Pensar el mundo a través de las Escrituras...

martes, 26 de diciembre de 2017

Entendiendo el dispensacionalismo: Definición e Historia.

Entendiendo el Dispensacionalismo


Para entender este sistema de interpretación teológica los libros que hay que leer son: la Biblia anotada Scofield, El dispensacionalismo hoy de Charles Ryrie, El dispensacionalismo revisado de Michael Vlach,  Eventos por venir J. Dwight y la teología sistemática de Lewis Sperry Chaeffer. Es importante entender bien la posición dispensacionalista, ya que los mismos dispensacionalistas afirman en sus libros que quienes atacan su sistema lo distorsionan. Esto lo dice Ryrie en su libro:

“Por supuesto, clasificar el dispensacionalismo como «modernista», «antibíblico» o «herejía» no es la única manera en que éste ha sido atacado. Algunos han practicado el método de la culpabilidad por asociación. Bowman, por ejemplo, asocia el dispensacionalismo con nombres como el de Hitler y el Nacionalismo Socialista, el Catolicismo Romano, la Ciencia Cristiana y el Mormonismo. El libro La Iglesia frente a los «ismos», escrito por miembros de la Facultad del Seminario Teológico Presbiteriano de Louisville, incluye el dispensacionalismo entre los ismos, como el Adventismo del Séptimo Día y el Perfeccionismo”.

A veces se apela a un ataque ad hominem (ataque a la persona). El nombre comúnmente mencionado es el de Juan Nelson Darby, y el tema del ataque es normalmente sus principios y prácticas separatistas. Se le presenta como el papa entre los Hermanos de Plymouth, que excomulgó caprichosamente a los que estaban en desacuerdo con él y cuyas prácticas separatistas han caracterizado, para mal, la totalidad del movimiento dispensacionalista

“Hay también el ataque que consiste en ridiculizar la doctrina. Este se basa normalmente en la producción de un fantasma de la doctrina dispensacionalista o en una declaración parcial de ella. Algunas supuestas enseñanzas del dispensacionalismo son puestas en ridículo y, por ende, el sistema total cae bajo condenación. Por ejemplo, los oponentes al dispensacionalismo están bien seguros de que éste enseña dos (o más) caminos de salvación. Y ellos preguntan qué puede ser más antibíblico que eso; por lo tanto, es obvio que el sistema debe de ser descartado. Además, ellos declaran que los dispensacionalistas no usan el Sermón del Monte, y ya que el Sermón del Monte obviamente contiene ricas verdades cristianas, ¿qué podría ser más aparente de lo equivocado del sistema que su renuencia al uso de dicho Sermón? Estas acusaciones serán discutidas a su debido tiempo; se mencionan aquí solamente como ejemplo de los métodos de ataques que se han usado contra el dispensacionalismo[1]


Y esto es lo que dice Michael Vlach en su libro:

“Ya sea que usted se considere un dispensacionalista, un oponente del dispensacionalismo, o un observador interesado tratando de reunir hechos acerca de lo que esta teología cree, es importante tener una comprensión correcta del dispensacionalismo. La causa de la verdad nunca es servida por la confusión, tergiversación y argumentos débiles. La mayoría de las críticas al dispensacionalismo por parte de los no dispensacionalistas, simplemente no representan correctamente lo que es el dispensacionalismo. Hay excepciones a esto, pero, desafortunadamente aquellos que critican al dispensacionalismo a menudo se enfocan en cosas erróneas o simplemente muestran una falta de entendimiento acerca de esta teología. Los que promueven el dispensacionalismo no siempre han sido muy claros. Algunas veces, sus explicaciones del dispensacionalismo no han sido claras o han presentado como esencial áreas secundarias de la doctrina del dispensacionalismo y por lo tanto se confunden las cosas aún más”

“En caso de que esté interesado, mi oficina no tiene graficas de profecía en sus paredes (aunque no tengo nada en contra de ellas). Las clases de teología en el seminario en las que enseño dedico poco o nada de tiempo discutiendo la necesidad de creer en “siete” dispensaciones las cuales para mí no son el centro del dispensacionalismo. Y, no, yo no creo que la hermenéutica literal requiera que los árboles literalmente aplaudan con sus manos. Tampoco veo todo terremoto y desastre natural como un cumplimiento de la profecía bíblica. No estudio mi periódico todos los días buscando eventos proféticos. Aunque aprecio la vida y las obras del fundador del dispensacionalismo moderno John Nelson Darby, no veo mis creencias atadas a él. Si se descubriera mañana que Darby fue un loco chiflado que dijo que obtuvo su teología de algún alienígena, no cambiaría ni un poco mi confianza en las creencias fundamentales del dispensacionalismo[2].

Esto nos debe dejar alertas en tratar de no distorsionar lo que nuestros hermanos dispensacionalistas creen acerca de las Escrituras. Sin embargo Ryrie reconoce algunas declaraciones descuidadas de la Biblia Scofield han llevado a otros a interpretar cosas como que “hay varios caminos de salvación”

“Sin duda, se hicieron algunas declaraciones de los dispensacionalistas que eran confusas sobre este tema. Esto fue especialmente cierto en el caso de la nota acerca de Juan 1:17 en la Biblia de Referencia Scofield de 1909:

Como dispensación, la gracia comienza con la muerte y resurrección de Cristo (Rom. 3: 24-26; 4:24, 25).El punto de la prueba ya no es la obediencia legal como la condición de la salvación, sino la aceptación o el rechazo de Cristo, con las buenas obras como el fruto de la salvación.
Algunos vieron en esta declaración una afirmación explícita de que Scofield y los dispensacionalistas creían en múltiples caminos de salvación[3]

Como la idea del no-señorío:

“Claramente, algunos dispensacionalistas afirman una perspectiva de la salvación sin señorío o tienen tendencias al no señorío. Lewis Sperry Chafer, por ejemplo, hizo declaraciones compatibles con la perspectiva del no-señorío. El defensor más conocido de la teología del no señorío es Zane Hodges. Sus libros, El Evangelio Bajo Sitio y Absolutamente Libre promueven explícitamente el no señorío. Una vez más, la cuestión aquí no es si algunos dispensacionalistas han afirmado una perspectiva del señorío, sino si la perspectiva del no señorío es un resultado necesario del dispensacionalismo[4]

Como la idea de que el sermón del monte no aplica a los cristianos:

“Uno de ellos es la suposición de que el dispensacionalismo enseña necesariamente que el Sermón del Monte se aplica sólo al futuro reino milenario. Lewis Sperry Chafer sostuvo este punto de vista, y es cierto que los dispensacionalistas anteriores relegaron el Sermón del Monte (Mateo 5-7) al futuro milenio. Pero la mayoría de los dispensacionalistas de hoy no afirman este punto de vista. La mayoría de los dispensacionalistas hoy ven el sermón del monte como una ética del reino que es aplicable a la actualidad.  Otro mito es que el dispensacionalismo enseña la diferencia entre el reino de Dios y el reino de los cielos. Una vez más, este punto de vista de una distinción entre el reino de Dios y el reino de los cielos fue afirmado por algunos dispensacionalistas del pasado, pero es rechazado en gran medida por los dispensacionalistas más recientes. Una vez más, una distinción debe hacerse entre lo que algunos dispensacionalistas creen y lo que es inherente al sistema. Como ha señalado John Martin:“Uno de los principales malentendidos es una suposición de que hay una sola‘interpretación dispensacional’ de cada pasaje[5].”

Por lo tanto podemos decir que hay que tener cuidado con distorsionar lo que ellos dicen, pero tampoco se puede evitar decir cosas que algunos dispensacionalistas si han afirmado.


Las definiciones del dispensacionalismo

¿Qué es el dispensacionalismo? Paul Enss nos dice que “El dispensacionalismo es un sistema de interpretación que busca establecer la unidad de las Escrituras  a través de su enfoque central en la gracia de Dios. Aunque los dispensacionalistas reconocen diferentes administraciones o dispensaciones a través de las cuales Dios puso al hombre en posiciones de confianza, enseñan que la respuesta a la revelación de Dios en cada una de las dispensaciones es por fe (la salvación siempre es por gracia a través de la fe). Los dispensacionalistas llegan a su sistema de interpretación por medio de dos principios: (1) mantener un método de interpretación consistentemente literal; (2) mantener la distinción entre Israel y la iglesia[6]

Para poder comprender de qué se trata el dispensacionalismo, debemos tratar de definirlo a partir de sus propias fuentes. La definición del dispensacionalismo clásico está en la Biblia Scofield:
«Una dispensación es un período de tiempo durante el cual el hombre es puesto a prueba con referencia a cierta revelación específica de la voluntad de Dios. Hay siete distintas dispensaciones en las Escrituras[7]».

Charles Ryrie nos da una definición y  las características primarias y segundarias. Luego dice cual es el “sine qua non” del dispensacionalismo y cuantas dispensaciones son:

“Una definición breve de una dispensación es como sigue: Una dispensación es una economía, o administración, específica en el cumplimiento del propósito de Dios[8].

“De modo que las características perceptibles de una diferente dispensación son las siguientes: 1) un cambio en la relación gubernamental de Dios para con el hombre (aunque una dispensación no tiene que estar compuesta totalmente de aspectos completamente nuevos), 2) un cambio resultante en la responsabilidad del hombre, y 3) una revelación necesaria correspondiente para efectuar el cambio (la cual es una etapa en el progreso de la revelación a través de la Biblia)[9]

“Hasta ahora nada se ha dicho acerca de las características normales que aparecen en una nueva dispensación, a saber: una prueba, un fracaso, y un juicio[10]

¿Cuál es, entonces, el sine qua non del dispensacionalismo? La respuesta es triple. Un dispensacionalista mantiene la distinción entre Israel y la Iglesia. Esta distinción entre Israel y la Iglesia nace de un sistema de hermenéutica que comúnmente se le llama interpretación literal. Un tercer aspecto del sine qua non del dispensacionalismo es un asunto más bien técnico. Este se relaciona al propósito fundamental de Dios en el mundo. El teólogo del pacto, en la práctica, hace de este propósito la salvación, y el dispensacionalista dice que el propósito es mucho más amplio aún, a saber, la gloria de Dios[11].

“La mayoría de los dispensacionalistas ven siete dispensaciones en el plan de Dios (Aunque a través de la historia del dispensacionalismo no siempre han sido las mismas siete). Ocasionalmente un dispensacionalista puede suscribirse sólo a cuatro, y algunos mantienen que son ocho. La declaración de fe del Seminario Teológico de Dallas menciona solamente tres por nombre (la ley mosaica, la presente dispensación de la gracia, y la dispensación futura del reino milenial)  ¿Por qué es que existe esta diferencia? Probablemente la respuesta se encuentra en el hecho de que las tres —ley, gracia y reino— son el tema tratado en gran parte de la Biblia, mientras que las otras, no importa cuántas son, no lo son. En otras palabras, la diferencia de opinión en cuanto al número no se debe a una deficiencia en la estructura dispensacional, sino más bien a la falta de detalle en la revelación de los períodos tempranos de la historia bíblica. No tenemos preservados en forma escrita todo lo que Dios pudo haber dicho o revelado al hombre en estos períodos tempranos. No obstante, en la base de la definición de lo que es una dispensación como una responsabilidad perceptible en la manifestación del propósito de Dios, no es difícil deducir cuántas dispensaciones son reveladas en la Biblia. Si alguien es un premilenarista, entonces le será fácil reconocer los principios establecidos por Dios en el milenio, durante el cual Cristo está físicamente presente. Esta dispensación presente, cuya característica principal —no única— es la gracia, también es fácilmente justificada por medio de esta definición. Lo mismo es aparente en cuanto a la dispensación de la ley mosaica, y no es necesario enfatizar más este punto. Es el tiempo entre el comienzo de la creación hasta el establecimiento de la ley el que produce en las mentes de algunos la pregunta en relación a la validez de todas las dispensaciones que se dicen pertenecer a ese período. Sin embargo, antes de la caída del hombre, el orden era perceptiblemente diferente al que fue después de la caída. Ya hemos justificado la existencia de cinco dispensaciones:
1) la anterior a la caída,
2) como quiera llamarse a lo que ocurrió después de la caída y hasta el tiempo de Moisés,
3) la ley,
4) la gracia, y
5) el reino milenial.
El simple hecho de que resulta difícil encontrar un nombre apropiado que abarque la economía (leyes y principios que rigen y ordenan una responsabilidad que ha sido dada) que se extiende desde la caída hasta Moisés, debe de hacer que uno examine cuidadosamente la validez de tratar de enfocar la totalidad de ese período como si tuviese una sola dispensación. Debe de ser aparente que hasta el tiempo de Abraham el gobierno de Dios abarcaba todas las naciones, mientras que con Abraham, Dios comenzó a separar una nación, y en la separación El hizo un pacto muy característico con Abraham. Por lo tanto, la característica perceptible del trato de Dios con Abraham por medio de la promesa parece ser suficiente para describir lo que frecuentemente se llama la dispensación de la promesa. La única pregunta que permanece sin contestar es si las dispensaciones que popularmente se llaman la conciencia y el gobierno humano son válidas. Supongamos que hay solamente una dispensación durante ese período, ¿cómo debe llamársele? Si hubiese dos, ¿cuáles serían los aspectos visibles que las justificarían? El problema se complica por el hecho de que la revelación bíblica que cubre este largo período de tiempo es muy breve. Parece que hay suficiente garantía en el nuevo orden de Dios para designarlo como el gobierno humano en el tiempo de Noé y, por consiguiente, distinguirlo como una dispensación (comparemos Gen. 9:6 con 4:15). Si estuviésemos de acuerdo en eso, entonces hay siete dispensaciones, y tiene que admitirse que cuanto más estudia uno este asunto a la luz de la definición básica más se ha de inclinar a concluir que hay siete dispensaciones. Parece ser algo de moda en estos días el evadir esta conclusión o, por lo menos, no hacer caso a las previas dispensaciones, pero si uno tiene una definición consistentemente práctica y si la aplica a través de toda la historia, entonces es extremadamente difícil no llegar a la conclusión de que hay siete dispensaciones[12].

Sin embargo Michael Vlanch cuestiona que se deba entender de esta manera:

En primer lugar, creer en dispensaciones no puede ser una característica distintiva del dispensacionalismo ya que todos los cristianos creen en las dispensaciones. ¿Qué cristiano no cree que haya una diferencia dispensacional entre el mundo pre-caída y el mundo pos-caída? ¿Quién no ve una distinción dispensacional entre la era antes y después de la primera venida de Cristo?¿Qué cristiano no reconoce que la época actual es diferente de la venida del cielo nuevo y la tierra nueva? Además, el dispensacionalismo no se trata de reconocer el término griego oikonomía, que está vinculada a la palabra “dispensación.” Después de todo, ¿Qué erudito bíblico no cree que la palabra griega, oikonomia es un término bíblico? Por lo tanto, el reconocimiento de la palabra oikonomia no hace a uno un dispensacionalista, ni la definición de este término nos revela la esencia del dispensacionalismo.Como John Feinberg señaló: “El error inicial es pensar que la palabra ‘dispensación’ y hablar de diferentes órdenes administrativos sólo aparece en el pensamiento dispensacional.” Feinberg también está en lo correcto en que, “definir el término ‘dispensación’ no define la esencia del Dispensacionalismo como tampoco definir el término ‘pacto’ explicaría la esencia de la Teología del Pacto.”

De manera similar, el número de dispensaciones que uno afirme no debe ser considerado esencial para el dispensacionalismo. Tradicionalmente, el dispensacionalismo se ha relacionado con la creencia en “siete” dispensaciones, pero otros han argumentado a favor de cuatro u ocho, o algún otro número. Personalmente, nunca he estado de acuerdo con la omisión del Estado Eterno como una “dispensación” en algunos esquemas dispensacionales. Además, yo nunca he estado muy convencido de los criterios de “prueba,” “fracaso,” “juicio” para la determinación de una dispensación que ha sido parte del dispensacionalismo clásico. Este enfoque me parece algo arbitrario y viene con dispensaciones que son dudosas, excluyendo otras partidas que parecen obvias (como el Estado Eterno). Por lo tanto, no creo que uno deba afirmar siete dispensaciones para ser un verdadero dispensacionalista. Feinberg tiene razón nuevamente cuando afirma: “El número de dispensaciones no está en el corazón del sistema”[13]

Y luego Vlanch lo define de la siguiente manera:
“El Dispensacionalismo es un sistema de teología que se ocupa principalmente de las doctrinas de la eclesiología y la escatología dando énfasis al significado histórico-gramatical de los pasajes proféticos y pactos del Antiguo Testamento, una distinción entre Israel y la iglesia, y una salvación futura y restauración de la nación de Israel en un futuro reino terrenal”
1. La revelación progresiva del Nuevo Testamento no interpreta o reinterpreta los pasajes del Antiguo Testamento de una manera que cambie o cancele el significado original de los escritores del Antiguo Testamento según lo determinado por la hermenéutica histórico-gramatical.
2. Existen tipos pero la nación de Israel no es un tipo que se sustituyó por la iglesia.
3. Israel y la iglesia son distintas, por lo que la iglesia no puede ser identificada como el nuevo / verdadero Israel.
4. Existe tanto la unidad espiritual como la salvación entre los Judios y gentiles y un papel futuro de Israel como nación.
5. La nación de Israel será salvada y restaurada con una identidad única y función en un futuro reino milenario sobre la tierra.
6. Hay múltiples sentidos de la “simiente de Abraham,” por lo tanto, la identificación de la iglesia como “simiente de Abraham” no anula las promesas de Dios a los judíos creyentes de la“simiente de Abraham.[14]

Historia del Dispensacionalismo.

El argumento que generalmente se usa contra el dispensacionalismo es decir que es un sistema moderno, por tanto se tiende a descalificar rápidamente. Sin embargo Charles Ryrie en su libro muestra que en la historia de la iglesia han existido teólogos que han esbozado sistemas de interpretación “dispensacional[15]”.

Justino Mártir (110-165) mantuvo un concepto de los diferentes programas de Dios. En el Dialogue with Trypho, al tratar el asunto de que Dios siempre ha enseñado o ha mostrado la misma justicia, dice:

Pues si alguien os preguntase por qué, desde Enoc, Noé con sus hijos, y todos los otros en circunstancias similares, quienes ni fueron circuncidados ni guardaron el sábado, agradaron a Dios, Dios requirió, por medio de otros líderes y por medio de la introducción de la ley después de un tiempo de muchas generaciones, que aquellos que vivieron entre los tiempos de Abraham y Moisés fuesen justificados por  la circuncisión y las otras ordenanzas, a saber: el sábado, los sacrificios, las libaciones y las ofrendas...

Posteriormente, en el mismo libro, habla de la presente dispensación y de los dones de poder propios de la misma.

Ireneo (130-200) escribió acerca del por qué hay solamente cuatro evangelios. Y dice lo siguiente:

 “y el evangelio es cuadriforme, como lo es también el curso seguido por el Señor. Por esta razón ha habido cuatro pactos principales dados a la raza humana: Uno, antes del diluvio, bajo Adán; el segundo, después del diluvio, bajo Noé; el tercero, el de la ley, bajo Moisés; el cuarto, que es el que renueva al hombre, y abarca todas las cosas en sí mismas por medio del evangelio, levantando y llevando a los hombres en sus alas hacia el reino celestial”.

El no se refirió a esos períodos llamándolos dispensaciones, aunque frecuentemente habló de las dispensaciones de Dios y especialmente de la dispensación cristiana. Clemente de Alejandría (150-220) diferenció tres dispensaciones patriarcales (en Adán, Noé y Abraham), como también la mosaica. Samuel Hanson Coxe (1793-1880) basó su propio sistema de siete dispensaciones en la cuádruple división de Clemente.

Agustín también refleja esos conceptos tempranos del dispensacionalismo en sus escritos. Aunque su declaración frecuentemente citada: «distinguid los tiempos, y las Escrituras armonizan en sí mismas», no es aplicable en su contexto a las ideas dispensacionalistas, en otras partes él hace declaraciones que sí son aplicables:

“La institución divina del sacrificio era adecuada en la antigua dispensación, pero no lo es ahora porque el cambio conveniente a la edad presente ha sido introducido por Dios, quien conoce infinitamente mejor que el hombre lo que es apropiado para cada edad, y ya sea que quite o añada, cancele o prohíba, aumente o disminuya, el creador inmutable de cosas mutables, ordenando todos los eventos en Su providencia hasta que la hermosura de lo completo y final, cuyas partes componentes son las dispensaciones adaptadas a cada edad sucesiva, sea consumada, como la gran melodía de algún maestro inefable de la música, y éstos pasan a la inmediata contemplación eterna de Dios, quien aquí, aunque es un tiempo de fe, y no de vista, están adorándole aceptablemente”

“No hay variación en Dios, aunque en el período anterior de la historia del mundo El requirió una clase de ofrendas y en el período posterior otra, ordenando así las acciones simbólicas pertenecientes a la bendita doctrina de la verdadera religión, en armonía con los cambios de épocas sucesivas, sin causar ningún cambio en El”

“Si de esta manera se ha establecido que aquello que era para una edad correctamente ordenada puede ser en otra edad correctamente cambiado, la alteración indica un cambio en la obra, y no en el plan de Aquel que hace el cambio, habiéndose formado el plan por Su facultad de inteligencia, a la cual, sin estar condicionado por la sucesión del tiempo, aquellas cosas están simultáneamente presentes, aunque no pueden hacerse en realidad al mismo tiempo debido a que las edades se suceden unas a otras”

No se está sugiriendo ni tampoco debe de inferirse que estos primeros padres apostólicos eran dispensacionalistas en el sentido moderno de la palabra. Pero sí es verdad que algunos de ellos enunciaron principios que posteriormente se desarrollaron en el dispensacionalismo y que puede decirse correctamente que mantuvieron conceptos primitivos o tempranos del dispensacionalismo.

Desde este tiempo hasta pasada la reforma no hubo contribuciones sustanciales a lo que después fue sistematizado como el dispensacionalismo. Después de que las importantes cuestiones doctrinales de la reforma fueron resueltas, los teólogos pudieron volver su atención nuevamente a estos asuntos que envuelven el trato de Dios con el hombre.

Pierre Poiret fue un místico y filósofo francés (1646-1719). Su gran obra L'CEconomie Divine, primeramente publicada en Amsterdam en 1687, fue traducida al inglés y publicada en Londres, en seis tomos, en 1713. La obra comenzó como una continuación de un estudio sobre la doctrina de la predestinación, pero fue ampliada hasta formar más bien un compendio de teología sistemática. El contenido de dicha obra muestra rasgos de misticismo, representando una forma modificada del calvinismo, y es premilenaria y dispensacionalista. Cada uno de los seis tomos está dedicado a una economía en particular, aunque su estructura dispensacional no sigue exactamente el título de cada dogma. Dicha estructura, como aparece en esos tomos, es la siguiente:
I. La infancia: hasta el diluvio.
II. La niñez: hasta Moisés.
III. La adolescencia: hasta los profetas (aproximadamente el tiempo de Salomón).
IV. La juventud: hasta la venida de Cristo.
V. La madurez: «algo después de ese tiempo».
VI. La vejez: «el tiempo de la decadencia del hombre».(V y VI parecen ser la parte temprana y posterior de la dispensación cristiana.)
VII. La renovación de todas las cosas: el milenio.

Ehlert analiza correctamente la importancia de la obra de este hombre de la manera siguiente:

No hay duda de que aquí tenemos un genuino diseño dispensacional. El usa la frase «período o dispensación», y su séptima dispensación es un milenio literal de mil años con Cristo, que ha regresado y está reinando en forma física sobre la tierra, con sus santos, e Israel recogido y convertido. El ve el derrocamiento del protestantismo corrompido, la revelación del anticristo, las dos resurrecciones y muchos de los eventos generales característicos del tiempo del fin.

Juan Edwards (1639-1716) publicó en 1699 dos tomos, un total de 790 páginas, con el título de Una historia completa o un bosquejo de todas las dispensaciones. Su propósito en el mencionado libro era «exhibir todas las transacciones de la Providencia divina relacionadas con los métodos de la religión desde la creación hasta el fin del mundo, desde el primer capítulo del Génesis hasta el último del Apocalipsis».

El creía en un milenio que, a su modo de ver, consistiría en un reino espiritual. «Yo concibo —dijo— que el Señor pueda aparecer personalmente arriba, aunque no reinará personalmente sobre la tierra.» Su estructura dispensacional era la siguiente:
I. Inocencia y felicidad, o Adán creado en justicia.
II. Pecado y miseria, Adán cayendo en pecado.
III. Reconciliación, o Adán restaurado, desde la redención de Adán hasta el final del
mundo.
A. La economía patriarcal:
1. Adámica, antediluviana.
2. Noéica.
3. Abrahámica.
B. Mosaica.
C. Gentil (coexistente con A y B).
D. Cristiana o evangélica:
1. Infancia, período primitivo, pasado.
2. Niñez, período presente.
3. Madurez, futuro (milenio).
4. Vejez, desde que Satanás es suelto hasta la conflagración.

Isaac Watts (1674-1748), el bien conocido himnólogo, también fue un teólogo (con tendencias arrianas), cuyos escritos llenan seis grandes tomos. En un ensayo de cuarenta páginas titulado «la armonía de todas las religiones que Dios prescribió a los hombres y todas sus dispensaciones hacia ellos», describió su concepto de las dispensaciones y presentó su sistema. La definición de Watts es la siguiente:

“Las dispensaciones públicas de Dios hacia el hombre, son aquellas sabias y santas constituciones de su voluntad y su gobierno, reveladas o de alguna manera manifestadas en los diferentes períodos sucesivos o edades del mundo, en las que están contenidas las responsabilidades que El espera de los hombres, y las bendiciones que promete, o les anima a esperar de Él, aquí y en el más allá; conjuntamente con los pecados que prohíbe y los castigos que promete infligir a los pecadores, o las dispensaciones de Dios pueden ser descritas más brevemente, como las reglas morales dispuestas por Dios en su trato con la Humanidad, considerados como criaturas razonables y como responsables a El por su comportamiento, tanto en este mundo como en el que está por venir. Cada una de estas dispensaciones de Dios pueden ser representadas como diferentes religiones, o al menos como diferentes formas de religión, designadas para los hombres en las distintas edades sucesivas del mundo”

Su bosquejo dispensacional es el siguiente:
I. La dispensación de la inocencia, o la religión de Adán al principio.
II. La dispensación adámica del pacto de la gracia, o la religión de Adán después de la caída.
III. La dispensación noéica, o la religión de Noé.
IV. La dispensación abrahámica, o la religión de Abraham.
V. La dispensación mosaica, o la religión judía.
VI. La dispensación cristiana.

Con la excepción de la exclusión del milenio (él no lo considera una dispensación), este bosquejo es exactamente igual al que aparece en la Biblia anotada de Scofield, y éste es el bosquejo de Watts, ¡no el de Darby! Así que a través de este período hubo una actividad intelectual significativa y una cantidad considerable de literatura sobre el asunto de los tratos de Dios con el hombre a través de las edades. Este era el período del desarrollo del dispensacionalismo.

No cabe duda que los Hermanos de Plymouth, de los que Juan Nelson Darby (1800- 1882) fue un líder, tuvieron mucho que ver con la sistematización y la propagación del dispensacionalismo. Pero ni Darby ni los Hermanos originaron los conceptos comprendidos en el sistema, y aun si lo hubiesen hecho, eso no significa que ellos estaban errados si puede probarse que fueron bíblicos.

Darby nació en Londres de padres irlandeses, fue educado en el Trinity College, Dublín (del cual se graduó a la edad de dieciocho años), y fue admitido en el colegio de abogados a la edad de veintidós años. Se convirtió y dejó su carrera legal un año después, y fue ordenado en la iglesia anglicana. Trabajó vigorosamente y con gran éxito en su primera iglesia, con el resultado de que cierta ocasión los católicos romanos estaban «convirtiéndose al protestantismo a razón de seiscientos a ochocientos por semana». Debido a la alianza entre la iglesia anglicana y el estado, Darby, poco después, sintió que debía dejar ese ministerio y buscar un compañerismo que enfatizase una comunión más espiritual e íntima. Comenzó a reunirse con un grupo de personas que pertenecían a la iglesia anglicana en Dublín y quienes, debido a su descontento hacia esa iglesia, estaban buscando una comunión más personal, así como el estudio de la Biblia. Estas primeras reuniones comenzaron antes que Darby estuviese descontento. El no fue el fundador de este grupo, y las reuniones no eran en ninguna manera una protesta, sino más bien actos espontáneos. Después de algunos viajes, Darby se radicó en Plymouth, Inglaterra, donde en 1831 comenzó el culto del partimiento del pan. Por el año 1840 cerca de ochocientas personas asistían a esos cultos, y era inevitable que dicho grupo, que según Darby no debía ser conocido por ningún nombre denominacional sino simplemente como hermanos, sería llamado los Hermanos de Plymouth. Posteriormente surgieron muchos grupos en Inglaterra y luego en otras partes del mundo. Darby mismo esparció el movimiento por medio de sus viajes por Alemania, Italia, los Estados Unidos y Nueva Zelanda. Era un trabajador incansable. Su ministerio de literatura incluye cerca de cuarenta libros de seiscientas páginas cada uno, habiendo producido también una traducción de la Biblia. Sus obras muestran una amplitud de erudición y un conocimiento de los idiomas originales, la filosofía y la historia eclesiástica. Las primeras asambleas tuvieron sus problemas, y Darby aparece principalmente en las controversias de aquellos años. La estructura dispensacional presentada por Darby (aunque no siempre puede discernirse fácilmente de sus escritos) era la siguiente:


I. Desde la condición en el Paraíso hasta el diluvio.
II. Noé.
III. Abraham.
IV. Israel.
A. Bajo la ley.
B. Bajo el sacerdocio.
C. Bajo los reyes.
V. Gentiles.
VI. El Espíritu.
VII. El milenio.

Su filosofía del dispensacionalismo está expresada en las siguientes palabras:

“Esto, sin embargo, tenemos que aprenderlo en sus detalles, en las diferentes dispensaciones que han conducido a o han seguido las revelaciones del Hijo encarnado, en quien toda la plenitud se complació en habitar... El detalle de la historia asociado con estas dispensaciones produce muchas y muy interesantes manifestaciones, tanto de los principios y de la paciencia de los tratos de Dios con los males y los fracasos del hombre, como del obrar por el que formó la fe en los suyos y produjo así perfecciones. Pero las dispensaciones en sí declaran algún principio importante o intervención de Dios, alguna condición en la cual ha puesto en el hombre principios que en sí mismos son eternamente sancionados por Dios, pero en el curso de esas dispensaciones ponen la responsabilidad en las manos de  hombre para la manifestación y el descubrimiento de lo que él era, y la producción en su establecimiento infalible en aquel a quien pertenece por derecho la gloria de todos ellos. ... en cada caso hubo fracaso total e inmediato en relación al hombre; sin embargo, la paciencia de Dios podía tolerar y continuar por la gracia la dispensación en la cual el hombre había fracasado desde su comienzo; y, además, que no hay ningún caso de restauración de una dispensación permitido a nosotros, aunque pudiese haber un avivamiento parcial de ésta a través de la fe”

 Solamente es necesario hacer un comentario tocante a las enseñanzas de Darby: no era éste obviamente el patrón seguido por Scofield. Si Scofield copió el método de alguien fue el de Watts, no el de Darby. Aunque no podemos menospreciar la gran influencia de Darby, la declaración hecha a la ligera de que el dispensacionalismo se originó con Darby, cuyo sistema fue tomado y popularizado por Scofield, no es históricamente correcta.

Nuestro hallazgo tocante al carácter más o menos reciente del dispensacionalismo sistemático no debe de sorprendernos. No es de sorprender que un asunto cuyas distinciones primarias tienen que ver con la escatología no hubiesen sido sistematizadas hasta que la escatología comenzó a ser estudiada seriamente por la iglesia. La mayoría está de acuerdo en que la historia del dogma ha seguido un cierto patrón de desarrollo manifiesto y de discusión. Orr, en su obra clásica The Progress of Dogma, muestra cómo las doctrinas estudiadas por la iglesia a través de su historia cronológicamente corresponden con el orden general seguido en la mayoría de las teologías sistemáticas. En orden cronológico las discusiones doctrinales eran sobre apologética, teología propia, antropología, cristología, soteriología y, después de la reforma, la escatología. Sin duda, lo reciente de la escatología sistemática se explica parcialmente por el carácter más o menos recientes del dispensacionalismo sistemático. Esto no quiere decir que la escatología, o aun un dispensacionalismo primitivo, no fuese considerado antes de los tiempos posteriores a la reforma, pero sí quiere esto decir que el desarrollo sistemático de la doctrina en esas áreas fue dilatado hasta entonces. Así pues, el estudio de la escatología ha producido el buen fruto de las distinciones dispensacionales en este período moderno del progreso del dogma. En conclusión: En respuesta a la acusación de que el dispensacionalismo es reciente y, por lo tanto, sospechoso, hemos tratado de mostrar dos cosas:

1) Los conceptos dispensacionales fueron enseñados por hombres que vivieron mucho antes que Darby.
2) Es de esperarse que el dispensacionalismo, un sistema estrechamente relacionado a la escatología, no hubiese sido refinado y sistematizado hasta tiempos recientes simplemente debido a que la escatología no era un tema bajo discusión en aquel entonces. Las conclusiones sacadas de la acusación de ser reciente por los oponentes al dispensacionalismo carecen, por lo tanto, de justificación. En toda esta discusión también es necesario recordar que el veredicto de la historia no es la autoridad final. Toda doctrina, ya sea antigua o reciente, en el análisis final, tiene que ser probada por la luz de las Escrituras.

A la luz de toda esta evidencia podemos decir que cierta forma de dispensacionalismo siempre ha existido en la historia de la iglesia cristiana. Pero el dispensacionalismo comienza formalmente con John Nelson Darby (1800-1882)

El dispensacionalismo clásico

José Grau en su libro “Escatología final de los tiempos” dice lo siguiente sobre el dispensacionalismo clásico[16]:

“Los orígenes de la escatología dispensacionalista se remontan a una pretendida revelación que una joven escocesa de 15 años. Margaret McDonaId, tuvo el mes de abril de 1830 en Port Glasgow, su ciudad natal. Según esta revelación, la segunda venida de Cristo tendría lugar en dos etapas: la primera, para recoger a un grupo selecto de creyentes, que sería arrebatado al cielo para ir al encuentro del Señor antes de la aparición del Anticristo, antes de la gran tribulación. Un amigo de la familia, R. Norton, escribió el relato de la visión, insistiendo en que era la primera vez que alguien dividiese en dos la segunda venida. Estos escritos han estado fuera de circulación durante mucho tiempo, hasta que la labor infatigable de investigadores como Dave McPherson dio su fruto con el hallazgo de los documentos que prueban de modo irrefutable el verdadero origen de lo que constituye el núcleo mismo del dispensacionalismo: el arrebatamiento secreto de la Iglesia, para dar paso al cumplimiento final de todas las profecías relativas a Israel.

Las visiones de Margaret McDonaId fueron notorias en toda Escocia, y muy especialmente entre los grupos interesados en los fenómenos carismáticos que allí se manifestaban. Entre los visitantes de Port Glasgow se hallaba John Darby, el fundador de los Hermanos Cerrados, aunque por entonces no se había separado todavía de otros dirigentes de las Asambleas —tales como Newton, Chapman y Tregelles—, quienes diferían de él en varias cosas; entre ellas los nuevos conceptos escatológicos, los cuales llegaron, sin embargo, a alcanzar luego un enorme grado de penetración en los Hermanos

En palabras de Charles Ryrie esta es la historia del dispensacionalismo clásico o sistematizado[17]:

No cabe duda que los Hermanos de Plymouth, de los que Juan Nelson Darby (1800- 1882) fue un líder, tuvieron mucho que ver con la sistematización y la propagación del dispensacionalismo. Pero ni Darby ni los Hermanos originaron los conceptos comprendidos en el sistema, y aun si lo hubiesen hecho, eso no significa que ellos estaban errados si puede probarse que fueron bíblicos. Darby nació en Londres de padres irlandeses, fue educado en el Trinity College, Dublín (del cual se graduó a la edad de dieciocho años), y fue admitido en el colegio de abogados a 44 la edad de veintidós años. Se convirtió y dejó su carrera legal un año después, y fue ordenado en la iglesia anglicana. Trabajó vigorosamente y con gran éxito en su primera iglesia, con el resultado de que cierta ocasión los católicos romanos estaban «convirtiéndose al protestantismo a razón de seiscientos a ochocientos por semana». Debido a la alianza entre la iglesia anglicana y el estado, Darby, poco después, sintió que debía dejar ese ministerio y buscar un compañerismo que enfatizase una comunión más espiritual e íntima. Comenzó a reunirse con un grupo de personas que pertenecían a la iglesia anglicana en Dublín y quienes, debido a su descontento hacia esa iglesia, estaban buscando una comunión más personal, así como el estudio de la Biblia. Estas primeras reuniones comenzaron antes que Darby estuviese descontento. El no fue el fundador de este grupo, y las reuniones no eran en ninguna manera una protesta, sino más bien actos espontáneos.

Después de algunos viajes, Darby se radicó en Plymouth, Inglaterra, donde en 1831comenzó el culto del partimiento del pan. Por el año 1840 cerca de ochocientas personas asistían a esos cultos, y era inevitable que dicho grupo, que según Darby no debía ser conocido por ningún nombre denominacional sino simplemente como hermanos, sería llamado los Hermanos de Plymouth. Posteriormente surgieron muchos grupos en Inglaterra y luego en otras partes del mundo. Darby mismo esparció el movimiento por medio de sus viajes por Alemania, Italia, los Estados Unidos y Nueva Zelanda. Era un trabajador incansable. Su ministerio de literatura incluye cerca de cuarenta libros de seiscientas páginas cada uno, habiendo producido también una traducción de la Biblia. Sus obras muestran una amplitud de erudición y un conocimiento de los idiomas originales, la filosofía y la historia eclesiástica. Las primeras asambleas tuvieron sus problemas, y Darby aparece principalmente en las controversias de aquellos años. La estructura dispensacional presentada por Darby (aunque no siempre puede discernirse fácilmente de sus escritos) era la siguiente:
I. Desde la condición en el Paraíso hasta el diluvio.
II. Noé.
III. Abraham.
IV. Israel.
A. Bajo la ley.
B. Bajo el sacerdocio.
C. Bajo los reyes.
V. Gentiles.
VI. El Espíritu.
VII. El milenio

En palabras de Michael Vlach los orígenes del dispensacionalismo clásico; revisado modificado y progresivo son[18]:

Los inicios del dispensacionalismo sistematizado están vinculados con John Nelson Darby (1800-1882), un ministro de los Hermanos de Plymouth. Durante su estancia en el Trinity College en Dublin (1819) Darby llego a creer en una salvación y restauración futura de la nación de Israel. Basado en su estudio de Isaías 32, Darby concluyó que Israel, en una dispensaciónfutura, disfrutaría bendiciones terrenales que eran diferentes de las bendiciones celestiales experimentadas por la iglesia. El vio una clara distinción entre Israel y la iglesia. Darby también llego a creer en un rapto “inminente” de la iglesia que era seguido de la Septuagésima Semana de Daniel en la que Israel tendría una vez más  el centro del escenario en el Plan de Dios. Después de este periodo, Darby creía que habría un reino milenial en el que Dios cumpliría Sus promesas incondicionales con Israel.[19]

De acuerdo con Paul Enns, “Darby propuso el esquema del dispensacionalismo al notar que cada dispensación coloca al hombre bajo cierta condición, el hombre tiene cierta responsabilidad ante Dios. Darby también notó que cada dispensación culmina en fracaso.”[20] Darby vio siete dispensaciones: (1) El estado paradisíaco hasta el diluvio; (2) Noé; (3) Abraham; (4) Israel; (5) Gentiles; (6) El Espíritu; y (7) El Milenio. Por su propio testimonio, Darby dice que su teología dispensacional fue completamente formada para el 1833. Darby a menudo es considerado el ‘padre del dispensacionalismo.

El Dispensacionalismo tomó forma en el Movimiento de los Hermanos en la Bretaña del siglo diecinueve. Aquellos dentro del Movimiento de los Hermanos rechazaron un rol especial para un clero ordenado y enfatizaron los dones espirituales de los creyentes ordinarios para enseñar y amonestar uno al otro con la Escritura. Los Hermanos tuvieron una influencia importante en el Protestantismo evangélico e influenciaron a los ministros en los Estados Unidos tales como D.L. Moody, James Brookers, J.R. Graves, A.J. Gordon, y C.I. Scofield.[21]

En los inicios de 1870, varias conferencias bíblicas se llevaron a cabo en los Estados Unidos. Estas conferencias ayudaron a esparcir el dispensacionalismo. Las conferencias de Niagara (1870-principios de 1900) no comenzaron a promover el dispensacionalismo sino que las ideas dispensacionales fueron a menudo promovidas. Las Conferencias Bíblicas y Proféticas Estadounidenses de 1878-1914 promovieron la teología dispensacional. A finales de 1800, algunos institutos bíblicos fueron fundados y enseñaron teología dispensacional incluyendo el Instituto Bíblico Nyack (1882), El Boston Missionary Training School (1889), y El Instituto Bíblico Moody (1889). C.I. Scofields, un participante de las conferencias de Niagara, produjo la Biblia de Referencia Scofield en 1909. Esta Biblia de referencia se volvió la mayor influencia en la propagación del dispensacionalismo. Todavía es común hoy en día para los críticos del dispensacionalismo referirse de nuevo a la Biblia de Referencia Scofield como algo normativo de las creencias del dispensacionalismo.

Después de la Primera Guerra Mundial, fueron formadas muchas escuelas bíblicas dispensacionalistas. Dirigidas por el Seminario Teológico de Dallas (1924), el dispensacionalismo comenzó a ser promovido en un escenario formal académico. Bajo Scofield, entró en un periodo docente que más tarde fue llevado por su sucesor: Lewis Sperry Chafer. Una mayor promoción del dispensacionalismo tuvo lugar con la Teología Sistemática de ocho volúmenes de Chafer.



El ultra dispensacionalismo o dispensacionalismo extremo[22]

En general, se conoce como ultradispensacionalismo al movimiento de los estudiantes fieles a la Biblia que lleva el dispensacionalismo más allá de donde la mayoría de los dispensacionalistas se detiene. La característica principal del ultradispensacionalismo es la perspectiva relativa al comienzo de la iglesia. A diferencia de la corriente principal del dispensacionalismo, la cual defiende que el inicio de la iglesia ocurre en Hechos 2, el ultradispensacionalismo cree que la iglesia comenzó después; el grupo moderado sugiere Hechos 9 o 13, y el más extremo sugiere Hechos 28. El grupo extremo sigue a E. W. Bullinger (1837-1913), un erudito con algo de renombre; de hecho, el dispensacionalismo temprano a veces era llamado bullingerismo. Otras personas de este grupo incluyen a Charles H. Welch de Londres, sucesor de E. W. Bullinger; A. E. Knoch; Vladimir M. Gelesnoff y Otis Q. Sellers de Grand Rapids. Bullinger enseñaba que los Evangelios y Hechos estaban bajo la dispensación de la ley, y que la iglesia comenzó en realidad con el ministerio de Pablo después de Hechos 28:28. Los libros del Nuevo Testamento donde se establece la revelación sobre este concepto de iglesia son Efesios, Filipenses y Colosenses. Bullinger identificó tres períodos en el Nuevo Testamento: (1) el tiempo de los Evangelios, cuando el evangelio sólo se predicaba a los judíos y se autenticaba por el bautismo en agua; (2) el período de transición en Hechos y en las epístolas neotestamentarias, correspondiente al tiempo en que todavía se ofrecía a los judíos participar en la “iglesia/novia”, y se autenticaba mediante el bautismo doble en agua y en Espíritu; (3) el período en que los judíos y gentiles forman un sólo cuerpo en Cristo, autenticado tan sólo por el bautismo en el Espíritu. Como la iglesia gentil se relaciona con Cristo a través del Espíritu, el bautismo y la Cena del Señor no tienen importancia para la iglesia. Según Bullinger, tales ritos están relacionados con la carne. El grupo moderado sostiene que la iglesia comenzó en Hechos 9 o 13. Se identifica con J. C. O’Hair, Cornelius R. Stam y Charles F. Baker, autor de A Dispensational Theology [Una teología dispensacional]. El Grace Bible College de Grand Rapids es la principal escuela ultradispensacional afiliada con los ministerios Grace Gospel Fellowship y Worldwide Grace Testimony. Stam enseñaba que la iglesia comenzó en Hechos 9 con la conversión de Pablo. El “Cuerpo de la Iglesia” sólo pudo empezar con el inicio del ministerio paulino, porque Pablo era el ministro a los gentiles. Como después de esa fecha no volvió a haber un ofrecimiento del reino a Israel, J. C. O’Hair enseñaba que la iglesia comenzó en Hechos 13:46 con la declaración: “nos volvemos a los gentiles”. Como los seguidores de O’Hair ponen el comienzo la iglesia en el marco de Hechos, observan la Cena del Señor pero no el bautismo en agua.

El dispensacionalismo revisado o modificado

El dispensacionalismo revisado o modificado data aproximadamente de 1950-1985. Los dispensacionalistas revisados trajeron algunas modificaciones  a la teología dispensacional clásica incluyendo una relajación de algunos de algunas de las distinciones más nítidas entre Israel y la iglesia. Los dispensacionalistas Revisados no enfatizaron el dualismo eterno y la separación de los pueblos celestiales y terrenales como los dispensacionalistas clásicos hicieron. Sin embargo, ellos enfatizaron que existían dos grupos antropológicos –Israel y la iglesia la cuales siempre se mantienen distintos. Estos dos grupos son estructurados de manera diferente con diferentes papeles y responsabilidades dispensacionales, pero la salvación que cada uno recibe es igual. Para la mayoría de los dispensacionalistas revisados no hay dos nuevos pactos sino solo uno. La iglesia actualmente participa en el nuevo pacto mientras que Israel experimentará el cumplimiento completo de nuevo pacto en un milenio futuro terrenal. La distinción entre Israel y la Iglesia, como grupos distintos, continuará a través de la eternidad incluso cuando ambos grupos hereden el reino milenial y el estado eterno. Además, los dispensacionalistas revisados sostienen que no existe ningún sentido en el que Jesús este sentado o gobernando desde el trono de David durante la era de la iglesia. Por tanto, el reino Davídico de Jesús es futuro. Los teólogos clave del dispensacionalismo revisado incluyen a John Walvoord, Dwight Pentecost, Charles Ryrie, Charles Feingberg y Alva J. McClain.

El dispensacionalismo progresivo

Los mediados de 1980 testificaron el resurgimiento de una nueva forma de dispensacionalismo: el dispensacionalismo progresivo. A menudo vinculado con la inauguración del Grupo de Estudio Dispensacional en 1986, el dispensacionalismo progresivo ofreció más modificaciones a la teología dispensacional. ¿A qué se refiere con progresivo? El título dispensacionalismo progresivo se refiere a la relación progresiva de las dispensaciones una con la otra.  Charles Ryrie observa que: “El adjetivo ‘progresivo’ se refiere al principio central de que los Pactos Abrahámico, Davídico y Nuevo están siendo progresivamente cumplidos hoy (así como teniendo cumplimientos en el reino milenial).

De acuerdo con Craig Blaising y Darrell Bock, una de las principales diferencias entre los dispensacionalistas anteriores y progresivos es como los progresivos  ven a la iglesia:

“Los Progresivos no ven a la iglesia como una categoría antropológica en la misma clase que términos como Israel, Naciones Gentiles, Judíos, y pueblo Gentil. La iglesia no es también una raza de humanidad (en contraste a los Judíos y Gentiles) ni una nación que compite junto a Israel y las Naciones Gentiles…La iglesia es precisamente la misma humanidad redimida previa a la venida de Cristo.

Esta creencia de que la iglesia se compone de “humanidad redimida” significa que los dispensacionalistas progresivos ven más continuidad entre Israel y la iglesia que los otros dos campos del dispensacionalismo. Subrayan que tanto Israel como la Iglesia  componen el “pueblo de Dios” cuando vienen a la salvación y ambos están relacionados a las bendiciones del nuevo pacto. Esta igualdad espiritual, sin embargo no significa que no hay distinciones funcionales entre Israel y la iglesia. Los dispensacionalistas Progresivos no igualan la iglesia a Israel y aun ven una identidad y función futura distinta  para el Israel étnico en un reino milenial por venir. Además, los dispensacionalistas progresivos como Blasing y Bock ven incluso un aspecto actual/no-actual al reinado Davídico de Cristo, viendo el reino Davídico inaugurado durante la presente era de la iglesia. Robert L. Saucy parece tomar una perspectiva mediática de que existe un sentido en el que Jesús está en el trono de David. Pero para todos los dispensacionalistas progresivos, el cumplimiento total de este reino Davídico espera a Israel en el milenio futuro. Los teólogos claves para el dispensacionalismo progresivo incluyen a Craig A. Blaising, Darrell L. Bock, y Robert L. Saucy.



[1] Charles Ryrie, Dispensacionalismo hoy. Página 7.
[2] Dispensacionalismo revisado. Michael Vlach. Página 5.
[3] Dispensacionalismo revisado. Michael Vlach. Página 31
[4] Dispensacionalismo revisado. Michael Vlach. Página 40-41
[5] Dispensacionalismo revisado. Michael Vlach. Página 43.
[6] Paul Enns. Compendio Portavoz de teología. Página 534.
[7] Charles Ryrie, Dispensacionalismo hoy. Página 14.
[8] Charles Ryrie, Dispensacionalismo hoy. Página 17
[9] Charles Ryrie, Dispensacionalismo hoy. Página 22.
[10] Charles Ryrie, Dispensacionalismo hoy. Página 22.
[11] Charles Ryrie, Dispensacionalismo hoy. Página 24-25
[12] Charles Ryrie, Dispensacionalismo hoy. Página 30-31.
[13] Dispensacionalismo revisado. Michael Vlach. Página 42
[14] Dispensacionalismo revisado. Michael Vlach. Página 53
[15]  Charles Ryrie, Dispensacionalismo hoy. Páginas 39-45.
[16] Jose Grau. Escatología final de los tiempos. Página 161.
[17] Charles Ryrie. Dispensacionalismo hoy. Páginas 43-44
[18] Michael Vlach. Dispensacionalismo. Pagina 6-10



[22] Paul Enss. Compendio Portavoz de Teología. Páginas 544-545. 
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