Pensar el mundo a través de las Escrituras...

sábado, 24 de marzo de 2018

Las marcas de un cristiano: diligencia, fervor, gozo, constancia. Romanos 12:11-12.


Hace algunos años la encuesta CEP[1] (centro de estudios públicos) hizo una encuesta en donde preguntaba cual era la causa principal de que la pobreza en Chile y el 40% de los entrevistas respondió que se debe a la “flojera y falta de iniciativa.[2] En ese mismo año se hizo un estudio donde la mayoría de los chilenos opinaba que sus colegas son “flojos y discriminadores[3]”. Al parecer, esta ha sido una percepción constante en nuestra cultura, pero ¿Es esto cierto? Yo no me dedicaré a responder esa pregunta, pero lo que si debe interesarnos es que si en realidad seamos o no una cultura perezosa, nosotros como cristianos no podemos vivir de la misma manera que la cultura.

La semana pasada vimos que Pablo comienza este capítulo de romanos llamándonos a presentarnos como un sacrificio vivo delante de Dios. Por tanto toda nuestra vida debe presentarse con “diligencia como obrero que no tiene de que avergonzarse” (2 Tim 2:15). Como creyentes no podemos conformarnos a la filosofía, pensamiento ni acciones del mundo sino que debemos ser constantemente transformados por medio de la palabra de Dios. Vimos que la primera y principal marca cristiana es el amor. Aquel que dice haber conocido a Dios debe amar a su hermano (1 Juan 4:20) Jesús enseño que el gran mandamiento es amar a Dios y al prójimo (Mt 22: 34-40) Por tanto el amor a Dios y al prójimo debe motivar todas las demás “marcas cristianas”.  En estos versos que acabamos de leer se encuentran varias “virtudes cristianas” como la diligencia, el fervor, el servicio, el gozo, el sufrimiento y la constancia. Hay que tener claro que aunque el Espíritu Santo es quien trabaja en nosotros, eso no anula nuestros esfuerzos por ir creciendo en la gracia de Dios (Fil 2:12-13)

Romanos 12:11 Cristianos diligentes

La primera palabra que nos encontramos en este verso es “diligencia” (Gr Spoude) La diligencia se define como “el celo o en ocasiones la prisa que acompaña a ello, el cuidado, eficacia, solicitud[4]”. La real academia española lo define como “cuidado y actividad en ejecutar algo. Prontitud, agilidad, prisa[5]” Por tanto podríamos decir que la diligencia es hacer las cosas con esmero[6]. Cuando Herodes quería matar a Jesús mando a que los magos averiguaran con DILIGENCIA acerca del niño Jesús (Mt 2:8) Cuando Lucas comienza su evangelio él dice que ha averiguado todas las cosas con DILIGENCIA para ponerlas en orden (Luc 1:3) Cuando Jesús cuenta la parábola de la moneda perdida el habla de que la mujer busca con DILIGENCIA aquella moneda para encontrarla (Luc 15:8) En todos estos ejemplos podemos ver como se realiza la actividad con esmero, celo, dedicación.  El libro de Proverbios nos muestra de una manera muy clara los frutos que produce la diligencia.
El indolente ni aun asará lo que ha cazado; Pero haber precioso del hombre es la diligencia. Proverbios 12:27

Los pensamientos del diligente ciertamente tienden a la abundancia; Mas todo el que se apresura alocadamente, de cierto va a la pobreza. Proverbios 21:5

¿Has visto hombre solícito en su trabajo? Delante de los reyes estará; No estará delante de los de baja condición. Proverbios 22:29

El que labra su tierra se saciará de pan; Mas el que sigue a los ociosos se llenará de pobreza. Proverbios 28:19

Los principios que Proverbios nos muestra es que aquel que es diligente tiende a la abundancia, tiende a ser bien calificado en su trabajo, tiende a no caer en la pobreza. Por tanto Dios nos manda a que como creyentes seamos diligentes en todas las cosas. La segunda palabra que encontramos en este verso es lo contrario a diligencia, es perezoso (Gr Nothros). La persona perezosa es la persona “negligente, descuidada y floja en hacer lo que debe hacer o ejecutar.[7]” En el libro de Proverbios podemos encontrar muchas exhortaciones contra el perezoso.

“Ve a la hormiga, oh perezoso, Mira sus caminos, y sé sabio; La cual no teniendo capitán, Ni gobernador, ni señor, Prepara en el verano su comida, Y recoge en el tiempo de la siega su mantenimiento. Perezoso, ¿hasta cuándo has de dormir? ¿Cuándo te levantarás de tu sueño? Un poco de sueño, un poco de dormitar, Y cruzar por un poco las manos para reposo; Así vendrá tu necesidad como caminante, Y tu pobreza como hombre armado” Proverbios 6:6-11

“Dice el perezoso: El león está en el camino; El león está en las calles. Como la puerta gira sobre sus quicios, Así el perezoso se vuelve en su cama.  Mete el perezoso su mano en el plato; Se cansa de llevarla a su boca. En su propia opinión el perezoso es más sabio Que siete que sepan aconsejar” Proverbios 26:13-16

Por tanto podemos decir con claridad que el perezoso aunque desea muchas cosas no alcanza nada, sin embargo el diligencia prospera (Prov 13:4) El ser perezoso no solamente daña a su familia pues debe sustentarla (1 Tim 5:8), también daña al prójimo porque al ser diligente y prosperar puede ayudar a los hermanos necesitados y dar a la iglesia del Señor (Efe 4.28) Pero además de todo esto ¿Por qué los creyentes debemos hacer todas las cosas con diligencia? Porque todo lo que hacemos lo debemos hacer para el Señor. ¿Amas a tu esposa con diligencia? ¿Te sometes a tu esposo con diligencia? ¿Crías a tus hijos con diligencia? ¿Haces tu trabajo con diligencia? ¿Ofrendas a la iglesia con diligencia? ¿Sirves en la iglesia con diligencia? ¿Oras al Señor con diligencia? ¿Lees la Biblia con diligencia? La vida cristiana debe estar llena de una vida de diligencia, porque hacer cualquier cosa con pereza es pecar delante de Dios.

Romanos 12:11 Cristianos fervorosos
La palabra “fervientes” en este pasaje es “estar caliente” “estar hirviendo” “estar inflamado por el Espíritu” por tanto que este pasaje parece estarnos diciendo que estemos “ardiendo en el Espiritu”. El fervor tiene relación con el celo ardiente y el entusiasmo. Incluso así es como traducen las otras versiones este pasaje “Sirvan al Señor con entusiasmo” (NVI) “Sirvan al Señor con el fervor que da el espíritu” (NTV). Una persona  que es “ferviente en Espíritu” es una persona que realiza todo con fervor. Ella va a orar de forma ferviente como lo hizo Elías.
“Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses” Santiago 5:17
Pero además de esto, una persona ferviente va a amar a sus hermanos con un ferviente amor tal como instruye el apóstol Pedro a los discípulos:
“Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados.” 1 Pedro 4:8
En el libro de Hechos tenemos a un hermano llamado Apolos, el cual era un judío muy poderoso en las Escrituras.
“Llegó entonces a Éfeso un judío llamado Apolos, natural de Alejandría, varón elocuente, poderoso en las Escrituras. Este había sido instruido en el camino del Señor; y siendo de espíritu fervoroso, hablaba y enseñaba diligentemente lo concerniente al Señor, aunque solamente conocía el bautismo de Juan” Hechos 18:24-25
Como podemos ver Apolos era una persona que estaba “hirviendo en el espíritu” el estaba constantemente predicando el evangelio a toda persona. Debemos tener cuidado en pensar que nosotros podemos “producir ese fervor” pues el Espíritu Santo el que nos da ese “fervor”, por eso Pablo le escribió a Timoteo que Dios “no nos ha dado un espíritu de cobardía sino de PODER, amor y de dominio propio” 2 Timoteo 1:7
Ahora ¿Cómo sabemos que una persona realmente es fervorosa? Porque esta “sirviendo al Señor”. Es interesante que existan varios verbos en griego para hablar de “servir”[8] pero aquí usa el verbo “Douleia” que alude a ser esclavo. Por lo que podríamos decir que los cristianos somos “fervientes esclavos del reino de Dios”.
Entonces podríamos decir que no es suficiente ser diligentes solamente, sino que debemos ser personas diligentes y fervientes en la obra del Señor. En el cristianismo actual es común que se asocie a una persona “ferviente” con una persona que canta fuerte, que levante las manos, que grite amén o manifieste de cualquier otra manera su “fervor”. Pero aunque ninguna de estas cosas son malas en sí mismas, una persona que haga no todo eso no quiere decir que esa una persona ferviente. Cuando uno lee la biografías de hombres que Dios uso en la historia como Juan Calvino, George Whithefield, Jonathan Edwards o Charles Spurgeon nadie de nosotros va a dudar que eran personas “fervientes” ¿Por qué? Porque eran hermanos que estaban completamente entregados al servicio de Dios.
Ese es el centro de ser una persona ferviente, una persona ferviente es una persona que tiene una pasión plena en su mente y en su corazón por la obra de Dios. Es una persona que está preocupada por el avance del reino de Dios, que derrama lágrimas por la salvación de los perdidos, que está ansioso por compartir la palabra de Dios a quien no conoce la preciosa salvación. No es posible hermanos que el centro de tu vida sea otra cosa más que el Señor y su reino. Una de las cosas que más “apaga el espíritu” es no servir en la obra de Dios. Es un sutil ataque de Satanás, preocuparte más por otras cosas y descuidar el servir en el reino de Dios.  Ahora dime ¿Eres tu una persona realmente ferviente por la obra de Dios? ¿Eres alguien que está llorando por las personas que se van al infierno? ¿Estás compartiendo el evangelio del Señor entre tus familiares, amigos o compañeros de trabajo? ¿Estás buscando primeramente el reino de Dios y su justicia?
Romanos 12:12 Cristianos gozosos en la esperanza
La palabra que destaca en este verso es la palabra “gozo”. En mi opinión la palabra “alegría” no le hace justicia a la palabra gozo, pero así es como traducen otras versiones “Alégrense con la esperanza segura que tenemos” (NVI) “Alégrense en la esperanza” (NTV). Pienso que la palabra “regocijo” es más cercana a gozo, pues la alegría es algo “natural” pero el gozo es dado por el Santo Espíritu
“Porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz, y gozo en el Espíritu Santo” Romanos 14:17
Un cristiano es alguien que se goza en el Señor (Fil 3:1) “Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo ¡Regocijaos! (Fil 4:4) Pero ¿Por qué se goza en el Señor? Podríamos enumerar muchas cosas por las cuales podríamos regocijarnos en el Señor, pero solamente nombraremos cuatro. En primer lugar el creyente se regocija por su salvación (Hechos 8:39) al igual que el eunuco en el camino íbamos sin entender nada de lo que leíamos en las Escrituras y Dios nos puso a alguien que nos explicará este gran mensaje de salvación y ahora que sabemos que somos salvos por sus gracias ¡Nos regocijamos en tan gloriosa noticia!
En segundo lugar el creyente se regocija porque su nombres están escritos en los cielos (Luc 10:20) En una ocasión los discípulos se gozaban porque los espíritus se le sujetaban y el Señor les dice que deberían gozarse porque sus nombres están escritos en los cielos. Esto quiere decir que no debemos gozarnos por nada más que por saber que nuestra salvación descansa en nuestro gran Dios soberano.
En tercer lugar el creyente se regocija en la libertad en Cristo (Gal 5:1) Una de las cosas maravillosas que vienen con la salvación es la libertad. La libertad de la esclavitud del pecado y de la condenación. Ahora tenemos esa increíble libertad de postrarnos y adorar al Señor en cualquier lugar y ya estaremos ante su presencia.
En cuarto lugar el creyente se regocija en la esperanza. Pablo ha desarrollado este tema de la esperanza por toda la epístola de romanos. Debido a la seguridad de nuestro Señor Jesucristo tenemos “entrada por la fe a esa gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios” (Rom 5:2) Y también en el capitulo 8:24 dice “Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno, ¿A que esperarlo? Pero si esperamos lo que no vemos con paciencia lo aguardamos”. Por tanto como cristianos tenemos una esperanza inconmovible dada por el Espíritu Santo, miren como Pablo combina la es la esperanza con el gozo.
“Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo” Romanos 15:13
Ante todas estas bendiciones que hemos visto ¿Cómo no vamos a estar gozosos los cristianos? Deberíamos simplemente regocijarnos en todo lo que el Señor ha hecho en nosotros. Pero ¿Por qué vemos a muchos cristianos llenos de ansiedades, angustias, depresiones, afanes en sus vidas? La única respuesta es pecado. No estoy diciendo que no haya otras posibles explicaciones, pero la mayoría de las ansiedades, angustias, depresiones y afanes provienen de no considerar la grandiosa y maravillosa esperanza que tenemos en Cristo. Debido a esto nuestro servicio al Señor va a ser mucho más lento porque estamos detenidos con todos estos problemas que nos detienen y que están fundamentados en nuestras propias obras y no en la obra del Señor. La esperanza de la segunda venida del Señor, hace que nos vamos purificando más y más. Por eso el apóstol Juan nos dice
“Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a si mimo, así como él es puro” 1 Juan 3:3.
La esperanza de la segunda venida del Señor en donde nuestros cuerpos van a ser transformados hace que trabajemos más para la obra del Señor. 1 Cor 15:58
“Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano”
Romanos 12:12 Cristianos sufridos en la tribulación
Después que vemos que los cristianos son personas llenas del gozo del Señor nos dice también que los cristianos viven sufridos en la tribulación. La palabra para “sufridos” (Gr Jupomeno) significa “sufrir pacientemente” “permanecer” “resistir” “soportar[9]”. Las otras versiones bíblicas las traducen así “Tengan paciencia en las dificultades” (NVI) “muestren paciencia en el sufrimiento” (NTV) Por tanto es un llamado para los cristianos a sufrir pacientemente. Pero ¿Por qué los cristianos enfrentamos tribulaciones? Hay varias razones las cuales podemos nombrar.
En primer lugar sufrimos porque nuestro Maestro Jesucristo sufrió. Por tanto como creyentes vamos a enfrentar las mismas dificultades.
“Acordaos de la palabra que yo os he dicho: El siervo no es mayor que su señor. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra” Juan 15:20

En segundo lugar el sufrimiento es el camino que hay que transitar como herederos del reino de Dios (Hechos 14:22)

Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados. Romanos 8:17

En tercer lugar el sufrimiento debe llevarnos a gozarnos porque somos participantes de los padecimientos de Cristo.

“Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría. Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros. Ciertamente, de parte de ellos, él es blasfemado, pero por vosotros es glorificado” 1 Pedro 4: 12-14
Los creyentes del primer siglo enfrentaron muchas persecuciones de diversos grupos. Por ejemplo, los judíos acusaban a los cristianos de “cambiar la ley de Moisés”. Los griegos de predican un mensaje que era una locura. Los romanos de rebelarse contra el Cesar. Además tenían que enfrentar difamación de falsas religiones y falsos hermanos. Por tanto ellos enfrentaron muchas más persecuciones que las que nosotros recibiremos en Chile en el siglo XXI. No sabemos si en el futuro esto se mantendrá así, pero lo que quiero llevarles a pensar es que cuando vemos a los cristianos enfrentando persecuciones nunca los vemos quejándose de eso, sino más bien “gozosos de participar la persecución por causa de Cristo”.
“Y ellos salieron de la presencia del concilio, gozosos de haber sido tenidos por dignos de padecer afrenta por causa del nombre”
Vemos como Pedro y Juan se gozaban en sufrir por causa del evangelio, porque entendían que era un privilegio hacerlo. Pablo también lo entendía de la misma manera
“Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia” Colosenses 1:24
Esta es la perspectiva que como creyentes debemos tener, sufrimos para glorificar a Dios, porque él nos ha llamado a participar en su obra. El nos ha dado la salvación y todas sus promesas. Nos gozamos porque ninguno sufrimiento, prueba, dificultad o persecución puede separarnos del amor de Dios. Ningún sufrimiento o dolor puede quitar que nuestros nombres estén escritos en el cielo, o la libertad que tenemos escrito o la esperanza de gloria de la segunda venida de Cristo.
Romanos 12:12 Cristianos constantes en la oración
La palabra que destaca en este verso es “constantes”. Las otras versiones bíblicas traducen “Sigan orando” (NVI) “Perseveren en la oración”. Por tanto creo que la idea es bastante simple: sean constantes y perseverantes en “su vida de oración”. Como creyentes tendemos a no ser constantes en la oración, pero ¿Por qué? Porque somos pecadores y pensamos que podemos hacer las cosas sin oración. Por supuesto tenemos miles de excusas para no orar, pero ninguna de ellas tiene justificación cuando Jesucristo quien estuvo muy ocupado en su ministerio se levantaba temprano a orar (Marcos 1:35) y además de eso, nos enseño los principios más importantes en la oración modelo (Mt 6:5-15) Pero algo interesante es que cuando estamos bajo tribulaciones, tendemos a buscar con mayor énfasis la voluntad de Dios ¡Esa es una de las razones de porque las tribulaciones y persecuciones son buenas para nuestro crecimiento espiritual! De lo contrario simplemente estaríamos confiando en nosotros mismos y no en el Señor.  Aunque los momentos de tribulación nos pueden enseñar mucho sobre la perseverancia de la oración, Jesús nos manda a que debemos orar constantemente (Lucas 18:1) y Pablo nos decía que debemos “orar sin cesar” (1 Tes 5:17)



[1] https://www.cepchile.cl/
[2] http://www.elmostrador.cl/noticias/pais/2015/12/21/cep-40-de-los-chilenos-cree-que-la-principal-razon-de-la-pobreza-esta-en-la-flojera-y-falta-de-iniciativa/
[3] http://www.latercera.com/noticia/chilenos-creen-que-los-trabajadores-del-pais-son-flojos-y-discriminadores/
[4] Diccionario Vine. Página 281.
[5] http://dle.rae.es/?id=DmapFfE
[6] NVI “Trabajen con esmero”
[7] http://dle.rae.es/?id=SaFeya6
[8] Diccionario Vine. Páginas 838-839.
[9] Diccionario Vine. Página 866

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