pueblo. Es por esto que el Rey Josías comienza su reinado a los 8 años, pues su Padre Amón había muerto y el heredaba el reinado. El iba a reinar 31 años en Jerusalén.

El corazón de la Reforma: Buscar a Dios (2 Cro 34:3)

Después de las reformas de Ezequías el pueblo había pasado por la idolatría de Manases y de Amón, por tanto ya las personas habían olvidado lo que significaba una reforma a partir de las Escrituras. Pero vemos que Dios levanta a un nuevo rey va “hacer lo recto ante los ojos de Jehová”. Y lo primero que hace para hacer lo recto ante Dios es que “siendo aún un muchacho, comenzó a buscar al Dios de David su padre”. Cuando uno observa en las Escrituras ejemplos de hombres que Dios uso para llevar a cabo sus reforma observará esta misma disposición. Lo vemos en el caso de Esdras y Daniel.

“Porque Esdras había preparado su corazón para inquirir la ley de Jehová y para cumplirla, y para enseñar en Israel sus estatutos y decretos” Esdras 7:10.

“Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligase a contaminarse” Daniel 1:8.

El deseo de Josías era similar, el se había propuesto buscar a Dios. ¿Para qué? Para obedecer los mandatos de Dios, para no contaminarse como el pueblo lo había hecho hasta ahora. Fijémonos en un detalle importante que el comenzó a buscar a Dios a los 8 años de edad y a los 12 años comenzó a limpiar a Judá. ¿Qué significa esto? Que el paso 4 años buscando la presencia de Dios. Esto nos puede parecer sorprendente en un contexto donde pensamos que todas las cosas deben pasar rápido. Nosotros buscamos al Señor de todo corazón en alguna época de nuestra vida, pero luego abandonamos el seguir buscándole porque pensamos que Dios no nos oyó, que no es su voluntad o simplemente dejamos de persistir en la búsqueda. Pero Dios espera que nosotros perseveremos en buscar su presencia. No es solamente un momento, es depende toda la vida de la búsqueda de la presencia de Dios.

Cuando leemos a los hombres que Dios ha usado por medio de la historia de la iglesia ¿Qué es lo que ellos nos dicen sobre la oración?

“Tengo tantas cosas que hacer, que pasaré las primeras tres horas orando” — Martin Lutero. 
 “Si no permanecemos en la oración, vamos a permanecer en la tentación” — John Owen. 

“Dime cuáles son las oraciones de un hombre y te diré cuál es el estado de su alma. La oración es el pulso espiritual” — J. C. Ryle.

 “Si sólo oras cuando estás en problemas… estás en problemas” — Anónimo[2].

Así es como comienzan las reformas, con la búsqueda constante de la presencia de Dios. Entonces ¿Cuánto tiempo pasamos buscando al Señor en oración? ¿Cuánto tiempo pasamos humillados delante de su presencia? ¿Cuántas veces estamos persistiendo en la búsqueda del Señor? ¿Cuántas lágrimas por nuestros pecados y lo de nuestros hermanos derramamos delante de su presencia? La búsqueda de la presencia de Dios es el corazón de una reforma.

La Reforma en acción: Quitar la idolatría (2 Cro 34:4-7)

Después que el rey Josías busca la presencia de Dios en esos 4 años, a los 12 años de edad comienza quitando los lugares altos, las imágenes, esculturas e imágenes fundidas. El quita la idolatría de Judá, Jerusalén y las ciudades de Manases, Efraín, Simeón, Neftalí e incluso hasta Samaria (2 Reyes 23:19) El derriba, hace pedazos, despedaza y  desmenuza la idolatría.  El libro de 2 Reyes nos da más detalle al respecto.

 1) El quito a los sacerdotes idolatras que ofrecían incienso a los dioses paganos y los mato (2 Reyes 23:20)

“Y quitó a los sacerdotes idólatras que habían puesto los reyes de Judá para que quemasen incienso en los lugares altos en las ciudades de Judá, y en los alrededores de Jerusalén; y asimismo a los que quemaban incienso a Baal, al sol y a la luna, y a los signos del zodíaco, y a todo el ejército de los cielos” 2 Reyes 23:5

2) El saco la imagen de Asera que se había puesto en la casa de Dios (Templo)

“Hizo también sacar la imagen de Asera fuera de la casa de Jehová, fuera de Jerusalén, al valle del Cedrón, y la quemó en el valle del Cedrón, y la convirtió en polvo, y echó el polvo sobre los sepulcros de los hijos del pueblo” 2 Reyes 23:6

3) El derribo los lugares de la “prostitución idolátrica” que había allí.

“Además derribó los lugares de prostitución idolátrica que estaban en la casa de Jehová, en los cuales tejían las mujeres tiendas para Asera” 2 Reyes 23:7

4) Expulso de la tierra a todos aquellos que practicaban cosas paganas.

“Asimismo barrió Josías a los encantadores, adivinos y terafines, y todas las abominaciones que se veían en la tierra de Judá y en Jerusalén, para cumplir las palabras de la ley que estaban escritas en el libro que el sacerdote Hilcías había hallado en la casa de Jehová” 2 Reyes 23:24

Josías destruye todo tipo de idolatría en el pueblo, pues sabe cuán profundamente dañina y destructiva es el idolatría. ¿Por qué la idolatría es tan terrible? La idolatría es tan terrible porque hace que se adore a un Dios que no es el Dios de las Escrituras. No es necesario tener altares o imágenes de Dios, sino simplemente tener una idea contraria a las Escritura de quien es Dios. Por tanto ¿Estas adorando al Dios de las Escrituras? ¿Conoces sus atributos? ¿Sabes de su perfecta santidad y su ira contra el pecado? ¿Conoces la severidad y la misericordia de Dios? ¿Sabes que él conoce cada uno de tus pensamientos y acciones? ¿Sabes que darás cuenta delante de él? ¿Sabes que el juzgará toda nuestra vida?

La idolatría es tan terrible porque promueve falsas practicas entre el pueblo de Dios. Al no conocer al Dios de las Escrituras y tener un dios conforme a mis ideas me lleva a malas prácticas en mi vida. No puedo contar cuantas veces he conocido personas que dice que Dios “no condena a nadie porque es amor”. Varias veces he conocido a personas que están “enojados por Dios porque él nos les cumplió lo que deseaban” o ¿Cuántos cristianos han conocido que creen que no son sanados porque les falta fe? Probablemente todos hemos visto esos casos de que no conocer al Dios de las Escrituras promueve falsas prácticas dentro del pueblo de Dios. Por tanto ¿Sabes tú lo que Dios exige en su palabra? ¿Conoces como se le debe adorar? ¿Sabes cómo se le debe honrar en cada área de la vida?

La idolatría es tan terrible porque hace que el pueblo se extravié y confunda. Vemos al pueblo de Dios confundido y extraviado en un sin números de prácticas que no tienen fundamento en las Escrituras. No hay claridad respecto al gobierno de la iglesia, los roles en la familia e iglesia y el estándar de Dios para que el cristiano viva en este mundo. Toda esta confusión es producida porque se está adorando a un dios que no es conforme a las Escrituras.

Por tanto ¿Has analizado tu corazón para saber dónde está tu idolatría? ¿Odias ese ídolo que tienes? ¿Cuánto tiempo dedicas a orar contra él? ¿Cuánto tiempo pasas rogando que Dios lo quite de en medio de ti?  Debemos analizar cuáles son nuestras idolatrías y quitarlas de al medio, para darle el honor y la gloria solo al único Dios vivo, verdadero y santo.

Josías encuentra y oye la ley de Dios  (2 Cro 34:19-21)

Toda esta limpieza que Josías hizo debe haber tardado años ya que la idolatría se había expandido de una forma muy profunda en el pueblo. El comenzó a los 12 años y a los 18 años de su reinado él mando que la casa de Dios fuera reparada (2 Cro 34:8) y estando en ese proceso encontraron la ley de Dios (2 Cro 34:14-19) Dios había mandado que los reyes tuvieran la ley de Dios y la leyeran para mantener el temor a él, pero debido a todo el pecado no se había llevado a cabo tal mandato (Dt 17:18-20) Y se nos dice que cuando Josías oye la ley de Dios “rasga sus vestidos” ¿Por qué? Porque seguramente estaba escuchando todas las maldiciones que existían respecto a la desobediencia del pueblo de Dios (Deuteronomio 28:15-64)

“Pero acontecerá, si no oyeres la voz de Jehová tu Dios, para procurar cumplir todos sus mandamientos y sus estatutos que yo te intimo hoy, que vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te alcanzarán”. Dt 28:15

“Jehová te llevará a ti, y al rey que hubieres puesto sobre ti, a nación que no conociste ni tú ni tus padres; y allá servirás a dioses ajenos, al palo y a la piedra. Y serás motivo de horror, y servirás de refrán y de burla a todos los pueblos a los cuales te llevará Jehová”. Dt 28:36-37
“Jehová traerá contra ti una nación de lejos, del extremo de la tierra, que vuele como águila, nación cuya lengua no entiendas; gente fiera de rostro, que no tendrá respeto al anciano, ni perdonará al niño; y comerá el fruto de tu bestia y el fruto de tu tierra, hasta que perezcas; y no te dejará grano, ni mosto, ni aceite, ni la cría de tus vacas, ni los rebaños de tus ovejas, hasta destruirte”. Dt 28:50-51
Y Jehová te esparcirá por todos los pueblos, desde un extremo de la tierra hasta el otro extremo; y allí servirás a dioses ajenos que no conociste tú ni tus padres, al leño y a la piedra”. Dt 28:64

¡Josías estaba viendo como literalmente se cumplían estas maldiciones sobre el pueblo! Por lo que Josías manda a consultar a Jehová sobre lo que debe hacer y la profetiza Hulda le dice que Dios va a traer las maldiciones que el acaba de leer sobre Judá, pero que debido a que su corazón se conmovió y él se humillo no va a traer el mal durante su vida (2 Cro 34:22-28) Por tanto después de esa respuesta el reunió a todos los líderes del pueblo (ancianos, varones)  y a todo el pueblo e hizo que la ley de Dios fuera expuesta delante de Dios y “obligo” a que todos ellos hicieran las cosas conforme a la palabra de Dios (2 Cro 34:29-33)

Esto nos enseña algo muy importante, toda verdadera reforma comienza con el descubrimiento y la exposición de las Escrituras a todo el pueblo. Mira como comenzó el cristianismo. Eran personas que muchos de ellos no eran “sabios” ni “entendidos”. La mayoría de ellos eran simples personas que eran despreciados por el estatus de la época, sin embargo no fueron ellos lo que transformaron el mundo sino que fue la palabra de Dios. Piensa en cómo la reforma protestante impacto en el mundo por el simple hecho de descubrir y exponer la palabra de Dios. O puedes recordar (o conocer) el gran despertar que ocurrió en Inglaterra o en Gales ¿Qué es lo que transformo a esos países sino la palabra de Dios? Siempre hay cristianos preocupados en los problemas sociales, pero olvidan que los cristianos en el pasado aunque fundaron universidades, hospitales, colegios, orfanatos lo hicieron porque querían que el evangelio se expandiera por medio de estos lugares.

Por tanto si has descubierto el gran tesoro de las Escrituras ¿Cuánto tiempo te dedicas a escudriñarla? ¿Cuánto tiempo te dedicas a escucharla? ¿Cuánto reflexionas en torno a ella? ¿Has sido confrontado por ella esta semana? ¿Te ha mostrado algún pecado? ¿Te ha recordado alguna promesa? ¿Te ha animado? Esto es escuchar la viva palabra de Dios que traspasa nuestro corazón y nos ayude a mirar a Cristo cada día. De esta manera Dios trae reformas a nuestra vida. 

Josías celebra la pascua (2 Cro 35:1)

A Israel se le habían dado varias fiestas: La Pascua; El Pentecostés; Tabernáculos (Éxodo 12; Deuteronomio 16) pero la fiesta más importante era la pascua porque recordaba como el Señor hirió a los egipcios y los salvo de la esclavitud de Egipto (Éxodo 12:27) pero a causa del pecado, el pueblo se había olvidado no solo de escuchar lo que la Ley de Dios decía, sino que además de celebrar las fiestas que Dios había establecido. Ezequías fue quien trajo la restauración de la celebración de la pascua (2 Cro 30), pero aunque él la celebro, Josías sería más exacto en cómo debía celebrarse.

 “Nunca fue celebrada una pascua como esta en Israel desde los días de Samuel el profeta; ni ningún rey de Israel celebró pascua tal como la celebro el rey Josías, con los sacerdotes y levitas, y todo Judá e Israel, los que se hallaron allí, juntamente con los moradores de Jerusalén” 2 Crónicas 35:18

Josías ordeno a los levitas a poner el arca santa en el templo que Salomón había edificado, ya que Manases la había sacado del lugar (2 Cro 35:3) y luego siguió lo que Dios le había revelado a Moisés de cómo debía celebrarse la pascua. Les dio corderos, ovejas y cabritos a todas las personas para que tuvieran con que celebrar la pascua. Y después de eso llevaron a cabo los pasos de celebrar la pascua. En primer lugar era traer un animal sin defecto (Exo 12:5)  En segundo lugar era matarlo y tomar su sangre para ponerla en la puerta donde comer (Exo 12:7) En tercer lugar era comer en la noche con panes sin levadura y hierbas amargas. No se podía dejar nada para el otro día y lo quedaba debía quemarse en el fuego (Éxodo 12:8-10)

Josías comenzó buscando a Dios, derribando la idolatría, escuchando la ley de Dios y ahora celebrando la fiesta que Dios había establecido. Esto nos muestra que cuando se busca al Señor de todo corazón la reforma trae la restauración de todas las cosas. Cuando en la reforma protestante puso a la palabra de Dios en el centro comenzaron a recuperarse varias prácticas bíblicas como la predicación del evangelio, la correcta interpretación de las Escrituras, la justificación por la fe y los sacramentos (ordenanzas). Pero la primera reforma no fue suficiente, por tanto otra reforma puso a la palabra de Dios en el centro y comenzaron a recuperarse otras prácticas bíblicas como la vida en comunidad,  la disciplina de la iglesia, la separación iglesia- estado, el bautismo de creyentes. Por tanto cuando la Escritura se pone en el centro se comienzan a recuperar las prácticas bíblicas.
Pero hoy ¿Qué debemos recuperar como iglesia? Tal vez muchas cosas que el pasado fueron importantes como el evangelio, la interpretación correcta de las Escrituras, la justificación por la fe, las ordenanzas, la vida comunidad, la disciplina, la separación iglesia Estado, el bautismo de creyentes, etc. Una reforma no vendrá sin oración, estudio de la palabra de Dios, disciplinas piadosas y abandono de nuestras idolatrías.

La muerte de Josías (2 Cro 35: 20-24)

Después de todo lo que Josías había hecho por el pueblo, Necao el rey de Egipto subió hacer una guerra a otro lugar y Josías salió a pelear contra él. El rey pagano Necao le dice a Josías que porque lo ataca él, pues Dios le había dicho que ataque ese otro lugar y que Josías no se oponga. Pero Josías no escucho la voz de Necao y se disfrazo y fue a pelear contra él. Estando en esa batalla le dieron con una flecha en donde quedo gravemente herido y finalmente murió.

Josías al igual que Ezequías había sido un gran reformador, pero en algún momento de su vida pecaron ante el Señor y sufrieron las consecuencias de esto. Esto nos demuestra lo que las Escrituras nos dice en muchas ocasiones.

“Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque” Eclesiastés 7:20

“Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno” Romanos 3:12

Los reformadores Ezequías y Josías son pecadores, los reformadores de la reforma del siglo XVI son pecadores y nosotros que nos llamamos “reformados” somos pecadores. Esto nos muestra que las “reformas” no son simplemente actos humanos, sino que son obras soberanas de Dios. Pero también nos enseña de que cuanto dependen de que busquemos al Señor, abandonemos nuestras idolatrías, escuchemos la ley de Dios y vivamos en un constante arrepentimiento, confiando en la obra de de Cristo en la cruz del calvario. El es el único reformador perfecto, su obra es perfecta, su sacrificio es santo, su resurrección poderosa y su evangelio glorioso.








[1] https://www.elfondoenlinea.com/Detalle.aspx?ctit=003148E
[2] http://josuebarrios.com/frases-oracion/ 

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